domingo, 30 de junio de 2019

Yanaconas del Cambio Climático

Los yanaconas eran los indígenas que colaboraban con los conquistadores españoles, llevándoles la carga y haciendo el trabajo más pesado. La conferencia del COP 25, que tendrá lugar en Chile en diciembre, nos ha sido atribuida porque nos hemos comportado como los mejores yanaconas de las burocracias internacionales, que se benefician con las regulaciones, los ministerios y las superintendencias que se crean para velar por el medio ambiente. Es la nueva forma del socialismo, que ya no puede gobernar países, porque es una ideología fracasada, pero puede asilarse y profitar en el nivel internacional, controlando grandes burocracias que cobran lo suyo por llenar de impuestos y regulaciones a las economías.

El cambio climático ha existido siempre, pero no es principalmente provocado por el hombre sino por la Naturaleza. Hubo calentamientos globales entre el año 2 y el 200 de nuestra era; después hubo un enfriamiento y la Tierra se volvió a calentar otra vez, entre los años 800 y mil. El enfriamiento posterior fue más notorio y hasta hubo una "pequeña era del hielo" en el siglo XVIII. Posteriormente la Tierra volvió a calentarse hasta el año 2000, pero desde entonces ya van dos décadas en que cesó el calentamiento global y por eso debieron cambiarle el nombre al problema y llamarlo "cambio climático". Todos estos datos me los ha dado el experto Douglas Pollock.

Los siguientes datos los he obtenido del experto australiano Alan Jones y del profesor David Corelli, también residente en Australia. Ellos han precisado que el supuesto "enemigo público número uno", el Co2, es apenas el .04 % del aire que respiramos, es decir, menos de la mitad del uno por ciento. Es menos de una partícula por cada 200 que hay en el aire.

Y de ese 0,04 %, el 97 % lo genera la naturaleza y no el ser humano. O sea, éste es responsable de sólo el 3 % del Co2 que existe. ¿Y ustedes saben cuánto genera Chile de eso? Apenas el 0,25 %, es decir, la cuarta parte de un uno por ciento del 3 % del Co2 es responsabilidad de los chilenos. La nada misma. Y, sin embargo, nos hemos privado de las fuentes más baratas de energía para no producir ese casi nada, un cuarto de un uno por ciento del 3 % del Co2, que además es necesario para la vida de las plantas.

En Chile, en nombre de que no queremos ni siquiera producir el 0,25 % del 3% del Co2 producido por el hombre hemos renunciado a las energías más baratas. Michelle Bachelet anunció que toda la energía para el Metro provendría de fuentes eólicas y solares, para no emitir Co2. ¿Y saben cuánto le subió la cuenta de luz al metro? De 47 dólares por mwh a más de cien dólares. Y eso lo pagan los pasajeros del metro y, sobre todo, los contribuyentes chilenos, porque el metro no se financia y menos con una electricidad más del doble más cara.

Pero nuestro papel de yanacona de la burocracia de la ONU nos obliga a renunciar a las energías más baratas, nos llenamos de controles e impuestos sobre esas energías y no se construyen plantas hidroeléctricas, que generan electricidad no sólo más barata, sino limpia. Bajo el gobierno de Pinochet, a comienzos de los 90, el país cubría el ciento por ciento de su necesidad eléctrica con energía hidráulica, limpia y barata; con la llegada de la centroizquierda, ya la hidrolectricidad cubría sólo la mitad del consumo. Y ahora, apenas el 29 por ciento. Todos datos de Douglas Pollock. 

Se desechó Hidroaysén, que por sí sola habría generado el 21 % de la electricidad necesaria, barata y limpia. Los errores se pagan caros.

Y así tenemos la energía eléctrica más cara de Sudamérica, hemos perdido competitividad, los proyectos se paralizan por los mayores costos y las 96 exigencias burocráticas y de control que impiden aprobarlos. Chile crece menos y cae en competitividad. La gente invierte menos, porque los proyectos son menos rentables.

Trump, que sabe más, no se ha metido para nada en esto ni firmó el Acuerdo de París ni le paga cuotas a la ONU (el 92 % de los que sí lo firmaron tampoco las paga).

Todos los chilenos perjudicados y con el costo de vida más alto y menos crecimiento. ¿El único beneficiario de todo esto? Piñera, el yanacona jefe, convidado al G20 por ser tan servicial con la burocracia europea. Le dan la sede del COP 25 para que pueda sentarse al lado de la Ángela Merkel y pueda cumplir su programa (el real) que, como ustedes saben, tiene una sola línea: él siempre al centro de la foto. ¿Y el resto de los chilenos? Esos aplauden y pagan la cuenta. Porque, al revés de Trump, se han tragado completo el cuento, y quieren suprimir el poco Co2 que hay en la atmósfera y que, además, es indispensable.

viernes, 28 de junio de 2019

¿Y Qué Dice el Público?

Durante la última quincena me he referido preferentemente a la omisión, en la Declaración de Principios del Partido Republicano en formación, de toda referencia al Gobierno Militar y a la jurisprudencia de los tribunales, traducida en más de 200 Presos Políticos Militares y largo más de mil otros juicios que van a multiplicar ese número de PPM en el futuro, como asimismo van a multiplicar el monto desembolsado por el erario en indemnizaciones, a razón de 400 millones de dólares anuales (estimado por la Subsecretaria de DD. HH., Lorena Recabarren) que se sumarán a los 6.200 millones de dólares ya desembolsados por el fisco, hasta 2018, por ese mismo concepto.

¿Qué opina el público de todo eso? Aparentemente no le interesa. El número de lectores de este blog ha caído bruscamente a menos de mil. Personas que siempre han estado de acuerdo con mi defensa del Gobierno Militar, del respeto a la ley en los procesos y de la verdad histórica, me han manifestado no estar de acuerdo en criticar al Partido Republicano por las referidas omisiones. Me dicen que si el partido quiere conseguir apoyo y firmas para tener existencia legal, no debe mencionar esos aspectos "conflictivos".

Pero eso es lo mismo que han hecho RN y la UDI, que han suprimido de sus Declaraciones de Principios todo reconocimiento al Gobierno Militar, cuyos políticos condenan a este último como responsable de "violaciones a los derechos humanos" y con su silencio cohonestan la prevaricación de los jueces de izquierda y los millonarios pagos de indemnizaciones al terrorismo extremista. 

Todo eso lo han hecho para "ganar una mayor adhesión en el veredicto del público", pero, a mi juicio, contradiciendo la verdad histórica y haciendo caso omiso de la contravención de la legalidad.

Simultáneamente, otro partido en formación, Fuerza Nacional, expresamente, se presenta en su Declaración de Principios como continuador y defensor del legado del Gobierno Militar y, lejos de ocultar su adhesión a la figura de Augusto Pinochet, centra su video publicitario en ella. También ha presentado sus antecedentes al Servicio Electoral e iniciado la recolección de firmas para constituirse.

La suerte de ambos partidos la va a determinar el "veredicto del público": éste puede apoyar a ambos con sus firmas ante notario y permitirles constituirse legalmente como corrientes de opinión, o a sólo uno de ellos o a ninguno. Sólo el tiempo lo dirá.

En cuanto a este blog, el veredicto del público no incide en su existencia ni en su línea de opinión. Ésta seguirá siendo la misma con un lector, mil o diez mil y no se forja mirando el número de adherentes ni las encuestas de opinión, sino las convicciones de su autor. Y si éstas no han cambiado en cerca de medio siglo, es difícil que lo hagan en el futuro.

lunes, 24 de junio de 2019

Vivo, Pero No Existo

Quiero comunicar un hecho político extraordinario: este blog ha sido el único medio que ha advertido la nula alusión, en la Declaración de Principios del nuevo Partido Republicano, a la frase de reconocimiento al Gobierno Militar, escrita de puño y letra por el fundador de la UDI, Jaime Guzmán, que fuera suprimida de la Declaración de Principios de ésta. Y esa omisión ha sido una noticia política importante, pero nadie más la dio.

Tal supresión, cuando la resolvió la UDI, fue la gota que colmó el vaso del tránsito político de ella del Sí que personificaba como nadie, al No personificado por quien es su actual líder, Sebastián Piñera. 

La frase censurada destacaba "el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile, cuyo origen y gloriosas tradiciones se identifican con el surgimiento y defensa de la chilenidad a través de toda la historia del país, incluida su acción libertadora del 11 de septiembre de 1973, que salvó al país de una inminente amenaza de un totalitarismo irreversible y de la dominación extranjera, culminando así una valiente resistencia civil y acogiendo un clamor popular abrumadoramente mayoritario".

Esa frase era evidentemente incompatible con el tránsito de la UDI al No siguiendo a Sebastián Piñera, que había declarado a Volodia Teitelboim como "un grande de la historia de Chile", había estimado peor el gobierno de Pinochet que el de Allende y había montado guardia de honor, vis-a-vis con Raúl Castro, en la capilla ardiente de Hugo Chávez, cuya chaqueta colorada había imitado.

La renuncia de José Antonio Kast, Ignacio Urrutia y otros militantes a la UDI y la posterior candidatura presidencial del primero, se explicaron fundamentalmente por el proceso que culminó con la supresión de esa frase. Pues, como ha escrito Carlos Peña ayer, refiriéndose a la crisis socialista, "las personas y los grupos pueden dudar de todo menos de su propia trayectoria, porque, a fin de cuentas, la identidad de cada uno se resume en ella". Al censurar, la UDI se quedó sin identidad ni trayectoria.

En consecuencia, lo menos que podía esperarse de la respectiva Declaración de Principios del nuevo Partido Republicano era que esa frase suprimida, o su equivalente, estuviera en ella. Pero no lo estaba. Ésa era la noticia, llena de significados y proyecciones. ¿Qué identidad y trayectoria tienen los Republicanos? Misterio.

Porque en lo demás, ambas Declaraciones de Principios deben ser necesariamente muy similares. La de la UDI, obra de Jaime Guzmán y la del Partido Republicano, obra de los fieles a Jaime Guzmán. Por fuerza deben decir casi lo mismo. Lo único extraordinario y noticioso es que en esta última no esté la frase o su equivalente, simbólica de la división de la UDI que da origen al Partido Republicano. 

Y no está. Y el único  medio de comunicación en el país que ha dado a conocer y comentado ese hecho ha sido éste. No ha aparecido informado ni comentado por ningún diario en papel ni digital, ninguna radio ni espacio televisivo nacionales. Una noticia que nadie más dio.

Ello equivale a la no existencia del que la dio, para todos los fines prácticos. Un blog inexistente no puede tener autor existente. Pero yo estoy vivo. Puedo probarlo. Con una declaración jurada, incluso, que el Registro Civil respaldará. Pero un blog invisible no existe. Y el autor de algo que no existe tampoco puede existir. En Francia Descartes pensaba, luego existía. En Chile yo pienso, y más encima escribo y publico, pero no existo. O Piñera me tiene vetado o es por la trampa de los países de ingreso medio.

sábado, 22 de junio de 2019

Cómo Nos Cambia la Vida

Esta mañana leo, en la habitual columna de Hernán Felipe Errázuriz en "El Mercurio", que se presenta una oportunidad única de promover los intereses de Chile en el exterior, pues sólo "tal vez con motivo de la recuperación de la democracia, durante el mandato del Presidente Aylwin, (nunca) se dieron condiciones externas tan favorables para la diplomacia".

Lo notable es que Hernán Felipe sabe mejor que nadie que la democracia no la recuperó Aylwin, pues él mismo fue un destacado miembro del equipo civil del Presidente Pinochet que, justamente, luchó por restablecer en Chile un sistema democrático. Éste quedó plasmado en el articulado permanente de la Constitución de 1980, vigente desde casi diez años antes de que Aylwin asumiera. Pero Errázuriz le atribuye la recuperación de la democracia a Aylwin, que no tuvo nada que ver en ello, salvo haber impuesto en la Concertación el criterio de que debía acatarse el texto de la Carta de 1980, que establecía la democracia estable y protegida que nos rige hasta hoy.

Si todavía no estuviera en prensa mi próximo libro, "Miserias Morales de la Chilenidad Actual", habría incluido en él a Hernán Felipe entre las figuras que han comprado los eslóganes del centro y la izquierda, según los cuales "ellos" restablecieron la democracia. O, como la llama Lagos, especialista en apropiarse de logros ajenos (pues puso su firma en vez de la de Pinochet en la Constitución, a raíz de la reforma de 2005), "la democracia que tanto nos costó recuperar", olvidando que como integrante de la UP participó en todos los esfuerzos de ésta para destruirla, en particular aconsejando, en su libro más leído, que "todos los medios de producción deben pasar a manos del Estado".

En mi mencionada obra en prensa sí cité a figuras como Harald Mayne-Nicholls, otrora destacado partidario del Sí, expresando su arrepentimiento en aras de haberse convencido de que sólo el No representaba la democracia; y al Quinchero Benjamín Mackenna, otrora estandarte del Sí, repitiendo ahora y en desmedro del Gobierno Militar la consigna comunista de que "los problemas de derechos humanos son imperdonables".

Como a mí la vida no ha podido cambiarme y sigo manteniendo las ideas que defendí siempre, me he ido quedado cada vez más solo y más a la derecha. Ahora lo estoy incluso más que mi candidato presidencial, José Antonio Kast, cuyo Partido Republicano me ha asombrado al no incluir en su Declaración de Principios el reconocimiento al Gobierno Militar que, justamente, sacaron de las suyas respectivas RN y la UDI, en su tránsito al No siguiendo la estela de Sebastián Piñera; ni haber hecho referencia alguna en dicha Declaración al mayor atentado contra la democracia y el estado de derecho de nuestro tiempo, la prevaricación de la dictadura judicial de izquierda que se ha adueñado del Poder Judicial y llena las cárceles de Presos Políticos Militares.

¿Cuál es el destino de éstos a quienes "no nos cambia la vida" y seguimos profesando los mismos principios y las mismas verdades? Supongo que el de quedarnos cada vez más solos. Lo que no debería representarnos mayor problema en la medida en que la nuestra siga siendo una soledad honrosa y con la verdad de nuestra parte.

jueves, 20 de junio de 2019

La Novia en la Noche de Bodas le Confesó: "Soy Hombre"

Él era "feo, católico y sentimental", como el Marqués de Bradomín, y se había encontrado la novia más maravillosa: bella, casta y también católica. Tuvieron un noviazgo de ensueño, en que no pasaron del beso pero compartieron una comunidad de elevados ideales en largas conversaciones. El matrimonio y la fiesta fueron sublimes y el novio estaba impaciente por culminar el idilio en la noche de bodas, pero cuando quedaron "por fin solos" ella se puso seria y le dijo: "Tengo que confesarte algo: soy hombre". 

El final es abierto, como se estila ahora, pero lo referido es lo que me ha sucedido a mí con el Partido Republicano: dos años de ideales compartidos, suponiendo que teníamos en común el respeto por el Sí y el legado del Gobierno Militar, el repudio a la mayor vergüenza nacional, que constituyen la prevaricación de los jueces y los consiguientes más de doscientos Presos Políticos Militares; y también el desprecio por los "arrepentidos" y sus partidos emigrados al No en la estela de Piñera, tránsfugas que hasta han borrado todo atisbo de verdad histórica de sus Declaraciones de Principios, que en el caso de la UDI había sido escrita de puño y letra por su fundador, asesinado por los comunistas, Jaime Guzmán.

José Antonio Kast encabezó esta cruzada, sorprendió en la elección presidencial al doblar en votación a la DC, pese al video vergonzoso de los "arrepentidos" Lavín y Longueira llamando a no votar por él porque Piñera estaba al borde de ganar en primera vuelta, lo que no sólo era falso, como se demostró, sino que debe haberle restado al único candidato del Sí muchos votos. 

Después Kast formó su movimiento Acción Republicana y culminó su cruzada al inscribir en el Servel al Partido Republicano en formación. 

Todo era perfecto hasta que se publicó su Declaración de Principios ¡que resultó igual a las de los tránsfugas y arrepentidos en el aspecto crucial de que suprimió toda referencia al legado del Gobierno Militar y a las principales vergüenzas nacionales de hoy, que son la falsificación histórica, la dictadura judicial de izquierda y la consiguiente prisión ilegal e inconstitucional de los veteranos del '73; la entrega de 6.200 millones de dólares al terrorismo marxista y la reserva de otros 2.000 millones para ofrendárselos en los próximos cinco años y el indulto general para los terroristas, incluidos los hechores de crímenes sangrientos que asolaron el país entre 1973 y 1990! Ni una sola mención para nada de eso. Sólo una meliflua referencia a que la ley debe aplicarse a todos por igual, sin decir siquiera que nada de ello se cumple en el Chile hoy.

Y yo que me había reído tanto de RN y la UDI y de su actitud similar a la que satirizaba el inolvidable Groucho Marx cuando decía: "¡Estos son mis principios! Pero si no le gustan, tengo otros..."

Pero no todo está perdido: el Servel ha recibido con respeto, expresado categóricamente por su Director, los estatutos del partido cívico-militar Fuerza Nacional, de gente más modesta, con menos medios pero más leal. Ellos no han tenido inconvenientes en mostrar los estandartes del Sí, la efigie de Pinochet proscrita por el gobierno de Piñera del Museo Histórico; ni han vacilado en expresar su añoranza por el régimen que entregó al país creciendo más de 10 %, con desempleo de 5 %, sin conflicto en la Araucanía y donde los delincuentes, y no los carabineros, eran perseguidos y reprimidos. 

Imaginemos que no hubo "final abierto" y que el novio parecido al Marqués de Bradomín pudo encontrar, después de su desengaño, una novia más modesta y tal vez no tan linda, pero que cumplía un requisito fundamental: era mujer.

  

martes, 18 de junio de 2019

El Legado de Marta Harnecker

Ha fallecido Marta Harnecker y ese acontecimiento ha permitido que se pongan en evidencia el poder y la extensión que el marxismo-leninismo sigue teniendo en Chile. 

Ella fue una niña de la alta burguesía chilena, como que dio uno de los "bailes" más elegantes y recordados de los años 50. Tuve la oportunidad de conocerla, sin sospechar la fuerza intelectual que albergaba, tanto que menos de dos décadas después la Editorial Quimantú, ex Zig Zag, intervenida y puesta en manos del régimen marxista, publicó una serie de textos suyos poniendo ni más ni menos que "El Capital", de Karl Marx, al alcance de todos. Entre éstos me encontraba yo, para quien sus esfuerzos fueron de enorme utilidad para convertirme en un "friedmaníaco" y en ferviente partidario hasta hoy de todo lo contrario de lo que los libros de Marta recomendaban para sociedades como la chilena.

Ella fue excepcional en el sentido de que leyó "El Capital" y lo entendió, tanto que pudo explicarlo al vulgo, del cual yo formaba parte, en decenas de sucesivos cuadernillos. Leyendo los mismos me encontré con la sorpresa de que Marx no tenía ninguna objeción que hacerle a la que llamaba "economía mercantil simple". Es lo que hoy conocemos como "economía de libre mercado" y que quienes viven preocupados de ser políticamente "correctos", prefieren denominar "economía social de mercado". Los "malos" para Marx eran sólo los grandes industriales.

Winston Churchill dijo una vez que si los comunistas se hacían cargo del Sahara, en pocos años habría escasez de arena. Eso sucedió en el mundo, y por eso se vino abajo el muro de Berlín y se desmanteló la Cortina de Hierro. Pero lo notable fue que Marta Harnecker, que había tenido la capacidad intelectual de leer "El Capital" (de por sí toda una proeza), entenderlo (otra todavía mayor) y explicarlo a las masas, no tuvo la de entender la naturaleza humana y siguió impertérritamente comunista hasta el fin de sus días. Por eso el marxismo-leninismo criollo le ha rendido tantos homenajes y el columnista estrella de "El Mercurio", Carlos Peña, le ha hecho una emocionada despedida en carta de una columna y media de "El Mercurio". 

Alguien en whatsapp escribió que estos homenajes a Marta Harnecker habían permitido conocer la importante y poderosa red del comunismo criollo, que tiene pocos votos y muchos más caciques que indios: pero caciques que constituyen una fuerza poderosa en el país. Por algo Piñera fue tan solícito para correr con los gastos de última enfermedad de Gladys Marín, declarar a Volodia Teitelboim, a su muerte, como "un grande de la historia de Chile", decir públicamente que Pinochet había sido peor que Allende, hacer guardia vis-a-vis con Raúl Castro en la capilla ardiente de Hugo Chávez y ordenar trasladar a los Presos Políticos Militares de alta graduación a un penal peor. Todo bajo el símbolo de la hoz y el martillo instalado con permiso oficial sobre el pórtico de "Cordillera", con el beneplácito de la autoridad, desatando los elogios hasta de la mismísima Javiera Parada.

No tendrán votos, pero tienen poder. Y quienes lo han servido y sirven salieron a la palestra a rendir homenaje a alguien que nunca abandonó la causa. Ésta en Chile perdió la guerra que declaró a la democracia, pero ganó la posguerra.

La serie de homenajes nos permitió conocer una galería de los personajes del marxismo-leninismo vinculados a la política, a los medios de comunicación y a los centros de poder que explican por qué hoy los que les impidieron la tentativa armada de apoderarse de Chile vegetan en las cárceles, mientras quienes la encabezaron han sido indemnizados con miles de millones de dólares. Hoy mismo un sector de "exonerados" --muchos de ellos falsos-- están reclamando por la prensa un reajuste de sus generosas pensiones, que son hereditarias y patentizan la mezcla de temor y reverencia que suscita la doctrina que Marta Harnecker nos explicó, no obstante que su autor, Karl Marx, figura con su barba y melena en una imagen que cuelga de muchas paredes en Chile, la mía entre ellas, disculpándose: "Sorry guys, it wast just an idea".

Él escribió "La Miseria de la Filosofía". Y yo tengo en prensa "Miserias Morales de la Chilenidad Actual", justamente exponiendo lo que el desfile de figuras que homenajearon a Marta Harnecker y que manejan los hilos del Chile actual --entre ellos el que conduce una ominosa dictadura judicial-- significan para la definición del alma del país. 

sábado, 15 de junio de 2019

Nadie Me Preguntó Nada

El diario digital "Chile Informa" acaba de publicar su tercera y última entrega conteniendo la Declaración de Principios del Partido Republicano. Habiendo leído sus 18 puntos, le he escrito, presa de la mayor incredulidad, a su director y editor, Fernando Martínez Collins, para que me responda si es verdad lo que he leído (o no leído), es decir, que en todo el documento, que aborda los principales problemas chilenos y sus soluciones, no hay una sola referencia, ni una, a la falsificación histórica de lo que fue el Gobierno Militar, a la crisis del estado de derecho y del debido proceso ocasionada por la prevaricación judicial generalizada imperante en los juicios contra ex uniformados; a los centenares de Presos Políticos Militares ni a la dictadura judicial que ha instituido el robo legalizado al erario de más de seis mil millones de dólares hasta hoy --y aumentando a razón de 400 millones por año--, para enriquecer al violentismo de extrema izquierda como indemnización por habérsele impedido tomar el poder por las armas.

Como no he recibido respuesta, he releído los 18 puntos de la Declaración de Principios del Partido Republicano nuevamente, en las tres últimas ediciones de "Chile Informa", y ratificado que no hay nada de lo que debió haber sobre los aspectos señalados.

Yo creía que el motivo fundamental del éxodo de la UDI de José Antonio Kast, Ignacio Urrutia y otros militantes había sido el renunciamiento implícito de esa colectividad a defender los postulados anteriores, en particular cuando derogó de su Declaración  de Principios el elogio y defensa del Gobierno Militar escrito de puño y letra por su fundador, Jaime Guzmán. Ahora veo que no fue así.

Ahora entiendo por qué se está fundando, junto con el Partido Republicano, otro partido, Fuerza Nacional, en cuya escritura constitutiva sí constan, y de manera muy explícita, todos los reconocimientos y constancias cuya omisión se extraña en los 18 puntos del Partido Republicano.

A diferencia de este último, Fuerza Nacional sí me dio a conocer anticipadamente el texto de su Declaración de Principios, con el cual manifesté mi conformidad, pues contenía los reconocimientos y prevenciones que faltan en la de los republicanos.

Este episodio me recuerda la fecha de la consumación de una de las mayores traiciones políticas de la historia patria, la entrega del Informe Rettig, en 1991. Instrumento sesgado, inconstitucional e injusto, que fue la consumación de la traición histórica encabezada por Patricio Aylwin a las Fuerzas Armadas y de Orden a las cuales él y los demás líderes demócratas habían convocado en 1973 a poner término a los atropellos de la UP. 

La Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros emitieron entonces declaraciones melifluas y ambiguas de tácito acatamiento a la ignominia, pero el Ejército requirió mi concurso para redactar su declaración y yo convencí a los altos oficiales a cargo de que no debían arriar la bandera y sí debían impugnar el humillante texto, cosa que la institución hizo y la llenó de honra. Lamentablemente, poco más de una década después otro comandante en jefe consumó su lamentable rendición incondicional ante la izquierda subversiva.

Y más lamentablemente aún, del Partido Republicano ahora nadie me consultó nada y su Declaración de Principios omitió lo sustancial y no tiene, entonces, nada que envidiarles a las de RN y la UDI tras sus respectivos y penosos desfallecimientos ante el piñerismo, la izquierda y el No. Ahora sólo le falta ingresar a "ChileVamos a la Izquierda".


miércoles, 12 de junio de 2019

Moralistas y Pragmáticos

El mundo político está sorprendido de que haya un candidato de derecha y heredero del Sí al cual le va bien en las encuestas presidenciales. Ahora acaba de fundar un partido, el Republicano.

Otro partido del Sí en formación, Fuerza Nacional, acaba de entregar su escritura fundacional en notaría.

Pero el No gobierna el país hace casi treinta años y le ha lavado el cerebro a la mayoría, llegándose al extremo de que los únicos dos anteriores partidos del Sí que había, resolvieron cambiar sus Declaraciones de Principios para poder pasarse al No. El último fue la UDI, que por una mayoría del 70% de sus actuales consejeros nacionales, acordó "adorar lo que ayer quemó y quemar lo que ayer adoró" y suprimir de su Declaración de Principios el siguiente párrafo, que había redactado de su puño y letra el fundador del partido, asesinado por los comunistas justamente por haber sido demasiado fiel a sus principios, Jaime Guzmán: 

"Consciente del proceso de descomposición política y social que el régimen democrático chileno experimentó en las últimas décadas, cuya derivación totalitaria hizo ineludible el pronunciamiento militar de 1973 (...) destaca el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile, cuyo origen y gloriosas tradiciones se identifican con el surgimiento y defensa de la chilenidad a través de toda la historia del país, incluida su acción libertadora del 11 de septiembre de 1973, que salvó al país de la inminente amenaza de un totalitarismo irreversible y de la dominación extranjera, culminando así una valiente resistencia civil y acogiendo un clamor popular abrumadoramente mayoritario". (Cita tomada de un texto del historiador Gonzalo Ibáñez Santa María).

¿Qué se puede decir de un partido que tiene que suprimir verdades irrefutables de su ideario? Muy sencillo: para poder "pasarse al otro bando" hay que abjurar de lo que uno es, del ideario propio e incluso de la verdad histórica. Todo vale. Algunos llaman a eso "pragmatismo". Está muy bien reflejado en las siguientes declaraciones de Joaquín Lavín en "La Tercera" de hoy, obtenidas del programa de TV "Mentiras Verdaderas" del lunes en La Red:

"En general, en Chile finalmente lo que triunfa son los posiciones moderadas. He vivido esa experiencia muchas veces, he tenido una evolución a lo largo de los años, pero finalmente si quieres llegar a gobernar en Chile, lo que triunfa son las posiciones moderadas".

"Si quieres llegar a de gobernar en Chile..." No "si quieres ver tus ideales realizados". Pragmatismo y moralidad, respectivamente.

Esta es la personificación en política de lo que el humorista norteamericano Groucho Marx, que ironizaba sobre las miserias humanas, transmitía en la siguiente frase suya: "Estos son mis principios. Pero si no le gustan, tengo otros..." 

No se rían. Casi todos los chilenos son así y por eso ha hecho noticia que tenga apoyo un político que no es así, como José Antonio Kast, que se presentó ante la ciudadanía como exponente del Sí y renunció a su partido cuando éste desertó hacia el No. Es decir, no admitió renegar de sus principios, y obtuvo un 8 % de los votos en 2017, en circunstancias de que todo su "electorado natural", que es la derecha, había desertado del Sí a Pinochet al No que personificaba Piñera (mediando un transitorio y ágil "salto de conveniencia" de éste al Sí cuando fue generalísimo de Büchi, en 1989). 

De hecho, las encuestas dicen que el 80% de las personas que se definen como de derecha, que eran del Sí, al mismo tiempo apoyan a Piñera, que es del No, lo que traducido al idioma del pragmatismo significa lo mismo que propicia Lavín: no importan los principios, sino acomodarse a lo que cree la mayoría del momento. "Al sol que más calienta". 

Por eso, para muchos partidarios de Kast, sería incomprensible que su nueva colectividad se sumara a ChileVamos, un constructo de Piñera y del No.

El analista Patricio Navia, en "El Líbero", dice: "El Partido Republicano viene a satisfacer una demanda que se generó cuando la UDI y RN emprendieron el camino para salir a conquistar el voto moderado que quedó huérfano con el fin de la Concertación".

Navia, en el fondo, dice lo mismo que Lavín. Y si  el Partido Republicano ingresa a ChileVamos va a ser por pragmatismo y para hacer eso mismo, que es lo que predican RN, UDI, Evópoli y el PRI: marcharse al No en busca del "voto moderado", suponiendo que éste es mayoría. Pero el Partido Republicano perdería así el principal rasgo de su identidad política. Y dejaría el campo abierto a Fuerza Nacional.

Lo que los pragmáticos no tienen en cuenta es a una masa ciudadana, pequeña o grande, que no cree que la razón de ser de la política sea sólo ganar elecciones. Hay quienes la entienden como defender ideas y principios, aunque no ganen nunca elecciones y sólo porque se cree en ellos. La moral siempre tiene seguidores. Y tiene en Chile un cierto respaldo popular que hoy está con José Antonio Kast. Si éste también sale a la caza del "voto moderado" de que hablan Lavín y Navia y abandona sus principios, otra fuerza que los mantenga va a aparecer y será también significativa. Como la que apareció de la nada cuando un candidato desconocido, sin recursos, sin publicidad, sin titulares y sin pantalla, sacó setenta mil votos, más que cualquier otro candidato a consejero regional, en 2017. Gran sorpresa, aunque poco publicitada. Es que tenía dos grandes atributos: su nombre y su apellido. Se llamaba Cristián Labbé y era hijo del coronel representativo de la quintaesencia del Sí, al cual el establishment del No, partiendo por la UDI y terminando en la judicatura de izquierda, ha bloqueado de todas las maneras imaginables para impedirle competir como candidato a algo.

Aunque resulte increíble, los moralistas existen en Chile. Y en una de éstas sacan más votos que los pragmáticos.

sábado, 8 de junio de 2019

El Partido del Sí

La división entre los del Sí y los del No es la única significativa en la política chilena. Lo demás "es música" y, por consiguiente, y como estamos en Chile, donde casi todo es "pura música", de lo que más se ha hablado y escrito al anunciarse la formación del Partido Republicano de José Antonio Kast ha sido de lo demás, y no del Sí y del No.

Como JAK fue el único candidato del Sí en la última  elección presidencial, obviamente voté por él y lo apoyé, tanto en este blog como en una emisora en que, durante un mes, pagué de mi propio bolsillo un aviso en que, dos veces al día y de viva voz, llamé a firmar en notaría por su postulación.

Un amigo me comunicó ayer que de nuevo iría a la notaría, ahora a firmar entre los fundadores del nuevo partido. Le respondí diciéndole que, por mi parte, antes me iba a cerciorar de que en su Declaración de Principios la nueva colectividad contuviera un reconocimiento al Gobierno Militar, como el que la UDI y RN suprimieron de sus respectivas Declaraciones de Principios, poco después de adherir a Sebastián Piñera, es decir, de pasarse al No y hacer causa común con el mayor perseguidor judicial, junto con los comunistas, Aylwin y los jueces rojos, de los hoy Presos Políticos que combatieron la subversión y el terrorismo de extrema izquierda. 

Pero ahora leo declaraciones de José Antonio Kast, en "El Mercurio", que abren la puerta a la posibilidad de relacionarse con ChileVamos, es decir, con partidos del No y con Piñera, cuyo gobierno por cierto sigue presentando querellas contra militares a través de su equipo de abogados de izquierda del Departamento de Derechos Humanos de su "arrepentido" ministro de Justicia, Hernán Larraín.

Al mismo tiempo, me invitan de Fuerza Nacional, partido en formación que preside el abogado defensor de militares, Raúl Meza, a la presentación en el Servicio Electoral de la escritura de fundación de su colectividad, que es indubitablemente del Sí. Siempre le he expresado mi simpatía y estímulo al abogado Meza, por su capacidad de iniciativa en un medio en que todos dicen "hay que hacer algo" y no hacen nada. Pero ingresar a un partido es un compromiso muy serio y que no asumiré de un día para otro. Pero, en todo caso, le recomendaré a Fuerza Nacional introducir en su Declaración de Principios justamente el reconocimiento al Gobierno Militar que RN y la UDI excluyeron de las suyas y que el historiador Gonzalo Ibáñez Santa María, en un libro de historia que está por publicar y refiriéndose al caso de la UDI, dice que fue redactada de puño y letra por el extinto senador Jaime Guzmán.

Es saludable que las cosas se estén moviendo. Sobre todo en favor del Sí. Pues éste es un país que ha caído, ya por casi treinta años, en manos de una dictadura del No que se manifiesta de variadas maneras, pero principalmente en el ámbito judicial, con toda la crudeza propia de una completa ilegalidad.

martes, 4 de junio de 2019

Piñericuenta Pública

En mi último blog celebré que en su Cuenta Pública Piñera hubiera garantizado a los trabajadores que serían dueños de determinar dónde se les depositaría el 4 % de cotización adicional que traerá la reforma previsional. Pero lo que prometió no era verdad. Lo dijo sólo para ganar otro más de los 138 aplausos "espontáneos" que consiguió durante su perorata de dos horas. Fue sólo otra "piñericosa".

La verdad es que el 4 % va a ir a parar donde mismo iban a parar los dineros del quebrado e injusto sistema previsional antiguo, el de reparto: al Estado, es decir, a los políticos que lo manejan y que, según todas las encuestas, son los individuos más desprestigiados del país. Y por eso otra gran ovación se la ganó el anuncio de disminuir el número de parlamentarios hasta dejarlo en casi el mismo que legó el mejor Presidente del siglo XX, si es que no de toda nuestra historia.

También un gran aplauso lo suscitó el anuncio del tren a Valparaíso. Fue una ovación mayor que las demás, porque la "claque" que se había llevado al Congreso estaba integrada por una mayoría que debe viajar constantemente al puerto.

Pero lo malo fue que tampoco era verdad. Al día siguiente, en "El Mercurio", el presidente de la empresa de ferrocarriles del Estado, Pedro Pablo Errázuriz, declaraba que el proyecto de tren a Valparaíso, "como está presentado, es inaceptable".

No hay tren al puerto. Fue sólo una nueva "piñericosa".

Una adicional gran ovación de su "claque" se la ganó cuando anunció la participación chilena en la cruzada contra el cambio climático, sobre todo con su genial frase, "esta generación es la primera en sufrir los impactos del cambio climático y la última para hacer algo al respecto". 

Pero, lástima, la frase no era de él, sino de Barack Obama, pronunciada el 3 de agosto de 2015 al lanzar su programa "Clean Power Plan", según me ha indicado el experto climático Douglas Pollock, quien además me ha acreditado que esta generación está lejos de ser la primera en sufrir los impactos del cambio climático, pues ya hubo dos calentamientos de la temperatura global similares al actual en los siglos 2 y 16. 

La frase de Piñera era simple traducción y "copy and paste", sin citar la fuente, de la de Obama. Al estilo de los caros asesores de los parlamentarios que, supongo, van a ser los últimos en criticarlo, porque es el método favorito que usan para emitirles informes a sus jefes, los cuales probablemente éstos ni siquiera leen.

En el fondo fue una Piñericuenta Pública que se ciñó al pie de la letra al Programa de Gobierno, pero al verdadero Programa, no al que se publicó. Lo he citado otras veces y su única línea dice: "Sebastián Piñera debe estar al centro de la escena y aparecer en todos los medios todos los días".

En cumplimiento de ese programa obtuvo que la Piñericuenta Pública se trasladara del mediodía del 1° de junio, hora en que muy pocos ven televisión, a la hora "prime" de la misma, que es las 9 de la noche, con lo cual consiguió pasar del 18 % de la audiencia  o "rating" al 27 %.

En todo caso, se ha cumplido una antigua tradición de los mensajes presidenciales: "todo parecido entre su contenido y la realidad es mera coincidencia". 


domingo, 2 de junio de 2019

El Principal Anuncio de Piñera

El principal anuncio de Piñera fue que los trabajadores decidirán adónde irá el 4 % adicional de cotización previsional que dispondrá la reforma. Es como debe ser: el dueño decide qué se hace con lo que es suyo.

Lo malo es que antes había dicho otra cosa: que ese 4 % iba a ser administrado por "un ente público". Eso dio lugar a que se discutiera mucho qué es un "ente público". Aparte de ello, la cuenta pública contradijo tal anuncio previo, pues este último implicaba que los trabajadores no iban a tener la libertad de decisión sobre el destino de la cotización adicional. Desde luego, les iba a estar vedado aportarla a su cuenta de la AFP, que no es un ente público, sino privado. 

En "El Mercurio" de hoy domingo el ex ministro de Hacienda Rodrigo Valdés comenta, justamente, el proyecto de reforma previsional y parte de la base del anuncio del Gobierno de que el 4 % será administrado por un ente público. Pero eso fue contradicho por la cuenta presidencial, cuyo texto el ex ministro no conocía al escribir su columna.

Entretanto la DC, colectividad terminal que desde hace muchos años viene abrazando malas causas (fue la que le dio el triunfo a Allende en el Congreso Pleno de 1970 y ahora es la que impulsa y sostiene el escandaloso "caso Frei" u "hoguera de los inocentes" ante la justicia y la opinión pública), ha anunciado su rechazo a la libertad de elección de los trabajadores y su exigencia de que el Estado administre el 4 %.

Pero el anuncio de la cuenta pública es muy importante porque contradice dos de los peores eslóganes acuñados por la demagogia y el populismo recientes: "No + AFP" y "Ni Un Peso + Para las AFP". Piñera ha prometido que los trabajadores elegirán y ellos pueden perfectamente elegir que su 4 % vaya a una AFP.

Esto es muy importante para Chile, porque gran parte del "milagro chileno" se debió a que los fondos previsionales dejaron de ser dilapidados por los políticos y fueron a alimentar la inversión y la producción, lo cual hizo crecer al país mucho más que antes y eso dio prosperidad a todos los chilenos. "No + AFP" equivale a "No + Prosperidad".

En todo caso, ¿a cuál Piñera creerle: al que dijo que el aporte adicional iría a un ente público o al que dijo que los trabajadores elegirán adónde se depositaría?

Puede suceder cualquier cosa. Pero a los que le han creído a Piñera antes no les ha ido bien. A los militares en retiro, para conseguir sus votos, les prometió la aplicación de la prescripción y un debido proceso en los juicios de la izquierda contra ellos, y no les cumplió en nada. Peor todavía, se convirtió en el principal querellante para condenarlos, pasando por sobre la prescripción y el debido proceso.

Así es que si algún trabajador me pregunta si Piñera le va a respetar su libertad de elegir qué hacer con su 4 %, yo le diría que no, que no es un tipo en cuya palabra se pueda confiar. Él va a hacer lo que crea que le conviene más. Y como hasta ahora siempre eso ha consistido en darle en el gusto a la izquierda, yo les diría a los trabajadores que se olviden de su libertad de elegir y que su 4 % va a ir a parar a manos de los políticos, es decir, de una entidad estatal.