Me llama un partidario de Johannes Kaiser para protestar porque él dejó pasar y no le replicó a la periodista Mónica Rincón cuando, en la muy reproducida y polémica entrevista de ambos en CNN, ella repetía incansable, una y otra vez, "¡Hubo atropellos sistemáticos a los Derechos Humanos! ¡Hubo atropellos sistemáticos a los derechos humanos!" Una acusación al gobierno de Pinochet. Es la que más repiten los izquierdistas.
Johannes no lo dejó pasar. Le enrostró a Mónica los crímenes terroristas. Pero es fácil desmentirla: yo conservo hasta hoy un oficio original de la superioridad de Carabineros, a comienzos de 1974, ordenando a todo el personal abstenerse de malos tratos injustificados a detenidos en la lucha contra los veinte mil terroristas armados, entre chilenos y extranjeros, de que disponía la extrema izquierda para tomar el poder. Y hubo varias otras órdenes superiores similares. Están en mi libro "Terapia para Cerebros Lavados".
Realmente existían en la izquierda esas fuerzas "fuertemente armadas y equipadas", a que se refería en octubre de 1973 Patricio Aylwin.
Y yo le habría explicado a Mónica que la Junta en su Declaración de Principios se comprometía a respetar los derechos de las personas. Por consiguiente, no había "atropello sistemático".
Además ésta no es una batalla "cultural", como se la ha llamado. Toda persona que tenga un mínimo de "cultura" desmentirá que haya existido "política sistemática de violación de los derechos humanos".
Tanto que acá vinieron delegaciones de la Brookings Institution en los años 70 y de la Heritage Foundation en los 80, ambas de los Estados Unidos, y dieron fe de que el gobierno procuraba combatir a la guerrilla respetando los derechos humanos. La segunda comprobó que el presidente de la Cruz Roja Internacional estaba autorizado para visitar a cualquier preso en cualquier recinto, sin permiso previo de nadie. ¿Qué otro gobierno ha permitido eso?
Hasta hubo un "inspector" enviado por la ONU, el costarricense Fernando Volio, quien consideró injustas las condenas a Chile, porque él vio la realidad del terrorismo cuando vino. Y habló con quien quiso.
Esta realidad diferente también la apreciaba al Obispo de Valparaíso, monseñor Emilio Tagle Covarrubias, quien declaró a Pinochet "verdadero defensor de los derechos humanos de los chilenos" (ver pág. 267 y otras de mi "Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990", 3a. edición).
La batalla no es cultural, es propagandística. Y si hubiera una "Ciencia de la Propaganda", ella tendría una ley fundamental: "Una mentira mil veces repetida pasa a ser verdad". Autor: Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de Adolfo Hitler. Adoptada en 1973 por el KGB soviético contra la Junta. Todo lo repiten mil veces. Y he leído a derechistas repitiéndolo.
Se trata de consignas. No importa si verdaderas o no. Ahora, si usted es un buscador de la verdad, entonces también tendrá que considerar que los golpes más eficaces a los terroristas fueron propinados por elementos sueltos, que actuaron contrariando la política oficial. Procedieron como lo hacen hoy Israel y los Estados Unidos, cuyos agentes matan sin forma de juicio a terroristas. Véase "La Noche Más Oscura" sobre Osama Bin Laden.
En cambio en Chile cumplen cadena perpetua los uniformados que hicieron eso. Porque en las cortes chilenas hoy mandan los mismos partidos que patrocinaban la guerrilla. Y además le sacan enormes sumas al erario.
Es que en Chile los militares ganaron la guerra pero perdieron la posguerra.
Feliz Navidad Don Hermógenes y a los participantes amigos de su interesante blog.
ResponderEliminarFeliz Navidad a los Presos Políticos en Punta Peuco. Les digo que muchos estamos agradecidos y somos incondicionales en apoyar la obra del Gobierno de Reconstrucción Nacional presidida por el Capitán General Augusto Pinochet Ugarte.
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Gracias, Centurio, les deseo lo mismo a usted y los suyos.
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