En la UDI hay manifestaciones de desazón por lo que hace el gobierno de Sebastián Piñera. La UDI es el partido más grande de la coalición de gobierno y del país, pero "no lleva el pandero", porque el Presidente es del otro partido, grande pero menor que ella, de dicha coalición.
El Presidente Piñera es y ha sido siempre, entre los miembros de su partido, el más distante de la UDI. En realidad, durante la mayor parte del tiempo, desde 1990, ha sido el peor cuchillo de la UDI. Pero ésta, en un acto de inconsecuencia histórico, renunció a llevar candidato presidencial propio en 2009 y lo apoyó. Y, así, se da la paradoja de que un partido con cuarenta diputados no tiene la Presidencia y otro con dieciocho sí la tiene.
Porque para conseguir la Presidencia, como cualquier otra cosa, el primer requisito es buscarla. El partido que la desee debe tener un candidato y "hacer la pega". Yo he sido detractor permanente de Sebastián Piñera y he sostenido que no reúne los requisitos para ser Presidente, predicamento que mantengo, pero una cosa le he reconocido siempre: que "hizo la pega" para serlo. Él dice que ha dedicado veinte años al servicio público, lo cual no es verdad, porque en estos veinte años ha amasado una fortuna de 2.200 millones de dólares y si él hubiera estado dedicado al servicio de todos los chilenos esa suma pertenecería a éstos y no sería necesario subir los impuestos para reunirla. Pero no lo es, porque es suya y él ha estado dedicado a levantarla durante veinte años. Pero también ha trabajado infatigablemente y en tiempo extra durante todo ese tiempo para alcanzar la Presidencia.
Aspiraba a ella en 1993, cuando fue sorprendido conspirando contra su correligionaria Evelyn Matthei en términos muy poco litúrgicos, y debió abandonar la pre-candidatura. Pero se levantó del suelo y empezó a tratar de ser candidato con miras a 1999. Recorrió el país, tomó el control de su partido, RN, y sólo desistió cuando las encuestas fueron implacables y señalaron que el candidato favorito era Joaquín Lavín. Entonces simplemente Piñera se retiró del comando de Lavín y siguió "haciendo su pega" para ser él el candidato en una oportunidad más propicia. Ésta se le presentó en 2005, cuando también iba a la zaga en las encuestas, pero recorrió a todos los delegados de RN, que se aprestaban a proclamar a Lavín, y "robándole los huevos al águila" dio la sorpresa en el consejo partidario que iba a hacer dicha proclamación, obteniendo una mayoría que lo consagró a él, Piñera, como candidato.
Y siguió "haciendo la pega", derrotando a un Lavín deteriorado por el "caso Spiniak", por escasísimo margen en la primera vuelta de 2005. Y siguió en campaña durante el cuatrienio, recorriendo el país, asistiendo a todos los programas de farándula, adoptando una sonrisa permanente, financiando gastos de la última enfermedad de Gladys Marín, declarando que Volodia Teitelboim había sido "un gran chileno", prometiéndole a Guillermo Teillier la modificación del binominal y haciendo todo lo necesario para tener el mayor número de partidarios y menor número de detractores posibles, maniobrando hábilmente, de paso, para quitar incentivos a la UDI de llevar candidato propio (recuérdese que en algún momento Lily Pérez iba a competir en la circunscripción senatorial del presidente de la UDI, pero esto fue oportunamente solucionado y ella se fue a otra región, a expensas del brillante y joven diputado y candidato a senador Marcelo Forni, lamentablemente).
El hecho es que la UDI se encontró con una tremenda base electoral, pero sin candidato presidencial, porque dentro de ella no hubo nadie que "hiciera la pega" de jugarse por un candidato propio o presentarse, recorrer el país y pujar por la Presidencia en la forma, con la energía y con los recursos con que lo había venido haciendo Piñera desde 1990, levantándose del suelo una y otra vez. Antes que él sólo Salvador Allende había mostrado igual pertinacia en la persecución de igual logro. (Continuará).
domingo, 9 de mayo de 2010
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