El domingo pasado vi en El Mercurio que el best-seller, la obra literaria más vendida de "ficción", se titulaba "El Libro de Bill". En una tincada demostrativa de lo perdido que ando en la vida, pensé que era un texto humorístico y lleno de ironías cultas.
Lo mandé comprar, porque no salgo a ninguna parte por temor a las encerronas, asaltos y balas locas. Pero me contestaron que estaba agotado y que, cuando llegaba a las librerías, desaparecía en el acto.
Más ganas me dieron de leerlo. Así es que, pagando un sobreprecio razonable, me lo iban a "reservar", me dijeron. Porque si no, se iba.
Hace un par de días ¡por fin! me llamaron y lo fui a buscar, antes de que otro, alguien, me arrebatara ese precioso ejemplar puesto a salvo de la voracidad lectora de los chilenos. Porque ya estaba agotado el último pedido de treinta ejemplares que había recibido la misma librería. Manejé desalado, recién almorzado.
Llegando de vuelta a casa le saqué (a la joya literaria más vendida del momento) el envoltorio plástico e, impaciente, quise empezar a leerla y disfrutarla cuánto antes. Y ¡no pude!
Es una mescolanza satánico-drogadística de disparates latosos, lugares comunes, invocaciones esotéricas, todas difíciles de leer porque están escritas en letra sepia sobre fondo amarillo, negro o rojo o vice versa. Nada es normal ni tiene sentido. Es una gigantesca pitanza.
Incoherencia total. Hay páginas enteras que dicen "ha-ha-ha" y nada más.
Otra página al azar, en colores, dice "POPOTES BOBOS. ¡Oye, mira mi colección de popotes bobos!" y otras sandeces, y hay unos tubos plásticos de diferentes colores. Otra dice "CÓMO LLEGAR AL CIELO" en la primera línea... y el resto está en blanco.
Dos páginas completas de monos animados muy desanimados. Fomes. Inexplicables.
Nada tiene que ver con nada. En otra página dice (sic) "El libro de Bll" (sin la "i"), fondo rosado, luego estupideces inconexas.
¿Quién me está tomando el pelo? En la portada dice "Planeta". ¡Ah, ya! ¡Devuélvanme mis dieciséis lucas!
¡Aquí hay unas escasas páginas "normales"! Las leo con dificultad, porque son borrosas. Son reproducciones sacadas de una antigua novela norteamericana, "El Gran Gatsby". Lamentablemente, son pocas. No permiten concluir nada.
Otra página con letras blancas dice: "VAYA VAYA VAYA" en distintos tipos, sobre fondo negro y añade: "¡Aquí estamos al fin. He esperado una eternidad para conocerte!". Y otras sandeces. Y nada más.
Otra se titula "El exorcismo de William Lucifer" y es una lata ramplona y aburrida. Ni siquiera demoníaca.
Hay una página con un artefacto que parece lunar o marciano, en cuyo texto, apenas legible y de letras negras sobre fondo oscuro, dice "ah, aha, ahaha, ahahaha, ahahahahahaha" y así sucesivamente. Otro pistoleo.
En las contratapas, que hay que leer con lupa, están los "créditos" que les reconocen derechos de autor a cada una de las locuras, como si se tratara de genialidades beneméritas.
Hay otra página de fondo negro y texto un poco amarillo, que sólo dice: "EL LIBRO DE BILL. ESCRITO POR BILL. PUBLICADO POR BILL. LAMIDO POR BILL." Y un poco más abajo, en tipo más pequeño, "DISTRIBUIDO POR BILL". Y eso sería todo.
En fin, en otra, un portón grande, viejo, desvencijado, con cadenas. Y al pie dice: "Oh, jo-JO. Vaya. No debieron publicar esto". Por supuesto que no.
En otra página un buen consejo: "Sácale punta a ese lápiz, amigo. ¡Es hora de ver de qué estás hecho! Además de bilis y células muertas". Genial.
En otra sólo una palma de mano rojiza y demoníaca, para que pongas la tuya encima, a ver qué pasa. Lo hice y no me pasó nada. Hasta ahora.
Después de media hora de ser víctima de un franco "pistoleo", tiré el bodrio lejos y grité de nuevo: "¡Devuélvanme la plata!".
La gente se pelea el libro, se lo arrebata. Lo paga caro. La gente está loca o drogada. Nunca me he drogado. A lo mejor si lo hiciera y en estado de idiotez, el libro me entretendría. ¡Cuidado! La que lo agota es la gente que elige a quienes nos gobiernan. O como yo, incauta. Es con la que te cruzas en la calle o en auto. ¡No la mires! Puede ser, no como yo, inofensiva, sino como Bill, enloquecida. Te va a pistolear. Y hasta te puede disparar.