"Pensador" en su sentido natural y obvio es alguien que piensa. Todos pensamos, pero no todos son "pensadores". Porque hay algunos que piensan más. Ése es el gran secreto: pensar más. Repensar. Y entre ellos los hay que piensan mejor. Yo no era un pensador, aunque a veces pensaba e incluso incurría en la audacia de pensar por mi cuenta. Y después de todo he comprobado que muy pocos piensan por su cuenta. Y menos aún re-piensan. En Chile la inmensa mayoría piensa lo que otros le inculcan. Y los que inculcan son casi todos de izquierda. Y digo "casi" porque ahora ha surgido una personalidad de derecha que inculca. Se llama Axel Kaiser. Y, además, el influjo que ha tenido Javier Milei acá (y en todo el mundo) ha sido innegable.
Antes de Axel el pensador favorito de Chile, incluida la derecha, era de izquierda, Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales y columnista de El Mercurio. El más seguido por la élite de derecha. Además acogido y condecorado. Se ha equivocado en todo, pero cada vez lo admiran más. Últimamente le han discernido medallas la Universidad Andrés Bello y la Asociación Nacional de la Prensa.
Ya el año 2022 la firma de la élite, Larraín Vial, donde mantengo algunas carteras modestas, me convidó a una charla sobre actualidad política impartida por el rector-columnista de izquierda Carlos Peña. Yo protesté en este blog el 11 de agosto de 2022 porque una firma de derecha patrocinara a un pensador de izquierda en los precisos días en que incitaba a "lanzar lejos" la Constitución de 1980, pilar del pensamiento de derecha.
Bueno, ha pasado mucha agua bajo los puentes y yo, en el intertanto, me convertí en pensador. Porque pensé y repensé lo que nos había pasado. Resumido en pocas líneas: la extrema izquierda quiso derrocar a Sebastián Piñera, incapaz de usar recursos que tenía y que se rindió a los violentos ofrendándoles la Constitución. Estos hicieron otra, revolucionaria, por cierto. Tanto, que le gustó a Michelle Bachelet. Pero el pueblo la rechazó.
El rector-columnista Peña entonces convocó a desconocer ese resultado, que confirmaba la Constitución de 1980. Boric, que había asegurado que un Rechazo terminaba todo, "se dio vuelta la chaqueta" y fue seguido por la izquierda para aliarse con la élite entreguista de centroderecha en un nuevo proceso. Inconstitucional, por supuesto. Y se llegó al "Acuerdo por Chile" de Piñera y Boric. Pero entonces "se dio vuelta la chaqueta" José Antonio Kast, que se unió a ambos con sus republicanos de derecha, excontrarios a una nueva Carta. Pero el rector-columnista Peña, al ver la propuesta de nueva Constitución con injertos de derecha, la llamó "un trampantojo" y a su vez "se dio vuelta la chaqueta", pasándose al En Contra el 20 de octubre de 2023. Ante eso Boric se volvió a "dar vuelta la chaqueta" y abandonó el Acuerdo por Chile, donde quedaron Piñera y Kast, y llamó a votar En Contra. Los únicos que no nos habíamos movido nunca ni "dado vuelta la chaqueta", siempre defendiendo la Constitución y En Contra del indebido segundo proceso, terminamos ganando junto con Boric y los comunistas. Y entonces los piñeristas del A Favor nos dijeron ¡"comunistas"!.
Bueno, he pensado y repensado todo. Ahora soy un pensador. Y lo he traducido en un libro. Adivinen el título: "Trampantojo", Peña dixit..