Un creciente número de personas se comunica conmigo para decirme que me estoy desprestigiando por criticar a Sebastián Piñera, que desde el rescate de los mineros está en la cúspide de la popularidad. Uno interrumpió un partido de tenis para preguntarle al pasador de pelotas si era partidario de Piñera, y ante la respuesta afirmativa le pidió a su contendor, que era el mensajero que me enviaba (a fin de hacerme cambiar de posición) que también me diera a conocer ese poderoso argumento.
Por supuesto, yo también sé que me estoy desprestigiando entre personas que antes pensaban como yo. Lo que sucede es que yo sigo pensando en la misma línea de siempre y el resto (al parecer todos) ya no.
Supongo que a nadie le importa que el Presidente, pasando por sobre conflictos de interés, maniobras ocultas y captación de votos con métodos que no es del caso precisar, ponga a alguien de su confianza a la cabeza de la ANFP, para sustituir a un presidente de ella que es honesto, veraz y lo ha hecho bien (por algo cuenta con más del 80 por ciento de respaldo entre los aficionados, según "El Mercurio" de hoy).
Yo vengo diciendo desde hace meses en este blog que esto iba a suceder, que él se iba a tratar de hacer de "la bolita que le faltaba". Pero, por supuesto, no es ésa la única razón por la cual soy un opositor de derecha a este gobierno. En una apretada relación, puedo decir que también lo soy porque, como sus antecesores, disminuye las penas a los terroristas, porque ha mantenido el trato discriminatorio e ilegal contra los ex uniformados presos, porque su Ministro del Interior posa bajo el retrato de Allende y declara que el régimen ha abrazado las ideas de la Concertación, porque sube los impuestos para captar 3.200 millones de dólares, en circunstancias que por el mayor precio del cobre de largo plazo y por mejor recaudación tributaria que la presupuestada recibirá 4.200 millones extra (ver artículo de Andrés Velasco en "Qué Pasa"); porque dice que Chile será recordado por el rescate de los mineros y no por Pinochet, a quien años antes declaró como "el peor Presidente en la historia de Chile"; porque durante la campaña prometió vender sus empresas antes de asumir y no cumplió; porque cuando se retrata para ganar popularidad lo hace generalmente rodeado de figuras de izquierda, como las dos Isabeles Allende; porque su Ministro de Educación votó por una de ellas para Premio Nacional de Literatura, no por ser la mejor escritora, sino por ser de izquierda. En fin, si me remonto al pasado podría añadir decenas de razones políticas y éticas, que no voy a reproducir aquí, pero que fundamentan mi posición y me impiden cambiarla para darles en el gusto a las legiones que han cambiado la suya.
Estoy acostumbrado a ir "contra la corriente". Tanto que cuando se hizo una selección de mis escritos de los últimos 25 años, el respectivo libro se tituló así. Está en mi naturaleza expresar mis opiniones aunque sean minoritarias e, incluso, solitarias.
Pero ya me ha sucedido en el pasado que los hechos terminaron dándome la razón. Por ejemplo, cuando en plena vía chilena hacia el socialismo yo defendía la economía de libre mercado y muchos pensaban que estaba loco; o cuando sostenía que tras las crisis de 1975 y 1982 la economía chilena se iba a recuperar si se hacía más libre y competitiva, mientras la mayoría pedía más injerencia estatal; o cuando sostuve que el Gobierno Militar debía cumplir en el poder hasta el último día de su mandato, según el articulado de la Constitución de 1980, mientras muchos propiciaban un Acuerdo Nacional para desplazarlo. Todo sucedió así y resultó exitoso, pero fue considerado en su momento como una opinión minoritaria y disparatada mía.
Ahora sucede lo mismo. Estoy en condición casi solitaria de opositor de derecha a este que he llamado V Gobierno de la Concertación. Hasta personeros de esta última reconocen que en muchos aspectos lo es. La ex derecha polìtica, que no sé cómo podría llamarse, es ahora sólo "piñerismo" y aplaude frenética cuando su nuevo lìder (que no es de derecha) dice en la cena de la Sofofa, a la cual por primera vez desde que se realizan no me convidaron, y no me quejo, que dos cosas buenas sucedieron en el país este año: el rescate de los mineros y la elección de él mismo como Presidente. Lo admiran más por decirlo.
Y yo, como casi único, si es que no único, opositor, me estoy desprestigiando. Pero creo que, pasada la borrachera, habrá de nuevo más de alguien que diga que tal vez yo tenía algo de razón.
Mientras tanto, así estoy, por ahora, de lo más bien y, como siempre, pienso seguir diciendo lo que pienso.
domingo, 31 de octubre de 2010
sábado, 30 de octubre de 2010
Kirchner y Chile
El ex Presidente argentino recién fallecido no fue un buen amigo de Chile y ni siquiera puede llamársele un amigo. Por el contrario, en los críticos tiempos (1978-82) en que nuestros países estuvieron a punto de ir a la guerra, desde su cargo en Santa Cruz o, específicamente, en Río Gallegos, Néstor Krichner exhibió mayor animosidad persecutoria contra ciudadanos chilenos que cualquier otra autoridad argentina de la época.
Posteriormente, cuando comenzó a figurar en las ligas mayores del peronismo, se supo que su madre, María Ostoic, era chilena y provenía de una antigua familia de Punta Arenas, que le dio grandes deportistas a nuestro país. Pero Kirchner siempre procuró ocultar la nacionalidad de su madre y en su currículum vitae sólo se decía de ella, cuando se la mencionaba, que era "de ascendencia croata".
Llegó a la Presidencia de su país sin ganar una elección, pues Carlos Saúl Menem lo venció en primera vuelta, pero se retiró de la segunda en la certidumbre de que todos sus rivales restantes se alinearían a favor del segundo, Kirchner.
Como gobernante salió adelante dando sucesivos "zarpazos" que le permitieron sustentar políticas populistas y un crecimiento alto, pero no sustentable. Primero se adueñò de los préstamos externos que había recibido Argentina, de los cuales sólo ha terminado pagando una fracción, si bien recientemente el gobierno de su cónyuge reembolsó lo que le debía al Fondo Monetario Internacional. Ese "zarpazo" le dio varios años de oxígeno.
Luego intentó dar otro a las reservas del Banco Central, para lo cual debió remover al Presidente de la entidad, supuestamente autónoma.
Poco después dio un "zarpazo" a Chile, desconociendo el Tratado Gasífero y cortando el abastecimiento a nuestro país, debido a que la polìtica demagógica de congelación de precios internos observada por su gobierno no dejó margen para financiar inversiones que permitieran aumentar la produccción de gas. Según el Tratado, Argentina no podía dar un trato diferente a sus clientes chilenos que a los argentinos, pero Kirchner pudo hacerlo porque acá gobernaba la Concertación, cuyos mandatarios débiles e identificados ideológicamente con él no fueron capaces de velar por los intereses atropellados del país.
Otro "zarpazo" del que extrajo dividendos que le permitieron prolongar polìticas demagógicas lo propinó al campo argentino, gravándolo con altos impuestos.
El siguiente consistió en apoderarse de las reservas de los fondos de pensiones, lo que le significó un nuevo balón de oxígeno. Últimamente, pero tanto por razones políticas como económicas, la cónyuge de Kirchner intenta apoderarse del capital de importantes empresas periodísticas, tanto para controlar mejor a los medios informativos como para hacerse de mayores recursos económicos.
Mientras no se agoten las fuentes a las cuales pueda propinar "zarpazos", su cónyuge y sucesora en la Presidencia podrá continuar con políticas que si bien son insostenibles a largo plazo, le han garantizado un fuerte apoyo popular. No obstante los buenos índices de crecimiento así logrados, el crédito internacional de Argentina es nulo y sus políticas fiscales y monetarias imprudentes conducen a que tenga una inflación anual superior al diez por ciento, que se cuenta entre las más altas de la región.
Como buen peronista, Kirchner aplicó medidas parecidas a las de Perón. Éstas significaron transformar a la próspera Argentina de los años '40, estimada mundialmente entonces como una de las futuras potencias económicas globales, en otro país tercermundista más, de escasas perspectivas, sometido a golpes militares, gobiernos inconclusos e inflaciones galopantes, hasta que pudo comenzar a reordenarse gracias a las políticas neoliberales de Carlos Saúl Menem. Kirchner ciertamente las desvirtuó en su casi totalidad, no obstante lo cual sus sucesivos "zarpazos" les brindaron a su régimen y al de su mujer un balón de oxígeno que tarde o temprano se va a vaciar.
Parece que esta parte del obituario del fallecido ex Presidente argentino-chileno ha sido bastante silenciada acá.
Posteriormente, cuando comenzó a figurar en las ligas mayores del peronismo, se supo que su madre, María Ostoic, era chilena y provenía de una antigua familia de Punta Arenas, que le dio grandes deportistas a nuestro país. Pero Kirchner siempre procuró ocultar la nacionalidad de su madre y en su currículum vitae sólo se decía de ella, cuando se la mencionaba, que era "de ascendencia croata".
Llegó a la Presidencia de su país sin ganar una elección, pues Carlos Saúl Menem lo venció en primera vuelta, pero se retiró de la segunda en la certidumbre de que todos sus rivales restantes se alinearían a favor del segundo, Kirchner.
Como gobernante salió adelante dando sucesivos "zarpazos" que le permitieron sustentar políticas populistas y un crecimiento alto, pero no sustentable. Primero se adueñò de los préstamos externos que había recibido Argentina, de los cuales sólo ha terminado pagando una fracción, si bien recientemente el gobierno de su cónyuge reembolsó lo que le debía al Fondo Monetario Internacional. Ese "zarpazo" le dio varios años de oxígeno.
Luego intentó dar otro a las reservas del Banco Central, para lo cual debió remover al Presidente de la entidad, supuestamente autónoma.
Poco después dio un "zarpazo" a Chile, desconociendo el Tratado Gasífero y cortando el abastecimiento a nuestro país, debido a que la polìtica demagógica de congelación de precios internos observada por su gobierno no dejó margen para financiar inversiones que permitieran aumentar la produccción de gas. Según el Tratado, Argentina no podía dar un trato diferente a sus clientes chilenos que a los argentinos, pero Kirchner pudo hacerlo porque acá gobernaba la Concertación, cuyos mandatarios débiles e identificados ideológicamente con él no fueron capaces de velar por los intereses atropellados del país.
Otro "zarpazo" del que extrajo dividendos que le permitieron prolongar polìticas demagógicas lo propinó al campo argentino, gravándolo con altos impuestos.
El siguiente consistió en apoderarse de las reservas de los fondos de pensiones, lo que le significó un nuevo balón de oxígeno. Últimamente, pero tanto por razones políticas como económicas, la cónyuge de Kirchner intenta apoderarse del capital de importantes empresas periodísticas, tanto para controlar mejor a los medios informativos como para hacerse de mayores recursos económicos.
Mientras no se agoten las fuentes a las cuales pueda propinar "zarpazos", su cónyuge y sucesora en la Presidencia podrá continuar con políticas que si bien son insostenibles a largo plazo, le han garantizado un fuerte apoyo popular. No obstante los buenos índices de crecimiento así logrados, el crédito internacional de Argentina es nulo y sus políticas fiscales y monetarias imprudentes conducen a que tenga una inflación anual superior al diez por ciento, que se cuenta entre las más altas de la región.
Como buen peronista, Kirchner aplicó medidas parecidas a las de Perón. Éstas significaron transformar a la próspera Argentina de los años '40, estimada mundialmente entonces como una de las futuras potencias económicas globales, en otro país tercermundista más, de escasas perspectivas, sometido a golpes militares, gobiernos inconclusos e inflaciones galopantes, hasta que pudo comenzar a reordenarse gracias a las políticas neoliberales de Carlos Saúl Menem. Kirchner ciertamente las desvirtuó en su casi totalidad, no obstante lo cual sus sucesivos "zarpazos" les brindaron a su régimen y al de su mujer un balón de oxígeno que tarde o temprano se va a vaciar.
Parece que esta parte del obituario del fallecido ex Presidente argentino-chileno ha sido bastante silenciada acá.
viernes, 29 de octubre de 2010
Chilenos en Acción
Conozco muy bien a los chilenos porque he vivido toda mi vida entre ellos y los tengo muy estudiados.
Me he interesado bastante en el tema de las elecciones de la ANFP porque sirven para poner de manifiesto rasgos típicos chilenos. Esto sucede porque la idiosincrasia nacional ha sido puesta a prueba por dos individuos atípicos que trabajan en la ANFP, Harold Mayne-Nicholls y Marcelo Bielsa.
El primero es atípico porque, siendo chileno, carece de rasgos esenciales de la progenie: no miente nunca, es escrupulosamente honesto y trabaja planificadamente. El segundo es atípico porque, bueno, no es chileno, para empezar, sino argentino, pero también es un argentino atípico, porque tiene los mismos rasgos del anterior, que también son ajenos a la generalidad de los argentinos, pero tiene uno que es propio de los de esa nacionalidad y que casi no se da en Chile: la frontalidad. No es diplomático. Cuando algo le parece mal no puede disimularlo. Ese nunca ha sido un rasgo chileno, pues, en general, acá somos bastante hipócritas. Quizás ésa sea la única razón que justificaría esa ocurrencia tan extraña que tuvo alguien al decir que éramos "los ingleses de Sudamérica". Pues los ingleses son reconocidamente hipócritas. En su caso la hipocresía llega a ser casi sublime, casi una virtud.
En este proceso electoral de la ANFP, primero, se falta mucho a la verdad. Para averiguar esta última es preciso "pillar" a las personas diciéndola. Porque incluso los mentirosos consuetudinarios a veces dicen la verdad, y para saberla es preciso "pillarlos" en esas raras ocasiones.
También en este proceso se da otro rasgo muy chileno: el de "darse vuelta la chaqueta". Esta expresión es autóctona porque nació de un episodio exclusivamente nacional, como lo fue la Revolución de 1891, cuando soldados de la caballería gobiernista decidieron pasarse a las filas de los revolucionarios (porque vieron perdida la batalla) y como tenían casacas azules con forro blanco y sus adversarios casacas blancas, "se dieron vuelta la chaqueta" para pasarse al enemigo sin que les dispararan al aproximarse. En esta elección de la ANFP ha habido una espectacular y bastante masiva "vuelta de chaqueta".
Otro rasgo chileno es el de conspirar con sumo sigilo. En eso somos buenos. En el lenguaje corriente se llama "aserruchar el piso" o "hacer la cama" a alguien. Ese alguien suele darse cuenta y, si es chileno, lo disimulará y tratará de defenderse sigilosamente, a su vez, de la conspiración. Y aquí es donde Mayne-Nicholls y Bielsa difieren, porque el primero, como buen chileno, siguió sonriéndoles a los que le estaban aserruchando el piso, incluso al que encabezaba la conspiración, y asegurándole creerle cuando éste le decía que no estaba conspirando en absoluto, lo cual, por supuesto, era falso y Harold lo sabía.
Bielsa, en cambio, más frontal, no pudo ocultar que lo sabía. Y simplemente se le hacía imposible ser muy amable con los que estaban trabajando para defenestrar a la directiva que lo había contratado, y cuyo ofrecimiento había aceptado porque era ésa directiva y no otra. De ahí los comentados episodios que protagonizó hace meses, cuando los que "aserruchaban el piso" querían aparecer abrazándose con los "aserruchados" ante los ojos del país y seguir haciendo como que nada había pasado hasta el momento del golpe, en que seguramente esperaban que los "aserruchados" se marcharan igualmente sonrientes y dándoles las gracias.
Un rasgo adicional de nuestra idiosincrasia, que se presenta en este caso, es el de hacer todo lo contrario de lo que se predica. Es así como sujetos que hablan frecuentemente del "alma", por debajo de la mesa operan como si no la tuvieran, es decir, como "desalmados". Y los que más hablan de "transparencia" son los más expertos para maniobrar ocultamente.
Yo no sé cómo irá a terminar este episodio que hasta ahora discurre tan "a la chilena", "in the Chilean way". Todos los indicios señalan que la mayoría de la opinión pública repudia la conspiración, pero rara vez eso ha sido obstáculo para que la misma tenga éxito.
Pero sí sé la verdad de lo que ha pasado y está pasando, porque varios han sido sorprendidos en uno u otro momento diciéndola, aunque lo hayan querido ocultar. Incluso yo no he podido revelarlo en este blog todo el tiempo, como lo he hecho en algunos aspectos, porque hay cosas que definitivamente no creo poder publicar.
Pero todo ha sido muy ilustrativo para mí, entretenido de observar y útil para confirmar opiniones que me he formado acerca de mis compatriotas y que se han puesto de manifiesto ahora que algunos muy representativos de ellos han entrado en acción para apoderarse de la ANFP a como diere lugar y procurando que el mayor número posible de sus connacionales ni siquiera se dé cuenta..
Me he interesado bastante en el tema de las elecciones de la ANFP porque sirven para poner de manifiesto rasgos típicos chilenos. Esto sucede porque la idiosincrasia nacional ha sido puesta a prueba por dos individuos atípicos que trabajan en la ANFP, Harold Mayne-Nicholls y Marcelo Bielsa.
El primero es atípico porque, siendo chileno, carece de rasgos esenciales de la progenie: no miente nunca, es escrupulosamente honesto y trabaja planificadamente. El segundo es atípico porque, bueno, no es chileno, para empezar, sino argentino, pero también es un argentino atípico, porque tiene los mismos rasgos del anterior, que también son ajenos a la generalidad de los argentinos, pero tiene uno que es propio de los de esa nacionalidad y que casi no se da en Chile: la frontalidad. No es diplomático. Cuando algo le parece mal no puede disimularlo. Ese nunca ha sido un rasgo chileno, pues, en general, acá somos bastante hipócritas. Quizás ésa sea la única razón que justificaría esa ocurrencia tan extraña que tuvo alguien al decir que éramos "los ingleses de Sudamérica". Pues los ingleses son reconocidamente hipócritas. En su caso la hipocresía llega a ser casi sublime, casi una virtud.
En este proceso electoral de la ANFP, primero, se falta mucho a la verdad. Para averiguar esta última es preciso "pillar" a las personas diciéndola. Porque incluso los mentirosos consuetudinarios a veces dicen la verdad, y para saberla es preciso "pillarlos" en esas raras ocasiones.
También en este proceso se da otro rasgo muy chileno: el de "darse vuelta la chaqueta". Esta expresión es autóctona porque nació de un episodio exclusivamente nacional, como lo fue la Revolución de 1891, cuando soldados de la caballería gobiernista decidieron pasarse a las filas de los revolucionarios (porque vieron perdida la batalla) y como tenían casacas azules con forro blanco y sus adversarios casacas blancas, "se dieron vuelta la chaqueta" para pasarse al enemigo sin que les dispararan al aproximarse. En esta elección de la ANFP ha habido una espectacular y bastante masiva "vuelta de chaqueta".
Otro rasgo chileno es el de conspirar con sumo sigilo. En eso somos buenos. En el lenguaje corriente se llama "aserruchar el piso" o "hacer la cama" a alguien. Ese alguien suele darse cuenta y, si es chileno, lo disimulará y tratará de defenderse sigilosamente, a su vez, de la conspiración. Y aquí es donde Mayne-Nicholls y Bielsa difieren, porque el primero, como buen chileno, siguió sonriéndoles a los que le estaban aserruchando el piso, incluso al que encabezaba la conspiración, y asegurándole creerle cuando éste le decía que no estaba conspirando en absoluto, lo cual, por supuesto, era falso y Harold lo sabía.
Bielsa, en cambio, más frontal, no pudo ocultar que lo sabía. Y simplemente se le hacía imposible ser muy amable con los que estaban trabajando para defenestrar a la directiva que lo había contratado, y cuyo ofrecimiento había aceptado porque era ésa directiva y no otra. De ahí los comentados episodios que protagonizó hace meses, cuando los que "aserruchaban el piso" querían aparecer abrazándose con los "aserruchados" ante los ojos del país y seguir haciendo como que nada había pasado hasta el momento del golpe, en que seguramente esperaban que los "aserruchados" se marcharan igualmente sonrientes y dándoles las gracias.
Un rasgo adicional de nuestra idiosincrasia, que se presenta en este caso, es el de hacer todo lo contrario de lo que se predica. Es así como sujetos que hablan frecuentemente del "alma", por debajo de la mesa operan como si no la tuvieran, es decir, como "desalmados". Y los que más hablan de "transparencia" son los más expertos para maniobrar ocultamente.
Yo no sé cómo irá a terminar este episodio que hasta ahora discurre tan "a la chilena", "in the Chilean way". Todos los indicios señalan que la mayoría de la opinión pública repudia la conspiración, pero rara vez eso ha sido obstáculo para que la misma tenga éxito.
Pero sí sé la verdad de lo que ha pasado y está pasando, porque varios han sido sorprendidos en uno u otro momento diciéndola, aunque lo hayan querido ocultar. Incluso yo no he podido revelarlo en este blog todo el tiempo, como lo he hecho en algunos aspectos, porque hay cosas que definitivamente no creo poder publicar.
Pero todo ha sido muy ilustrativo para mí, entretenido de observar y útil para confirmar opiniones que me he formado acerca de mis compatriotas y que se han puesto de manifiesto ahora que algunos muy representativos de ellos han entrado en acción para apoderarse de la ANFP a como diere lugar y procurando que el mayor número posible de sus connacionales ni siquiera se dé cuenta..
jueves, 28 de octubre de 2010
No Soy Patético y Fundo lo que Digo
Afirmé en una entrevista televisiva que Antonio Bloise, candidato a presidir la ANFP, posteriormente retirado, había recibido tres llamados telefónicos del controlador de Colo Colo y a la vez Presidente de la República, Sebastián Piñera, para disuadirlo de bajar su postulación.
Esta mañana, creo que en Radio Agricultura, el señor Bloise dijo no saber de dónde había yo "sacado eso" y, desmintiéndolo, afirmó encontrarme "patético". Busqué en el diccionario para saber cómo soy, según él, y ahí dice que patético es alguien "capaz de conmover el ánimo con efectos de dolor, tristeza y melancolía", pero yo creo que el señor Bloise quería significar algo peor que eso.
Sea como fuere, yo afirmé en TV que alguien de mi confianza me había informado de los llamados presidenciales para él. Tras el desmentido de Antonio Bloise, recurrí a mi fuente y le pedí mayores precisiones. Me señaló que un amigo de su confianza es apoderado en el colegio La Maisonette, donde también lo es una hermana de Antonio Bloise, la cual le había referido el hecho del triple llamado presidencial para disuadir a su hermano de bajar su candidatura. Como tiendo a creer lo que dicen las personas serias y, por lo que sé, mi fuente, su amigo apoderado y la hermana de Antonio Bloise lo son, sigo creyendo que el controlador-Presidente lo llamó tres veces, aunque él diga lo contrario y me encuentre patético.
Y sigo creyendo que, mediando toda suerte de conflictos de intereses, el mencionado Presidente-controlador está metido hasta el cuello en la maniobra para tomar el control de la ANFP, fuente de figuración y dinero, cosas de las cuales él nunca ha sentido la menor necesidad de distanciarse.
El candidato del club del Presidente-controlador que finalmente aceptó, al renunciar Bloise, prestarse para desplazar a Mayne-Nicholls, el presidente de Unión Española y de la Universidad SEK, Jorge Segovia, ha desmentido que haya sido rechazada la acreditación de su universidad y ha afirmado en "La Tercera" de hoy que ella ya cuenta con dicha acreditación hace dos años. Pero tengo en mi poder el informe Nº 69 de la Comisión Nacional de Acreditación, de fecha 28 de octubre de 2009, que en sus conclusiones, numerando 15, dice que dicha universidad "no cumple con los criterios de evaluación definidos para las áreas mínimas de gestión institucional y de pregrado".
Jorge Segovia era uno de los representantes de clubes que apoyaba a Mayne-Nicholls, contra la pretensión de Colo Colo y otros clubes de desplazarlo, pero cambió de parecer y de bando. Y yo pienso que en el hecho está envuelto otro conflicto de intereses, porque, supongo, algo tiene que decir el Ministro de Educación en la Comisión Nacional de Acreditación del Ministerio de Educación, y si dice algo bueno para la Universidad SEK esto puede ayudarla a acreditarse en "gestión institucional y de pregrado". De paso, el Ministro de Educación es accionista del club Wanderers, que está alineado con el club Colo Colo en el propósito de controlar la ANFP.
Si la aplanadora del Gobierno logra hacerse de la conducción de ésta, creo que nada de bueno derivará de ello para el fútbol chileno, porque siempre las entidades autónomas manejadas por privados independientes han funcionado mejor que las sucursales gubernativas manejadas por políticos maniatados por variados conflictos de intereses y razones de partido.
La pugna presidencial por controlar la ANFP no es sino otro rasgo que asimila al actual gobierno con sus antecesores de la Concertación..
Esta mañana, creo que en Radio Agricultura, el señor Bloise dijo no saber de dónde había yo "sacado eso" y, desmintiéndolo, afirmó encontrarme "patético". Busqué en el diccionario para saber cómo soy, según él, y ahí dice que patético es alguien "capaz de conmover el ánimo con efectos de dolor, tristeza y melancolía", pero yo creo que el señor Bloise quería significar algo peor que eso.
Sea como fuere, yo afirmé en TV que alguien de mi confianza me había informado de los llamados presidenciales para él. Tras el desmentido de Antonio Bloise, recurrí a mi fuente y le pedí mayores precisiones. Me señaló que un amigo de su confianza es apoderado en el colegio La Maisonette, donde también lo es una hermana de Antonio Bloise, la cual le había referido el hecho del triple llamado presidencial para disuadir a su hermano de bajar su candidatura. Como tiendo a creer lo que dicen las personas serias y, por lo que sé, mi fuente, su amigo apoderado y la hermana de Antonio Bloise lo son, sigo creyendo que el controlador-Presidente lo llamó tres veces, aunque él diga lo contrario y me encuentre patético.
Y sigo creyendo que, mediando toda suerte de conflictos de intereses, el mencionado Presidente-controlador está metido hasta el cuello en la maniobra para tomar el control de la ANFP, fuente de figuración y dinero, cosas de las cuales él nunca ha sentido la menor necesidad de distanciarse.
El candidato del club del Presidente-controlador que finalmente aceptó, al renunciar Bloise, prestarse para desplazar a Mayne-Nicholls, el presidente de Unión Española y de la Universidad SEK, Jorge Segovia, ha desmentido que haya sido rechazada la acreditación de su universidad y ha afirmado en "La Tercera" de hoy que ella ya cuenta con dicha acreditación hace dos años. Pero tengo en mi poder el informe Nº 69 de la Comisión Nacional de Acreditación, de fecha 28 de octubre de 2009, que en sus conclusiones, numerando 15, dice que dicha universidad "no cumple con los criterios de evaluación definidos para las áreas mínimas de gestión institucional y de pregrado".
Jorge Segovia era uno de los representantes de clubes que apoyaba a Mayne-Nicholls, contra la pretensión de Colo Colo y otros clubes de desplazarlo, pero cambió de parecer y de bando. Y yo pienso que en el hecho está envuelto otro conflicto de intereses, porque, supongo, algo tiene que decir el Ministro de Educación en la Comisión Nacional de Acreditación del Ministerio de Educación, y si dice algo bueno para la Universidad SEK esto puede ayudarla a acreditarse en "gestión institucional y de pregrado". De paso, el Ministro de Educación es accionista del club Wanderers, que está alineado con el club Colo Colo en el propósito de controlar la ANFP.
Si la aplanadora del Gobierno logra hacerse de la conducción de ésta, creo que nada de bueno derivará de ello para el fútbol chileno, porque siempre las entidades autónomas manejadas por privados independientes han funcionado mejor que las sucursales gubernativas manejadas por políticos maniatados por variados conflictos de intereses y razones de partido.
La pugna presidencial por controlar la ANFP no es sino otro rasgo que asimila al actual gobierno con sus antecesores de la Concertación..
miércoles, 27 de octubre de 2010
El Triunfo de los Conflictos de Interés
Es increíble que las informaciones de los medios de comunicación acerca de una situación tan saturada de conflictos de intereses como lo es la próxima elección de directiva de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional no contengan sino mínimas y a veces nulas referencias a tales conflictos.
De partida, hay uno visible y manifiesto, como es el de que el Presidente de la República y un consuegro suyo controlen a un club de fútbol que está participando activamente para impedir la reelección del actual presidente de la ANFP. Ese club, Colo Colo, encabeza la oposición a Harold Mayne-Nicholls.
Los conflictos de intereses que suscita esa situación son, al menos, dos. Primero, porque el Presidente de la República-controlador de Colo Colo maneja, a través de una dependencia de su gobierno, la Subsecretaría de Deportes, la entrega de recursos para clubes de fútbol. Entonces, entran en conflicto el interés de un club en particular, Colo Colo, de recibir parte de esos recursos, con la obligación del Presidente de repartirlos equitativamente. Segundo, porque en la elección de Presidente de la ANFP el club controlado por el Presidente de la República ha tomado partido, y su interés de que no sea reelegido Mayne-Nicholls, sino el candidato al cual apoya, entra en conflicto con la referida realidad de que una dependencia de su Gobierno puede asignar recursos a los diferentes clubes, o privarlos de la expectativa de percibirlos, lo cual puede prestarse para influir en la elección de la ANFP induciendo a ciertos clubes a votar de la manera en que el Presidente-controlador de Colo Colo, que ha tomado partido, desea que lo hagan.
Y resulta, además, que el funcionario concreto que asigna fondos para el fútbol es el Subsecretario de Deportes, que acaba de vender su participación en la sociedad controladora de Colo Colo a un consuegro del Presidente de la Repùblica.
Otro hombre de gobierno, el Ministro de Educación, es también accionista de la sociedad controladora de un club de fútbol, Wanderers de Valparaíso. Y si bien no hay vinculación aparente entre el Ministerio de Educación y la elección de la ANFP, en el hecho resulta que el candidato que enfrenta a Mayne-Nicholls, con el apoyo del club controlado por el Presidente de la República y de aquel del cual es accionista el Ministro de Educación, es el presidente del club Unión Española y también controlador de una universidad que está pidiendo su acreditaciòn (que en una primera instancia le ha sido denegada) a la respectiva comisión acreditadora del Ministerio de Educación.
Hasta días atrás dicho candidato y controlador de Unión Española y de la citada universidad adhería, paradójicamente, a la reelección de Mayne-Nicholls, mientras los clubes encabezados por Colo Colo sondeaban a otro dirigente como posible candidato opositor al nombrado.
Si todas estas personas que enfrentan conflictos de intereses en la coyuntura electoral descrita estuvieran alineadas aleatoriamente con las dos candidaturas a presidir la ANFP, habría un argumento para sostener que tales conflictos, si bien reales, no tienen mayor significación práctica, pero resulta que esas personas están unánimemente alineadas con una postulación, la opuesta a la reelección de Harold Mayne-Nicholls.
Dicho de otra manera, la elección de Presidente de la ANFP está plagada, si es que no viciada de antemano, por conflictos de intereses que son inaceptables per se y que, en un país sedicente deseoso de avanzar en cuanto a transparencia y pureza de las actuaciones de personas de figuración pública, representan un grave retroceso.
De partida, hay uno visible y manifiesto, como es el de que el Presidente de la República y un consuegro suyo controlen a un club de fútbol que está participando activamente para impedir la reelección del actual presidente de la ANFP. Ese club, Colo Colo, encabeza la oposición a Harold Mayne-Nicholls.
Los conflictos de intereses que suscita esa situación son, al menos, dos. Primero, porque el Presidente de la República-controlador de Colo Colo maneja, a través de una dependencia de su gobierno, la Subsecretaría de Deportes, la entrega de recursos para clubes de fútbol. Entonces, entran en conflicto el interés de un club en particular, Colo Colo, de recibir parte de esos recursos, con la obligación del Presidente de repartirlos equitativamente. Segundo, porque en la elección de Presidente de la ANFP el club controlado por el Presidente de la República ha tomado partido, y su interés de que no sea reelegido Mayne-Nicholls, sino el candidato al cual apoya, entra en conflicto con la referida realidad de que una dependencia de su Gobierno puede asignar recursos a los diferentes clubes, o privarlos de la expectativa de percibirlos, lo cual puede prestarse para influir en la elección de la ANFP induciendo a ciertos clubes a votar de la manera en que el Presidente-controlador de Colo Colo, que ha tomado partido, desea que lo hagan.
Y resulta, además, que el funcionario concreto que asigna fondos para el fútbol es el Subsecretario de Deportes, que acaba de vender su participación en la sociedad controladora de Colo Colo a un consuegro del Presidente de la Repùblica.
Otro hombre de gobierno, el Ministro de Educación, es también accionista de la sociedad controladora de un club de fútbol, Wanderers de Valparaíso. Y si bien no hay vinculación aparente entre el Ministerio de Educación y la elección de la ANFP, en el hecho resulta que el candidato que enfrenta a Mayne-Nicholls, con el apoyo del club controlado por el Presidente de la República y de aquel del cual es accionista el Ministro de Educación, es el presidente del club Unión Española y también controlador de una universidad que está pidiendo su acreditaciòn (que en una primera instancia le ha sido denegada) a la respectiva comisión acreditadora del Ministerio de Educación.
Hasta días atrás dicho candidato y controlador de Unión Española y de la citada universidad adhería, paradójicamente, a la reelección de Mayne-Nicholls, mientras los clubes encabezados por Colo Colo sondeaban a otro dirigente como posible candidato opositor al nombrado.
Si todas estas personas que enfrentan conflictos de intereses en la coyuntura electoral descrita estuvieran alineadas aleatoriamente con las dos candidaturas a presidir la ANFP, habría un argumento para sostener que tales conflictos, si bien reales, no tienen mayor significación práctica, pero resulta que esas personas están unánimemente alineadas con una postulación, la opuesta a la reelección de Harold Mayne-Nicholls.
Dicho de otra manera, la elección de Presidente de la ANFP está plagada, si es que no viciada de antemano, por conflictos de intereses que son inaceptables per se y que, en un país sedicente deseoso de avanzar en cuanto a transparencia y pureza de las actuaciones de personas de figuración pública, representan un grave retroceso.
martes, 26 de octubre de 2010
¿Y Qué es Corrupción?
En el último Informe sobre Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional Chile subió su nota de 6,7 a 7,2 y avanzó del lugar 25 al 21, quedando como el país menos corrupto de América Latina. Claro, entre 2001 y 2002 estábamos mejor, con nota 7,5; desde entonces decaímos hasta 6,7, pero ahora dejamos de hacerlo y subimos a 7,2.
¡Qué bueno! Todos los celebramos. Pero ¿qué es corrupción? Y, definido esto ¿volveremos a avanzar o retrocederemos en el futuro?
Por ejemplo, supongamos que el Gobierno quiere tomar el control de una actividad particular, que desarrolla un gremio supuestamente autónomo. ¿Por qué quiere el Gobierno controlar esa actividad? Porque es una de las de mayor notoriedad pública del país y mueve muchos millones de dólares al año. En el fondo, es una gran vitrina político-electoral en que se mueven millonarios recursos.
Pero esa actividad es autónoma y los miembros del gremio que la desarrolla eligen a sus directivos soberanamente. El Gobierno no puede ordenarles por quién votar. Pero algunos de esos miembros tienen actividades que dependen del Gobierno. En particular, hay uno que necesita una particular autorización estatal que hasta ahora le ha sido esquiva. Otros dependen de asignaciones económicas gubernativas para el desarrollo de la actividad en sus regiones.
Si el Gobierno no se mete, nada sucede. Todos los miembros de la actividad postulan igualitariamente a los recursos estatales en licitaciones que, se supone, son limpias y transparentes.
Pero si el Gobierno decide manejar esa importante actividad, puede hacer algunas de las siguientes cosas, o todas ellas:
1) Buscar un candidato de su confianza para que, en la más próxima elección, encabece dicha actividad y desempeñe su cargo de la manera que interesa al Gobierno;
2) Entonces puede ofrecer recursos para la actividad sólo a los miembros de ella que voten por su candidato;
3) Y puede negar recursos a los miembros que insistan en votar por el candidato independiente y autónomo.
Varias cosas son públicas y notorias: 1) El candidato independiente y autónomo cuenta con el compromiso formal de suficientes votos en su favor para ser elegido; 2) Pero hoy uno de estos votos previamente comprometidos ya ha desertado. Pertenece a una persona que ha cambiado de parecer y se ha convertido en el candidato favorecido por el Gobierno para enfrentar al independiente y autónomo; 3) Esta persona tiene presentada una solicitud ante un organismo público que valorizaría mucho a una entidad que ella controla, en una actividad de otro ámbito; 4) Otros personeros que se han comprometido a votar por el candidato independiente y autónomo son susceptibles de resultar premiados con asignaciones del Gobierno, dentro de la actividad en cuestión, siempre que voten por el candidato del Gobierno; 5) Y todavía otros personeros que persistieran en votar por el candidato independiente y autónomo podrían cambiar de opinión si se les amenazara con privárseles de aportes que hasta ahora el Gobierno tenía contemplados en su favor.
Cada lector juzgará en cuáles de las situaciones alternativas anteriores puede haber corrupción. Mi personal juicio es de que, dados los hechos anteriores, si el candidato independiente y autónomo no resultare elegido, existe una fuerte presunción de corrupción en el proceso eleccionario respectivo.
Y, si así sucediere, y dada la importancia y representatividad de las personas y entidades interesadas en este proceso, en el siguiente Informe de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional, Chile debería empeorar su nota y retroceder varios lugares.
Pues supongo que alguien se va a interesar en poner todo esto en conocimiento de Transparencia Internacional.
¡Qué bueno! Todos los celebramos. Pero ¿qué es corrupción? Y, definido esto ¿volveremos a avanzar o retrocederemos en el futuro?
Por ejemplo, supongamos que el Gobierno quiere tomar el control de una actividad particular, que desarrolla un gremio supuestamente autónomo. ¿Por qué quiere el Gobierno controlar esa actividad? Porque es una de las de mayor notoriedad pública del país y mueve muchos millones de dólares al año. En el fondo, es una gran vitrina político-electoral en que se mueven millonarios recursos.
Pero esa actividad es autónoma y los miembros del gremio que la desarrolla eligen a sus directivos soberanamente. El Gobierno no puede ordenarles por quién votar. Pero algunos de esos miembros tienen actividades que dependen del Gobierno. En particular, hay uno que necesita una particular autorización estatal que hasta ahora le ha sido esquiva. Otros dependen de asignaciones económicas gubernativas para el desarrollo de la actividad en sus regiones.
Si el Gobierno no se mete, nada sucede. Todos los miembros de la actividad postulan igualitariamente a los recursos estatales en licitaciones que, se supone, son limpias y transparentes.
Pero si el Gobierno decide manejar esa importante actividad, puede hacer algunas de las siguientes cosas, o todas ellas:
1) Buscar un candidato de su confianza para que, en la más próxima elección, encabece dicha actividad y desempeñe su cargo de la manera que interesa al Gobierno;
2) Entonces puede ofrecer recursos para la actividad sólo a los miembros de ella que voten por su candidato;
3) Y puede negar recursos a los miembros que insistan en votar por el candidato independiente y autónomo.
Varias cosas son públicas y notorias: 1) El candidato independiente y autónomo cuenta con el compromiso formal de suficientes votos en su favor para ser elegido; 2) Pero hoy uno de estos votos previamente comprometidos ya ha desertado. Pertenece a una persona que ha cambiado de parecer y se ha convertido en el candidato favorecido por el Gobierno para enfrentar al independiente y autónomo; 3) Esta persona tiene presentada una solicitud ante un organismo público que valorizaría mucho a una entidad que ella controla, en una actividad de otro ámbito; 4) Otros personeros que se han comprometido a votar por el candidato independiente y autónomo son susceptibles de resultar premiados con asignaciones del Gobierno, dentro de la actividad en cuestión, siempre que voten por el candidato del Gobierno; 5) Y todavía otros personeros que persistieran en votar por el candidato independiente y autónomo podrían cambiar de opinión si se les amenazara con privárseles de aportes que hasta ahora el Gobierno tenía contemplados en su favor.
Cada lector juzgará en cuáles de las situaciones alternativas anteriores puede haber corrupción. Mi personal juicio es de que, dados los hechos anteriores, si el candidato independiente y autónomo no resultare elegido, existe una fuerte presunción de corrupción en el proceso eleccionario respectivo.
Y, si así sucediere, y dada la importancia y representatividad de las personas y entidades interesadas en este proceso, en el siguiente Informe de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional, Chile debería empeorar su nota y retroceder varios lugares.
Pues supongo que alguien se va a interesar en poner todo esto en conocimiento de Transparencia Internacional.
lunes, 25 de octubre de 2010
La Casa Donde Tanto se Sufre
A mediodía se jugó el partido entre La Moneda y los 33 mineros, que, naturalmente, ganó La Moneda, con un gol de Piñera, que al final festejó el triunfo y terminó quedándose con la copa que había ofrecido al vencedor. El Presidente jugando ante las cámaras. Es la misma onda de otros presidentes mediáticos, como Carlitos Saúl Menem, que se las arregló para jugar un partido en el Monumental lleno; y de Evo Morales, quien, cuando un adversario le quitó la pelota, le propinó un rodillazo en el bajo vientre, según vimos hace poco. Nadie puede andarle quitando la pelota al Presidente. Tal vez por eso esta mañana prefirieron dejarlo solo con ella frente al arco y meter un gol.
Son las ventajas de ser Presidente. Entre ellas me gusta mucho la de que todos se ríen de sus chistes, pero ello suele redundar en que los diga a toda hora y en todas partes. Además, Kissinger decía que el poder es el mejor afrodisíaco, pero, naturalmente, los Presidentes serios no se aprovechan de eso.
El de esta mañana fue el último gol de Piñera, pero ha metido ya muchos. También hoy en "La Tercera" aparece el senador socialista Guido Girardi lamentándose del gol que le ha metido a la Concertación, abrazando su programa, según la estrategia que le confesó Hinzpeter a "Qué Pasa" ("debemos abrazar las ideas de la Concertación"). Claro que esto implica también el que Piñera le haya hecho un gol a su propio sector y en particular a la UDI, que lo apoyaron en el entendido de que votaban por una alternativa distinta a la de la Concertación. Un golazo.
Otro gol de media cancha fue el que les hizo a los uniformados en retiro, cuya "familia militar" la componen unas ochocientas mil personas, representativas de un contingente electoral decisivo, sobre todo si se tiene en cuenta que él triunfó por doscientos mil votos. Les prometió velar porque se respetara la legalidad en los juicios contra uniformados, pero su gobierno ha resultado tanto o más duro que el anterior, en cuanto a denegar indultos, beneficios carcelarios y aplicación de la amnistía, la prescripción y la cosa juzgada, que son desconocidas de manera rampante y con la activa participación de la oficina izquierdista de derechos humanos del Ministerio del Interior y del mismo Consejo de Defensa del Estado, que siguen siendo, junto con los jueces de izquierda, los peores cuchillos de los ex uniformados.
Otro gol que está por convertir es el de pasar a controlar una actividad que concentra la atención pública como pocas, el fútbol profesional. Conducido por una dupla independiente y honesta, como la de Mayne-Nicholls y Bielsa, se frustraron los esfuerzos presidenciales por capitalizar los logros de ese deporte y entonces el Presidente se ha jugado entero por conseguir una directiva que le resulte manejable. Una fuente confiable me ha revelado que llamó no menos de tres veces a Antonio Bloise, dirigente del Everton, para que levantara una candidatura opuesta a la de Mayne-Nicholls, y cuando Bloise desistió, consiguió al controlador de Unión Española y de la Universidad SEK, que está pugnando por conseguir su acreditación, para enfrentarlo, siendo que hasta hace pocos días lo apoyaba. El poder puede mucho.
Un gol menos importante me lo refirió una persona que iba a almorzar con el ex Presidente brasileño Fernando Henrique Cardozo, invitado por un banco de la plaza. Pero recibió un llamado del banco "desinvitándolo" al almuerzo, porque el Presidente había comunicado que deseaba almorzar en privado con Cardozo. Sin embargo, el almuerzo del Presidente no fue privado, sino con numerosos invitados afines a él, así es que el esfuerzo del banco "se chingó", porque corrió con la invitación y todos sus costos y se quedó sin poder lucir al invitado ante sus mejores clientes. Un golazo.
El último de Piñera, esta mañana, fue paradigmático: protagonizó la jugada más comentada del partido, lo ganó y se quedó con la copa que había instituido para el triunfador, que terminó siendo, una vez más, él.
¿Quién dijo que La Moneda es "la casa donde tanto se sufre"?
Son las ventajas de ser Presidente. Entre ellas me gusta mucho la de que todos se ríen de sus chistes, pero ello suele redundar en que los diga a toda hora y en todas partes. Además, Kissinger decía que el poder es el mejor afrodisíaco, pero, naturalmente, los Presidentes serios no se aprovechan de eso.
El de esta mañana fue el último gol de Piñera, pero ha metido ya muchos. También hoy en "La Tercera" aparece el senador socialista Guido Girardi lamentándose del gol que le ha metido a la Concertación, abrazando su programa, según la estrategia que le confesó Hinzpeter a "Qué Pasa" ("debemos abrazar las ideas de la Concertación"). Claro que esto implica también el que Piñera le haya hecho un gol a su propio sector y en particular a la UDI, que lo apoyaron en el entendido de que votaban por una alternativa distinta a la de la Concertación. Un golazo.
Otro gol de media cancha fue el que les hizo a los uniformados en retiro, cuya "familia militar" la componen unas ochocientas mil personas, representativas de un contingente electoral decisivo, sobre todo si se tiene en cuenta que él triunfó por doscientos mil votos. Les prometió velar porque se respetara la legalidad en los juicios contra uniformados, pero su gobierno ha resultado tanto o más duro que el anterior, en cuanto a denegar indultos, beneficios carcelarios y aplicación de la amnistía, la prescripción y la cosa juzgada, que son desconocidas de manera rampante y con la activa participación de la oficina izquierdista de derechos humanos del Ministerio del Interior y del mismo Consejo de Defensa del Estado, que siguen siendo, junto con los jueces de izquierda, los peores cuchillos de los ex uniformados.
Otro gol que está por convertir es el de pasar a controlar una actividad que concentra la atención pública como pocas, el fútbol profesional. Conducido por una dupla independiente y honesta, como la de Mayne-Nicholls y Bielsa, se frustraron los esfuerzos presidenciales por capitalizar los logros de ese deporte y entonces el Presidente se ha jugado entero por conseguir una directiva que le resulte manejable. Una fuente confiable me ha revelado que llamó no menos de tres veces a Antonio Bloise, dirigente del Everton, para que levantara una candidatura opuesta a la de Mayne-Nicholls, y cuando Bloise desistió, consiguió al controlador de Unión Española y de la Universidad SEK, que está pugnando por conseguir su acreditación, para enfrentarlo, siendo que hasta hace pocos días lo apoyaba. El poder puede mucho.
Un gol menos importante me lo refirió una persona que iba a almorzar con el ex Presidente brasileño Fernando Henrique Cardozo, invitado por un banco de la plaza. Pero recibió un llamado del banco "desinvitándolo" al almuerzo, porque el Presidente había comunicado que deseaba almorzar en privado con Cardozo. Sin embargo, el almuerzo del Presidente no fue privado, sino con numerosos invitados afines a él, así es que el esfuerzo del banco "se chingó", porque corrió con la invitación y todos sus costos y se quedó sin poder lucir al invitado ante sus mejores clientes. Un golazo.
El último de Piñera, esta mañana, fue paradigmático: protagonizó la jugada más comentada del partido, lo ganó y se quedó con la copa que había instituido para el triunfador, que terminó siendo, una vez más, él.
¿Quién dijo que La Moneda es "la casa donde tanto se sufre"?
domingo, 24 de octubre de 2010
¡Elemental, Querido Farkas!
En la Teletón de 2008 hubo un acontecimiento fuera de lo común: una sola persona donó mil millones de pesos a la noble causa de don Francisco. Era un empresario llamado Leonardo Farkas. Como es de ascendencia judía, pasaron pocos minutos y se suscitó otro acontecimiento extraordinario: un empresario de ascendencia árabe, pero también chileno, si bien residente en los Estados Unidos, donó otros mil millones de pesos.
Yo, un telespectador desprevenido, sólo observaba asombrado esta competencia emulativa entre ambas progenies semitas, todo con tanto beneficio para los discapacitados, pero no tuve la menor intención de donar otros mil millones de pesos para dejar muy en alto el nombre de mi ascendencia europeo-originaria, como supongo que podría denominarse la que tengo.
Entretanto, el público del Estadio Nacional, donde tenía lugar la noche final de la Teletón, prorrumpía en una espontánea consigna: "Farkas Presidente", "Farkas Presidente".
Al día siguiente busqué en los diarios la información acerca de lo que había visto, y sólo encontré, perdido en páginas finales, un brevísimo suelto de crónica que daba cuenta de los donativos de mil millones. De "Farkas Presidente", nada. Eso estaba reservado para otro al cual los medios no querían hacerle sombra. O alguien se encargó de convencerlos de que no le hicieran sombra.
Han pasado casi dos años y ha sobrevenido el épico episodio de los 33 mineros atrapados. Antes de tener contacto con la civilización, uno de los líderes de los atrapados dijo a sus compañeros: "No se preocupen, aquí va a venir Farkas a buscarnos". Pero eso no se supo hasta hoy, en que lo reveló el propio Farkas, a quien, inesperadamente, ¡"El Mercurio" le ha dado tribuna! Bien por ese diario, que le había dado antes muy poca o ninguna.
Farkas, apenas se supo que los 33 estaban vivos, donó cinco millones de pesos para cada uno. "The Farkas way". Porque si uno tiene a disposición todos los fondos públicos y la buena disposición de las empresas, a las cuales el erario les pagará lo que fuere que hicieren para rescatarlos, eso se llamará, si el que gasta esos recursos es el Presidente, "the Piñera way", como propone hoy un lector de "El Mercurio". La diferencia con "the Farkas way" es que éste pone de su propio peculio. Pero casi nadie está dispuesto a que él comparta el crédito, la fama y la publicidad. El éxito de este episodio tiene un solo dueño.
Y si alguien cree que no es así, léase lo que sigue: después de donarles $5 millones a cada uno, dice Farkas, los mineros "supieron por sus esposas que yo los había ayudado. Y yo lo supe mucho después (de sus agradecimientos) porque vetaron todos los mensajes y censuraron o cortaron los videos en que Mario (Sepúlveda) me agradecía". Es que el acontecimiento tenía un solo dueño.
Farkas quería juntar un millón de dólares para cada minero y abrió una cuenta bancaria al efecto. Llamó a hacer aportes en ella. No conozco a nadie que haya sabido de ese llamado. Pero una firma que lo supo, Besalco, donó $33 millones a la cuenta; un amigo de Farkas dio $8 millones, y el resto de los 17 millones de chilenos, incluidas todas las empresas grandes, medianas y pequeñas, $4 millones". En total, cien mil dólares, cuando la meta era de 45 millones de dólares.
¡Elemental, querido Farkas! Este acontecimiento tenía dueño. Y casi todos querían evitar que alguien le hiciera sombra. Lo mismo que, cuando ese dueño era candidato, casi todos querían evitar que eso de "Farkas Presidente" se propagara y le hiciera sombra.
Querido Farkas: si quieres hacer el bien anónimamente, hazlo y nadie se dará cuenta ni la publicidad herirá tu modestia. Si quieres hacer el bien y además quieres que se sepa, preocúpate primero de esto último: cómo hacer para que se sepa. Tal vez eso te resulte más caro que la ayuda que piensas dar, pero lograrás darla a conocer. Y posiblemente tendrás que pagar otro extra para sobreponerte a los esfuerzos que harán quienes no quieren que lo tuyo se sepa.
Así funcionan las cosas en Chile, hoy. "It's the Chilean way".
Yo, un telespectador desprevenido, sólo observaba asombrado esta competencia emulativa entre ambas progenies semitas, todo con tanto beneficio para los discapacitados, pero no tuve la menor intención de donar otros mil millones de pesos para dejar muy en alto el nombre de mi ascendencia europeo-originaria, como supongo que podría denominarse la que tengo.
Entretanto, el público del Estadio Nacional, donde tenía lugar la noche final de la Teletón, prorrumpía en una espontánea consigna: "Farkas Presidente", "Farkas Presidente".
Al día siguiente busqué en los diarios la información acerca de lo que había visto, y sólo encontré, perdido en páginas finales, un brevísimo suelto de crónica que daba cuenta de los donativos de mil millones. De "Farkas Presidente", nada. Eso estaba reservado para otro al cual los medios no querían hacerle sombra. O alguien se encargó de convencerlos de que no le hicieran sombra.
Han pasado casi dos años y ha sobrevenido el épico episodio de los 33 mineros atrapados. Antes de tener contacto con la civilización, uno de los líderes de los atrapados dijo a sus compañeros: "No se preocupen, aquí va a venir Farkas a buscarnos". Pero eso no se supo hasta hoy, en que lo reveló el propio Farkas, a quien, inesperadamente, ¡"El Mercurio" le ha dado tribuna! Bien por ese diario, que le había dado antes muy poca o ninguna.
Farkas, apenas se supo que los 33 estaban vivos, donó cinco millones de pesos para cada uno. "The Farkas way". Porque si uno tiene a disposición todos los fondos públicos y la buena disposición de las empresas, a las cuales el erario les pagará lo que fuere que hicieren para rescatarlos, eso se llamará, si el que gasta esos recursos es el Presidente, "the Piñera way", como propone hoy un lector de "El Mercurio". La diferencia con "the Farkas way" es que éste pone de su propio peculio. Pero casi nadie está dispuesto a que él comparta el crédito, la fama y la publicidad. El éxito de este episodio tiene un solo dueño.
Y si alguien cree que no es así, léase lo que sigue: después de donarles $5 millones a cada uno, dice Farkas, los mineros "supieron por sus esposas que yo los había ayudado. Y yo lo supe mucho después (de sus agradecimientos) porque vetaron todos los mensajes y censuraron o cortaron los videos en que Mario (Sepúlveda) me agradecía". Es que el acontecimiento tenía un solo dueño.
Farkas quería juntar un millón de dólares para cada minero y abrió una cuenta bancaria al efecto. Llamó a hacer aportes en ella. No conozco a nadie que haya sabido de ese llamado. Pero una firma que lo supo, Besalco, donó $33 millones a la cuenta; un amigo de Farkas dio $8 millones, y el resto de los 17 millones de chilenos, incluidas todas las empresas grandes, medianas y pequeñas, $4 millones". En total, cien mil dólares, cuando la meta era de 45 millones de dólares.
¡Elemental, querido Farkas! Este acontecimiento tenía dueño. Y casi todos querían evitar que alguien le hiciera sombra. Lo mismo que, cuando ese dueño era candidato, casi todos querían evitar que eso de "Farkas Presidente" se propagara y le hiciera sombra.
Querido Farkas: si quieres hacer el bien anónimamente, hazlo y nadie se dará cuenta ni la publicidad herirá tu modestia. Si quieres hacer el bien y además quieres que se sepa, preocúpate primero de esto último: cómo hacer para que se sepa. Tal vez eso te resulte más caro que la ayuda que piensas dar, pero lograrás darla a conocer. Y posiblemente tendrás que pagar otro extra para sobreponerte a los esfuerzos que harán quienes no quieren que lo tuyo se sepa.
Así funcionan las cosas en Chile, hoy. "It's the Chilean way".
sábado, 23 de octubre de 2010
La Bolita Que Se Niega a Caer
La verdadera democracia se funda en la dispersión del poder. Cuando éste se concentra excesivamente, la democracia peligra, y con ella los derechos de los individuos. Por ejemplo, durante los gobiernos de la Concertación ésta ejerció el Poder Ejecutivo, logró el control del Poder Legislativo y también el del Poder Judicial. Una garantía que todos los ciudadanos creían tener, la del imperio de la ley o "estado de derecho", dejó de regir universalmente en Chile, porque se consagró una justicia de izquierda que desconoció la legalidad a los uniformados que tuvieron la misión de impedir, en los años '70, que Chile se transformara en un Estado totalitario.
Hoy tenemos democracia en Chile pero, para preservarla, conviene que el poder este descentralizado. Si alguien quiere controlar todos sus hilos, comienzan a gestarse amenazas contra la democracia.
En Chile hay un centro de influencia importante, que es la ANFP, la asociación que maneja el fútbol profesional, porque es la actividad que despierta más interés y concentra más atención pública. Tuvimos la fortuna, como país, de que fuera encabezada por un hombre independiente y honesto, Harold Mayne-Nicholls, elegido por sus pares justamente por su independencia y honestidad. Logró algo que habría sido muy difícil, si no imposible de conseguir con un directivo de otras características: contratar a un técnico de excepción, el entrenador Marcelo Bielsa, recién catalogado como uno de los "top ten" del mundo, para dirigir el fútbol chileno. Fue una alianza entre ambos netamente profesional y sin ninguna connotación política. Simplemente, se trataba de hacer bien las cosas, no de ganar poder ni de tener más correligionarios. Creo saber que Mayne-Nicholls y Bielsa piensan distinto en materia política, pero aquí no se trataba de eso, sino de manejar exitosamente una importante actividad nacional, desde el punto de vista del interés ciudadano depositado en ella.
Contratado Bielsa --y esto es una deducción mía-- se dio cuenta de que, para ciertos políticos o, tal vez, para todos, tener una tuición sobre el fútbol profesional era muy importante. Bielsa y Mayne-Nicholls, un equipo profesional en que la política no tenía lugar, puesto que ambos difieren en esas materias, estaban unidos por el deseo de hacerlo bien. Y lo hicieron muy bien. Chile logró un inédito segundo lugar en la clasificatoria sudamericana al Mundial y en éste tuvo muy buena figuración, que pudo ser mejor si no hubiera debido enfrentar al equipo que finalmente fue campeón del mundo y a Brasil, aspirante por antonomasia a ser el mejor, como pentacampeón del mundo que es.
Mayne-Nicholls y Bielsa se enteraron de que había altos intereses políticos interesados en controlar el fútbol profesional, pues éste, obviamente, con su capacidad de convocatoria, es un "boccato di cardenale" para los políticos. Mayne-Nicholls es mucho más diplomático que Bielsa, de modo que guardó silencio y compostura cuando, a raíz de los éxitos chilenos en el fútbol profesional, hubo centros del poder político que quisieron no sólo compartir los dividendos de sus éxitos sino hacerse de su control. Por eso Bielsa eludía, en lo posible, aparecer siendo utilizado para propósitos de personalidades políticas que ni siquiera compartían sus propios puntos de vista. Así, cuando algún alto político ávido de popularidad se aproximaba a la selección, él procuraba mantenerse apartado, es decir, no quería dejarse utilizar. Y cuando se enteró, además, de que esa alta autoridad se ponía en campaña para tomar el control del fútbol profesional, llegó a un límite apenas compatible, o quizás incompatible, con la urbanidad. Si bien asistía a las ceremonias, gestadas por la autoridad para cosechar la popularidad de la selección, procuraba quedar en segunda fila y no ser captado saludando ni abrazando a quienes querían profitar de su aceptación popular, pero también desbancar a quien lo había contratado. Ello dio origen a los comentados episodios en que él procuró "bypassear" el saludo a autoridades del Ejecutivo, que sabidamente buscaban reemplazar al equipo directivo de la ANFP, del cual se consideraba formando parte. Sobre todo si una de aquellas había dicho públicamente que quería hacer un gobierno inspirado en el estilo Bielsa, lo que éste consideró, estoy cierto, como un mal uso o abuso de su imagen.
A Chile le conviene que el poder esté desconcentrado. Le conviene que la prensa sea plural, porque, si no lo es, la opinión pública corre el riesgo de no enterarse de muchas cosas de las cuales debería enterarse. De hecho, la prensa chilena es poco inquisitiva, aunque se quiera hacer parecer lo contrario. Hay una serie de situaciones, algunas mencionadas en ediciones anteriores de este blog, que jamás habrían sido "dejadas pasar" por una prensa tan inquisitiva como la norteamericana, por ejemplo. Y si las cosas en esa materia hubieran sido diferentes, ello podría haber incidido en las decisiones fundamentales de los chilenos. Pero tenemos la prensa y los periodistas que tenemos.
Y aún siendo ella como es, hay que preservar los centros de poder que todavía no han quedado en una misma mano.
Ahora se avecinan las elecciones de directiva y presidente de la ANFP y son visibles los esfuerzos de quienes desean desplazar a Mayne-Nicholls, no porque lo haya hecho mal, sino porque es independiente y autónomo. No es un "yes-man" de nadie. Aparentemente, tiene el apoyo suficiente para ser reelegido, pero las fuerzas que se movilizan para desplazarlo son poderosas. De hecho, son las que más poder centralizan en sus manos en el país. Y todos sabemos, por otro lado, que en éste impera una extrema facilidad para "darse vuelta la chaqueta". Tras el reiterado fracaso de las fuerzas que quieren levantar una alternativa a Mayne-Nicholls, se ha llegado a que ahora surja una candidatura adversaria, encabezada por alguien que, justamente, le había prometido a éste su voto.
Si alguien cree que en Chile no suelen prevalecer fuertes razones que induzcan a la gente a "darse vuelta la chaqueta", que le pregunten al diputado Burgos cómo puede explicarse él que en la comisión investigadora que presidía, teniendo en ella su conglomerado, la Concertación, mayoría de cinco votos contra tres para pedir a Banchile Corredores de Bolsa una grabación sobre la compra de acciones de LAN, haya perdido la votación para demandar esa grabación por, justamente, cinco votos contra tres.
Aquí hay un juego de fuerzas que sale en los diarios y otro que se mueve tras bambalinas. Yo desearía que el fútbol profesional siguiera siendo manejado por un equipo autónomo, profesional y apolítico (tan apolítico que sus dos cabezas más visibles, Mayne-Nicholls y Bielsa, piensan diferente en materia polìtica), pero he aprendido a conocer las fuerzas ocultas que se mueven en el país y que generalmente se salen con la suya, pues tienen un gran poder de persuasión.
La pugna en curso por la ANFP está en pleno proceso. Para el país y su democracia (entendida como un ejercicio de desconcentración del poder) sería bueno que el equipo de Mayne-Nicholls y Bielsa siguiera a la cabeza del fútbol. Pero creo que puede pasar cualquier cosa, tal como en la comisión en que Burgos tenía mayoría de cinco a tres, terminó perdiendo por cinco a tres.
Ojalá las mismas fuerzas tan hábiles en dar vuelta opiniones no consigan otra vez su objetivo. No sería bueno ni para la principal actividad deportiva del país ni para la fortaleza de su democracia, entendida como el proceso cuya característica esencial consiste en que nadie sea "el dueño de todas las bolitas".
Hoy tenemos democracia en Chile pero, para preservarla, conviene que el poder este descentralizado. Si alguien quiere controlar todos sus hilos, comienzan a gestarse amenazas contra la democracia.
En Chile hay un centro de influencia importante, que es la ANFP, la asociación que maneja el fútbol profesional, porque es la actividad que despierta más interés y concentra más atención pública. Tuvimos la fortuna, como país, de que fuera encabezada por un hombre independiente y honesto, Harold Mayne-Nicholls, elegido por sus pares justamente por su independencia y honestidad. Logró algo que habría sido muy difícil, si no imposible de conseguir con un directivo de otras características: contratar a un técnico de excepción, el entrenador Marcelo Bielsa, recién catalogado como uno de los "top ten" del mundo, para dirigir el fútbol chileno. Fue una alianza entre ambos netamente profesional y sin ninguna connotación política. Simplemente, se trataba de hacer bien las cosas, no de ganar poder ni de tener más correligionarios. Creo saber que Mayne-Nicholls y Bielsa piensan distinto en materia política, pero aquí no se trataba de eso, sino de manejar exitosamente una importante actividad nacional, desde el punto de vista del interés ciudadano depositado en ella.
Contratado Bielsa --y esto es una deducción mía-- se dio cuenta de que, para ciertos políticos o, tal vez, para todos, tener una tuición sobre el fútbol profesional era muy importante. Bielsa y Mayne-Nicholls, un equipo profesional en que la política no tenía lugar, puesto que ambos difieren en esas materias, estaban unidos por el deseo de hacerlo bien. Y lo hicieron muy bien. Chile logró un inédito segundo lugar en la clasificatoria sudamericana al Mundial y en éste tuvo muy buena figuración, que pudo ser mejor si no hubiera debido enfrentar al equipo que finalmente fue campeón del mundo y a Brasil, aspirante por antonomasia a ser el mejor, como pentacampeón del mundo que es.
Mayne-Nicholls y Bielsa se enteraron de que había altos intereses políticos interesados en controlar el fútbol profesional, pues éste, obviamente, con su capacidad de convocatoria, es un "boccato di cardenale" para los políticos. Mayne-Nicholls es mucho más diplomático que Bielsa, de modo que guardó silencio y compostura cuando, a raíz de los éxitos chilenos en el fútbol profesional, hubo centros del poder político que quisieron no sólo compartir los dividendos de sus éxitos sino hacerse de su control. Por eso Bielsa eludía, en lo posible, aparecer siendo utilizado para propósitos de personalidades políticas que ni siquiera compartían sus propios puntos de vista. Así, cuando algún alto político ávido de popularidad se aproximaba a la selección, él procuraba mantenerse apartado, es decir, no quería dejarse utilizar. Y cuando se enteró, además, de que esa alta autoridad se ponía en campaña para tomar el control del fútbol profesional, llegó a un límite apenas compatible, o quizás incompatible, con la urbanidad. Si bien asistía a las ceremonias, gestadas por la autoridad para cosechar la popularidad de la selección, procuraba quedar en segunda fila y no ser captado saludando ni abrazando a quienes querían profitar de su aceptación popular, pero también desbancar a quien lo había contratado. Ello dio origen a los comentados episodios en que él procuró "bypassear" el saludo a autoridades del Ejecutivo, que sabidamente buscaban reemplazar al equipo directivo de la ANFP, del cual se consideraba formando parte. Sobre todo si una de aquellas había dicho públicamente que quería hacer un gobierno inspirado en el estilo Bielsa, lo que éste consideró, estoy cierto, como un mal uso o abuso de su imagen.
A Chile le conviene que el poder esté desconcentrado. Le conviene que la prensa sea plural, porque, si no lo es, la opinión pública corre el riesgo de no enterarse de muchas cosas de las cuales debería enterarse. De hecho, la prensa chilena es poco inquisitiva, aunque se quiera hacer parecer lo contrario. Hay una serie de situaciones, algunas mencionadas en ediciones anteriores de este blog, que jamás habrían sido "dejadas pasar" por una prensa tan inquisitiva como la norteamericana, por ejemplo. Y si las cosas en esa materia hubieran sido diferentes, ello podría haber incidido en las decisiones fundamentales de los chilenos. Pero tenemos la prensa y los periodistas que tenemos.
Y aún siendo ella como es, hay que preservar los centros de poder que todavía no han quedado en una misma mano.
Ahora se avecinan las elecciones de directiva y presidente de la ANFP y son visibles los esfuerzos de quienes desean desplazar a Mayne-Nicholls, no porque lo haya hecho mal, sino porque es independiente y autónomo. No es un "yes-man" de nadie. Aparentemente, tiene el apoyo suficiente para ser reelegido, pero las fuerzas que se movilizan para desplazarlo son poderosas. De hecho, son las que más poder centralizan en sus manos en el país. Y todos sabemos, por otro lado, que en éste impera una extrema facilidad para "darse vuelta la chaqueta". Tras el reiterado fracaso de las fuerzas que quieren levantar una alternativa a Mayne-Nicholls, se ha llegado a que ahora surja una candidatura adversaria, encabezada por alguien que, justamente, le había prometido a éste su voto.
Si alguien cree que en Chile no suelen prevalecer fuertes razones que induzcan a la gente a "darse vuelta la chaqueta", que le pregunten al diputado Burgos cómo puede explicarse él que en la comisión investigadora que presidía, teniendo en ella su conglomerado, la Concertación, mayoría de cinco votos contra tres para pedir a Banchile Corredores de Bolsa una grabación sobre la compra de acciones de LAN, haya perdido la votación para demandar esa grabación por, justamente, cinco votos contra tres.
Aquí hay un juego de fuerzas que sale en los diarios y otro que se mueve tras bambalinas. Yo desearía que el fútbol profesional siguiera siendo manejado por un equipo autónomo, profesional y apolítico (tan apolítico que sus dos cabezas más visibles, Mayne-Nicholls y Bielsa, piensan diferente en materia polìtica), pero he aprendido a conocer las fuerzas ocultas que se mueven en el país y que generalmente se salen con la suya, pues tienen un gran poder de persuasión.
La pugna en curso por la ANFP está en pleno proceso. Para el país y su democracia (entendida como un ejercicio de desconcentración del poder) sería bueno que el equipo de Mayne-Nicholls y Bielsa siguiera a la cabeza del fútbol. Pero creo que puede pasar cualquier cosa, tal como en la comisión en que Burgos tenía mayoría de cinco a tres, terminó perdiendo por cinco a tres.
Ojalá las mismas fuerzas tan hábiles en dar vuelta opiniones no consigan otra vez su objetivo. No sería bueno ni para la principal actividad deportiva del país ni para la fortaleza de su democracia, entendida como el proceso cuya característica esencial consiste en que nadie sea "el dueño de todas las bolitas".
viernes, 22 de octubre de 2010
Metí la Pata y No Sé Cómo Sacarla
Anteayer escribí un blog ("El País No Está para Bromas") que ha resultado completamente infundado. Yo sostenía que una publicación (por suerte no la nombré) había omitido incluir en su última edición la segunda columna de las que me encargó, y en vista de eso yo procedí a incluirla en el mismo blog. ¡Pero yo estaba equivocado! El número de la publicación que yo revisé para saber si se había publicado mi segunda columna, y en el cual encontré una página en blanco (la 18), era anterior y no posterior al de mi primera columna. Mal podía haber aparecido ahí.
Hoy llegué a mi oficina y me encontré con el último ejemplar de dicha publicación, que no sólo incluye mi segunda columna, sino que la destaca en primera página. Si Patricio Navia hubiera estado en mi lugar habría dicho: "I screwed up!".
¿Qué posibilidades tengo de "sacar la pata"? La primera, que nadie de la citada publicación lea este blog, lo cual es muy probable y me induce a pedir al reducido círculo de quienes sí lo leen que guarden el secreto y me cubran las espaldas, para así poder quedar impune.
Obviamente, como complemento y precaución, yo debería suprimir el blog "El País no Está para Bromas", pero me suena que si bien puedo hacerlo, tal vez no sea muy elegante. Es como tratar de ocultar "el cuerpo del delito", que, en el Derecho Procesal Penal antiguo era "el hecho punible" y no, como creía el común de las personas, el cuerpo de la víctima. En un rato más ustedes van a saber cuál ha sido mi decisión. Además, como mi segunda columna apareció en la publicación y el blog borrado la contenía completa, el texto no se perdería y cualquiera podría leerlo.
Otra posibilidad es la de confesar paladinamente a los representantes de la publicación, a la cual infundadamente atribuí la supresión de mi columna, todo lo que escribí al respecto y el hecho de haberla reproducido yo en mi blog, a hacer lo cual no tenía derecho, si es que ella iba a ser publicada, como efectivamente lo fue. Eso sería realmente caballeresco, pero ¿y si no tienen idea de nada de lo que he venido refiriendo, para qué voy a confesar? Ojos que no ven, corazón que no siente...
Una cosa es clara: no voy a poder cobrar por esa columna, aunque no se enteren de nada, porque no sería lícito hacerlo desde el momento en que yo la dí a conocer en el blog antes de aparecer la publicación, restándole así originalidad y despojándola de su carácter inédito, que se suponía debía tener.
Pero, si no cobro por ella, me van a preguntar por qué no lo hago y ahí tendría que confesar todo. A lo mejor sería preferible comenzar por hacerlo. Pero ¿y si no se dan cuenta de que no les he cobrado? Ahí pasaría piola y quedaría con la conciencia bastante tranquila.
Bueno, ya estoy resuelto: voy a hacer las cosas a la chilena: borraré el blog de la metida de pata, ustedes, "callampín bombín", como decía la doctora Cordero, y yo me comprometo a no cobrar la columna (lo cual ustedes deberán creerme que lo voy a hacer).
Si me guardan el secreto, les prometo contarles algunos muy interesantes en los siguientes blogs.
Hoy llegué a mi oficina y me encontré con el último ejemplar de dicha publicación, que no sólo incluye mi segunda columna, sino que la destaca en primera página. Si Patricio Navia hubiera estado en mi lugar habría dicho: "I screwed up!".
¿Qué posibilidades tengo de "sacar la pata"? La primera, que nadie de la citada publicación lea este blog, lo cual es muy probable y me induce a pedir al reducido círculo de quienes sí lo leen que guarden el secreto y me cubran las espaldas, para así poder quedar impune.
Obviamente, como complemento y precaución, yo debería suprimir el blog "El País no Está para Bromas", pero me suena que si bien puedo hacerlo, tal vez no sea muy elegante. Es como tratar de ocultar "el cuerpo del delito", que, en el Derecho Procesal Penal antiguo era "el hecho punible" y no, como creía el común de las personas, el cuerpo de la víctima. En un rato más ustedes van a saber cuál ha sido mi decisión. Además, como mi segunda columna apareció en la publicación y el blog borrado la contenía completa, el texto no se perdería y cualquiera podría leerlo.
Otra posibilidad es la de confesar paladinamente a los representantes de la publicación, a la cual infundadamente atribuí la supresión de mi columna, todo lo que escribí al respecto y el hecho de haberla reproducido yo en mi blog, a hacer lo cual no tenía derecho, si es que ella iba a ser publicada, como efectivamente lo fue. Eso sería realmente caballeresco, pero ¿y si no tienen idea de nada de lo que he venido refiriendo, para qué voy a confesar? Ojos que no ven, corazón que no siente...
Una cosa es clara: no voy a poder cobrar por esa columna, aunque no se enteren de nada, porque no sería lícito hacerlo desde el momento en que yo la dí a conocer en el blog antes de aparecer la publicación, restándole así originalidad y despojándola de su carácter inédito, que se suponía debía tener.
Pero, si no cobro por ella, me van a preguntar por qué no lo hago y ahí tendría que confesar todo. A lo mejor sería preferible comenzar por hacerlo. Pero ¿y si no se dan cuenta de que no les he cobrado? Ahí pasaría piola y quedaría con la conciencia bastante tranquila.
Bueno, ya estoy resuelto: voy a hacer las cosas a la chilena: borraré el blog de la metida de pata, ustedes, "callampín bombín", como decía la doctora Cordero, y yo me comprometo a no cobrar la columna (lo cual ustedes deberán creerme que lo voy a hacer).
Si me guardan el secreto, les prometo contarles algunos muy interesantes en los siguientes blogs.
jueves, 21 de octubre de 2010
Un Presidente Débil en Historia Contemporánea
Sebastián Piñera ha vuelto a hacer un homenaje al sector político con el cual más se identifica su alma de gobernante, la Concertación. La prensa lo considera "inédito" ("La Segunda" de hoy), pero no lo es. Reiteradamente nos ha demostrado que el ADN suyo y el de la Concertación son el mismo. Por eso, apenas llegado al poder, insistió en aumentos del gasto público, creación de nuevos ministerios y alzas de impuestos a los particulares. Y esa identidad lo impulsa a rendir públicos e internacionales homenajes a sus antecesores, los Presidentes de la Concertación, lo cual ha dado pie a que cometa errores memorables que sólo acreditan ignorancia de la historia contemporánea del país.
En efecto, ha proclamado lo siguiente, que pone de manifiesto su real ubicación política: "Recuperamos la democracia con la ayuda de la Concertación, que estaba en la oposición al gobierno militar, y que pelearon por recuperar el sistema democrático". Muestra palmaria de ignorancia histórica: lo que se materializó en 1990 fue la aplicación plena del articulado permanente de la Constitución de 1980, propuesta al pueblo por el Gobierno Militar y aprobada por aquél. Si la Concertación no hubiera existido, en 1990 ese articulado permanente se habría aplicado igual y la estructura institucional habría sido sustancialmente la misma. Porque quienes recuperaron la democracia para los chilenos fueron los uniformados que condujeron el proceso 1973-1990, a partir del momento en que derrotaron la intentona totalitaria armada encabezada por Salvador Allende.
Quedará como "perla" de las intenciones reales de éste su confesión cuando, entrevistado por un periodista alemán, que él tomó como representante de la prensa comunista de Alemania Oriental, Allende confesó paladinamente que no habría nuevas elecciones. Creyendo que su entrevistador era tan marxista-leninista como él y ante la pregunta de si habría nuevas elecciones, Allende le dijo socarronamente: "No sea tan pesimista, compañero".
La democracia la salvaron los militares y también la restablecieron los militares, y por lo mismo fue que sus adversarios y opositores ganaron el poder en 1990 y lo habrían hecho igual aunque no se hubiera cambiado una coma de la Constituciòn de 1980. Pero Sebastián Piñera ignora todo eso y hace gala de ello por estos días en Europa, lo cual puede hacer con toda tranquilidad porque, en general, Europa y el mundo comparten su visión errada, y porque en Chile los sectores políticos que podrían objetarla están entregados a él o clínicamente muertos.
Y luego, no contento con esa ostensible prueba de desconocimiento histórico, rindió homenajes a sus cuatro predecesores concertacionistas, de los cuales tres (homenajes) fueron completamente errados: uno, el que hizo a Aylwin como "hombre de la transición", cuando éste gobernó después de terminada la transición contemplada en la Carta de 1980, y que se caracterizaba por las disposiciones transitorias que dejaron de regir el 11 de marzo de 1990. La única transición de Aylwin fue hacia la impunidad de los terroristas y la condena inconstitucional e ilegal de los militares, a la que dio comienzo con su famosa carta a la Corte Suprema indicándole una fórmula ilegal de interpretar la amnistía, que los jueces de izquierda, que la Concertación se encargó de instituir como mayoría en los tribunales, no sólo acogieron sino que sobrepasaron; dos, rindió homenaje a Frei por sus "modernizaciones", siendo que éste retrotrajo la legislación laboral a cánones de rigidez que habían sido superados por las reformas laborales de José Piñera. Frei a duras penas concretó la privatización de las empresas sanitarias, pero fue el impulsor de medidas intervencionistas que incidieron en que la productividad del país cayera cada vez más, como lo sigue haciendo; y su única "genialidad" histórica destacable fue haber declarado públicamente que la crisis asiática no tendría incidencia en Chile, en circunstancias que meses después el producto comenzó a decaer, lo que le permite exhibir a este mandatario en su hoja de vida el único ejercicio en los últimos veinte años en que el PIB chileno retrocedió; y tres, la cúspide de las inepcias históricas del actual mandatario fue alcanzada cuando le dio crédito a Ricardo Lagos, textual, "que comenzó la apertura de la economía chilena". Eso fue simplemente fantástico, frente al hecho histórico de que fue en los años '70 cuando el Gobierno Militar inició trabajosamente la apertura económica nacional, lo cual es reconocido incluso por sus más sañudos adversarios, pero no por el que cosechó los votos de los partidarios de ese Gobierno, lo cual ahora vemos que sirve sólo para el efecto de continuar la tarea de desprestigio del mismo y, ahora, para desconocerle hasta sus más indiscutidos avances.
Leyendo las lecciones de historia contemporánea impartidas por Sebastián Piñera en París he sentido una vez más la satisfacción del deber cumplido, al haberme abstenido en enero pasado de votar por él.
En efecto, ha proclamado lo siguiente, que pone de manifiesto su real ubicación política: "Recuperamos la democracia con la ayuda de la Concertación, que estaba en la oposición al gobierno militar, y que pelearon por recuperar el sistema democrático". Muestra palmaria de ignorancia histórica: lo que se materializó en 1990 fue la aplicación plena del articulado permanente de la Constitución de 1980, propuesta al pueblo por el Gobierno Militar y aprobada por aquél. Si la Concertación no hubiera existido, en 1990 ese articulado permanente se habría aplicado igual y la estructura institucional habría sido sustancialmente la misma. Porque quienes recuperaron la democracia para los chilenos fueron los uniformados que condujeron el proceso 1973-1990, a partir del momento en que derrotaron la intentona totalitaria armada encabezada por Salvador Allende.
Quedará como "perla" de las intenciones reales de éste su confesión cuando, entrevistado por un periodista alemán, que él tomó como representante de la prensa comunista de Alemania Oriental, Allende confesó paladinamente que no habría nuevas elecciones. Creyendo que su entrevistador era tan marxista-leninista como él y ante la pregunta de si habría nuevas elecciones, Allende le dijo socarronamente: "No sea tan pesimista, compañero".
La democracia la salvaron los militares y también la restablecieron los militares, y por lo mismo fue que sus adversarios y opositores ganaron el poder en 1990 y lo habrían hecho igual aunque no se hubiera cambiado una coma de la Constituciòn de 1980. Pero Sebastián Piñera ignora todo eso y hace gala de ello por estos días en Europa, lo cual puede hacer con toda tranquilidad porque, en general, Europa y el mundo comparten su visión errada, y porque en Chile los sectores políticos que podrían objetarla están entregados a él o clínicamente muertos.
Y luego, no contento con esa ostensible prueba de desconocimiento histórico, rindió homenajes a sus cuatro predecesores concertacionistas, de los cuales tres (homenajes) fueron completamente errados: uno, el que hizo a Aylwin como "hombre de la transición", cuando éste gobernó después de terminada la transición contemplada en la Carta de 1980, y que se caracterizaba por las disposiciones transitorias que dejaron de regir el 11 de marzo de 1990. La única transición de Aylwin fue hacia la impunidad de los terroristas y la condena inconstitucional e ilegal de los militares, a la que dio comienzo con su famosa carta a la Corte Suprema indicándole una fórmula ilegal de interpretar la amnistía, que los jueces de izquierda, que la Concertación se encargó de instituir como mayoría en los tribunales, no sólo acogieron sino que sobrepasaron; dos, rindió homenaje a Frei por sus "modernizaciones", siendo que éste retrotrajo la legislación laboral a cánones de rigidez que habían sido superados por las reformas laborales de José Piñera. Frei a duras penas concretó la privatización de las empresas sanitarias, pero fue el impulsor de medidas intervencionistas que incidieron en que la productividad del país cayera cada vez más, como lo sigue haciendo; y su única "genialidad" histórica destacable fue haber declarado públicamente que la crisis asiática no tendría incidencia en Chile, en circunstancias que meses después el producto comenzó a decaer, lo que le permite exhibir a este mandatario en su hoja de vida el único ejercicio en los últimos veinte años en que el PIB chileno retrocedió; y tres, la cúspide de las inepcias históricas del actual mandatario fue alcanzada cuando le dio crédito a Ricardo Lagos, textual, "que comenzó la apertura de la economía chilena". Eso fue simplemente fantástico, frente al hecho histórico de que fue en los años '70 cuando el Gobierno Militar inició trabajosamente la apertura económica nacional, lo cual es reconocido incluso por sus más sañudos adversarios, pero no por el que cosechó los votos de los partidarios de ese Gobierno, lo cual ahora vemos que sirve sólo para el efecto de continuar la tarea de desprestigio del mismo y, ahora, para desconocerle hasta sus más indiscutidos avances.
Leyendo las lecciones de historia contemporánea impartidas por Sebastián Piñera en París he sentido una vez más la satisfacción del deber cumplido, al haberme abstenido en enero pasado de votar por él.
martes, 19 de octubre de 2010
"The P Word"
En Estados Unidos hay una palabra que no se pueder decir y, por tanto, todos los medios la escriben por su inicial y le dicen "the N word". Una periodista acaba de ser expulsada de un medio porque dijo siete veces la "N word" completa. Allá la corrección polìtica es implacable. O eres polìticamente correcto o te vas.
Acá, a raíz del rescate de los mineros, se han producido situaciones pintorescas. Ayer el ex canciller Mariano Fernández (DC) en extensa carta a "El Mercurio" intentó probar la tesis que a él le interesa, la tesis estatista, naturalmente: Codelco, empresa del Estado, fue la que tuvo el papel protagónico en el salvamento de los mineros.
Por supuesto, en un esfuerzo nacional mancomunado, como fue ése, Codelco jugó un papel auxiliar importante. Aportó gente. Pero el aporte decisivo fue de tres empresas, todas privadas: Center Rock, de Berlin, Pensilvania, EE. UU., con sólo 74 personas, que inventó un cabezal perforador muy eficiente, el primero en llegar donde los mineros, manejado por un operario norteamericano, no de Codelco; y otra empresa privada del mismo estado, Schramm Inc, que fabricó la máquina perforadora que usó el taladro fabricado por Center Rock. La máquina pertenece a otra empresa privada, esta vez chilena, Collahuasi.
El diario "The Wall Street Journal" analizó el rescate de los mineros y llegó a la conclusión obvia: una economía abierta y libre, que puede ubicar en todo el mundo las mejores alternativas para trabajar. Por eso el cable que izó a los mineros era alemán y también fueron utilizados implementos japoneses. La conclusión de "The Wall Street Journal" es que el éxito obtenido se debe al modelo que permite contar con toda la gama mundial de los elementos más eficaces en el momento en que son requeridos.
¿A quién, entonces, le debe Chile ese modelo de apertura comercial al exterior y libertad de iniciativas, que permitió encontrar rápidamente el invento de una pequeña empresa y el de otra mayor, el cable y los implementos apropiados, y otras cosas en cinco continentes, para obtener un resultado exitoso?
No se puede contestar. El nombre de esa persona está prohibido en Chile, salvo para denostarla. Pues periódicamente, tal como en el libro "1984" de Orwell, está permitido que en el país se publique toda clase de cosas atroces contra ese "enemigo público número uno", consagrado por la "corrección política". Eso está permitido, pero reconocerle algo, admitir todo lo que le debemos, eso está prohibido. Hoy todo el mundo aplaude el éxito chileno. "The Wall Street Jorunal" especifica las virtudes de la economía libre y abierta. Todo eso queda establecido. Los estatistas hacen tibios intentos por desvirtuarlo, sin conseguir otra cosa que destacarlo. Todo eso se puede decir.
Lo que no se puede decir es a quién le debemos el sistema que ha permitido el señalado éxito. Está prohibido nombrarlo. Es "the P Word". Y no deja de ser paradójico que la primera autoridad del país insista en decirle a Chile y al mundo que, a partir del rescate de los 33, Chile va a ser reconocido por ese hecho, y no por "the P Word". No se ha dado cuenta de que en el resto del mundo se sabe que el éxito se debe justamente a quien, según el Presidente, el rescate de los 33 hará olvidar. Los hechos han sido más fuertes, y han obligado al mundo a recordar, en lugar de olvidar. El Presidente quedará sólo como el protagonista publicitario de algo que le debemos al modelo que una persona, cuyo nombre es "the P word", hizo posible en el país y sirvió de precursor a los demás.
Acá, a raíz del rescate de los mineros, se han producido situaciones pintorescas. Ayer el ex canciller Mariano Fernández (DC) en extensa carta a "El Mercurio" intentó probar la tesis que a él le interesa, la tesis estatista, naturalmente: Codelco, empresa del Estado, fue la que tuvo el papel protagónico en el salvamento de los mineros.
Por supuesto, en un esfuerzo nacional mancomunado, como fue ése, Codelco jugó un papel auxiliar importante. Aportó gente. Pero el aporte decisivo fue de tres empresas, todas privadas: Center Rock, de Berlin, Pensilvania, EE. UU., con sólo 74 personas, que inventó un cabezal perforador muy eficiente, el primero en llegar donde los mineros, manejado por un operario norteamericano, no de Codelco; y otra empresa privada del mismo estado, Schramm Inc, que fabricó la máquina perforadora que usó el taladro fabricado por Center Rock. La máquina pertenece a otra empresa privada, esta vez chilena, Collahuasi.
El diario "The Wall Street Journal" analizó el rescate de los mineros y llegó a la conclusión obvia: una economía abierta y libre, que puede ubicar en todo el mundo las mejores alternativas para trabajar. Por eso el cable que izó a los mineros era alemán y también fueron utilizados implementos japoneses. La conclusión de "The Wall Street Journal" es que el éxito obtenido se debe al modelo que permite contar con toda la gama mundial de los elementos más eficaces en el momento en que son requeridos.
¿A quién, entonces, le debe Chile ese modelo de apertura comercial al exterior y libertad de iniciativas, que permitió encontrar rápidamente el invento de una pequeña empresa y el de otra mayor, el cable y los implementos apropiados, y otras cosas en cinco continentes, para obtener un resultado exitoso?
No se puede contestar. El nombre de esa persona está prohibido en Chile, salvo para denostarla. Pues periódicamente, tal como en el libro "1984" de Orwell, está permitido que en el país se publique toda clase de cosas atroces contra ese "enemigo público número uno", consagrado por la "corrección política". Eso está permitido, pero reconocerle algo, admitir todo lo que le debemos, eso está prohibido. Hoy todo el mundo aplaude el éxito chileno. "The Wall Street Jorunal" especifica las virtudes de la economía libre y abierta. Todo eso queda establecido. Los estatistas hacen tibios intentos por desvirtuarlo, sin conseguir otra cosa que destacarlo. Todo eso se puede decir.
Lo que no se puede decir es a quién le debemos el sistema que ha permitido el señalado éxito. Está prohibido nombrarlo. Es "the P Word". Y no deja de ser paradójico que la primera autoridad del país insista en decirle a Chile y al mundo que, a partir del rescate de los 33, Chile va a ser reconocido por ese hecho, y no por "the P Word". No se ha dado cuenta de que en el resto del mundo se sabe que el éxito se debe justamente a quien, según el Presidente, el rescate de los 33 hará olvidar. Los hechos han sido más fuertes, y han obligado al mundo a recordar, en lugar de olvidar. El Presidente quedará sólo como el protagonista publicitario de algo que le debemos al modelo que una persona, cuyo nombre es "the P word", hizo posible en el país y sirvió de precursor a los demás.
lunes, 18 de octubre de 2010
"Volvamos en Sí"
Cuando llegué a "El Mercurio", en 1962, había entre los redactores un periodista muy culto, Rafael Cabrera Méndez, de larga trayectoria y que tenía una colección de anécdotas notables sobre el periodismo chileno. Una de sus favoritas era la referida a un diario nacional que, después de una de las frecuentes catástrofes que nos afligen, había resuelto reanimar a la población llevando un gran titular motivador: "Volvamos en Sí", expresión entusiasta que envolvía, sin embargo, un manifiesto error de sintaxis.
En estos días he recordado ese titular porque el país debe volver en sí (ahí corresponde esa expresión) tras el entusiasmo patriótico provocado por el exitoso rescate de los mineros, que ha llevado incluso a cambiar completamente el sentido de nuestra conocida frase: "hacer las cosas a la chilena". Ahora eso quiere decir hacerlas bien y nuestro Presidente ha llevado el entusiasmo al punto de recomendar a otros países hacer las cosas "a la chilena".
Por favor, "volvamos en sí". Hoy estuve en una propiedad agrícola que está a mi cargo y el empleado que trabaja en ella me expresaba su temor porque se ha instalado un grupo de delincuentes armados en una parte de ella y no ha podido conseguir que se marche. Recurrió a Carabineros, pero éstos sólo consiguieron que los maleantes se trasladaran unos metros, hacia una propiedad vecina, pero siguen exhibiendo sus armas, amenazando y, se presume, viviendo del delito a vista y paciencia (o presencia, pues, creo, puede decirse de las dos maneras) de la gente de trabajo y de las autoridades. Todos saben que viven del delito, que están armados, que ocupan ilegalmente un terreno y nadie hace nada. Muy chileno.
La misma propiedad está junto a una carretera y un cauce de aguas, que fue cerrado con una costosa verja de reja gruesa y fierro, que se extendía por mas de un kilómetro. "Se extendía", porque ¡se la robaron completa! Toneladas de fierro y reja robadas con camiones. Es obvio que se sospecha de los mismos que la instalaron, pues procedieron a transitar por el cauce que se trataba de aislar, en varios camiones, hasta robar ¡un kilómetro de costosa reja! Y ahí están las bases de los pilares limpiamente cortadas "a la chilena"... y nadie hizo nada ni dijo nada ni ha hecho nada.
En mi familia tenemos una casa desde hace ocho años, fuera de Santiago, en la cual nunca hemos podido tener luz eléctrica ni teléfono "normales". Siempre que vamos están malos, si es que no se cortan. De nada sirven los reclamos. Lo único normal (y puntual) son las respectivas cuentas. La luz titila y el teléfono tiene toda suerte de ruidos. Ambos se cortan frecuentemente. Yo solía decir que estaban instalados y mantenidos "a la chilena", pero ya no me atrevo, pues parece que eso quiere decir todo lo contrario.
El otro día el diario venía, editorial e informativamente, ufanándose de la eficiencia chilena acreditada en el rescate. Pero en la misma edición un periodista extranjero venido a Copiapó a cubrir la noticia daba documentada cuenta de todas las situaciones incómodas, absurdas y deficientes que debió afrontar para poder hacer algo tan sencillo como llegar al hotel que había contratado. Fue una odisea protagonizada por varios chilenos que no eran capaces de algo tan sencillo como llevarlo al principal hotel de la ciudad. No obraban, ciertamente, "a la chilena" (en el nuevo sentido).
La frase de estos días, "si es chileno, es bueno", no es nueva, porque hace décadas la usaba una industria nacional para acreditar sus productos.
Hace unas semanas, también antes del rescate de los mineros, un afamado (internacionalmente) intelectual chileno fue interrogado por un canal de TV acerca de si sentía orgullo de ser chileno. Se desconcertó visiblemente. No quería parecer "políticamente incorrecto", pero tampoco faltar a la verdad. Entonces optó por contestar (o no contestar): "Soy chileno", negándose a decir que eso lo hacía sentirse orgulloso. Y lo comprendí perfectamente, porque sé las cosas que le pueden haber sucedido por ser chileno, entre ellas algunas que me han sucedido a mí, como la de que en un hotel londinense, en que a ningún pasajero le exigían pagar por adelantado, salvo que, como era mi caso, llevara pasaporte chileno. La cajera me dijo, algo compadecida por la vergüenza que me estaba haciendo pasar: "I'm afraid you must pay in advance, sir". ("Me temo que debe pagar por adelantado, señor"). Y yo comprendí inmediatamente que muchos que habían mostrado un pasaporte igual al mío se habían marchado sin pagar.
Todos los chilenos sabemos que los más numerosos ladrones callejeros en España y otros países de Europa son chilenos. Y yo recordaba perfectamente cuando un grupo de chilenos, en el Mundial de 1998, en Francia, entró portando sus banderas a un supermercado de Montepellier y oyó que la administración advertía por los parlantes: "Rogamos a nuestros clientes cuidar sus pertenencias, porque ha ingresado al establecimiento un grupo de chilenos".
¿Cambió todo eso el exitoso rescate? No. Sólo mejoró la imagen, por ahora. Pero "volvamos en sí", no creo que todo acá haya cambiado tanto y para bien. No creo que todo lo que no funciona haya empezado a funcionar, no creo que todos los que roban hayan dejado de hacerlo ni creo que todos los chilenos que hacen "perro muerto" alrededor del mundo hayan resuelto pagar sus hospedajes, comidas o lo que fuere.
"Volvamos en sí" (frase hecha, por supuesto, a la chilena). Todavía seguimos siendo los mismos. Ojalá cambiemos. Ojalá el rescate haya sido un primer paso. Pero es sólo eso.
En estos días he recordado ese titular porque el país debe volver en sí (ahí corresponde esa expresión) tras el entusiasmo patriótico provocado por el exitoso rescate de los mineros, que ha llevado incluso a cambiar completamente el sentido de nuestra conocida frase: "hacer las cosas a la chilena". Ahora eso quiere decir hacerlas bien y nuestro Presidente ha llevado el entusiasmo al punto de recomendar a otros países hacer las cosas "a la chilena".
Por favor, "volvamos en sí". Hoy estuve en una propiedad agrícola que está a mi cargo y el empleado que trabaja en ella me expresaba su temor porque se ha instalado un grupo de delincuentes armados en una parte de ella y no ha podido conseguir que se marche. Recurrió a Carabineros, pero éstos sólo consiguieron que los maleantes se trasladaran unos metros, hacia una propiedad vecina, pero siguen exhibiendo sus armas, amenazando y, se presume, viviendo del delito a vista y paciencia (o presencia, pues, creo, puede decirse de las dos maneras) de la gente de trabajo y de las autoridades. Todos saben que viven del delito, que están armados, que ocupan ilegalmente un terreno y nadie hace nada. Muy chileno.
La misma propiedad está junto a una carretera y un cauce de aguas, que fue cerrado con una costosa verja de reja gruesa y fierro, que se extendía por mas de un kilómetro. "Se extendía", porque ¡se la robaron completa! Toneladas de fierro y reja robadas con camiones. Es obvio que se sospecha de los mismos que la instalaron, pues procedieron a transitar por el cauce que se trataba de aislar, en varios camiones, hasta robar ¡un kilómetro de costosa reja! Y ahí están las bases de los pilares limpiamente cortadas "a la chilena"... y nadie hizo nada ni dijo nada ni ha hecho nada.
En mi familia tenemos una casa desde hace ocho años, fuera de Santiago, en la cual nunca hemos podido tener luz eléctrica ni teléfono "normales". Siempre que vamos están malos, si es que no se cortan. De nada sirven los reclamos. Lo único normal (y puntual) son las respectivas cuentas. La luz titila y el teléfono tiene toda suerte de ruidos. Ambos se cortan frecuentemente. Yo solía decir que estaban instalados y mantenidos "a la chilena", pero ya no me atrevo, pues parece que eso quiere decir todo lo contrario.
El otro día el diario venía, editorial e informativamente, ufanándose de la eficiencia chilena acreditada en el rescate. Pero en la misma edición un periodista extranjero venido a Copiapó a cubrir la noticia daba documentada cuenta de todas las situaciones incómodas, absurdas y deficientes que debió afrontar para poder hacer algo tan sencillo como llegar al hotel que había contratado. Fue una odisea protagonizada por varios chilenos que no eran capaces de algo tan sencillo como llevarlo al principal hotel de la ciudad. No obraban, ciertamente, "a la chilena" (en el nuevo sentido).
La frase de estos días, "si es chileno, es bueno", no es nueva, porque hace décadas la usaba una industria nacional para acreditar sus productos.
Hace unas semanas, también antes del rescate de los mineros, un afamado (internacionalmente) intelectual chileno fue interrogado por un canal de TV acerca de si sentía orgullo de ser chileno. Se desconcertó visiblemente. No quería parecer "políticamente incorrecto", pero tampoco faltar a la verdad. Entonces optó por contestar (o no contestar): "Soy chileno", negándose a decir que eso lo hacía sentirse orgulloso. Y lo comprendí perfectamente, porque sé las cosas que le pueden haber sucedido por ser chileno, entre ellas algunas que me han sucedido a mí, como la de que en un hotel londinense, en que a ningún pasajero le exigían pagar por adelantado, salvo que, como era mi caso, llevara pasaporte chileno. La cajera me dijo, algo compadecida por la vergüenza que me estaba haciendo pasar: "I'm afraid you must pay in advance, sir". ("Me temo que debe pagar por adelantado, señor"). Y yo comprendí inmediatamente que muchos que habían mostrado un pasaporte igual al mío se habían marchado sin pagar.
Todos los chilenos sabemos que los más numerosos ladrones callejeros en España y otros países de Europa son chilenos. Y yo recordaba perfectamente cuando un grupo de chilenos, en el Mundial de 1998, en Francia, entró portando sus banderas a un supermercado de Montepellier y oyó que la administración advertía por los parlantes: "Rogamos a nuestros clientes cuidar sus pertenencias, porque ha ingresado al establecimiento un grupo de chilenos".
¿Cambió todo eso el exitoso rescate? No. Sólo mejoró la imagen, por ahora. Pero "volvamos en sí", no creo que todo acá haya cambiado tanto y para bien. No creo que todo lo que no funciona haya empezado a funcionar, no creo que todos los que roban hayan dejado de hacerlo ni creo que todos los chilenos que hacen "perro muerto" alrededor del mundo hayan resuelto pagar sus hospedajes, comidas o lo que fuere.
"Volvamos en sí" (frase hecha, por supuesto, a la chilena). Todavía seguimos siendo los mismos. Ojalá cambiemos. Ojalá el rescate haya sido un primer paso. Pero es sólo eso.
domingo, 17 de octubre de 2010
Algunas Cosas Olvidadas
Algunos publicistas han calculado que si Chile hubiera contratado una campaña de promoción publicitaria favorable para el país, habría necesitado unos dos mil millones de dólares para igualar el efecto que tuvo el rescate de los 33 mineros. El éxito ha sido muy bueno para la imagen de Chile en el exterior y muy bueno para la imagen del Presidente en el interior. Pero mejor aún ha sido para la imagen de Laurence Golborne, Ministro de Minería, que con su sencillez, su nulo afán de figuración y su capacidad de decir honestamente lo que piensa, y todo eso en un contexto de entrega generosa a la causa que tenía entre manos, lo ha convertido, aunque él no quiera serlo, en una figura política de primera magnitud, con una aprobación inédita, pues es casi unánime (97% según una encuesta publicada hoy).
Ese hecho puede representar un cambio fundamental en el futuro político del país y no hay que olvidarlo.
Tampoco hay que olvidar a un artífice fundamental del éxito en el rescate de los mineros, cuyo nombre ha sido tan poco mencionado que hasta debo confesar que lo olvidé: el operador norteamericano de la máquina perforadora que logró contacto con los mineros, traído desde Afganistán, donde estaba desarrollando su especialidad. Fue un acierto recurrir al auxilio internacional, fue un acierto traer al mejor hombre en la especialidad, pero no sería un acierto olvidar su nombre, como lo estamos haciendo. Ël llevó la perforación de salida hasta donde estaban los mineros y se fue ya con el ducto terminado, sin recibir ningún homenaje, salvo los agradecimientos de los familiares de los mineros.
Tampoco se debe olvidar el concurso de la empresa privada, que ha tendido a ser denostada en estos días. La máquina que llegó hasta los mineros pertenecía a una compañía minera particular, que ha necesitado publicar avisos en la prensa para que su nombre no resulte igual de olvidado que el del perforista norteamericano, a la hora de los homenajes.
Tampoco se debe olvidar un solo dato, característico de la burocracia chilena: el servicio estatal encargado de inspeccionar el cumplimiento de las normas de seguridad minera tiene 260 funcionarios, pero de ellos menos de la cuarta parte inspeccionan, que es la función esencial del servicio, pues el resto se dedica a mover papeles en los escritorios y seguramente a demorar las autorizaciones a los emprendedores, cobrando cómodamente sus sueldos a fin de mes. No se necesita tener nuevas leyes más rigurosas (y costosas para la producción) sino sólo hacer cumplir las existentes, teniendo 240 inspectores de Sernageomin en terreno y sólo 20 burócratas de escritorio en las oficinas.
Tampoco se debe olvidar un paralelo importante: los rescatistas arriesgaron sus vidas para sacar a los mineros y descendieron hasta donde ellos estaban, quedándose hasta después que el último abandonó el lugar. Los que son funcionarios de la Armada desplegaron un cartel, fabricado por ellos mismos, que decía: "Misión Cumplida CHILE". En Chile hubo otro rescate, si bien menos publicitado y menos aprobado unánimemente, mucho más importante, perdurable e incluso más difícil que éste. Fue el rescate de todo un país y su transformación en otro irreconociblemente mejor, proceso que terminó también con el lema "Misión Cumplida". Un reportero de la BBC fue el único al que vi recordarlo, aunque en términos negativos y sesgados, como es propio de casi todo extranjero en lo atinente a la verdad histórica chilena. Pero fue bueno que el lema "Misión Cumplida" fuera reeditado, porque tras 33 (!) meses en que el país estuvo siendo sistemáticamente destruido por la Unidad Popular y conducido a un destino totalitario, fue rescatado y modernizado, en términos que justificaron el lema "Misión Cumplida".
Otra coincidencia, si bien trivial, pero no por ello menos curiosa, fue que hoy día un delantero del Bayern Munich, que se llama igual que uno de los mineros rescatados, Mario Gómez, anotó tres goles, vistiendo la casaca número 33.
Nadie sabe si estas cosas significan algo o son meras coincidencias, pero no está demás recordarlas. Y, en el caso del perforador norteamericano traído de Afganistán y de la empresa propietaria de la máquina, parece, además, de elemental justicia reconocer lo que les entregaron al gobierno y al país, que no han tenido sus nombres siquiera presentes al momento de las loas y los homenajes.
Ese hecho puede representar un cambio fundamental en el futuro político del país y no hay que olvidarlo.
Tampoco hay que olvidar a un artífice fundamental del éxito en el rescate de los mineros, cuyo nombre ha sido tan poco mencionado que hasta debo confesar que lo olvidé: el operador norteamericano de la máquina perforadora que logró contacto con los mineros, traído desde Afganistán, donde estaba desarrollando su especialidad. Fue un acierto recurrir al auxilio internacional, fue un acierto traer al mejor hombre en la especialidad, pero no sería un acierto olvidar su nombre, como lo estamos haciendo. Ël llevó la perforación de salida hasta donde estaban los mineros y se fue ya con el ducto terminado, sin recibir ningún homenaje, salvo los agradecimientos de los familiares de los mineros.
Tampoco se debe olvidar el concurso de la empresa privada, que ha tendido a ser denostada en estos días. La máquina que llegó hasta los mineros pertenecía a una compañía minera particular, que ha necesitado publicar avisos en la prensa para que su nombre no resulte igual de olvidado que el del perforista norteamericano, a la hora de los homenajes.
Tampoco se debe olvidar un solo dato, característico de la burocracia chilena: el servicio estatal encargado de inspeccionar el cumplimiento de las normas de seguridad minera tiene 260 funcionarios, pero de ellos menos de la cuarta parte inspeccionan, que es la función esencial del servicio, pues el resto se dedica a mover papeles en los escritorios y seguramente a demorar las autorizaciones a los emprendedores, cobrando cómodamente sus sueldos a fin de mes. No se necesita tener nuevas leyes más rigurosas (y costosas para la producción) sino sólo hacer cumplir las existentes, teniendo 240 inspectores de Sernageomin en terreno y sólo 20 burócratas de escritorio en las oficinas.
Tampoco se debe olvidar un paralelo importante: los rescatistas arriesgaron sus vidas para sacar a los mineros y descendieron hasta donde ellos estaban, quedándose hasta después que el último abandonó el lugar. Los que son funcionarios de la Armada desplegaron un cartel, fabricado por ellos mismos, que decía: "Misión Cumplida CHILE". En Chile hubo otro rescate, si bien menos publicitado y menos aprobado unánimemente, mucho más importante, perdurable e incluso más difícil que éste. Fue el rescate de todo un país y su transformación en otro irreconociblemente mejor, proceso que terminó también con el lema "Misión Cumplida". Un reportero de la BBC fue el único al que vi recordarlo, aunque en términos negativos y sesgados, como es propio de casi todo extranjero en lo atinente a la verdad histórica chilena. Pero fue bueno que el lema "Misión Cumplida" fuera reeditado, porque tras 33 (!) meses en que el país estuvo siendo sistemáticamente destruido por la Unidad Popular y conducido a un destino totalitario, fue rescatado y modernizado, en términos que justificaron el lema "Misión Cumplida".
Otra coincidencia, si bien trivial, pero no por ello menos curiosa, fue que hoy día un delantero del Bayern Munich, que se llama igual que uno de los mineros rescatados, Mario Gómez, anotó tres goles, vistiendo la casaca número 33.
Nadie sabe si estas cosas significan algo o son meras coincidencias, pero no está demás recordarlas. Y, en el caso del perforador norteamericano traído de Afganistán y de la empresa propietaria de la máquina, parece, además, de elemental justicia reconocer lo que les entregaron al gobierno y al país, que no han tenido sus nombres siquiera presentes al momento de las loas y los homenajes.
sábado, 16 de octubre de 2010
El Royalty que no Entendemos
Como no soy especialista, me informo a través de los medios de comunicación y lo que me dicta el sentido común. Si uno se atiene a lo que dice la prensa, puede quedar muy desorientado. Por ejemplo, un especialista, el presidente del Consejo Minero, que agrupa a las mayores empresas mineras del país, Miguel Ángel Durán, dice (La Tercera, 13 de octubre) que el aumento del royalty (cuyo nombre más adecuado es "impuesto específico", pero todos entendemos mejor si usamos el nombre inadecuado) va a desalentar nuevos proyectos mineros y que con él Chile pasará a tener la tributación minera más alta del mundo. Pero otro especialista, Juan Villarzú, que fue presidente de Codelco y hoy lo es de una minera privada, dice (La Tercera, 12 de octubre) que el proyecto aprobado en el Congreso, por acuerdo entre gobierno y oposición, es muy conveniente para las compañías mineras, y que la tributación de este sector en Chile es la más baja del mundo.
Entonces, si es difícil ponerse de acuerdo en los conceptos, mucho más difícil resulta lograrlo si no estamos, y ni siquiera los especialistas están, de acuerdo en los hechos, en los números.
Como los especialistas no se ponen de acuerdo, yo, que no lo soy (pues soy un generalista, es decir, un especialista en asuntos generales), adquiero autoridad para dar mi opinión sobre el royalty.
Primero: en Chile hubo un royalty de 100% a partir del momento en que el Estado se incautó de las mayores empresas mineras, hace cuarenta años, sin pagar nada. Pero entonces se detuvo toda inversión importante en la minería. Es decir, dejó de haber nuevos proyectos que contrataran trabajadores chilenos para esa actividad y les compraran a las industrias y comercios chilenos que abastecen a la minería.
Segundo: el Gobierno Militar se dio cuenta de esto y aunque entre los uniformados había una corriente que consideraba bueno que hubiéramos matado a la gallina de los huevos de oro, y esa corriente exigió consagrar la propiedad estatal del subsuelo incluso en la Constitución de 1980, la intuición del general Pinochet lo llevó a oír a su ministro José Piñera (el mejor de los hermanos) y a restablecer la propiedad privada minera, no sin dificultades, pues hubo que torcerle la nariz a la Constitución.
Tercero: ¿Y qué pasó entonces? Que el país se llenó de exploradores mineros. En particular, recuerdo a un buen amigo que tenía una compraventa de autos, la cerró y se fue al desierto con "todo equipo" a buscar minas. Al cabo de unos años de sacrificios y gastos de un par de millones de dólares encontró una mina y en poco tiempo se la vendió a unos japoneses en 20 millones de dólares.
Entonces, cuando otro amigo me dice que es partidario del royalty "porque los gringos vienen, sacan todo el metal, se llevan las plata a su país y acá dejan el hoyo", yo le replico: "Un momentito, ¿qué importa, si hay miles de personas explorando y encontrando nuevos minerales y los "hoyos" que dejan son una superficie infinitesimal del territorio minero potencial; y además los gringos han invertido acá antes de irse miles de millones de dólares, pagado sueldos a decenas de miles de chilenos y comprado enormes cantidades al comercio y la industria de acá, creando así riqueza?"
Cuarto: alguna vez Chuquicamata va terminar siendo sólo un hoyo, pero vaya que hemos disfrutado de todo lo que salió de ahí. Y ahora estamos disfrutando de todo lo que se descubrió gracias a que se restableció la propiedad privada minera.
Si es verdad que los impuestos a la minería en Chile son más bajos que en otras partes, tal vez no se deje de emprender proyectos acá aunque suba el royalty. Pero si son más altos, sí se va a dejar de emprenderlos. Y como de cada mil millones de dólares de un proyecto siempre quedan acá 600 o 700 millones a título de remuneraciones y compras de toda clase de insumos, entonces, por subir el royalty unos puntos, a lo mejor estamos dejando de recibir dos o tres veces más que eso por concepto de inversiones y pagos que no se harán en el país porque se preferirá hacerlos donde cobren menos impuestos a la minería.
Quinto: el Consejo Minero dijo hace unos meses que el aumento del royalty había puesto en tela de juicio proyectos por unos 8 mil millones de dólares. Para recaudar 300 o 400 millones al año (que es lo que se espera del aumento del royalty) se pueden detener inversiones que significarían pagar sueldos y hacer compras en Chile por cuatro mil millones de dólares y que pagarían impuestos, con el royalty actual, superiores a esos 300 o 400 millones de dólares. Con más royalty no se haría, sin él, sí.
Sexto: ya con el aumento del precio del cobre, que lo ha dejado en más de un dólar por libra por sobre el precio considerado en el Presupuesto, hay un financiamiento extraordinario superior a todo lo que los nuevos impuestos del Gobierno buscaban recaudar para la reconstrucción.
El otro día asistí a una exposición del Ministro de Hacienda, muy buena, como todas las que hace, y en determinado momento mostró una diapositiva en que se decía que una firma clasificadora de riesgos, creo que Moody's, había mejorado la clasificación de Chile, y abajo en la diapositiva alcancé a leer que, según Moody's, algo así como "aunque el gobierno de centro derecha de Chile no necesitaba subir los impuestos para financiar la reconstrucción, sí los había subido". Por supuesto, al Ministro le interesaba mostrarnos que la clasificación de riesgo de Chile había mejorado, pero no que Moody's consideraba innecesario subir los impuestos para financiar la reconstrucción, así es que retiró la diapositiva muy rápidamente, antes de que yo alcanzara a terminar de leerla.
Pero cuando vuelva a Santiago voy a procurar que el banco BICE, que me convidó a la exposición del Ministro (y de Nouriel Roubini), me dé una copia de esa diapositiva... si es que el Ministro se las ha dado a ellos...
En resumen, como principio general, todo marcha mejor si no se sube los impuestos. Si los especialistas se pusieran de acuerdo en que realmente van a rendir más sin castigar la inversión, por último yo diría, ante el royalty, "bueno, ya". Pero, mientras tanto, sigo diciendo que es perjudicial y que, si no lo fuera, no es necesario, porque siempre para un país ha sido mejor que un peso o un dólar lo reciba un particular a que lo reciba el Estado. Aunque el particular sea un gringo que se lo lleva para afuera, porque ese gringo de todas maneras va a volver a invertir más en el país donde obtuvo buenos dividendos.
Entonces, si es difícil ponerse de acuerdo en los conceptos, mucho más difícil resulta lograrlo si no estamos, y ni siquiera los especialistas están, de acuerdo en los hechos, en los números.
Como los especialistas no se ponen de acuerdo, yo, que no lo soy (pues soy un generalista, es decir, un especialista en asuntos generales), adquiero autoridad para dar mi opinión sobre el royalty.
Primero: en Chile hubo un royalty de 100% a partir del momento en que el Estado se incautó de las mayores empresas mineras, hace cuarenta años, sin pagar nada. Pero entonces se detuvo toda inversión importante en la minería. Es decir, dejó de haber nuevos proyectos que contrataran trabajadores chilenos para esa actividad y les compraran a las industrias y comercios chilenos que abastecen a la minería.
Segundo: el Gobierno Militar se dio cuenta de esto y aunque entre los uniformados había una corriente que consideraba bueno que hubiéramos matado a la gallina de los huevos de oro, y esa corriente exigió consagrar la propiedad estatal del subsuelo incluso en la Constitución de 1980, la intuición del general Pinochet lo llevó a oír a su ministro José Piñera (el mejor de los hermanos) y a restablecer la propiedad privada minera, no sin dificultades, pues hubo que torcerle la nariz a la Constitución.
Tercero: ¿Y qué pasó entonces? Que el país se llenó de exploradores mineros. En particular, recuerdo a un buen amigo que tenía una compraventa de autos, la cerró y se fue al desierto con "todo equipo" a buscar minas. Al cabo de unos años de sacrificios y gastos de un par de millones de dólares encontró una mina y en poco tiempo se la vendió a unos japoneses en 20 millones de dólares.
Entonces, cuando otro amigo me dice que es partidario del royalty "porque los gringos vienen, sacan todo el metal, se llevan las plata a su país y acá dejan el hoyo", yo le replico: "Un momentito, ¿qué importa, si hay miles de personas explorando y encontrando nuevos minerales y los "hoyos" que dejan son una superficie infinitesimal del territorio minero potencial; y además los gringos han invertido acá antes de irse miles de millones de dólares, pagado sueldos a decenas de miles de chilenos y comprado enormes cantidades al comercio y la industria de acá, creando así riqueza?"
Cuarto: alguna vez Chuquicamata va terminar siendo sólo un hoyo, pero vaya que hemos disfrutado de todo lo que salió de ahí. Y ahora estamos disfrutando de todo lo que se descubrió gracias a que se restableció la propiedad privada minera.
Si es verdad que los impuestos a la minería en Chile son más bajos que en otras partes, tal vez no se deje de emprender proyectos acá aunque suba el royalty. Pero si son más altos, sí se va a dejar de emprenderlos. Y como de cada mil millones de dólares de un proyecto siempre quedan acá 600 o 700 millones a título de remuneraciones y compras de toda clase de insumos, entonces, por subir el royalty unos puntos, a lo mejor estamos dejando de recibir dos o tres veces más que eso por concepto de inversiones y pagos que no se harán en el país porque se preferirá hacerlos donde cobren menos impuestos a la minería.
Quinto: el Consejo Minero dijo hace unos meses que el aumento del royalty había puesto en tela de juicio proyectos por unos 8 mil millones de dólares. Para recaudar 300 o 400 millones al año (que es lo que se espera del aumento del royalty) se pueden detener inversiones que significarían pagar sueldos y hacer compras en Chile por cuatro mil millones de dólares y que pagarían impuestos, con el royalty actual, superiores a esos 300 o 400 millones de dólares. Con más royalty no se haría, sin él, sí.
Sexto: ya con el aumento del precio del cobre, que lo ha dejado en más de un dólar por libra por sobre el precio considerado en el Presupuesto, hay un financiamiento extraordinario superior a todo lo que los nuevos impuestos del Gobierno buscaban recaudar para la reconstrucción.
El otro día asistí a una exposición del Ministro de Hacienda, muy buena, como todas las que hace, y en determinado momento mostró una diapositiva en que se decía que una firma clasificadora de riesgos, creo que Moody's, había mejorado la clasificación de Chile, y abajo en la diapositiva alcancé a leer que, según Moody's, algo así como "aunque el gobierno de centro derecha de Chile no necesitaba subir los impuestos para financiar la reconstrucción, sí los había subido". Por supuesto, al Ministro le interesaba mostrarnos que la clasificación de riesgo de Chile había mejorado, pero no que Moody's consideraba innecesario subir los impuestos para financiar la reconstrucción, así es que retiró la diapositiva muy rápidamente, antes de que yo alcanzara a terminar de leerla.
Pero cuando vuelva a Santiago voy a procurar que el banco BICE, que me convidó a la exposición del Ministro (y de Nouriel Roubini), me dé una copia de esa diapositiva... si es que el Ministro se las ha dado a ellos...
En resumen, como principio general, todo marcha mejor si no se sube los impuestos. Si los especialistas se pusieran de acuerdo en que realmente van a rendir más sin castigar la inversión, por último yo diría, ante el royalty, "bueno, ya". Pero, mientras tanto, sigo diciendo que es perjudicial y que, si no lo fuera, no es necesario, porque siempre para un país ha sido mejor que un peso o un dólar lo reciba un particular a que lo reciba el Estado. Aunque el particular sea un gringo que se lo lleva para afuera, porque ese gringo de todas maneras va a volver a invertir más en el país donde obtuvo buenos dividendos.
viernes, 15 de octubre de 2010
La Risible Justicia Penal Chilena
La nueva justicia penal surgida de la reforma, por deficiente que sea, no tiene cómo fracasar, porque la antigua había devenido un "aparatchik" (expresión rusa anterior a 1989) al servicio de la izquierda.
Como el asesinato del senador Jaime Guzmán acaeció antes de la reforma procesal penal, está radicado en la antigua justicia; y como dicho crimen sucedió durante la Concertación y por 19 años fue "investigado" bajo ésta, no hubo ningún responsable condenado, porque los pocos que estaban presos, entre ellos el hechor material, se fugaron ayudados por Emmanuelle Verhoeven, una "compañera" belga, ex conviviente de Apablaza, jefe del FPMR, contratada ad hoc por Gendarmería y financiada por los cntribuyentes chilenos para prestar ayuda sicológica a los frentistas que se fugaron fácilmente en un helicóptero, a cuyo piloto sólo le faltó quedarse a almorzar antes de partir, en la llamada "Cárcel de Alta Seguridad" (seguramente en alusión a la "alta seguridad" de que los frentistas podrían fugarse).
Pero, como a veces sucede, "se dio vuelta la tortilla" y un frentista habló demás en Brasil, lo que ha llevado a otros miembros de la cúpula del Frente a tener problemas con la justicia. Y el ministro Mario Carroza, juez de la causa sobre el asesinato de Guzmán, ha sido sorprendido diciendo la verdad y ha hecho una aseveraciòn notable: "El delito que se investiga, por la repercusión que provoca, puede ser de aquellos que han sido definidos como de lesa humanidad y, por ende, imprescriptibles".
Este solemne disparate judicial es el que ha servido para condenar a decenas de uniformados: "la repercusión que provoca". No se trata de saber si el delito está tipificado o no en la ley, si hay pruebas de culpabilidad, si hay causales o no de extinción de responsabilidad, sino sólo de "la repercusión que provoca".
Como la izquierda chilena y mundial es especialista en generar "repercusión" de lo que dice, aunque sea totalmente falso, se ha condenado por delitos de "lesa humanidad" a numerosos ex uniformados favorecidos por la amnistía, la prescripción, la cosa juzgada y, frecuentemente, la falta de pruebas (léase en este blog un caso, el del brigadier (r) Krassnoff, sometido a increíbles abusos judiciales, detallados en mi entrega del 31 de julio, "Nueva y Gran Prevaricación").
La declaraciòn del ministro Carroza ha llevado a un lector de "La Segunda" a observar que si ése es el criterio judicial que impera en Chile, el gobierno argentino ha tenido toda la razón al denegar la extradición, porque queda en evidencia que en Chile no hay debido proceso para los delitos de connotación polìtica. Bueno, la evidencia de eso está en casi todas las sentencias dictadas contra ex uniformados durante más de diez años.
Pero esto no es lo más paradójico; lo son los argumentos que ahora esgrimen los jueces y abogados de izquierda para sostener que no cabe aplicar la figura de delito de lesa humanidad. Un connotado ex ministro de la Corte Suprema, que se caracterizó por condenar a ex uniformados, ahora argumenta que tales delitos sólo fueron establecidos en Chile por una ley del año pasado y que era aplicable sólo a hechos cuyo principio de ejecución fuera posterior a la promulgación de tal ley, es decir, al año pasado. Pero eso no obstó para que la justicia de izquierda condenara a ex uniformados por hechos de hasta 36 años atrás.
Naturalmente, los abogados comunistas que han oficiado de querellantes contra uniformados en retiro, basados en que incurrieron en "delitos de lesa humanidad", ahora que correligionarios suyos, como Apablaza, Villanueva y Hernández Norambuena corren el riesgo de ser juzgados como autores de ellos y perder la posibilidad de ampararse en la prescripciòn, afirman que tales delitos sólo los comete el Estado. Esto tampoco es verdad, pues el Tratado de Roma, al tipificarlos, se refirió expresamente "al Estado o una organización". Y, de hecho, el terrorismo del FPMR, que es "una organización", se encuadraba totalmente en la tipificación de los delitos de lesa humanidad, porque actuaba indiscriminadamente contra la población civil cuando ponía bombas en el metro, incendiaba buses o hacía estallar autos-bombas en las calles.
En fin, podríamos seguir repasando las insostenibles contradicciones en que incurren jueces y abogados de izquierda o cándidos juueces sorprendidos diciendo la verdad, pero lo ùnico concreto es que lo uniformados siguen presos y los terroristas libres (salvo un aislado Villanueva, que pronto será liberado, seguro), lo que configura una de las mayores injusticias impunes de la sociedad en que vivimos y da la razón a Cristina Fernández al sostener implícitamente, aunque al servicio de una causa equivocada, que en Chile no existe debido proceso.
Como el asesinato del senador Jaime Guzmán acaeció antes de la reforma procesal penal, está radicado en la antigua justicia; y como dicho crimen sucedió durante la Concertación y por 19 años fue "investigado" bajo ésta, no hubo ningún responsable condenado, porque los pocos que estaban presos, entre ellos el hechor material, se fugaron ayudados por Emmanuelle Verhoeven, una "compañera" belga, ex conviviente de Apablaza, jefe del FPMR, contratada ad hoc por Gendarmería y financiada por los cntribuyentes chilenos para prestar ayuda sicológica a los frentistas que se fugaron fácilmente en un helicóptero, a cuyo piloto sólo le faltó quedarse a almorzar antes de partir, en la llamada "Cárcel de Alta Seguridad" (seguramente en alusión a la "alta seguridad" de que los frentistas podrían fugarse).
Pero, como a veces sucede, "se dio vuelta la tortilla" y un frentista habló demás en Brasil, lo que ha llevado a otros miembros de la cúpula del Frente a tener problemas con la justicia. Y el ministro Mario Carroza, juez de la causa sobre el asesinato de Guzmán, ha sido sorprendido diciendo la verdad y ha hecho una aseveraciòn notable: "El delito que se investiga, por la repercusión que provoca, puede ser de aquellos que han sido definidos como de lesa humanidad y, por ende, imprescriptibles".
Este solemne disparate judicial es el que ha servido para condenar a decenas de uniformados: "la repercusión que provoca". No se trata de saber si el delito está tipificado o no en la ley, si hay pruebas de culpabilidad, si hay causales o no de extinción de responsabilidad, sino sólo de "la repercusión que provoca".
Como la izquierda chilena y mundial es especialista en generar "repercusión" de lo que dice, aunque sea totalmente falso, se ha condenado por delitos de "lesa humanidad" a numerosos ex uniformados favorecidos por la amnistía, la prescripción, la cosa juzgada y, frecuentemente, la falta de pruebas (léase en este blog un caso, el del brigadier (r) Krassnoff, sometido a increíbles abusos judiciales, detallados en mi entrega del 31 de julio, "Nueva y Gran Prevaricación").
La declaraciòn del ministro Carroza ha llevado a un lector de "La Segunda" a observar que si ése es el criterio judicial que impera en Chile, el gobierno argentino ha tenido toda la razón al denegar la extradición, porque queda en evidencia que en Chile no hay debido proceso para los delitos de connotación polìtica. Bueno, la evidencia de eso está en casi todas las sentencias dictadas contra ex uniformados durante más de diez años.
Pero esto no es lo más paradójico; lo son los argumentos que ahora esgrimen los jueces y abogados de izquierda para sostener que no cabe aplicar la figura de delito de lesa humanidad. Un connotado ex ministro de la Corte Suprema, que se caracterizó por condenar a ex uniformados, ahora argumenta que tales delitos sólo fueron establecidos en Chile por una ley del año pasado y que era aplicable sólo a hechos cuyo principio de ejecución fuera posterior a la promulgación de tal ley, es decir, al año pasado. Pero eso no obstó para que la justicia de izquierda condenara a ex uniformados por hechos de hasta 36 años atrás.
Naturalmente, los abogados comunistas que han oficiado de querellantes contra uniformados en retiro, basados en que incurrieron en "delitos de lesa humanidad", ahora que correligionarios suyos, como Apablaza, Villanueva y Hernández Norambuena corren el riesgo de ser juzgados como autores de ellos y perder la posibilidad de ampararse en la prescripciòn, afirman que tales delitos sólo los comete el Estado. Esto tampoco es verdad, pues el Tratado de Roma, al tipificarlos, se refirió expresamente "al Estado o una organización". Y, de hecho, el terrorismo del FPMR, que es "una organización", se encuadraba totalmente en la tipificación de los delitos de lesa humanidad, porque actuaba indiscriminadamente contra la población civil cuando ponía bombas en el metro, incendiaba buses o hacía estallar autos-bombas en las calles.
En fin, podríamos seguir repasando las insostenibles contradicciones en que incurren jueces y abogados de izquierda o cándidos juueces sorprendidos diciendo la verdad, pero lo ùnico concreto es que lo uniformados siguen presos y los terroristas libres (salvo un aislado Villanueva, que pronto será liberado, seguro), lo que configura una de las mayores injusticias impunes de la sociedad en que vivimos y da la razón a Cristina Fernández al sostener implícitamente, aunque al servicio de una causa equivocada, que en Chile no existe debido proceso.
jueves, 14 de octubre de 2010
Lo Dramático y lo Importante
El rescate de los mineros fue un hecho sin precedentes, porque nunca se había logrado salvar a tantas personas confinadas a tanta profundidad bajo tierra. Fue también un logro de eficiencia. Y, en fin, prestigió a Chile. Pero hubo algo que ese logro no fue, y Sebastián Piñera se equivocó al señalar que sí lo fue, al hacer la siguiente declaración, en una entrevista televisiva con la BBC:
"Yo espero --dijo-- que en lo sucesivo Chile no siga siendo conocido como el país del golpe de Estado de 1973 y de la dictadura, sino como el país que logró rescatar a 33 mineros desde más de 600 metros bajo tierra".
Cito de memoris, pero en particular garantizo que soy textual en cuanto a que expresó "coup d'état" y "dictatorship" literalmente. Lo cual no hace sino poner de manifiesto, una vez más, la divergencia básica entre su juicio histórico-político y el de la gran mayoría de las personas que votaron por él.
Como hecho dramático y de unánime acogida favorable en el resto del mundo, el rescate de los mineros no tiene parangón, pero como hito histórico significativo para el destino de Chile y, tómese nota, para el porvenir de la Humanidad, tanto el 11 de septiembre de 1973 como el Gobierno Militar fueron mucho más importantes y seguirán siendo la gesta chilena de mayor trascendencia para el devenir del mundo.
En primer lugar, porque el 11 de septiembre nuestro demostró que el camino sin retorno hacia el comunismo no tenía que ser una fatalidad, una vez que los marxistas-leninistas se hacían del poder, como se sostenía hasta entonces. Los uniformados chilenos demostraron que se les podìa detener a tiempo en su camino al Estado totalitario. Y el mundo tomó nota de esa novedad histórica.
En segundo lugar, porque los militares chilenos hicieron las más profundas reformas socio-económicas de la historia del país, y por eso que su gobierno fue el más importante de Chile en el siglo XX. Pero no sólo eso: demostraron que sus políticas eran exitosas.
Por eso fueron observadas primero y seguidas después por gobernantes que llegaron al poder en países desarrollados, después que los militares chilenos acá, como Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Y el efecto de esas reformas privatizadoras y liberalizadoras se extendió por todo el mundo occidental como un reguero de pólvora, hasta el punto de que los famosos "Estados benefactores" han ido desapareciendo uno a uno, incluido el que era considerado el prototipo por excelencia, Suecia, donde las corrientes derechistas alcanzaron el poder contra todos los pronósticos.
Y, en tercer lugar, porque la URSS, al declarar la guerra sin cuartel al régimen militar chileno, decidió hacer del tema de los derechos humanos su "caballo de batalla" y lo planteó en todos los foros internacionales, cosa que culminó en Helsinki a fines de los '70, cuando las potencias occidentales le dijeron a Brezhnev: "De acuerdo, pero los derechos humanos deben ser respetados en todas partes, no sólo en Chile, y ustedes deben respetarlos también detrás de la Cortina de Hierro".
Con el advenimiento de Gorbachov en la URSS, que no pudo menos de admitir que en su propio país se empezaran a respetar ls derechos humanos, se comenzó a gestar la desaparición del comunismo en el mundo, porque no pueden coexistir el socialismo real con el respeto a tales derechos. Es decir, la lucha propagandística fundada en los derechos humanos, emprendida por la URSS contra Chile, terminó provocando la caída de la URSS y del Muro de Berlín.
Si no hubiera habido Gobierno Militar en Chile, nada de eso habría acontecido y la dictadura comunista habría seguido incólume, como lo había estado por 70 años. Cuando ella eligió condenar a Chile por el tema de los derechos humanos, se condenó a sí misma y se derrumbó como un castillo de naipes.
Por tanto, Chile, al contrario de lo que sostuvo Sebastián Piñera en entrevista para la BBC, merece seguir siendo más conocido y considerado más importante por el aporte que hizo de políticas económico-sociales privatizadoras, liberalizadoras e innovadoras, y por haber dado pie a que se abriera un resquicio de libertad tras la Cortina de Hierro. Pues es sabido que cuando se abre tal resquicio en una sociedad totalitaria, la libertad lo invade todo y los muros que encierran a los habitantes terminan por caer.
El 11 de septiembre de 1973 y el Gobierno Militar reformador y modernizador seguirán siendo el factor más importante de reconocimiento de Chile en el concierto internacional, aunque el dramático y exitoso rescate de 33 mineros haya sido el que mayor audiencia y admiración haya concitado en el resto del mundo. Pero no hay parangón entre la proyección histórica de ambas situaciones y en eso Sebastián Piñera, como siempre que se refiere al Gobierno Militar y a su significación, ha errado una vez más.
"Yo espero --dijo-- que en lo sucesivo Chile no siga siendo conocido como el país del golpe de Estado de 1973 y de la dictadura, sino como el país que logró rescatar a 33 mineros desde más de 600 metros bajo tierra".
Cito de memoris, pero en particular garantizo que soy textual en cuanto a que expresó "coup d'état" y "dictatorship" literalmente. Lo cual no hace sino poner de manifiesto, una vez más, la divergencia básica entre su juicio histórico-político y el de la gran mayoría de las personas que votaron por él.
Como hecho dramático y de unánime acogida favorable en el resto del mundo, el rescate de los mineros no tiene parangón, pero como hito histórico significativo para el destino de Chile y, tómese nota, para el porvenir de la Humanidad, tanto el 11 de septiembre de 1973 como el Gobierno Militar fueron mucho más importantes y seguirán siendo la gesta chilena de mayor trascendencia para el devenir del mundo.
En primer lugar, porque el 11 de septiembre nuestro demostró que el camino sin retorno hacia el comunismo no tenía que ser una fatalidad, una vez que los marxistas-leninistas se hacían del poder, como se sostenía hasta entonces. Los uniformados chilenos demostraron que se les podìa detener a tiempo en su camino al Estado totalitario. Y el mundo tomó nota de esa novedad histórica.
En segundo lugar, porque los militares chilenos hicieron las más profundas reformas socio-económicas de la historia del país, y por eso que su gobierno fue el más importante de Chile en el siglo XX. Pero no sólo eso: demostraron que sus políticas eran exitosas.
Por eso fueron observadas primero y seguidas después por gobernantes que llegaron al poder en países desarrollados, después que los militares chilenos acá, como Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Y el efecto de esas reformas privatizadoras y liberalizadoras se extendió por todo el mundo occidental como un reguero de pólvora, hasta el punto de que los famosos "Estados benefactores" han ido desapareciendo uno a uno, incluido el que era considerado el prototipo por excelencia, Suecia, donde las corrientes derechistas alcanzaron el poder contra todos los pronósticos.
Y, en tercer lugar, porque la URSS, al declarar la guerra sin cuartel al régimen militar chileno, decidió hacer del tema de los derechos humanos su "caballo de batalla" y lo planteó en todos los foros internacionales, cosa que culminó en Helsinki a fines de los '70, cuando las potencias occidentales le dijeron a Brezhnev: "De acuerdo, pero los derechos humanos deben ser respetados en todas partes, no sólo en Chile, y ustedes deben respetarlos también detrás de la Cortina de Hierro".
Con el advenimiento de Gorbachov en la URSS, que no pudo menos de admitir que en su propio país se empezaran a respetar ls derechos humanos, se comenzó a gestar la desaparición del comunismo en el mundo, porque no pueden coexistir el socialismo real con el respeto a tales derechos. Es decir, la lucha propagandística fundada en los derechos humanos, emprendida por la URSS contra Chile, terminó provocando la caída de la URSS y del Muro de Berlín.
Si no hubiera habido Gobierno Militar en Chile, nada de eso habría acontecido y la dictadura comunista habría seguido incólume, como lo había estado por 70 años. Cuando ella eligió condenar a Chile por el tema de los derechos humanos, se condenó a sí misma y se derrumbó como un castillo de naipes.
Por tanto, Chile, al contrario de lo que sostuvo Sebastián Piñera en entrevista para la BBC, merece seguir siendo más conocido y considerado más importante por el aporte que hizo de políticas económico-sociales privatizadoras, liberalizadoras e innovadoras, y por haber dado pie a que se abriera un resquicio de libertad tras la Cortina de Hierro. Pues es sabido que cuando se abre tal resquicio en una sociedad totalitaria, la libertad lo invade todo y los muros que encierran a los habitantes terminan por caer.
El 11 de septiembre de 1973 y el Gobierno Militar reformador y modernizador seguirán siendo el factor más importante de reconocimiento de Chile en el concierto internacional, aunque el dramático y exitoso rescate de 33 mineros haya sido el que mayor audiencia y admiración haya concitado en el resto del mundo. Pero no hay parangón entre la proyección histórica de ambas situaciones y en eso Sebastián Piñera, como siempre que se refiere al Gobierno Militar y a su significación, ha errado una vez más.
miércoles, 13 de octubre de 2010
"All's Well That Ends Well"
Como dice este título de una comedia shakesperiana, "Todo Está Bien si Termina Bien". Como yo había hecho advertencias y críticas a la premura en el rescate de los mineros, considerándola imprudente, en particular porque ni siquiera se cumplió con entubar los primeros 96 metros del ducto, contemplados en el plan oficial, (ducto que yo consideraba necesario entubar completo en sus 600 y tantos metros), ahora sólo me cabe reconocer que estaba equivocado, pues los mineros han sido rescatados a salvo y con éxito, sin ninguna de esas precauciones.
Y no sólo puede hablarse de éxito. El tema ha despertado un interés mundial como pocos o ningún otro hecho chileno lo habían hecho en el pasado, tal vez con las solas excepciones de la elección de un gobierno marxista en 1970 y de su conclusión, en 1973, pero ni siquiera en esos casos con tanta teleaudiencia.
El impresionante recorrido por los canales del cable permite apreciar que en todos los continentes la televisión estuvo sorprendentemente dedicada a este episodio. En uno de ellos pude enterarme de que se estimaba en mil millones de personas la audiencia que estaba siguiendo el rescate de los mineros. No creo que jamás antes el país haya concentrado en tales términos la atención televisiva mundial.
A los chilenos nos preocupa más que a otros pueblos lo que se diga u opine de nosotros, de manera que este episodio ha redundado en una autosatisfacción muy grande, sobre todo porque lo que el exterior ha visto es una operación bien organizada y exitosa. Un estadista alemán acuñó la frase de que "nada hay más exitoso que el éxito".
El comentario de un minero recién rescatado, rodeado de su familia, con elogios al gobernante y su régimen, presenciado por centenares de millones de personas y por una teleaudiencia récord en Chile, tiene un efecto favorable políticamente devastador y va más allá, por su espontaneidad, de cualquier sospecha de aprovechamiento oficial.
Un comentarista norteamericano, de Fox News o de CNN, dijo que en este momento el índice de popularidad del Presidente en Chile "había atravesado el techo". Ha logrado ser el principal protagonista de un éxito de repercusión internacional sin precedentes y, al mismo tiempo, no sólo ha conseguido compatibilizarlo con su viaje a Europa a encontrarse con otros estadistas de gran peso internacional, sino que lo hará precedido de un antecedente que le dará un realce redoblado a su visita.
La imagen internacional del país ha quedado por lo alto, el Gobierno ha obtenido un éxito de eficiencia y de alcances políticos enormes y los que fuimos críticos de la premura con que se obró hemos recibido un mentís categórico propinado por la realidad.
Estábamos equivocados, todo resultó bien y vaya el reconocimiento por ello para quienes lo hicieron posible.
Y no sólo puede hablarse de éxito. El tema ha despertado un interés mundial como pocos o ningún otro hecho chileno lo habían hecho en el pasado, tal vez con las solas excepciones de la elección de un gobierno marxista en 1970 y de su conclusión, en 1973, pero ni siquiera en esos casos con tanta teleaudiencia.
El impresionante recorrido por los canales del cable permite apreciar que en todos los continentes la televisión estuvo sorprendentemente dedicada a este episodio. En uno de ellos pude enterarme de que se estimaba en mil millones de personas la audiencia que estaba siguiendo el rescate de los mineros. No creo que jamás antes el país haya concentrado en tales términos la atención televisiva mundial.
A los chilenos nos preocupa más que a otros pueblos lo que se diga u opine de nosotros, de manera que este episodio ha redundado en una autosatisfacción muy grande, sobre todo porque lo que el exterior ha visto es una operación bien organizada y exitosa. Un estadista alemán acuñó la frase de que "nada hay más exitoso que el éxito".
El comentario de un minero recién rescatado, rodeado de su familia, con elogios al gobernante y su régimen, presenciado por centenares de millones de personas y por una teleaudiencia récord en Chile, tiene un efecto favorable políticamente devastador y va más allá, por su espontaneidad, de cualquier sospecha de aprovechamiento oficial.
Un comentarista norteamericano, de Fox News o de CNN, dijo que en este momento el índice de popularidad del Presidente en Chile "había atravesado el techo". Ha logrado ser el principal protagonista de un éxito de repercusión internacional sin precedentes y, al mismo tiempo, no sólo ha conseguido compatibilizarlo con su viaje a Europa a encontrarse con otros estadistas de gran peso internacional, sino que lo hará precedido de un antecedente que le dará un realce redoblado a su visita.
La imagen internacional del país ha quedado por lo alto, el Gobierno ha obtenido un éxito de eficiencia y de alcances políticos enormes y los que fuimos críticos de la premura con que se obró hemos recibido un mentís categórico propinado por la realidad.
Estábamos equivocados, todo resultó bien y vaya el reconocimiento por ello para quienes lo hicieron posible.
martes, 12 de octubre de 2010
Supongo que Alguien Debía Decir Estas Cosas
Ojalá todo resulte bien, porque la premura ha llevado a correr algunos riesgos. No soy el único que los ha advertido. El profsor de Ingeniería en Construcción de la Universidad Central, Omar Mellado, ha declarado: "No encamisar es tremendamente frágil e inseguro para el... rescate" (Emol.com).
Yo pensaba, y el profesor Gallardo también, que se debía encamisar todo el trayecto, por seguridad. Pero eso tomaba seis días más y sabemos quién no iba a poder encabezar el rescate en seis días más... o privarse de su viaje a Europa. Pues esa persona necesitaba estar en ambas partes, protagonizando.
Los expertos presentes en la mina decían que bastaba con encamisar 96 metros, porque sólo en esa extensión la roca no era segura. Pero resultó que, como la roca no era segura, sólo pudieron encamisar 54,4 metros. Si se hubiera cumplido con encamisar los 96 metros que ellos mismos consideraban indispensables, habría sido necesario esperar unos días. Y sabemos por qué no se puede esperar unos días.
Bueno, confiemos en que esta premura no tenga costos en seguridad para los mineros. La premura casi siempre tiene costos en seguridad. El mayor accidente de la historia de la aviación se debió a la premura. El piloto de un KLM en Santa Cruz de Tenerife, en una pista con niebla, se impacientó porque un controlador aéreo no le daba nunca la autorización de despegue. Era el piloto holandés más avezado de la aerolínea de su país y tenía premura por despegar. El controlador canario era un tipo lento y confuso y no le daba nunca la autorización de despegue. El holandés consideró que un canario tarado no tenía derecho a demorarlo y, simplemente, despegó, pero con tan mala suerte que no alcanzó a esquivar a otra aeronave que iba atravesando la pista. Murieron más de 500 personas. Si hubiera esperado un poco más no habría pasado nada, habrían quedado más de quinientas personas vivas y él habría seguido siendo el piloto más confiable de la KLM. Claro, estuvo a punto de conseguir elevar el avión un metro más y de haber pasado justo sobre el que se había atravesado en la pista. Entonces su premura no habría tenido consecuencias. Pero le faltó ese metro.
Ahora sólo cabe confiar en que el encamisado de los 560 metros sin encamisar no haga falta; y que ni siquiera haga falta el encamisado de los 41,5 metros que los propios técnicos del rescate estimaban indispensables, pero que no se pudo hacer por premura.
Y si todo sale bien, cabe hacer votos porque la premura, que deriva de lo que todos sabemos, haya valido la pena.
Yo seguiré diciendo, como lo dije con el respaldo del sentido común, que debió encamisarse todo el trayecto. Ahora lo reitero con el respaldo del ingeniero Omar Gallardo. Pero, por premura, no se hizo, como tampoco se hizo el encamisado de 96 metros. Todo por premura. Entonces, sólo cabe rezar y esperar que, esta vez, la premura no tenga ninguna consecuencia.
Supongo que alguien debía decir estas cosas para que, por lo menos, sirvan la próxima vez.
Yo pensaba, y el profesor Gallardo también, que se debía encamisar todo el trayecto, por seguridad. Pero eso tomaba seis días más y sabemos quién no iba a poder encabezar el rescate en seis días más... o privarse de su viaje a Europa. Pues esa persona necesitaba estar en ambas partes, protagonizando.
Los expertos presentes en la mina decían que bastaba con encamisar 96 metros, porque sólo en esa extensión la roca no era segura. Pero resultó que, como la roca no era segura, sólo pudieron encamisar 54,4 metros. Si se hubiera cumplido con encamisar los 96 metros que ellos mismos consideraban indispensables, habría sido necesario esperar unos días. Y sabemos por qué no se puede esperar unos días.
Bueno, confiemos en que esta premura no tenga costos en seguridad para los mineros. La premura casi siempre tiene costos en seguridad. El mayor accidente de la historia de la aviación se debió a la premura. El piloto de un KLM en Santa Cruz de Tenerife, en una pista con niebla, se impacientó porque un controlador aéreo no le daba nunca la autorización de despegue. Era el piloto holandés más avezado de la aerolínea de su país y tenía premura por despegar. El controlador canario era un tipo lento y confuso y no le daba nunca la autorización de despegue. El holandés consideró que un canario tarado no tenía derecho a demorarlo y, simplemente, despegó, pero con tan mala suerte que no alcanzó a esquivar a otra aeronave que iba atravesando la pista. Murieron más de 500 personas. Si hubiera esperado un poco más no habría pasado nada, habrían quedado más de quinientas personas vivas y él habría seguido siendo el piloto más confiable de la KLM. Claro, estuvo a punto de conseguir elevar el avión un metro más y de haber pasado justo sobre el que se había atravesado en la pista. Entonces su premura no habría tenido consecuencias. Pero le faltó ese metro.
Ahora sólo cabe confiar en que el encamisado de los 560 metros sin encamisar no haga falta; y que ni siquiera haga falta el encamisado de los 41,5 metros que los propios técnicos del rescate estimaban indispensables, pero que no se pudo hacer por premura.
Y si todo sale bien, cabe hacer votos porque la premura, que deriva de lo que todos sabemos, haya valido la pena.
Yo seguiré diciendo, como lo dije con el respaldo del sentido común, que debió encamisarse todo el trayecto. Ahora lo reitero con el respaldo del ingeniero Omar Gallardo. Pero, por premura, no se hizo, como tampoco se hizo el encamisado de 96 metros. Todo por premura. Entonces, sólo cabe rezar y esperar que, esta vez, la premura no tenga ninguna consecuencia.
Supongo que alguien debía decir estas cosas para que, por lo menos, sirvan la próxima vez.
lunes, 11 de octubre de 2010
Carta a Cristina
Querida Cristina: El 2 de octubre di cuenta de la carta que me enviaste a propósito del caso Apablaza, y si no la contesté antes fue porque el país ha estado enfrascado en otros asuntos absorbentes, en particular la situación de los mineros, en que yo he debido terciar para cumplir la obligación de dar mi opinión, con el resultado conocido, es decir, de que nadie me haga caso; pero, con todo, dejando constancia de ella para la historia, aunque sea equivocada. Pues respecto de los mineros he estado en desacuerdo con que se "encamise" (tú, que adheriste a los "descamisados" de Perón comprenderás que el término no implica un desacuerdo doctrinario) sólo 96 metros de la perforación y no los 600 y tantos del total de ella, como yo propicio. Parece que nadie, una vez más, me hará caso, y si todo resulta bien, como unánimemente deseamos, lo único que se probará será algo de ordinaria ocurrencia: que yo estaba, una vez más, equivocado. Y si no, no quiero ni siquiera pensarlo.
Lo que te quería comunicar es que tu decisión sobre Apablaza ha venido a consolidar de una manera muy esclarecedora la plena vigencia de la institucionalidad chilena real.
El primer precepto en que ésta se basa es el de que, si un terrorista mata a un militar o a un civil, aunque éste sea un senador, no comete un atentado contra los derechos humanos. Pero si un militar mata a un terrorista, en ese caso sí existe un atropello a los derechos humanos.
En esta norma fundamental de nuestra institucionalidad real está todo Chile de acuerdo, salvo yo, claro, pero es sabido que acá, como te dije, nadie me hace caso.
El segundo precepto de esa institucionalidad es un corolario del anterior y reza que los militares que matan terroristas deben ser condenados y los terroristas que matan a militares o, para el caso, a quien sea, deben ser perdonados. Al dar tú refugio a Apablaza has hecho carne en la relación trascordillerana (espero que encuentres acertado este nuevo término que he acuñado para describir el vínculo entre nuestros países, que, creo, es original mío, pero tiene ribetes de pomposidad que lo harían acreedor a haber sido inventado por un compatriota tuyo), tu respeto por nuestra institucionalidad real.
El tercer precepto fundamental de ésta establece que, no obstante lo anterior, el país puede felicitar efusivamente a otros países que hagan lo contrario de lo que aconseja nuestra institucionalidad real, sin desmedro de ella. Es decir, Chile puede apoyar, aplaudir o felicitar a esos países, por ejemplo, por la aniquilación de terroristas por parte de sus militares, como en el caso de nuestra nación amiga, Colombia, o de los Estados Unidos, que los liquida por decenas mediante aviones de control remoto; o de Israel, que les apunta tan precisamente a los jefes terroristas desde helicópteros artillados. En esos casos las respectivas acciones son consideradas por nuestro gobierno como realizadas en defensa de los derechos humanos, precisamente a la inversa de lo que señala la institucionalidad chilena real para el caso interno. Ella admite, sin un atisbo de contradicción ni literal ni moral, que nuestro predicamento sea el contrario para el caso externo.
El cuarto precepto de nuestra institucionalidad real, que resulta respaldado por tu decisión de acoger a Apablaza, es que cuanto se haga en orden a proteger a los terroristas nunca puede ser motivo de sanción contra nadie. Por ejemplo, el artículo 60 de la Constitución formal (no real), que establece la cesación inmediata en su cargo de los parlamentarios que apoyen formas distintas de las indicadas en la misma Constitución y las leyes para introducir cambios a éstas, como lo sería una huelga de hambre para obligar a modificar una ley antiterrorista, no debe dar lugar a la cesación en su cargo de los diputados socialistas y comunistas que hicieron huelga de hambre en apoyo a la de los terroristas que buscan (y han conseguido mediante esa presión) dichos cambios.
El quinto precepto de nuestra institucionalidad real, corolario también de los anteriores, es que no debe indultarse jamás a un militar condenado por actos contra terroristas y sí debe perdonarse, como de hecho lo ha sido Apablaza, gracias a tu intercesión, a todo terrorista que haya delinquido o quitado la vida a civiles o militares en el ejercicio de su digna profesión. En Chile el actual gobierno, en cumplimiento de esta norma de la institucionalidad real, ha denegado los indultos incluso a uniformados in artículo mortis y, por supuesto, lo seguirá haciendo, como ya lo ha hecho, respecto de altos oficiales (r) octogenarios y muy enfermos, aunque su actuación para los efectos de haber dado muerte a terroristas no esté probada o sólo lo esté, como en un caso específico sucede, por un dudoso llamado telefónico que el responsable directo de esas ejecuciones afirma haber recibido de su superior, debilísima presunción que le ha significado, en ese caso específico, presidio perpetuo al autor de la llamada.
Quería comunicarte mi plena conciencia del importante papel que tu respaldo a la institucionalidad real chilena vigente ha significado y la completa certeza de que, contra lo que algunas voces mínimas, insignificantes y aisladas han manifestado, la relación trascordillerana, es decir, la que hay entre tu gobierno y el que tenemos acá, el cual de hecho ha confirmado todos los aspectos antes descritos de nuestra institucionalidad real, ha resultado fortalecida.
(Al pie de la carta vienen expresiones elementales de cortesía que omito y mi firma, la cual, en todo caso, no sabría cómo reproducir).
Lo que te quería comunicar es que tu decisión sobre Apablaza ha venido a consolidar de una manera muy esclarecedora la plena vigencia de la institucionalidad chilena real.
El primer precepto en que ésta se basa es el de que, si un terrorista mata a un militar o a un civil, aunque éste sea un senador, no comete un atentado contra los derechos humanos. Pero si un militar mata a un terrorista, en ese caso sí existe un atropello a los derechos humanos.
En esta norma fundamental de nuestra institucionalidad real está todo Chile de acuerdo, salvo yo, claro, pero es sabido que acá, como te dije, nadie me hace caso.
El segundo precepto de esa institucionalidad es un corolario del anterior y reza que los militares que matan terroristas deben ser condenados y los terroristas que matan a militares o, para el caso, a quien sea, deben ser perdonados. Al dar tú refugio a Apablaza has hecho carne en la relación trascordillerana (espero que encuentres acertado este nuevo término que he acuñado para describir el vínculo entre nuestros países, que, creo, es original mío, pero tiene ribetes de pomposidad que lo harían acreedor a haber sido inventado por un compatriota tuyo), tu respeto por nuestra institucionalidad real.
El tercer precepto fundamental de ésta establece que, no obstante lo anterior, el país puede felicitar efusivamente a otros países que hagan lo contrario de lo que aconseja nuestra institucionalidad real, sin desmedro de ella. Es decir, Chile puede apoyar, aplaudir o felicitar a esos países, por ejemplo, por la aniquilación de terroristas por parte de sus militares, como en el caso de nuestra nación amiga, Colombia, o de los Estados Unidos, que los liquida por decenas mediante aviones de control remoto; o de Israel, que les apunta tan precisamente a los jefes terroristas desde helicópteros artillados. En esos casos las respectivas acciones son consideradas por nuestro gobierno como realizadas en defensa de los derechos humanos, precisamente a la inversa de lo que señala la institucionalidad chilena real para el caso interno. Ella admite, sin un atisbo de contradicción ni literal ni moral, que nuestro predicamento sea el contrario para el caso externo.
El cuarto precepto de nuestra institucionalidad real, que resulta respaldado por tu decisión de acoger a Apablaza, es que cuanto se haga en orden a proteger a los terroristas nunca puede ser motivo de sanción contra nadie. Por ejemplo, el artículo 60 de la Constitución formal (no real), que establece la cesación inmediata en su cargo de los parlamentarios que apoyen formas distintas de las indicadas en la misma Constitución y las leyes para introducir cambios a éstas, como lo sería una huelga de hambre para obligar a modificar una ley antiterrorista, no debe dar lugar a la cesación en su cargo de los diputados socialistas y comunistas que hicieron huelga de hambre en apoyo a la de los terroristas que buscan (y han conseguido mediante esa presión) dichos cambios.
El quinto precepto de nuestra institucionalidad real, corolario también de los anteriores, es que no debe indultarse jamás a un militar condenado por actos contra terroristas y sí debe perdonarse, como de hecho lo ha sido Apablaza, gracias a tu intercesión, a todo terrorista que haya delinquido o quitado la vida a civiles o militares en el ejercicio de su digna profesión. En Chile el actual gobierno, en cumplimiento de esta norma de la institucionalidad real, ha denegado los indultos incluso a uniformados in artículo mortis y, por supuesto, lo seguirá haciendo, como ya lo ha hecho, respecto de altos oficiales (r) octogenarios y muy enfermos, aunque su actuación para los efectos de haber dado muerte a terroristas no esté probada o sólo lo esté, como en un caso específico sucede, por un dudoso llamado telefónico que el responsable directo de esas ejecuciones afirma haber recibido de su superior, debilísima presunción que le ha significado, en ese caso específico, presidio perpetuo al autor de la llamada.
Quería comunicarte mi plena conciencia del importante papel que tu respaldo a la institucionalidad real chilena vigente ha significado y la completa certeza de que, contra lo que algunas voces mínimas, insignificantes y aisladas han manifestado, la relación trascordillerana, es decir, la que hay entre tu gobierno y el que tenemos acá, el cual de hecho ha confirmado todos los aspectos antes descritos de nuestra institucionalidad real, ha resultado fortalecida.
(Al pie de la carta vienen expresiones elementales de cortesía que omito y mi firma, la cual, en todo caso, no sabría cómo reproducir).
domingo, 10 de octubre de 2010
La Opción Técnica y la Opción Política
Hasta ahora las cosas se han hecho bien en la mina San José. No se ha ahorrado recursos, que son de todos los chilenos, una mayoría aplastante de los cuales, no cabe duda, está de acuerdo en que no se ahorre recursos. Pero ahora se enfrenta una opción crítica: ¿qué debe prevalecer, la prontitud del rescate o la seguridad de los mineros?
Porque, según se ha anunciado, se "encamisará" sólo 96 metros de los 600 y tantos de la perforación, lo que tomará un día y medio. "Encamisar" equivale a instalar un tubo de acero que garantiza contra la posibilidad de que la cápsula de rescate quede atascada, lo que presenta un riesgo y un problema. Un riesgo para el minero dentro de ella, que deberá desprender la parte inferior de la cápsula y volver a caer a la galería, lo cual, supongo, habrá sido previsto para que suceda sin consecuencias traumáticas. Y el problema puede consistir en que un atascamiento puede obstaculizar el rescate de los restantes mineros.
Por eso la opción más segura, a simple vista, habría sido la de "encamisar" los 600 y tantos metros de la perforación. Esto, en términos de costos, no sería muy alto, por comparación con el que se incurre en ocupar otras perforadoras, al menos una de las cuales no jugará ningún papel (pues la otra seguirá perforando para abrir una ruta de salida alternativa).
Si se entubara todo el trayecto, eso sí, habría que esperar nueve días, y no sólo uno y medio. Y al esperar nueve días más se presentan dos inconvenientes: uno, que los mineros deben permanecer todo ese tiempo sin ser rescatados, cuando, sin "encamisado", saldrían antes; pero, a cambio, tendrían el casi ciento por ciento de seguridad de que la cápsula no se atascará; y dos, que el Presidente no podría protagonizar el rescate, pues está comprometido a hacer una gira a Europa a partir del viernes, que lo llevará a Inglaterra, Francia y Alemania, donde tambièn será prtagonista de actos que le redituarán a su imagen pública, como, comenzando en Gran Bretaña, ser investido doctor honoris causa en Oxford y hablar ante la Cámara de los Comunes.
¿Alguien ha tenido en cuenta el aspecto propagandístico para determinar que sólo se "encamise" 96 metros y no 600 y tantos? ¿O la decisión técnica es que con 96 metros existe la misma seguridad que con 600 y tantos?
Si un hijo mío estuviera atrapado, creo que preferiría que encamisaran los 600 y tantos metros y no sólo 96, por la seguridad del rescate. Pero, claro, en ese caso el Presidente no podría protagonizar tanto el rescate como los actos solemnes en Inglaterra, Francia y Alemania.
Claro que a mí, como padre de uno de los mineros atrapados, esto ùltimno no me importaría nada y sólo querría tener la seguridad de que las consideraciones propagandísticas no han incidido en nada en la decisión de los técnicos de entubar nada más que 96 metros de la perforación, sino que ella ha sido adoptada exclusivamente porque tienen la seguridad de que así se garantiza ciento por ciento la seguridad de los mineros.
Me gustaría tener esa seguridad, pero, como conozco a mi país y a su gente, no la tengo.
Porque, según se ha anunciado, se "encamisará" sólo 96 metros de los 600 y tantos de la perforación, lo que tomará un día y medio. "Encamisar" equivale a instalar un tubo de acero que garantiza contra la posibilidad de que la cápsula de rescate quede atascada, lo que presenta un riesgo y un problema. Un riesgo para el minero dentro de ella, que deberá desprender la parte inferior de la cápsula y volver a caer a la galería, lo cual, supongo, habrá sido previsto para que suceda sin consecuencias traumáticas. Y el problema puede consistir en que un atascamiento puede obstaculizar el rescate de los restantes mineros.
Por eso la opción más segura, a simple vista, habría sido la de "encamisar" los 600 y tantos metros de la perforación. Esto, en términos de costos, no sería muy alto, por comparación con el que se incurre en ocupar otras perforadoras, al menos una de las cuales no jugará ningún papel (pues la otra seguirá perforando para abrir una ruta de salida alternativa).
Si se entubara todo el trayecto, eso sí, habría que esperar nueve días, y no sólo uno y medio. Y al esperar nueve días más se presentan dos inconvenientes: uno, que los mineros deben permanecer todo ese tiempo sin ser rescatados, cuando, sin "encamisado", saldrían antes; pero, a cambio, tendrían el casi ciento por ciento de seguridad de que la cápsula no se atascará; y dos, que el Presidente no podría protagonizar el rescate, pues está comprometido a hacer una gira a Europa a partir del viernes, que lo llevará a Inglaterra, Francia y Alemania, donde tambièn será prtagonista de actos que le redituarán a su imagen pública, como, comenzando en Gran Bretaña, ser investido doctor honoris causa en Oxford y hablar ante la Cámara de los Comunes.
¿Alguien ha tenido en cuenta el aspecto propagandístico para determinar que sólo se "encamise" 96 metros y no 600 y tantos? ¿O la decisión técnica es que con 96 metros existe la misma seguridad que con 600 y tantos?
Si un hijo mío estuviera atrapado, creo que preferiría que encamisaran los 600 y tantos metros y no sólo 96, por la seguridad del rescate. Pero, claro, en ese caso el Presidente no podría protagonizar tanto el rescate como los actos solemnes en Inglaterra, Francia y Alemania.
Claro que a mí, como padre de uno de los mineros atrapados, esto ùltimno no me importaría nada y sólo querría tener la seguridad de que las consideraciones propagandísticas no han incidido en nada en la decisión de los técnicos de entubar nada más que 96 metros de la perforación, sino que ella ha sido adoptada exclusivamente porque tienen la seguridad de que así se garantiza ciento por ciento la seguridad de los mineros.
Me gustaría tener esa seguridad, pero, como conozco a mi país y a su gente, no la tengo.
sábado, 9 de octubre de 2010
Bolita al Borde de Caer...O Escapársele
Si ustedes han seguido atentamente este blog, cosa improbable, habrán apreciado que el 5, 11, 17 y 21 de julio me referí a una bolita que el aspirante a ser EHQTTLB (El Hombre Que Tiene Todas Las Bolitas) no había podido capturar: el fútbol profesional. Una vitrina excepcional; la actividad que, posiblemente, concita más interés popular y de forma más sostenida en Chile. Si uno quiere "quedarse con todas las bolitas" y no tiene el fútbol, aunque tenga todas las demás, nunca será realmente EHQTTLB, título epónimo, sin precedentes y que, aunque uno haya llegado a ser el único Presidente que hace uso de la palabra en la Parada Militar, por impresionante que este logro sea; aunque la Armada completa y varios buques de guerra de otras potencias hayan desfilado frente a uno, cuadrado militarmente en la "Esmeralda", en la rada de Valparaíso, eclipsando por completo al desfile naval de hace unos años ante Ricardo I; aunque uno haya sido la Estrella del Bicentenario y llevado tras de sí, como pajecitos de la Corte, a todos los ex Presidentes vivos; aunque uno, en fin, haya sido protagonista de todo, pero absolutamente de todo lo demás, si no logra la condición de Supremo Conductor del fútbol profesional, jamás llegará a ser realmente EHQTTLB. (Algo así como "Si yo no tengo amor, yo nada soy Señor", aunque tenga todo lo demás, según dicen que dijo San Francisco).
Sobre todo que los intentos por apoderarse del fútbol le resultaron muy mal hasta ahora y le rentaron negativamente, en materia de popularidad. Porque un extranjero, Marcelo Bielsa, hizo lo que ningún chileno se atreve a hacer: exteriorizar su molestia cuando "le están haciendo la cama" a su jefe. Pues Bielsa se enteró de que el Presidente, dueño y controlador de Colo Colo asociado con su actual Director de Deportes, quería poner a una persona de su confianza a la cabeza de la ANFP y había comenzado a moverse. Esa fue la única y exclusiva razón de Bielsa para comportarse como lo hizo, cosa que redituó en publicidad negativa para el aspirante a ser EHQTTLB.
La gente que sabe se dio cuenta. Un tipo fundamentalmente decente, como el senador Hernán Larraín, puso en evidencia el conflicto de intereses que había en que el Presidente y el Director de Deportes controlaran Colo Colo (ver mi blog del 05.07). Un periodista prestigiado e independiente, como Felipe Bianchi, escribió: "Ruiz Tagle y Piñera, quizás por querer no perder pan ni pedazo, o por defender lo que consideran legítimo, cometen un grave error: quedarse en Colo Colo. Lo que resulta impresentable, ya que hoy comen en el comedor y en la cocina" (citado en mi blog del 11.07).
La Contraloría emitió un dictamen que obligó al Director de Deportes a vender sus acciones de Colo Colo, pero como en este país tienen lugar algunas notables coincidencias, el comprador de esas acciones, que le permitían a Ruiz Tagle el control de la sociedad en conjunto con el Presidente, fue el consuegro de éste.
Y, sobre todo, no se detuvo la operación para desbancar al Presidente de la ANFP, Mayne-Nicholls. Los que leemos con atención los diarios fuimos viendo uno a uno a los peones enviados a cumplir una labor de zapa en su contra. Hasta apareció renunciándole a Mayne-Nicholls su vicepresidente, que es a la vez cuñado del Ministro del Interior. Y después se levantó la candidatura alternativa, de Antonio Bloise, que apareció en "El Mercurio" con los votos necesarios para desplazar a Mayne-Nicholls, pese a haber éste tenido ya comprometidos los suficientes para ser reelegido. Claro, en Chile se ven mucho estas "vueltas de chaqueta". He recordado la más espectacular de tiempos recientes, en la comisión de la Cámara presidida por el DC Jorge Burgos, que investigaba la llamada de "alguien" a Banchile ordenando comprar acciones de LAN, comisión con cinco diputados de la Concertación y tres de la Alianza, en la cual, sin embargo, ¡se rechazó precisamente por cinco a tres! pedir la grabación de esa llamada, que el diputado Burgos sospechaba fuertemente quién podía haberla hecho y la confirmación de cuya sospecha habría sido un golpe político mayor. Bueno, las mayorías son inestables en el país, porque siempre hay alguien a quien, con buenas (y, sobre todo, suficientes) razones, se le puede convencer de darse "vuelta la chaqueta".
Pero, en un sorprendente episodio de permanencia de las lealtades, ocurrido en los últimos días, parece que varios de los que "se habían dado vuelta la chaqueta", pasándose al bando contrario a Mayne-Nicholls, han vuelto a "ponérsela al derecho" y restituido la mayoría a éste, de modo que Bloise ha aparecido declarando que no está seguro de postular para desbancarlo. Sobre todo porque ha tomado nota de que, si la maniobra prospera, Bielsa se va. Y eso ya serían palabras mayores, porque EHQQTLB (El Hombre Que Quiere (pero no tiene todavía) Todas las Bolitas), podría controlar la ANFP, pero sufrir un descalabro de popularidad mayor con la partida de Bielsa, a quien no le faltan ofertas, incluso de su propio país. La bolita que le falta podría resultarle a EHQQTLB demasiado cara, y él nunca ha comprado cosas demasiado caras.
Todo se resolverá en una elección el 2 de noviembre. Los que leemos bien los diarios estaremos entretenidos en estas tres semanas, viendo que más hace EHQQTLB para llegar a ser EHQTTLB.
Sobre todo que los intentos por apoderarse del fútbol le resultaron muy mal hasta ahora y le rentaron negativamente, en materia de popularidad. Porque un extranjero, Marcelo Bielsa, hizo lo que ningún chileno se atreve a hacer: exteriorizar su molestia cuando "le están haciendo la cama" a su jefe. Pues Bielsa se enteró de que el Presidente, dueño y controlador de Colo Colo asociado con su actual Director de Deportes, quería poner a una persona de su confianza a la cabeza de la ANFP y había comenzado a moverse. Esa fue la única y exclusiva razón de Bielsa para comportarse como lo hizo, cosa que redituó en publicidad negativa para el aspirante a ser EHQTTLB.
La gente que sabe se dio cuenta. Un tipo fundamentalmente decente, como el senador Hernán Larraín, puso en evidencia el conflicto de intereses que había en que el Presidente y el Director de Deportes controlaran Colo Colo (ver mi blog del 05.07). Un periodista prestigiado e independiente, como Felipe Bianchi, escribió: "Ruiz Tagle y Piñera, quizás por querer no perder pan ni pedazo, o por defender lo que consideran legítimo, cometen un grave error: quedarse en Colo Colo. Lo que resulta impresentable, ya que hoy comen en el comedor y en la cocina" (citado en mi blog del 11.07).
La Contraloría emitió un dictamen que obligó al Director de Deportes a vender sus acciones de Colo Colo, pero como en este país tienen lugar algunas notables coincidencias, el comprador de esas acciones, que le permitían a Ruiz Tagle el control de la sociedad en conjunto con el Presidente, fue el consuegro de éste.
Y, sobre todo, no se detuvo la operación para desbancar al Presidente de la ANFP, Mayne-Nicholls. Los que leemos con atención los diarios fuimos viendo uno a uno a los peones enviados a cumplir una labor de zapa en su contra. Hasta apareció renunciándole a Mayne-Nicholls su vicepresidente, que es a la vez cuñado del Ministro del Interior. Y después se levantó la candidatura alternativa, de Antonio Bloise, que apareció en "El Mercurio" con los votos necesarios para desplazar a Mayne-Nicholls, pese a haber éste tenido ya comprometidos los suficientes para ser reelegido. Claro, en Chile se ven mucho estas "vueltas de chaqueta". He recordado la más espectacular de tiempos recientes, en la comisión de la Cámara presidida por el DC Jorge Burgos, que investigaba la llamada de "alguien" a Banchile ordenando comprar acciones de LAN, comisión con cinco diputados de la Concertación y tres de la Alianza, en la cual, sin embargo, ¡se rechazó precisamente por cinco a tres! pedir la grabación de esa llamada, que el diputado Burgos sospechaba fuertemente quién podía haberla hecho y la confirmación de cuya sospecha habría sido un golpe político mayor. Bueno, las mayorías son inestables en el país, porque siempre hay alguien a quien, con buenas (y, sobre todo, suficientes) razones, se le puede convencer de darse "vuelta la chaqueta".
Pero, en un sorprendente episodio de permanencia de las lealtades, ocurrido en los últimos días, parece que varios de los que "se habían dado vuelta la chaqueta", pasándose al bando contrario a Mayne-Nicholls, han vuelto a "ponérsela al derecho" y restituido la mayoría a éste, de modo que Bloise ha aparecido declarando que no está seguro de postular para desbancarlo. Sobre todo porque ha tomado nota de que, si la maniobra prospera, Bielsa se va. Y eso ya serían palabras mayores, porque EHQQTLB (El Hombre Que Quiere (pero no tiene todavía) Todas las Bolitas), podría controlar la ANFP, pero sufrir un descalabro de popularidad mayor con la partida de Bielsa, a quien no le faltan ofertas, incluso de su propio país. La bolita que le falta podría resultarle a EHQQTLB demasiado cara, y él nunca ha comprado cosas demasiado caras.
Todo se resolverá en una elección el 2 de noviembre. Los que leemos bien los diarios estaremos entretenidos en estas tres semanas, viendo que más hace EHQQTLB para llegar a ser EHQTTLB.
viernes, 8 de octubre de 2010
Que no te Roben el Lenguaje
Nuestros adversarios se caracterizan por la falta de respeto. Son violentos y no respetan a las personas. Su lenguaje es agresivo y generalmente injurioso. Tampoco respetan las leyes. Ni respetan la verdad. Y una forma favorita que tienen de no respetar la verdad es cambiar, mediante el lenguaje, la realidad de las cosas.
Como no tienen razón, pues la evolución del mundo ha ido sistemáticamente en el sentido inverso al que ellos proponían (¿quién recuerda hoy al comunismo y a la Unión Soviética?) y han sido derrotados en toda la línea, se han apropiado de lo único que les queda, el lenguaje. Como ya no pueden privarte de tus derechos y tus propiedades impunemente, ahora te privan de aquello de lo cual pueden despojarte. Y una de las cosas de las cuales no han cesado de despojarnos es del lenguaje.
Ellos hablan de "dictadura", al referirse al Gobierno Militar que salvó a Chile de ellos mismos, pese a que el título democrático de ese gobierno nacía de una mayoría indubitable de representantes del pueblo, que llamaron a los militares a intervenir para salvarnos, el 22 de agosto de 1973, en el seno de la representación democrática, la Cámara de Diputados. Después, en 1980, la mayoría popular aprobó la Constitución y corroboró el nombre de quien ejercería el Poder Ejecutivo hasta 1989 o 1990, según el caso. Otro título democrático. ¿Por qué han caído algunos en allanarse a la expropiación del lenguaje por parte del extremismo y aceptar que se hable de "dictadura"? Por debilidad.
Hoy los mismos que se han robado el lenguaje nos hablan de "conflicto mapuche", y muchos de los nuestros caen y hablan de "conflicto mapuche", siendo que no lo hay. En Chile conviven numerosas razas y todos somos, cual màs cual menos, descendientes de muchas de ellas; y casi todos, de la mapuche. Lo que hay en el sur no es un problema étnico, es terrorismo, y punto. Es gente que se vale de la violencia para obtener beneficios económicos. Si los recursos fueran infinitos, les podríamos dar a todos los terroristas los beneficios que pretenden y se acabaría el "conflicto mapuche", sin que una sola gota de la sangre que les corre por las venas se hubiera trasvasijado, porque nunca ha existido un conflicto étnico.
Además, Chile es unitario y los chilenos somos la única raza, con toda nuestra mescolanza de sangres, que habita aquí. Si a un grupo de sangre determinada se le ocurre que los demás le regalen algo a cambio de nada ¿surge por eso un "conflicto étnico"? Por supuesto que no.
Nos han robado el lenguaje. Allá en el sur hay actividad terrorista, lo cual representa un delito que se debe llamar por su nombre y castigar con la ley dictada frente al terrorismo, la Ley Antiterrorista. Pero como nos han robado el lenguaje, estamos viendo a un "Gobierno de Rodillas", al cual basta amenazarlo un poco para extraerle cualquier cosa, renunciar a aplicar la ley a los terroristas. Resultado: habrá mas terrorismo. Y como no hay ni ha habido "conflicto mapuche" (al contrario, durante la que llaman "dictadura" las regiones donde ganó el "sí", las que màs apoyaban a ese gobierno, que sí hacía respetar las leyes, eran las personas de la etnia mapuche, tanto que todos los lonkos designaron al general Pinochet como "Ullmen F'ta Lonko", "Lonko de Lonkos", en agradecimiento por haberles dado títulos de tierras) lo único que se conseguirá será alentar la obtención de beneficios económicos mediante la violencia.
Por eso tampoco hay "conflicto pascuense". Es otro robo de lenguaje. Lo que hay es, simplemente, otra toma de razón de personas que viven en Pascua y se han dado cuenta de que si cualquiera ejercita las vías de hecho, puede obtener un beneficio económico. Entonces la familia Hitu (o Hotu) quiere quedarse con una propiedad que vale màs de treinta millones de dólares. ¿Es eso un "conflicto pascuense"? No, por supuesto. Es racionalidad humana pura de mercado: si con una acción de hecho delictiva, que se sabe impune, te puedes ganar 30 millones de dálares, ejecútala, no seas tonto.
Si el "Gobierno de Rodillas", tan elogiado por muchos de la Concertación que dicen que hace cosas que ellos no se atrevieron a hacer (y no las hicieron porque tenían intervalos lúcidos; precisamente esta mañana oí por radio a Enríquez-Ominami reconocer que éste es el "V Gobierno de la Concertación") está creando un nuevo paradigma (aunque viejo, pues la UP lo practicó), reeditando un sistema de incentivos en el país, en que basta tomarse algo para que te lo den, por lo menos llamémoslo por su nombre.
Chileno, que te roben todo, menos el lenguaje. Y si eres de derecha y, por tanto, has caído en la catalepsia política tras votar por un gobierno que no es el tuyo, por lo menos hazlo hablando el lenguaje de la realidad y la verdad, y no el que te imponen los que consiguen todo por la fuerza y están logrando también hacerte hablar en su idioma impuesto y falsificado.
Como no tienen razón, pues la evolución del mundo ha ido sistemáticamente en el sentido inverso al que ellos proponían (¿quién recuerda hoy al comunismo y a la Unión Soviética?) y han sido derrotados en toda la línea, se han apropiado de lo único que les queda, el lenguaje. Como ya no pueden privarte de tus derechos y tus propiedades impunemente, ahora te privan de aquello de lo cual pueden despojarte. Y una de las cosas de las cuales no han cesado de despojarnos es del lenguaje.
Ellos hablan de "dictadura", al referirse al Gobierno Militar que salvó a Chile de ellos mismos, pese a que el título democrático de ese gobierno nacía de una mayoría indubitable de representantes del pueblo, que llamaron a los militares a intervenir para salvarnos, el 22 de agosto de 1973, en el seno de la representación democrática, la Cámara de Diputados. Después, en 1980, la mayoría popular aprobó la Constitución y corroboró el nombre de quien ejercería el Poder Ejecutivo hasta 1989 o 1990, según el caso. Otro título democrático. ¿Por qué han caído algunos en allanarse a la expropiación del lenguaje por parte del extremismo y aceptar que se hable de "dictadura"? Por debilidad.
Hoy los mismos que se han robado el lenguaje nos hablan de "conflicto mapuche", y muchos de los nuestros caen y hablan de "conflicto mapuche", siendo que no lo hay. En Chile conviven numerosas razas y todos somos, cual màs cual menos, descendientes de muchas de ellas; y casi todos, de la mapuche. Lo que hay en el sur no es un problema étnico, es terrorismo, y punto. Es gente que se vale de la violencia para obtener beneficios económicos. Si los recursos fueran infinitos, les podríamos dar a todos los terroristas los beneficios que pretenden y se acabaría el "conflicto mapuche", sin que una sola gota de la sangre que les corre por las venas se hubiera trasvasijado, porque nunca ha existido un conflicto étnico.
Además, Chile es unitario y los chilenos somos la única raza, con toda nuestra mescolanza de sangres, que habita aquí. Si a un grupo de sangre determinada se le ocurre que los demás le regalen algo a cambio de nada ¿surge por eso un "conflicto étnico"? Por supuesto que no.
Nos han robado el lenguaje. Allá en el sur hay actividad terrorista, lo cual representa un delito que se debe llamar por su nombre y castigar con la ley dictada frente al terrorismo, la Ley Antiterrorista. Pero como nos han robado el lenguaje, estamos viendo a un "Gobierno de Rodillas", al cual basta amenazarlo un poco para extraerle cualquier cosa, renunciar a aplicar la ley a los terroristas. Resultado: habrá mas terrorismo. Y como no hay ni ha habido "conflicto mapuche" (al contrario, durante la que llaman "dictadura" las regiones donde ganó el "sí", las que màs apoyaban a ese gobierno, que sí hacía respetar las leyes, eran las personas de la etnia mapuche, tanto que todos los lonkos designaron al general Pinochet como "Ullmen F'ta Lonko", "Lonko de Lonkos", en agradecimiento por haberles dado títulos de tierras) lo único que se conseguirá será alentar la obtención de beneficios económicos mediante la violencia.
Por eso tampoco hay "conflicto pascuense". Es otro robo de lenguaje. Lo que hay es, simplemente, otra toma de razón de personas que viven en Pascua y se han dado cuenta de que si cualquiera ejercita las vías de hecho, puede obtener un beneficio económico. Entonces la familia Hitu (o Hotu) quiere quedarse con una propiedad que vale màs de treinta millones de dólares. ¿Es eso un "conflicto pascuense"? No, por supuesto. Es racionalidad humana pura de mercado: si con una acción de hecho delictiva, que se sabe impune, te puedes ganar 30 millones de dálares, ejecútala, no seas tonto.
Si el "Gobierno de Rodillas", tan elogiado por muchos de la Concertación que dicen que hace cosas que ellos no se atrevieron a hacer (y no las hicieron porque tenían intervalos lúcidos; precisamente esta mañana oí por radio a Enríquez-Ominami reconocer que éste es el "V Gobierno de la Concertación") está creando un nuevo paradigma (aunque viejo, pues la UP lo practicó), reeditando un sistema de incentivos en el país, en que basta tomarse algo para que te lo den, por lo menos llamémoslo por su nombre.
Chileno, que te roben todo, menos el lenguaje. Y si eres de derecha y, por tanto, has caído en la catalepsia política tras votar por un gobierno que no es el tuyo, por lo menos hazlo hablando el lenguaje de la realidad y la verdad, y no el que te imponen los que consiguen todo por la fuerza y están logrando también hacerte hablar en su idioma impuesto y falsificado.
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