Leí sin extrañeza que la sala penal de la Corte Suprema había aumentado la condena a tres marinos, un carabinero y un detective, de 541 días de presidio remitido (se cumplen el libertad) a cinco años y un día de presidio efectivo, por el "secuestro" (sic) de un mirista de apellido Cárcamo, en 1974. Lo leí el mismo día en que se daba la noticia de que los países más civilizados del mundo (los de la OTAN) había dado muerte a terroristas como Cárcamo, en Afganistán. Pero a esos ingleses, alemanes y norteamericanos no los condenan, sino que los condecoran.
"¡Cómo ha podido la Corte Suprema caer tan bajo!", me dije una vez más. En realidad, es su Sala Penal, constituida ahora exclusivamente por jueces de izquierda, desde que asumió como presidente del tribunal el único tipo serio que quedaba en ella, Rubén Ballesteros. Por eso no me sorprendió la barbaridad jurídica, porque ahí estaban los apellidos conocidos: Juica, Kunsemüller, ¡Haroldo Brito!, por supuesto, y otro igualmente izquierdista cuyo apellido merecidamente olvido en este momento, todos diciendo que Cárcamo había sido "secuestrado" por los oficiales y el detective, en 1974. Por supuesto, que esos jueces hagan y digan esa barbaridad no tiene nada de particular. Pero sí lo tiene lo que a continuación leí: que había concurrido, para darle carácter unánime al fallo, el abogado integrante Luis Bates.
No lo podía creer. Lucho Bates, al revés de todos los demás integrantes de la Sala Penal, un hombre de derecho, no un izquierdista en comisión de servicio de la vindicta marxista, de esos fanáticos amargados por no haber podido en 1973 consumar el golpe totalitario. Lucho, un hombre ecuánime y estudioso, sin otro defecto que ser un poco demo, pero al cual todos le profesábamos gran aprecio. Yo se lo tenía tanto que lo dejaba ganar siempre que jugábamos tenis, en la universidad y después.
Y ahora este, que yo creía integérrimo hombre de derecho, aparece haciendo causa común con los jueces de izquierda de siempre, caracterizados por desconocer el derecho, incumplir los códigos, prevaricar a sangre fría, hablando de "secuestro agravado", cuando ése es un delito que sólo pueden cometer, según el código, los particulares, y en ese caso los uniformados y el detective no lo eran, pues actuaban como agentes del Estado. Lucho cayendo en un ardid tan bajo como el del "secuestro permanente", en vistoso "fraude a la ley" de prescripción. Lucho haciendo como que no están escritas (o como que él no las conoce; o, peor, que, conociéndolas, se las puede atropellar impunemente en nombre de la "corrección política") las perentorias leyes sobre amnistía y prescripción. Lucho, el serio y honesto, firmando al pie, junto con "los conocidos de siempre", la sentencia que habla de "delito de lesa humanidad", referido a la muerte de un terrorista en 1974, que fue en sí un acto de servicio a la seguridad y la vida de la humanidad y, sobre todo, olvidando que los delitos de lesa humanidad ¡sólo fueron tipificados en nuestro ordenamiento veinticinco años después de la detención del mirista Cárcamo! Lucho: "nullum crimen, nulla poena sine lege previae". La esencia del derecho penal que aprendimos juntos. ¿Ya se te olvidó?
Ha sido un golpe demasiado fuerte para mí. Lo podría haber esperado de otros ex compañeros de curso, hoy abogados con medio siglo de ejercicio, menos íntegros que él. Podría haberlo, no diré esperado, pero sí comprendido en otros más, vacilantes y de menor rectitud, pero nunca de Lucho Bates. Ver su firma en esa "sentencia", epítome de la antijuridicidad, de la politización de la justicia y de la pérdida de los valores morales en el foro, me ha dejado estupefacto y desmoralizado.
¡Lucho, tienes que salirte de ahí!
jueves, 31 de mayo de 2012
lunes, 28 de mayo de 2012
POR QUÉ AYLWIN DEBE SER CASTIGADO
Un periodista del diario español "El País", sin duda obrando maliciosamente, ha sorprendido a don Patricio Aylwin diciendo varias verdades y ha tenido la temeraria desconsideración de publicarlas.
A raíz de ello se ha conocido que don Patricio ha dicho a "El País": 1) que el de Allende fue un mal gobierno, 2) que cayó merced a sus propios errores, 3) que Allende era un mal político, 4) que el general Pinochet no amenazó la estabilidad de su gobierno (el de Aylwin) y 5) que ese militar fue un gobernante popular.
Todas verdades, pero todas igualmente inaceptables en "el país de los cerebros lavados". Éste se ha tornado muy peculiar, tanto que Allende, el peor Presidente de la historia de Chile por todos los conceptos y desde cualquier ángulo objetivo que se examine su gestión, fue hace no mucho elegido popularmente, en una encuesta por internet, como "el más grande chileno de nuestra historia".
Ni siquiera se ha perdonado a don Patricio haber dicho tales verdades habiéndolas matizado, como lo hizo, con algunas mentirijillas, como la de que ni él ni su partido tuvieron nada qué ver con el pronunciamiento militar. Esto no es verdad, por supuesto, pues él estaba perfectamente enterado de las reuniones de generales (en su mayoría pro-DC), que preparaban el golpe de Estado, como lo revela el libro "De Conspiraciones y Justicia", de Sergio Arellano Iturriaga, que en 1973 era un joven democratacristiano que sirvió de enlace entre uno de los generales conspiradores, su padre, y el Presidente de la DC y senador Patricio Aylwin. Éste, cuando finalmente fracasaron sus conversaciones con el Presidente Allende, llamó al joven Arellano para comunicarle tal ruptura, lo cual implicaba darle luz verde al pronunciamiento militar. ¿Por qué otra razón el Presidente de la DC podía llamar a un joven militante que no tenía connotación ni representación oficial alguna, para informarle de que no había solución política con Allende?
Además, don Patricio había sido uno de los revisores-redactores del Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de 1973 que llamó explícitamente a los uniformados "a poner término a las situaciones de hecho existentes", que el mismo Acuerdo había enumerado.
Esas dos actuaciones suyas "gatillaron" el 11 de septiembre de 1973, tal vez más que cualquiera otra circunstancia decisiva de esos tiempos. Pero don Patricio las ha dado ahora por inexistentes, en sus declaraciones a "El País". Sin embargo, ni siquiera ese gesto suyo de adhesión al estado general de falsificación de la verdad histórica en que vive Chile ha sido suficiente para hacerse perdonar el pecado de haber dicho las verdades arriba señaladas.
El país lo está sometiendo, entonces, al más duro y ejemplarizador de los escarmientos, para que nadie más, y ni siquiera él mismo otra vez, pueda resultar sorprendido diciendo la verdad. Cosas como ésa la sociedad chilena actual simplemente no las puede tolerar.
A raíz de ello se ha conocido que don Patricio ha dicho a "El País": 1) que el de Allende fue un mal gobierno, 2) que cayó merced a sus propios errores, 3) que Allende era un mal político, 4) que el general Pinochet no amenazó la estabilidad de su gobierno (el de Aylwin) y 5) que ese militar fue un gobernante popular.
Todas verdades, pero todas igualmente inaceptables en "el país de los cerebros lavados". Éste se ha tornado muy peculiar, tanto que Allende, el peor Presidente de la historia de Chile por todos los conceptos y desde cualquier ángulo objetivo que se examine su gestión, fue hace no mucho elegido popularmente, en una encuesta por internet, como "el más grande chileno de nuestra historia".
Ni siquiera se ha perdonado a don Patricio haber dicho tales verdades habiéndolas matizado, como lo hizo, con algunas mentirijillas, como la de que ni él ni su partido tuvieron nada qué ver con el pronunciamiento militar. Esto no es verdad, por supuesto, pues él estaba perfectamente enterado de las reuniones de generales (en su mayoría pro-DC), que preparaban el golpe de Estado, como lo revela el libro "De Conspiraciones y Justicia", de Sergio Arellano Iturriaga, que en 1973 era un joven democratacristiano que sirvió de enlace entre uno de los generales conspiradores, su padre, y el Presidente de la DC y senador Patricio Aylwin. Éste, cuando finalmente fracasaron sus conversaciones con el Presidente Allende, llamó al joven Arellano para comunicarle tal ruptura, lo cual implicaba darle luz verde al pronunciamiento militar. ¿Por qué otra razón el Presidente de la DC podía llamar a un joven militante que no tenía connotación ni representación oficial alguna, para informarle de que no había solución política con Allende?
Además, don Patricio había sido uno de los revisores-redactores del Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de 1973 que llamó explícitamente a los uniformados "a poner término a las situaciones de hecho existentes", que el mismo Acuerdo había enumerado.
Esas dos actuaciones suyas "gatillaron" el 11 de septiembre de 1973, tal vez más que cualquiera otra circunstancia decisiva de esos tiempos. Pero don Patricio las ha dado ahora por inexistentes, en sus declaraciones a "El País". Sin embargo, ni siquiera ese gesto suyo de adhesión al estado general de falsificación de la verdad histórica en que vive Chile ha sido suficiente para hacerse perdonar el pecado de haber dicho las verdades arriba señaladas.
El país lo está sometiendo, entonces, al más duro y ejemplarizador de los escarmientos, para que nadie más, y ni siquiera él mismo otra vez, pueda resultar sorprendido diciendo la verdad. Cosas como ésa la sociedad chilena actual simplemente no las puede tolerar.
sábado, 26 de mayo de 2012
RADIOGRAFÍA DE LAS ENCUESTAS
Los exámenes más detallados que han hecho "El Mercurio" y "La Tercera" de los resultados de la encuesta CEP contienen algunas revelaciones interesantes.
La primera es que, descomponiendo por regiones el resultado global de un 24 % de aprobación y un 59 % de desaprobación a Sebastián Piñera, se advierte que en las únicas regiones en que ganó la Concertación en la elección presidencial y Eduardo Frei venció a Piñera, Antofagasta y Atacama, la aprobación al Presidente es ahora mayor que la desaprobación. Lo cual confirma lo que tantas veces he dicho: éste es un V Gobierno de la Concertación. Y justamente en las regiones donde el triunfo de Piñera fue más amplio, el apoyo actual en la encuesta para él es más bajo: Magallanes, sólo 21 %, la Araucanía 19 % y Aysén 0 %. Este último guarismo no se debe a que allí no haya nadie que apoye al Presidente, sino a que la población de Aysén es pequeña, de modo que la muestra de personas encuestadas es un número muy bajo y se dio que ninguna lo apoyara. Pero la conclusión es la misma: donde triunfó la Concertación la mayoría está contenta con el Gobierno; donde triunfó la Alianza, la mayoría está descontenta con él. ¿Razón? Porque no interpreta las ideas de la Alianza, sino las de la Concertación.
El análisis que hace "La Tercera" de los detalles de la misma encuesta CEP arroja también resultados decidores. Por ejemplo, hay una pregunta en que todos los grupos socio-económicos, salvo uno, contestan de la misma manera: "¿Sebastián Piñera le da confianza o no le da confianza?" En el total, al 68 % no le da confianza y al 26 % sí. Pero entre los más ricos (ABC1) es al revés, pues el 65 % dice que le da confianza y el 33 % que no. En los demás grupos (de menor ingreso), que son C2, C3, D y E, la mayoría dice que no le da confianza, en particular en el D, donde el porcentaje adverso llega al 71 %. ¿Qué pensar? Yo pienso que los ricos no dicen la verdad al contestar esa pregunta, porque después la encuesta "los pilla" con otra: "¿Quién le gustaría a usted que fuera el próximo Presidente de Chile?" Es una pregunta abierta y sobre gustos, no sobre posibilidades reales. En todos los grupos a Sebastián Piñera le va mal en esta pregunta, pues obtiene como máximo 2 %, pero en dos grupos le va muy mal: entre los más ricos (ABC1) y los más pobres (E), en que obtiene 0 %. Es decir, no hay una sola persona rica (estadísticamente) a la que le gustaría que Sebastián Piñera volviera a ser Presidente. ¿Y cómo la mayoría de ellas dice, entonces, que le da confianza?. Yo creo que porque esto último no es verdad y responden así para apoyar a un gobierno que consideran suyo, aunque no gobierne con sus ideas.
Otras sorpresas las trae una encuesta de "La Tercera" publicada hoy. Primera, que Michelle Bachelet no ha resultado perjudicada por la investigación sobre el 27/F, porque en mayo ha mejorado su porcentaje respecto a abril ante la pregunta de que, si la elección presidencial fuera el próximo domingo, por quién votaría. En efecto, sube de 41 a 42 %. Laurence Golborne no varía y se mantiene en segundo lugar, con 17 %; en tercer lugar, Enríquez-Ominami, que sube de 7 a 10 %; y en el cuarto viene la segunda sorpresa de esta encuesta, pues aparecen Franco Parisi, candidato independiente y sin ningún apoyo institucional, empatado con Andrés Allamand, candidato de RN, ambos con 6 %, pero el primero subiendo desde 5 % en abril y el segundo bajando desde 9 %.
Las encuestas son sólo fotos, pero es sabido que una foto vale más que mil palabras.
La primera es que, descomponiendo por regiones el resultado global de un 24 % de aprobación y un 59 % de desaprobación a Sebastián Piñera, se advierte que en las únicas regiones en que ganó la Concertación en la elección presidencial y Eduardo Frei venció a Piñera, Antofagasta y Atacama, la aprobación al Presidente es ahora mayor que la desaprobación. Lo cual confirma lo que tantas veces he dicho: éste es un V Gobierno de la Concertación. Y justamente en las regiones donde el triunfo de Piñera fue más amplio, el apoyo actual en la encuesta para él es más bajo: Magallanes, sólo 21 %, la Araucanía 19 % y Aysén 0 %. Este último guarismo no se debe a que allí no haya nadie que apoye al Presidente, sino a que la población de Aysén es pequeña, de modo que la muestra de personas encuestadas es un número muy bajo y se dio que ninguna lo apoyara. Pero la conclusión es la misma: donde triunfó la Concertación la mayoría está contenta con el Gobierno; donde triunfó la Alianza, la mayoría está descontenta con él. ¿Razón? Porque no interpreta las ideas de la Alianza, sino las de la Concertación.
El análisis que hace "La Tercera" de los detalles de la misma encuesta CEP arroja también resultados decidores. Por ejemplo, hay una pregunta en que todos los grupos socio-económicos, salvo uno, contestan de la misma manera: "¿Sebastián Piñera le da confianza o no le da confianza?" En el total, al 68 % no le da confianza y al 26 % sí. Pero entre los más ricos (ABC1) es al revés, pues el 65 % dice que le da confianza y el 33 % que no. En los demás grupos (de menor ingreso), que son C2, C3, D y E, la mayoría dice que no le da confianza, en particular en el D, donde el porcentaje adverso llega al 71 %. ¿Qué pensar? Yo pienso que los ricos no dicen la verdad al contestar esa pregunta, porque después la encuesta "los pilla" con otra: "¿Quién le gustaría a usted que fuera el próximo Presidente de Chile?" Es una pregunta abierta y sobre gustos, no sobre posibilidades reales. En todos los grupos a Sebastián Piñera le va mal en esta pregunta, pues obtiene como máximo 2 %, pero en dos grupos le va muy mal: entre los más ricos (ABC1) y los más pobres (E), en que obtiene 0 %. Es decir, no hay una sola persona rica (estadísticamente) a la que le gustaría que Sebastián Piñera volviera a ser Presidente. ¿Y cómo la mayoría de ellas dice, entonces, que le da confianza?. Yo creo que porque esto último no es verdad y responden así para apoyar a un gobierno que consideran suyo, aunque no gobierne con sus ideas.
Otras sorpresas las trae una encuesta de "La Tercera" publicada hoy. Primera, que Michelle Bachelet no ha resultado perjudicada por la investigación sobre el 27/F, porque en mayo ha mejorado su porcentaje respecto a abril ante la pregunta de que, si la elección presidencial fuera el próximo domingo, por quién votaría. En efecto, sube de 41 a 42 %. Laurence Golborne no varía y se mantiene en segundo lugar, con 17 %; en tercer lugar, Enríquez-Ominami, que sube de 7 a 10 %; y en el cuarto viene la segunda sorpresa de esta encuesta, pues aparecen Franco Parisi, candidato independiente y sin ningún apoyo institucional, empatado con Andrés Allamand, candidato de RN, ambos con 6 %, pero el primero subiendo desde 5 % en abril y el segundo bajando desde 9 %.
Las encuestas son sólo fotos, pero es sabido que una foto vale más que mil palabras.
jueves, 24 de mayo de 2012
EL ESCRITORIO DEL PRESIDENTE
Esta mañana leí la crónica de "La Tercera" sobre las críticas del Presidente a su antecesora por no haber ordenado evacuar los lugares costeros el 27/F. En realidad, era de sentido común la orden de evacuar. Yo, que estaba en la costa y no soy muy avisado --y menos lo era esa madrugada, en que no había comunicación alguna que pudiera avisarme-- evacué nuestra casa costera hacia los cerros apenas dejé de tiritar. Pero más tarde, esa noche del 27/F, vi en la TV que el Presidente electo Piñera también estaba durante la madrugada en la ONEMI, tras el terremoto. ¿Por qué no le sugirió a Michelle "ordene evacuar la costa Presidenta, porque puede venir un tusunami". Bueno, no lo hizo, si bien ahora parece evidente, a juzgar por sus palabras, que se le tiene que haber ocurrido. Pero, en fin, a ella no y por eso ahora él tiene razón en la crítica.
Nosotros, los del perraje, rara vez tendremos oportunidad de examinar el escritorio del Presidente en La Moneda. Bueno, hoy "La Tercera" en su reportaje lo muestra a todo lo ancho de la página y resulta impresionante, porque está cubierto de una docena o más de montones de papeles de a lo menos dos mil páginas cada uno. ¿Para qué los mantiene ahí, si no los podrá leer aunque se dedique en exclusiva a ello durante el resto de su mandato? Son tantos que no cupieron y ha debido poner otro montón frente al TV plasma que tiene a mano izquierda de su sillón, montón que puede hacer perderse al Presidente detalles importantes de algunas jugadas cruciales.
El Mandatario aparece en la imagen con la camisa arremangada (como lo prometió en la campaña) y hablando por teléfono, pero mirando otra pantalla y, aparentemente, operándola con la mano que le deja libre el teléfono. Este, me han dicho sus próximos, es un defecto suyo: cuando habla con alguien siempre está preocupado de otra cosa.
A sus espaldas hay un retrato de Bernardo O'Higgins, gobernante autoritario, pero que, mal que mal, fue el primer Libertador de la Patria. Por supuesto, todos sabemos quién fue el segundo, pero en la foto no aparece ningún retrato suyo. Sí aparece, a mano izquierda y sobre el plasma, el de Diego Portales. Pero ¿qué hace don Diego ahí? Fue otro gobernante autoritario y que aplicó mano dura. Nadie habría podido imaginar a Portales haciendo concesiones para que manifestantes violentos desocuparan calles, caminos o escuelas. Además de autoritario, fue conservador y estaba lejos del centrismo (a los de este sector los llamaban despectivamente en ese tiempo "pipiolos", es decir, niños traviesos). En fin, Portales era cultor del gobierno impersonal, algo completamente opuesto al personalismo que caracteriza a la actual administración. De modo que si Portales pudiera pedir algo en nuestros días sería que sacaran su retrato de ahí.
En el único rincón del escritorio que dejan libres los montones de papeles hay otra pantalla, cosa comprensible; una bandera chilena, lo cual está muy bien y yo recomendé hace años en alguna columna; y una pequeña cruz, lo que está aún mejor. Y también hay una figura de bronce de un estadista saludando a la multitud, inconfundible: Eduardo Frei Montalva. No podía dejar de estar ahí, inspirando todas las vacilaciones, los "si bien es cierto que no es menos cierto que" y el empeño actual desplegado para, tal como él, entregar el mando a la izquierda después de haber avanzado en su programa y forjando un aparato estatal sustantivamente más grande del que se recibió.
Nosotros, los del perraje, rara vez tendremos oportunidad de examinar el escritorio del Presidente en La Moneda. Bueno, hoy "La Tercera" en su reportaje lo muestra a todo lo ancho de la página y resulta impresionante, porque está cubierto de una docena o más de montones de papeles de a lo menos dos mil páginas cada uno. ¿Para qué los mantiene ahí, si no los podrá leer aunque se dedique en exclusiva a ello durante el resto de su mandato? Son tantos que no cupieron y ha debido poner otro montón frente al TV plasma que tiene a mano izquierda de su sillón, montón que puede hacer perderse al Presidente detalles importantes de algunas jugadas cruciales.
El Mandatario aparece en la imagen con la camisa arremangada (como lo prometió en la campaña) y hablando por teléfono, pero mirando otra pantalla y, aparentemente, operándola con la mano que le deja libre el teléfono. Este, me han dicho sus próximos, es un defecto suyo: cuando habla con alguien siempre está preocupado de otra cosa.
A sus espaldas hay un retrato de Bernardo O'Higgins, gobernante autoritario, pero que, mal que mal, fue el primer Libertador de la Patria. Por supuesto, todos sabemos quién fue el segundo, pero en la foto no aparece ningún retrato suyo. Sí aparece, a mano izquierda y sobre el plasma, el de Diego Portales. Pero ¿qué hace don Diego ahí? Fue otro gobernante autoritario y que aplicó mano dura. Nadie habría podido imaginar a Portales haciendo concesiones para que manifestantes violentos desocuparan calles, caminos o escuelas. Además de autoritario, fue conservador y estaba lejos del centrismo (a los de este sector los llamaban despectivamente en ese tiempo "pipiolos", es decir, niños traviesos). En fin, Portales era cultor del gobierno impersonal, algo completamente opuesto al personalismo que caracteriza a la actual administración. De modo que si Portales pudiera pedir algo en nuestros días sería que sacaran su retrato de ahí.
En el único rincón del escritorio que dejan libres los montones de papeles hay otra pantalla, cosa comprensible; una bandera chilena, lo cual está muy bien y yo recomendé hace años en alguna columna; y una pequeña cruz, lo que está aún mejor. Y también hay una figura de bronce de un estadista saludando a la multitud, inconfundible: Eduardo Frei Montalva. No podía dejar de estar ahí, inspirando todas las vacilaciones, los "si bien es cierto que no es menos cierto que" y el empeño actual desplegado para, tal como él, entregar el mando a la izquierda después de haber avanzado en su programa y forjando un aparato estatal sustantivamente más grande del que se recibió.
miércoles, 23 de mayo de 2012
EL ERROR DE UN VIOLADOR EN SERIE
El caso de la violación de una profesora norteamericana del Colegio MacKay de Reñaca pone en evidencia algunos rasgos de nuestra idiosincrasia.
Pues el hecho ganó titulares y cámaras de TV, de modo que fue prontamente resuelto por los hábiles sabuesos de la PDI. Pero resultó que el mismo delincuente había violado antes a cuatro mujeres de la zona y nada le había sucedido. ¿Por qué en esos casos los sabuesos no desplegaron la misma diligencia ni el mismo olfato que en el de la profesora norteamericana? Obviamente, porque no causaron conmoción pública. Jóvenes y mujeres modestas que son violadas no suscitan la misma atención de los medios que una profesora extranjera de un colegio distinguido que corre la misma suerte.
Todos los chilenos sabemos perfectamente eso. Si no logramos darle connotación pública a los delitos de que somos víctimas, nadie se preocupa de investigarlos. Yo lo viví en carne propia cuando una vivienda nuestra en la costa fue saqueada por ladrones, muy poco tiempo antes de que corriera igual suerte la casa de Santo Domingo del senador y ex presidente Eduardo Frei. En su caso las policías se disputaron el liderazgo de la investigación y prontamente descubrieron a los ladrones y recuperaron las especies. En el mío, pese a haberle dado a la fiscalía antecedentes como el lugar donde tenían un negocio los ladrones y el modelo del vehículo que usaron, la investigación no avanzó y se archivó porque, según me explicó un inspector que tuvo la amabilidad de llamarme por teléfono, la testigo que me había dado los antecedentes se negaba a reiterarlos ante la policía y, además, los sospechosos residían en otra comuna donde los investigadores no tenían medios para hacer pesquisas. De modo que la causa fue archivada. Yo habría podido investigar por mi cuenta, pero sospecho que me habría representado un costo económico parecido al valor de lo que me habían robado.
Pero no fue ésa la actitud de un ciudadano norteamericano que, hace muchos años, escribió una detallada carta a "El Mercurio" acerca de cómo recuperó una bicicleta que le habían robado a su hijo pequeño en Américo Vespucio con Vitacura. He citado esto antes, pero viene a cuento citarlo de nuevo. Como el norteamericano se percató de que nuestros policías no hacían nada en su caso, hizo lo contrario que yo (por algo era y es norteamericano y yo soy chileno): investigó. Se fue a Américo Vespucio con Vitacura y entrevistó a los empleados de una bomba de bencina, a los dependientes de una farmacia y al dueño de un kiosko de revistas y todos le dijeron que el ladrón de bicicletas era perfectamente conocido en esa esquina y que vivía en la población La Pincoya. Se fue allá en su camioneta y les manifestó a los pobladores que estaba dispuesto a pagar un buen precio por la bicicleta de su hijo, que era de una calidad especial, y que también estaba dispuesto a pagar por la información que le dieran, de modo que se la dieron, y gracias a ella llegó al domicilio del "trabajador en captaciones de cosas ajenas", donde encontró la bicicleta, hizo una buena oferta por ella, que fue aceptada, y la subió a su camioneta para devolvérsela a su hijo, que quedó muy feliz de haberla recuperado.
Yo leí esta carta del lector norteamericano de "El Mercurio" y no la olvidé más. En ella "está todo": la incuria nacional, la diligencia extranjera y la explicación de por qué el violador en serie de Reñaca se equivocó cuando, en lugar de hacer víctimas de sus delitos a personas chilenas comunes y corrientes, eligió a una extranjera en un barrio de élite y a la entrada de un colegio distinguido.
Pues el hecho ganó titulares y cámaras de TV, de modo que fue prontamente resuelto por los hábiles sabuesos de la PDI. Pero resultó que el mismo delincuente había violado antes a cuatro mujeres de la zona y nada le había sucedido. ¿Por qué en esos casos los sabuesos no desplegaron la misma diligencia ni el mismo olfato que en el de la profesora norteamericana? Obviamente, porque no causaron conmoción pública. Jóvenes y mujeres modestas que son violadas no suscitan la misma atención de los medios que una profesora extranjera de un colegio distinguido que corre la misma suerte.
Todos los chilenos sabemos perfectamente eso. Si no logramos darle connotación pública a los delitos de que somos víctimas, nadie se preocupa de investigarlos. Yo lo viví en carne propia cuando una vivienda nuestra en la costa fue saqueada por ladrones, muy poco tiempo antes de que corriera igual suerte la casa de Santo Domingo del senador y ex presidente Eduardo Frei. En su caso las policías se disputaron el liderazgo de la investigación y prontamente descubrieron a los ladrones y recuperaron las especies. En el mío, pese a haberle dado a la fiscalía antecedentes como el lugar donde tenían un negocio los ladrones y el modelo del vehículo que usaron, la investigación no avanzó y se archivó porque, según me explicó un inspector que tuvo la amabilidad de llamarme por teléfono, la testigo que me había dado los antecedentes se negaba a reiterarlos ante la policía y, además, los sospechosos residían en otra comuna donde los investigadores no tenían medios para hacer pesquisas. De modo que la causa fue archivada. Yo habría podido investigar por mi cuenta, pero sospecho que me habría representado un costo económico parecido al valor de lo que me habían robado.
Pero no fue ésa la actitud de un ciudadano norteamericano que, hace muchos años, escribió una detallada carta a "El Mercurio" acerca de cómo recuperó una bicicleta que le habían robado a su hijo pequeño en Américo Vespucio con Vitacura. He citado esto antes, pero viene a cuento citarlo de nuevo. Como el norteamericano se percató de que nuestros policías no hacían nada en su caso, hizo lo contrario que yo (por algo era y es norteamericano y yo soy chileno): investigó. Se fue a Américo Vespucio con Vitacura y entrevistó a los empleados de una bomba de bencina, a los dependientes de una farmacia y al dueño de un kiosko de revistas y todos le dijeron que el ladrón de bicicletas era perfectamente conocido en esa esquina y que vivía en la población La Pincoya. Se fue allá en su camioneta y les manifestó a los pobladores que estaba dispuesto a pagar un buen precio por la bicicleta de su hijo, que era de una calidad especial, y que también estaba dispuesto a pagar por la información que le dieran, de modo que se la dieron, y gracias a ella llegó al domicilio del "trabajador en captaciones de cosas ajenas", donde encontró la bicicleta, hizo una buena oferta por ella, que fue aceptada, y la subió a su camioneta para devolvérsela a su hijo, que quedó muy feliz de haberla recuperado.
Yo leí esta carta del lector norteamericano de "El Mercurio" y no la olvidé más. En ella "está todo": la incuria nacional, la diligencia extranjera y la explicación de por qué el violador en serie de Reñaca se equivocó cuando, en lugar de hacer víctimas de sus delitos a personas chilenas comunes y corrientes, eligió a una extranjera en un barrio de élite y a la entrada de un colegio distinguido.
martes, 22 de mayo de 2012
¿A QUIÉN LE PIDIÓ PERDÓN?
Porque lo pidió dos veces, pero a todos, que es lo mismo que decir a nadie. Lo pidió por sus errores, dijo. Pero ¿qué errores? ¿Haber escrito "gabiota" en twitter y decir después que lo manejaba la hija? ¿Haber dicho "galáctea"? ¿Haber afirmado en Liucura Abajo que iba piloteando el helicóptero, en circunstancias en que lo hacía Andrés Navarro? O, peor aún, ¿haberlo ido piloteando él efectivamente y dejar que la DGAC sancionara a Navarro por sus infracciones? ¿Haber vetado la central Barrancones, que tenía todos sus permisos aprobados, dejándonos al borde de quedar sin luz? ¿Haberse movido para sacar a Mayne-Nicholls, lo que implicaba la salida de Bielsa? ¿Haber subido el impuesto a las empresas, diciendo que era en forma transitoria, y después consagrar el alza como definitiva? ¿Haberles prometido a los militares velar por que sus juicios no se eternizaran y por que se les aplicara la prescripción, y después de no hacer lo uno ni lo otro mandar a los abogados de Interior a presentar muchas más querellas contra ellos en todo el país, por hechos prescritos, amnistiados y ya antes juzgados?
Me inclino por la última alternativa. Porque es el incumplimiento que con más fuerza reclama de un perdón. Los presos políticos uniformados --son presos políticos porque lo están sólo por razones políticas, pues han sido condenados contra toda legalidad-- confiaron en su palabra. Sus camaradas activos y pasivos, y sus familias, votaron por él en la confianza de que iba a honrar su palabra. Pero no lo hizo, sino todo lo contrario. Ha sido peor con ellos que los Presidentes de la Concertación. Siquiera Michelle Bachelet estaba considerando el indulto al general (r) Mena, octogenario, enfermo y sabidamente inocente, condenado por un juez rojo por exclusivas razones polìticas, pero el nuevo gobierno zanjó secamente el asunto, denegando el indulto.
Cuando el comité de libertad condicional, del que forman parte jueces y autoridades de Gendarmería, la autoriza para uniformados presos, el subsecretario, representante del Ejecutivo, las deniega.
Han sido más que errores. No les pongo nombre, porque necesariamente sería injurioso.
Hoy los camaradas y las familias de los presos políticos uniformados, los "caídos tras las líneas enemigas", no se conforman solamente con que se les pida perdón. Nunca es tarde para cumplir la palabra empeñada con ellos. Si así no se hiciere, ellos no van a conceder el perdón que se les ha pedido. Ya han llegado al extremo de recurrir a medidas desesperadas, como el Plan Ahora, que llama a no votar en octubre por los concejales de la Alianza y, posteriormente, si el incumplimiento permanece, a dar pasos equivalentes en las elecciones parlamentarias y presidenciales.
Yo creo que, en efecto, la peticiòn de perdón fue dirigida a la "familia militar", que le dio sus votos y no recibió lo prometido en cambio. Y estoy cierto de que ella, con toda razón, ese perdón no se lo va a conceder.
Me inclino por la última alternativa. Porque es el incumplimiento que con más fuerza reclama de un perdón. Los presos políticos uniformados --son presos políticos porque lo están sólo por razones políticas, pues han sido condenados contra toda legalidad-- confiaron en su palabra. Sus camaradas activos y pasivos, y sus familias, votaron por él en la confianza de que iba a honrar su palabra. Pero no lo hizo, sino todo lo contrario. Ha sido peor con ellos que los Presidentes de la Concertación. Siquiera Michelle Bachelet estaba considerando el indulto al general (r) Mena, octogenario, enfermo y sabidamente inocente, condenado por un juez rojo por exclusivas razones polìticas, pero el nuevo gobierno zanjó secamente el asunto, denegando el indulto.
Cuando el comité de libertad condicional, del que forman parte jueces y autoridades de Gendarmería, la autoriza para uniformados presos, el subsecretario, representante del Ejecutivo, las deniega.
Han sido más que errores. No les pongo nombre, porque necesariamente sería injurioso.
Hoy los camaradas y las familias de los presos políticos uniformados, los "caídos tras las líneas enemigas", no se conforman solamente con que se les pida perdón. Nunca es tarde para cumplir la palabra empeñada con ellos. Si así no se hiciere, ellos no van a conceder el perdón que se les ha pedido. Ya han llegado al extremo de recurrir a medidas desesperadas, como el Plan Ahora, que llama a no votar en octubre por los concejales de la Alianza y, posteriormente, si el incumplimiento permanece, a dar pasos equivalentes en las elecciones parlamentarias y presidenciales.
Yo creo que, en efecto, la peticiòn de perdón fue dirigida a la "familia militar", que le dio sus votos y no recibió lo prometido en cambio. Y estoy cierto de que ella, con toda razón, ese perdón no se lo va a conceder.
lunes, 21 de mayo de 2012
MENSAJE ALTERNATIVO
Conciudadanos del Senado y de la Cámara de Diputados: Aprovechando algún intervalo lúcido que puedan dejaros vuestras preocupaciones partidistas, quisiera en esta solemne oportunidad ofreceros las soluciones necesarias para los principales problemas del país, siguiendo el orden de magnitud que a los mismos asigna la ciudadanía en los sondeos de opinión:
1) Educación: El Estado demanda de los contribuyentes casi seis billones (es decir, millones de millones) de pesos para alimentar a ese monstruo burocrático denominado Ministerio de Educación, pese a lo cual es unánime el sentir de que la enseñanza pública es muy deficiente y de que su injerencia en la privada entorpece la labor de esta última. Por tanto, vengo en proponeros la disolución ordenada y paulatina del mencionado engendro burocrático y la entrega de los seis billones de pesos que éste dilapida a las familias de los tres quintiles de menores ingresos, con lo cual calculo que cada alumno daría derecho a su familia a recibir unos 250 mil pesos mensuales en un "voucher" que lo habilitaría para asistir a cualquier excelente colegio particular pagado o a cualquier universidad. La enseñanza daría así un gigantesco salto adelante. Adicionalmente, deberá licitarse a particulares la totalidad de los establecimientos estatales de educación de cualquier nivel. Con la respectiva recaudación se constituirá un fondo soberano cuyo rédito reforzará el "voucher" educacional antes mencionado.
2) Delincuencia: El segundo principal problema mencionado por los chilenos es el auge delictivo. Se propone sustituir la actual justicia garantista del delincuente por otra garantista de sus víctimas. Los actuales defensores públicos de los maleantes pasarán a colaborar con los fiscales en la persecución y condena de los mismos. Los jueces de garantía pasarán a serlo de las víctimas. Como las actuales cárceles se hacen insuficientes, y es evidente que la "puerta giratoria" conduce a que haya cada vez más delincuentes libres, se habilitarán islas de entre las numerosas que pertenecen al Estado, a las cuales se enviará a los reos de mayor peligrosidad de todos los penales, para que con su trabajo efectivo y forzado, bajo un régimen disciplinario severo, hagan productivas esas tierras y así ellos paguen su deuda con la sociedad. Se legislará para que ningún delito violento pueda dar lugar a la libertad provisional del imputado. Se hará general y efectiva la aplicación de las leyes sobre Seguridad Interior y Antiterrorista.
3) Salud: Se ha acreditado que el costo por cotizante de la salud pública (FONASA) es el doble que en la privada (ISAPRES), en circunstancias de que es público y notorio que las segundas prestan un mejor servicio que el primero. Por consiguiente, se privatizará completamente el sistema de salud estatal y los dos billones y medio de pesos anuales que demanda de los contribuyentes, con deducción de los fondos para campañas de vacunación y similares, se distribuirán entre las familias de los tres quintiles de menores ingresos para que contraten su seguro privado de salud. Deberá licitarse a particulares la totalidad de las instituciones estatales de salud y con la respectiva recaudación se constituirá un fondo soberano cuyo rédito reforzará el "voucher" sanitario antes anunciado.
En la certeza de que las anteriores medidas solucionarán los tres mayores problemas de los chilenos, os insto a convertirlas prontamente en realidad, inspirados para ello en dos ideas rectoras: la primera, que si el gasto social destinado a los pobres se les entregara directamente a éstos, no habría pobres; y la segunda, que el Estado no soluciona los problemas, sino que él ES el problema.
He dicho.
1) Educación: El Estado demanda de los contribuyentes casi seis billones (es decir, millones de millones) de pesos para alimentar a ese monstruo burocrático denominado Ministerio de Educación, pese a lo cual es unánime el sentir de que la enseñanza pública es muy deficiente y de que su injerencia en la privada entorpece la labor de esta última. Por tanto, vengo en proponeros la disolución ordenada y paulatina del mencionado engendro burocrático y la entrega de los seis billones de pesos que éste dilapida a las familias de los tres quintiles de menores ingresos, con lo cual calculo que cada alumno daría derecho a su familia a recibir unos 250 mil pesos mensuales en un "voucher" que lo habilitaría para asistir a cualquier excelente colegio particular pagado o a cualquier universidad. La enseñanza daría así un gigantesco salto adelante. Adicionalmente, deberá licitarse a particulares la totalidad de los establecimientos estatales de educación de cualquier nivel. Con la respectiva recaudación se constituirá un fondo soberano cuyo rédito reforzará el "voucher" educacional antes mencionado.
2) Delincuencia: El segundo principal problema mencionado por los chilenos es el auge delictivo. Se propone sustituir la actual justicia garantista del delincuente por otra garantista de sus víctimas. Los actuales defensores públicos de los maleantes pasarán a colaborar con los fiscales en la persecución y condena de los mismos. Los jueces de garantía pasarán a serlo de las víctimas. Como las actuales cárceles se hacen insuficientes, y es evidente que la "puerta giratoria" conduce a que haya cada vez más delincuentes libres, se habilitarán islas de entre las numerosas que pertenecen al Estado, a las cuales se enviará a los reos de mayor peligrosidad de todos los penales, para que con su trabajo efectivo y forzado, bajo un régimen disciplinario severo, hagan productivas esas tierras y así ellos paguen su deuda con la sociedad. Se legislará para que ningún delito violento pueda dar lugar a la libertad provisional del imputado. Se hará general y efectiva la aplicación de las leyes sobre Seguridad Interior y Antiterrorista.
3) Salud: Se ha acreditado que el costo por cotizante de la salud pública (FONASA) es el doble que en la privada (ISAPRES), en circunstancias de que es público y notorio que las segundas prestan un mejor servicio que el primero. Por consiguiente, se privatizará completamente el sistema de salud estatal y los dos billones y medio de pesos anuales que demanda de los contribuyentes, con deducción de los fondos para campañas de vacunación y similares, se distribuirán entre las familias de los tres quintiles de menores ingresos para que contraten su seguro privado de salud. Deberá licitarse a particulares la totalidad de las instituciones estatales de salud y con la respectiva recaudación se constituirá un fondo soberano cuyo rédito reforzará el "voucher" sanitario antes anunciado.
En la certeza de que las anteriores medidas solucionarán los tres mayores problemas de los chilenos, os insto a convertirlas prontamente en realidad, inspirados para ello en dos ideas rectoras: la primera, que si el gasto social destinado a los pobres se les entregara directamente a éstos, no habría pobres; y la segunda, que el Estado no soluciona los problemas, sino que él ES el problema.
He dicho.
domingo, 20 de mayo de 2012
GOBERNAR CON IDEAS AJENAS
En 1990 la Concertación tuvo que subir los impuestos porque eso estaba en su programa, pero sus dirigentes sabían que el país venía creciendo en años anteriores a tasas, incluso, de dos dígitos, y que no debían desvirtuar ese modelo. De modo que los subió poco. Y como no tenía mayoría en el Senado, lo logró con la ayuda del senador Sebastián Piñera y de RN, que llamaron a eso "democracia de los acuerdos". Probablemente ahí y entonces algunos en la derecha empezaron a darse cuenta (sólo algunos, porque rara vez la derecha "se da cuenta") de la diferencia que había habido entre elegir a Sebastián Piñera y elegir a Hermógenes Pérez de Arce como senador por Santiago Oriente.
La Concertación tuvo cuidado, eso sí, de no seguir subiendo los impuestos. Al contrario, sus ministros de los últimos años se preocuparon de crear incentivos a la inversión rebajando impuestos. De ahí nacieron las iniciativas llamadas "Mercados de Capitales I, II, III" (MK I, MK II y MK III, esta última no consumada).
Como buenos socialistas y socialdemócratas, los de la Concertación aumentaron fuertemente el gasto público. En educación lo multiplicaron por cinco, en términos reales, pero como el Estado no soluciona los problemas (en realidad el Estado ES EL PROBLEMA), la educación no mejoró, sino que sólo costó más.
En síntesis, cuando la Concertación gobernó con sus ideas, lo hizo mal, como en educación. Cuando gobernó con las ideas ajenas, lo hizo bien, al no subir demasiado los impuestos y, al contrario, crear incentivos excepcionales a la inversión.
En 2010 asumió un gobierno nominalmente de derecha, como lo tilda el diputado comunista Teillier en artículo de ayer en "El Mostrador", pero que en los hechos abrazó el ideario de la Concertación. Esto lo confesó paladinamente ese año a "Qué Pasa" Rodrigo Hinzpeter. Por lo tanto, ha gobernado con ideas ajenas. Desde luego, se ha dedicado a subir impuestos, incluso contradiciéndose a sí mismo (esto es una característica de los que no saben qué hacer) pues subió TRANSITORIAMENTE el impuesto a las empresas, según prometió, pero a poco andar lo está subiendo DEFINITIVAMENTE. Y ninguna de esas alzas estaba siquiera en su programa.
Bueno, ahora propone eliminar, a título de que constituyen "elusión" de impuestos, las normas de estímulo a la inversión creadas por las leyes MK I, y MK II y el proyecto MK III. Por supuesto, estímulos tales como los FIP ("fondos de inversión privados") atraen muchos capitales y por eso se crearon. Fue una idea de derecha milagrosamente acogida por la Concertación. Pero ahora el gobierno, supuestamente de derecha, propone derogarlos. ¿Y para qué? Para inyectar más recursos a la enseñanza estatal, cuando la idea de derecha es fortalecer la enseñanza libre, ejemplo típico de lo cual fue la libertad de creación de universidades que ha permitido multiplicar por seis en veinte años el número de alumnos en la enseñanza superior. Pero este supuesto gobierno de derecha ha inyectado y se propone destinar todavía más recursos a la educación estatal y la ha burocratizado adicionalmente, creando o proponiendo nuevas "agencias", "superintendencias" y otros entes reguladores que entorpecen la libertad de enseñanza. Y además está persiguiendo a los que han hecho un oficio de ejercerla, como es el caso de los fundadores de las universidades privadas, por el "delito" de obtener una ganancia, derecho que les está constitucionalmente reconocido.
Mañana oiremos un mensaje presidencial que es todo un epítome del recetario acerca de cómo gobernar ccn ideas ajenas. Lo cual no le ha servido para conquistar a los adversarios que profesan esas ideas ni tampoco para mantener el apoyo de quienes defienden las opuestas.
La Concertación tuvo cuidado, eso sí, de no seguir subiendo los impuestos. Al contrario, sus ministros de los últimos años se preocuparon de crear incentivos a la inversión rebajando impuestos. De ahí nacieron las iniciativas llamadas "Mercados de Capitales I, II, III" (MK I, MK II y MK III, esta última no consumada).
Como buenos socialistas y socialdemócratas, los de la Concertación aumentaron fuertemente el gasto público. En educación lo multiplicaron por cinco, en términos reales, pero como el Estado no soluciona los problemas (en realidad el Estado ES EL PROBLEMA), la educación no mejoró, sino que sólo costó más.
En síntesis, cuando la Concertación gobernó con sus ideas, lo hizo mal, como en educación. Cuando gobernó con las ideas ajenas, lo hizo bien, al no subir demasiado los impuestos y, al contrario, crear incentivos excepcionales a la inversión.
En 2010 asumió un gobierno nominalmente de derecha, como lo tilda el diputado comunista Teillier en artículo de ayer en "El Mostrador", pero que en los hechos abrazó el ideario de la Concertación. Esto lo confesó paladinamente ese año a "Qué Pasa" Rodrigo Hinzpeter. Por lo tanto, ha gobernado con ideas ajenas. Desde luego, se ha dedicado a subir impuestos, incluso contradiciéndose a sí mismo (esto es una característica de los que no saben qué hacer) pues subió TRANSITORIAMENTE el impuesto a las empresas, según prometió, pero a poco andar lo está subiendo DEFINITIVAMENTE. Y ninguna de esas alzas estaba siquiera en su programa.
Bueno, ahora propone eliminar, a título de que constituyen "elusión" de impuestos, las normas de estímulo a la inversión creadas por las leyes MK I, y MK II y el proyecto MK III. Por supuesto, estímulos tales como los FIP ("fondos de inversión privados") atraen muchos capitales y por eso se crearon. Fue una idea de derecha milagrosamente acogida por la Concertación. Pero ahora el gobierno, supuestamente de derecha, propone derogarlos. ¿Y para qué? Para inyectar más recursos a la enseñanza estatal, cuando la idea de derecha es fortalecer la enseñanza libre, ejemplo típico de lo cual fue la libertad de creación de universidades que ha permitido multiplicar por seis en veinte años el número de alumnos en la enseñanza superior. Pero este supuesto gobierno de derecha ha inyectado y se propone destinar todavía más recursos a la educación estatal y la ha burocratizado adicionalmente, creando o proponiendo nuevas "agencias", "superintendencias" y otros entes reguladores que entorpecen la libertad de enseñanza. Y además está persiguiendo a los que han hecho un oficio de ejercerla, como es el caso de los fundadores de las universidades privadas, por el "delito" de obtener una ganancia, derecho que les está constitucionalmente reconocido.
Mañana oiremos un mensaje presidencial que es todo un epítome del recetario acerca de cómo gobernar ccn ideas ajenas. Lo cual no le ha servido para conquistar a los adversarios que profesan esas ideas ni tampoco para mantener el apoyo de quienes defienden las opuestas.
viernes, 18 de mayo de 2012
UNA PEQUEÑA BOMBITA ELECTORAL
El gobierno de Sebastián Piñera no sólo no ha cumplido con la promesa que hizo a los militares en retiro en el sentido de velar porque los procesos contra uniformados no se eternizaran y se respetara en ellos el debido proceso, sino que su oficina de DD. HH. del ministerio del Interior, a la par con los grupos de extrema izquierda, ha presentado centenares de denuncias más en todo el país contra aquellos, por casos cubiertos por fallos de tribunales militares en tiempos de guerra, sentenciados hace décadas. El gobierno y la extrema izquierda contravienen así la cosa juzgada, el estado de derecho y la prescripción, para no mencionar la amnistía. Total, Piñera ya obtuvo los votos de la familia militar, que era lo que quería.
Precisamente el jueves "El Mercurio" informó que la presidenta Dilma Rousseff formó en Brasil una "Comisión de la Verdad" (de la verdad de la izquierda, se entiende), pero declaró expresamente que deberá respetarse la ley de amnistía que se dictó allá en 1979. Un general le ha advertido, en la cadena O Globo, que recuerde que ella fue guerrillera y asaltante de bancos y que si se desconociera la amnistía eso la podría afectar. ¡Ingenuo general! Los jueces de izquierda, como lo hacen en Chile, aplican la prescripción a los delitos cometidos por los de sus mismas ideas, pero se la desconocen a los militares. Y de la amnistía se han reído desde que don Patricio les aconsejó hacerlo, en 1991.
El hecho es que la promesa de Piñera a los uniformados, para conseguir sus votos (si éstos y sus familias se hubieran inclinado a Frei habría sido elegido éste), no se ha cumplido y bajo su gobierno se triplicarán los juicios que había al término del gobierno de Bachelet. Entretanto, los partidos de gobierno "miran para otro lado".
Los militares en retiro no ponen bombas, no lanzan artefactos incendiarios ni salen a la calle a hacer destrozos en protesta por las transgresiones a la legalidad de que son víctimas. Sin embargo, ante la indiferencia de los partidos de gobierno, RN y la UDI (como también, hay que decirlo, de los uniformados activos, que han abandonado a sus "caídos tras las líneas enemigas") tienen una "bombita electoral" que hacer estallar, y que se denomina Plan Ahora.
Este consiste en no votar por los candidatos a concejales de RN y la UDI, aunque sí por sus candidatos a alcaldes. ¿Qué han hecho a lo largo de la historia los grupos a los cuales se les atropellan sus derechos y no tienen a quién recurrir? Han apelado a la violencia. Bueno, como no está en la naturaleza de nuestros uniformados en retiro ni de la familia militar practicar el terrorismo, han resuelto poner esta pequeña "bombita".
Yo los voy a apoyar en esto y no votaré por concejales de derecha, como lo habría hecho normalmente. Pero no soy optimista. La gente de derecha no parece dispuesta a hacer este mínimo gesto de apoyo a los presos políticos uniformados. Peor aún, almorzando hace un par de días, en un homenaje a una rama de las fuerzas armadas, junto a un oficial en retiro, me dijo ¡que él no iba a apoyar el Plan Ahora, porque le significaba una ventaja a la izquierda! Pensé que habría merecido que le desconocieran todos sus derechos y lo metieran preso. Y recordé entonces a Máximo, un comentarista habitual de este blog y que tiene blog propio, quien de modo que, sostiene que debemos votar por la Concertación, porque los partidos que supuestamente nos representan han resultado peores. Y así ha sido, desde luego, en relación al tratamiento de los uniformados procesados o presos.
Pero las elecciones se ganan en el margen, tal vez, los pocos votos que les falten a los concejales RN y UDI resulten esenciales y "la bombita" surta su efecto, que puede ser peor en las parlamentarias y la presidencial..
Precisamente el jueves "El Mercurio" informó que la presidenta Dilma Rousseff formó en Brasil una "Comisión de la Verdad" (de la verdad de la izquierda, se entiende), pero declaró expresamente que deberá respetarse la ley de amnistía que se dictó allá en 1979. Un general le ha advertido, en la cadena O Globo, que recuerde que ella fue guerrillera y asaltante de bancos y que si se desconociera la amnistía eso la podría afectar. ¡Ingenuo general! Los jueces de izquierda, como lo hacen en Chile, aplican la prescripción a los delitos cometidos por los de sus mismas ideas, pero se la desconocen a los militares. Y de la amnistía se han reído desde que don Patricio les aconsejó hacerlo, en 1991.
El hecho es que la promesa de Piñera a los uniformados, para conseguir sus votos (si éstos y sus familias se hubieran inclinado a Frei habría sido elegido éste), no se ha cumplido y bajo su gobierno se triplicarán los juicios que había al término del gobierno de Bachelet. Entretanto, los partidos de gobierno "miran para otro lado".
Los militares en retiro no ponen bombas, no lanzan artefactos incendiarios ni salen a la calle a hacer destrozos en protesta por las transgresiones a la legalidad de que son víctimas. Sin embargo, ante la indiferencia de los partidos de gobierno, RN y la UDI (como también, hay que decirlo, de los uniformados activos, que han abandonado a sus "caídos tras las líneas enemigas") tienen una "bombita electoral" que hacer estallar, y que se denomina Plan Ahora.
Este consiste en no votar por los candidatos a concejales de RN y la UDI, aunque sí por sus candidatos a alcaldes. ¿Qué han hecho a lo largo de la historia los grupos a los cuales se les atropellan sus derechos y no tienen a quién recurrir? Han apelado a la violencia. Bueno, como no está en la naturaleza de nuestros uniformados en retiro ni de la familia militar practicar el terrorismo, han resuelto poner esta pequeña "bombita".
Yo los voy a apoyar en esto y no votaré por concejales de derecha, como lo habría hecho normalmente. Pero no soy optimista. La gente de derecha no parece dispuesta a hacer este mínimo gesto de apoyo a los presos políticos uniformados. Peor aún, almorzando hace un par de días, en un homenaje a una rama de las fuerzas armadas, junto a un oficial en retiro, me dijo ¡que él no iba a apoyar el Plan Ahora, porque le significaba una ventaja a la izquierda! Pensé que habría merecido que le desconocieran todos sus derechos y lo metieran preso. Y recordé entonces a Máximo, un comentarista habitual de este blog y que tiene blog propio, quien de modo que, sostiene que debemos votar por la Concertación, porque los partidos que supuestamente nos representan han resultado peores. Y así ha sido, desde luego, en relación al tratamiento de los uniformados procesados o presos.
Pero las elecciones se ganan en el margen, tal vez, los pocos votos que les falten a los concejales RN y UDI resulten esenciales y "la bombita" surta su efecto, que puede ser peor en las parlamentarias y la presidencial..
jueves, 17 de mayo de 2012
MEJOR ATERRADOS QUE MUERTOS
El país ha estado más tonto que de costumbre últimamente, con la oposición tratando de que no se sepa lo que dijo Michelle Bachelet en la ONEMI el 27/F y amenazando con que, si se sabe y divulga más, va a molestar a Sebastián Piñera el 21/M, en la mayor escenificación del año y destinada a satisfacer la más sentida aspiración presidencial: tener todas las miradas concentradas en él y al país oyendo lo que él quiere decirle, sin que nadie pueda interrumpirlo ni replicarle.
Para Michelle Bachelet el video es letal, principalmente por una frase autodestructiva: esa donde dice que no se debe informar a la gente porque ésta "se aterra". ¡No había que avisarles del tsunami porque se iban a morir de miedo! Bueno, no les avisaron y se murieron por el tsunami. Ese video es mortal para sus aspiraciones de repetirse el plato y sus partidarios lo saben, motivo por el cual quieren mantenerlo oculto. La última encuesta CEP reveló que si la elección presidencial fuera hoy, ella la gana en primera vuelta. Lo cual no hace sino confirmar que la mayoría de la ciudadanía chilena no tiene la menor idea de por dónde van tablas, porque el gobierno de Bachelet fue malo, y lo único que puede decirse en su favor es que podría haber sido peor. Pero, así y todo, la gente la quiere de nuevo en La Moneda. Bueno, cuando vea este video (y es seguro que la mayoría va a terminar viéndolo) la va a querer menos. Yo pienso que ya hoy día ese 51 por ciento de la CEP ha caído a lo menos cinco puntos.
Porque todo lo que sucedió esa madrugada es revelador de un grado de inepcia increíble: no darse cuenta de que les estaban avisando desde Hawaii que venía el tsunami, tener los teléfonos satelitales inutilizados o en la bodega, cuando en las emergencias son lo único que sirve para comunicarse; tener como idea fija un helicóptero para ella, en lugar de muchos helicópteros para sacar de la orilla del mar a los que podían ahogarse; estar rodeada de personas que no tenían los atributos para desempeñar sus cargos, y nombradas por ella; con una asesora que le daba consejos "de imagen" para ocultar hechos, cuando se trataba de dar consejos para salvar vidas; y, en fin, preocupada de que la gente "no se aterrara" en vez de preocuparse de que "no se muriera".
Y muchos dicen que el Gobierno actual "ha metido la pata" por haber divulgado el video o permitido que se divulgara, porque ahora la izquierda le va a promover incidentes el 21 de mayo. ¿Así funciona nuestra libertad de prensa? ¿Se puede publicar sólo lo que el Gobierno permite? Yo creía que cualquiera podía informar libremente sobre cualquier cosa, respetando la Constitución y la ley.
Es que hay una extorsión en marcha (recuerdo de nuevo la frase de Bachelet: "Cuando la izquierda sale a la calle, la derecha se pone a temblar"). Ahora la izquierda de nuevo mete miedo y dice: "O censuran y silencian el video o yo hago desórdenes el 21 de mayo. ¿Sebastián Piñera quiere lucirse y dar su mensaje tranquilo? Bueno, que entonces haga desaparecer el video de los medios".
Lo malo (en realidad, lo bueno) es que el video ya está en YouTube. Si no fuera por YouTube, sin duda sería efectiva la censura de prensa que pretende implantar la izquierda a través de una extorsión, frente a la cual probablemente el Presidente cederá para proteger su lucimiento el 21 de mayo.
Para Michelle Bachelet el video es letal, principalmente por una frase autodestructiva: esa donde dice que no se debe informar a la gente porque ésta "se aterra". ¡No había que avisarles del tsunami porque se iban a morir de miedo! Bueno, no les avisaron y se murieron por el tsunami. Ese video es mortal para sus aspiraciones de repetirse el plato y sus partidarios lo saben, motivo por el cual quieren mantenerlo oculto. La última encuesta CEP reveló que si la elección presidencial fuera hoy, ella la gana en primera vuelta. Lo cual no hace sino confirmar que la mayoría de la ciudadanía chilena no tiene la menor idea de por dónde van tablas, porque el gobierno de Bachelet fue malo, y lo único que puede decirse en su favor es que podría haber sido peor. Pero, así y todo, la gente la quiere de nuevo en La Moneda. Bueno, cuando vea este video (y es seguro que la mayoría va a terminar viéndolo) la va a querer menos. Yo pienso que ya hoy día ese 51 por ciento de la CEP ha caído a lo menos cinco puntos.
Porque todo lo que sucedió esa madrugada es revelador de un grado de inepcia increíble: no darse cuenta de que les estaban avisando desde Hawaii que venía el tsunami, tener los teléfonos satelitales inutilizados o en la bodega, cuando en las emergencias son lo único que sirve para comunicarse; tener como idea fija un helicóptero para ella, en lugar de muchos helicópteros para sacar de la orilla del mar a los que podían ahogarse; estar rodeada de personas que no tenían los atributos para desempeñar sus cargos, y nombradas por ella; con una asesora que le daba consejos "de imagen" para ocultar hechos, cuando se trataba de dar consejos para salvar vidas; y, en fin, preocupada de que la gente "no se aterrara" en vez de preocuparse de que "no se muriera".
Y muchos dicen que el Gobierno actual "ha metido la pata" por haber divulgado el video o permitido que se divulgara, porque ahora la izquierda le va a promover incidentes el 21 de mayo. ¿Así funciona nuestra libertad de prensa? ¿Se puede publicar sólo lo que el Gobierno permite? Yo creía que cualquiera podía informar libremente sobre cualquier cosa, respetando la Constitución y la ley.
Es que hay una extorsión en marcha (recuerdo de nuevo la frase de Bachelet: "Cuando la izquierda sale a la calle, la derecha se pone a temblar"). Ahora la izquierda de nuevo mete miedo y dice: "O censuran y silencian el video o yo hago desórdenes el 21 de mayo. ¿Sebastián Piñera quiere lucirse y dar su mensaje tranquilo? Bueno, que entonces haga desaparecer el video de los medios".
Lo malo (en realidad, lo bueno) es que el video ya está en YouTube. Si no fuera por YouTube, sin duda sería efectiva la censura de prensa que pretende implantar la izquierda a través de una extorsión, frente a la cual probablemente el Presidente cederá para proteger su lucimiento el 21 de mayo.
martes, 15 de mayo de 2012
TODOS VIRAN A LA IZQUIERDA
La idea del SERNAC de prohibir el cobro de los estacionamientos y de los baños en los comercios tiene un perfume chavista-kirchneriano inconfundible. Si en Chile usted no cobra por los estacionamientos, los tipos dejan el auto ahí guardado todo el día y se van a hacer sus cosas. Si usted no cobra por los baños, no puede tener encargado de los mismos y se los dejan hecho un asco en cinco minutos. El cobro racionaliza el uso y permite tener vigilancia que impida los robos y aseadores(as) que eviten la suciedad y el vandalismo. Pero los gobiernos populistas andan buscando oportunidades de ofrecer cosas gratis a la gente... que a la larga no son gratis. Pues es sabido que "lo barato cuesta caro" y lo gratis todavía más caro. Y si no, que lo digan los griegos.
Es que el país está virando aceleradamente a la izquierda. Lo hace la Concertación, pero también el Gobierno.
Esto ha desorientado profundamente a la gente de centroderecha. El domingo 6 de mayo en "El Mercurio" escribían sendas columnas los economistas Juan Andrés Fontaine y Hernán Büchi y ambos titulaban con la misma palabra: "equivocado", refiriéndose al aumento tributario del Gobierno. Fontaine decía: "Carente de un proyecto macizo que la justifique, la reforma corre el riesgo de terminar de desanclar la tributación a las empresas. Ello perjudicaría a la inversión, que crea fuentes de trabajo, y a la productividad, que genera mejores salarios". Y Büchi, por su parte, concluía: "Al menos debemos aumentar nuestra inversión en cinco puntos del producto y, como ya nuestra posición externa es deficitaria, ello debe venir del ahorro interno. Las empresas no gastan, sólo ahorran o invierten, y el alza de impuestos no ayudará a los chilenos ni tampoco permanentemente a la educación".
"La Tercera" editorializó el jueves 10 criticando la misma propuesta del Gobierno en cuanto pretende gravar los llamados "retiros en exceso" de las sociedades de personas, concluyendo que en definitiva se traducirá en un gravamen al capital de las mismas. Además, duda que genere los 500 millones de dólares que el Gobierno espera de ese tributo adicional, pues vaticina que los socios de las empresas preferirán no hacer los señalados retiros. En el mismo diario, el tributarista Juan Manuel Baraona afirma que la referida norma "conduce a un doble pago del impuesto de primera categoría, lo que no resulta aceptable".
¿No pensó el Gobierno en estas consecuencias? Por supuesto que no. El ministro de Hacienda ya había dicho el año pasado que no era necesario aumentar impuestos para financiar un mayor gasto en educación, pues sabe lo que Hernán Büchi, en su columna, dice: "Las cifras fiscales no han sido bien aclaradas y existen aumentos de recaudación muy por sobre las estimaciones de las autoridades". ¿Cuál es la explicación? Ella reside en que ésta es una idea del Presidente para ganar popularidad, porque el aumento de impuestos era "lo que pedía la calle", es decir, la izquierda, que es la única que sale a la calle: "Cuando la izquierda sale a la calle, la derecha se pone a temblar" (M. Bachelet).
Sebastián Piñera, una vez más, ha virado a la izquierda. Y como la Concertación también, tras las aproximaciones a los comunistas y el triunfo del girardismo (Quintana) en el PPD, el país entero está virando a la izquierda. Lo que nadie, con una
excepción que por modestia no voy a mencionar, esperaba que podía suceder bajo un gobierno de centroderecha, que la misma persona no mencionada sostiene que no es tal sino el V Gobierno de la Concertación.
Es que el país está virando aceleradamente a la izquierda. Lo hace la Concertación, pero también el Gobierno.
Esto ha desorientado profundamente a la gente de centroderecha. El domingo 6 de mayo en "El Mercurio" escribían sendas columnas los economistas Juan Andrés Fontaine y Hernán Büchi y ambos titulaban con la misma palabra: "equivocado", refiriéndose al aumento tributario del Gobierno. Fontaine decía: "Carente de un proyecto macizo que la justifique, la reforma corre el riesgo de terminar de desanclar la tributación a las empresas. Ello perjudicaría a la inversión, que crea fuentes de trabajo, y a la productividad, que genera mejores salarios". Y Büchi, por su parte, concluía: "Al menos debemos aumentar nuestra inversión en cinco puntos del producto y, como ya nuestra posición externa es deficitaria, ello debe venir del ahorro interno. Las empresas no gastan, sólo ahorran o invierten, y el alza de impuestos no ayudará a los chilenos ni tampoco permanentemente a la educación".
"La Tercera" editorializó el jueves 10 criticando la misma propuesta del Gobierno en cuanto pretende gravar los llamados "retiros en exceso" de las sociedades de personas, concluyendo que en definitiva se traducirá en un gravamen al capital de las mismas. Además, duda que genere los 500 millones de dólares que el Gobierno espera de ese tributo adicional, pues vaticina que los socios de las empresas preferirán no hacer los señalados retiros. En el mismo diario, el tributarista Juan Manuel Baraona afirma que la referida norma "conduce a un doble pago del impuesto de primera categoría, lo que no resulta aceptable".
¿No pensó el Gobierno en estas consecuencias? Por supuesto que no. El ministro de Hacienda ya había dicho el año pasado que no era necesario aumentar impuestos para financiar un mayor gasto en educación, pues sabe lo que Hernán Büchi, en su columna, dice: "Las cifras fiscales no han sido bien aclaradas y existen aumentos de recaudación muy por sobre las estimaciones de las autoridades". ¿Cuál es la explicación? Ella reside en que ésta es una idea del Presidente para ganar popularidad, porque el aumento de impuestos era "lo que pedía la calle", es decir, la izquierda, que es la única que sale a la calle: "Cuando la izquierda sale a la calle, la derecha se pone a temblar" (M. Bachelet).
Sebastián Piñera, una vez más, ha virado a la izquierda. Y como la Concertación también, tras las aproximaciones a los comunistas y el triunfo del girardismo (Quintana) en el PPD, el país entero está virando a la izquierda. Lo que nadie, con una
excepción que por modestia no voy a mencionar, esperaba que podía suceder bajo un gobierno de centroderecha, que la misma persona no mencionada sostiene que no es tal sino el V Gobierno de la Concertación.
lunes, 14 de mayo de 2012
LA PUERTA GIRATORIA Y LAS ENCUESTAS
En la última encuesta Adimark se reveló que el 82 por ciento de la gente evaluaba negativamente al Gobierno en relación al problema de la delincuencia. En la penúltima encuesta CEP ésta era el principal problema de los chilenos. En la última seguía al tope, aunque la educación pasó a sobrepasar levemente a la delincuencia como el peor. La baja evaluación del Gobierno y del gobernante se deben, seguramente, a que la gente considera que él no cumplió la promesa de poner fin a "la puerta giratoria" por la cual los delincuentes entran a los tribunales y salen casi inmediatamente. El candidato Piñera prometió que ella dejaría de girar, pero lo hace con más velocidad que antes y la gente le pasa la cuenta. Ha caído a los más bajos niveles de aprobación (26% en Adimark y 24% en CEP) y los más altos de rechazo (67% Adimark y 59% en CEP). Para explicarse por qué veamos dos casos de actualidad.
El autor del robo con homicidio del ejecutivo japonés Koh-Ichiro Morita en el barrio Suecia era ampliamente conocido en el sector como delincuente. Los de su "oficio" gozan de tantas garantías que, aunque son ampliamente conocidos en los barrios, siguen circulando impunemente. Lo apodaban "El Billete". Era igualmente conocido en los tribunales. En 2010 tuvo tres procesos, por hurto-falta, robo por sorpresa y hurto simple, pero la puerta giró rápido y en 2011 estaba libre, tanto que en enero ya concurrió tres veces al Centro de Justicia por los mismos delitos anteriores. Ese año tuvo cinco condenas, pero en sólo dos sufrió reclusión, de apenas 40 días cada una; y en el resto fue multado con 39 mil pesos cada vez. En 2012 "continuó visitando las salas de los juzgados penales al menos una vez por mes" ("La Segunda", 11.05.12, p.3). Ahora está en prisión preventiva por el robo con homicidio de Morita. ¿Cuánto demorará "El Billete" en volver a merodear por el barrio Suecia ejerciendo "su profesión"? Muy poco. Las reformas penales de la Concertación lo llenaron de beneficios.
El hecho es que bajo el gobierno del candidato que prometió trancar la puerta giratoria la misma ha seguido girando a gran velocidad. En todo el país. Camilo Tori Quireñao fue detenido la semana pasada por un robo a una escuela de Ercilla. Iba armado y portaba una motosierra. Estaba libre, pero había sido uno de los diez involucrados en el asalto incendiario al peaje de Quino, en octubre de 2009. Se encuentra, además, imputado por los delitos de incendio, asociación ilícita terrorista, homicidio frustrado y robo con intimidación. Pero había quedado libre después de una huelga de hambre ("El Mercurio, 11.05.12, p. C 18).
Muchos no se explican por qué el Gobierno cae en las encuestas cuando la situación económica está buena. De partida olvidan que el IPC de los alimentos ("el de los pobres") ha subido más del doble que el IPC general. Pero la principal respuesta está en que uno de los dos mayores problemas de la gente, el de la delincuencia, se ha agravado, en lugar de solucionarse. Y el que paga la cuenta es el que prometió arreglarlo. A lo mejor no tenía posibilidad de hacerlo. Pero es que entonces no debería haberlo prometido. Tal vez por eso la virtud que menos se le reconoce en las mismas encuestas es la credibilidad.
Trancar la puerta giratoria no será fácil. Menos para un gobernante populista. Pero más temprano que tarde alguno lo deberá hacer.
El autor del robo con homicidio del ejecutivo japonés Koh-Ichiro Morita en el barrio Suecia era ampliamente conocido en el sector como delincuente. Los de su "oficio" gozan de tantas garantías que, aunque son ampliamente conocidos en los barrios, siguen circulando impunemente. Lo apodaban "El Billete". Era igualmente conocido en los tribunales. En 2010 tuvo tres procesos, por hurto-falta, robo por sorpresa y hurto simple, pero la puerta giró rápido y en 2011 estaba libre, tanto que en enero ya concurrió tres veces al Centro de Justicia por los mismos delitos anteriores. Ese año tuvo cinco condenas, pero en sólo dos sufrió reclusión, de apenas 40 días cada una; y en el resto fue multado con 39 mil pesos cada vez. En 2012 "continuó visitando las salas de los juzgados penales al menos una vez por mes" ("La Segunda", 11.05.12, p.3). Ahora está en prisión preventiva por el robo con homicidio de Morita. ¿Cuánto demorará "El Billete" en volver a merodear por el barrio Suecia ejerciendo "su profesión"? Muy poco. Las reformas penales de la Concertación lo llenaron de beneficios.
El hecho es que bajo el gobierno del candidato que prometió trancar la puerta giratoria la misma ha seguido girando a gran velocidad. En todo el país. Camilo Tori Quireñao fue detenido la semana pasada por un robo a una escuela de Ercilla. Iba armado y portaba una motosierra. Estaba libre, pero había sido uno de los diez involucrados en el asalto incendiario al peaje de Quino, en octubre de 2009. Se encuentra, además, imputado por los delitos de incendio, asociación ilícita terrorista, homicidio frustrado y robo con intimidación. Pero había quedado libre después de una huelga de hambre ("El Mercurio, 11.05.12, p. C 18).
Muchos no se explican por qué el Gobierno cae en las encuestas cuando la situación económica está buena. De partida olvidan que el IPC de los alimentos ("el de los pobres") ha subido más del doble que el IPC general. Pero la principal respuesta está en que uno de los dos mayores problemas de la gente, el de la delincuencia, se ha agravado, en lugar de solucionarse. Y el que paga la cuenta es el que prometió arreglarlo. A lo mejor no tenía posibilidad de hacerlo. Pero es que entonces no debería haberlo prometido. Tal vez por eso la virtud que menos se le reconoce en las mismas encuestas es la credibilidad.
Trancar la puerta giratoria no será fácil. Menos para un gobernante populista. Pero más temprano que tarde alguno lo deberá hacer.
domingo, 13 de mayo de 2012
ENTRE EL "CHOA" Y EL "SHOA"
Los blogueros a veces incurrimos en deudas con los lectores y, cuando éstos las cobran, hay que pagarlas. Días atrás mencioné el problema que muchos chilenos tienen al decir "SHOA", pues lo pronuncian "CHOA", y prometí que otro día lo analizaría, pero hasta ahora no lo he hecho. Y un comentarista ha protestado y ha escrito que sigue esperando.
Bueno, el origen del problema está en que hace algunas décadas la gente de menor cultura decía "Shile" y "musho", y era objeto de burlas por eso. Como la sutileza del análisis no es una característica nuestra, el país "se pasó para el otro lado" y empezó, para no parecer vulgar, a pronunciar todo con "ch", incluso cuando realmente correspondía pronunciar la "sh". Entonces, en vez de decir "show", dijeron "chow"; en vez de "Shell", "Chell" y así sucesivamente. Entonces hoy ya casi nadie dice "musho", es verdad, pero tampoco casi nadie dice "show" o "Shell". Y, por tanto, al "SHOA" le dicen "CHOA".
Usted nunca va a encontrar a un argentino que diga "chow" o "CHOA", porque ellos no pagan sus deudas, no cumplen los tratados e incautan empresas extranjeras sin pagarlas, pero manejan la lógica del idioma mejor que nosotros.
Acá siempre hemos tenido dificultades con el idioma. Cuando yo era niño oí una vez a un señor de Santiago referir que le había observado a una distinguida señora de la sociedad de Talca que allá la gente cambiaba la "l" por la "r" al hablar y decía, por ejemplo, "barde" en vez de "balde". Y la señora le respondió: "No, eso lo hace sólo el 'vurgo'".
Un problema real con la "ch" y la "sh" es que en francés la primera se pronuncia como la segunda. Por eso lo correcto es decir "Mishelle Bashelet", pero acá nadie lo pronuncia correctamente. Soy auditor de Radio Agricultura y suelo oír un aviso de una especialista de belleza llamada "Lucrecia Micheaud", que debe pronunciarse "Mishod". Lo curioso es que aparece hablando ella misma (supuestamente) en el aviso, pero dice "Michod"; y en seguida aparece un locutor, evidentemente más culto, que pronuncia como es debido, es decir "Mishod", de donde deduzco que la que se hace pasar por doña Lucrecia no es ella, salvo que no sepa pronunciar su propio apellido. "Ce n'est pas grave, monsieur", me diría un francés, y estoy de acuerdo, pero ilustra nuestra dificultad con la lógica idiomática. La tenemos tan escasa que éste es el único país en que se escribe "v/s" para abreviar "versus". Un disparate insigne e inexplicable, contra el cual vengo luchando hace treinta o más años sin éxito.
En fin, "SHOA" no se pronuncia "CHOA"; "show" no se pronuncia "chow", pero "Bachelet" sí se dice "Bashelet" y "Micheaud", "Mishod" y no "Michod". Además, "versus" se abrevia "vs" y no "v/s". Todo esto tiene alguna complejidad y explica que muchos no lo entiendan, entre ellos probablemente los estudiantes de pedagogía que no logran aprobar la prueba INICIA.
Pero si todos los profesores alcanzaran el nivel suficiente como para explicar todo esto en clase, tal vez los chilenos del futuro serían capaces de decir "SHOA", "show", "Shell", "Bashelet" y "Mishod", y hablar tan bien como los argentinos, aunque ojalá cumpliendo los tratados, pagando sus deudas y respetando el derecho de propiedad de los extranjeros.
Bueno, el origen del problema está en que hace algunas décadas la gente de menor cultura decía "Shile" y "musho", y era objeto de burlas por eso. Como la sutileza del análisis no es una característica nuestra, el país "se pasó para el otro lado" y empezó, para no parecer vulgar, a pronunciar todo con "ch", incluso cuando realmente correspondía pronunciar la "sh". Entonces, en vez de decir "show", dijeron "chow"; en vez de "Shell", "Chell" y así sucesivamente. Entonces hoy ya casi nadie dice "musho", es verdad, pero tampoco casi nadie dice "show" o "Shell". Y, por tanto, al "SHOA" le dicen "CHOA".
Usted nunca va a encontrar a un argentino que diga "chow" o "CHOA", porque ellos no pagan sus deudas, no cumplen los tratados e incautan empresas extranjeras sin pagarlas, pero manejan la lógica del idioma mejor que nosotros.
Acá siempre hemos tenido dificultades con el idioma. Cuando yo era niño oí una vez a un señor de Santiago referir que le había observado a una distinguida señora de la sociedad de Talca que allá la gente cambiaba la "l" por la "r" al hablar y decía, por ejemplo, "barde" en vez de "balde". Y la señora le respondió: "No, eso lo hace sólo el 'vurgo'".
Un problema real con la "ch" y la "sh" es que en francés la primera se pronuncia como la segunda. Por eso lo correcto es decir "Mishelle Bashelet", pero acá nadie lo pronuncia correctamente. Soy auditor de Radio Agricultura y suelo oír un aviso de una especialista de belleza llamada "Lucrecia Micheaud", que debe pronunciarse "Mishod". Lo curioso es que aparece hablando ella misma (supuestamente) en el aviso, pero dice "Michod"; y en seguida aparece un locutor, evidentemente más culto, que pronuncia como es debido, es decir "Mishod", de donde deduzco que la que se hace pasar por doña Lucrecia no es ella, salvo que no sepa pronunciar su propio apellido. "Ce n'est pas grave, monsieur", me diría un francés, y estoy de acuerdo, pero ilustra nuestra dificultad con la lógica idiomática. La tenemos tan escasa que éste es el único país en que se escribe "v/s" para abreviar "versus". Un disparate insigne e inexplicable, contra el cual vengo luchando hace treinta o más años sin éxito.
En fin, "SHOA" no se pronuncia "CHOA"; "show" no se pronuncia "chow", pero "Bachelet" sí se dice "Bashelet" y "Micheaud", "Mishod" y no "Michod". Además, "versus" se abrevia "vs" y no "v/s". Todo esto tiene alguna complejidad y explica que muchos no lo entiendan, entre ellos probablemente los estudiantes de pedagogía que no logran aprobar la prueba INICIA.
Pero si todos los profesores alcanzaran el nivel suficiente como para explicar todo esto en clase, tal vez los chilenos del futuro serían capaces de decir "SHOA", "show", "Shell", "Bashelet" y "Mishod", y hablar tan bien como los argentinos, aunque ojalá cumpliendo los tratados, pagando sus deudas y respetando el derecho de propiedad de los extranjeros.
sábado, 12 de mayo de 2012
¿DIVERSIDAD O UNIFORMIDAD?
El mundo está dividido en izquierda y derecha porque la gente se divide entre la que busca la igualdad y la que valora más la libertad.
La libertad da origen a la diversidad. El igualitarismo conduce a la uniformidad. En el mundo actual ha triunfado, de hecho, el ideal de la derecha: en casi todas partes prevalece un clima de libertad y ello da origen a la diversidad. Pero la izquierda en ninguna parte ha renunciado a intentar suprimirla, ni menos en Chile, y tiene supremacía en el campo de las ideas. Es ella la que define lo "políticamente correcto".
El reciente episodio de la "nana" (que no era tal) que intentó matricular a su imaginaria hija en un colegio particular caro, caso que se prestó para un montaje de Teletrece (sí, el mismo noticiero que dice "dictadura" y que dejé de ver por eso), ha apuntado a consagrar un valor de la izquierda (el de la igualdad) y destruir uno de la derecha (la diversidad). Teletrece ha denunciado ante el país que en un establecimiento educacional caro no tiene posibilidad de ser admitida una persona pobre (salvo que alguien le regale la matrícula y la colegiatura). Claro, Teletrece se valió de una grabación subrepticia e ilegal y de un disfraz mediante el cual una periodista o actriz se hizo pasar por modesta "nana". ¿Para el canal católico el fin justifica los medios?
Si yo me disfrazara de gásfiter (alguna vez me dijeron que lo era) y fuera, con mi maletín a cuestas, a postular como socio al Club de Golf Los Leones, donde para ingresar hay que, de partida, comprar acciones por un millón de dólares o algo así, es seguro que el portero me diría lo obvio: que me olvide del asunto. ¿Lo denunciaría entonces como discriminación y llamaría a escándalo?
Las sociedades libres presentan esas desigualdades. Todas. Porque está en la naturaleza del ejercicio de la libertad individual la consecuencia de que los logros sean desiguales para las diferentes personas. Alexis gana millones de dólares anuales por jugar fútbol y yo, en cambio, tendría que pagar si es que quisiera hacerlo en algún equipo, y así ha sido toda mi vida. ¿Es ése un "pecado social"?
Los recintos más exclusivos de cualquiera índole (clubes, restaurantes, colegios, teatros) en las sociedades libres y democráticas son la consecuencia de que en ellas se respeta la libertad y no se consagra como obligatorio que todos sean iguales. Pero en La Habana no hay ningún recinto exclusivo, porque todos son iguales. Todos los recintos son pobres. Pero hay unos pocos "más iguales que otros", los turistas, a cuyos hoteles y restaurantes no pueden entrar los cubanos. (¡Vaya igualdad!). Allá gobierna la izquierda. En Londres hay muchos recintos exclusivos a los cuales no puede entrar cualquiera. Allá gobierna la derecha.
Groucho Marx decía: "No quiero pertenecer a ningún club que me admita a mí como socio". Humor, sí, pero digno de un profesor emérito de filosofía política.
Yo prefiero vivir en una sociedad en que se pueda decir lo que expresó Groucho Marx. Ojalá Teletrece y la izquierda no consigan cambiarla.
La libertad da origen a la diversidad. El igualitarismo conduce a la uniformidad. En el mundo actual ha triunfado, de hecho, el ideal de la derecha: en casi todas partes prevalece un clima de libertad y ello da origen a la diversidad. Pero la izquierda en ninguna parte ha renunciado a intentar suprimirla, ni menos en Chile, y tiene supremacía en el campo de las ideas. Es ella la que define lo "políticamente correcto".
El reciente episodio de la "nana" (que no era tal) que intentó matricular a su imaginaria hija en un colegio particular caro, caso que se prestó para un montaje de Teletrece (sí, el mismo noticiero que dice "dictadura" y que dejé de ver por eso), ha apuntado a consagrar un valor de la izquierda (el de la igualdad) y destruir uno de la derecha (la diversidad). Teletrece ha denunciado ante el país que en un establecimiento educacional caro no tiene posibilidad de ser admitida una persona pobre (salvo que alguien le regale la matrícula y la colegiatura). Claro, Teletrece se valió de una grabación subrepticia e ilegal y de un disfraz mediante el cual una periodista o actriz se hizo pasar por modesta "nana". ¿Para el canal católico el fin justifica los medios?
Si yo me disfrazara de gásfiter (alguna vez me dijeron que lo era) y fuera, con mi maletín a cuestas, a postular como socio al Club de Golf Los Leones, donde para ingresar hay que, de partida, comprar acciones por un millón de dólares o algo así, es seguro que el portero me diría lo obvio: que me olvide del asunto. ¿Lo denunciaría entonces como discriminación y llamaría a escándalo?
Las sociedades libres presentan esas desigualdades. Todas. Porque está en la naturaleza del ejercicio de la libertad individual la consecuencia de que los logros sean desiguales para las diferentes personas. Alexis gana millones de dólares anuales por jugar fútbol y yo, en cambio, tendría que pagar si es que quisiera hacerlo en algún equipo, y así ha sido toda mi vida. ¿Es ése un "pecado social"?
Los recintos más exclusivos de cualquiera índole (clubes, restaurantes, colegios, teatros) en las sociedades libres y democráticas son la consecuencia de que en ellas se respeta la libertad y no se consagra como obligatorio que todos sean iguales. Pero en La Habana no hay ningún recinto exclusivo, porque todos son iguales. Todos los recintos son pobres. Pero hay unos pocos "más iguales que otros", los turistas, a cuyos hoteles y restaurantes no pueden entrar los cubanos. (¡Vaya igualdad!). Allá gobierna la izquierda. En Londres hay muchos recintos exclusivos a los cuales no puede entrar cualquiera. Allá gobierna la derecha.
Groucho Marx decía: "No quiero pertenecer a ningún club que me admita a mí como socio". Humor, sí, pero digno de un profesor emérito de filosofía política.
Yo prefiero vivir en una sociedad en que se pueda decir lo que expresó Groucho Marx. Ojalá Teletrece y la izquierda no consigan cambiarla.
viernes, 11 de mayo de 2012
LOS PATOS RAUDOS Y EL PATO COJO
Los peores problemas de los políticos son los que se crean ellos mismos. La sabia Constitución de 1980 establecía un período presidencial de ocho años, tiempo suficiente para desarrollar una acción de gobierno y que permitía la simultaneidad con las elecciones parlamentarias. Pero los políticos de la Concertación tenían, en 1989, un problema (que es el gran problema que han tenido siempre): había demasiadas cuerdas para un solo trompo. Entonces transaron en que iría Aylwin primero, bueno, ya; pero por sólo cuatro años, pues Lagos ya no podía esperar un minuto más. Y después vendría éste. Como de costumbre, ninguno pensó en el interés del país.
Pero entonces a Lagos se le atravesó en el camino Frei, hijo, que tenía dos grandes atributos, según Jarpa: "su nombre y su apellido" , y barrió con aquél en la primaria que hicieron. Entonces Lagos dijo que ahora sí que no aguantaba más y los convenció a todos de acortarle el período a Frei, de ocho a seis años. Éste aceptó y, una vez más, nadie pensó en el interés del país.
Entonces, al fin, en 2000 pudo subir Lagos. Pero a esas alturas se dieron cuenta de que seis años todavía era un período de espera muy largo y, además, el país iba a vivir en elecciones, pues las presidenciales no iban a coincidir casi nunca con las parlamentarias, aparte de que también estaban las municipales. Entonces volvieron a acortar el período a cuatro años y los grandes caciques con ínfulas presidenciales estaban contentos porque iban a tener que esperar menos. Pero entonces se les metió entremedio una niña con cero prestancia política pero llena de carisma, que se alzó con los votos y los dejó marcando ocupado.
A todo esto, claro, el período de cuatro años es un desastre, pues cuando apenas van dos el Presidente en ejercicio se convierte en un "pato cojo" al cual numerosos "patos raudos", que van en busca de la siguiente Presidencia, dejan atrás.
Es lo que tenemos hoy, sobre todo desde que las dos últimas encuestas han exhibido al Presidente en funciones con bajísimo nivel de aprobación y, peor aún, con el porcentaje de rechazo más alto (45%) entre todas las personalidades públicas, incluso mayor que el del senador Escalona, que siempre había acaparado la "pole position" en ese escalafón.
La situación no deja de ser pintoresca, pues lidera los sondeos presidenciales, con 51 por ciento (es decir, si la elección fuera hoy ganaría en primera vuelta), la única persona que no ha hecho campaña alguna y que ni siquiera se sabe si aceptará ser candidata. Se ha convertido en la némesis de sus detractores, con un 83 por ciento de aprobación y tan sólo seis por ciento de rechazo, acentuando al extremo la cojera del titular actual, cuyo ansiado protagonismo se ha esfumado, muy contra su voluntad, por cierto.
Lo peor es que a los caciques más ambiciosos de nuevo esa macana del carisma les juega una mala pasada, pues sólo se aproxima en las encuestas a la titular por excelencia de ese atributo otro "outsider", Laurence Golborne, que maneja dicha herramienta con similar destreza que ella, pues logra un 68 por ciento de aprobación y recibe sólo 11 por ciento de rechazo, aventajando por mucho a los que ya no disimulan sus presiones sobre el "pato cojo" para que, de una vez por todas, se deshaga de él y lo mande a un anonimato en el cual el carisma no le va a servir de nada y así va a dejar de molestar a los que no tienen votos ni carisma, pero sí mucha influencia y muchas ganas.
Pero entonces a Lagos se le atravesó en el camino Frei, hijo, que tenía dos grandes atributos, según Jarpa: "su nombre y su apellido" , y barrió con aquél en la primaria que hicieron. Entonces Lagos dijo que ahora sí que no aguantaba más y los convenció a todos de acortarle el período a Frei, de ocho a seis años. Éste aceptó y, una vez más, nadie pensó en el interés del país.
Entonces, al fin, en 2000 pudo subir Lagos. Pero a esas alturas se dieron cuenta de que seis años todavía era un período de espera muy largo y, además, el país iba a vivir en elecciones, pues las presidenciales no iban a coincidir casi nunca con las parlamentarias, aparte de que también estaban las municipales. Entonces volvieron a acortar el período a cuatro años y los grandes caciques con ínfulas presidenciales estaban contentos porque iban a tener que esperar menos. Pero entonces se les metió entremedio una niña con cero prestancia política pero llena de carisma, que se alzó con los votos y los dejó marcando ocupado.
A todo esto, claro, el período de cuatro años es un desastre, pues cuando apenas van dos el Presidente en ejercicio se convierte en un "pato cojo" al cual numerosos "patos raudos", que van en busca de la siguiente Presidencia, dejan atrás.
Es lo que tenemos hoy, sobre todo desde que las dos últimas encuestas han exhibido al Presidente en funciones con bajísimo nivel de aprobación y, peor aún, con el porcentaje de rechazo más alto (45%) entre todas las personalidades públicas, incluso mayor que el del senador Escalona, que siempre había acaparado la "pole position" en ese escalafón.
La situación no deja de ser pintoresca, pues lidera los sondeos presidenciales, con 51 por ciento (es decir, si la elección fuera hoy ganaría en primera vuelta), la única persona que no ha hecho campaña alguna y que ni siquiera se sabe si aceptará ser candidata. Se ha convertido en la némesis de sus detractores, con un 83 por ciento de aprobación y tan sólo seis por ciento de rechazo, acentuando al extremo la cojera del titular actual, cuyo ansiado protagonismo se ha esfumado, muy contra su voluntad, por cierto.
Lo peor es que a los caciques más ambiciosos de nuevo esa macana del carisma les juega una mala pasada, pues sólo se aproxima en las encuestas a la titular por excelencia de ese atributo otro "outsider", Laurence Golborne, que maneja dicha herramienta con similar destreza que ella, pues logra un 68 por ciento de aprobación y recibe sólo 11 por ciento de rechazo, aventajando por mucho a los que ya no disimulan sus presiones sobre el "pato cojo" para que, de una vez por todas, se deshaga de él y lo mande a un anonimato en el cual el carisma no le va a servir de nada y así va a dejar de molestar a los que no tienen votos ni carisma, pero sí mucha influencia y muchas ganas.
miércoles, 9 de mayo de 2012
La Encuestocracia en Crisis
Me he hecho varias veces la misma pregunta en este blog, sin encontrar una respuesta satisfactoria: ¿cómo se explica que un gobernante dedicado a dar en el gusto a las mayorías expresadas en las encuestas (o sea, un gobernante encuestocrático) tenga cada vez menor nivel de aprobación precisamente en las encuestas?
Hoy he creído avizorar una explicación, al leer la noticia de que en el aquelarre izquierdista que es la entrega de los Premios Altazor la principal galardonada, la actriz Catalina Saavedra ("La Nana") haya terminado su arenga de aceptación con las siguientes palabras: "¡Viva el teatro, viva la cultura, abajo Piñera!"
Es una expresión de odiosidad con escasos precedentes, aparentemente inexplicable, dada la dedicación del aludido a complacer a la izquierda. Pocos días atrás hizo una expresiva visita a ese templo de la desinformación histórica llamado "Museo de la Memoria", cuyo financiamiento, como el de otras iniciativas de la extrema izquierda, este gobierno ha mantenido intacto. Conocidas son sus aproximaciones a los dirigentes y parlamentarios comunistas. Las fotografías del ministro del Interior bajo el enorme retrato de Allende que hay en su despacho o en una sala anexa son de aparición periódica. Las alusiones agresivas del Presidente a los "violadores de derechos humanos", denominación derogatoria que él reserva para quienes derrotaron la asonada del terrorismo marxista, deberían haber emocionado al izquierdismo promotor de la violencia armada en Chile. Asimismo, su desconocimiento de las promesas formuladas a los uniformados procesados y presos, de velar por la legalidad y la no eternización de sus procesos y por el respeto a la prescripción de los delitos, ninguna de las cuales ha cumplido, deberían haber deleitado a la izquierda. Para qué decir la labor del medio centenar de abogados de izquierda del ministerio del Interior, dedicados a perseguir a los ex uniformados y a interponer a lo largo del país más y más querellas en contra de ellos, como ha informado en estos días el diario digital "Chile Informa". Asimismo, la supresión desdorosa que el ministro de Defensa, con pleno respaldo presidencial, ha hecho de asesorías de uniformados en retiro con alguna vinculación con la CNI o la DINA, o incluso sin ella, como fue el caso de un general (r) cuyo único delito era ser yerno de otro general (r), Manuel Contreras; la incorporación a la tarea de gobierno de ideas que no estaban en su programa, pero sí en el de la izquierda, como las alzas de impuestos, el fortalecimiento de la enseñanza estatal, la persecución contra educadores particulares; la promesa al comunismo de reformar la ley que más le incomoda, la del sistema electoral binominal... En fin, el Presidente no ha omitido esfuerzos por complacer a la izquierda y ésta le responde: "¡Viva el teatro, viva la cultura, abajo Piñera!", y ostensiblemente vota contra él en las encuestas.
Como señalé más arriba, el insultante colofón del discurso de Catalina Saavedra me sugirió una explicación: es que la gente desaprueba el que se defraude las expectativas sembradas en otros, aunque éstos sean sus peores adversarios. Ni siquiera un comunista aprueba a quien formula una promesa a un ex miembro de la DINA y luego no la cumple. Puede incluso alegrarse de que sufra el engaño y pensar que "bien merecido se lo tiene", pero eso no significa que apruebe la acción de quien lo ha engañado. Al contrario, se formará un juicio moral negativo acerca de esa persona y, llegado el momento, le expresará su desaprobación.
Y una manifestación de ello es la que ha coronado el aquelarre izquierdista conocido como "entrega de Premios Altazor".
Hoy he creído avizorar una explicación, al leer la noticia de que en el aquelarre izquierdista que es la entrega de los Premios Altazor la principal galardonada, la actriz Catalina Saavedra ("La Nana") haya terminado su arenga de aceptación con las siguientes palabras: "¡Viva el teatro, viva la cultura, abajo Piñera!"
Es una expresión de odiosidad con escasos precedentes, aparentemente inexplicable, dada la dedicación del aludido a complacer a la izquierda. Pocos días atrás hizo una expresiva visita a ese templo de la desinformación histórica llamado "Museo de la Memoria", cuyo financiamiento, como el de otras iniciativas de la extrema izquierda, este gobierno ha mantenido intacto. Conocidas son sus aproximaciones a los dirigentes y parlamentarios comunistas. Las fotografías del ministro del Interior bajo el enorme retrato de Allende que hay en su despacho o en una sala anexa son de aparición periódica. Las alusiones agresivas del Presidente a los "violadores de derechos humanos", denominación derogatoria que él reserva para quienes derrotaron la asonada del terrorismo marxista, deberían haber emocionado al izquierdismo promotor de la violencia armada en Chile. Asimismo, su desconocimiento de las promesas formuladas a los uniformados procesados y presos, de velar por la legalidad y la no eternización de sus procesos y por el respeto a la prescripción de los delitos, ninguna de las cuales ha cumplido, deberían haber deleitado a la izquierda. Para qué decir la labor del medio centenar de abogados de izquierda del ministerio del Interior, dedicados a perseguir a los ex uniformados y a interponer a lo largo del país más y más querellas en contra de ellos, como ha informado en estos días el diario digital "Chile Informa". Asimismo, la supresión desdorosa que el ministro de Defensa, con pleno respaldo presidencial, ha hecho de asesorías de uniformados en retiro con alguna vinculación con la CNI o la DINA, o incluso sin ella, como fue el caso de un general (r) cuyo único delito era ser yerno de otro general (r), Manuel Contreras; la incorporación a la tarea de gobierno de ideas que no estaban en su programa, pero sí en el de la izquierda, como las alzas de impuestos, el fortalecimiento de la enseñanza estatal, la persecución contra educadores particulares; la promesa al comunismo de reformar la ley que más le incomoda, la del sistema electoral binominal... En fin, el Presidente no ha omitido esfuerzos por complacer a la izquierda y ésta le responde: "¡Viva el teatro, viva la cultura, abajo Piñera!", y ostensiblemente vota contra él en las encuestas.
Como señalé más arriba, el insultante colofón del discurso de Catalina Saavedra me sugirió una explicación: es que la gente desaprueba el que se defraude las expectativas sembradas en otros, aunque éstos sean sus peores adversarios. Ni siquiera un comunista aprueba a quien formula una promesa a un ex miembro de la DINA y luego no la cumple. Puede incluso alegrarse de que sufra el engaño y pensar que "bien merecido se lo tiene", pero eso no significa que apruebe la acción de quien lo ha engañado. Al contrario, se formará un juicio moral negativo acerca de esa persona y, llegado el momento, le expresará su desaprobación.
Y una manifestación de ello es la que ha coronado el aquelarre izquierdista conocido como "entrega de Premios Altazor".
martes, 8 de mayo de 2012
El Estado en Todo su Esplendor
Los noticieros y la prensa nos han atosigado con el proceso por las responsabilidades (¿o irresponsabilidades?) estatales del 27/F. Supimos que había catorce teléfonos satelitales especiales para una emergencia como ésa, pero de ellos doce estaban en una bodega y sin poder usarse porque no tenían baterías, y había sólo dos habilitados, pero que los funcionarios no sabían usar; el mar entrando y arrasando en Juan Fernández, Dichato, Constitución, Talcahuano, con consecuencias desastrosas... y nadie sabía nada en el resto del país, porque la Oficina Nacional de Emergencia servía para cualquier cosa, menos para enfrentar ¡o siquiera enterarse! de esa emergencia; un Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA, al cual 9 de cada 10 chilenos llaman "CHOA" --otro día les explico por qué--) que recibe de los EE. UU. la alarma de tsunami y no la transmite, y que sabe tan poco de lo que está pasando en el océano a su cargo que ¡levanta la alerta de tsunami cuando éste estaba teniendo lugar!; un jefe de sismología universitario que, preguntado el 27/F por la Presidenta si había peligro de tsunami, le responde que no; y ahora, más de dos años después, confiesa que no tenía idea de qué responder (desde luego porque era ingeniero eléctrico y no sismólogo) y que le contestó eso a la Presidenta porque, simplemente, no podía decirle la verdad ("no sé, señora").
Pues bien, eso es Chile, pero, más específicamente, eso es el Estado, ese ente indispensable, sí, pero tan deficiente que ojalá fuera lo más pequeño posible. Hace poco publiqué en este blog un botón de muestra, presentado con sencillez en una carta al diario del gerente de la Asociación de ISAPRES, Rafael Caviedes, que lo decía todo: el Estado financia al sistema público de salud, FONASA, a un costo por afiliado del doble que el sistema privado, ISAPRES. Y ese sistema público que cuesta el doble es peor que el privado (por eso hasta los enemigos de casi todo lo privado toman su seguro de salud en las ISAPRES y no en el FONASA).
La gente reunida en la ONEMI el 27/F puso en evidencia todo eso, como estamos viendo hasta la saciedad en estos días a través del proceso judicial. Por supuesto, la casi totalidad de los chilenos que esa madrugada estábamos cerca del mar nos fuimos a las alturas sin importarnos si había o no alerta de tsunami; y si hubiéramos sabido que el SHOA y la ONEMI decían que no iba a haber uno, no les habríamos hecho caso y habríamos permanecido en las alturas, como de hecho lo hicimos hasta ya avanzado el día. Porque entre chilenos nos conocemos y sabemos qué puntos calza el Estado chileno.
Bueno, pero muchos miles salen habitualmente a las calles a pedir más Estado; a pedir que la educación sea toda pública, es decir, estatal. Y después las encuestas revelan que la mayoría de la población apoya esas peticiones. ¿Cómo se entiende eso? Se entiende si lo parangonamos con la realidad de que esa misma mayoría de chilenos, cuando se trata de elegir a cuál escuela irán sus hijos, si a la privada o a la estatal, prefiere la primera. Por eso, si bien las encuestas son un reflejo de lo que DICE la gente, no revelan lo que ella HACE cuando el tema consultado le atañe personalmente.
El espectáculo brindado por el SHOA y la ONEMI el 27/F, hoy reeditado en todos sus detalles, nos presentó al Estado en todo su esplendor. Ojalá aprendiéramos algo a partir de todo eso, aunque no lo creo, porque a cabezas duras no nos gana nadie.
Pues bien, eso es Chile, pero, más específicamente, eso es el Estado, ese ente indispensable, sí, pero tan deficiente que ojalá fuera lo más pequeño posible. Hace poco publiqué en este blog un botón de muestra, presentado con sencillez en una carta al diario del gerente de la Asociación de ISAPRES, Rafael Caviedes, que lo decía todo: el Estado financia al sistema público de salud, FONASA, a un costo por afiliado del doble que el sistema privado, ISAPRES. Y ese sistema público que cuesta el doble es peor que el privado (por eso hasta los enemigos de casi todo lo privado toman su seguro de salud en las ISAPRES y no en el FONASA).
La gente reunida en la ONEMI el 27/F puso en evidencia todo eso, como estamos viendo hasta la saciedad en estos días a través del proceso judicial. Por supuesto, la casi totalidad de los chilenos que esa madrugada estábamos cerca del mar nos fuimos a las alturas sin importarnos si había o no alerta de tsunami; y si hubiéramos sabido que el SHOA y la ONEMI decían que no iba a haber uno, no les habríamos hecho caso y habríamos permanecido en las alturas, como de hecho lo hicimos hasta ya avanzado el día. Porque entre chilenos nos conocemos y sabemos qué puntos calza el Estado chileno.
Bueno, pero muchos miles salen habitualmente a las calles a pedir más Estado; a pedir que la educación sea toda pública, es decir, estatal. Y después las encuestas revelan que la mayoría de la población apoya esas peticiones. ¿Cómo se entiende eso? Se entiende si lo parangonamos con la realidad de que esa misma mayoría de chilenos, cuando se trata de elegir a cuál escuela irán sus hijos, si a la privada o a la estatal, prefiere la primera. Por eso, si bien las encuestas son un reflejo de lo que DICE la gente, no revelan lo que ella HACE cuando el tema consultado le atañe personalmente.
El espectáculo brindado por el SHOA y la ONEMI el 27/F, hoy reeditado en todos sus detalles, nos presentó al Estado en todo su esplendor. Ojalá aprendiéramos algo a partir de todo eso, aunque no lo creo, porque a cabezas duras no nos gana nadie.
lunes, 7 de mayo de 2012
Dividendos o Costos del Culto a Sí Mismo
La "Semana Política" de "El Mercurio" advertía ayer al gobierno que la hiperactividad podía resultar tan nociva como la inercia. Para comprobar por cuál había optado el ejecutivo bastaba con ver las noticias en la TV o revisar los diarios de hoy, en que el presidente aparece presentando su proyecto en favor de las trabajadoras de casa particular (ex "empleadas domésticas", ex "asesoras del hogar" y ex "nanas"); aproximándose al féretro de don Máximo Pacheco Gómez, celebrando en el estadio el triunfo atlético de su ex colegio, el Verbo Divino, y hasta como protagonista del segundo best-seller entre los libros de actualidad, "Piñericosas", aunque sospecho que este último logro es ajeno a su voluntad.
Por momentos parece que el jefe del Estado estuviera dotado del don de la ubicuidad. ¿Le conviene volver a ser el "gran protagonista" de prácticamente todo, como en la mayor parte del tiempo de la primera mitad de su mandato? Sólo las encuestas nos lo van a decir. Supongo que las "trabajadoras de casa particular", como sus dirigentas han expresado desear ser llamadas en adelante, pueden estar contentas de que su jornada de labor se reduzca en 37,5 por ciento, de 72 a 45 horas semanales. ¿Qué se supone que haga un empleador o empleadora de la TCP? Estaba pagando cierta suma por 72 horas, y ahora pagará lo mismo por 45 horas. Hará seguramente lo mismo que hizo cuando se consagraron los "días Bachelet" de las TCP, días que antes se trabajaban y pasaron a no trabajarse: el próximo reajuste de sueldo a la TCP va a ser menor de lo que habría sido sin la nueva ley. No hay que olvidar que "el mercado es más fuerte" y siempre, a la larga, se ajusta. Una sola cosa es segura: la hora de trabajo de las TCP va a costar lo mismo que hoy, después de un tiempo.
Cuando yo era niño había muchos "choferes de casa particular", contratados libremente en el mercado. El gremio adquirió cierto poder político, tal como las TCP hoy, y había un gobierno populista, como hoy, de modo que se legisló para que los choferes pasaran a ser empleados particulares: sueldo garantizado, días de descanso, vacaciones, imposiciones previsionales y demás garantías. Entonces el mercado, que es más fuerte, dictó sentencia: se terminaron los choferes de casa particular. Sólo los tuvieron los empresarios que podían rebajar como gasto de su firma el costo del chofer. Creo que el efecto ahora va a ser que cierto número de empleadoras de TCP que a su vez trabajan y no han recibido un reajuste por hora de 37,5 por ciento, como el que les deberán empezar a pagar a sus TCP, tal vez concluyan que les conviene más hacer ellas mismas el trabajo de la casa y renunciar a sus empleos, sobre todo ahora en que cuesta tanto desplazarse por la ciudad.
Bueno, el presidente seguramente cree que cosechará apoyo entre las TCP con su anuncio, y posiblemente lo obtenga y eso le ayude a mejorar en las encuestas. Pero aparecer también fotografiado en el triunfo atlético del Verbo Divino y habiendo declaraciones al respecto; y además junto al féretro de don Máximo, a punto de encabezar a quienes lo transportaron, lo cual prestamente evitaron los ex presidentes Lagos y Frei, tomando cada uno una manilla en el primer lugar a cada lado, cosa que vedó el protagonismo de S. E. en este caso. Según el consejo de la "Semana Política", eso le evitó al presidente un perjuicio a su imagen.
Será la próxima Adimark-Gfk, o tal vez la subsiguiente, la que determinará si la hiperactividad protagónica y la pasmosa ubicuidad del presidente para estar en todas partes y justamente "donde prenden el cuete" (o prendiéndolo él mismo), le juega en
contra o a favor.
Por momentos parece que el jefe del Estado estuviera dotado del don de la ubicuidad. ¿Le conviene volver a ser el "gran protagonista" de prácticamente todo, como en la mayor parte del tiempo de la primera mitad de su mandato? Sólo las encuestas nos lo van a decir. Supongo que las "trabajadoras de casa particular", como sus dirigentas han expresado desear ser llamadas en adelante, pueden estar contentas de que su jornada de labor se reduzca en 37,5 por ciento, de 72 a 45 horas semanales. ¿Qué se supone que haga un empleador o empleadora de la TCP? Estaba pagando cierta suma por 72 horas, y ahora pagará lo mismo por 45 horas. Hará seguramente lo mismo que hizo cuando se consagraron los "días Bachelet" de las TCP, días que antes se trabajaban y pasaron a no trabajarse: el próximo reajuste de sueldo a la TCP va a ser menor de lo que habría sido sin la nueva ley. No hay que olvidar que "el mercado es más fuerte" y siempre, a la larga, se ajusta. Una sola cosa es segura: la hora de trabajo de las TCP va a costar lo mismo que hoy, después de un tiempo.
Cuando yo era niño había muchos "choferes de casa particular", contratados libremente en el mercado. El gremio adquirió cierto poder político, tal como las TCP hoy, y había un gobierno populista, como hoy, de modo que se legisló para que los choferes pasaran a ser empleados particulares: sueldo garantizado, días de descanso, vacaciones, imposiciones previsionales y demás garantías. Entonces el mercado, que es más fuerte, dictó sentencia: se terminaron los choferes de casa particular. Sólo los tuvieron los empresarios que podían rebajar como gasto de su firma el costo del chofer. Creo que el efecto ahora va a ser que cierto número de empleadoras de TCP que a su vez trabajan y no han recibido un reajuste por hora de 37,5 por ciento, como el que les deberán empezar a pagar a sus TCP, tal vez concluyan que les conviene más hacer ellas mismas el trabajo de la casa y renunciar a sus empleos, sobre todo ahora en que cuesta tanto desplazarse por la ciudad.
Bueno, el presidente seguramente cree que cosechará apoyo entre las TCP con su anuncio, y posiblemente lo obtenga y eso le ayude a mejorar en las encuestas. Pero aparecer también fotografiado en el triunfo atlético del Verbo Divino y habiendo declaraciones al respecto; y además junto al féretro de don Máximo, a punto de encabezar a quienes lo transportaron, lo cual prestamente evitaron los ex presidentes Lagos y Frei, tomando cada uno una manilla en el primer lugar a cada lado, cosa que vedó el protagonismo de S. E. en este caso. Según el consejo de la "Semana Política", eso le evitó al presidente un perjuicio a su imagen.
Será la próxima Adimark-Gfk, o tal vez la subsiguiente, la que determinará si la hiperactividad protagónica y la pasmosa ubicuidad del presidente para estar en todas partes y justamente "donde prenden el cuete" (o prendiéndolo él mismo), le juega en
contra o a favor.
sábado, 5 de mayo de 2012
Lecturas Recomendadas
Comience leyendo las páginas 767 a 769 de "Human Action", de Ludwig von Mises, donde prueba que el Imperio Romano no cayó por las invasiones bárbaras, sino debido al populismo, que hoy es sinónimo de socialismo.
Luego lea a Ascanio Cavallo, en "La Tercera", donde explica por qué Sebastián Piñera adopta una medida como el alza del impuesto a las empresas, que no estaba en su programa de gobierno, para financiar una reforma educacional que tampoco estaba en su programa de gobierno y que, incluso, es diferente a la que su mismo gobierno proponía hace un año; y cómo ambas políticas ajenas a su programa le están ya permitiendo remontar en las encuestas. En otras palabras, prueba que el populismo es políticamente rentable.
En seguida lea los editoriales recientes del diario digital "El Mostrador", reafirmando que el giro de Sebastián Piñera hacia banderas de la Concertación ha sido una hábil maniobra política que le rendirá frutos al gobierno. Mismo corolario: el populismo ayuda a subir en las encuestas.
Después lea a Luis Larraín en "El Mercurio", que en su columna "La Repartija" describe críticamente las consecuencias de un alza tributaria y de abrir el apetito por apoderarse del FUT (Fondo de Utilidades Tributables de las empresas, es decir, utilidades que no pagan impuesto si no se retiran y que se convierten en producción, inversión y nuevos empleos) y que han sido fundamentales para financiar la inversión en las últimas décadas. Y después lea al economista Eduardo Engel, en "La Tercera", que es afín a la Concertación, haciendo un análisis muy razonado de por qué ha llegado la hora de apoderarse del FUT que han acumulado las empresas y traspasarlo, al menos en parte, al Estado, a través de impuestos más altos. Esto permite anticipar las consecuencias de la medida de Sebastián Piñera de abrir una "caja de Pandora", es decir, abrir la puerta al alza tributaria: primera consecuencia, que él subirá en las encuestas; segunda consecuencia, que la Concertación le responderá: "su aumento de impuestos y dos más"; tercera consecuencia, que si la Concertación gana las elecciones presidenciales dentro de 19 meses dirá "el aumento tributario anterior y cuatro más; y venga todo el FUT para acá".
En seguida lea la encuesta que publica hoy "El Mercurio", según la cual el 62 por ciento de los gerentes de empresas dice no creer que el aumento del impuesto de 17 a 20% de las utilidades conduzca a disminuir la inversión. Nótese que escribí "dice no creer", porque obviamente todos creen lo contrario, o no serían gerentes: es decir, esos dos tercios de ellos saben que si ellos disponen de $83 de cada cien para invertir, y les quitan tres pesos, van a invertir menos que si no se los quitaran. ¿Qué significa esa encuesta, entonces? Significa que el 62 por ciento de los gerentes son tan partidarios del presidente que, con tal de que él remonte en las encuestas, prefieren no decir lo que piensan, aunque tengan que pagar más impuesto, tener menos utilidades, invertir menos y propiciar que el país crezca menos.
Y cuando usted haya terminado de leer esas lecturas recomendadas, ya puede saber lo que va a pasar, sobre todo si también lee la encuesta presidencial de "La Tercera" en que Michelle Bachelet tendría 41 por ciento, seguida de Laurence Golborne con 17 por ciento, si la elección presidencial fuera hoy.
Luego lea a Ascanio Cavallo, en "La Tercera", donde explica por qué Sebastián Piñera adopta una medida como el alza del impuesto a las empresas, que no estaba en su programa de gobierno, para financiar una reforma educacional que tampoco estaba en su programa de gobierno y que, incluso, es diferente a la que su mismo gobierno proponía hace un año; y cómo ambas políticas ajenas a su programa le están ya permitiendo remontar en las encuestas. En otras palabras, prueba que el populismo es políticamente rentable.
En seguida lea los editoriales recientes del diario digital "El Mostrador", reafirmando que el giro de Sebastián Piñera hacia banderas de la Concertación ha sido una hábil maniobra política que le rendirá frutos al gobierno. Mismo corolario: el populismo ayuda a subir en las encuestas.
Después lea a Luis Larraín en "El Mercurio", que en su columna "La Repartija" describe críticamente las consecuencias de un alza tributaria y de abrir el apetito por apoderarse del FUT (Fondo de Utilidades Tributables de las empresas, es decir, utilidades que no pagan impuesto si no se retiran y que se convierten en producción, inversión y nuevos empleos) y que han sido fundamentales para financiar la inversión en las últimas décadas. Y después lea al economista Eduardo Engel, en "La Tercera", que es afín a la Concertación, haciendo un análisis muy razonado de por qué ha llegado la hora de apoderarse del FUT que han acumulado las empresas y traspasarlo, al menos en parte, al Estado, a través de impuestos más altos. Esto permite anticipar las consecuencias de la medida de Sebastián Piñera de abrir una "caja de Pandora", es decir, abrir la puerta al alza tributaria: primera consecuencia, que él subirá en las encuestas; segunda consecuencia, que la Concertación le responderá: "su aumento de impuestos y dos más"; tercera consecuencia, que si la Concertación gana las elecciones presidenciales dentro de 19 meses dirá "el aumento tributario anterior y cuatro más; y venga todo el FUT para acá".
En seguida lea la encuesta que publica hoy "El Mercurio", según la cual el 62 por ciento de los gerentes de empresas dice no creer que el aumento del impuesto de 17 a 20% de las utilidades conduzca a disminuir la inversión. Nótese que escribí "dice no creer", porque obviamente todos creen lo contrario, o no serían gerentes: es decir, esos dos tercios de ellos saben que si ellos disponen de $83 de cada cien para invertir, y les quitan tres pesos, van a invertir menos que si no se los quitaran. ¿Qué significa esa encuesta, entonces? Significa que el 62 por ciento de los gerentes son tan partidarios del presidente que, con tal de que él remonte en las encuestas, prefieren no decir lo que piensan, aunque tengan que pagar más impuesto, tener menos utilidades, invertir menos y propiciar que el país crezca menos.
Y cuando usted haya terminado de leer esas lecturas recomendadas, ya puede saber lo que va a pasar, sobre todo si también lee la encuesta presidencial de "La Tercera" en que Michelle Bachelet tendría 41 por ciento, seguida de Laurence Golborne con 17 por ciento, si la elección presidencial fuera hoy.
jueves, 3 de mayo de 2012
Cosas Que No le Importan a Nadie
Yo sostengo que el país se ha acostumbrado a vivir en un estado de cinismo permanente. Otra demostración de ello me ha llegado hoy por correo electrónico. Es el auto de procesamiento dictado por el ministro de fuero Miguel Vázquez Plaza en contra del brigadier (r) Miguel Krassnoff por el "secuestro calificado" del mirista Germán Moreno Fuenzalida, supuestamente ocurrido el 15 de julio de 1974.
¿Y cómo puede acusarse a un funcionario de las fuerzas armadas de secuestro, si ese delito está en el párrafo referido a los que sólo pueden ser "cometidos por particulares"? Es que si se dijera la verdad, correspondería calificar el delito como "detención ilegal", que tiene menor penalidad, que sólo puede tener lugar mientras el autor de la detención sea agente del Estado y, por tanto, debería cesar y prescribir cuando él hubiere dejado las filas. Entonces el juez debe recurrir a un "ardid": aplicarle una figura que sólo puede ser cometida por particulares. Ya se sabe que, en esos casos, los jueces superiores "miran para otro lado".
Todo lo anterior es verdad. Pero en Chile hay jueces que no aplican el derecho y NADA SUCEDE. El país mira para otro lado.
Junto con ese auto de procesamiento se me ha hecho llegar certificado de que el procesado Krassnoff, a la fecha del supuesto secuestro del mirista Moreno, se encontraba fuera del país, como miembro de la guardia de protección del entonces Presidente Augusto Pinochet en su visita a Bolivia, con motivo del "abrazo de Charaña". ¿Cómo pudo Krassnoff estar, al mismo tiempo, en Bolivia protegiendo a Pinochet y en Santiago deteniendo a Moreno? No pudo, pero al ministro de fuero Miguel Vázquez eso no le importa.
Conste que según el Código de Procedimiento Penal (tanto nuevo como antiguo) el juez tiene la obligación de investigar con el mismo celo las pruebas que inculpen a una persona como aquellas que la absuelvan. Pero este juez en particular NO HA INVESTIGADO NADA sobre loe hechos que pudieran absolver a Krassnoff, porque obviamente sería muy fácil interrogar a personas que estuvieron con el Presidente Pinochet en Bolivia para acreditar que su guardia estaba integrada, el 15 de julio de 1974, por Miguel Krassnoff. En este caso hay un abandono de deberes judiciales público y notorio por parte del juez. Pero NO SUCEDE NADA. En otros casos de delitos cometidos por jueces (pues no aplicar las leyes es un delito, que se llama de prevaricación) los diarios exhiben grandes titulares. En éste, ninguno. No dicen nada. Nadie dice nada. Los camaradas de armas de Krassnoff tampoco dicen nada. Es que el país está en un estado de cinismo permanente.
De la lectura del auto de procesamiento fluye evidentemente la falsedad de los testigos de cargo que han servido para inculpar a Krassnoff, pues ellos dicen haber visto al supuestamente secuestrado Moreno en diferentes lugares: Londres 38, Tres Álamos, Cuatro Álamos, "en el norte". Es decir, no son testigos contestes, que es el primer requrimiento para que un testimonio sea constitutivo de prueba.
Además, en el auto de procesamiento se señala que Krassnoff ha prestado declaración, que es un requsito del procesamiento. Se llama "declaración indagatoria". Pero jamás Krassnoff ha sido interrogado por el ministro Vázquez. Éste ni siquiera lo conoce. Mismo caso de otros jueces, en particular Alejandro Solís, que afirma en varios procesos haber interrogado a Krassnoff, no habiéndolo siquiera visto personalmente NUNCA.
¿Cómo puede ser posible todo esto? Puede serlo, porque el país vive, a este respecto, en un estado de cinismo permanente, ante hechos graves e inaceptables, pero cuya "corrección política" (ese resumidero general de las inmoralidades) lleva a que no le importen a nadie.
¿Y cómo puede acusarse a un funcionario de las fuerzas armadas de secuestro, si ese delito está en el párrafo referido a los que sólo pueden ser "cometidos por particulares"? Es que si se dijera la verdad, correspondería calificar el delito como "detención ilegal", que tiene menor penalidad, que sólo puede tener lugar mientras el autor de la detención sea agente del Estado y, por tanto, debería cesar y prescribir cuando él hubiere dejado las filas. Entonces el juez debe recurrir a un "ardid": aplicarle una figura que sólo puede ser cometida por particulares. Ya se sabe que, en esos casos, los jueces superiores "miran para otro lado".
Todo lo anterior es verdad. Pero en Chile hay jueces que no aplican el derecho y NADA SUCEDE. El país mira para otro lado.
Junto con ese auto de procesamiento se me ha hecho llegar certificado de que el procesado Krassnoff, a la fecha del supuesto secuestro del mirista Moreno, se encontraba fuera del país, como miembro de la guardia de protección del entonces Presidente Augusto Pinochet en su visita a Bolivia, con motivo del "abrazo de Charaña". ¿Cómo pudo Krassnoff estar, al mismo tiempo, en Bolivia protegiendo a Pinochet y en Santiago deteniendo a Moreno? No pudo, pero al ministro de fuero Miguel Vázquez eso no le importa.
Conste que según el Código de Procedimiento Penal (tanto nuevo como antiguo) el juez tiene la obligación de investigar con el mismo celo las pruebas que inculpen a una persona como aquellas que la absuelvan. Pero este juez en particular NO HA INVESTIGADO NADA sobre loe hechos que pudieran absolver a Krassnoff, porque obviamente sería muy fácil interrogar a personas que estuvieron con el Presidente Pinochet en Bolivia para acreditar que su guardia estaba integrada, el 15 de julio de 1974, por Miguel Krassnoff. En este caso hay un abandono de deberes judiciales público y notorio por parte del juez. Pero NO SUCEDE NADA. En otros casos de delitos cometidos por jueces (pues no aplicar las leyes es un delito, que se llama de prevaricación) los diarios exhiben grandes titulares. En éste, ninguno. No dicen nada. Nadie dice nada. Los camaradas de armas de Krassnoff tampoco dicen nada. Es que el país está en un estado de cinismo permanente.
De la lectura del auto de procesamiento fluye evidentemente la falsedad de los testigos de cargo que han servido para inculpar a Krassnoff, pues ellos dicen haber visto al supuestamente secuestrado Moreno en diferentes lugares: Londres 38, Tres Álamos, Cuatro Álamos, "en el norte". Es decir, no son testigos contestes, que es el primer requrimiento para que un testimonio sea constitutivo de prueba.
Además, en el auto de procesamiento se señala que Krassnoff ha prestado declaración, que es un requsito del procesamiento. Se llama "declaración indagatoria". Pero jamás Krassnoff ha sido interrogado por el ministro Vázquez. Éste ni siquiera lo conoce. Mismo caso de otros jueces, en particular Alejandro Solís, que afirma en varios procesos haber interrogado a Krassnoff, no habiéndolo siquiera visto personalmente NUNCA.
¿Cómo puede ser posible todo esto? Puede serlo, porque el país vive, a este respecto, en un estado de cinismo permanente, ante hechos graves e inaceptables, pero cuya "corrección política" (ese resumidero general de las inmoralidades) lleva a que no le importen a nadie.
miércoles, 2 de mayo de 2012
Afuera Se Dan Cuenta
El comentario de María Anastasia O'Grady, en "The Wall Street Journal", tal como el reciente de "The Economist" acerca de la ineptitud política del presidente, revela que en el exterior se han dado cuenta de lo que sucede en Chile.
Si bien la atención de la opinión pública nacional ha sido enfocada por los principales medios en la descripción que la editorialista hace de Camila Vallejo como "un bebé de pañales rojos", ella también dice otras cosas que esos medios han preferido omitir, pero que más valdría se tuvieran en cuenta. Por ejemplo, que la derecha chilena, en vez de luchar contra la "invitación a la tiranía" extendida por la joven líder comunista, "a menudo le cede la supremacía moral a quienes la proponen". Y señala: "Piñera es uno de los culpables. Sus tibias medidas de respuesta, diseñadas para satisfacer a los elementos moderados de las brigadas igualitarias, están socavando la libertad chilena. También están socavando su poder (el de Piñera) al hacerlo ver débil e incompetente".
De nuevo surge el tema de la ineptitud. ¿Vamos a tener una nueva refutación del secretario general de gobierno, esta vez enfilada a un medio de este lado del Atlántico, como ya lo hiciera con uno del otro? Más valdría que no, porque podría ser una tarea de nunca acabar. Es que afuera se están dando cuenta de cosas de las cuales acá muchos no se percatan todavía.
O'Grady sitúa el problema en su justa dimensión cuando dice sobre el presidente: "Él no está convencido de que lo que está haciendo a Chile grande también es algo bueno. Piñera podría jugar un papel importante en este sentido, pero la defensa de la libertad no es su fuerte". Ahí está la clave. A continuación menciona el cierre de un proyecto eléctrico que había cumplido con la normativa legal y el proyecto de alza de impuestos en curso.
Es que no está en su naturaleza ser un estadista empeñado en una cruzada de defensa de ideas. Él es un político a la caza de oportunidades. Como está en problemas por el escaso sustento que le brindan las encuestas, lo que él busca es complacer a "la voz de la calle". ¿Que aumentar el impuesto a las empresas no estaba en su programa? A la basura el programa, lo que importa es lo que ahora pide la gente. Es la gente la que pesa en las encuestas, y no el programa. Las grandes ideas nunca han servido para mejorar en los sondeos; el populismo sí. Barrancones era necesario pero impopular. A la basura Barrancones. Sobre todo si apareció una grabación suya como candidato prometiendo que no lo iba a permitir, grabación que, por supuesto, desconocían los del grupo Tantauco dedicados a estudiar el problema del abastecimiento energético.
Estas cosas, dice O'Grady, hacen ver al gobernante como "débil e incompetente". Débil, porque no sólo no es capaz de defender sus ideas, sino tampoco de garantizar el orden público. Incompetente, porque no esgrime ideas propias, sino que se asila en las de sus adversarios. ¿Quién se acuerda, a estas alturas, de "las soluciones privadas para los problemas públicos"? Casi es de mal gusto traerlas a cuento. De lo que hoy se trata es de lo contrario: más Estado, más impuestos: soluciones estatales para los problemas, y no sólo los públicos; para todos los problemas.
¿Para eso se quería terminar con los gobiernos de la Concertación? Absurdo. Y afuera ya se están dando cuenta.
Si bien la atención de la opinión pública nacional ha sido enfocada por los principales medios en la descripción que la editorialista hace de Camila Vallejo como "un bebé de pañales rojos", ella también dice otras cosas que esos medios han preferido omitir, pero que más valdría se tuvieran en cuenta. Por ejemplo, que la derecha chilena, en vez de luchar contra la "invitación a la tiranía" extendida por la joven líder comunista, "a menudo le cede la supremacía moral a quienes la proponen". Y señala: "Piñera es uno de los culpables. Sus tibias medidas de respuesta, diseñadas para satisfacer a los elementos moderados de las brigadas igualitarias, están socavando la libertad chilena. También están socavando su poder (el de Piñera) al hacerlo ver débil e incompetente".
De nuevo surge el tema de la ineptitud. ¿Vamos a tener una nueva refutación del secretario general de gobierno, esta vez enfilada a un medio de este lado del Atlántico, como ya lo hiciera con uno del otro? Más valdría que no, porque podría ser una tarea de nunca acabar. Es que afuera se están dando cuenta de cosas de las cuales acá muchos no se percatan todavía.
O'Grady sitúa el problema en su justa dimensión cuando dice sobre el presidente: "Él no está convencido de que lo que está haciendo a Chile grande también es algo bueno. Piñera podría jugar un papel importante en este sentido, pero la defensa de la libertad no es su fuerte". Ahí está la clave. A continuación menciona el cierre de un proyecto eléctrico que había cumplido con la normativa legal y el proyecto de alza de impuestos en curso.
Es que no está en su naturaleza ser un estadista empeñado en una cruzada de defensa de ideas. Él es un político a la caza de oportunidades. Como está en problemas por el escaso sustento que le brindan las encuestas, lo que él busca es complacer a "la voz de la calle". ¿Que aumentar el impuesto a las empresas no estaba en su programa? A la basura el programa, lo que importa es lo que ahora pide la gente. Es la gente la que pesa en las encuestas, y no el programa. Las grandes ideas nunca han servido para mejorar en los sondeos; el populismo sí. Barrancones era necesario pero impopular. A la basura Barrancones. Sobre todo si apareció una grabación suya como candidato prometiendo que no lo iba a permitir, grabación que, por supuesto, desconocían los del grupo Tantauco dedicados a estudiar el problema del abastecimiento energético.
Estas cosas, dice O'Grady, hacen ver al gobernante como "débil e incompetente". Débil, porque no sólo no es capaz de defender sus ideas, sino tampoco de garantizar el orden público. Incompetente, porque no esgrime ideas propias, sino que se asila en las de sus adversarios. ¿Quién se acuerda, a estas alturas, de "las soluciones privadas para los problemas públicos"? Casi es de mal gusto traerlas a cuento. De lo que hoy se trata es de lo contrario: más Estado, más impuestos: soluciones estatales para los problemas, y no sólo los públicos; para todos los problemas.
¿Para eso se quería terminar con los gobiernos de la Concertación? Absurdo. Y afuera ya se están dando cuenta.
martes, 1 de mayo de 2012
Un Gran Triunfo de la Concertación
El último gobierno de derecha que hubo en Chile fue el del Presidente Augusto Pinochet. Elegido por amplia mayoría en 1980, asumió en marzo de 1981 y gobernó hasta igual mes de 1990. Derrotó al terrorismo, impuso la ley y el orden, fomentó la propiedad y el ahorro, fundó el capitalismo popular y restableció una democracia plena, que es la que hoy nos rige. Un exitoso gobierno de derecha. Bajo él se gestó la década de mayor prosperidad en la historia de Chile, gracias a las reformas que fortalecieron la libertad de los mercados y la propiedad.
Pivotes fundamentales de ese progreso fueron la libertad de elegir de los chilenos, consagrada en el ahorro previsional privado, las instituciones de salud previsional privadas y el fomento del ahorro de los particulares. Los trabajadores chilenos pasaron a ser dueños importantes de las empresas, a través de las AFPs. Pudieron elegir entre la salud estatal y la privada, afiliándose a las ISAPRES. Hoy la cotización a éstas es la mitad de la que demanda la salud estatal, FONASA, y la atención que entregan es mucho mejor. Por eso los políticos enemigos de las ISAPRES cotizan en ellas y no en el FONASA.
El ahorro privado fomentado por ese último gobierno de derecha se fundaba en una Ley de la Renta que establecía un bajo impuesto a las utilidades de las empresas (diez por ciento) si eran retiradas, pero no si no lo eran; y un alto impuesto progresivo personal, si las utilidades de las empresas eran perccibidas por sus dueños, del cincuenta por ciento en el tramo de mayor ingreso personal.
Ese conjunto de iniciativas, junto con el respeto a la ley y al orden, "cambiaron el chip" del país, que comenzó a vivir una etapa de extraordinario crecimiento. Éste, como es sabido, es el mejor remedio contra la pobreza.
Pero los adversarios de centroizquierda e izquierda del gobierno de Pinochet, reunidos en la Concertación, lo derrotaron en el plebiscito de 1988 y llegaron al poder en 1990. Sabedores de que el modelo socioeconómico era el que había posibilitado la prosperidad, evitaron sustituirlo, pero se dedicaron a cambiarlo. Subieron el impuesto a las empresas a primero a 15 y luego a 17 por ciento, aplicable a las utilidades devengadas y no sólo a las retiradas; y bajaron el de las personas, primero a 45 y luego a 40 por ciento en su tramo más alto, debilitando el incentivo al ahorro. Como éste financia la inversión, ésta disminuyó y el país comenzó a los pocos años a crecer cada vez menos. En el origen de esos cambios fue activo el entonces senador Sebastián Piñera, cuya cuna política estaba en la DC pero que fuera elegido senador por RN, uno de los partidos que apoyaba a Pinochet. Piñera hizo una labor de zapa en la derecha y convenció a algunos en ella de votar por los cambios retrógrados que debilitaron el incentivo al ahorro, y así los hizo posibles.
Con los años fue elegido presidente el mismo senador Piñera y ha hecho lo que ha caracterizado su pensamiento y su acción: impulsar las ideas de la Concertación. Ayer ha anunciado otro aumento del impuesto a las empresas y otra reducción del que grava a las personas, debilitando todavía más el incentivo al ahorro. También interpretando fielmente a la Concertación, ha declarado que el producto de su aumento tributario irá en apoyo a la educación estatal, que es la de peores resultados. Y ha logrado el apoyo de amplios sectores de derecha para este nuevo impulso del ideario concertacionista, que la propia Concertación se apronta a profundizar en el debate parlamentario de los proyectos.
Piñera la está llevando a renacer de sus cenizas.
Pivotes fundamentales de ese progreso fueron la libertad de elegir de los chilenos, consagrada en el ahorro previsional privado, las instituciones de salud previsional privadas y el fomento del ahorro de los particulares. Los trabajadores chilenos pasaron a ser dueños importantes de las empresas, a través de las AFPs. Pudieron elegir entre la salud estatal y la privada, afiliándose a las ISAPRES. Hoy la cotización a éstas es la mitad de la que demanda la salud estatal, FONASA, y la atención que entregan es mucho mejor. Por eso los políticos enemigos de las ISAPRES cotizan en ellas y no en el FONASA.
El ahorro privado fomentado por ese último gobierno de derecha se fundaba en una Ley de la Renta que establecía un bajo impuesto a las utilidades de las empresas (diez por ciento) si eran retiradas, pero no si no lo eran; y un alto impuesto progresivo personal, si las utilidades de las empresas eran perccibidas por sus dueños, del cincuenta por ciento en el tramo de mayor ingreso personal.
Ese conjunto de iniciativas, junto con el respeto a la ley y al orden, "cambiaron el chip" del país, que comenzó a vivir una etapa de extraordinario crecimiento. Éste, como es sabido, es el mejor remedio contra la pobreza.
Pero los adversarios de centroizquierda e izquierda del gobierno de Pinochet, reunidos en la Concertación, lo derrotaron en el plebiscito de 1988 y llegaron al poder en 1990. Sabedores de que el modelo socioeconómico era el que había posibilitado la prosperidad, evitaron sustituirlo, pero se dedicaron a cambiarlo. Subieron el impuesto a las empresas a primero a 15 y luego a 17 por ciento, aplicable a las utilidades devengadas y no sólo a las retiradas; y bajaron el de las personas, primero a 45 y luego a 40 por ciento en su tramo más alto, debilitando el incentivo al ahorro. Como éste financia la inversión, ésta disminuyó y el país comenzó a los pocos años a crecer cada vez menos. En el origen de esos cambios fue activo el entonces senador Sebastián Piñera, cuya cuna política estaba en la DC pero que fuera elegido senador por RN, uno de los partidos que apoyaba a Pinochet. Piñera hizo una labor de zapa en la derecha y convenció a algunos en ella de votar por los cambios retrógrados que debilitaron el incentivo al ahorro, y así los hizo posibles.
Con los años fue elegido presidente el mismo senador Piñera y ha hecho lo que ha caracterizado su pensamiento y su acción: impulsar las ideas de la Concertación. Ayer ha anunciado otro aumento del impuesto a las empresas y otra reducción del que grava a las personas, debilitando todavía más el incentivo al ahorro. También interpretando fielmente a la Concertación, ha declarado que el producto de su aumento tributario irá en apoyo a la educación estatal, que es la de peores resultados. Y ha logrado el apoyo de amplios sectores de derecha para este nuevo impulso del ideario concertacionista, que la propia Concertación se apronta a profundizar en el debate parlamentario de los proyectos.
Piñera la está llevando a renacer de sus cenizas.
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