miércoles, 6 de diciembre de 2023

¿Por Qué No Nos Calmamos?

El plebiscito que habrá en once días más será uno interno de la derecha. Compiten el pinochetismo, que vota En Contra, y el piñerismo, que vota A Favor. El primero representa a la Constitución vigente y el segundo a la propuesta de los republicanos y del piñerismo. Pues la izquierda ha desaparecido: los diez partidos que la forman y que integran el gobierno han manifestado públicamente abrazar principios de derecha, como la preocupación por el incremento de la burocracia estatal que supone la propuesta republicano-piñerista y la incertidumbre que generaría la misma, en perjuicio de la inversión. Son preocupaciones netamente de derecha. 

Los diez partidos de gobierno llaman a votar En Contra, porque prefieren la Constitución de Pinochet al proyecto republicano-piñerista. Michelle Bachelet también. No me pregunten por qué: simplemente es así.

Yo soy pinochetista y votaré En Contra, pero buena parte de la derecha se ha alineado con el piñerismo y votará A Favor. Pinochetistas insignes han desertado. Rodrigo Cooper, que presentó mi último libro, "Miserias Morales de la Chilenidad Actual", me explica que su A Favor se debe a lealtad con el partido Republicano al cual pertenece. Adolfo Paúl, autor del mejor libro de 2023 ("Las Grandes Alamedas las Abrió el Gobierno Militar", www.editorialconservadora.cl) y quien se hallaba en Tierra Santa en los días críticos del "giro" de Kast, al volver se manifestó por el A Favor. Le escribí y convencí de votar En Contra, pero días después, tras emitir un extenso manifiesto, ha comunicado que votará A Favor.

Raya para a suma: el gobierno, convertido a la derecha, vota En Contra. El pinochetismo, con algunas dolorosas deserciones, vota En Contra. Republicanos (mermados), las élites social y empresarial, es decir, el piñerismo y "la casta política", votan A Favor.

Como la campaña se ha llenado de ataques y descalificaciones personales, propongo que nos calmemos. En sólo once días más la ciudadanía sufragará y ganará la opción con más votos. Prometo no usar la palabra "imbécil" ni ninguna de sus variantes. A mi turno pido que no nos digan "comunistas" ni "zonzos" ni que "nos jodamos".

Si gana el A Favor vendrán cambios e incertidumbre. Si gana el En Contra todo seguirá igual que ahora y hasta que Boric se vaya y sea elegido un presidente de derecha o centroderecha, ya sea pinochetista o piñerista. En el primer caso, "afírmate Catalina, que vamo' a galopiar". En el segundo, habrá entreguismo del que tuvimos desde 2018 y tenemos hoy. 

Espero escribir unos tres blogs más sin criticar, por ejemplo, a Wolf von Apen por haberle dado más de $300 millones al A Favor ni a Raúl Bertelsen, profesor de Constitucional, por adherir a quienes están trasgrediendo la Carta que él ha defendido antes y ha enseñado a respetar. 

Y el 17, "vox pópuli, vox Dei" y acatemos el veredicto popular.


martes, 5 de diciembre de 2023

Mera Imbecilidad

La Ley de Seguridad Interior castiga con presidio o reclusión de 541 días a 5 años a quienes de palabra o por escrito llamen a "perturbar el orden constitucional". El rector de la Universidad Diego Portales y columnista de El Mercurio, Carlos Peña,  llamó a más que a eso en los días siguientes al 4 de septiembre de 2022, estando plenamente vigente la Constitución de 1980. Pues conminó a "lanzarla lejos" y a continuar un proceso constituyente que estaba ya fenecido, para dictar una nueva Carta. No tenía ningún sustento jurídico, pero los políticos le prestaron oídos y formaron el contubernio Piñera - Boric para llevar a cabo un ilícito segundo proceso.

Y lo hicieron sin consultar al titular de la potestad constituyente, la ciudadanía, desoyendo a la cátedra: "Las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución". (Prof. J. I. Vásquez, El Mercurio, 17.01.23). 

¡Que se joda! le dijeron a la cátedra. No les importó nada, pese a ser todo tan absolutamente ilegal como las situaciones que constan de las conversaciones grabadas del abogado Luis Hermosilla con el empresario Daniel Sauer y la abogada Leonarda Villalobos, que han provocado tanta expectación y escándalo.

Ahora leo que la Universidad Andrés Bello otorgará un premio especial al rector Peña por su mérito social. En realidad, el más notorio ha sido inspirar este segundo proceso nulo de derecho público y doblemente inconstitucional que sumió al país en un torrente de gastos, incertidumbre, desembolsos para pagar asesores, consejeros, expertos y árbitros. Además ha habido utilización de edificios públicos, cuerpos especiales en los diarios, una elección nacional el 7 de mayo más un plebiscito final, con los desembolsos consiguientes. 

Foros, paneles y farándula por más de un año y una propuesta de Constitución que, pese a tener origen en la derecha, significaría un aumento del tamaño del Estado y del trabajo legislativo para dictar más de 30 leyes y fundar once nuevas entidades burocráticas que generarían gran incertidumbre. Todo ello ocuparía al gobierno y al congreso por años. 

La propuesta ha concitado el apoyo de una parte minoritaria pero adinerada de la élite, según la encuesta CEP, pero un amplio rechazo entre la mayoría de la población, según ésa y casi todas las demás encuestas. Terminará, afortunadamente, el 17 de diciembre próximo.

En descargo del galardonado rector Peña hay que decir que él se arrepintió de haber originado el proceso, aunque no ha pedido perdón. Pero en memorable columna del 20 de octubre ejercitó la circunstancia atenuante de procurar remediar el mal causado e instó a los consejeros constitucionales a echar por la borda todo lo obrado, que describió como un "trampantojo" (engaño), votando en conciencia. Parecía sugerir rechazar en la votación final del 30 de octubre. Habría bastado que lo hicieran 21, pero sólo le obedeció la izquierda, que reunió 17 votos de rechazo. Se habría requerido sólo cuatro más para librar al país del trampantojo y de la agria división entre A Favor y En Contra.

Por suerte hay casi cinco millones de chilenos apolíticos, es decir, no contaminados por la confusión general, que el 17 de diciembre pueden lanzar al basurero de la historia el torrente de disparates discurrido por las élites entreguistas.

Y entretanto casi nadie ha tomado debida cuenta de que la izquierda vive un intervalo lúcido: los diez partidos de gobierno han llamado a rechazar el trampantojo, al que acusan de crear excesiva burocracia y generar una incertidumbre que desalienta la inversión. La izquierda reivindicando ideas de derecha. ¿Qué está pasando en Chile? Mientras la derecha se va a la izquierda, la izquierda se viene a la derecha. Y la gente cuerda que no es de la una ni de la otra ya no quiere saber más del tema y va a rechazar todo. 


viernes, 1 de diciembre de 2023

Exit Kast Enter Boric

Como la "prensa seria" no se da cuenta de las cosas realmente trascendentales, no publicó o casi no publicó el documento más importante de lo que va del año en la política: el comunicado de los diez partidos de gobierno. Es decir, del gobierno.

Éste anuncia, en síntesis, que el régimen abandona sus ímpetus revolucionarios. Pues las diez colectividades oficialistas respaldan la Constitución vigente, que es la de 1980, e instan por restablecer un clima de certidumbre para la inversión y el crecimiento. 

Esto las lleva a rechazar la propuesta del Consejo Constitucional, a la cual los partidos de gobierno sindican como creadora de incerteza e inestabilidad. 

El comunicado implica, además, renunciar a "enterrar el modelo neoliberal", pues el mismo se funda en la libertad que garantiza la Carta actual y en la subsidiariedad estatal que la inspira. 

Los diez partidos además añaden: "Nuestros votos no estarán disponibles para tener hoy otro proceso constitucional". Es decir, cierran el tema en el Congreso, porque sin su apoyo no puede haber reforma constitucional ni otro proceso para dictar una nueva Constitución.

En fin, llaman a votar En Contra para reforzar el modelo de economía libre fundado en la Carta de 1980, que le ha dado a Chile los mejores años de su historia, diciendo: "La opción A Favor sólo genera incertidumbre..." y acusando a la propuesta de nueva Constitución de que "como han anticipado diversos juristas, mandata la creación de decenas de proyectos de ley, nuevos organismos que profundizan la burocracia estatal y genera un conflicto interpretativo que tardaremos décadas en corregir para dar mayor certeza jurídica a la inversión". 

Esta preocupación del gobierno por el excesivo crecimiento del aparato burocrático estatal y por dar mayor certeza jurídica a la inversión, obviamente referida a la privada, nacional y extranjera, anuncia un giro de ciento ochenta grados en las políticas oficiales, que de estar centradas en traspasar al Estado la mayor cantidad de recursos y actividades, pasa a estarlo en reducir el tamaño de la "burocracia estatal" y en discurrir incentivos para la inversión privada (pues la pública la resuelve el propio gobierno).

Así como fue un golpe para la derecha la deserción de José Antonio Kast y su Partido Republicano de la misión de mantener en Chile la Constitución que nos brindó una sociedad libre, ahora debiera serlo para la izquierda la decisión de todos los partidos de su gobierno de adoptar políticas de derecha, reducir el tamaño del Estado y dar garantías a la inversión privada, lo que supone fortalecer el modelo de economía libre que en algún momento Gabriel Boric se propuso destruir.

Es una toma de conciencia, una verdadera epifanía, como la que experimentó el gestor inicial del segundo proceso constituyente doblemente inconstitucional y nulo de derecho público, Carlos Peña, que al ver la criatura nacida de su iniciativa no pudo menos que horrorizarse y describirla, en su famosa columna del 20 de octubre en El Mercurio, como un "trampantojo", un engaño, que afortunadamente el pueblo chileno, según las encuestas más acreditadas, se apresta a rechazar en dos semanas más.

Exit Kast y desolación de la derecha. Enter Boric y la derecha vuelve a renacer. 


martes, 28 de noviembre de 2023

"¡Que se jodan!"

La prepotente frase de la franja del A Favor refleja bien el temperamento de quienes impusieron el segundo proceso constituyente. Pues para pasar sobre la Constitución, sin consultar la voluntad popular, es obvio que se dijeron "¡que se jodan, lo hacemos igual!"

Se han aferrado a una encuesta Cadem que hizo caer al En Contra y subir al A Favor, hasta reducir la diferencia a  ocho puntos: 56 % versus 48 %. La mala noticia para ellos fue que también salió una Black & White diciendo lo contrario: subió el En Contra dos puntos, a 58 %, y bajó el A Favor dos puntos, a 42 %. En el anterior plebiscito Cadem hizo lo mismo: le ¿dio? al gobierno una encuesta en que se estrechaba la diferencia entre Apruebo y Rechazo, sólo para que días después el resultado fuera 62 % vs. 38 %.

Por contraste con la insolencia del A Favor, los diez partidos de gobierno han sacado una declaración ponderada y objetiva. Cuando la leí (circuló sólo por whatsapp, pues El Mercurio citó un solo párrafo y La Tercera un poco más, pero ninguno la reprodujo) pensé que bien podría haberla escrito yo, con una salvedad, un ataque a las AFP. Pero el resto muy moderado: 

"Nuestro compromiso es abordar con mirada de país la situación de seguridad... resolver los problemas de migración irregular... acortar listas de espera e instalar servicios locales de educación... 

"No propiciaremos un nuevo proceso constitucional... somos enfáticos en reiterar que hoy no hay espacio para seguir discutiendo acerca de la Constitución... Desde ya reiteramos que nuestros votos no estarán disponibles para tener hoy otro proceso constitucional.

"La opción A Favor sólo genera incertidumbre, puesto que el texto del Consejo Constitucional mandata la creación de decenas de proyectos de ley, nuevos organismos que profundizan la burocracia estatal y, como han anticipado diversos juristas, genera un conflicto interpretativo que tardaremos décadas en corregir para dar mayor certeza jurídica a la inversión y tener las herramientas para enfrentar los temas que realmente le preocupan a Chile.

"Para cerrar este proceso y darle certezas a Chile la única opción razonable es el voto En Contra".

Esto es un milagro. Cuando la derecha entreguista pierde la razón y la que era no-entreguista se da vuelta la chaqueta y sale con un trampantojo (rector Peña dixit), la izquierda completa vuelve en sí, se pone a la derecha del espectro y sólo falta que proponga un monumento, una cuadra más abajo del de Allende, al ex Presidente Pinochet. 

Si esto no es un milagro de la Patrona de Chile ¿qué puede serlo?

lunes, 27 de noviembre de 2023

Lapsus Moral de la Chilenidad

El autor primigenio de este segundo proceso constituyente "inmoral, amoral, espurio y doblemente inconstitucional" (Rosa Angélica Sánchez dixit), el rector Carlos Peña, si bien arrepentido, se niega a decirnos cómo va a votar en el plebiscito (aunque lo dejó implícito en su columna del 20 de octubre: En Contra). 

Además, opina ayer en El Mercurio que dicho plebiscito pone al sufragante en la indeseable disyuntiva de tener que elegir entre lo "deplorable" y lo "peor".

Es que los autores del Acuerdo Piñera - Boric, es decir, los políticos de mayoría ("casta política"), creen que todo puede arreglarse siempre a su gusto. Pero se olvidaron de una cosa: que la mayoría del electorado es honrada. Tanto que, pudiendo eludir el pasaje de la locomoción con facilidad (muchos lo hacen y, desde luego, Boric siempre pasaba por debajo del torniquete, como quedó fotografiado), la mayoría paga, en  lugar de hacer lo mismo que Boric.

Los políticos cometieron el "error estratégico" de obligar a la mayoría apolítica y honrada a ir a votar, porque antes, con el voto voluntario, votaba poco más de la mitad de la gente, la más politizada (y menos honrada). Como la mayoría es honesta, vota en contra de los "trampantojos" (término usado por el rector Peña para describir la propuesta constitucional del contubernio Boric-Piñera-Kast y que significa "engaños").

La impresionante descripción del abogado Rodrigo Logan, en el programa Sin Filtros, del rosario de violaciones a la Constitución cometidas por parlamentarios, el Presidente de la República y el Contralor para "dejar pasar" el ilícito segundo proceso constituyente debería impresionar a la mayoría honrada del país. Su lógica es muy parecida a la de las grabaciones del trío Hermosilla-Sauer-Villalobos. O a la discusión sobre la calidad de los artículos que alguien ha robado, para saber si uno los compra o no. Uno no los compra porque son robados, no porque sean buenos o malos.

Por eso y por nada más la mayoría honesta y decente votará En Contra el 17 de diciembre y no pensará si el texto ilícito es "estupendo", "deplorable" o "peor". Y el país entero lamentará el dispendio, la pérdida y la inutilidad que ha acarreado este lapsus moral de la chilenidad.

viernes, 24 de noviembre de 2023

¡Viva la Libertad!

Milei demostró que si se defiende sin ambages la libertad, principio fundante de nuestro pensamiento, se puede ganar elecciones. En Chile las élites, que en teoría lo comparten, se asustan de que por eso las llamen "extremas" o las funen. Entonces se tornan "sensatas". Cuando un derechista se pone "sensato" es porque se está entregando a la izquierda.

Por miedo RN y la UDI se autodenominaron "centroderecha" y se alejaron de Pinochet, el que nos legó la libertad. Tanto que suprimieron de sus Declaraciones de Principios el reconocimiento al gobierno militar. Joaquín Lavín, Andrés Chadwick y Hernán Larraín se declararon "arrepentidos" y pidieron perdón. Allamand dijo que su político más admirado era Aylwin. Y apoyaron a Sebastián Piñera, DC  que trabajó en la precandidatura de Frei Ruiz-Tagle el '88 y '89 (eso me lo contó éste). Era del "no" el '80 y el '88 y hablaba contra las "desigualdades intolerables" mientras acumulaba tres mil millones de dólares. Nadie "les hizo más la pata" a los comunistas que Piñera en su gobierno, como buen Kerensky, y por eso la élite estaba encantada con él y lo reeligió. Era "sensato". 

Cuando los comunistas le hicieron su acostumbrada revolución se rindió y les entregó la Constitución en el "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución" que, paradójicamente, se negaron a firmar los propios comunistas (querían derrocarlo) y los republicanos (todavía eran contrarios a una nueva Constitución y no creían que coincidir con los comunistas lo hiciera a uno comunista, como nos dicen ahora.) 

Pero el pueblo rechazó el "mamarracho" y entonces la centroderecha "sensata", Chahuán y Macaya, fue a La Moneda a apaciguar a Boric y decirle "no te preocupes Gabriel, haremos otro proceso pero le vamos a poner "bordes". Habrá Constitución de Boric". Éste y Piñera hicieron el "Acuerdo por Chile" y, sin consultar al pueblo, cocinaron un "segundo proceso" doblemente inconstitucional. "Sensato".
 
El pueblo llenó de votos al único partido que no quería nueva Constitución, pero vino el "desfallecimiento" más inesperado: Kast se pasó al "Acuerdo Piñera-Boric". Entonces hicieron una nueva Constitución: mucho Estado para satisfacer a la izquierda, "bordes" para que ésta "no se arranque con los tarros" y, en definitiva, un dromedario, es decir, un camello dibujado por una comisión. Algunos caramelos para la derecha. Un "mamotreto" de 50 mil palabras versus las 27 mil de la del 80. "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". (Gracián.)

Pero ¡sorpresa! el pueblo es más honrado que los políticos. En su mayoría paga la locomoción y el metro, siendo fácil eludirlos.  Por eso votó masivamente por los republicanos para que no hicieran ilícitamente una nueva Constitución. Y sabe que este segundo proceso es tramposo. Por eso en todas las encuestas gana En Contra. El A Favor tiene la audacia de mostrar a Milei votándolo, cuando sus amigos Nicolás Márquez y Agustín Laje ya lo han puesto al día y no sólo apoya al En Contra sino que propicia un nuevo partido chileno, el Libertario, para ocupar el sitio que dejaron los Republicanos al renegar. 

Y por eso la Carta del 80, la de la libertad, va a prevalecer una vez más.

domingo, 19 de noviembre de 2023

50 Razones Para Votar En Contra

(1) Cuando un grupo parlamentario, dentro del acuerdo Boric-Piñera, decidió violar la Constitución y emprender un segundo proceso para una nueva Carta sin tener facultades para ello, manifesté mi opinión en contra. Basta leer el capítulo XV de la Constitución para convencerse de que no estaba permitido. La cátedra lo confirmó: "las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución" (J.I. Vásquez, El Mercurio, 17.01.23). Con eso me basta para votar En Contra y no necesito más. Por formación me aparto de las acciones ilícitas. De modo que aquí "me bajo de la micro" y los dejo a ustedes enterándose de las otras 49 razones que hay para votar como yo..
 (2) Debe votarse En Contra porque, en general, el proyecto aumenta el tamaño y poder del Estado en detrimento de la libertad personal. 
(3) Porque ofrece "almuerzos gratis" (derechos sociales) y todo el mundo sabe que alguien debe pagarlos, en este caso el contribuyente. Es decir, ofrece una dádiva (cohecho) y envuelve un engaño. 
(4) Porque esa gratuidad garantizada, cuando no todos la obtengan, (por falta de recursos) originará miles de juicios, lo que será más grave en la medida en que opera en Chile un activismo judicial de izquierda que frecuentemente desconoce el derecho y hasta se atreve a universalizar las sentencias (caso isapres), contraviniendo la ley.
(5) Porque ofrece instituir la paridad de género, con lo que desconoce la norma democrática de "una persona, un voto". 
(6) Porque reemplaza a la mejor y más ratificada y legitimada Constitución de nuestra historia, por otra ilegítima en su origen. 
(7) Porque se somete al mandato climático de la ONU, que ya nos ha hecho, aun sin estar ello ordenado en la Constitución, menos competitivos, en razón de que impone una matriz energética antieconómica. De ello deriva que ya tengamos la tercera energía industrial más cara del mundo. Mientras China e India han construido 97 generadoras a carbón más eficientes y económicas, Chile ha cerrado las que tenía,
(8) Porque demoraría hasta diez años de trastornos e incertidumbre implementar las leyes y reglamentos que demanda el proyecto, aparte de que deberían fundarse e instalarse los 10 nuevos grandes órganos estatales que contempla. 
(9) Porque instituye como grupos privilegiados a los indígenas supuestamente originarios, desconociendo la igualdad ante la ley y que en Chile no hay individuo, grupo ni raza privilegiados.. 
(10) Porque aborda como materia constitucional varios temas que son materia de ley común. 
(11) Porque no garantiza la igualdad electoral entre los ciudadanos independientes y los partidos políticos, impidiendo a los primeros formar listas y consagrando potestades sancionatorias contra ellos. 
(12) Porque discrimina al establecer una garantía estatal explícita para el ejercicio de sus derechos políticos en favor de las mujeres, no así de los varones.  
(13) Porque se redactó en sólo ocho meses y por agentes políticos en parte no elegidos por el pueblo; y, en el caso de los electos, porque la mayoría incumplió lo que, antes, había prometido al electorado, que fue oponerse a una nueva Constitución. La actual Constitución tomó más de seis años y se ocuparon en ella juristas destacados por sus méritos. 
(14) Porque la propuesta le resta autonomía al Banco Central, al obligarlo a considerar las políticas del gobierno. Crea un peligro inflacionario.
(15) Porque dispone que el Estado vele por la paridad de género en los cuerpos intermedios, impidiendo a éstos darse libremente la organización que deseen. 
(16) Porque no está fundada en la subsidiariedad estatal, que protege la libertad individual, sino en el crecimiento incesante del Estado a través de "derechos sociales progresivos" que implicarán la creación de más entes burocráticos. 
(17) Porque el electorado, en la única votación popular previa al plebiscito de salida, dio una amplia mayoría relativa al único partido, el Republicano, que se oponía a una nueva Constitución. Pero éste desconoció dicho mandato popular y, al contrario, contribuyó a redactar una propuesta de nueva Constitución. En demostración de protesta quienes votaron por ese partido y por esa razón deben votar En Contra. 
(18) Porque implementar una nueva Constitución distraerá a la autoridad pública de su principal deber de hoy, que es hacer respetar la Constitución y las leyes, amplia e impunemente violadas a diario, y restablecer el orden público combatiendo la delincuencia y el terrorismo. 
(19) Porque la tarea de controlar el contenido de la propuesta se la arrogaron los individuos y entes peor calificados (en el último lugar) por la opinión pública en todas las encuestas: los políticos y sus partidos. Es decir, los peores quieren determinar el destino de todos. 
(20) Porque sus redactores carecieron de libertad para escribirla, pues los partidos políticos, sin autorización de la ciudadanía, les fijaron límites o "bordes" no emanados de la ciudadanía, única titular del poder constituyente originario, que no fue consultada. 
(21) Porque este proceso, e incluso el primer plebiscito inicial del primer proceso, fueron realizados en medio de un clima de violencia extremista, lo que representó una fuerza capaz de viciar cualquier consentimiento o acuerdo que se haya extraído mediante ella. 
(22) Porque en los plebiscitos recientes y en éste se alteraron interesadamente el idioma y la sintaxis, con el fin de provocar un sesgo político. La alternativa natural y obvia a la consulta debió ser "Sí o "No" siempre, pero fue alterada para obtener o impedir determinado efecto político. Así, "Apruebo" y "Rechazo" en dos plebiscitos  y "A Favor" y "En Contra", en el próximo, ocultan reminiscencias naturales que deberían haber formado parte de la estructuración de la voluntad popular.
(23) Porque la redacción de la propuesta de 50 mil palabras es de inferior calidad, precisión y concisión que la de la Constitución de 27 mil palabras a la cual busca reemplazar. La calidad del trabajo de ocho meses de sujetos no preparados es inferior a la del esfuerzo de casi siete años de individuos especializados. 
(24) Porque es necesario votar En Contra del actual clima de anomia jurídica, bajo el cual amplios sectores de la ciudadanía carecen de la garantía de que las leyes se cumplan, dada la asiduidad con que se trasgreden por parte de los individuos y la propia autoridad ejecutiva, legislativa y judicial. Porque los tres poderes públicos actúan infringiendo frecuente e impunemente sus mandatos legales, en particular el Judicial. En Contra implica demandar que alguien ponga orden en Chile.
(25) Porque admite que el soft law internacional anexo a los tratados se añada a éstos para inhibir a las fuerzas del orden en su acción contra la subversión y la delincuencia, debilitando aún más la respuesta frente a la violencia revolucionaria.. 
(26) Porque la propuesta dificulta la declaración de incapacidad del Presidente de la República por la mayoría del Senado, autorizada por la Carta actual, aumentando el quórum exigido, que hoy es de la mitad más uno, a dos tercios. 
(27) Porque también dificulta la denuncia (derogación) de los tratados internacionales, que hoy puede hacer por sí solo el Presidente, y le añade la necesidad de un acuerdo parlamentario. 
(28) Porque este segundo proceso constituyente, de haber sido legítimo, habría debido originarse en un mensaje presidencial, en razón de que irroga gastos al erario, y en cambio se gestó por una moción parlamentaria, lo cual fue inconstitucional. 
(29) Porque expone más al país a un golpe militar, pues además de inconstitucional, este segundo proceso es nulo de derecho público, dado que nació de un acuerdo carente de valor legal entre parlamentarios que se arrogaron autoridad y derechos que no tenían y que el artículo 7° de la Constitución declara nulos. Eso introduce un factor de inestabilidad institucional, pues ¿alguien podría objetar a un militar que se tomara el poder alegando inconstitucionalidad por nulidad de lo obrado, e imponiendo por la fuerza un regreso a la constitucionalidad, cuando la violación de la Carta ha sido real? ("Doctrina Schneider"). 
(30) Porque suprime "la defensa de la Patria" como misión de las fuerzas armadas y de orden, siendo que de hecho e históricamente ésa ha sido su principal misión. 
(31) Porque autoriza a una ley simple para restringir los derechos y garantías individuales. Así, una mayoría parlamentaria ocasional podría restringir la libertad de expresión o el derecho de reunión, por ejemplo. 
(32) Porque sus disposiciones impiden dotar de mayores recursos a la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, dos de las mayores amenazas actuales y sindicados por las encuestas como el mayor problema nacional. Abogados sostienen que la propuesta da argumentos para declarar inconstitucionales ciertas acciones contra narcotraficantes. 
(33) Porque incentiva la formación de partidos políticos menores, aunque después les imponga exigencias de votación mínima. 
(34) Porque aumenta el número de las Constituciones chilenas, siendo que los países más civilizados son los que han tenido menos constituciones. Nos aleja del talante de país civilizado y nos acerca al de república bananera. 
(35) Porque la propuesta dificulta la presentación de acusaciones constitucionales contra los ministros de Estado. 
(36) Porque, según la presidenta del Consejo que redactó la propuesta, ésta sólo es para los "verdaderos chilenos" que votan A Favor, de modo que quienes no deseamos aprobarla, votando En Contra seríamos "falsos chilenos", contrariando la garantía de igualdad ante la ley y la de que nuestra nacionalidad es un sola.
(37) El móvil primario de la dictación del texto propuesto fue el de disuadir con él a quienes practicaban la violencia. Es decir, se cedió ante la fuerza ilícita, lo que acentúa su invalidez de origen, pues la fuerza es un vicio del consentimiento. 
(38) Porque el texto destierra y excluye el principio de que el ciudadano conduce al Estado, que está "al servicio de la persona humana", según la actual Constitución.. El Estado pasa a primar sobre el ciudadano. El pueblo dejaría de conducir nuestros destinos, que se entregarían al Estado.
(39) Porque los procesos constituyentes recientes ya han originado gastos por arriba de $150 mil millones, que irán a fondo perdido. Instalar una nueva Carta demandaría todavía mayores gastos, durante años. El país debe dejar de dilapidar recursos por darles en el gusto y fortalecer el patrimonio de los políticos y sus partidos. 
(40) Porque no hay una sola norma en la propuesta que establezca el castigo a la prevaricación de los jueces de izquierda, violadores crónicos de la legalidad, que han atropellado los derechos humanos de los militares retirados, han sustraído ilícitamente miles de millones de pesos al erario y mantienen a más de 300 Presos Políticos Militares sometidos a un trato inhumano y degradante.
(41) Porque el proyecto priva al Presidente de la República de su actual atribución de velar por la conducta ministerial de los jueces. Muchos de éstos se han constituido ilícitamente en una dictadura judicial. Cualquier Presidente diferente de los últimos, que carecieron de decisión y autoridad para hacer valer sus prerrogativas, habría puesto término a esa situación inconstitucional. Esa facultad no está en el texto propuesto. 
(42) Porque los partidarios de éste dicen que "debe votarse A Favor porque los comunistas votan En Contra y eso no podemos ni debemos hacerlo, para no volvernos comunistas". Para que el resto del mundo no nos crea débiles mentales por votar A Favor basados en ese raciocinio, debemos votar En Contra. 
(43) Porque es una propuesta con sesgo socialista no sólo porque consagra "derechos sociales progresivos" que demandarán un Estado cada vez más grande, sino porque confiere un mandato al Estado para hacer ingeniería social e "intervenir en todas esferas de la vida nacional". Y donde dice "todas" quiere decir "todas". .
(44)  La Constitución de 1980 establece derechos intocables de las personas, en los cuales ninguna autoridad estatal puede interferir. En la propuesta, al legislador le está permitido intervenir en todos los derechos individuales y restringirlos.
(45) Porque lo mejor de la propuesta es lo que ella ha reproducido de la Constitución vigente. Tiene algunas aportaciones positivas propias, como la de permitir la iniciativa ciudadana de ley con cien firmas. La misma puede ser objeto de una reforma posterior. Varias reformas serán indispensables para corregir los efectos de otras realizadas en el pasado.
(46) Porque no hay ninguna norma que reste poder y disminuya los ingresos a costa del fisco de los políticos y sus partidos, que se han erigido en sujetos privilegiados en la sociedad chilena, la cual tiene, justificadamente, la peor opinión de ellos por la inmoralidad de sus actuaciones, la desproporción de sus privilegios y la falta de respeto que demuestran por la Constitución, la ley, la verdad histórica y la moral general.
(47) Porque un gestor principal de la idea de un nuevo proceso constituyente fue el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, a la vez columnista de El Mercurio. Él está arrepentido: en columna de 20 de octubre de 2023 denomina al proyecto "un trampantojo", es decir, un engaño (la palabra es un apócope de "trampa ante los ojos"). Exactamente lo que es la propuesta del Consejo. Es otra razón para votar En Contra.
(48) Porque suprime el control preventivo de constitucionalidad de las leyes por el Tribunal Constitucional, lo que favorece el fraude a la Constitución por parte de los parlamentarios, lo que se ha convertido en un hábito en los últimos años.
(49) Porque,  en general, disminuye las facultades del Tribunal Constitucional, cosa inconveniente en un país en que los poderes co-legisladores se han puesto de acuerdo reiteradamente en pasar por sobre la Constitución ("Acuerdo por Chile"). 
(50) Porque la Constitución de 1980 ha presidido los mejores años de la historia de Chile, es decir, ha permitido el accionar próspero, democrático y pacífico de un país que logró la mayor reducción de la pobreza en el mundo. Una receta fundamental del saber humano ancestral es la de "no arreglar lo que funciona bien". En Chile el problema no es la Constitución, sino el frecuente atropello de sus normas, que queda impune. 
ENTONCES, LA SOLUCIÓN ES VOTAR "EN CONTRA" Y RESPETAR Y HACER RESPETAR LA CONSTITUCIÓN.