El socialismo es una enfermedad grave y contagiosa. Tan contagiosa que se propagó a cerca de dos mil millones de personas durante décadas. Sólo han podido mejorarse, casi todos, desde hace veintidós años.
Lamentablemente, acá en Chile está habiendo una recaída. Comenzó con una huelga estudiantil que buscaba, como todas las huelgas, un lucro: no pagar por la educación. Pero que decía querer suprimir el lucro de los que dan educación, para que fuera toda estatal. Enseñanza socialista pura. Después se añadió a las peticiones el plebiscito, luego el cambio del sistema económico-social y, finalmente, se exigió una nueva Constitución.
Cuando en 2006 terminó la huelga de los "pingüinos" y se formó una comisión "transversal" de más de 80 miembros, como las que le gustaban a doña Michelle, yo tenía una columna en un diario de la plaza y en ella hice un pronóstico: lo único que surgiría de esa comisión, con toda certeza, sería más socialismo en la educación.
Palabras proféticas, modestia aparte. Hoy, en educación, son todos socialistas: los izquierdistas, por cierto; los centristas, que en Chile siempre terminan haciendo lo que dice la izquierda; y los derechistas, muy a su pesar, porque se han convencido de que no debe hacerse lo que ellos creen, sino lo que los demás piden, y han terminado hablando el idioma educacional socialista.
En efecto, todo el mundo, de izquierda a derecha, dictamina "cómo debe ser la educación". ¿Qué tienen que meterse, si eso debería ser materia de la libre decisión personal? ¿No garantiza la Constitución la libertad de enseñanza?
Si yo soy padre de familia, soy soberano para determinar dónde, cuándo y cómo se van a educar mis hijos, siempre que se haga respetando las buenas costumbres, el orden público y el derecho de los demás.
Pero aquí, a cualquiera que se le pregunta, contesta sobre cómo debe ser la educación de los demás. ¿Con qué derecho? ¿Qué tienen que meterse? ¿También se van a meter a decirme que debo comprar marraquetas y no hallullas? Precisamente una persona fallecida, que ha hecho mucha falta, el economista Álvaro Bardón, decía que por suerte no hay problemas con el pan, pues a nadie se le ha ocurrido todavía crear el Ministerio del Pan.
Dicen que debe haber más igualdad y por eso el Estado debe hacerse cargo de la educación. Pero resulta que en los últimos veinte años se ha multiplicado por cuatro, en términos reales, la plata que el Estado gasta en educación, y ésta no ha mejorado ni la desigualdad ha disminuido. Por culpa, dicen, de la educación. Pero toda la gente puede ir al colegio y toda la gente estudia más años. La matrícula universitaria se ha triplicado. Sin embargo, la desigualdad continúa igual. ¿Por qué?
Yo les voy a decir por qué: porque la gente más pobre es víctima de una educación socialista, en colegios del Estado (los municipios son parte del Estado), con programas impuestos por el Estado (que establece contenidos mínimos que no son tales, pues no alcanzan a pasarse en el año lectivo, es decir, son máximos); y con una herramienta dictatorial para impedir la libertad de enseñanza: la PSU. Si das la PSU y tienes buen puntaje, el Estado le da plata a la universidad donde tú vayas (Aporte Fiscal Indirecto), la cual entonces te rebaja la matrícula. Como la PSU se prepara según los "contenidos mínimos", que son máximos, toda la enseñanza debe basarse en ellos o, si no, no hay Aporte Fiscal Indirecto para que vayas a la universidad. Esa es la herramienta para privarte de hecho de la libertad de enseñanza que en derecho te garantiza la Constitución.
Si ésta fuera una sociedad realmente libre, no habría Ministerio de Educación. Cualquiera podría fundar colegios, institutos profesionales, centros de formación técnica o la entidad que se le ocurriera, para procurar enseñar mejor que las demás. Habría real competencia. Los programas los determinaría cada ente educacional y las familias se pelearían por que sus hijos entraran a los mejores.
Algo de eso hay hoy día en la educación particular pagada. Los mejores colegios no tienen cupos disponibles, pues se llenan con los hijos de ex alumnos. Dan una educación del mismo nivel que la de países desarrollados. Y de ellos sale gente que tiene éxito en la universidad que eligen, pues su alto porcentaje en la PSU les permite elegir. Y reciben Aporte Fiscal Indirecto, pese a ser, en general, "gente rica". Y después salen de la universidad y encuentran fácilmente empleo. Según la encuesta CASEN, entre los más ricos el desempleo es de dos por ciento, es decir, hay más que pleno empleo (se estima que lo hay cuando la cifra de desocupación es alrededor de seis por ciento).
¿Y a los demás, especialmente a los más pobres, qué les sucede? Que no pueden elegir. Deben ir a los colegios municipalizados, donde aprenden poco y mal. Obtienen bajos puntajes en la PSU y sólo pueden ingresar a las universidades de menor calidad, lo cual es, en cierto modo, un avance, porque antes de que el Gobierno Militar estableciera la libertad para crear universidades no podían entrar a ninguna. Pero egresan de las carreras y les cuesta encontrar empleo. Y, cuando lo encuentran, ganan poco. Las tasas de cesantía de los pobres son superiores al promedio y varias veces más altas que las de los ricos. Esa es la raíz de la desigualdad. ¿Y qué la ha provocado? El socialismo en la educación, la tuición estatal de la enseñanza. Y también, por cierto, la legislación laboral socialista, causante principal del desempleo de los más pobres. ¿Cómo no va a ser absurdo que en una familia rica estén empleados todos los que buscan trabajo, mientras en una familia pobre la mitad no pueda encontrarlo? Bueno, eso es lo que provocan las políticas socialistas en la educación y en el empleo.
Entonces, dicen, hay que subirles los impuestos a los más ricos y destinar esos recursos al Ministerio de Educación. Más socialismo. Pero eso se ha hecho durante veinte años. Los cuatro gobiernos de la Concertación han aumentado impuestos y han aumentado el gasto público en educación; y éste, que yo llamo "el V", también. ¿Y qué se ha obtenido cuadruplicando ese gasto? Pregúntenles a los estudiantes qué se ha obtenido. Porque desfilan por las calles precisamente porque no han conseguido NADA. La desigualdad sigue igual. Pero, como están conducidos por los comunistas y socialistas y, gracias a la educación estatizada, el 80 por ciento no entiende lo que lee, están pidiendo ahora que el Estado tenga el monopolio total de la enseñanza. Así lograrán la ansiada igualdad: el 20 por ciento que hoy entiende lo que lee, dejará de entenderlo. Por fin todos serán iguales en Chile: el 100 % no entenderá lo que lee.
Si ésta fuera una sociedad libre y no fueran socialistas hasta los de derecha, alguien sacaría la cuenta de que, con los 11 mil 700 millones de dólares al año que el Estado gasta en educación, podría darle a la mitad de los estudiantes chilenos un vale (vouvher) mensual de $275 mil pesos para pagar un buen colegio, instituto, centro o universidad. Digo "a la mitad de los estudiantes", pese a que la encuesta CASEN de 2009 dijo que sólo había 13,7 % de pobres. Pero supongamos que, en realidad, la mitad de las familias sea pobre.
Además, en una sociedad libre no tendría por qué haber intervención estatal en la educación. Se podría liquidar ese monstruo burocrático llamado "Ministerio de Educación", pues precisamente el dinero que gasta se le daría a la mitad de las familias para educar a sus hijos. Y también se deberían licitar los miles de colegios estatales, hoy municipalizados. Estoy seguro de que decenas de miles de profesores formarían sociedades con fines de lucro, como la que tiene la hermana de la ex conviviente de Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, en Las Vizcachas. También estoy seguro de que les iría muy bien, pues supongo que un paso esencial en la liberalización de la enseñanza sería derogar el Estatuto Docente, que tanto conspira contra la calidad de la misma y el éxito de los colegios. Y de esa licitación provendría otro torrente de recursos que servirían para aumentar el valor de los vouchers para la mitad más pobre de las familias.
El sistema educacional de la sociedad chilena libre le permitiría a ésta dar un salto gigantesco en su desarrollo, porque comenzarían a egresar de los estudios personas mucho mejor capacitadas que hoy y, por tanto, más productivas, con un capital humano multiplicado. Porque la educación es un bien de capital, no de consumo, como dijo el Presidente.
Y Chile sería, entonces, mucho antes un país desarrollado. Todo gracias a que ustedes habrían dejado de meterse en algo que no les corresponde en una sociedad libre: la decisión de los demás acerca de dónde y cómo educar a sus hijos.
viernes, 26 de agosto de 2011
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Brillante su columna. Lo triste de todo esto es que hay mucha gente que comparte lo que usted dice, pero jamás lo podrán aplicar. Las encuestas de un País socialista como el nuestro no lo permitirán. Y si, cuanta falta nos hace Álvaro Bardón. ¿Nunca ha pensado en editar un libro con sus columnas de los jueves en El Mercurio?. Pienso que se vendería bien y sería un gran aporte para nuestras ideas.
ResponderEliminarLa idea es cambiar lo que hoy es gasto por inversión en capital humano, ¿verdad?
ResponderEliminarChile jamas sera pais desarrollado mientras siga con esa vision liberal-comunista, los primeros descuidan totalmete las fronteras del sistema y es fenomeno frecuente que los tipos que alcanzan cierto poder o riqueza se vuelvan tan grandes como el estado y se olviden que tienen pais y mas aun que aun que tienen responsabilidades con el, es mas pasan a ser un cancer frecuentemente presionando para lograr sus propios objetivos y no los de la nacion (el objetivo de la nacion es ser mas grande, poderosa y que sus habitantes vivan mejor.
ResponderEliminarFinalmente para conservar su ya gigantesco tamaño estos tipos se vuelven inhibidores de la fuerza de la nacion ya que boicotear al resto se vuelve mas facil que progresar por ellos mismoss.
El comunismo sigue mas o menos la misma linea, es ahora el estado secundado de dirigentes apernados, que parecen señores feudales, quien lo abarca todo y para seguir asi, ya que le teme a la nacion, teme que desencadene su poder y teme que le revelen al tirano que lidera el partido su actuar incorrecto, asi pues inhibe a toda la nacion y la oprime,, es como una celula con solo citoplasma y nada dentro siendo el estado en este caso el citoplasma.
La solucion al tema educacional es elegir uno de los dos extremos con sus consecuentes riesgos.
lA logica de los vouchers, es funcional en educacion bsica y media sin embargo a causa del exceso ed expectativa, es infuncional para la educacion superior, ya que aumenta la demanda siendo ya esta grande. Ademas que se financiaria el lucro privado con fondos publicos.
Por ultimo hay que subirle el impuesto a las utilidades de las mineras, simplemente para que chile tenga mas dinero, a estas explorar les sale tan barato que creo que un impuesto de 80% o mas bastaria para disuadirlas de continuar su negocio.
Un secreto: En Chile se calculan los indicadores economicos desde el PIB para ocultar el hecho de que las utilidades de las mineras son gigantescas y son lo que mas "crece" en Chile.
Don Army:Usted señala “se financiaria el lucro privado con fondos publicos” Eso no tiene nada de malo de hecho es muy bueno porque devuelve a sus dueños el dinero expropiado por el estado a través de impuestos. Ahora sus verdaderos dueños pueden gastar de manera óptima o ahorrar, en el primer caso generan empleo futuro para los estudiantes actuales y en el segundo generan un pozo que los bancos pueden prestar a los estudiantes de escasos recursos.
ResponderEliminarArmy, los recursos del estado salen de los privados y van a parar a privados. Incluso los burócratas son privados. Que yo sepa no existen personas privadas o públicas y tampoco se justifica discriminar entre personas haciendo una división artificial.
ResponderEliminarEl objetivo es mejorar el acceso y la calidad de la educación y eso no se logra jugando al cabro chico que es dueño de la pelota.
dios mio vicente olazaran como no sabes que la u de chile es una universidad "publica" con rol "publico" y todo lo que ahi entre o salga es "publico"
ResponderEliminarChile con una educación socialista Plop... de que estamos hablando, ojala fuera asi. Su visión neo liberal solo demuestra lo que han ocultado siempre la derecha de nuestro país, privatizar nuestra educación. el problema no es recurso es CALIDAD, falta exigencia a en los colegio, parar con la subvención por matricula o asistencia. Bajar los aranceles que son usureros por ultimo una distribución de ingresos mas equitativa que provoque que la universidad no es siempre el mejor camino para tener una mejor calidad de vida.
ResponderEliminarDonde se ha hecho así? digo, sin Ministerio, sin fiscalización, 100% laissez faire, sólo dejando a la "mano invisible" arreglar las cosas?
ResponderEliminarDigo, para tener un benchmark de efectividad y corroborar las afirmaciones del autor.
Army, comparto tu invocación a Dios, pero esta vez para que leas con detenimiento mi comentario.
ResponderEliminar¿Y Periko? Ya que invocan a Dios, digo yo...
ResponderEliminarEl País Real:
ResponderEliminarPeriko es un loro imbecil que como todo loro solo repite las imbecilidades que le enseñan.
Atte,
LAB
cuba, la educacion es gratuita pero no puedes ejercerla ya que no hay campo suficiente, es mal remunerado (gana lo mismo que un lustrabotas si eres estatal o terminas siendo botones en un hotel)
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