jueves, 10 de abril de 2025

LA PROPUESTA DE DOUGLAS POLLOCK

En el Evangelio Jesucristo dice que nadie es profeta en su tierra y tiene razón. Es el caso de Douglas Pollock, un ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile, que se ha dedicado a estudiar el cambio climático. 

Su opinión es muy considerada en los EE. UU., el Reino Unido, a través de Lord Monckton, y últimamente en Irlanda, en que sus tesis han sido refrendadas por un comité de expertos.

Entre otras cosas Pollock ha probado que el Acuerdo de París es una gran tontería perjudicial, que en Chile estamos pagando cuentas de luz absurdamente altas por seguir los pasos indicados por dicho Acuerdo, lo cual es no sólo dañino sino ridículo, pues somos responsables de apenas el 0,24 % de las emisiones de CO2, mientras los países que emiten el 60 % (India, China, EE. UU.) no son parte del Acuerdo ni le hacen caso. 

Dice que mientras en Chile hemos cerrado plantas generadoras abastecidas por combustibles fósiles, China e India han construido casi un centenar de esas mismas plantas nuevas, que generan 586 veces más CO2 que Chile, a cambio de tener energía eléctrica abundante y barata, en la cual basan su alto crecimiento económico.

Ha propuesto un "plan para Chile", que nos dejaría también con energía abundante y barata, pero a condición de desregular y liberar el mercado energético, derogar todos los impuestos específicos que gravan los combustibles, al carbono y la generación de electricidad y en particular los "impuestos verdes", suprimir subsidios y reducir órganos burocráticos.

Ha destacada el "gran disparate" del gobierno de Bachelet I de haber rechazado el proyecto hidrográfico de energía barata y, además, limpia de HidroAysén. Ese proyecto no contemplaba ninguna represa que alterara la naturaleza de Aysén, sino que sólo centrales "de pasada" en el curso del río. 

Adicionalmente Pollock afirma que nunca se ha medido efectivamente la contribución humana al CO2 ni que ello haya hecho subir la temperatura del planeta.

Su propuesta para Chile contempla la desregulación del área energética, el cierre del ministerio del Medio Ambiente, la disminución de la dotación del Coordinador Eléctrico y la reducción de la del ministerio de Energía, como también liberar la exploración y explotación de hidrocarburos que monopoliza ENAP.

En realidad, es tan radical que algo equivalente sólo ha sido hecho en Chile siendo ministro de Hacienda Hernán Büchi y presidente Augusto Pinochet, entre 1985 y 1990, cuando se inició el primer quinquenio de los que fueron los "mejores treinta años de la historia de Chile". 

Es impensable que nuestro país pueda reeditar aquella dupla y repetir esa hazaña hoy. Pero este otro año, si en noviembre elegimos un gobierno decididamente de derecha y no entreguista ni contemporizador, tal vez.    


domingo, 6 de abril de 2025

LA BRIZNA EN EL OJO AJENO

Hay unanimidad para juzgar inadmisible que el Presidente, sus ministros, 17 abogados asesores y la senadora Isabel Allende con su respectivo séquito de asistentes hayan ignorado el inciso segundo del artículo 60 de la Constitución, según el cual el diputado o senador que celebre contrato con el Estado cesa en su cargo.

Pero ninguno ha recordado que, menos de tres años atrás, todos estuvieron de acuerdo con el mismo Boric y su antecesor Piñera en transgredir el inciso quinto del mismo artículo 60, que dice que cesará en el cargo el diputado o senador "que propicie el cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los que establece esta Constitución".

Tendrían que haber hecho un plebiscito de entrada, como en el primer proceso, pero no lo hicieron. El profesor y ministro del Tribunal Constitucional, José Ignacio Vásquez, les advirtió en artículo en El Mercurio que no tenían la potestad constituyente, pero no le hicieron caso,

La "gran prensa", Boric y Piñera, suscriptores del entonces llamado "Acuerdo por Chile"; el rector-columnista de El Mercurio, Carlos Peña (que además llamaba a "lanzar lejos la Constitución"); el primer editorialista que ahora fulminan a los numerosos abogados gubernamentales desconocedores del referido art. 60, no decían nada cuando se transgredía el inciso quinto del mismo artículo. 

Ni nadie siquiera pensó que los diputados y senadores que habían concurrido con sus votos a inventar un segundo proceso constituyente, no permitido por la Constitución, debían ser destituidos. Ven la brizna en el ojo de Boric, pero no la viga en el propio.

Minoritarias y no escuchadas eran las voces, entre ellas la de este blog, que clamaban al cielo por la inconstitucionalidad de ese segundo proceso.

No había prensa ni periodismo conocidos que dijeran que el "Acuerdo por Chile" era violatorio del inciso 5° del artículo 60 y causal de destitución de los parlamentarios que lo votaran favorablemente. 

Hoy esa multitud de opinólogos, grandes diarios, radios, estaciones televisivas, redes sociales que se preguntan cómo es posible que nadie advirtiera ni supiera del inciso segundo del artículo 60 de la Constitución, de ningún modo se pregunta ni nunca se preguntó por qué tampoco supieron, vieron ni dijeron nada cuando apoyaron, publicitaron, propagaron y respaldaron a la cuasi unanimidad de diputados y senadores que aprobaron el segundo proceso constituyente violatorio del inciso quinto del mismo artículo 60 de la Constitución,

Además aquel proceso viciado debió originarse en mensaje presidencial y no en moción parlamentaria, como se inició. Otra inconstitucionalidad.

Debió haber generado la destitución de todos los diputados y senadores que lo votaron a favor. Que fueron todos, pues los republicanos, únicos en oponerse en un comienzo, "se dieron vuelta la chaqueta" junto a su jefe y se sumaron al "Acuerdo por Chile" de Boric-Piñera para violar la Constitución.

Lo llevaron adelante consumiendo ingentes recursos humanos y financieros sin ninguna legitimidad. Todo terminó en el plebiscito del 17 de diciembre de 2023, en el cual la ciudadanía rechazó la intentona inconstitucional. Pero ningún parlamentario culpable fue destituido. Y "lo comido y lo bailado" no se lo quitó nadie.

Lo peor: las élites de todos los niveles, la jerarquía eclesiástica representada por monseñor Celestino Aós y las más variadas instituciones del establishment, siempre dispuesto a ubicarse donde el sol más calienta, aunque ello sea inconstitucional, fueron cómplices activos.

Ahora todos ven la brizna en el ojo de Boric, pero no la viga en el propio. Isabel, Allende se va, pero la multitud de otros, tan culpables como ella, se han quedado.

sábado, 5 de abril de 2025

DESTELLO DE LEGALIDAD

Es increíble que la mera aplicación de un precepto constitucional claro por parte de un tribunal genere en Chile una crisis política. 

Es tan evidente que en el país no impera un estado de derecho (que es la traducción de la rule of law anglosajona) que el Partido Socialista gobernante califica el fallo del TC como "un hecho lamentable" y considera responsables a las ministras cercanas al Frente Amplio que lo suscribieron. 

Es que la izquierda se ha acostumbrado a que las causas se fallen, no de acuerdo a derecho, sino según su propio sentir político. Se ha acostumbrado a los miles de sentencias de la justicia ordinaria violatorias de los fundamentos básicos del derecho penal y basadas en una "ficción jurídica". 

Se ha acostumbrado también a la impunidad de los atropellos a la Constitución. Y cuando, por excepción, se aplica la legalidad, lo considera una deslealtad política, en este caso del Frente Amplio, próximos al cual son las juezas que aportaron los votos para sancionar el más reciente atropello.

Este fallo ha merecido el elogio, en columna ad hoc, de Carlos Peña en El Mercurio. Y un primer editorial del mismo diario corrobora la tesis de defensa constitucional. 

Pero este fallo más parece sólo un destello de legalidad en medio de la inexistencia del estado de derecho.

En efecto, más adelante el mismo artículo 60 de la Constitución establece que "cesarán asimismo en sus funciones los diputados o senadores ... que propicien el cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los que establece esta Constitución". No obstante, desde mediados de 2022 en adelante el mismo rector-columnista Peña, el mismo diario en que escribe y también el Presidente de la República, Gabriel Boric y su antecesor, Sebastián Piñera, mediante el "Acuerdo por Chile" entre ambos, promovieron el "cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los señalados en la Constitución", violando flagrantemente el mismo artículo 60 que ahora el TC ha hecho respetar.

Y entonces todos los parlamentarios de gobierno y de oposición incurrieron en la misma causal de cesación en sus cargos que Isabel Allende. Pero en el caso de todos ellos sin que nada les sucediese ni nadie pidiera destituirlos. Había pleno acuerdo político para violar la Constitución. ¿De qué estado de derecho estamos hablando?

Este fallo ha sido, pues, sólo un destello. Ojalá fuera un precedente a ser imitado por los tribunales y los poderes públicos que reiteradamente han abandonado la posición legal, llevando a que en los análisis internacionales la democracia chilena haya descendido de "plena", como lo fue mientras se respetaban la Constitución y las leyes, a "defectuosa", como la cataloga un informe de The Economist, que se hizo cargo del permanente atropello chileno a la juridicidad.


miércoles, 2 de abril de 2025

1 Y 2 DE ABRIL

El 1° de abril de 1991 fue asesinado el senador de la UDI, Jaime Guzmán, por el brazo armado del Partido Comunista. Había votado en contra, en el Senado, el proyecto propiciado por el presidente Aylwin para indultar a los casi mil terroristas y delincuentes mantenidos presos por su antecesor, el presidente Pinochet. Gracias a esto último Chile estaba pacificado, con la menor tasa de homicidios del hemisferio, sin conflicto en la Araucanía (cuyos caciques habían premiado al mandatario en agradecimiento), sin inmigrantes ilegales, bajo un clima general de paz interna y, en lo externo, a la cabeza del crecimiento en América. 

El mundo comentaba el "milagro chileno" y el inglés Niall Ferguson, en su libro The Ascent of Money comentaría: "los primeros fueron los militares chilenos. Thatcher y Reagan vinieron después".

Pues, en efecto, el régimen en el cual Guzmán había sido principal consejero presidencial había generado prosperidad, libertad, democracia y orden. Imperdonable. Había que matarlo.

El 2 de abril, pero de 1957 el Partido Comunista había perpetrado su enésima insurrección, desde su fundación en 1922, En 1948 había sido puesto fuera de la ley por Gabriel González Videla mediante la Ley de Defensa de la Democracia. La "ley maldita", según ellos, pues no les permitía urdir desde dentro del régimen la toma del poder total.

Ibáñez, cuyas políticas económicas habían generado la mayor inflación entonces en la historia del país, debió aplicar políticas estabilizadoras "impopulares", aconsejadas por la Misión Klein-Saks, traída de los EE. UU.  Algún consejero político de cortos alcances le debe haber dicho a Ibáñez que, para tranquilizar a la extrema izquierda en plena recesión, le hiciera un gesto, derogando la "ley maldita". Entonces los comunistas le "agradecieron" iniciando una violenta revolución que destruyó el centro, derribó todos los postes y asaltó las principales tiendas de Santiago. 

Pero al general no le iban "a venir con cosas": sacó las tropas a la calle y terminó el estallido al día siguiente de comenzado, con el correspondiente saldo de caídos. En ese tiempo los uniformados podían usar sus armas de servicio. Y los comunistas no habían formado todavía Amnesty International, creada en 1954, como lo acreditó el historiador chileno Claudio Véliz (ver revista del Centro de Estudios Públicos N° 108 de 2007) para inmovilizar la autodefensa de la autoridad, como en 1973-1990, cuando se ganó la guerra de las armas y de la economía, pero se perdió la posguerra de las palabras, el "relato".

Consecuencia, Chile vuelto a caer en manos de los rojos en 2021. ¿Alguien lo salvará por segunda vez?

domingo, 30 de marzo de 2025

UNIDAD SIN QUE DUELA

El columnista de El Mercurio Gerardo Varela escribe hoy, bajo el título de "Unidad Hasta Que Duela", abogando por el retiro de sus candidaturas por parte de Johannes Kaiser y José Antonio Kast, para apoyar a Evelyn Matthei; y sugiere un programa presidencial único, junto con una lista parlamentaria única, lo cual optimizaría, según él, y tiene razón, el número de diputados y senadores en favor de la derecha, en los comicios de noviembre.

Pero al término de su columna Varela proporciona una receta mucho mejor que la anterior "dolorosa": que sólo haya una lista parlamentaria única, para tener unidad sin que duela, manteniendo los candidatos presidenciales y sus respectivos programas. Pues así no se sacrificaría a ningún aspirante a La Moneda y todos éstos competirían en primera vuelta. Cada uno con su programa de gobierno y apoyando a sus favoritos en una lista parlamentaria común. Es lo que deberían hacer.

Pues que Kaiser y Kast se retiren y apoyen a Evelyn Matthei es imposible. Partiendo porque ambos son de derecha y ella se ha definido de izquierda. ChileVamos la ha proclamado pese a eso y sólo porque es la personalidad mejor evaluada y continuadora de Sebastián Piñera, que tampoco era de derecha. 

El Partido Republicano de Kast nació para diferenciarse de la UDI, que en los 90 se alejó de Pinochet y en los 2000 fue la colectividad más adepta a Piñera.

A su turno, la figura de Kaiser se separó de los republicanos cuando éstos, siguiendo las aguas de su jefe, José Antonio Kast, se unieron al "Acuerdo por Chile" de Piñera y Boric para dictar una nueva Constitución sobre la base del proyecto de los "Expertos". Los republicanos se habían convertido en el mayor partido de Chile tras oponerse a una nueva Constitución en los comicios del 7 de mayo de 2023. Kaiser, que era diputado republicano, se mantuvo en esa postura y ello le hizo la vida imposible dentro de la bancada y del partido, que habían desertado junto con Kast. Ello redundó en que Kaiser tuviera que abandonarlo y, con el tiempo, fundara el Partido Nacional Libertario, de derecha y respetuoso del legado de Pinochet. 

Kast ha declarado que no es pinochetista y Kaiser ha dicho que levantaría una estatua de Pinochet frente a la de Allende en la Plaza de la Constitución. Matthei, a su vez, es un clon político de Piñera, quien declaró a Pinochet "el peor presidente de Chile" y era un perseguidor inmisericorde de militares. Matthei lo secundó públicamente, en especial cuando cambió a oficiales del Penal Cordillera a Punta Peuco, motivando el suicidio del respetado general (r) Odlanier Mena, injusta e ilegalmente preso..

El hecho es que Pinochet sigue siendo un parteaguas en la política chilena. 

Pero Kaiser, Kast y Matthei representan, en distintos grados, el término del reinado del frenteamplismo, el comunismo y el socialismo en el poder. 

Y afortunadamente pueden unirse "sin que duela" para noviembre y obtener el control del Ejecutivo y del Congreso.

viernes, 28 de marzo de 2025

ME-O SEA BIENVENIDO NUEVAMENTE

De acuerdo con la revista The Economist y a sugerencia (no muy amable, debo reconocerlo) de este blog, Chile pasó a ser una "democracia defectuosa". Pues inicialmente The Economist's Intelligence Unit nos había catalogado como "plena democracia". Este blog se apresuró a sacarla de su error y en seguida la prestigiosa revista nos reclasificó como "defectuosa", veredicto que ya de sí siguió siendo benévolo.

Y uno de los defectos de esta democracia deriva en que Marco Enríquez-Ominami haya podido hacer una rentable y envidiable profesión la de "candidato presidencial eterno", involuntaria y generosamente financiado por el contribuyente chileno. 

En efecto, la casta política se ha hecho pagar por las arcas fiscales alrededor de mil pesos por cada voto obtenido, suma que, se me informa, subirá pronto a mil quinientos. Si ME-O obtuvo en su cuarto intento presidencial 500 mil votos, Servel le reembolsó $500 millones y él ha debido entonces resignarse a vivir los últimos cuatro años con una renta mensual de $10.466.666 "sin moverse de su escritorio" y con libertad de ocuparse full time en cualquier otra actividad remunerada. 

Incentivo que, naturalmente, induce a ME-O a presentarse por quinta vez este año y, reeditando el chiste de Salvador Allende tras haber ido cuatro veces candidato presidencial, al preguntársele cuál sería su epitafio, si pudiera elegir uno, había respondido: "Aquí yace Salvador Allende, futuro presidente de Chile".

Entrevistado esta vez ME-O aprestándose a su quinta arremetida, ha repetido un lugar común falso, empleado con éxito en las otras cuatro y declarado proponerse evitar que accedan al poder quienes "introducían ratones en la vagina de disidentes políticas" (sic). 

Éste es un éxito publicitario póstumo de los servicios de inteligencia de detrás de la "Cortina de Hierro" en su propaganda mundial contra el gobierno militar chileno. Pues en el libro de Álvaro Pineda de Castro, publicado en Madrid en 1974, "Pinochet; Verdad o Ficción", hacia el final (no tengo el ejemplar a mano) el autor dice que un desertor de la inteligencia polaca, que se pasó a Occidente, reveló que los ratones en la vagina de las presas políticas era una de las acusaciones que se le ordenaba propalar por el KGB soviético.

Esta mentira la consideraban tan efectiva publicitariamente que en los debates que yo mantenía en la TV, en décadas pasadas, con Eduardo Contreras, abogado comunista hoy fallecido, él invariablemente lanzaba esa misma acusación, con la cual creía "ganar la discusión". Y de hecho, una vez que mandé preguntar a un expartidario del gobierno militar por qué se habia puesto en su contra, me mandó contestar que porque los militares chilenos "ponían ratones en la vagina" de las presas, cosa que había hecho llorar a su mujer, al saberla.

"Una mentira mil veces repetida pasa a ser verdad", decía Goebbels. En Chile se ha comprobado la efectividad de su aserto.

Bienvenido ME-O a repetir la mentira comunista que tanto te ha servido para, ahora, con $1.500 por voto, los que podrían ser $759 millones para los próximos cuatro años, es decir, $ 15.625.000 mensuales "sin moverte de tu escritorio."

Podrá ser democracia defectuosa y mentirosa, pero, de ser generosa, lo es.

   

martes, 25 de marzo de 2025

PACTO DE DERECHA

No puede haber un pacto de un candidato presidencial de derecha con una candidata que profesa ideas de izquierda. Eso lo dicta el sentido común. Evelyn Matthei es de izquierda, como ella misma lo ha declarado, en entrevista con Cristián Warnken. Una voltereta libertaria de último momento no es suficiente para desvirtuar toda una trayectoria. 

Objetivamente y en un orden permanente ella se identifica con lo que fue el gobierno de Sebastián Piñera, funcional a la izquierda, que mucho lo añora hoy. Pero para el país resultó catastrófico, en el sentido de que persiguió sin piedad a los exmilitares que derrotaron al terrorismo, violando sus derechos humanos a un debido proceso y a la igualdad ante la ley. Además, se rindió ante la violencia de la izquierda, en lugar de derrotarla y preservar el orden público con todos los instrumentos constitucionales y legales de que disponía. Posteriormente entregó y pretendió derogar la Constitución que había presidido los mejores treinta años de nuestra democracia. En fin, terminó entregando el poder a la extrema izquierda, cuando parecía imposible que se repitiera un régimen inspirado en el desastroso legado de Allende. Pero ello sucedió. Y ahora partidarios de Evelyn Matthei, un clon político de Sebastián Piñera, pretenden que las candidaturas de derecha pacten con ella para facilitar su acceso al poder.

Pero su volubilidad no es la respuesta ni la solución que Chile necesita. Los mejores años de la historia del país, en todo sentido, se originaron bajo un gobierno de derecha sin ambages, como fue el del presidente Pinochet. Los partidos que apoyan a Matthei procuran alejarse lo más posible de éste. Y la consecuencia han sido estos peores años, traídos consigo por la izquierda. Hoy reconocen en sus propias filas que no podemos estar peor.  

Sería inexplicable un pacto de un candidato de derecha para facilitar la elección de una continuadora de Sebastián Piñera, cuando de lo que se trata es de que no vuelvan a repetirse los catastróficos errores de éste, como lo constituyeron su continuidad de políticas de izquierda para subir impuestos, aumentar el número de ministerios y, sobre todo, persiguiendo ilegalmente, mediante mil querellas prevaricatorias, a los exmiltitares que salvaron a Chile de la revolución armada comunista-socialista.

Además, miró indiferente la exacción ilegal de ingentes fondos públicos en favor de extremistas de izquierda.

Tampoco puede pactar un candidato presidencial preocupado de la situación humanitaria de más de 500 presos políticos exuniformados con la continuadora del jefe de Estado que más los persiguió y provocó el problema de derechos humanos que constituye su falta de debido proceso, las condenas sin pruebas y por meras "ficciones", los centenares de reos octogenarios y nonagenarios enfermos y la discriminación que les deniega derechos carcelarios reconocidos hasta a los peores delincuentes comunes.

Llegar a acuerdo parlamentario entre partidos que alguna vez fueron afines es un tema. Pero en el orden presidencial no hay posibilidad alguna de juntar el agua con el aceite, la obsecuencia con la izquierda, la persecución a los exmilitares, la falta de energía para aplicar la Constitución y las leyes a la insurrección marxista. con quienes representan justamente la preservación del ideario de la libertad y de la subsidiariedad estatal, la defensa del principio de autoridad y la vigencia efectiva del orden público, el combate a la guerrilla que asuela el sur y el término de la inmigración ilegal indiscriminada que autorizó la izquierda y mantuvo Sebastián Piñera, bajo cuya lenidad se multiplicaron las tomas que afligen al país. 

La lista parlamentaria común puede discutirse. Pacto presidencial o primarias con Evelyn Matthei, continuadora del piñerismo que hoy la izquierda añora, por ningún motivo.