Algunos asaltaron a la Tía Rica en Concepción, pero los pillaron. En cambio, el Tío Rico nos va a volver a asaltar a todos los contribuyentes y parece que nadie lo va a pillar.
Por supuesto, ustedes saben quién es el Tío Rico. Es el más rico de Chile. Tiene 17 mil propiedades ("El Mercurio", 04.05.10, p. A3) y sólo la mitad las usa. Con el resto pasa cualquier cosa. Ahora que ha sufrido una emergencia, debido a que la infraestructura de su patrimonio ha sufrido daños por 8 mil 500 millones de dólares, podría verder parte de esas propiedades para reponer el daño. Pero no. Quiere ser más rico todavía y los hará pagar a ustedes, los sobrinos, de quienes antes ha sacado todos los recursos para hacerse rico.
Una sola empresa de Tío Rico vale cinco veces todo el daño en infraestructura que sufrió en el terremoto. ¡Pero ni pensar en vender siquiera un quinto de dicha empresa! Les va a subir los impuestos a sus sobrinos empresarios, mineros y dueños de bienes raíces que valgan más de 97 millones de pesos. El más rico de todos no quiere soltar nada de lo que tiene para reparar los daños sufridos por su patrimonio, sino que les va a sacar a los sobrinos más plata para eso. En el fondo, se va a hacer todavía más rico, relativamente, porque los sobrinos deben pagar de su propio peculio los daños sufridos por ellos en el terremoto, empobreciéndose, y además deben cubrir los daños del Tïo Rico, para que éste no se empobrezca.
Tío Rico tiene 11 mil millones de dólares en reservas depositadas en el exterior, y no los quiere tocar porque, dice, va a bajar el dólar. Pero resulta que hace dos años tenía el doble de esa suma y trajo ya la mitad para paliar los efectos de la crisis, y el dólar no descendió por debajo de su precio de equilibrio. No. Lo que en verdad quiere Tío Rico es que los sobrinos paguen y él no deshacerse de sus reservas. Ni siquiera quiere vender la participación minoritaria de Codelco en Edelnor, empresa mayoritariamente privada. Da excusas baladíes, como la de que el directorio de Codelco es autónomo y no ha decidido vender Edelnor. ¡Pero si Tío Rico es el patrón de los directores y el dueño de Codelco! ¿Dónde han visto ustedes que los directores nombrados por el dueño de una empresa no le obedezcan? Lo que sucede, una vez más, es que no quiere pagar él los daños que ha sufrido. Quiere que ustedes lo hagan.
Tío Rico confía en que el IV Presidente DC, sucesor de los Jefes de Estado de la Concertación, seguirá la línea de éstos, de hacerlo cada vez más poderoso. ¿Y los sobrinos? ¡Que sigan pagando!
miércoles, 5 de mayo de 2010
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