El programa de Sebastián Piñera decía que se iba a establecer la depreciación acelerada de las inversiones para estimular el crecimiento, que a su turno es el mejor remedio para la pobreza. Y ese programa no decía en parte alguna que se iban a subir los impuestos a las empresas. Pues bien, elegido Presidente Sebastián Piñera con los votos de las personas que creían que iba a establecer la depreciación acelerada y no se iban a subir los impuestos, el Presidente ha hecho precisamente lo contrario, es decir, ha subido los impuestos y ha excluido la depreciación acelerada de su proyecto para financiar la reconstrucción.
Por supuesto, debe dejarse en claro que para ese financiamiento no se necesitaba ninguna de las dos cosas porque, primero, el Gobierno tiene un fondo para emergencias que cubre sobradamente los perjuicios fiscales ocasionados por el terremoto; segundo, tiene un margen de endeudamiento sobrado, pues la deuda neta del Estado es algo más del 3 por ciento del PIB, en circunstancias en que países europeos ese porcentaje es hasta 80 por ciento; tercero, el precio del cobre previsto en el presupuesto fiscal es del 2,16 dólares por libra, siendo que en la realidad ha estado en 3,66 dólares, precio que, si se mantuviera, le daría una holgura de 5.400 millones de dólares, más de cuatro veces lo que se pretende recaudar con los nuevos impuestos que el Gobierno propone; y, cuarto, el Estado tiene enormes activos que podrían ser vendidos: es dueño de más de 17 mil inmuebles, la mitad de los cuales no usa; tiene, como dueño o co-dueño, unas 150 empresas valiosas. La venta de la quinta parte de una sola, Codelco, podría pagar todos los perjuicios provocados al patrimonio público por el terremoto. Si Codelco vendiera su participación en Edelnor, cuya mayoría es privada, no tendría para qué subir el royalty a la minería, alza que implica desconocer la palabra del Estado chileno, pues éste prometió invariabilidad tributaria a las empresas mineras y ahora pretende que éstas renuncien a ella.
¿Por qué, entonces, es necesaria una ley de financiamiento, cuando sin ley alguna el Gobierno tiene a su disposición recursos para sanear el déficit fiscal heredado y cubrir todos los perjuicios que sufrió el sector público con el terremoto? Porque es políticamente "popular". Porque se les da en el gusto a la izquierda extra Concertación (léase Partido Comunista) y a la Concertación. Y el Presidente que tenemos es lo más parecido que hay a alguien de la Concertación fuera de la Concertación. Es probable que por eso haya resultado elegido, pero ése es otro tema. Yo lo he llamado "IV Presidente DC", porque no hay nada que anhelen más los DC que el reconocimiento comunista, y este Presidente parece necesitarlo tanto como el aire para respirar. Por eso los convida a La Moneda, los lleva en sus viajes al exterior y les promete que no indultará a "los violadores de los derechos humanos", que es como él llama -tal como lo hacen los comunistas- a los ex uniformados que derrotaron al terrorismo de extrema izquierda y nos salvaron de ser otra Cuba, por lo cual los jueces de izquierda desde hace años se vienen vengando y desconciéndoles a esos ex uniformados todos sus derechos legales. Para no decir nada de que no les conceden indultos como los que beneficiaron a TODOS los terroristas de izquierda.
Volviendo al tema tributario, diremos que lo que está ocurriendo es, ni más ni menos, la política en todo su esplendor. Entonces, chilenos, si ustedes votaron por eso y ahora les suben los impuestos y las contribuciones, con su pan se lo coman.
Yo se lo advertí a todos a tiempo, y nadie me hizo caso. Eligieron al IV Presidente DC y éste está obrando como tal. Ergo, ustedes no tienen de qué quejarse.
jueves, 6 de mayo de 2010
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