Como
observador impenitente, que lo soy, de la actualidad, me llevo topando con
Piñera, siempre presente en ella. No es que yo tenga una obsesión con él, sino
que es él quien me importuna a mí, porque se inmiscuye constantemente en el primer
plano de la actualidad y eso yo no puedo dejar de observarlo. Ahora mismo se ha
entrometido en los incendios y uno se lo encuentra hasta en la sopa. No soy yo,
es él.
Y la semana
pasada un “casero” me embutió la revista “Caras” por la ventanilla del auto y
en ella me encontré con una entrevista a Carlos Peña, a quien se describe como
“el columnista tal vez más leído del país”.
Allí me
encontré con una sorprendente apología de Sebastián Piñera, pues dice de él:
“No lo veo como ególatra o tan narcisista”
y añade que es “desde luego una de las figuras más resilientes de la política
chilena. ¿Dónde hay otro que haya vivido lo que él con el Piñeragate y sus
coletazos: amenazas, secuestro de su hijo? ¿Qué haya padecido las mismas
humillaciones? Recordemos cuando se le obligó a renunciar en el cerro Santa
Lucía en favor de Lavín. ¿Dónde hay un político capaz de soportar todas esas
derrotas, esos tropiezos y sea capaz de pararse y ganar? Y cuando gana tomarse
la venganza, una venganza elegante, muy digna, pero muy terrible, contra
aquellos que lo habían humillado. ¿No fue eso acaso su declaración de los
cómplices pasivos?”.
Tras este
panegírico leí la columna del domingo de Carlos Peña en “El Mercurio” donde
prodigaba un burlesco y despectivo ataque a Alejandro Guillier, el principal
rival de Piñera y único personaje que lo vence en dos sucesivas encuestas de
segunda vuelta presidencial (Cerc-Mori últimas) y por margen creciente. Ese
ataque del columnista Peña es, pues, otra ayuda suya a Piñera.
Y, en fin, anoche en Teletrece
vino de nuevo a mi encuentro Piñera –no fui yo tras él— cuando el
mismo Peña, entrevistado esta vez por el Director de Prensa del canal, Cristián
Bofill, repitió casi textualmente la apología de aquél aparecida días antes en “Caras” y añadió:
"Es un líder totalmente indiscutido de la derecha en Chile, me parece además que es uno de los líderes políticos más resilientes de la historia política de Chile, un sujeto que ha sido capaz de levantarse una y otra vez. Yo creo que el problema que tiene Piñera --si es que tiene alguno-- es el conservadurismo".
Ojalá fuera ése su único problema, pues aparte de todos los de carácter judicial que tiene acá, "La Nación" de Buenos Aires del 29 de diciembre último nos informó que allá está imputado por soborno por el Juez del Crimen Roberto Canicoba Corral.
"Es un líder totalmente indiscutido de la derecha en Chile, me parece además que es uno de los líderes políticos más resilientes de la historia política de Chile, un sujeto que ha sido capaz de levantarse una y otra vez. Yo creo que el problema que tiene Piñera --si es que tiene alguno-- es el conservadurismo".
Ojalá fuera ése su único problema, pues aparte de todos los de carácter judicial que tiene acá, "La Nación" de Buenos Aires del 29 de diciembre último nos informó que allá está imputado por soborno por el Juez del Crimen Roberto Canicoba Corral.
Como yo siempre sospecho del
personaje, pensé que se “había movido” para motivar a Teletrece para reeditar
la apología de "Caras". Es sólo una conjetura mía y nada más, pero fundamentada en que lo conozco
muy bien y lo he sufrido en carne propia.
Bueno, a lo mejor todo eso no
tendría mucho de particular si no fuera porque yo vivo siempre acosado por una
intolerable buena memoria y ésta me hizo desenterrar una columna de Carlos Peña
en “El Mercurio” de 23 de agosto de 2015, dedicada al mismo Piñera, donde lo describía
como “un pícaro oportunista, alguien que sabe aprovechar la constelación de las
circunstancias, tomar ventaja de las debilidades ocasionales de sus
competidores, saltarse las reglas cuando nadie vigila… Mientras basta cualquier
tímida vinculación entre Soquimich o Penta y algún político para que el
escándalo estalle, su prestigio resulte dañado, su confiabilidad desmedrada y
su palabra dudosa… nada de eso ocurre con el ex Presidente Piñera. En su caso…
nada parece resultar escandaloso. De una extraña manera él parece estar
vacunado contra el desprestigio… Se produce así la máxima paradoja que es
habitual en la política. Frente a un mismo hecho (las vinculaciones del caso
Penta o Soquimich) el que posee el peor comportamiento previo es quien tiene menos
riesgo de salir dañado”.
En esa oportunidad no hubo
réplica ni contraataque de Piñera ni de sus escuderos habituales. No me
sorprendió, porque yo recordaba que hacía muchos años, cuando ambos éramos
candidatos a senador por Santiago-Oriente, apareció un gran titular de “Fortín
Mapocho” denunciando el escándalo de la gestión de Piñera como gerente del
Banco de Talca y la quiebra de éste. Pero en la edición siguiente del periódico
tampoco apareció ni réplica ni contraataque de Piñera. Las que sí aparecieron
pocos días después fueron las imágenes del asado de camaradería que Piñera
brindó al director de “Fortín Mapocho” y su personal y que le garantizó a aquél
el cese de toda nueva mención del caso del Banco de Talca por el periódico. Es
que Piñera nunca contraataca: coopta.
Así es que esperé, tras la
columna de Carlos Peña, que a la falta de réplicas y contraataques sucediera lo
que debía suceder y ello sucedió: en un acto muy publicitado en toda la prensa
(recordemos que Piñera ya era, como hasta hoy, un no-candidato en no-campaña),
en la Universidad Diego Portales, de la cual es rector Carlos Peña, éste y el
no-candidato presentaron un libro de Mario Vargas Llosa, en presencia de éste,
que fue homenajeado. Peña nunca volvió a atacar a Piñera, pero sí comenzó a
elogiarlo.
A quien ataca ahora es a
Guillier. En “El Mercurio” del domingo dice que carece de profundidad y vive en
un vacío intelectual. Que yo sepa, Guillier tampoco le ha replicado.
Es un tipo decente y lo
respeto. Cuando ya estaba próximo el fin de su carrera periodística y se sabía
que iría al Senado me convidó a TVN para entrevistarme y absorbió con enorme paciencia
el castigo que le propiné a sus ideas de izquierda y a su repudio al Gobierno
Militar.
Y porque lo respeto le doy un
consejo. Él carece de los dos mil quinientos millones de razones que su
adversario esgrime para convencer a sus críticos o para bloquearlos de los
medios si no se dejan convencer, que es mi caso. Pero debería hacer lo
siguiente: convidar a almorzar a Carlos Peña, columnista y opinólogo muy
influyente y con quien es preferible estar bien. Puede ser en el Senado, donde
se almuerza bien y gratis (aunque Friedman sostiene que no hay una cosa tal
como un almuerzo gratis, lo más parecido a ello es un almuerzo en el Senado chileno)
y decirle:
“Mira
Carlos, tú y yo somos de la izquierda moderada. ¿Por qué me atacas y
desvalorizas a los ojos de la ciudadanía? Tú sabes que no soy un tipo vacuo ni
superficial. Lo acredita mi carrera periodística de treinta años. Hasta el
Banco Morgan Stanley ha comentado mis ideas (“El Mercurio”, 24.01.17) y me
considera un moderado. Te pido un poco de respeto y nada más”.
Y yo le
añadiría a Guillier: “En mi ya no corta existencia he comprobado el notable
efecto que un almuerzo amistoso surte sobre cualquier chileno. Y Carlos Peña no
tiene por qué ser la excepción. Además, eres un tipo decente y no un pícaro
oportunista. No mereces el trato que te está dando. Mi candidato es otro, por
supuesto, y de derecha, José Antonio Kast, pero entre los principios que
defiende está el del fair play en la política, de modo que estoy seguro de que
compartiría el consejo que te estoy ofreciendo.”
Peña no es más que un plumario a sueldo, con infulas de decente. es un oportunista, que trabaja para quien le paga mejor. y creo, hasta ahora que nadie le ha doblado la oferta que le ha hecho el payaso 24/7 con tal de matar mediaticamente a sus contendores.
ResponderEliminarEn todo caso, lo dicho por Peñita, no dista mucho de lo que decimos muchos de nosotros, al llamar a Guillier el "bachelet con barba", un producto del marketing del zurderío con el cual pretende mantenerse en el poder a como de lugar. los demás son solo meras comparsas o fusibles que se van quemando solos, como por ejemplo Ricardo I, que ya no remonta en las encuestruchas.
¿Que pasa con mi tocayo Kast? ¿alcanzó la cantidad de firmas necesarias para que sea NUESTRO CANDIDATO y asi iniciar la recuperacion de nuestro país?
La pega hay que hacer la ahora ya!
Que mas patetico se puede ser cuando tratas de servir a dos amos.
ResponderEliminar¿Esperanzado con que Guillier va a ganarle a Piñera solo porque lo dicen las encuestruchas? En un supuesto escenario, Guillier ganaría en una supuesta primera vuelta, pero con una cantidad de votos igual o inferior al del total de votos colectados por la yeta en las ultimas elecciones presidenciales y con una abstención del 60 o 70% por lo bajo.
Las elecciones, perfecto imbécil, no se ganan con encuestruchas. basta con que mires las ultimas de EEUU.
Don Hermógenes, a pesar de no tener tiempo para comentar en los Blogs en que antes lo hacía, lo leo todos los días.
Como usted ya sabe, concuerdo con casi todo lo que escribe, salvo en lo que para mí es una colusión amparada por la “Alianza Público Privada” y para usted es un “trato de caballeros”, básicamente porque la “Alianza Público Privada” no está compuesta por caballeros.
Sobre Tatán I “el turbio” no puedo más que rubricar todas sus opiniones. Eso no implica que deba apoyar, como usted lo hace, a Ricardo I “el amado por los empresarios”, primero; y a Alejandro “Bacheleto” Guillier, ahora ¿Cuál es la relación entre oponerse a Piñera (el malo) y tener que apoyar a los contrincantes? No lo entiendo.
Así como usted tiene una memoria privilegiada, la mía no le va en zaga, y no recuerdo antecedentes para suponer que Guillier es un hombre moderado; tal vez porque no lo es.
Guillier no es más que la versión masculina de la comandante Claudia. La izquierda necesita colocarlo donde deben colocarlo, para continuar haciendo lo que están haciendo. Eso es todo. Punto.
El discurso de Guillier debe tender a la moderación, tal como el de Piñera. Es la única manera que tienen para ganar una elección cerrada como la que veremos en unos meses más.
Una vez en el poder, Guillier hará lo mismo que Bachelet, porque no puede –ni quiere, tal vez- hacer otra cosa ¿O usted piensa que el futuro gobierno pretende enemistarse con “la calle”?
Máximo, discrepo con usted sobre Guillier y no creo que sea "otro Bachelet" pero, en todo caso, mi candidato es José Antonio Kast y la meta del momento es juntarle las firmas. Lo de Peña-Piñera es solo un divertimento.
ResponderEliminarHermógenes, un personaje como Gullier, que se refiere a carabineros como "lumpen con uniformwee", no puede ser moderado. Es una calificación, o descalificación que puede estar en boca de un flaite como Navarro, Boric, Vallejos; son moderados estos?
EliminarNo me gustò que JA Kast haya faltado a la sesión de la cámara. El no puede tener nada que se le puede reprochar para que encante a la gente
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstimado Franzisko, a pesar de no estar de acuerdo con la mayoría de tus comentarios, si eres un aporte ya que das tus argumentos (buenos y malos) y pones tu punto de vista con respeto (a veces), los zurdos deben de aprender de ti, que la mayoría solo insulta y agrede, por otro lado no entiendo que haces escribiendo acá, pienso que eres un tanto masoquista. saludos
ResponderEliminarEstuvo fome esta columna. Entre Piñera y Guillier, prefiero la mierda de perro. Y claro que votaré por Kast...si aparece algun día. Los parlamentario, esa es nuestra única esperanza. No por buenos, sino porque si empatan, Chile gana.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstimado Don Hermógenes , a pesar de la enorme admiración que le tengo, a Ud, y sus columnas, en esta oportunidad discrepo en cuanto a proyectar la imagen, que solo tenemos la gente decente –para la segunda vuelta - porque para la primera podemos darnos el lujo de votar por José Antonio Kast, a Piñera o Guillier. Haciendo el preámbulo, que todavía como dicen los entendidos, esta es una elección abierta. Pero si no lo fuera, podríamos estar en la disyuntiva de tener que elegir por el mal menor, ahí estoy en desacuerdo con Ud, porque a mi entender existe afortunadamente el voto en blanco. Porque si este pobre país, al borde del desarrollo logrado gracias al Gobierno de mi General con al apoyo de Dios - tiene solo esa opción- comprendo por qué, se está quemando por los cuatro costados cual moderna Sodoma y Gomorra.
ResponderEliminarJamás habrá almuerzos gratis, señor Pérez de Arce.
ResponderEliminarNo votare nuevamente por una persona que traiciono lo mas sagrado para un país , los que dieron su vida por Chile, y hoy están abandonados y olvidados.
ResponderEliminarPrefiero comer caca un año , y no migajas toda la vida.
Voy por J. Antonio Kast, yo ya firme.
Franzisko, el problema no es un DLXXX más. El problema es aplicarlo. La legislación está. Hay que aplicarla. Duarnte el Gobierno Militar se aplicaba la legislación vigente y no había incendios ni problemas en la araucanía. Los delincuentes de todos tipos sabían que la "mano venía pesada" siempre. Eso crea escuela. Ese es EL método acá en Chile y en la quebrada del ají. Saludos.
ResponderEliminarHermógenes, simplemente genial!!! R Cooper
ResponderEliminarHasta el día de hoy tengo mis dudas sobre quién o quienes prendieron la mecha.
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