sábado, 30 de diciembre de 2023

El "Premio" a Cheyre

La dictadura judicial ha "premiado" a Juan Emilio Cheyre, excomandante en jefe del Ejército, condenándolo a cinco años de libertad vigilada como cómplice de 15 fusilamientos en que no tuvo nada qué ver, ocurridos en La Serena el 16 de octubre de 1973, al paso de la Comitiva del general Arellano. "Premiado" porque a los demás militares (r) en igual situación los jueces rojos habitualmente los condenan a presidio efectivo de diez años o más.

¿Qué "mérito" exhibe Cheyre para tener trato privilegiado? Uno: en 2004 declaró públicamente al Ejército responsable "de todos los hechos punibles y moralmente reprochables del pasado". ¡Todos en Chile eran inocentes y sólo había un gran culpable: el Ejército anterior a Cheyre! 

En mi libro de 2000 "La Verdad del Juicio a Pinochet" describí lo que realmente sucedió en La Serena el 16 de octubre de 1973: el comandante Sergio Arredondo, que se había subido al helicóptero de la Comitiva de Arellano en Santiago esa mañana, ordenó, por sí y ante sí, fusilar a 15 presos que sacó de la cárcel local, sin conocimiento del comandante del regimiento, Ariosto Lapostol, ni del jefe de la comitiva, general Arellano, ni menos del ayudante del primero, un joven teniente llamado Juan Emilio Cheyre, que estaban reunidos a cuadras de distancia del lugar del fusilamiento. 

No fue eso lo peor: Arredondo hizo lo mismo esa noche en Antofagasta y al día siguiente en Calama, totalizando 56 fusilamientos ilegales. Les ordenaba perpetrarlos a jóvenes oficiales subalternos que, si no le obedecían, podían también ser ejecutados en el acto. A esa actitud de un solo individuo se debió que los medios bautizaran a la Comitiva, inmerecidamente, como "Caravana de la Muerte", aunque su misión fuera acelerar los consejos de guerra que juzgaban a los numerosos detenidos por los regimientos.

Nadie le ocasionó más daño a la imagen de la Junta que el comandante Arredondo en esos dos días, con el añadido de que los autores de otros fusilamientos simultáneos, como los de Copiapó la noche antes y bajo responsabilidad del regimiento local, trataran después de cargárselos también a la Comitiva, que ni siquiera había salido de Santiago cuando ocurrieron.

Cheyre ha sido "premiado" con la "libertad vigilada" que no alcanzan los 340 camaradas suyos, injustamente presos, que vegetan de manera inhumana y violatoria ¡oh paradoja! de su derecho humano al debido proceso, en penales como Punta Peuco, Colina I y otros en diferentes partes del país. 

Hace poco un libro notoriamente falso, producido por orden del anterior comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez Menanteau, que su sucesor sacó de la página web institucional, culpó a la Comitiva de los 13 fusilamientos en Copiapó, ocurridos cuando ella todavía no había salido de Santiago. Sólo el odioso rector de la UC, Ignacio Sánchez, "le prestó ropa" a Martínez Menanteau para promover su falso texto y presentarlo en el salón de honor de la universidad.

Pero día llegará en que alguna institución más seria que la UC estudie estos "juicios de DD. HH." y denuncie públicamente la corrupción judicial que los ha presidido. La reacción general será tan escandalizada como la suscitada por algunos audios de reciente publicación.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

El Ocaso de un Entreguista

El 17 de diciembre pasó a ser una efeméride porque se alinearon los astros para evitar que el entreguismo nos condenara el estancamiento.

Cosas peores le han sucedido al país, como tener un gobierno marxista-leninista integral, que casi lo destruyó entre 1970 y 1973, y después de salvado y vivir un gran auge, sufrir una sucesión de gobiernos de izquierda y dos derechamente entregados a ella, como los de Sebastián Piñera. 

La consecuencia fue caer en 2022 en un segundo gobierno marxista-leninista, presidido por Gabriel Boric, quien se sitúa, según propia confesión, a la izquierda del comunismo. 

Por eso estamos en crisis, disputando con Haití el último lugar de América Latina y, de acuerdo a la mejor columna de la semana (Cecilia Cifuentes, 26.12, El Mercurio), en una situación en que "La Solución Está en Manos del Problema".  

Pero el 17 de diciembre sucedió algo bueno: Chile le dio un portazo al mayor entreguista de su historia, Sebastián Piñera, que con tal de satisfacer al comunismo es capaz de cualquier cosa: aumentar el número de ministerios, subir los impuestos (a la par que él compraba una sociedad zombie con enormes pérdidas para bajar los suyos), trasladar a oficiales presos desde el penal militar Cordillera (con la hoz y el martillo instalada sobre su pórtico), a Punta Peuco y triplicar el número de querellas contra los agentes que derrotaron al terrorismo.

Pero el peor acto de entreguismo de Piñera fue rendirse en 2019 ante la subversión desatada, dando en ofrenda la Constitución de la Libertad, la misma que le brindó a Chile el único top-one de su historia como nación: la que más redujo la pobreza entre 1985 y 2015.

Cuando el pueblo derrotó el proyecto de nueva Constitución el 4 de septiembre de 2022, el gran entreguista se apresuró a buscar una fórmula para inventar un segundo proceso que contuviera contornos aparentemente moderados ("bordes") para hacer que la mayoría se lo "tragara" y sustituir así a la Constitución de la Libertad. Pero como el escorpión no pudo sobreponerse a su naturaleza, no pudo evitar hacer trampa e ideó un procedimiento ilícito y doblemente inconstitucional. Esto le importó a la élite menos que el "método Hermosilla" y lo apoyó con entusiasmo.

La misma élite que preguntaba en 2008 "¿qué le pasa a Hermógenes?"  cuando me opuse a Piñera, porque lo había conocido bien, ahora emite imprecaciones en mi contra por contribuir a evitar que, además de rendirse ante el terrorismo comunista, "se echara" la Carta de 1980.

Pero el 17 de diciembre el pueblo se lo impidió. Piñera fue "un puente demasiado lejos" en su entreguismo. Chile le hizo un "parelé" final, marcando el ocaso del gobernante que más daño le ha inferido al país en su historia, con la posible y triple excepción de Marmaduque Grove, Salvador Allende y Gabriel Boric. 

domingo, 24 de diciembre de 2023

Nos Robaron el Plebiscito

Para los que desde el primer día estuvimos contra la propuesta inconstitucional, que ahora se diga que el ganador del plebiscito fue Boric y que "lo perdió la derecha", como afirman casi todos los medios y comentaristas, es inaceptable, porque:

1) Boric es parte del "Acuerdo por Chile" con Piñera, al cual después adhirió Kast, y cuyo fruto fue la propuesta derrotada. Boric nunca dijo que abandonaba el acuerdo, que yo califiqué de "contubernio". Que el texto resultante no fuera de su agrado era una cosa previsible, porque todos los adherentes sabían que iba a ser objeto de una transacción y no iba a interpretar plenamente a ninguno.

2) El derrotado A Favor no era "la derecha", porque lo integraron sectores que siempre se han autodescrito como "centroderecha" y, en particular, el piñerismo, cuyo inspirador y guía siempre sostuvo no ser de derecha.

3) En la única votación contemplada antes del plebiscito, la destinada a elegir consejeros constitucionales del 7 de mayo pasado, se distinguieron nítidamente las fuerzas de derecha, representadas por el Partido Republicano, de las de centroderecha, representadas por el pacto ChileVamos, integrado por Renovación Nacional, Unión Demócrata Independiente y Evópoli.

4) Fue público y notorio que el único partido que se opuso a una nueva Constitución fue el Republicano, que por tanto recibió el caudal de votos de la derecha "a secas". Esto derivó en que recibiera un número de sufragios que le permitió controlar el Consejo Constitucional. Pues las resoluciones de éste debían adoptarse por 3/5 de los votos y los Republicanos solos tenían 22, es decir, más de 1/5.

5) En conjunto, la derecha mas la centroderecha tenían 34 votos, es decir, podían por sí solas aprobar cualquier texto. Pero el compromiso implícito en la campaña para la elección del 7 de mayo, asumido por los Republicanos, fue de oponerse a una nueva Constitución. Esto quedó de manifiesto en la publicidad preelectoral grabada en video de al menos un aspirante republicano (caso Sfeir).

6) Ex post de la elección del 7 de mayo el excandidato presidencial republicano y figura dominante del partido, José Antonio Kast, cambió de postura y se manifestó partidario de una nueva Constitución, lo que de hecho lo incorporó al "Acuerdo por Chile" de Gabriel Boric y los diez partidos de gobierno y Sebastián Piñera y los de la centroderecha (ChileVamos).

7) Conocido el texto aprobado por los Consejeros Constitucionales, diferentes personalidades y partidos de izquierda se manifestaron En Contra de la respectiva propuesta. Es decir, llevaron a cabo el movimiento ex post inverso al de José Antonio Kast.

8) En resumen, los vencedores originarios en el plebiscito somos los de la derecha a secas. Los vencedores advenedizos llegados con posterioridad son los partidos de izquierda del gobierno de Boric, quien nunca expresó un apoyo explícito a nuestra posición, como que la sección El Polígrafo de El Mercurio lo buscó y sólo encontró su declaración de que "cualquier texto es preferible al de la Constitución de los cuatro generales."

9) En resumen, los perdedores originarios en el plebiscito son los signatarios del "Acuerdo por Chile" encabezados por Boric y Piñera. Y los perdedores advenedizos son José Antonio Kast y su Partido Republicano que, desconociendo lo prometido a su electorado, se trasladaron ex post al bando perdedor.

En todo caso, los ganadores originarios, a quienes en los medios se nos ha robado el triunfo, cedemos nuestro éxito a la mayoría del pueblo chileno que lo hizo posible. 

viernes, 22 de diciembre de 2023

Fue el Cantante y No la Canción

El gran derrotado del domingo fue Sebastián Piñera. Culpable principal, por omisión cobarde, del desastroso cuatrienio iniciado el 18 de octubre de 2019 y terminado (de iure, pero no de facto) el 17 de este mes. La gran culpa de Piñera: haberse rendido ante la subversión de extrema izquierda (a la que antes y después favoreció, a la vez, por tantos conceptos), teniendo a su disposición una panoplia constitucional y legal que le habría permitido poner entre rejas a los subversivos y fuera de la ley a los partidos que los apoyaron y cobijaron.

A Pinochet, bajo la misma Constitución, los subversivos le hicieron 17 "estallidos" entre 1983 y 1987 y ninguno duró más de un día. Y al dejar él el poder los grupos terroristas habían sido aplastados. Por supuesto, había más de mil terroristas presos, a quienes Aylwin liberó.

Por oponerse en el Senado a la norma que se lo permitió fue asesinado Jaime Guzmán por los comunistas.

Ya en la Constitución de 1925 el Presidente tenía amplios poderes, si bien menos que en la actual. Pues carecía de los del art. 19 Nº 5 y del 60 que le permiten declarar inconstitucionales a los partidos que se amparan en la violencia y privar de sus cargos a sus parlamentarios. Pero así y todo en 1948 González Videla propició la Ley de Defensa de la Democracia, que puso fuera de la legalidad al Partido Comunista, excluyéndolo de los cargos públicos y del Congreso. Así estuvieron por nueve saludables (para el país) años.

Bernardo Leighton, ministro del Interior de Frei Montalva (1964-70), metió presa a la directiva del Partido Nacional por el solo hecho de haber publicado una inserción en los diarios, sin "estallido" ni violencia ni subversión. Por supuesto, los tribunales revocaron la medida, pero ella habla de lo que puede hacer un presidente, sin que le pase nada, a sus opositores. Don Víctor García Garzena, entonces presidente del PN, dejó un ameno relato de su experiencia carcelaria.

Salvador Allende refirió que, cuando él y los suyos llamaron a una paralización nacional revolucionaria en el segundo gobierno de Ibáñez (1952-58), éste convocó a La Moneda a una decena de dirigentes de extrema izquierda, que fueron sentados en dos filas en el despacho presidencial. Estaban esperando cuando entraron cinco carabineros que, sin decir palabra, se llevaron detenida a una de las filas. Después entró Ibáñez y le dijo a la otra fila, en la que estaba Allende: "O llaman hoy a deponer el paro nacional o también se van presos". "¿Y ustedes qué hicieron?", le preguntaron a Allende. "Pusimos fin al paro", contestó escuetamente éste.

¿Se entiende lo que quiere decir "un presidente con pantalones"? 

El cuatrienio ruinoso es culpa de Boric y su gente, pero también de Piñera. Los dos procesos constituyentes innecesarios, que costaron $150 mil millones, crisis económica a incertidumbre no tenían por que haber sucedido.

Por suerte, todo terminó el domingo. Pero todavía falta que la mayoría pase la cuenta.


martes, 19 de diciembre de 2023

Piñera Perdió

Tengo problemas con un par de amigos que sufragaron A Favor, porque se ofendieron cuando les pregunté por qué habían votado por Piñera. Ellos niegan haberlo hecho. Uno me dijo que atribuirle eso era como "sacarle la madre". 

Pero es obvio que su voto era por Piñera. Fue quien lo hizo todo, para suplir su falta de autoridad como presidente. Cuando en 2019 la izquierda le hizo la revolución y se plegaron a ella 14 partidos, desde la DC hasta el PC, lo que correspondía era declararlos inconstitucionales de acuerdo al art. 19 Nº 15 de la Constitución. Para eso contaba con mayoría en el Tribunal Constitucional. Y se podía después pedir la cesación en sus cargos de todos los parlamentarios comprometidos en la violencia, de acuerdo a su art. 60. Habrían quedado todos fuera de sus dietas y prebendas, cívicamente muertos y la revolución huérfana de cerebros. La primera línea no habría tenido dónde ir a cobrar.

Así habría derrocado a los que querían derrocarlo a él y sin disparar un tiro. Mucho antes, bajo la Constitución de 1925, que no tenía esas defensas antisubversivas de la actual, Gabriel González Videla consiguió una legislación para poner fuera de la ley a los comunistas que quisieron derrocarlo y los sacó del parlamento y de todos los cargos públicos. Dejaron de existir durante nueve años y desaparecieron, hasta que Ibáñez, en un mal momento, derogó la ley. Y entonces los comunistas le hicieron la revolución a él, el 2 y 3 de abril de 1957. 

Sintomáticamente, en la reciente propuesta de nueva Carta derrotada el domingo, no hay una norma como la del art. 19 Nº 15 actual, lo que habla de la injerencia en aquélla de la izquierda. 

En 2019 Piñera se acobardó y se rindió. Quedó explícito en el "Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución". "La paz" significaba que los subversivos de izquierda dejaban de tratar de derrocarlo por la fuerza. Y "una nueva Constitución" era el precio a pagar. Pero finalmente el pueblo la rechazó el 4 de septiembre de 2022. Entonces Piñera, entreguista sempiterno, discurrió otra fórmula del agrado de la izquierda, pero que a la vez fuera "tragable" para el electorado. Ahí nació el segundo proceso, ilícito, porque Piñera hizo trampa, saltándose la consulta a la ciudadanía, y cometió además otras dos inconstitucionalidades. 

En todo caso, la propuesta fue inspirada y monitoreada por Piñera personalmente. Había suscrito un pacto con Boric para asegurarla ("Acuerdo por Chile"). A éste se sumó imprevistamente José Antonio Kast. El trío hizo un texto encuadrado en los límites o bordes dispuestos por Piñera. Pero la ciudadanía de nuevo la rechazó, anteayer.

Absolutamente todo fue discurrido por Piñera. La cosa era ceder, entregarse, terminar con la Constitución actual. Pero el pueblo le volvió a decir NO. 

Todo el plan, todo el entreguismo, toda la búsqueda de cómo sazonar el bocado para que esta vez se lo tragara el electorado, fue obra suya. Era A Favor de él, y quienes lo votaron, votaron por él. Y quienes lo derrotaron, lo derrotaron a él.

Y si algunos del A Favor no se dieron cuenta, mala suerte, pero así fue y perdieron junto con él. Hasta que intente entregarse otra vez.

sábado, 16 de diciembre de 2023

La Penúltima Trampa de Piñera

"Penúltima", porque Piñera siempre está urdiendo otra más, para cumplir su misión en la tierra: amarse intensamente a sí mismo y engañar a los demás cuanto sea necesario para seguirlo haciendo. 

Su penúltima trampa: pergeñar este segundo proceso constituyente, que es ilícito por haber sido perpetrado sin consultar al poder constituyente (la ciudadanía) y cometiendo dos atropellos más a la Constitución. Ninguna persona honesta puede ni debe apoyar el engendro constitucional resultante, por su ilegitimidad de origen. Por mi parte, lo rechacé desde un principio y por esa sola razón, aunque después aparecieran muchas más. 

Hoy la trampa piñerista está materializada en el voto A Favor, abrazado por la élite, a la cual la legalidad parece no importarle. Y ella repite como un mantra dos disparates: que somos comunistas, porque éstos también votan En Contra, igual que nosotros. ¿Y qué culpa tenemos, cuando han sido ellos los que se han venido a la derecha? Y bienvenidos son. 

El otro disparate es que sólo con el A Favor "termina el proceso", cuando han sido los diez partidos de gobierno los que se han comprometido a no iniciar ningún proceso si vence el En Contra. Y sin sus votos no puede haberlo.

Piñera ha hecho profesión de halagar al comunismo. La suya es una "servidumbre humana", porque los comunistas lo odian y, sin embargo, mientras más lo odian él más se empeña en complacerlos. Lo último:  asociándose con su gobierno en el "Acuerdo por Chile", para derribar entre ambos la Constitución de Pinochet. 

A ese contubernio, inesperadamente, se unió José Antonio Kast, protagonista de la mayor traición política de lo que va del siglo XXI: él y su partido republicano prometieron, antes de la elección del 7 de mayo, oponerse a una nueva Constitución. La ciudadanía les creyó y votó por ellos, convirtiéndolos en el mayor partido de Chile. Entonces Kast se cambió de bando y se unió al contubernio comunista-piñerista, violatorio de la Constitución, para redactar otra nueva. 

Ésta resultó obesa y engañosa y fue acertadamente bautizada como "Trampantojo" (engaño) por el rector Peña, culpable del pecado inicial de fabricar un segundo proceso, pero hoy arrepentido del daño inferido al país con su idea. En su memorable columna del 20 de octubre, Peña "viajó a Canossa", procuró "remediar el mal causado" y llamó a los consejeros a reunir 21 votos para rechazar el Trampantojo, pero se juntaron sólo 17. Faltaron cuatro. Habrían sido "los cuatro de la fama". Pero parece que era demasiado pedir a los 22 republicanos. Y por eso estamos hoy aquí, listos para derrotar una vez más al entreguismo piñerista en las urnas. 

¿Cuál será la siguiente trampa urdida por Piñera para seguir entregándose a la izquierda? Las élites, Chilevamos y los republicanos están listos para apoyar esa iniciativa "sensata". Y los libertarios patriotas listos para oponernos, denunciarla y derrotarla en las urnas otra vez más.

jueves, 14 de diciembre de 2023

No Puede Ser

Hoy vi que Rodericus, en Día a Día de El Mercurio, dice que va a votar A Favor. Lo mismo que Pancho Bayo, uno de los 34 diputados del Partido Nacional de 1973, también proclama desde el sur, según leo en Las Noticias de Angol. ¿Qué está pasando en la derecha? Gente absolutamente nuestra ahora adepta al contubernio Boric - Piñera - Kast y a la consagración general de la ilicitud que perpetra su "Acuerdo por Chile". Amenaza suceder lo impensable: una "Inconstitución", generada dentro de una ilegalidad flagrante y que nos sumiría en la incertidumbre por años.

Ayer se repitió en las redes el video de 10 minutos del abogado Rodrigo Logan y su descripción de los sucesivos atropellos a la Constitución y a las leyes que ha supuesto este segundo proceso, impulsado por el  contubernio Boric-Piñera, al que se plegó José Antonio Kast, traicionando inesperadamente al electorado que recién había votado por sus Republicanos en atención a que se oponían a una nueva Constitución.  

Logan expone la complicidad del presidente del Senado, Álvaro Elizalde, del presidente Boric y del Contralor Bermúdez, todos "dejando pasar" el ilícito segundo proceso constituyente, generador de la propuesta sobre la cual nos vamos a pronunciar el domingo. Si triunfa, nacerá con ilegitimidad de origen. La más sorprendente revelación de Logan: de las sesiones de los "expertos", responsables del 57 % del texto, no quedaron actas. No las hubo. El art. 19 del Código Civil dice que para interpretar la ley se puede recurrir a "la historia fidedigna de su establecimiento". En el caso de esta "Inconstitución" no la hay, porque no hubo actas. Detrás de mí tengo los nueve tomos de las "Actas Oficiales de la Comisión Constituyente" de la Carta de 1980. No sé cómo puede haber gente que vote A Favor.

Yo he expresado mi confianza en los casi cinco millones de votantes obligados y apolíticos, que golpearon todos los pronósticos, y también a los que querían otra Carta, el 4 de septiembre del año pasado, con un 62 % de los votos. Ésa es la última esperanza de la rule of law (estado de derecho). 

Pero con tanta gente hasta ahora confiable que defecciona, a uno le sobrevienen dudas y se dice "¡No puede ser! ¿Qué está pasando?" La mejor espada del En Contra en los debates, Axel KaIser, nos golpea desde El Mercurio (09.12.23, C7): "...aseguró ayer que no votará en contra de la propuesta de nueva Constitución (...) El abogado aseguró que tampoco se cuadra con el A Favor ni que el hecho de reconocer que no votará En Contra signifique que votará por la otra opción". ¿Qué puede haberlo llevado a tal grado de confusión? 

La obscena diferencia entre los donativos que varios millonarios han hecho al A Favor a través del Servel y la inopia del En Contra, que casi carece de donativos, me hizo recordar un sardónico comentario a la frase de Lincoln "se puede engañar a todos poco tiempo, a pocos todo el tiempo, pero no a todos todo el tiempo": "Se puede engañar a todos todo el tiempo si hay suficiente presupuesto".  

Desoladora perspectiva. Sólo queda confiar en esos cinco millones de apolíticos, en su mayoría honrados (pudiendo eludir los torniquetes á la Boric, en su mayoría pagan el pasaje). Confío en que ellos evitarán que el "método Hermosilla" termine determinando el resultado del domingo.

martes, 12 de diciembre de 2023

La Constitución en Capilla

Si "Chile Hoy" fuera una película dramática, en ella la joven heroína Constitución ahora estaría en manos de sus secuestradores, a punto de ser ejecutada. Sólo el noble Pueblo puede salvarla el domingo. Aquéllos están empeñados en poner en su lugar a la usurpadora Obesa Mórbida, cómplice de los propósitos socialistas, globalistas, onunistas e indigenistas. 

Casi todos sus antiguos defensores han abandonado a la Bella Constitución. Raúl Bertelsen, que escribió una apología de ella hace no mucho, ahora dice que se ha puesto fea y no sirve para nada, y se ha manifestado a favor de la gorda, a la cual dice que encuentra regia.

Hasta el otrora confiable Carlos Cáceres, que tanto contribuyó a fortalecer y prolongar el exitoso reinado de la Bella Constitución, ahora dice que ella genera incertidumbre. Cuando todo el mundo sabe que quien la genera es la impredecible Obesa Marxistoide y sus treinta leyes, once mega-entes estatales nuevos y años de discusión parlamentaria acerca de cómo consumar el nuevo Chilenicidio. Hasta los marxistas reales y originales dicen que la Obesa Mórbida traerá consigo incerteza y burocratización y prefieren libertar a la Bella Constitución.

Lo más doloroso acontecido a la cautiva fue que su Pueblo salvador eligió el 7 de mayo al contingente Republicano, que había prometido rescatarla, y lo llenó de votos y atribuciones para que hiciera lo necesario para restablecer su reinado. Pero su jefe, el lábil José Antonio Kast, la traicionó y se cambió al bando de la Obesa Mórbida y al contubernio Merluzo - Brazos Cortos, que pretendía ejecutar a la Bella Constitución.

Pero su leal Pueblo todavía puede salvarla este domingo 17. Aunque el Entreguista número uno, Brazos Cortos, que siempre le tuvo ojeriza por ser libertaria e hija legítima del verdadero salvador de Chile, se asoció en contubernio con el violentista Merluzo para reemplazar a la Bella Constitución. Y cuando el noble Pueblo la salvó el 4 de septiembre de 2022 y después, en la votación del 7 de mayo, dio plenos poderes a sus rescatadores Republicanos, vino la traición ya vista de José Antonio, que se sumó al contubernio de sus captores.

Pero no pueden ejecutarla sin la connivencia de su Pueblo. Y el domingo 17 éste dará su veredicto. Si vota A Favor del contubernio, ese mismo Pueblo pagará las consecuencias. Y los Chilenos Leales la añoraremos. Nos dio los mejores años de nuestra historia. 

Sólo el domingo en la tarde sabremos si ella y Chile se salvan o si, por el contrario, vencen el A Favor, el entreguismo y la traición. Y la Obesa Mórbida toma las riendas del país para desgracia de muchos años de toda su población.

sábado, 9 de diciembre de 2023

Los Honrados Que Van Quedando

La élite ha logrado sembrar confusión, manifiesta en el intelectual más lúcido de este período, Axel Kaiser, quien en El Mercurio declara "que no votará En Contra de la propuesta de nueva Constitución. (...) No obstante, el abogado aseveró que tampoco se cuadra con el A Favor ni que el hecho de reconocer que no votará En Contra signifique que votará por la otra opción".

Por suerte los simples mortales tenemos las cosas más claras. Yo nunca he dudado de votar En Contra de un proceso doblemente inconstitucional. Lo dije desde un principio.

Además, he visto evolucionar al autor primigenio de la idea de un segundo proceso constituyente, el rector Carlos Peña, columnista de El Mercurio, desde su propuesta inicial a la desilusión con el resultado. Pues ha manifestado que hoy día la opción es entre algo "deplorable" y algo "peor". Y en su columna del 20 de octubre de El Mercurio incitó a los consejeros constitucionales a rechazar el proyecto y ponerle término al proceso el 30 de octubre, en que les correspondía aprobarlo o rechazarlo. Para esto último bastaban 21 votos, pero sólo se reunieron 17. Y el rector Peña, en la misma columna, calificaba el trabajo del Consejo Constitucional, es decir, su propuesta de nueva Carta, como un "trampantojo", un engaño.

Obviamente la Constitución vigente, cuyas partes medulares ("Bases de la Institucionalidad", "Derechos y Deberes Constitucionales") están intactas, es superior al "trampantojo" que los comentaristas internacionales más oídos en Chile, José Ramón Rallo, de España y Agustín Laje, de Argentina, no vacilan en calificar de abiertamente estatista.

Además, quienes aparecen públicamente A Favor (ejemplo reciente, Carlos Cáceres) dan un argumento erróneo para justificar su posición: "el cierre del proceso constitucional". Pues ya está cerrado y confirmado que no puede renovarse después del 17. Porque así lo han declarado los partidos de gobierno, en documento emitido en días pasados. Como controlan la mitad de la Cámara y del Senado, su declaración de que "nuestros votos no estarán disponibles para tener hoy otro proceso constitucional" significa que no puede haberlo. Pues abrirlo requiere más de la mitad de los parlamentarios.

Pero mi confianza está puesta en los casi cinco millones de votantes obligados, que son apolíticos y seguramente no entienden bien lo que los políticos han tramado. Pero tienen la peor opinión de éstos (véase cualquier encuesta) y saben que votando En Contra los contradicen, y que eso será lo correcto. Y, por lo demás, los pocos ciudadanos que decidan informarse más van a confirmar que el proceso, emprendido sin consultarle al pueblo, es ilícito.

Se puede confiar en que la mayoría es honrada, porque paga su pasaje en la locomoción pudiendo eludirlo. Luego, va a votar complacida En Contra de la trampa de los políticos.

Es el último bastión de honestidad en medio de la anomia actual. Y gracias a él En Contra ganará.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

¿Por Qué No Nos Calmamos?

El plebiscito que habrá en once días más será uno interno de la derecha. Compiten el pinochetismo, que vota En Contra, y el piñerismo, que vota A Favor. El primero representa a la Constitución vigente y el segundo a la propuesta de los republicanos y del piñerismo. Pues la izquierda ha desaparecido: los diez partidos que la forman y que integran el gobierno han manifestado públicamente abrazar principios de derecha, como la preocupación por el incremento de la burocracia estatal que supone la propuesta republicano-piñerista y la incertidumbre que generaría la misma, en perjuicio de la inversión. Son preocupaciones netamente de derecha. 

Los diez partidos de gobierno llaman a votar En Contra, porque prefieren la Constitución de Pinochet al proyecto republicano-piñerista. Michelle Bachelet también. No me pregunten por qué: simplemente es así.

Yo soy pinochetista y votaré En Contra, pero buena parte de la derecha se ha alineado con el piñerismo y votará A Favor. Pinochetistas insignes han desertado. Rodrigo Cooper, que presentó mi último libro, "Miserias Morales de la Chilenidad Actual", me explica que su A Favor se debe a lealtad con el partido Republicano al cual pertenece. Adolfo Paúl, autor del mejor libro de 2023 ("Las Grandes Alamedas las Abrió el Gobierno Militar", www.editorialconservadora.cl) y quien se hallaba en Tierra Santa en los días críticos del "giro" de Kast, al volver se manifestó por el A Favor. Le escribí y convencí de votar En Contra, pero días después, tras emitir un extenso manifiesto, ha comunicado que votará A Favor.

Raya para a suma: el gobierno, convertido a la derecha, vota En Contra. El pinochetismo, con algunas dolorosas deserciones, vota En Contra. Republicanos (mermados), las élites social y empresarial, es decir, el piñerismo y "la casta política", votan A Favor.

Como la campaña se ha llenado de ataques y descalificaciones personales, propongo que nos calmemos. En sólo once días más la ciudadanía sufragará y ganará la opción con más votos. Prometo no usar la palabra "imbécil" ni ninguna de sus variantes. A mi turno pido que no nos digan "comunistas" ni "zonzos" ni que "nos jodamos".

Si gana el A Favor vendrán cambios e incertidumbre. Si gana el En Contra todo seguirá igual que ahora y hasta que Boric se vaya y sea elegido un presidente de derecha o centroderecha, ya sea pinochetista o piñerista. En el primer caso, "afírmate Catalina, que vamo' a galopiar". En el segundo, habrá entreguismo del que tuvimos desde 2018 y tenemos hoy. 

Espero escribir unos tres blogs más sin criticar, por ejemplo, a Wolf von Apen por haberle dado más de $300 millones al A Favor ni a Raúl Bertelsen, profesor de Constitucional, por adherir a quienes están trasgrediendo la Carta que él ha defendido antes y ha enseñado a respetar. 

Y el 17, "vox pópuli, vox Dei" y acatemos el veredicto popular.


martes, 5 de diciembre de 2023

Mera Imbecilidad

La Ley de Seguridad Interior castiga con presidio o reclusión de 541 días a 5 años a quienes de palabra o por escrito llamen a "perturbar el orden constitucional". El rector de la Universidad Diego Portales y columnista de El Mercurio, Carlos Peña,  llamó a más que a eso en los días siguientes al 4 de septiembre de 2022, estando plenamente vigente la Constitución de 1980. Pues conminó a "lanzarla lejos" y a continuar un proceso constituyente que estaba ya fenecido, para dictar una nueva Carta. No tenía ningún sustento jurídico, pero los políticos le prestaron oídos y formaron el contubernio Piñera - Boric para llevar a cabo un ilícito segundo proceso.

Y lo hicieron sin consultar al titular de la potestad constituyente, la ciudadanía, desoyendo a la cátedra: "Las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución". (Prof. J. I. Vásquez, El Mercurio, 17.01.23). 

¡Que se joda! le dijeron a la cátedra. No les importó nada, pese a ser todo tan absolutamente ilegal como las situaciones que constan de las conversaciones grabadas del abogado Luis Hermosilla con el empresario Daniel Sauer y la abogada Leonarda Villalobos, que han provocado tanta expectación y escándalo.

Ahora leo que la Universidad Andrés Bello otorgará un premio especial al rector Peña por su mérito social. En realidad, el más notorio ha sido inspirar este segundo proceso nulo de derecho público y doblemente inconstitucional que sumió al país en un torrente de gastos, incertidumbre, desembolsos para pagar asesores, consejeros, expertos y árbitros. Además ha habido utilización de edificios públicos, cuerpos especiales en los diarios, una elección nacional el 7 de mayo más un plebiscito final, con los desembolsos consiguientes. 

Foros, paneles y farándula por más de un año y una propuesta de Constitución que, pese a tener origen en la derecha, significaría un aumento del tamaño del Estado y del trabajo legislativo para dictar más de 30 leyes y fundar once nuevas entidades burocráticas que generarían gran incertidumbre. Todo ello ocuparía al gobierno y al congreso por años. 

La propuesta ha concitado el apoyo de una parte minoritaria pero adinerada de la élite, según la encuesta CEP, pero un amplio rechazo entre la mayoría de la población, según ésa y casi todas las demás encuestas. Terminará, afortunadamente, el 17 de diciembre próximo.

En descargo del galardonado rector Peña hay que decir que él se arrepintió de haber originado el proceso, aunque no ha pedido perdón. Pero en memorable columna del 20 de octubre ejercitó la circunstancia atenuante de procurar remediar el mal causado e instó a los consejeros constitucionales a echar por la borda todo lo obrado, que describió como un "trampantojo" (engaño), votando en conciencia. Parecía sugerir rechazar en la votación final del 30 de octubre. Habría bastado que lo hicieran 21, pero sólo le obedeció la izquierda, que reunió 17 votos de rechazo. Se habría requerido sólo cuatro más para librar al país del trampantojo y de la agria división entre A Favor y En Contra.

Por suerte hay casi cinco millones de chilenos apolíticos, es decir, no contaminados por la confusión general, que el 17 de diciembre pueden lanzar al basurero de la historia el torrente de disparates discurrido por las élites entreguistas.

Y entretanto casi nadie ha tomado debida cuenta de que la izquierda vive un intervalo lúcido: los diez partidos de gobierno han llamado a rechazar el trampantojo, al que acusan de crear excesiva burocracia y generar una incertidumbre que desalienta la inversión. La izquierda reivindicando ideas de derecha. ¿Qué está pasando en Chile? Mientras la derecha se va a la izquierda, la izquierda se viene a la derecha. Y la gente cuerda que no es de la una ni de la otra ya no quiere saber más del tema y va a rechazar todo. 


viernes, 1 de diciembre de 2023

Exit Kast Enter Boric

Como la "prensa seria" no se da cuenta de las cosas realmente trascendentales, no publicó o casi no publicó el documento más importante de lo que va del año en la política: el comunicado de los diez partidos de gobierno. Es decir, del gobierno.

Éste anuncia, en síntesis, que el régimen abandona sus ímpetus revolucionarios. Pues las diez colectividades oficialistas respaldan la Constitución vigente, que es la de 1980, e instan por restablecer un clima de certidumbre para la inversión y el crecimiento. 

Esto las lleva a rechazar la propuesta del Consejo Constitucional, a la cual los partidos de gobierno sindican como creadora de incerteza e inestabilidad. 

El comunicado implica, además, renunciar a "enterrar el modelo neoliberal", pues el mismo se funda en la libertad que garantiza la Carta actual y en la subsidiariedad estatal que la inspira. 

Los diez partidos además añaden: "Nuestros votos no estarán disponibles para tener hoy otro proceso constitucional". Es decir, cierran el tema en el Congreso, porque sin su apoyo no puede haber reforma constitucional ni otro proceso para dictar una nueva Constitución.

En fin, llaman a votar En Contra para reforzar el modelo de economía libre fundado en la Carta de 1980, que le ha dado a Chile los mejores años de su historia, diciendo: "La opción A Favor sólo genera incertidumbre..." y acusando a la propuesta de nueva Constitución de que "como han anticipado diversos juristas, mandata la creación de decenas de proyectos de ley, nuevos organismos que profundizan la burocracia estatal y genera un conflicto interpretativo que tardaremos décadas en corregir para dar mayor certeza jurídica a la inversión". 

Esta preocupación del gobierno por el excesivo crecimiento del aparato burocrático estatal y por dar mayor certeza jurídica a la inversión, obviamente referida a la privada, nacional y extranjera, anuncia un giro de ciento ochenta grados en las políticas oficiales, que de estar centradas en traspasar al Estado la mayor cantidad de recursos y actividades, pasa a estarlo en reducir el tamaño de la "burocracia estatal" y en discurrir incentivos para la inversión privada (pues la pública la resuelve el propio gobierno).

Así como fue un golpe para la derecha la deserción de José Antonio Kast y su Partido Republicano de la misión de mantener en Chile la Constitución que nos brindó una sociedad libre, ahora debiera serlo para la izquierda la decisión de todos los partidos de su gobierno de adoptar políticas de derecha, reducir el tamaño del Estado y dar garantías a la inversión privada, lo que supone fortalecer el modelo de economía libre que en algún momento Gabriel Boric se propuso destruir.

Es una toma de conciencia, una verdadera epifanía, como la que experimentó el gestor inicial del segundo proceso constituyente doblemente inconstitucional y nulo de derecho público, Carlos Peña, que al ver la criatura nacida de su iniciativa no pudo menos que horrorizarse y describirla, en su famosa columna del 20 de octubre en El Mercurio, como un "trampantojo", un engaño, que afortunadamente el pueblo chileno, según las encuestas más acreditadas, se apresta a rechazar en dos semanas más.

Exit Kast y desolación de la derecha. Enter Boric y la derecha vuelve a renacer. 


martes, 28 de noviembre de 2023

"¡Que se jodan!"

La prepotente frase de la franja del A Favor refleja bien el temperamento de quienes impusieron el segundo proceso constituyente. Pues para pasar sobre la Constitución, sin consultar la voluntad popular, es obvio que se dijeron "¡que se jodan, lo hacemos igual!"

Se han aferrado a una encuesta Cadem que hizo caer al En Contra y subir al A Favor, hasta reducir la diferencia a  ocho puntos: 56 % versus 48 %. La mala noticia para ellos fue que también salió una Black & White diciendo lo contrario: subió el En Contra dos puntos, a 58 %, y bajó el A Favor dos puntos, a 42 %. En el anterior plebiscito Cadem hizo lo mismo: le ¿dio? al gobierno una encuesta en que se estrechaba la diferencia entre Apruebo y Rechazo, sólo para que días después el resultado fuera 62 % vs. 38 %.

Por contraste con la insolencia del A Favor, los diez partidos de gobierno han sacado una declaración ponderada y objetiva. Cuando la leí (circuló sólo por whatsapp, pues El Mercurio citó un solo párrafo y La Tercera un poco más, pero ninguno la reprodujo) pensé que bien podría haberla escrito yo, con una salvedad, un ataque a las AFP. Pero el resto muy moderado: 

"Nuestro compromiso es abordar con mirada de país la situación de seguridad... resolver los problemas de migración irregular... acortar listas de espera e instalar servicios locales de educación... 

"No propiciaremos un nuevo proceso constitucional... somos enfáticos en reiterar que hoy no hay espacio para seguir discutiendo acerca de la Constitución... Desde ya reiteramos que nuestros votos no estarán disponibles para tener hoy otro proceso constitucional.

"La opción A Favor sólo genera incertidumbre, puesto que el texto del Consejo Constitucional mandata la creación de decenas de proyectos de ley, nuevos organismos que profundizan la burocracia estatal y, como han anticipado diversos juristas, genera un conflicto interpretativo que tardaremos décadas en corregir para dar mayor certeza jurídica a la inversión y tener las herramientas para enfrentar los temas que realmente le preocupan a Chile.

"Para cerrar este proceso y darle certezas a Chile la única opción razonable es el voto En Contra".

Esto es un milagro. Cuando la derecha entreguista pierde la razón y la que era no-entreguista se da vuelta la chaqueta y sale con un trampantojo (rector Peña dixit), la izquierda completa vuelve en sí, se pone a la derecha del espectro y sólo falta que proponga un monumento, una cuadra más abajo del de Allende, al ex Presidente Pinochet. 

Si esto no es un milagro de la Patrona de Chile ¿qué puede serlo?

lunes, 27 de noviembre de 2023

Lapsus Moral de la Chilenidad

El autor primigenio de este segundo proceso constituyente "inmoral, amoral, espurio y doblemente inconstitucional" (Rosa Angélica Sánchez dixit), el rector Carlos Peña, si bien arrepentido, se niega a decirnos cómo va a votar en el plebiscito (aunque lo dejó implícito en su columna del 20 de octubre: En Contra). 

Además, opina ayer en El Mercurio que dicho plebiscito pone al sufragante en la indeseable disyuntiva de tener que elegir entre lo "deplorable" y lo "peor".

Es que los autores del Acuerdo Piñera - Boric, es decir, los políticos de mayoría ("casta política"), creen que todo puede arreglarse siempre a su gusto. Pero se olvidaron de una cosa: que la mayoría del electorado es honrada. Tanto que, pudiendo eludir el pasaje de la locomoción con facilidad (muchos lo hacen y, desde luego, Boric siempre pasaba por debajo del torniquete, como quedó fotografiado), la mayoría paga, en  lugar de hacer lo mismo que Boric.

Los políticos cometieron el "error estratégico" de obligar a la mayoría apolítica y honrada a ir a votar, porque antes, con el voto voluntario, votaba poco más de la mitad de la gente, la más politizada (y menos honrada). Como la mayoría es honesta, vota en contra de los "trampantojos" (término usado por el rector Peña para describir la propuesta constitucional del contubernio Boric-Piñera-Kast y que significa "engaños").

La impresionante descripción del abogado Rodrigo Logan, en el programa Sin Filtros, del rosario de violaciones a la Constitución cometidas por parlamentarios, el Presidente de la República y el Contralor para "dejar pasar" el ilícito segundo proceso constituyente debería impresionar a la mayoría honrada del país. Su lógica es muy parecida a la de las grabaciones del trío Hermosilla-Sauer-Villalobos. O a la discusión sobre la calidad de los artículos que alguien ha robado, para saber si uno los compra o no. Uno no los compra porque son robados, no porque sean buenos o malos.

Por eso y por nada más la mayoría honesta y decente votará En Contra el 17 de diciembre y no pensará si el texto ilícito es "estupendo", "deplorable" o "peor". Y el país entero lamentará el dispendio, la pérdida y la inutilidad que ha acarreado este lapsus moral de la chilenidad.

viernes, 24 de noviembre de 2023

¡Viva la Libertad!

Milei demostró que si se defiende sin ambages la libertad, principio fundante de nuestro pensamiento, se puede ganar elecciones. En Chile las élites, que en teoría lo comparten, se asustan de que por eso las llamen "extremas" o las funen. Entonces se tornan "sensatas". Cuando un derechista se pone "sensato" es porque se está entregando a la izquierda.

Por miedo RN y la UDI se autodenominaron "centroderecha" y se alejaron de Pinochet, el que nos legó la libertad. Tanto que suprimieron de sus Declaraciones de Principios el reconocimiento al gobierno militar. Joaquín Lavín, Andrés Chadwick y Hernán Larraín se declararon "arrepentidos" y pidieron perdón. Allamand dijo que su político más admirado era Aylwin. Y apoyaron a Sebastián Piñera, DC  que trabajó en la precandidatura de Frei Ruiz-Tagle el '88 y '89 (eso me lo contó éste). Era del "no" el '80 y el '88 y hablaba contra las "desigualdades intolerables" mientras acumulaba tres mil millones de dólares. Nadie "les hizo más la pata" a los comunistas que Piñera en su gobierno, como buen Kerensky, y por eso la élite estaba encantada con él y lo reeligió. Era "sensato". 

Cuando los comunistas le hicieron su acostumbrada revolución se rindió y les entregó la Constitución en el "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución" que, paradójicamente, se negaron a firmar los propios comunistas (querían derrocarlo) y los republicanos (todavía eran contrarios a una nueva Constitución y no creían que coincidir con los comunistas lo hiciera a uno comunista, como nos dicen ahora.) 

Pero el pueblo rechazó el "mamarracho" y entonces la centroderecha "sensata", Chahuán y Macaya, fue a La Moneda a apaciguar a Boric y decirle "no te preocupes Gabriel, haremos otro proceso pero le vamos a poner "bordes". Habrá Constitución de Boric". Éste y Piñera hicieron el "Acuerdo por Chile" y, sin consultar al pueblo, cocinaron un "segundo proceso" doblemente inconstitucional. "Sensato".
 
El pueblo llenó de votos al único partido que no quería nueva Constitución, pero vino el "desfallecimiento" más inesperado: Kast se pasó al "Acuerdo Piñera-Boric". Entonces hicieron una nueva Constitución: mucho Estado para satisfacer a la izquierda, "bordes" para que ésta "no se arranque con los tarros" y, en definitiva, un dromedario, es decir, un camello dibujado por una comisión. Algunos caramelos para la derecha. Un "mamotreto" de 50 mil palabras versus las 27 mil de la del 80. "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". (Gracián.)

Pero ¡sorpresa! el pueblo es más honrado que los políticos. En su mayoría paga la locomoción y el metro, siendo fácil eludirlos.  Por eso votó masivamente por los republicanos para que no hicieran ilícitamente una nueva Constitución. Y sabe que este segundo proceso es tramposo. Por eso en todas las encuestas gana En Contra. El A Favor tiene la audacia de mostrar a Milei votándolo, cuando sus amigos Nicolás Márquez y Agustín Laje ya lo han puesto al día y no sólo apoya al En Contra sino que propicia un nuevo partido chileno, el Libertario, para ocupar el sitio que dejaron los Republicanos al renegar. 

Y por eso la Carta del 80, la de la libertad, va a prevalecer una vez más.

domingo, 19 de noviembre de 2023

50 Razones Para Votar En Contra

(1) Cuando un grupo parlamentario, dentro del acuerdo Boric-Piñera, decidió violar la Constitución y emprender un segundo proceso para una nueva Carta sin tener facultades para ello, manifesté mi opinión en contra. Basta leer el capítulo XV de la Constitución para convencerse de que no estaba permitido. La cátedra lo confirmó: "las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución" (J.I. Vásquez, El Mercurio, 17.01.23). Con eso me basta para votar En Contra y no necesito más. Por formación me aparto de las acciones ilícitas. De modo que aquí "me bajo de la micro" y los dejo a ustedes enterándose de las otras 49 razones que hay para votar como yo..
 (2) Debe votarse En Contra porque, en general, el proyecto aumenta el tamaño y poder del Estado en detrimento de la libertad personal. 
(3) Porque ofrece "almuerzos gratis" (derechos sociales) y todo el mundo sabe que alguien debe pagarlos, en este caso el contribuyente. Es decir, ofrece una dádiva (cohecho) y envuelve un engaño. 
(4) Porque esa gratuidad garantizada, cuando no todos la obtengan, (por falta de recursos) originará miles de juicios, lo que será más grave en la medida en que opera en Chile un activismo judicial de izquierda que frecuentemente desconoce el derecho y hasta se atreve a universalizar las sentencias (caso isapres), contraviniendo la ley.
(5) Porque ofrece instituir la paridad de género, con lo que desconoce la norma democrática de "una persona, un voto". 
(6) Porque reemplaza a la mejor y más ratificada y legitimada Constitución de nuestra historia, por otra ilegítima en su origen. 
(7) Porque se somete al mandato climático de la ONU, que ya nos ha hecho, aun sin estar ello ordenado en la Constitución, menos competitivos, en razón de que impone una matriz energética antieconómica. De ello deriva que ya tengamos la tercera energía industrial más cara del mundo. Mientras China e India han construido 97 generadoras a carbón más eficientes y económicas, Chile ha cerrado las que tenía,
(8) Porque demoraría hasta diez años de trastornos e incertidumbre implementar las leyes y reglamentos que demanda el proyecto, aparte de que deberían fundarse e instalarse los 10 nuevos grandes órganos estatales que contempla. 
(9) Porque instituye como grupos privilegiados a los indígenas supuestamente originarios, desconociendo la igualdad ante la ley y que en Chile no hay individuo, grupo ni raza privilegiados.. 
(10) Porque aborda como materia constitucional varios temas que son materia de ley común. 
(11) Porque no garantiza la igualdad electoral entre los ciudadanos independientes y los partidos políticos, impidiendo a los primeros formar listas y consagrando potestades sancionatorias contra ellos. 
(12) Porque discrimina al establecer una garantía estatal explícita para el ejercicio de sus derechos políticos en favor de las mujeres, no así de los varones.  
(13) Porque se redactó en sólo ocho meses y por agentes políticos en parte no elegidos por el pueblo; y, en el caso de los electos, porque la mayoría incumplió lo que, antes, había prometido al electorado, que fue oponerse a una nueva Constitución. La actual Constitución tomó más de seis años y se ocuparon en ella juristas destacados por sus méritos. 
(14) Porque la propuesta le resta autonomía al Banco Central, al obligarlo a considerar las políticas del gobierno. Crea un peligro inflacionario.
(15) Porque dispone que el Estado vele por la paridad de género en los cuerpos intermedios, impidiendo a éstos darse libremente la organización que deseen. 
(16) Porque no está fundada en la subsidiariedad estatal, que protege la libertad individual, sino en el crecimiento incesante del Estado a través de "derechos sociales progresivos" que implicarán la creación de más entes burocráticos. 
(17) Porque el electorado, en la única votación popular previa al plebiscito de salida, dio una amplia mayoría relativa al único partido, el Republicano, que se oponía a una nueva Constitución. Pero éste desconoció dicho mandato popular y, al contrario, contribuyó a redactar una propuesta de nueva Constitución. En demostración de protesta quienes votaron por ese partido y por esa razón deben votar En Contra. 
(18) Porque implementar una nueva Constitución distraerá a la autoridad pública de su principal deber de hoy, que es hacer respetar la Constitución y las leyes, amplia e impunemente violadas a diario, y restablecer el orden público combatiendo la delincuencia y el terrorismo. 
(19) Porque la tarea de controlar el contenido de la propuesta se la arrogaron los individuos y entes peor calificados (en el último lugar) por la opinión pública en todas las encuestas: los políticos y sus partidos. Es decir, los peores quieren determinar el destino de todos. 
(20) Porque sus redactores carecieron de libertad para escribirla, pues los partidos políticos, sin autorización de la ciudadanía, les fijaron límites o "bordes" no emanados de la ciudadanía, única titular del poder constituyente originario, que no fue consultada. 
(21) Porque este proceso, e incluso el primer plebiscito inicial del primer proceso, fueron realizados en medio de un clima de violencia extremista, lo que representó una fuerza capaz de viciar cualquier consentimiento o acuerdo que se haya extraído mediante ella. 
(22) Porque en los plebiscitos recientes y en éste se alteraron interesadamente el idioma y la sintaxis, con el fin de provocar un sesgo político. La alternativa natural y obvia a la consulta debió ser "Sí o "No" siempre, pero fue alterada para obtener o impedir determinado efecto político. Así, "Apruebo" y "Rechazo" en dos plebiscitos  y "A Favor" y "En Contra", en el próximo, ocultan reminiscencias naturales que deberían haber formado parte de la estructuración de la voluntad popular.
(23) Porque la redacción de la propuesta de 50 mil palabras es de inferior calidad, precisión y concisión que la de la Constitución de 27 mil palabras a la cual busca reemplazar. La calidad del trabajo de ocho meses de sujetos no preparados es inferior a la del esfuerzo de casi siete años de individuos especializados. 
(24) Porque es necesario votar En Contra del actual clima de anomia jurídica, bajo el cual amplios sectores de la ciudadanía carecen de la garantía de que las leyes se cumplan, dada la asiduidad con que se trasgreden por parte de los individuos y la propia autoridad ejecutiva, legislativa y judicial. Porque los tres poderes públicos actúan infringiendo frecuente e impunemente sus mandatos legales, en particular el Judicial. En Contra implica demandar que alguien ponga orden en Chile.
(25) Porque admite que el soft law internacional anexo a los tratados se añada a éstos para inhibir a las fuerzas del orden en su acción contra la subversión y la delincuencia, debilitando aún más la respuesta frente a la violencia revolucionaria.. 
(26) Porque la propuesta dificulta la declaración de incapacidad del Presidente de la República por la mayoría del Senado, autorizada por la Carta actual, aumentando el quórum exigido, que hoy es de la mitad más uno, a dos tercios. 
(27) Porque también dificulta la denuncia (derogación) de los tratados internacionales, que hoy puede hacer por sí solo el Presidente, y le añade la necesidad de un acuerdo parlamentario. 
(28) Porque este segundo proceso constituyente, de haber sido legítimo, habría debido originarse en un mensaje presidencial, en razón de que irroga gastos al erario, y en cambio se gestó por una moción parlamentaria, lo cual fue inconstitucional. 
(29) Porque expone más al país a un golpe militar, pues además de inconstitucional, este segundo proceso es nulo de derecho público, dado que nació de un acuerdo carente de valor legal entre parlamentarios que se arrogaron autoridad y derechos que no tenían y que el artículo 7° de la Constitución declara nulos. Eso introduce un factor de inestabilidad institucional, pues ¿alguien podría objetar a un militar que se tomara el poder alegando inconstitucionalidad por nulidad de lo obrado, e imponiendo por la fuerza un regreso a la constitucionalidad, cuando la violación de la Carta ha sido real? ("Doctrina Schneider"). 
(30) Porque suprime "la defensa de la Patria" como misión de las fuerzas armadas y de orden, siendo que de hecho e históricamente ésa ha sido su principal misión. 
(31) Porque autoriza a una ley simple para restringir los derechos y garantías individuales. Así, una mayoría parlamentaria ocasional podría restringir la libertad de expresión o el derecho de reunión, por ejemplo. 
(32) Porque sus disposiciones impiden dotar de mayores recursos a la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, dos de las mayores amenazas actuales y sindicados por las encuestas como el mayor problema nacional. Abogados sostienen que la propuesta da argumentos para declarar inconstitucionales ciertas acciones contra narcotraficantes. 
(33) Porque incentiva la formación de partidos políticos menores, aunque después les imponga exigencias de votación mínima. 
(34) Porque aumenta el número de las Constituciones chilenas, siendo que los países más civilizados son los que han tenido menos constituciones. Nos aleja del talante de país civilizado y nos acerca al de república bananera. 
(35) Porque la propuesta dificulta la presentación de acusaciones constitucionales contra los ministros de Estado. 
(36) Porque, según la presidenta del Consejo que redactó la propuesta, ésta sólo es para los "verdaderos chilenos" que votan A Favor, de modo que quienes no deseamos aprobarla, votando En Contra seríamos "falsos chilenos", contrariando la garantía de igualdad ante la ley y la de que nuestra nacionalidad es un sola.
(37) El móvil primario de la dictación del texto propuesto fue el de disuadir con él a quienes practicaban la violencia. Es decir, se cedió ante la fuerza ilícita, lo que acentúa su invalidez de origen, pues la fuerza es un vicio del consentimiento. 
(38) Porque el texto destierra y excluye el principio de que el ciudadano conduce al Estado, que está "al servicio de la persona humana", según la actual Constitución.. El Estado pasa a primar sobre el ciudadano. El pueblo dejaría de conducir nuestros destinos, que se entregarían al Estado.
(39) Porque los procesos constituyentes recientes ya han originado gastos por arriba de $150 mil millones, que irán a fondo perdido. Instalar una nueva Carta demandaría todavía mayores gastos, durante años. El país debe dejar de dilapidar recursos por darles en el gusto y fortalecer el patrimonio de los políticos y sus partidos. 
(40) Porque no hay una sola norma en la propuesta que establezca el castigo a la prevaricación de los jueces de izquierda, violadores crónicos de la legalidad, que han atropellado los derechos humanos de los militares retirados, han sustraído ilícitamente miles de millones de pesos al erario y mantienen a más de 300 Presos Políticos Militares sometidos a un trato inhumano y degradante.
(41) Porque el proyecto priva al Presidente de la República de su actual atribución de velar por la conducta ministerial de los jueces. Muchos de éstos se han constituido ilícitamente en una dictadura judicial. Cualquier Presidente diferente de los últimos, que carecieron de decisión y autoridad para hacer valer sus prerrogativas, habría puesto término a esa situación inconstitucional. Esa facultad no está en el texto propuesto. 
(42) Porque los partidarios de éste dicen que "debe votarse A Favor porque los comunistas votan En Contra y eso no podemos ni debemos hacerlo, para no volvernos comunistas". Para que el resto del mundo no nos crea débiles mentales por votar A Favor basados en ese raciocinio, debemos votar En Contra. 
(43) Porque es una propuesta con sesgo socialista no sólo porque consagra "derechos sociales progresivos" que demandarán un Estado cada vez más grande, sino porque confiere un mandato al Estado para hacer ingeniería social e "intervenir en todas esferas de la vida nacional". Y donde dice "todas" quiere decir "todas". .
(44)  La Constitución de 1980 establece derechos intocables de las personas, en los cuales ninguna autoridad estatal puede interferir. En la propuesta, al legislador le está permitido intervenir en todos los derechos individuales y restringirlos.
(45) Porque lo mejor de la propuesta es lo que ella ha reproducido de la Constitución vigente. Tiene algunas aportaciones positivas propias, como la de permitir la iniciativa ciudadana de ley con cien firmas. La misma puede ser objeto de una reforma posterior. Varias reformas serán indispensables para corregir los efectos de otras realizadas en el pasado.
(46) Porque no hay ninguna norma que reste poder y disminuya los ingresos a costa del fisco de los políticos y sus partidos, que se han erigido en sujetos privilegiados en la sociedad chilena, la cual tiene, justificadamente, la peor opinión de ellos por la inmoralidad de sus actuaciones, la desproporción de sus privilegios y la falta de respeto que demuestran por la Constitución, la ley, la verdad histórica y la moral general.
(47) Porque un gestor principal de la idea de un nuevo proceso constituyente fue el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, a la vez columnista de El Mercurio. Él está arrepentido: en columna de 20 de octubre de 2023 denomina al proyecto "un trampantojo", es decir, un engaño (la palabra es un apócope de "trampa ante los ojos"). Exactamente lo que es la propuesta del Consejo. Es otra razón para votar En Contra.
(48) Porque suprime el control preventivo de constitucionalidad de las leyes por el Tribunal Constitucional, lo que favorece el fraude a la Constitución por parte de los parlamentarios, lo que se ha convertido en un hábito en los últimos años.
(49) Porque,  en general, disminuye las facultades del Tribunal Constitucional, cosa inconveniente en un país en que los poderes co-legisladores se han puesto de acuerdo reiteradamente en pasar por sobre la Constitución ("Acuerdo por Chile"). 
(50) Porque la Constitución de 1980 ha presidido los mejores años de la historia de Chile, es decir, ha permitido el accionar próspero, democrático y pacífico de un país que logró la mayor reducción de la pobreza en el mundo. Una receta fundamental del saber humano ancestral es la de "no arreglar lo que funciona bien". En Chile el problema no es la Constitución, sino el frecuente atropello de sus normas, que queda impune. 
ENTONCES, LA SOLUCIÓN ES VOTAR "EN CONTRA" Y RESPETAR Y HACER RESPETAR LA CONSTITUCIÓN.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

No Rasguen Sus Vestiduras

La transgresión de la ley en el caso de Luis Hermosilla y sus clientes es delito (él mismo lo dice) y todo el mundo rasga vestiduras. Pero todos los que, desde Boric, pasando por Piñera y hasta José Antonio Kast, han transgredido la "ley de leyes", la Constitución, imponiendo de facto un segundo proceso no autorizado, no llama a escándalo sino que se somete a plebiscito. Sólo porque esta conducta, igualmente contraria a la legalidad, no está tipificada ni penada como delito. Pero la similitud es evidente, pues la naturaleza inmoral de ambas trasgresiones es la misma, si es que no se considera peor violar la Constitución que una ley común. Aunque lo primero no esté tipificado como delito y lo segundo sí. 

Y en cuanto a sobornos, van a parejas. Los del grupo de Hermosilla han sido precisados: pagos de diez millones de pesos mensuales a funcionarios. Los  sobornos del contubernio político toman la forma de cohecho electoral: "derechos sociales" consistentes en regalos para todos los electores para que voten A Favor. Cohecho ni siquiera penado por la ley que castiga el cohecho.

Moralmente ambas situaciones son iguales: ambas atropellan las normas. Ambas dan cuenta de corrupción de los conceptos y las conductas.

Así se corrompen los países. Cuando en ellos se pierden los principios. Cuando el fin justifica los medios. Cuando se elige presidente a un recién condenado por comprar acciones con información privilegiada o a un sustractor de especies en supermercados y agitador que alienta la violencia. La revelación de Hermosilla sugiere un país corrupto y merece titular de primera página. Pero hay doble estándar: la transgresión de la Carta por casi todos los partidos no figura con carácter de denuncia. Al contrario, el propio diario que denuncia lo primero condona y patrocina  lo segundo. Más aún, aboga porque esto sea ratificado popularmente mediante el A Favor en el próximo plebiscito. ¿Qué autoridad moral puede conferir ese doble estándar?

Y en el caso de los republicanos hay una agravante: le dijeron al electorado, antes de los comicios del 7 de mayo, que se oponían a un segundo proceso.  Y entonces la ciudadanía los premió con un mar de votos. ¿Para qué? Para posteriormente encontrarse, a poco andar, con que no sólo cambiaban de opinión sino que ellos mismos redactaban la nueva Constitución a la cual habían prometido oponerse. El electorado defraudado les pasará la cuenta votando En Contra.

El profesor Mario Góngora nos decía en el colegio: "La honradez no consiste sólo en no meter la mano en el bolsillo del vecino". Hoy debemos decir: la honradez no consiste sólo en no cometer delitos tipificados por la ley, sino en respetarla aún cuando su transgresión no esté penada. Con mayor razón la "ley de leyes". La honradez consiste también en respetar la palabra empeñada ante el electorado. Y en decir la verdad, como, por ejemplo, que la Constitución actual es la más legitimada por el pueblo en la historia de Chile, y no afirmar que carece de legitimidad, lo cual es falso 

A no rasgar vestiduras por el solo hecho de no estar nuestras conductas tipificadas en el Código Penal, sí no están encuadradas en un código moral.

domingo, 12 de noviembre de 2023

Las Iras de la Élite

La mayor obnubilación de la élite, después de la de elegir dos veces a Sebastián Piñera, ha sido apoyar el ilegal segundo proceso constituyente. 

Ella había conseguido que una encuestadora, y sólo una, Black & White, no diera mayoría al En Contra, sino empate con el A Favor. Las otras nueve anticipaban el triunfo, hasta por veinte puntos, del primero. Bueno, Black & White recapacitó y hoy (El Mercurio) le da ventaja de 57%-43% al En Contra.

Su diario-insignia, el mismo El Mercurio, patrocinó la peregrina idea de un grupo de políticos entreguistas de ir a un segundo proceso, doblemente inconstitucional, contra la advertencia de la cátedra (prof. José Ignacio Vásquez, El Mercurio 17.01.23): "las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución". 

No les importó NADA. Es que tenían EL PODER. Su redactor-estrella y ¿ex?simpatizante UP, el rector Carlos Peña, conminó a la élite y al presidente Boric  (que en política y en casi todo anda todavía más perdido que aquélla) a que impulsaran este segundo proceso. Y el propio diario cayó en la inepcia y lo apadrinó en su primer editorial del 15 de septiembre de 2022.

Pero el rector Peña no es "nadita de tonto" y se arrepintió a tiempo. De hecho, en columna del 20 de octubre incitó a los consejeros a votar en conciencia y terminar el ilícito proceso el 30 de octubre, con lo que "aquí no ha pasado nada" y se ahorraban ríos de tinta, centenares de horas de cámara, la aburrida "franja" y mucho dinero fiscal. Pero los consejeros republicanos "arrepentidos" y los piñeristas no estuvieron a la altura y no le hicieron caso. Ninguna columna posterior del rector Peña, incluida la de hoy, ha dado apoyo al A Favor. Algún día nos referirá su epifanía o "viaje a Canossa", espero.

La élite piñerista no tendrá talento político, pero sí lo tiene para "hacer pasadas" y ganar plata. Y cree que la tiene suficiente para dar vuelta las encuestas y a la ciudadanía en el mes y días restantes. Síntomas: la fundación NuevaMente de Tere Marinovic pierde auspicios, la Fundación para el Progreso le pide a Axel Kaiser que modere sus ímpetus o... Y a mí me han bajado ya de un par de programas en que grababa hace años. La reciente adquisición de la élite piñerista, José Antonio Kast, que se dio la más inesperada "vuelta de chaqueta" del año, recorre el país e inunda los medios repitiendo las dos falacias-insignia de su repertorio: que sólo votando A Favor "se cierra el tema" y que votar En Contra es apoyar al comunismo. Ha sido convincente, porque hoy El Mercurio dice que la gran mayoría que vota A Favor lo hace motivada en que "se cierre el proceso constituyente".

Pero en una sociedad libre nunca "se cierra" ningún tema y, así como hace treinta años Frei Ruz-Tagle prometía cambiar la Constitución, pero su gobierno no fue tan tonto como para cumplir, los comunistas desde siempre han querido y seguirán queriendo su Asamblea Constituyente, sin la cual nunca han controlado ningún país. En una sociedad libre siempre alguien propondrá otra Constitución, si bien se espera que por medios legales y no como ahora.

La segunda gran tontería de la élite es insistir en que se favorece al comunismo porque éste (inexplicablemente) también ahora está En Contra. Inexplicable, porque la nueva propuesta agiganta al Estado y crea entre once y veinte nuevos entes burocráticos listos para caer en manos comunistas.

Un hijo mío, cuyo problema es que tiene hijas casadas con miembros de la élite y amigos pertenecientes a la misma, es decir, perdidos en materia política,  le replicó a uno que lo acusó de "filocomunista": "Así es que si a un comunista le gusta Beethoven tú deberías dejar de oírlo". Su amigo le replicó, alterado (la élite es iracunda): "¡Sí, entonces no querría saber más de Beethoven!". El A Favor está fuera de sí.

Hoy, en la sólida compañía, supongo, del arrepentido rector Peña, les digo a los del sentido común:: "Tranquilos. Los cuatro millones de chilenos apolíticos que votan obligados, al revés de la élite, no se van a meter a arreglar lo que funcionó bien, sino sólo a deshacer reformas perjudiciales que hizo la izquierda. Y, muy importante, van a votar para hacer respetar la Constitución. Bajo ella logramos nuestro único top-one mundial: ser entre 1985 y 2015 el país que más redujo la pobreza (economista José Luis Daza). Y no vamos a aprobar un mamotreto del doble de extensión, que agigantará al Estado y, según el urbanista Iván Poduje, nos meterá en diez años de incertidumbre por las nuevas leyes, reglamentos y entes burocráticos adicionales que creará, desatendiendo lo que más se necesita y que antes nos dio la Carta actual: orden público, prosperidad y (puede probarse) mayor igualdad."

Que la élite piñerista y su más reciente adquisición, José Antonio Kast, gasten mucho predicando inepcias durante el mes y tanto que resta, no hará cambiar a la gente con menos plata pero más sentido común, minoritaria en Vitacura pero mayoritaria en La Pintana. En Contra ganará.  "Y aquí no ha pasado nada". 

¡A recuperar el poder, "to make Chile great again"!

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Mi Raciocinio Es Perfecto, Pero...

Mi raciocinio es el siguiente: todavía  una mayoría de los chilenos son honrados, pues pagan la locomoción en lugar de subirse sin usar la bip o pasando por debajo del torniquete, "estilo Boric". Podrían fácilmente evadir, como de hecho lo hace una minoría creciente, pero no lo hacen. Entonces, si la mayoría es honrada, permítanme deducir que en el plebiscito del 17 de diciembre el voto En Contra va a ganar, porque la gente honrada no vota por un proceso fraudulento. 

En la última Cadem todavía mi raciocinio se sostiene y el En Contra gana por quince puntos. Claro, la ventaja se está reduciendo. Además ayer, por primera vez en dos años, un programa que me mandaba el enlace para conectarme a las nueve de la noche no me lo mandó. Y bajaron un anuncio que lo promovía en whatsapp. ¿El conductor se cambió al A Favor? Y Patricia Maldonado, que me convidó al suyo, lo que más repitió durante él fue que "la gente está confundida, no sabe cómo votar" y "mi raciocinio" no la hizo cambiar de opinión.

Todo esto no sería tan grave si la nueva Constitución propuesta fuera buena, pero es un desastre. En realidad, lo único bueno que tiene son artículos de la actual, que reproduce al pie de la letra y que no son pocos. ¡Pero Fernando Villegas los usó para decidir votar A Favor! Varios baluartes han caído también: Ignacio Urrutia, Gonzalo Ibáñez Santa María, Hernán Cheyre, Cristián Araya. Pero al menos Johannes Kaiser, a punto de caer, finalmente se sostuvo En Contra.

Y en el proyecto casi todo lo demás es una catástrofe. El reconocimiento indígena, la paridad. Como ha dicho el arquitecto urbanista y profesor de Stanford, Iván Poduje, "aprobar la nueva Constitución es como comprarse un auto con la mitad del motor, tres ruedas y la mitad del volante. Va a ser necesario dictar 31 leyes con sus reglamentos y crear diez organismos públicos". Y escribió en carta a El Mercurio del 05.11.23: "Esto podría tomar fácilmente 10 años más, lo que acentuará los severos problemas que amenazan la seguridad y economía de nuestro país. Es hora de despertar. Ya está bueno".

Pero mucha gente que me rodea no despierta y vota A Favor del desastre. Y ni siquiera menciono su capítulo, único en el mundo constitucional, dedicado al cambio climático, que, asegura Douglas Pollock, terminará de liquidar nuestra economía, subiendo más el precio de la energía y haciéndonos cada vez  menos competitivos. Para risa de China e India, que desconocen el Acuerdo de París y no han firmado el de Escazú y han construido 97 nuevas centrales a carbón que producen energía barata, mientras Enel cerró acá la única que había y botamos a la basura la mejor, una hidroeléctrica, HidroAysén, y construimos centrales eólicas y solares de energía cara.

"El Estado está al servicio de la persona humana", dice la actual Constitución. En el texto propuesto eso se colectivizó. Está "al servicio de la sociedad". Y el Estado está en todas partes, Los que han contado los organismos públicos nuevos que crea dan cifras variables, de entre diez y veinte entidades burocráticas más. Lo contrario de lo que necesitamos.

Mantengo mi raciocinio. Las encuestas todavía lo respaldan, pero cuando hablo con la gente que me rodea y que se va al A Favor y leo de nuevo el proyecto me entran muchas dudas. Me lleno de incertidumbre.

viernes, 3 de noviembre de 2023

A Favor o En Contra de UnaTrampa

Si usted sorprende a alguien haciendo trampa ¿vota A Favor de él o En Contra? Yo voto En Contra.

El 25 de octubre de 2021 un plebiscito decidió que se sometería al pueblo un proyecto de nueva Constitución y que el 4 de septiembre de 2022, en otro plebiscito, el pueblo decidiría si se aceptaba ese proyecto como nueva Carta Fundamental. De acuerdo al inciso final del artículo 142, "si la cuestión planteada al electorado en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Y el 61,9 % rechazó la propuesta. Por tanto, siguió rigiendo la presente Constitución y no había más qué decir ni debatir. Caso cerrado.

Todos lo sabían. El presidente Boric y su ministra Camila Vallejo habían sido, además, claros en la televisión al decir: "si triunfa el Rechazo, se termina todo y no hay otro proceso". 

Salvo que se hiciera trampa. Y, partiendo por ambos, olvidaron sus propias palabras y la hicieron. Y la oposición se les alió, de modo que la trampa se materializó en el "Acuerdo por Chile", encabezado por Boric y Piñera, ninguno caracterizado por su apego a la ley. Y ambos contestes en reemplazar, a como diere lugar, la Constitución de Pinochet. Tenían mayoría parlamentaria. 

No hicieron caso al constitucionalista José Ignacio Vásquez (El Mercurio, 20.01.23): "Las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución". Unidos podían arrogarse la facultad que no tenían, es decir, hacer trampa impunemente. No les importó ni siquiera la nulidad de derecho público de su actuar (art. 7° de la Constitución). 

Y fabricaron ilícitamente un nuevo proceso. Con su dominio de los medios impedirían que el pueblo, titular del poder constituyente, se diera cuenta del despojo que estaba sufriendo. Porque estaban tan seguros de su impunidad que hasta prescindieron de un plebiscito de entrada, como lo habían convocado en el primer proceso, dado que era un requisito esencial.

Pero el pueblo los castigó en la primera ocasión que tuvo: en la elección de consejeros del 7 de mayo le dio una mayoría inesperada al Partido Republicano, único que se había opuesto a la trampa y a una nueva Constitución. Tanto que ese partido quedó con poder de veto en el Consejo Constitucional. Pero ¡sorpresa! su jefe asombró a todo el mundo, aliándose con los autores de la trampa y colaborando con ellos a redactar una nueva Carta. Y han incluido en la misma múltiples cohechos para distintos grupos. Tentadoras ofertas de menores impuestos al permitir descontar gastos, exención de contribuciones, incorporación de las AFP a la Carta, octogenarios de Punta Peuco a sus casas. Han querido sobornarnos. Pero yo les he dicho que no hago trampas, que es lo mismo que tratar de convencerme de robar un millón de dólares a un banco y, ante mi negativa, ofrecerme robar diez millones, ¡No, simplemente no asalto bancos! Ni hago trampas. 

He tenido la misma posición desde un principio. Pero la opinión pública no. Hoy se divide entre los que están A Favor de la trampa, atraídos por el botín, y los que estamos En Contra, porque no hacemos trampa. Cada uno elige dónde estar. 

Todavía tengo fe en los chilenos, pues los que pagan el metro y la locomoción son más que los que se saltan los torniquetes. Aunque éstos controlen la política y los medios. Confío en que la trampa aún es minoritaria. Por eso creo que el 17 de diciembre va a haber más votos En Contra de ella que A Favor.