viernes, 16 de mayo de 2025

UNA SOLA LÍNEA

Cuando fui candidato a senador en 1989 mi lema de campaña era "de una sola línea". Pero me llamó don José Piñera Carvallo, con quien tenía amistad desde que me iba a ver frecuentemente a La Segunda, donde fui director entre 1977 y 1981, y me dijo: "Hermógenes, su lema es desdoroso para mi hijo Sebastián, que compite con usted. Por favor cámbielo."

Sebastián había variado de línea, desde la DC, donde había patrocinado la candidatura presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y era del "No" a Pinochet, a ser generalísimo de la de Hernán Büchi, candidato representativo del "Sí" a Pinochet. 

Siempre he respetado el fair play y por eso accedí inmediatamente. En mi publicidad adopté otro lema muy inferior y algo soso: "se puede confiar en él". Pues el otro era mucho mejor y de más fuerza en un período en que muchos "se daban vuelta la chaqueta" y se ponían contra Pinochet, como sucedía con los centroderechistas que en los '80 propiciaban un "Acuerdo Nacional" consistente en que la Junta se marchara del poder mucho antes de cumplirse las etapas fijadas en la Constitución. 

A los pocos días de campaña Sebastián correspondió a mi gesto sacando todos los letreros con mi efigie de la circunscripción Santiago Oriente y llenando con ellos un sitio eriazo en la calle O'Brien de Vitacura, de lo cual me enteré porque me llamó un primo de mi mujer, vecino del sitio eriazo, para preguntarme por qué estaba lleno de retratos míos. 

Fue una "eficaz" acción de Sebastián, que acreditaba su famosa "capacidad de gestión". Siempre que después me decían "Sebastián es un tipo muy capaz", yo asentía: "sí, es capaz de todo". 

Y ahora mi candidato presidencial es Johannes Kaiser porque es el único de oposición que tiene "una sola línea". Y eso que fue difícil para él mantenerla, porque era diputado del Partido Republicano, que después del triunfo que lo convirtió en el más votado en la elección de consejeros constitucionales del 7 de mayo de 2023, su fundador y dueño, José Antonio Kast, cambió de línea, sorprendiendo a todo el mundo, y se alió con Sebastián Piñera y Gabriel Boric en el "Acuerdo por Chile" de todos los demás partidos, que yo siempre llamé "el contubernio", para hacer una nueva Constitución, en circunstancias que mucha gente había votado Republicano por ser el único que se oponía a una nueva Constitución.

Como Johannes Kaiser mantuvo "una sola línea", votó "En Contra" de la nueva Carta, la vida se le hizo muy difícil en el partido y tuvo que renunciar.

Eso hizo inevitable que fuera candidato presidencial, pues es el único político que representa el legado de Pinochet en un medio en que los restantes se apresuran a declarar "nunca fui pinochetista" o "yo no soy pinochetista", como han aseverado a su respectivo turno Evelyn Matthei y José Antonio Kast.

Cuando los más graves problemas del país son el miedo a la delincuencia y al terrorismo, el gigantismo estatal y el estancamiento económico, habría sido gravísimo que no hubiera habido ninguna candidatura representando al gobierno chileno que venció al terrorismo y a la delincuencia y dio inicio a "los mejores treinta años" de progreso económico, paz social y democracia política, 1985-2015.

¿Cómo, entonces, algunos insisten en que Johannes debe "bajarse", cuando es el único que ofrece lo mejor? Es irreemplazable. Estoy cierto de que al final esa mayoría de 52 % que indica la encuesta CEP, de apolíticos que votan "Ninguno", va a terminar votando por él. Nadie pronosticaba el triunfo Republicano en 2023, cuando era el único partido defensor del legado de Pinochet. Pero después dejó de tener "una sola línea", se pasó al otro bando y hubo un solo parlamentario suyo que permaneció "de una sola línea", Johannes Kaiser. 

Eso lo convirtió en la única alternativa que nos puede permitir volver a nuestros "mejores 30 años". Es la única candidatura que obligadamente tiene que llegar hasta el final. Sobre todo si la "mayoría silenciosa" del 52 % conserva algo del sentido común que inspiró sus triunfos del 4 de septiembre de 2022, el 7 de mayo y el 17 de diciembre de 2023. 

martes, 13 de mayo de 2025

FRAUDES VISIBLES Y MENOS VISIBLES

Algunos fraudes al fisco acaparan la atención general, salen en los diarios y noticieros y preocupan mucho a la opinión pública, hasta generando la prisión preventiva de una parlamentaria y aun poniendo en tela de juicio la continuidad en su cargo del Presidente de la República. 

Pero hay otros fraudes al fisco peores, más cuantiosos y que implican ilegalidades manifiestas y flagrantes violaciones de derechos humanos. Sin embargo, se han "normalizado" y suceden constantemente desde hace unos veinte años. De ellos los medios de comunicación dominantes no informan sino excepcionalmente. Y casi nadie los critica, pese a que han provocado y siguen provocando un perjuicio fiscal muy superior a aquellos otros más recientes, comentados y espectaculares. 

Son los llamados "juicios de derechos humanos" que, en el hecho, constituyen "fraudes al fisco permitidos". O "cohonestados". O "populares". Ya las respectivas y cuotidianas exacciones suman en conjunto largo más de diez mil millones de dólares. De ellos, sin embargo, casi nadie informa. La sociedad mira para otro lado. Y se perpetran dentro de la más completa impunidad de los jueces que prevarican a sabiendas. desconociendo leyes expresas y vigentes.

Afortunadamente se está preparando una nueva edición del libro-denuncia "Prevaricato", de Adolfo Paúl Latorre, que describe en forma circunstanciada este vergonzoso escándalo nacional.

Paradójicamente, el gran impulsor de estos fraudes al fisco impunes fue el primer gobierno de Sebastián Piñera, cuyo subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, hoy alto personero de la campaña de Evelyn Matthei, presentó más de novecientas querellas ilegales contra exmilitares. Y se vanaglorió de ello.

Este megafraude al fisco se sigue cometiendo cuotidiana e impunemente. El único medio que informa de él es el diario digital Chile Informa. La última vez fue en la edición del 9 de mayo: la segunda sala ("sala penal") de la Corte Suprema, integrada por los ministros Manuel Valderrama, María Teresa Letelier, María Cristina Gajardo y los abogados integrantes Pía Tavolari y Eduardo Gandulfo, confirmaron una sentencia por completo ilegal de la Corte de Apelaciones de San Miguel, condenando al exoficial de Carabineros Joel Esquivel Contreras a diez años de presidio, y al fisco a pagar una millonaria indemnización, por el inexistente secuestro de Vicente del Carmen Vidal, en octubre de 1973. 

Pero a estas alturas todo el mundo sabe que un hecho de hace cincuenta y dos años está prescrito y que el delito de secuestro no puede serle imputado a un oficial de Carabineros, porque está tipificado en el título de "Delitos contra las personas cometidos por particulares", y los carabineros no son particulares.

Además, a estas alturas en Chile todo el mundo sabe, porque el ministro sumariante y perseguidor de exmilitares, Alejandro Solís, lo confesó públicamente en la televisión estatal, que la teoría del "secuestro permanente" se basa en una "ficción" y no en un hecho probado. Tanto que Solís confesó adicionalmente: "No estoy diciendo que la realidad sea ésa". Una "condena imaginaria en un juicio imaginario", habría dicho Nicanor Parra.

Todo eso es flagrantemente ilegal, porque el juez debe "probar" y no "fingir" los delitos, es decir, debería acreditar que hasta hoy el supuesto secuestrado está en condición de tal.

Por consiguiente, es completamente ilegal y fraudulento seguirle sustrayendo dinero al fisco violando la ley, faltando a la verdad y, todavía más, condenando a diez años de presidio a un anciano que, si los jueces respetaran la ley, hoy debería permanecer libre.

¿Hasta cuándo la opinión pública mayoritaria mirará para otro lado? 

En mi opinión, hasta que sea presidente Johannes Kaiser, el único candidato que ha demostrado preocupación ante el fraude a las leyes, el atropello al derecho humano a un debido proceso y la crónica y sostenida sustracción impune e ilegal de dinero al contribuyente chileno.


viernes, 9 de mayo de 2025

EL 52 POR CIENTO QUE VOTA "NINGUNO"

Salió la encuesta CEP que dice: Matthei 15%, Kast 11% y Kaiser 6%. Los cerebros normales razonan, entonces: "Pasan a segunda vuelta Matthei y Kast." 

Y como en segunda vuelta la izquierda votará masivamente por Matthei, pues ésta ha declarado "mis ideales son de izquierda", y se identifica con Sebastián Piñera, hoy añorado por la izquierda, la que, en efecto, le debe mucho, si no todo, entonces gana Matthei. 

No es que la izquierda razone mal: "Matthei nos conviene. Es decir, si le hacemos una insurrección se va a rendir igual que Piñera y nos va a ofrecer algo de nuestro gusto. Y si le revolucionamos el país, tampoco, igual que Piñera, nos va a hacer nada. Entonces crearemos caos de nuevo. Y en 2030 ganaremos otra vez la presidencia, como en 2021. Y a lo mejor con el mismo Boric, cuyo gobierno, para entonces, va a ser recordado como un oasis en comparación con el infierno que le vamos a armar a la Matthei, más preocupada de los derechos humanos de los terroristas que de respaldar a carabineros y militares." 

Pero hay un detalle: en la encuesta CEP el 52 % votó "Ninguno". Eso opina la mayoría. Y es gente ajena a la política. No sabe ni quiere saber de ella. Tiene muy mala opinión de los políticos, según lo expresa la misma encuesta, en que el sector peor evaluado es "los partidos políticos". 

Si a ese 52 % no lo obligan a votar, mediante la amenaza de multas, no vota. Pero, una vez obligado ¿cómo vota? 

El 4 de septiembre de 2022 los obligados a votar contribuyeron al 62 % que rechazó el primer proyecto de nueva Constitución que patrocinaba Boric. El 7 de mayo de 2023 volvieron a dar la gran sorpresa, consagrando como principal partido del país a uno entonces nuevo, al Republicano, el único de derecha a secas y que se oponía a la nueva Constitución que preparaba el segundo proceso o "Acuerdo por Chile" de Boric y Piñera, quienes a esas alturas se creían "todo Chile", pero no lo eran.

Bueno, claro, después vino "la inesperada vuelta de chaqueta" de José Antonio Kast, el "dueño" de los Republicanos, que se pasó al Acuerdo Boric-Piñera para una nueva Constitución. Insólito, inexplicable, inexplicado. 

En medio de esa deserción hubo un diputado republicano que "no se dio vuelta la chaqueta", Johannes Kaiser. Y como en el partido le hicieron la vida imposible, tuvo que irse. Y fundó otro, el Nacional Libertario, que exhibe hoy 50 mil inscritos, el 80 % de los cuales nunca había pertenecido a ningún partido. Ahora está a la derecha de los republicanos, promete mano dura, lo que en un país muerto de miedo como éste es vender agua en el Sahara, y es de los que no se rinde, no "se baja" ni "se da vuelta la chaqueta", está dispuesto a jugarse y "vencer o morir". ¡Puro Chile!

Hoy la pregunta es: ¿por qué candidato de los que hay --pues la gente va a verse enfrentada a "es lo que hay", a sólo los candidatos inscritos-- va a votar la mayoría del 52 % que hoy vota "Ninguno"? 

Yo diría que lo hará por quien garantice mano dura y garantía de que después no va a cambiarse de bando. Veo bien a Kaiser y creo que, al final, la mayoría del hoy "Ninguno" lo va a apoyar y el izquierdista Petro, de Colombia, va a volver a decir, como el 4 de septiembre de 2022, "resucitó Pinochet". 

martes, 6 de mayo de 2025

CHILE DESMORALIZADO

Pinochet legó a Chile en 1990 un país moral. Una mayoría de los chilenos, desde entonces, ha dilapidado ese legado. Hoy somos un país inmoral. Peor que eso: un país desmoralizado. 

No obstante, el contenido valórico de la Constitución de 1980, que ¿nos rige?, aprobada dicho año simultáneamente con la elección de Pinochet como Presidente, en lo valórico permanece incólume, aunque haya sido reiteradamente violada por gobernantes, legisladores y jueces (particularmente por jueces) con total impunidad durante 35 años.

El artículo primero de la Constitución, probablemente uno de los más transgredidos, comienza consagrando la igualdad de las personas en dignidad y derechos. Y en seguida establece: "La familia es el núcleo fundamental de la sociedad". Pero si a algo se han dedicado sistemáticamente gobernantes y legisladores ha sido a destruir ese núcleo fundamental. Hoy la familia que describe la Constitución está en vías de extinción.

La base de la familia es el matrimonio de un hombre y una mujer. Se debilitó de iure cuando se aprobó el divorcio con disolución de vínculo. Y se derogó de facto cuando los chilenos dejaron de casarse y comenzaron a vivir "en pareja". Y eso "se normalizó".

No sólo han dejado de casarse, sino también de procrear. Hoy la tasa de natalidad de los chilenos es insuficiente para mantener la población actual. Ésta crece sólo debido al ingreso de extranjeros, que ya se acercan al diez por ciento de la población y tienen una tasa de natalidad superior a la de los nacionales. Como alguien ha dicho que somos "los ingleses de Sudamérica" tal vez nos suceda algo parecido a lo de ellos, entre los cuales el nombre más común de los recién nacidos ha pasado a ser "Muhammad".

El problema llegó a La Moneda y esto se vio cuando el Presidente anunció livianamente que va a ser padre de una hija sin haberse casado y sin que siquiera se mencione una "pareja" institucionalizada.

Este es, ciertamente, un gobierno muy distinto a aquél en que la señora Lucía se preocupaba de averiguar si los ministros de su marido estaban "bien casados". Había una moral. Algunos celebran el cambio. Dicen que es "civilizatorio". ¿Lo será?

Por eso la exministra del Interior y hoy candidata presidencial, Carolina Tohá, anuncia públicamente que mantiene una "relación de pareja" con el titular de Hacienda, Mario Marcel. Éste, hasta ahora, fungía como hombre casado. Pero, al parecer, no se preocupa mucho de mantener incólume su propio "núcleo fundamental de la sociedad". 

La única preocupación general ha sido vigilar que el erario no se incline a favor de la candidata que es "pareja" del encargado de las finanzas públicas. Lo demás. el mal ejemplo, si uno o ambos están casados, nada de eso preocupa a nadie, sobre todo en un tiempo en que se sabe que el Presidente no ha leído la Constitución y entonces mucho menos los ciudadanos van a preocuparse de leer en los códigos sobre matrimonio, adulterio y otros temas jurídicos anexos.

Entretanto las bandas de adolescentes que forman parte del 75 % de los chilenos que nacen fuera del "núcleo fundamental de la sociedad", aprovechan las ventajas procesales de su condición, confirmando que el hogar normal ya parece estar en acelerada marcha hacia su extinción y muestran la otra cara del mundo creado bajo esta nueva "modernidad". 

Esto es lo que le han hecho a Chile ese "70 % de las mujeres menores de 30 años que votaron por Boric", junto con la mayoría  ciudadana representada por un par de "repúblicos", como Ricardo Lagos y Rodrigo Valdés, que dijeron compungidamente en 2021 que "no podían hacer otra cosa" que votar por Boric.

Hoy seguramente una mayoría se da cuenta de que podría haber hecho otra cosa y probablemente en el futuro se propone hacerla.

domingo, 4 de mayo de 2025

NUNCA HABRÁ RECONCILIACIÓN

No hay posibilidad de reconciliación entre los chilenos, porque los izquierdistas revolucionarios, los culpables de todo, no reconocen la verdad. 

Boric ha dicho algo que hace imposible toda reconciliación: "La dictadura fue criminal e ilegítima desde septiembre de 1973 hasta el 11 de marzo de 1990. Nada justifica los asesinatos, los desaparecidos, las torturas, el exilio. Ni el 73, 74, 83, 85 o el año que sea".

Aparte de que lo que dice es falso, fue la izquierda, su izquierda, la que se levantó en armas contra la democracia, después de haberlo anunciado por años. Rompió todas las reglas del juego democrático, y su gobierno "se tomó" todo --basta para comprobarlo leer el Acuerdo de la Cámara del 22 de agosto de 1973-- e hizo que la mayoría llamara a los militares.

Lo de Boric es como si Hitler, el agresor, se hubiera quejado de los bombardeos aliados porque provocaron víctimas. La izquierda fue en Chile la agresora y ahora asume el papel de agredida. Quisieron ser los victimarios y ahora se presentan como víctimas. Decían que querían terminar con la "democracia burguesa" y ahora acusan a sus adversarios de dictatoriales por habérselo impedido.

Asesinatos: lo que Boric achaca a la Junta puede probarse falso. De otro lado, si no hubiera habido revolución militar, Chile habría corrido la misma suerte de Cuba. Regis Debray lo dedujo de su última entrevista con Allende, que publicó en Le Nouvel Observateur del 27 de septiembre de 1973, donde queda claro que éste, si hubiera podido, se habría tomado todo el poder.

El único juicio que se intentó contra el expresidente Pinochet terminó en una sentencia de la Corte Suprema donde por unanimidad se reconoció que no era autor ni cómplice de muertes (comitiva Arellano) que se le intentó imputar. 

Torturas: si las hubo bajo la Junta, se castigaron. Hubo condenas. No como bajo Allende, que cuando salían publicadas con lugar, nombre y apellido del torturador en El Mercurio, ni siquiera las desmentía. Bajo la Junta, si se probaban, se castigaban. 

Exilio: la Junta no exilió, salvo menos de diez expulsiones individuales, en 17 años. Sí muchos obtuvieron salvoconductos y viajaron al exterior fue porque los sospechosos de terrorismo asilados en embajadas o los condenados por subversión, a través de gobiernos de otros países, pedían como pena sustitutiva el extrañamiento. 

Al revés de los países socialistas, en Chile cualquiera era libre de viajar al exterior y quedarse allá. Nuestras delegaciones de deportistas no iban resguardadas, como las cubanas. El que quería se iba. 

La paradoja fue que intelectuales de izquierda preferían volver a hacer oposición acá en vez de hacerla "desde el exilio", porque nadie los había echado. Y acá vivían más libres, desde luego, que bajo los "socialismos reales". ¿Qué fue, si no, la "Operación Retorno"?

No hubo tampoco desaparecidos bajo el gobierno militar. Los 651 casos denunciados hasta el 11 de marzo de 1990 por la Vicaría de la Solidaridad al final registraron paradero conocido, salvo cuando simplemente las personas no existían en el Registro Civil o aparecían viajando al exterior. Y nadie sabe por qué no se identifican los restos que hay en el Cementerio General, el Instituto Médico Legal y otros recintos. El gobierno nunca contestó esa pregunta del diputado y candidato presidencial Johannes Kaiser. 

En Chile no habrá reconciliación mientras la izquierda se niegue a aceptar la verdad. Y como esa verdad la señala a ella como exclusiva culpable del 11 de septiembre de 1973, nunca la va a admitir.

jueves, 1 de mayo de 2025

LA IMPORTANCIA DE SER PINOCHETISTA

Soy pinochetista. Eso significa ser partidario de las políticas que aplicó Pinochet. Y, en particular, de las que impuso entre 1985 y 1990, 

Período de medidas que hicieron posibles los unánimemente reconocidos "mejores 30 años de la historia de Chile"--1985-2015-- en términos de crecimiento económico, paz social y concordia política.

Quiero que de nuevo se reedite eso para el país. Pero muchos dicen que es una locura, Que no se puede ganar una elección siendo "pinochetista".

La izquierda en general y el comunismo en particular han hecho una larga y poderosa campaña para enlodar a Pinochet. Un "asesinato de su personalidad" a nivel mundial y sostenido entre 1973 y 1989, en que paradójicamente desapareció el KGB injuriador y lo sobrevivió el injuriado, Pinochet. "Mentid, mentid, que algo queda", era el cínico consejo de Voltaire. Pues las cosas en el mundo son como él dice. 

He estudiado el gobierno de Pinochet y estoy en condiciones de probar que las imputaciones de crímenes y delitos que se le hace son falsas. Pese a habérsele seguido un juicio, no se le pudo probar nada ni se le condenó. Todas acusaciones desvirtuadas, una a una. Pero, como la prensa dominante en todo el mundo, y en particular en Chile, se hace parte de las calumnias del comunismo, es un hecho que Pinochet ha sido desprestigiado. Al menos a ojos de una mayoría de opinión. En Italia se hizo famosa una sentencia judicial que condenó a un policía por injuriar a otro diciéndole, solamente, "Pinochet".

Eso significa que no se puede ser pinochetista y tener aceptación, por el "qué dirán". No por ninguna razón real y de fondo. Pero yo soy pinochetista por razones reales y de fondo. Siendo la inseguridad ante el delito y el terrorismo el principal problema de Chile hoy, soy pinochetista porque su gobierno los derrotó a ambos. A su término había ceca de mil terroristas presos, que Aylwin después indultó.

Y voto por Kaiser por ser pinochetista. Si no lo ha dicho expresamente, sí ha anunciado que le levantará a Pinochet un monumento en la Plaza de la Constitución, en la esquina siguiente a la del de Allende. Y en sus actos de campaña se canta la estrofa de "los valientes soldados". 

A su turno Kast, y Matthei han declarado expresamente no ser pinochetistas. ¿Cómo iban a ir a una primaria juntos candidatos tan disímiles? Las primarias son inter pares. Pero dicen que "la derecha se está farreando la presidencia" al no hacer primarias. No se "ha farreado nada". En primer lugar, porque Evelyn Matthei ha declarado que sus ideales son de izquierda. ¿Cómo va a participar en una primaria de la derecha? Y dice no ser pinochetista. Esto último lo dice también Kast. Luego, si hubiera una primaria del pinochetismo habría un solo candidato: Kaiser, en cuyo caso no es necesario hacerla. ¿Y cómo va a ir a una de no-pinochetistas si es pinochetista?

Anoche vi a Tomás Jocelyn-Holt con Andrés Jadell diciéndole a éste que era "una locura" mía defender al pinochetismo, que así no iba a sacar ningún voto. Pero sería más locura votar por ideas ajenas para sacar votos. Eso es dispararse en el pie. Voto por lo que pienso y por lo que probadamente ha sido lo mejor para el país. Aunque disguste a la izquierda y a quienes estiman una locura contradecirla. Como decía Radomiro Tomic, "digo lo que pienso y hago lo que digo".


lunes, 28 de abril de 2025

MIENTRAS HAYA DC NO HABRÁ RECONCILIACIÓN

Leyendo la columna del DC Jorge Correa Sutil, el sábado en El Mercurio, concluí que mientras exista ese partido no habrá reconciliación. 

¡Qué manera de dar vuelta las cosas! Quiere que Evelyn Matthei, que dijo lo que todo el mundo sabe o debería saber, que en 1973 no había más remedio que la intervención militar, ahora se desdiga y, afirma, "la única forma de lograrlo sea una rectificación clara, franca y sencilla de lo dicho". ¡Quiere que sea igual a Aylwin!

En realidad, lo único que debería rectificar Evelyn Matthei sería un añadido que hizo a su declaración, porque, después de reconocer que no había otra alternativa que el golpe, añadió que "en 1978 o 1982" sucedieron cosas inaceptables. Y esto último no es verdad. Según el Informe Rettig, en 1978 cayeron, víctimas de enfrentamientos, sólo 9 personas, y en 1982, 8 personas. 

Es decir, el país ya estaba pacificado. Además, tenía alto crecimiento económico, sólo interrumpido justamente en 1982 por la reducción de la entrada de moneda extranjera a nuestra economía, ese año. Antes habíamos vivido excelentes ejercicios, a partir del "tratamiento de shock" de 1975, similar al aplicado por Milei en Argentina.

Y ya Chile en 1990 era un país tranquilo y pacificado.

Acá Aylwin fue el mayor culpable de que no se hubiera mantenido después la reconciliación total que logró Pinochet. Éste entregó un territorio donde estaban controlados la delincuencia y el terrorismo, por lo cual obviamente mantenía a cerca de mil peligrosos presos, entre malhechores y extremistas. 

Pues bien, Aylwin a partir de 1990 los indultó a todos y luego sentó a los militares en el "banquillo de los acusados".

En el país que él recibió vivíamos sin conflicto en la Araucanía, sin enclaves subversivos a los cuales el gobierno hoy no puede entrar, como Temucuicui, Chile era en 1990 un país tranquilo y próspero. 

Además, una circunstancia agravante de la traición de Aylwin era que él había sido, como presidente de la DC, quien en octubre de 1973 había ordenado a sus diputados votar por el Acuerdo llamando a que los militares se tomaran el poder.

Más aún, después de que lo hicieron había dicho que no los criticaba "desde detrás de un escritorio", porque "ellos estaban recibiendo el fuego" de una guerrilla que quería instalar una "tiranía comunista", tras llevar a cabo una "guerra civil". 

El mismo Aylwin, 18 años después, en 1991, negaba haber dicho lo anterior. Lamentablemente para él, todo había quedado grabado en video e impreso en el diario La Prensa, en octubre de 1973.

Otro DC, Abraham Santibáñez, escribió en Cartas a El Mercurio, hace pocos días, que los muertos de Lonquén de 1973 --hecho sabidamente ajeno a toda orden de autoridad-- habían sido "los primeros detenidos desparecidos" de la Junta. 

De los chilenos depende que desaparezca esa DC post 90, contraria a toda reconciliación. Y que tengamos una efectiva, pero esta vez definitiva, reunificación, bajo la sombra de un presidente que sea digno sucesor de quien nos legara en 1990 un país plenamente reconciliado.

sábado, 26 de abril de 2025

CUENTA DEL AGUA PARA UN GUINNESS

Somos tres las familias que vivimos en un inmueble propiedad de mi mujer: las de dos de mis hijos y la nuestra con otro hijo. Compartimos las cuentas de luz y agua. Yo las pago mensualmente desde hace muchos años y los hijos me reembolsan su parte. En particular, la cuenta del agua se paga a través de mi tarjeta de crédito bancaria y mis hijos me transfieren lo que les corresponde. Mes a mes, año a año. 

La proveedora, Aguas Cordillera, es olímpica: no manda la cuenta o boleta o factura nunca. Y nadie se la pide. Sólo cobra y yo me entero del monto al pagar cada mes la tarjeta de crédito. Hasta ahora, cuando no pasaba de $500.000 pagábamos sin chistar. Cuando subía de eso había reclamos entre nosotros y descubríamos que se había roto una cañería o alguien había regado conversando por celular o una piscina se había rebalsado. Reclamos y retos y "aquí no ha pasado nada".

Hasta que esta semana Aguas Cordillera me cargó en mi tarjeta de crédito $3.538.757 por consumo de agua del mes pasado. Ahí "ardió Troya".

Como nosotros todavía estamos en la costa y no hemos vuelto a Santiago, les pregunté a mis hijos por este río que había pasado por nuestro medidor. Nadie había sabido de nada extraordinario. Y, sin embargo, de nuestra casa común había salido un río, una flota de camiones aljibe llenos de agua que había pasado por nuestro medidor.

Quisimos ver la cuenta, pero Aguas Cordillera no nos manda cuenta desde no se sabe cuándo. Llamamos por teléfono y nos contestaron que no podía ser, que aunque fuéramos un estadio no podríamos gastar tanta agua. Y menos si una de las tres casas ha estado cerrada desde enero.

--¡Llama a Línea Directa de El Mercurio!-- me dijo mi mujer, pues eso antes ha sido "santo remedio". Busco la dirección en el diario y ya no existe la sección Línea Directa. "¿Quién podrá defendernos?"

Viajé hoy a Santiago para revisar todas las llaves de agua de la casa. Todas perfectas. Entonces cerramos todas las llaves de las tres familias, pero el medidor siguió dando vueltas. Una de nuestras nueras dice que hay un empresario que detecta fugas de agua, pero entonces el hijo mío que no es su marido le replica que él ya una vez lo llamó, detectó una supuesta fuga, cobró un millón de pesos y después que excavaron en el lugar se dieron cuenta de que no había tal fuga.

En fin, este wikén prepararé una querella judicial "contra quien resulte responsable" de sustracción de agua suficiente para llenar una flota de camiones aljibe. 

Y estudiare postular al Guinness de "la cuenta de agua más cara jamás pagada por una familia común en tiempos de paz y sin que siquiera le haya llegado la cuenta."

viernes, 25 de abril de 2025

VERDADES CHILENAS A ELECCIÓN

En Chile usted puede elegir en cuál verdad creer, porque, al menos en temas relacionados con la política, generalmente hay varias. 

Por ejemplo, en el caso de la muerte del jefe del MIR, Miguel Enríquez, usted tiene la versión de quien descubrió su guarida en 1974, el brigadier (r) Miguel Krasnoff, quien dice en la biografía suya "Prisionero por Servir a Chile", de Gisela Silva, que cuando pulsó el timbre de la guarida del terrorista se le disparó desde su interior y tuvo que lanzarse al suelo para no ser herido o muerto. A raíz de ello convocó a refuerzos que, en el combate subsecuente, dieron muerte al subversivo marxista y dejaron herida a su conviviente, a quien Karssnoff envió en una ambulancia a un hospital.

También está la versión del MIR en su diario clandestino El Rebelde de octubre de 1974, donde se expresa: "Miguel Enríquez, quien inició el fuego y enfrentó heroicamente a las fuerzas represivas, fue herido gravemente en el rostro en la primera etapa del combate. Estas herides le provocaron la pérdida del conocimiento, pero después pudo recuperarse y seguir combatiendo. Ya moribundo intentó romper el cerco, pero, ya muy débil para lograrlo, cayó disparando su fusil bajo el fuego de los esbirros de la dictadura".

Y una tercera versión fue la del ministro sumariante Mario Carroza que, en 2015 y con violación de las leyes de amnistía, prescripción y cosa juzgada, condenó al entonces teniente Krassnoff por el "asesinato" de Enríquez, añadiéndole otros veinte años a los centenares que ya le habían impuesto por supuesto "secuestro" de personas que tampoco jamás vio en su vida, en virtud de la "ficción jurídica" discurrida por otro sumariante, Alejandro Solís.

Krassnoff ya cumplió 30 años preso y le quedan más de mil por delante. Sus condenas le han redituado muchos miles de millones de pesos de indemnización al mundo subversivo y, por supuesto, a sus abogados y vaya uno a saber a quiénes más..

Gendarmería le ha comunicado con toda seriedad a Krassnoff que a mediados del siglo XXVI tendrá derecho a solicitar su libertad condicional.

A su turno el hijo de Enríquez, Marco Enríquez-Ominami, recibió una suculenta indemnización tras el fallo de Carroza, que le sirvió para paliar las insuficiencias de los $500 millones recibidos del Servel en su condición de candidato presidencial derrotado por cuarta vez en 2021.

Sebastián Piñera consideró tan meritoria la actuación de Carroza en su colaboración con él en la persecución de exmilitares que propuso su nombre para ministro de la Corte Suprema, en la cual fue posteriormente designado.

Usted, como chileno, tiene el privilegio del elegir entre las tres verdades antes descritas para formarse un juicio acerca de las reales circunstancias en que murió el jefe guerrillero del MIR. Y tiene todo el derecho, pues con sus impuestos los llamados "juicios de DD. HH." son "el cajero automático que usa la izquierda para sacarle plata el fisco". (Según Felipe Ward, que iba a ser nombrado ministro del Interior de Piñera hasta el momento en que éste supo que había dicho la anterior frase, que hería a su muy querida izquierda y por consiguiente revocó su nombramiento.)

martes, 22 de abril de 2025

EL 11 ERA EVITABLE

Por supuesto que "el 11" era evitable. Nada, en el fondo, es inevitable. En Chile habría bastado que el almirante Merino no hubiera tomado la decisión que tomó y precipitó las cosas. 

También se podría haber evitado el 11 si Allende hubiera tenido éxito en consagrar un "régimen socialista, marxista, integral", propósito que le había anunciado en 1970 a Regis Debray. Habría habido una asamblea constituyente, partido único y Chile habría corrido una suerte similar a la de Cuba.

También habría podido suceder que Allende terminara su mandato, perdiera la elección de 1976 y el país hubiera continuado en el rumbo que traía hasta 1970, turnándose gobiernos de centroizquierda con otros de centroderecha del tipo de los radicales, el de Alessandri o el DC.

Era muy probable ese país en que todos decíamos "en Chile nunca pasa nada". Ni muy bueno ni muy malo. Creciendo al dos o tres por ciento y, como decía Altamirano en los años '60, "a la zaga de América Latina, que iba a la zaga del mundo".

Podría haber habido algún cambio con la llegada de los "Chicago Boys" a la Universidad Católica. El rector de ésta era un arzobispo de derecha llamado Alfredo Silva Santiago, que un día había llamado al director o decano de la Facultad de Comercio, como se llamaba, Julio Chaná Cariola (él mismo me lo contó) y le había dicho: "Mire, yo veo que el país que más progresa es Estados Unidos y allá practican una economía distinta a la de acá. Por qué no consigue que vengan profesores de allá a enseñar Economía acá."

El decano Chaná estaba incómodo porque el rector, cada vez que lo veía, le preguntaba cómo iba su idea. Había un estudiante en la facultad que trabajaba en un programa norteamericano de cooperación llamado "Punto Cuarto". Chaná se acercó al alumno y le pidió que le preguntara a su jefe estadounidense con qué universidad de allá se podría tomar contacto para que mandaran profesores para acá. Y el jefe del Punto Cuarto se interesó y buscó un contacto allá que resultó apropiado, porque era un profesor llamado Arnold Harberger, casado con una chilena.

Fue "el padre de los Chicago Boys". Éstos prepararon un libro para el candidato Jorge Alessandri en 1970, posteriormente editado con el título de "El Ladrillo", por su tamaño. Mirado con escepticismo por los prohombres de la campaña de Alessandri, todos gerentes.

¿Cuál habría sido la probabilidad de que un presidente elegido después de Allende hubiera adoptado "El Ladrillo"? Muy evitable. Pequeña. Un "Pinochet" en el Partido Nacional y un presidente surgido desde ese partido. Más bien improbable. A Jarpa nunca le gustaron los Chicago Boys. Sí le gustaban los economistas radicales, como Escobar Cerda. Eso se da mucho en la "centroderecha".

Por supuesto que el 11 de septiembre de 1973 era evitable. Pero, por suerte, Chile no lo evitó. Pues le debemos lo bueno que todavía va quedando. Estoy pensando en las AFPs, las isapres, los precios libres y los aranceles bajos. Gracias a Dios "El Ladrillo" sigue estando ahí, para releer.

sábado, 19 de abril de 2025

LA "VERSIÓN DE HERMÓGENES"

Sebastián Edwards escribe hoy en El Mercurio (A2): "Ese día (9 de septiembre de 1973) Allende le comunicó al comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, su decisión de anunciar el referéndum el martes 11. Según una serie de analistas --incluyendo a Hermógenes Pérez de Arce--, esa información hizo que los amotinados adelantaran el Golpe del viernes al martes de esa semana".

La versión de Hermógenes Pérez de Arce, fundada en los textos de Augusto Pinochet, "El Día Decisivo" y "Camino Recorrido"; de José Toribio Merino, "Bitácora de un Almirante"; y de Sergio Arellano Iturriaga, hijo y abogado del general Sergio Arellano Stark, "De Conspiraciones y Justicia", es la siguiente:

Pinochet fue citado por Allende en la mañana, temprano, del domingo 9 de septiembre de 1973, a su mansión de Tomás Moro. Éste le dio a conocer que se proponía convocar a un plebiscito como salida a la crisis existente. Pinochet dijo haberle contestado que "eso ayudaría a descomprimir la situación y a resolver el problema en el Parlamento". 

Esa tarde, en la casa de este último, en una fiesta de cumpleaños infantil, se hallaba invitado el recién designado comandante en jefe de la FACH, Gustavo Leigh. 

Llegó imprevistamente el almirante Sergio Huidobro con un mensaje escrito del almirante Merino en que les comunicaba a ambos que "el día D será el martes 11 y la hora H las 06.00 a. m.", pues la Armada se proponía actuar para poner término a la crisis existente. 

Les solicitaba a ambos firmar al pie del documento, en caso de estar de acuerdo, y contribuir con todas sus fuerzas o, si alguno no concordaba, expresar sus razones por escrito, al dorso del papel. Ambos firmaron en señal de consentimiento. 

Merino escribió en su "Bitácora de un Almirante": "Siendo yo juez de la causa por intento de sublevación de la Marina, los responsables Garretón y Altamirano no podían ser habidos por Investigaciones, a pesar de que había orden de arresto contra ellos; sin embargo, el domingo 9 a las 11 horas estaban ambos en Televisión Nacional incitando al pueblo a la revolución. Al oír esto tomé mi lapicera y les escribí el Mensaje ya conocido al General Pinochet y al General Leigh."

El día anterior a su reunión con Allende, es decir el 8 de septiembre, Pinochet había sido informado por el general Sergio Arellano de que un "Grupo de los 15" (cinco por cada rama) se había estado reuniendo. Entre los cinco del Ejército no había acuerdo para dejar a Pinochet a la cabeza de cualquier movimiento, pues se le estimaba partidario del gobierno. Consultado por Arellano, Pinochet comunicó que no lo era ("¡no soy marxista, mierda!") y aquél se dio por satisfecho.

El presidente de la DC, Patricio Aylwin, sabía del "grupo de los 15", pero prefería no darse por enterado. Aprovechando que el hijo adolescente del general Arellano era militante de la Juventud DC, le comunicó a éste, sin entrar en pormenores ni hacer referencia a "los 15", que ya no habría más conversaciones suyas con Allende, Sergio (hijo) se lo comunicó a su padre, 

Pero quien fijó la fecha de la gesta que nos libró del comunismo fue Merino.

Esa es mi versión.

viernes, 18 de abril de 2025

MENTIRAS DE SANTIBÁÑEZ Y BORIC

Abraham Santibáñez dice, en Cartas a El Mercurio de hoy, que los primeros detenidos desaparecidos por la Junta fueron quince cadáveres hallados en hornos de una mina abandonada en Lonquén. Pero miente: la Junta era inocente. Los hechos: después del 11 de septiembre de 1973 carabineros rasos de Lonquén, junto a civiles, cobraron venganza contra gente de la Unidad Popular que había cometido robos de animales y otros atropellos. Civiles y carabineros (sin orden superior) dieron muerte a 15 personas y lanzaron los cadáveres a una mina de cal abandonada. De esto nadie supo. Ni siquiera el comisario de Lonquén. Quedó probado en el juicio. 

Cuando cinco años después alguien descubrió los restos, la noticia dio la vuelta al mundo. Naturalmente, tal como lo hace Santibáñez hoy, se le cargó la responsabilidad a la Junta. Pero ésta no tenía ninguna. 

También Gabriel Boric en un tuit de ayer, carga a la Junta "los asesinatos, los desaparecidos, las torturas, el exilio." Pero, como de costumbre, miente.

Pues ¿por qué nunca procesaron a la Junta por todo eso? Simplemente porque no es verdad. Hubo un solo juicio y fue contra el  senador Augusto Pinochet, por el caso de la comitiva del general Arellano. Llegado a la Corte Suprema, la misma declaró por unanimidad de sus miembros que Pinochet no era autor ni cómplice, en sentencia del 8 de agosto de 2000. Pero por 13 votos contra 6 determinó que había sospechas de que hubiera sido encubridor. Tampoco lo fue. Después fue sobreseído por razones de salud. 

Pues la verdad era que tampoco podía ser encubridor, porque el supuesto delito era "secuestro permanente", es decir, que supuestamente seguía cometiéndose de manera indefinida. Una "ficción jurídica". Un juez no puede fingir, debe probar. Pero en Chile no. Y además ese delito sólo puede ser cometido por particulares, como lo expresa el párrafo 3° del título III del Código Penal, y la comitiva era de funcionarios públicos. En fin, sólo puede haber encubrimiento cuando el delito ya ha sido cometido, como observó el voto de minoría de seis supremos. Y en este caso se seguía, supuestamente, cometiendo, luego no podía haber encubrimiento.

No hubo otro juicio contra la Junta o sus miembros. ¿Por qué? Porque no fueron responsables de otros delitos. Entonces, descartados los "asesinatos".

Tampoco hubo "desaparecidos". Los únicos 651 denunciados durante el gobierno de la Junta y el de Pinochet, 1973-1990, tienen hoy su paradero determinado, si se contabiliza los restos que ningún gobierno, desde el 11 de marzo de 1990, ha querido identificar. ¿Por qué no hay "desaparecidos" 1973-90? Porque unos no figuran en el Registro Civil, otros han "reaparecido", otros han sido vistos vivos, según declaración jurada ante notario; otros aparecen habiendo viajado al extranjero y, en fin, otros más, cuyos restos están en el Cementerio General o el Instituto Médico Legal o la Universidad de Chile, ningún gobierno posterior al 11 de marzo de 1990 ha querido identificarlos. ¿Por qué? Sólo Johannes Kaiser ha prometido que lo hará. Desde luego, Boric no lo ha hecho ni quiere hacerlo. Esperemos a Kaiser. Pero una cosa debe ser clara: no se puede responsabilizar a la Junta de desaparecidos denunciados después de terminado su gobierno.

De las torturas sólo puedo decir tres cosas: que el único gobierno bajo el cual se persiguieron judicialmente fue el de la Junta y hay personas cumpliendo condenas por ellas; que bajo Allende fueron denunciadas en El Mercurio del 27 de febrero de 1972, siendo el autor de las mismas el subdirector de Investigaciones de Allende, el comunista Carlos Toro, y que Allende ni siquiera rectificó o desmintió al diario. Y además Allende fue acusado de apremios ilegítimos a opositores por el Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973. En fin, también el gobierno de Frei Montalva fue acusado de torturas en un libelo de más de 100 páginas por abogados de izquierda, en 1970 en la revista Punto Final, entre ellos Ricardo Lagos, libelo que la DC nunca ha podido desvirtuar. 

Tanto Gabriel Boric (UP) como Abraham Santibáñez (DC) carecen, pues, de autoridad moral para formular acusaciones sobre torturas.

Y, finalmente, el "exilio" masivo, que nunca la Junta practicó. Sólo expulsó a poco menos de diez personas en casi 17 años (como Eugenio Velasco Letelier, Jaime Castillo Velasco, Renán Fuentealba, Manuel Bustos; e impidió el regreso transitoriamente a Andrés Zaldívar.) Nunca hubo exilio masivo. Los llamados "exiliados" fueron personas asiladas en embajadas que, para librarse de procesos por delitos contra la seguridad interior, pidieron, respaldados por gobiernos extranjeros, salvoconductos para viajar a otros países o conmutación de penas de presidio por extrañamiento (destierro) en el exterior. 

Conclusión: ni Abraham Santibáñez ni Gabriel Boric, en esta ocasión, han dicho la verdad.

martes, 15 de abril de 2025

VARGAS LLOSA Y EL MODO SUBJUNTIVO

Conocí a Mario Vargas Llosa gracias a El Mercurio, que siempre lo convidaba a almorzar cuando visitaba Chile. Para entonces él ya no era comunista, sino de derecha. Cada vez más. Si bien nunca llegó a tanto como para reconocerle méritos a Pinochet. De hecho, en su visita de 2021 le dio su público apoyo a José Antonio Kast contra Boric. Pero esto no alcanzó, porque acá la gente estaba mala de la cabeza, el voto era voluntario y el 70 por ciento de las mujeres menores de 30 años votaron por Boric.

Un libro clásico de Vargas Llosa, que no he leído, fue su "Conversación en la Catedral". Comienza preguntando "cuándo se había jodido el Perú". Eso ha suscitado acá un intenso debate acerca de "cuándo se jodió Chile". Yo lo he dilucidado demostrando que fue el 5 de octubre de 1988, mediando una inusitada y millonaria intervención extranjera para engañar a la mayoría e impedir que Pinochet reelegido fuera el primer presidente de nuestra plena democracia instituida en la Constitución de 1980.

El único libro de Vargas Llosa que he leído fue "La Guerra del Fin del Mundo". Me costó terminarlo y lo encontré farragoso. Además, a todo lo largo de sus 400 páginas siempre escribió "hubiera" en lugar de "habría", cuando no correspondía. Error frecuente entre, incluso, nuestros letrados. No obstante ello, opino que no se le debe dar un Nobel a quien escribe, por ejemplo, "si yo hubiera sabido, no hubiera ido", en lugar de "si yo hubiera sabido, no habría ido", que es lo correcto. 

Pero sabemos que el Nobel es poco serio, tanto que se lo negaron a Jorge Luis Borges tras intentar sobornarlo, pues un sueco lo llamó para comunicarle que si se desdecía de su apoyo a la Junta chilena se lo otorgarían. Pero Borges le contestó que nunca se había dejado sobornar en su vida y ésta no le parecía la ocasión de hacerlo. Y así el Nobel de literatura pasó a ser "el premio que no le dieron a Borges". Pero sí a Vargas Llosa, aunque usara el pretérito imperfecto del subjuntivo, "hubiera", en lugar del potencial simple o imperfecto del indicativo, "habría".

La última vez que almorcé con Vargas Llosa se enojó conmigo. Nos había convidado Ricardo Claro a su Viña Santa Rita un otoño de los 90 o los 2000. Fue al aire libre y caían muchas hojas. Vargas Llosa se manifestó extrañado de que acá cayeran las hojas en otoño, pues dijo creer que eso sólo sucedía en Europa.

En el curso de la conversación y con la falta de tino que me caracteriza yo dije que admiraba las políticas de libertad económica de Fujimori en el Perú, lo cual lo enfureció y me contestó (en un diapasón más alto que lo aceptable en un almuerzo cordial) que "ninguna política de una dictadura podía ser buena". Yo le repliqué que era una política económica liberal y podía traer prosperidad al Perú (como la trajo). Pero eso lo enojó aún más, así es que subió el tono para decir que nunca de una dictadura podía salir nada bueno.

En una visita más reciente a Chile Axel Kaiser le preguntó, en un seminario de la Universidad Diego Portales, si no había más libertad acá en 1986 que en la Venezuela de Hugo Chávez. Pese a lo obvio de la respuesta, el Nobel le contestó: "No te acepto la pregunta" y arremetió con una diatriba contra las dictaduras. Axel, lamentablemente, se lo dejó pasar. 

Al leer reseñas de sus libros en los diarios me enteré de que "La Tía Julia y el Escribidor", basada en su amorío y matrimonio con su tía Julia Urquidi, veinte años mayor que él, había suscitado la publicación de otro libro por parte de ella, que se titula "Lo Que Varguitas Nunca Dijo". No resisto las ganas de leerlo.  


domingo, 13 de abril de 2025

LA IZQUIERDA SE PREOCUPA DE LA DERECHA

Columnistas de centro e izquierda de La Tercera expresan su preocupación por que los candidatos de derecha no le están facilitando las cosas a Evelyn Matthei.

Es hoy la heredera política de un presidente contemporizador con la izquierda, Sebastián Piñera, de quien fue ministra y a quien siempre apoyó... después de los '90, por supuesto, pues hubo un tiempo en esa década en que éste conspiró contra las tempranas ambiciones presidenciales de ella. 

Ahora hay candidatos de derecha con buena acogida en las encuestas, que amenazan la supremacía de Matthei y no quieren ir a primarias con ella. 

En la encuesta Black & White Kaiser aparece primero y ganando a Evelyn. En la Feedback aparece dos puntos por debajo de ella. Indican que ambos pasarían a segunda vuelta. Claro, en la CADEM aparece Kaiser cuarto y bajando. Pero todos sabemos que eso es inverosímil. El candidato del Frente Amplio, Gonzalo Winter, prevé una segunda vuelta entre él y Johannes Kaiser.

Notablemente es la izquierda la que más aconseja primarias de centroderecha y derecha. Sospecho que lo que desean es suprimir desde ya la posibilidad de un verdadero gobierno de derecha. La izquierda le tiene pánico a ese desenlace. Porque un gobierno como el de Pinochet, entre 1985 y 1989, inauguró los mejores treinta años de la historia de Chile y derivó en que después nadie se atreviera a cambiar el modelo. Máximo osaron "rayarle la pintura". Hasta que Piñera II le dio el país en bandeja a Boric y los comunistas. Eso es lo que busca la izquierda, hoy popularmente minoritaria.

Para ello necesita un clon de Sebastián. Nadie ha sido tan funcional a la izquierda como él. En sus columnas en El Mercurio, tras el fallecimiento del expresidente, el socialista Eugenio Tironi ha expresado su nostalgia por él. Y tiene razón, porque nadie ha cumplido tantos anhelos de la izquierda como Piñera, creando ministerios, subiendo impuestos, consagrando el matrimonio homosexual y persiguiendo a muerte a los exmilitares. Le dio mucho a la izquierda. Un cajero automático pagador de indemnizaciones sin fin. Incluso se entregó a la izquierda aún más que Aylwin, pues éste sólo denostó a los militares con su Comisión Rettig, pero no los encarceló. Piñera los metió presos, con las mil querellas que presentó su subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, hoy alto jefe del comando de Matthei. Cien exmilitares han muerto en cautiverio y 500 octogenarios y nonagenarias sobreviven hoy como presos políticos, a los cuales se les niega hasta sus derechos carcelarios. Todos ilegalmente condenados mediante una "ficción jurídica" (el secuestro permanente). Además el Código Penal dice que sólo pueden cometer secuestro los particulares, pero no importa. Todo este sistemático atropello al derecho humano a un debido proceso cuenta con la admiración de la izquierda, que nunca terminará de agradecérselo a Piñera, y quiere verlo prolongado por un gobierno de Matthei.

La izquierda, sabedora de que ya perdió el Poder Ejecutivo, va por su "mal menor". Pues entra en pánico de sólo imaginar cuatro años como los de 1985-1989 de Pinochet, con rebajas de impuestos, auge en la inversión, más equilibrio presupuestario, privatizaciones, desempleo del 5 %, como el de enero de 1990, energía hidroeléctrica barata, creciendo al 6,4 % anual promedio y 10,6 % en 1989, mil terroristas presos, delincuencia bajo control, cero inmigración ilegal, tranquilidad en las calles, sin conflicto en la Araucanía y con "segundo milagro chileno".

Es too much para el centro y la izquierda y la única manera de evitarlo es con otro gobierno como el de Piñera, que les dé garantías y culmine con el mismo Boric u otro igual en el poder en 2030. 

Por eso su falange de columnistas, opinólogos e influencers está haciendo lo posible porque haya primarias y puedan los izquierdistas votar en ellas para que salga su carta favorita, Evelyn Matthei.

jueves, 10 de abril de 2025

LA PROPUESTA DE DOUGLAS POLLOCK

En el Evangelio Jesucristo dice que nadie es profeta en su tierra y tiene razón. Es el caso de Douglas Pollock, un ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile, que se ha dedicado a estudiar el cambio climático. 

Su opinión es muy considerada en los EE. UU., el Reino Unido, a través de Lord Monckton, y últimamente en Irlanda, en que sus tesis han sido refrendadas por un comité de expertos.

Entre otras cosas Pollock ha probado que el Acuerdo de París es una gran tontería perjudicial, que en Chile estamos pagando cuentas de luz absurdamente altas por seguir los pasos indicados por dicho Acuerdo, lo cual es no sólo dañino sino ridículo, pues somos responsables de apenas el 0,24 % de las emisiones de CO2, mientras los países que emiten el 60 % (India, China, EE. UU.) no son parte del Acuerdo ni le hacen caso. 

Dice que mientras en Chile hemos cerrado plantas generadoras abastecidas por combustibles fósiles, China e India han construido casi un centenar de esas mismas plantas nuevas, que generan 586 veces más CO2 que Chile, a cambio de tener energía eléctrica abundante y barata, en la cual basan su alto crecimiento económico.

Ha propuesto un "plan para Chile", que nos dejaría también con energía abundante y barata, pero a condición de desregular y liberar el mercado energético, derogar todos los impuestos específicos que gravan los combustibles, al carbono y la generación de electricidad y en particular los "impuestos verdes", suprimir subsidios y reducir órganos burocráticos.

Ha destacada el "gran disparate" del gobierno de Bachelet I de haber rechazado el proyecto hidrográfico de energía barata y, además, limpia de HidroAysén. Ese proyecto no contemplaba ninguna represa que alterara la naturaleza de Aysén, sino que sólo centrales "de pasada" en el curso del río. 

Adicionalmente Pollock afirma que nunca se ha medido efectivamente la contribución humana al CO2 ni que ello haya hecho subir la temperatura del planeta.

Su propuesta para Chile contempla la desregulación del área energética, el cierre del ministerio del Medio Ambiente, la disminución de la dotación del Coordinador Eléctrico y la reducción de la del ministerio de Energía, como también liberar la exploración y explotación de hidrocarburos que monopoliza ENAP.

En realidad, es tan radical que algo equivalente sólo ha sido hecho en Chile siendo ministro de Hacienda Hernán Büchi y presidente Augusto Pinochet, entre 1985 y 1990, cuando se inició el primer quinquenio de los que fueron los "mejores treinta años de la historia de Chile". 

Es impensable que nuestro país pueda reeditar aquella dupla y repetir esa hazaña hoy. Pero este otro año, si en noviembre elegimos un gobierno decididamente de derecha y no entreguista ni contemporizador, tal vez.    


domingo, 6 de abril de 2025

LA BRIZNA EN EL OJO AJENO

Hay unanimidad para juzgar inadmisible que el Presidente, sus ministros, 17 abogados asesores y la senadora Isabel Allende con su respectivo séquito de asistentes hayan ignorado el inciso segundo del artículo 60 de la Constitución, según el cual el diputado o senador que celebre contrato con el Estado cesa en su cargo.

Pero ninguno ha recordado que, menos de tres años atrás, todos estuvieron de acuerdo con el mismo Boric y su antecesor Piñera en transgredir el inciso quinto del mismo artículo 60, que dice que cesará en el cargo el diputado o senador "que propicie el cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los que establece esta Constitución".

Tendrían que haber hecho un plebiscito de entrada, como en el primer proceso, pero no lo hicieron. El profesor y ministro del Tribunal Constitucional, José Ignacio Vásquez, les advirtió en artículo en El Mercurio que no tenían la potestad constituyente, pero no le hicieron caso,

La "gran prensa", Boric y Piñera, suscriptores del entonces llamado "Acuerdo por Chile"; el rector-columnista de El Mercurio, Carlos Peña (que además llamaba a "lanzar lejos la Constitución"); el primer editorialista que ahora fulminan a los numerosos abogados gubernamentales desconocedores del referido art. 60, no decían nada cuando se transgredía el inciso quinto del mismo artículo. 

Ni nadie siquiera pensó que los diputados y senadores que habían concurrido con sus votos a inventar un segundo proceso constituyente, no permitido por la Constitución, debían ser destituidos. Ven la brizna en el ojo de Boric, pero no la viga en el propio.

Minoritarias y no escuchadas eran las voces, entre ellas la de este blog, que clamaban al cielo por la inconstitucionalidad de ese segundo proceso.

No había prensa ni periodismo conocidos que dijeran que el "Acuerdo por Chile" era violatorio del inciso 5° del artículo 60 y causal de destitución de los parlamentarios que lo votaran favorablemente. 

Hoy esa multitud de opinólogos, grandes diarios, radios, estaciones televisivas, redes sociales que se preguntan cómo es posible que nadie advirtiera ni supiera del inciso segundo del artículo 60 de la Constitución, de ningún modo se pregunta ni nunca se preguntó por qué tampoco supieron, vieron ni dijeron nada cuando apoyaron, publicitaron, propagaron y respaldaron a la cuasi unanimidad de diputados y senadores que aprobaron el segundo proceso constituyente violatorio del inciso quinto del mismo artículo 60 de la Constitución,

Además aquel proceso viciado debió originarse en mensaje presidencial y no en moción parlamentaria, como se inició. Otra inconstitucionalidad.

Debió haber generado la destitución de todos los diputados y senadores que lo votaron a favor. Que fueron todos, pues los republicanos, únicos en oponerse en un comienzo, "se dieron vuelta la chaqueta" junto a su jefe y se sumaron al "Acuerdo por Chile" de Boric-Piñera para violar la Constitución.

Lo llevaron adelante consumiendo ingentes recursos humanos y financieros sin ninguna legitimidad. Todo terminó en el plebiscito del 17 de diciembre de 2023, en el cual la ciudadanía rechazó la intentona inconstitucional. Pero ningún parlamentario culpable fue destituido. Y "lo comido y lo bailado" no se lo quitó nadie.

Lo peor: las élites de todos los niveles, la jerarquía eclesiástica representada por monseñor Celestino Aós y las más variadas instituciones del establishment, siempre dispuesto a ubicarse donde el sol más calienta, aunque ello sea inconstitucional, fueron cómplices activos.

Ahora todos ven la brizna en el ojo de Boric, pero no la viga en el propio. Isabel, Allende se va, pero la multitud de otros, tan culpables como ella, se han quedado.

sábado, 5 de abril de 2025

DESTELLO DE LEGALIDAD

Es increíble que la mera aplicación de un precepto constitucional claro por parte de un tribunal genere en Chile una crisis política. 

Es tan evidente que en el país no impera un estado de derecho (que es la traducción de la rule of law anglosajona) que el Partido Socialista gobernante califica el fallo del TC como "un hecho lamentable" y considera responsables a las ministras cercanas al Frente Amplio que lo suscribieron. 

Es que la izquierda se ha acostumbrado a que las causas se fallen, no de acuerdo a derecho, sino según su propio sentir político. Se ha acostumbrado a los miles de sentencias de la justicia ordinaria violatorias de los fundamentos básicos del derecho penal y basadas en una "ficción jurídica". 

Se ha acostumbrado también a la impunidad de los atropellos a la Constitución. Y cuando, por excepción, se aplica la legalidad, lo considera una deslealtad política, en este caso del Frente Amplio, próximos al cual son las juezas que aportaron los votos para sancionar el más reciente atropello.

Este fallo ha merecido el elogio, en columna ad hoc, de Carlos Peña en El Mercurio. Y un primer editorial del mismo diario corrobora la tesis de defensa constitucional. 

Pero este fallo más parece sólo un destello de legalidad en medio de la inexistencia del estado de derecho.

En efecto, más adelante el mismo artículo 60 de la Constitución establece que "cesarán asimismo en sus funciones los diputados o senadores ... que propicien el cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los que establece esta Constitución". No obstante, desde mediados de 2022 en adelante el mismo rector-columnista Peña, el mismo diario en que escribe y también el Presidente de la República, Gabriel Boric y su antecesor, Sebastián Piñera, mediante el "Acuerdo por Chile" entre ambos, promovieron el "cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los señalados en la Constitución", violando flagrantemente el mismo artículo 60 que ahora el TC ha hecho respetar.

Y entonces todos los parlamentarios de gobierno y de oposición incurrieron en la misma causal de cesación en sus cargos que Isabel Allende. Pero en el caso de todos ellos sin que nada les sucediese ni nadie pidiera destituirlos. Había pleno acuerdo político para violar la Constitución. ¿De qué estado de derecho estamos hablando?

Este fallo ha sido, pues, sólo un destello. Ojalá fuera un precedente a ser imitado por los tribunales y los poderes públicos que reiteradamente han abandonado la posición legal, llevando a que en los análisis internacionales la democracia chilena haya descendido de "plena", como lo fue mientras se respetaban la Constitución y las leyes, a "defectuosa", como la cataloga un informe de The Economist, que se hizo cargo del permanente atropello chileno a la juridicidad.


miércoles, 2 de abril de 2025

1 Y 2 DE ABRIL

El 1° de abril de 1991 fue asesinado el senador de la UDI, Jaime Guzmán, por el brazo armado del Partido Comunista. Había votado en contra, en el Senado, el proyecto propiciado por el presidente Aylwin para indultar a los casi mil terroristas y delincuentes mantenidos presos por su antecesor, el presidente Pinochet. Gracias a esto último Chile estaba pacificado, con la menor tasa de homicidios del hemisferio, sin conflicto en la Araucanía (cuyos caciques habían premiado al mandatario en agradecimiento), sin inmigrantes ilegales, bajo un clima general de paz interna y, en lo externo, a la cabeza del crecimiento en América. 

El mundo comentaba el "milagro chileno" y el inglés Niall Ferguson, en su libro The Ascent of Money comentaría: "los primeros fueron los militares chilenos. Thatcher y Reagan vinieron después".

Pues, en efecto, el régimen en el cual Guzmán había sido principal consejero presidencial había generado prosperidad, libertad, democracia y orden. Imperdonable. Había que matarlo.

El 2 de abril, pero de 1957 el Partido Comunista había perpetrado su enésima insurrección, desde su fundación en 1922, En 1948 había sido puesto fuera de la ley por Gabriel González Videla mediante la Ley de Defensa de la Democracia. La "ley maldita", según ellos, pues no les permitía urdir desde dentro del régimen la toma del poder total.

Ibáñez, cuyas políticas económicas habían generado la mayor inflación entonces en la historia del país, debió aplicar políticas estabilizadoras "impopulares", aconsejadas por la Misión Klein-Saks, traída de los EE. UU.  Algún consejero político de cortos alcances le debe haber dicho a Ibáñez que, para tranquilizar a la extrema izquierda en plena recesión, le hiciera un gesto, derogando la "ley maldita". Entonces los comunistas le "agradecieron" iniciando una violenta revolución que destruyó el centro, derribó todos los postes y asaltó las principales tiendas de Santiago. 

Pero al general no le iban "a venir con cosas": sacó las tropas a la calle y terminó el estallido al día siguiente de comenzado, con el correspondiente saldo de caídos. En ese tiempo los uniformados podían usar sus armas de servicio. Y los comunistas no habían formado todavía Amnesty International, creada en 1954, como lo acreditó el historiador chileno Claudio Véliz (ver revista del Centro de Estudios Públicos N° 108 de 2007) para inmovilizar la autodefensa de la autoridad, como en 1973-1990, cuando se ganó la guerra de las armas y de la economía, pero se perdió la posguerra de las palabras, el "relato".

Consecuencia, Chile vuelto a caer en manos de los rojos en 2021. ¿Alguien lo salvará por segunda vez?

domingo, 30 de marzo de 2025

UNIDAD SIN QUE DUELA

El columnista de El Mercurio Gerardo Varela escribe hoy, bajo el título de "Unidad Hasta Que Duela", abogando por el retiro de sus candidaturas por parte de Johannes Kaiser y José Antonio Kast, para apoyar a Evelyn Matthei; y sugiere un programa presidencial único, junto con una lista parlamentaria única, lo cual optimizaría, según él, y tiene razón, el número de diputados y senadores en favor de la derecha, en los comicios de noviembre.

Pero al término de su columna Varela proporciona una receta mucho mejor que la anterior "dolorosa": que sólo haya una lista parlamentaria única, para tener unidad sin que duela, manteniendo los candidatos presidenciales y sus respectivos programas. Pues así no se sacrificaría a ningún aspirante a La Moneda y todos éstos competirían en primera vuelta. Cada uno con su programa de gobierno y apoyando a sus favoritos en una lista parlamentaria común. Es lo que deberían hacer.

Pues que Kaiser y Kast se retiren y apoyen a Evelyn Matthei es imposible. Partiendo porque ambos son de derecha y ella se ha definido de izquierda. ChileVamos la ha proclamado pese a eso y sólo porque es la personalidad mejor evaluada y continuadora de Sebastián Piñera, que tampoco era de derecha. 

El Partido Republicano de Kast nació para diferenciarse de la UDI, que en los 90 se alejó de Pinochet y en los 2000 fue la colectividad más adepta a Piñera.

A su turno, la figura de Kaiser se separó de los republicanos cuando éstos, siguiendo las aguas de su jefe, José Antonio Kast, se unieron al "Acuerdo por Chile" de Piñera y Boric para dictar una nueva Constitución sobre la base del proyecto de los "Expertos". Los republicanos se habían convertido en el mayor partido de Chile tras oponerse a una nueva Constitución en los comicios del 7 de mayo de 2023. Kaiser, que era diputado republicano, se mantuvo en esa postura y ello le hizo la vida imposible dentro de la bancada y del partido, que habían desertado junto con Kast. Ello redundó en que Kaiser tuviera que abandonarlo y, con el tiempo, fundara el Partido Nacional Libertario, de derecha y respetuoso del legado de Pinochet. 

Kast ha declarado que no es pinochetista y Kaiser ha dicho que levantaría una estatua de Pinochet frente a la de Allende en la Plaza de la Constitución. Matthei, a su vez, es un clon político de Piñera, quien declaró a Pinochet "el peor presidente de Chile" y era un perseguidor inmisericorde de militares. Matthei lo secundó públicamente, en especial cuando cambió a oficiales del Penal Cordillera a Punta Peuco, motivando el suicidio del respetado general (r) Odlanier Mena, injusta e ilegalmente preso..

El hecho es que Pinochet sigue siendo un parteaguas en la política chilena. 

Pero Kaiser, Kast y Matthei representan, en distintos grados, el término del reinado del frenteamplismo, el comunismo y el socialismo en el poder. 

Y afortunadamente pueden unirse "sin que duela" para noviembre y obtener el control del Ejecutivo y del Congreso.

viernes, 28 de marzo de 2025

ME-O SEA BIENVENIDO NUEVAMENTE

De acuerdo con la revista The Economist y a sugerencia (no muy amable, debo reconocerlo) de este blog, Chile pasó a ser una "democracia defectuosa". Pues inicialmente The Economist's Intelligence Unit nos había catalogado como "plena democracia". Este blog se apresuró a sacarla de su error y en seguida la prestigiosa revista nos reclasificó como "defectuosa", veredicto que ya de sí siguió siendo benévolo.

Y uno de los defectos de esta democracia deriva en que Marco Enríquez-Ominami haya podido hacer una rentable y envidiable profesión la de "candidato presidencial eterno", involuntaria y generosamente financiado por el contribuyente chileno. 

En efecto, la casta política se ha hecho pagar por las arcas fiscales alrededor de mil pesos por cada voto obtenido, suma que, se me informa, subirá pronto a mil quinientos. Si ME-O obtuvo en su cuarto intento presidencial 500 mil votos, Servel le reembolsó $500 millones y él ha debido entonces resignarse a vivir los últimos cuatro años con una renta mensual de $10.466.666 "sin moverse de su escritorio" y con libertad de ocuparse full time en cualquier otra actividad remunerada. 

Incentivo que, naturalmente, induce a ME-O a presentarse por quinta vez este año y, reeditando el chiste de Salvador Allende tras haber ido cuatro veces candidato presidencial, al preguntársele cuál sería su epitafio, si pudiera elegir uno, había respondido: "Aquí yace Salvador Allende, futuro presidente de Chile".

Entrevistado esta vez ME-O aprestándose a su quinta arremetida, ha repetido un lugar común falso, empleado con éxito en las otras cuatro y declarado proponerse evitar que accedan al poder quienes "introducían ratones en la vagina de disidentes políticas" (sic). 

Éste es un éxito publicitario póstumo de los servicios de inteligencia de detrás de la "Cortina de Hierro" en su propaganda mundial contra el gobierno militar chileno. Pues en el libro de Álvaro Pineda de Castro, publicado en Madrid en 1974, "Pinochet; Verdad o Ficción", hacia el final (no tengo el ejemplar a mano) el autor dice que un desertor de la inteligencia polaca, que se pasó a Occidente, reveló que los ratones en la vagina de las presas políticas era una de las acusaciones que se le ordenaba propalar por el KGB soviético.

Esta mentira la consideraban tan efectiva publicitariamente que en los debates que yo mantenía en la TV, en décadas pasadas, con Eduardo Contreras, abogado comunista hoy fallecido, él invariablemente lanzaba esa misma acusación, con la cual creía "ganar la discusión". Y de hecho, una vez que mandé preguntar a un expartidario del gobierno militar por qué se habia puesto en su contra, me mandó contestar que porque los militares chilenos "ponían ratones en la vagina" de las presas, cosa que había hecho llorar a su mujer, al saberla.

"Una mentira mil veces repetida pasa a ser verdad", decía Goebbels. En Chile se ha comprobado la efectividad de su aserto.

Bienvenido ME-O a repetir la mentira comunista que tanto te ha servido para, ahora, con $1.500 por voto, los que podrían ser $759 millones para los próximos cuatro años, es decir, $ 15.625.000 mensuales "sin moverte de tu escritorio."

Podrá ser democracia defectuosa y mentirosa, pero, de ser generosa, lo es.

   

martes, 25 de marzo de 2025

PACTO DE DERECHA

No puede haber un pacto de un candidato presidencial de derecha con una candidata que profesa ideas de izquierda. Eso lo dicta el sentido común. Evelyn Matthei es de izquierda, como ella misma lo ha declarado, en entrevista con Cristián Warnken. Una voltereta libertaria de último momento no es suficiente para desvirtuar toda una trayectoria. 

Objetivamente y en un orden permanente ella se identifica con lo que fue el gobierno de Sebastián Piñera, funcional a la izquierda, que mucho lo añora hoy. Pero para el país resultó catastrófico, en el sentido de que persiguió sin piedad a los exmilitares que derrotaron al terrorismo, violando sus derechos humanos a un debido proceso y a la igualdad ante la ley. Además, se rindió ante la violencia de la izquierda, en lugar de derrotarla y preservar el orden público con todos los instrumentos constitucionales y legales de que disponía. Posteriormente entregó y pretendió derogar la Constitución que había presidido los mejores treinta años de nuestra democracia. En fin, terminó entregando el poder a la extrema izquierda, cuando parecía imposible que se repitiera un régimen inspirado en el desastroso legado de Allende. Pero ello sucedió. Y ahora partidarios de Evelyn Matthei, un clon político de Sebastián Piñera, pretenden que las candidaturas de derecha pacten con ella para facilitar su acceso al poder.

Pero su volubilidad no es la respuesta ni la solución que Chile necesita. Los mejores años de la historia del país, en todo sentido, se originaron bajo un gobierno de derecha sin ambages, como fue el del presidente Pinochet. Los partidos que apoyan a Matthei procuran alejarse lo más posible de éste. Y la consecuencia han sido estos peores años, traídos consigo por la izquierda. Hoy reconocen en sus propias filas que no podemos estar peor.  

Sería inexplicable un pacto de un candidato de derecha para facilitar la elección de una continuadora de Sebastián Piñera, cuando de lo que se trata es de que no vuelvan a repetirse los catastróficos errores de éste, como lo constituyeron su continuidad de políticas de izquierda para subir impuestos, aumentar el número de ministerios y, sobre todo, persiguiendo ilegalmente, mediante mil querellas prevaricatorias, a los exmiltitares que salvaron a Chile de la revolución armada comunista-socialista.

Además, miró indiferente la exacción ilegal de ingentes fondos públicos en favor de extremistas de izquierda.

Tampoco puede pactar un candidato presidencial preocupado de la situación humanitaria de más de 500 presos políticos exuniformados con la continuadora del jefe de Estado que más los persiguió y provocó el problema de derechos humanos que constituye su falta de debido proceso, las condenas sin pruebas y por meras "ficciones", los centenares de reos octogenarios y nonagenarios enfermos y la discriminación que les deniega derechos carcelarios reconocidos hasta a los peores delincuentes comunes.

Llegar a acuerdo parlamentario entre partidos que alguna vez fueron afines es un tema. Pero en el orden presidencial no hay posibilidad alguna de juntar el agua con el aceite, la obsecuencia con la izquierda, la persecución a los exmilitares, la falta de energía para aplicar la Constitución y las leyes a la insurrección marxista. con quienes representan justamente la preservación del ideario de la libertad y de la subsidiariedad estatal, la defensa del principio de autoridad y la vigencia efectiva del orden público, el combate a la guerrilla que asuela el sur y el término de la inmigración ilegal indiscriminada que autorizó la izquierda y mantuvo Sebastián Piñera, bajo cuya lenidad se multiplicaron las tomas que afligen al país. 

La lista parlamentaria común puede discutirse. Pacto presidencial o primarias con Evelyn Matthei, continuadora del piñerismo que hoy la izquierda añora, por ningún motivo.