viernes, 29 de noviembre de 2024

Érase un País

Hoy vi la defunción de Bruno Siebert, un gran general, que fue ministro de Obras Públicas de Augusto Pinochet y dictó el decreto que daría inicio a las concesiones para que particulares construyeran obras públicas mediante contratos de concesión con el Estado. Formó parte del gabinete del gobierno que puso en marcha, entre 1985 y 1990, el mejor período de los, a su vez, "mejores treinta años de la historia de Chile".

Un amigo me ha informado, después de publicado este artículo, que el recién fallecido fue el hijo del ministro de Pinochet, el cual ya falleció antes. Pero conservo el resto de este homenaje al padre de su mismo nombre porque sigue siendo pertinente y merecido, expresando mi pesar a la familia de su descendiente recién fallecido.

Quiso la fortuna que el ministro de Obras Públicas de Aylwin, en su cuatrienio 1990-1994, fuera un hombre de derecha, Carlos Hurtado, que simpatizaba con la privatización de las obras públicas. Recuerdo que me dijo, al terminar su cometido: "Yo avancé con el proceso de la concesión de obras públicas hasta dejarlo listo para que el gobierno de Frei Ruiz-Tagle lo pusiera en vigor."

Cuando asumió dicha administración fue designado ministro de Obras Públicas Ricardo Lagos, quien, encontrándose con todo listo, puso en marcha el sistema y su primer gran logro fue la autopista Costanera Norte. Tan orgullosos estaban los suyos de esa obra que Ricardo Lagos Weber, su hijo y actual senador, un día declaró: "Mi padre no necesitará un monumento para ser recordado, pues para eso está la Costanera Norte".

Yo recité entonces un cuento que me enseñaron en la primera infancia: "Este niñito (el meñique) compró un huevito, éste (el anular) lo puso a asar, éste (el dedo medio) lo peló, éste (el índice) le puso la sal y este gordo grande (el pulgar) se lo comió.

¿Para qué vamos a pelear? Mejor llamémoslo "política de Estado". Un gobierno tuvo la idea, los siguientes la desarrollaron. Y Chile pasó a tener la mejor infraestructura de América Latina. Y, otras cosas mediante, fuimos number one mundial en reducción de la pobreza (José Luis Daza, hoy en el gabinete de Milei, dixit).

Pero se necesitó un gobierno de derecha para tener la idea, porque a los de izquierda no se les ocurre que los privados ejecuten obras públicas, si las puede hacer el Estado, que manejan ellos con sus inmerecidos sobresueldos.

Es increíble que Chile no tenga ningún partido de derecha (a secas) para seguir con las buenas ideas de gobierno, cuando el mejor período de la historia del país lo inició uno que lo era. 

Por eso debe existir el Partido Nacional Libertario, de derecha, y para cooperar a ello usted debe digitar "www.nacionallibertario.cl" y desde ahí, con su clave única, hará que exista el partido heredero del único gobierno de derecha del siglo XX, para que reinicie los segundos "mejores treinta años" con iniciativas como las ejecutadas por Pinochet y sus ministros Bûchi y Siebert, a quien rendimos homenaje hoy. 


domingo, 24 de noviembre de 2024

Derecha Blanda Versus Kerensky

Por supuesto,  fui a votar por el Orrego de centroderecha, Francisco. Mi sufragio estuvo impregnado de significados y reminiscencias. Han sido 60 años de cálculos políticos, desengaños ideológicos, traiciones electorales y mentiras oficiales. Últimamente sobre todo mentiras oficiales. Dudo que haya otro país donde tantos hayan mentido tanto y por tanto tiempo a tantos, como en Chile lo han hecho, acerca del Gobierno Militar, los políticos desde la centroderecha hasta la extrema izquierda. 

Motivado por eso escribí en 2018 la "Historia de la Revolución Militar Chilena". Ahí está la verdad. Y, traducida al inglés y publicada por Page Publishing, Conneaut Lake, Pennsylvania, USA, está en las librerías norteamericanas y en la Biblioteca del Congreso de Washington DC. Si a usted le sobran sesenta mil pesos puede encargar un ejemplar por internet y no se va a arrepentir  Tradujo el libro John Cobin, un doctor en Economía de la extrema derecha dura y ultra, que maneja muy bien su idioma y ahora está cumpliendo en Casablanca su quinto año de presidio por "homicidio frustrado", debido a que se defendió con su arma inscrita de una turba que estaba destruyendo su camioneta en 2019 e hirió a un facineroso que le pide cincuenta millones de pesos para desistirse de la querella, plata que los amigos de John hasta ahora no le hemos hecho llegar. En la cárcel está escribiendo un extenso libro titulado "Llevando la Cruz", porque es un cristiano evangélico practicante.

Hace 60 años yo voté por Frei y la Democracia Cristiana porque creía que eran la nueva derecha, como en Alemania e Italia. Pero Frei hizo un gobierno de izquierda socialista, dijo que era peor ser anticomunista que comunista y después su partido votó por Allende para presidente de la República en 1970, en el Congreso Pleno, pudiendo haber elegido a Jorge Alessandri y salvado al país, a su democracia y a su economía. 

Frei ya antes de elegir a Allende se había ganado el alias de "Kerensky Chileno", como se titulaba el libro que le dedicó el brasileño Fabio Vidigal Xavier da Silveira y cuya edición pirata se vendía en las veredas de Santiago porque el archidemócrata presidente lo había censurado y prohibido. 

Así es que después de lo del 64-70 los de la derecha a secas dijimos "nunca más". Y se lo repetimos al DC Claudio Orrego hoy, votando por Francisco Orrego, que si bien no es de la derecha dura, ultra, extrema y pinochetista como nosotros, es anticomunista y está claramente a la derecha de la DC.

Con todo, esperamos que ésta sea la última elección de Gobernadores, cargo inútil creado sin suprimir el de Intendente, cuyas funciones se suponía que iban a desempeñar y no lo hicieron, porque al Intendente le pusieron "Delegado Presidencial" y siguió haciendo en cada región lo que ordenaba el Presidente, que es quien siempre ha mandado en Chile, salvo cuando se ha rendido al adversario, como lo hizo Piñera en 2019.

La supresión de los Gobernadores será de las primeras cosas que le pediremos proponer al Congreso a Johannes Kaiser, cuando asuma el mando el 11 de marzo de 2026. Así es que "sorry, Francisco", te quedarás sin pega, pero los de la derecha dura, ultra y extrema somos así: decimos lo que pensamos y hacemos lo que decimos. Y hoy votamos por ti.

jueves, 21 de noviembre de 2024

Por Eso Estamos Donde Estamos

En 1981 el MIR instaló una renovada guerrilla en Neltume, en el sur, zona que había sido rápidamente pacificada después del 11 de septiembre de 1973. En efecto, se había constituido un Consejo de Guerra contra el principal jefe terrorista, el "Comandante Pepe", José Gregorio Liendo. Condenado a muerte con abogado defensor (Andrés Aylwin) y debido proceso, fue fusilado en Valdivia en octubre de 1973. 

Pese a ser derrotada la guerrilla, después de unos años se reunió otro grupo mirista que retornó clandestinamente en 1979, formando en la misma zona de Neltume bases guerrilleras con pertrechos y armamento para combatir al régimen legalmente constituido en 1973 tras el llamado de la Cámara de Diputados, de la Corte Suprema y los colegios profesionales, nuevo régimen además declarado "legítimo" por el Colegio de Abogados en separata de la Revista de Derecho y Jurisprudencia de octubre de 1973.

Los propios vecinos de Neltume advirtieron los movimientos subversivos de 1979, los denunciaron a Carabineros y el gobierno mandó un contingente, que es lo que en derecho correspondía hacer. En 1981 el grupo fue aniquilado por fuerzas del Ejército y la CNI, muriendo en combate ocho subversivos.

Este breve episodio no interrumpió la pacifica vida interna durante el gobierno del presidente Augusto Pinochet, elegido en el plebiscito de 1980, en una cédula, mientras en otra se aprobó con el 67 % la Constitución que nos rige hasta hoy.

Pero a partir del gobierno de Patricio Aylwin, en 1990, se inició una ilegal persecución de uniformados con la Comisión Rettig, claramente inconstitucional. Porque se erigió en tribunal sui géneris dedicado a investigar supuestos delitos, misión que está reservada por la Constitución a los tribunales. Por ese motivo el pleno de la Corte Suprema rechazó el Informe Rettig por unanimidad. Pero, no obstante, Aylwin perseveró en su persecución. La misma no prosperó hasta 2005, porque la propia Corte Suprema había rechazado iniciativas comunistas por condenar a los militares que derrotaron a la guerrilla.

Pero ya en 2003 se abrió un proceso ilegal para juzgar a quienes habían derrotado al reintento guerrillero de Neltume en 1979-1981. Esa acción prevaricatoria empeoró cuando el Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, declaró en 2004 que su institución era responsable de "todos los hechos punibles y moralmente reprochables del pasado". Casi la definió como una asociación ilícita. Hablaba de "nuestros camaradas y las víctimas".

Esa confesión no solicitada fue de hecho una rendición ante la ilegalidad flagrante iniciada por Aylwin, tanto más sorprendente cuanto que los auditores de las distintas ramas uniformadas debieron haber iniciado, pero no iniciaron, acciones contra los jueces que, sin atribución alguna, emprendían juicios contra militares. Pues el art. 3º del Código de Justicia Militar, en su número 3, les da competencia a dichos tribunales militares "cuando se trate de delitos contra la soberanía del Estado y su seguridad interior o exterior".

La acción de uno o más auditores de guerra debió haber perseguido ante la Justicia Militar a los jueces prevaricadores que pretendían sancionar como delito la lucha contra la guerrilla.

Pero dejaron que la ilegalidad e inconstitucionalidad suscitadas por el Informe Rettig prevalecieran y se rindieron ante ella y sus secuelas judiciales. 

Han transcurrido más de veinte años de prevaricación por el caso de Neltume de 1979-81, se han acumulado miles de páginas y numerosos "tomos" en la causa ilegal y ahora un ministro en visita quiere condenar a siete oficiales y suboficiales, hoy ya muy ancianos, por la muerte en combate en 1981, reiteradamente prescrita, por otro lado, de ocho guerrilleros del MIR. Todo revelador no sólo de la lentitud e ineficiencia de los tribunales (veintiún años en un solo proceso) sino de la impudicia con que el ministro Álvaro Mesa Latorre siempre ha procedido a violar las leyes, atropellar a las instituciones armadas y privar ilegalmente, mediante sentencias inválidas, a exuniformados de su libertad.

¿Y qué han hecho los auditores de guerra de las Fuerzas Armadas durante estos 21 años? Nada. ¿Qué han hecho los  Comandantes en Jefe y Generales Directores al respecto? Nada.

Mesa Latorre ha conseguido hacerse famoso por condenar, en otros procesos, a militares por el "delito" ¡de ser tales! Esto parece increíble, pero lo dice así en sus fallos.

Hoy el país, estremecido hasta sus cimientos por la ilegalidad, la corrupción y la prevaricación multimillonaria en los procesos de derechos humanos, convertidos en un cajero automático de abogados de izquierda para sustraer plata del fisco, ve impotente cómo la guerrilla de nuevo reina en el sur y las inversiones forestales y madereras por miles de millones de dólares huyen a otros países.

Un excomandante en jefe de la Armada dice que sus marinos podrían poner término a la guerrilla en 72 horas. ¡Si lo hiciera, Mesa Latorre lo metería preso a él y sus infantes! No han sido capaces, en veinte años, siquiera de presentar un libelo a través de sus auditores para perseguir la prevaricación de ministros que inventan delitos de su propia creación y no figuran en las leyes, para encarcelar a ancianos exmilitares, incluso enfermos.

Todo esto es una burla al país, a su historia, a la nacionalidad. Todo esto existe por el entreguismo y la contemporización de la que debió ser derecha política, pero no lo fue, sino que se convirtió en cómplice de la izquierda para anarquizar al país y esquilmarlo monetariamente.

Si los uniformados no cumplieron su deber de hacer respetar las leyes durante más de dos décadas, ahora los ciudadanos pueden buscar un remedio a eso mediante el voto. Primero eligiendo gobernadores de derecha el domingo y en 2025 parlamentarios y presidente de derecha. Para que pongan término al negocio ilícito de los derechos humanos. 

Hay que votar este otro año por candidatos del Partido Nacional Libertario, único de derecha leal, firmando para que exista en www.nacionallibertario.cl y luego ingresando al link que los llevará directo al SERVEL con su clave única. 

Para que se constituya y, ganando con Johannes Kaiser, ponga a los jueces prevaricadores donde deberían estar, si hubiera un mínimo de respeto por la ley: tras las rejas. Y a los Presos Políticos Militares en libertad.


martes, 19 de noviembre de 2024

Delenda Cartago

150 años antes de Cristo el senador romano Catón repetía, cada vez que terminaba de hacer uso de la palabra en el Senado, "delenda Carthago est": "hay que destruir Cartago". Porque lo consideraba una amenaza para Roma. Y lo era. Finalmente Roma hizo caso a Catón y destruyó Cartago.

Tal como él, hace años yo repito, en cada ocasión en que se debate cómo superar la crisis autoinfligida hace cinco años: "hay que hacer lo que hizo Pinochet". Pues entregó un país pacificado y próspero, inaugurando los mejores treinta años de la historia de Chile, 1985-2015. Todos, incluso "ellos" (Operación Retorno) querían vivir en Chile. Hoy cada vez más dicen "me voy de Chile".

Pero mi propuesta despierta toda suerte de reacciones negativas y sólo minoritariamente algunas positivas. La propaganda de izquierda ha lavado los cerebros. Y el resto de los sectores políticos se los ha dejado lavar. ¿Cómo, si no, se explica entonces que Sebastián Piñera haya opinado que Pinochet fue el peor presidente de la historia del país y que quienes lo apoyábamos éramos "cómplices pasivos" de supuestos delitos? 

Pero los hechos fueron los hechos, aunque silenciados. Las políticas de Pinochet condujeron a dos cosas positivas que hoy el país ha perdido: la seguridad interna y la prosperidad económica. 

La firma canadiense Ipsos por dos años consecutivos ha señalado que Chile es el país que tiene el más alto porcentaje de población víctima del temor al delito. Y en septiembre el Índice Mensual de Actividad Económica dijo que la economía creció cero. 

Si queremos que la gente deje de tener miedo, tenemos que aplicar políticas como las de Pinochet. Pero la izquierda sostiene que fueron constitutivas de "atropellos sistemáticos a los derechos humanos". Resultado: una justicia politizada persigue más a carabineros que a delincuentes y terroristas.

Todo esto no surgió sólo ahora. Cuando Pinochet entregó el mando había alrededor de mil terroristas presos. Aylwin los indultó a todos. Y poco después se comenzó a perseguir más a agentes del Estado que a delincuentes. Ahora me acaban de convocar a un grupo de ayuda para defender de la persecución judicial al teniente coronel de Carabineros Claudio Crespo, enfrentado a una segunda amenaza de condena a doce años por haber repelido a un subversivo de la "primera línea" lesionado por balines de goma de una escopeta antimotines. Su institución lo "dio de baja" (increíble deslealtad con sus miembros). Requiere apoyo civil para seguir defendiéndose del increíble Estado chileno que le dio la escopeta con balines, lo obligó a enfrentar terroristas y ahora busca encarcelarlo por usarla para defenderse y defendernos de éstos.

En seguridad se está haciendo lo contrario de Pinochet. Y el país vive muerto de miedo. En economía también y estamos a la zaga en crecimiento. Chilenos más pobres y temerosos. ¿Qué debemos hacer? Obvio, "delenda Cartago", lo digo y diré una y otra vez: lo mismo que Pinochet. Lo he repetido y lo seguiré haciendo hasta que volvamos a ser un país como el de Pinochet: el más seguro y en el primer lugar de América Latina.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Dólar a Mil Millones

Debe haber sido en 1945 cuando le pregunté a mi padre cuánto valía un dólar. Me dijo: "31 pesos". No lo olvidé más. 

Se sucedieron los gobiernos, generalmente socialistas en diferente grado, salvo el de Jorge Alessandri (1958-64) que, tras una "partida de caballo inglés" terminó en "una llegada de burro", entregándose a los radicales. 

Y salvo, por supuesto, los 17 años del milagro chileno, interrumpido por un millonario cohecho yanqui-europeo occidental en el plebiscito de 1988, que se unieron al mundo cubano-soviético en la tarea de joder a Chile cuando íbamos directo al desarrollo, creciendo 8 y 10 por ciento al año e inaugurando "los mejores treinta años de nuestra historia, 1985-2015."

Resultado: hoy el dólar vale mil millones de pesos (redondeando los $ 975 de ayer). Pues el dólar está prácticamente a luca. 

O sea, está a mil millones de pesos de 1945. Porque  en los años 60 el peso se cambió por el escudo, que valía mil pesos. Y en los 70 el escudo se cambió por un nuevo peso, que valía mil escudos. Es decir, cuando Sergio de Castro fijó el dólar a $ 39 eran, en realidad, 39 millones de pesos de 1945, cuando el dólar estaba a $ 31. 

Y como hoy el dólar está prácticamente a luca, quiere decir que el tipo de cambio ya llegó a mil millones de pesos de 1945.

Cuando San Pedro me pregunte "¿qué has hecho en tu vida por la moneda de tu país?", le voy a tener que confesar: "La reduje de la 31ava parte de un dólar a la mil millonésima parte". No sé si me deje entrar.

Por supuesto, siempre tendré a quién echarle la culpa. Porque la mayoría siempre votó por uno distinto al que yo prefería. Por el No y no por el Sí en 1988. Por Aylwin y no por Bûchi el 89. Por Frei Ruiz-Tagle y no por Alessandri o José Piñera el 93. Por Lagos y no por Lavín el 99. Por Bachelet y no por Lavín el 2005. Por Sebastián Piñera y no por alguien de derecha el 2009. Por Bachelet y no por Matthei el 2013. Por Sebastián Piñera y no por José Antonio Kast el 2017. Por Gabriel Boric y no por José Antonio Kast el 2021.

Entonces tal vez San Pedro me abra la puerta. Pero no sin alguna reticencia. Porque uno siempre puede hacer más.   

martes, 12 de noviembre de 2024

Me Quedo en Chile

Tiene razón la señora que ayer anuncia en El Mercurio que se va de Chile. A su marido francés lo asaltaron cuatro sujetos en un auto de aplicación, le quebraron una mano y robaron todo. Quedó en la calle, donde nadie lo auxilió y debió caminar cincuenta cuadras para volver a su casa.

El historiador Alfredo Jocelyn-Holt, en La Tercera de ayer, se da por contento de estar vivo: dos niños, de unos trece y diez años, a todo sol y con público presente, frente al Castillo Wulf y a los pies del Palacio Presidencial de Viña, le apuntaron con una pistola en el bolsillo. En lugar de entregar todo, como era de rigor, los miró fijamente y siguió caminando, pensando que podrían dispararle y después de matarlo ser llevados al Sename, sin saber cuál de ambos destinos era peor. Pero no pasó nada. El resto de los viandantes le mostraban pulgares hacia arriba por haber sobrevivido ileso. No siempre se logra. Parece que el historiador se queda.

Yo estoy blindando mi auto contra encerronas y me lo devuelven en quince días más. Salgo muy poco y viajo en familia. Quiero que nos aseguremos. Me cuesta casi como otro auto, pero vale a pena.

Pero me quedo porque no tengo por qué entregar mi país a los delincuentes. Anteayer cité el verso al Ejército que dice: "¿Qué has hecho, por Dios, con tus hombres/ Que fueron ayer tus combatientes/ Salvando a la patria del horror/ De aquellos verdaderos delincuentes?". Es que no ha hecho nada. Nadie ha hecho nada, salvo mirar para otro lado y rendirse, entregarse. Y "ellos" han vuelto al poder. 

Chile es así. Mira para otro lado. Los malos quedan sueltos y destruyen el país. Pero los perdonan y llenan de pensiones e indemnizaciones. Y más encima te culpan a ti, que has ayudado a construir lo que ellos destruyen. Pero entonces, a pesar de todo, eligen de nuevo al marxismo en su versión frenteamplista y comunista. Increíble. Es lo que hay. Chile es así. 

Pero no hay que irse. Todo se va a arreglar otra vez. Porque han obligado a ir a votar a una mayoría indiferente, a la cual el país no le importa y por eso no vota voluntariamente. Pero tiene sentido común. No sabe de política ni le interesa, pero de tonterías sabe. Y cuando la obligan a votar elige al sentido común, es decir, a la derecha. Una vez (1973) hasta llamó a los militares. 

Después de eso y con un presidente de derecha como el que más, el 11 de marzo de 1990 Chile era el primer país de América Latina en crecimiento, estaba doblando su riqueza en diez años, había derrotado a la delincuencia y el terrorismo, tenía la tasa de homicidios más baja del hemisferio y no había conflicto en la Araucanía, sino al contrario, la Araucanía votaba Sí a Pinochet. Y tampoco había inmigración descontrolada. Chile era protagonista de un milagro económico-político-social. Probó que "se puede". 

Pero desde entonces, con eficaz ayuda extranjera, han demonizado a Pinochet, no se le puede nombrar. Han levantado monumentos a los peores y a los traidores. Y han convertido al país en uno del cual hay gente normal que quiere marcharse. 

Pero vienen elecciones y eso va a cambiar. Estoy seguro. ¿Por qué? Porque van a elegir a otro que hará lo mismo que Pinochet (aunque no se atreva a admitirlo en público). Y nos va a volver a poner a la cabeza del hemisferio. 

Entonces me quedo. Quiero verlo suceder. Y, si alcanzo, ver cómo los chilenos después lo traicionan y condenan por volverlos a salvar. Es que son así.


domingo, 10 de noviembre de 2024

Ridículos o Merluzos o Ambas Cosas

"Merluzo" es un sinónimo de "imbécil", pero menos agresivo. Nuestro presidente es un "merluzo", según lo bautizó un periodista español por la imbecilidad que hizo al asumir, en desmedro del rey de España.

Yo, entonces, lo aplico a los chilenos. Con respeto, como se dice ahora. Y lo hago porque ya es muy ridículo, porque casi ninguno lo hace, un país que elige por voluntad popular un gobierno marxista-leninista. Bueno, Chile lo hizo en 1970.

Nos libraron de éste los militares, en 1973, "a pedido del público" y cuando quedaba "harina para pocos días más" (Allende dixit, El Mercurio 07.09.73). 

Los uniformados actuaron obedeciendo el llamado de la mayoría de los representantes del pueblo (diputados) y arreglaron las cosas. 

¡Vaya si las arreglaron! Dejaron a Chile a la cabeza del barrio latinoamericano. Y dejaron a los chilenos viviendo diez años más que antes (sin contar la baja de la mortalidad infantil, que salvó a millones de morir recién nacidos). Y de yapa también dejaron a los chilenos diez centímetros más altos. 

Pero como somos merluzos, traicionamos a los militares por hacer lo que la mayoría les pedía. Fueron traicionados por los políticos civiles y también por otros militares que vinieron después. Les dieron "el pago de Chile": la cárcel. Su más vehemente persecutor fue Sebastián Piñera. Por eso la izquierda añora a éste y Eugenio Tironi dice: "sería hora de que desde la derecha surja una figura con la misma vocación de diálogo y entendimiento". Es decir, alguien que se rinda a la izquierda y le entregue todo. Que persiga a los militares como él lo hizo. Que sea más merluzo que el resto. Siendo lo que se les ha hecho a los militares una injusticia que clama al cielo. Pero sólo un poeta clamó al cielo, sin que nadie lo publicara:

"Qué has hecho, Ejército, que ahora/ Quienes ayer mandaste a luchar/ Están muriendo en las sombras/ En que los dejaste encarcelar./ ¡Qué has hecho, por Dios, con tus hombres/ Que fueron ayer tus combatientes/ Salvando a la patria del horror/ De aquellos verdaderos delincuentes!". Pero nadie oyó al poeta, porque era de derecha y la derecha tiene en Chile, como Trump, "mala prensa".

Pero no contenta con eso, la mayoría merluza decidió elegir ¡otro gobierno marxista-leninista! Con los comunistas viejos, pero, además, encabezados por merluzos más jóvenes, que se declaraban "a la izquierda de los comunistas" (sea lo que fuere lo que eso significara). 

En realidad éstos sólo eran "hijitos de su papá", pero más tontos. No pocos "hijos de papás ricos". Incapaces de recibirse en la universidad, pero muy eficaces para gritar en la calle. Y han consumado un gran desbarajuste. Primero lo hicieron en sus casas de estudio y después, como gobernantes, un aún más grande desbarajuste en el resto del país, que está como después de una guerra y bastante paralizado. 

Pero todo por estricta mayoría, por cierto no muy inteligente y, sin embargo, democrática. 

El resultado es que la mayor parte de la gente vive con miedo, porque los delincuentes y terroristas hacen lo que quieren a expensas de la cada vez menos mayoritaria gente decente y honrada. Y porque aquí se ha probado, como dice el tango, que "el que no afana es un gil". Y el que no viola después de un tercer pisco sour tamaño "catedral", es un quedado. 

Pero inadvertidamente los políticos dictaron una ley para obligar a todos a votar: resultado ha sido que los más apolíticos eran los más inteligentes y con sus sufragios obligados, están "dando vuelta la tortilla". Los comunistas, que son los que en realidad mandan, porque los niñitos que los llevaron al poder no entienden nada ni nunca han sabido nada, están haciendo cálculos. 

La discusión entre los pocos intelectuales de alto vuelo que hay en el país es acerca de si los chilenos que hemos permitido todo esto somos ridículos, merluzos o ambas cosas a la vez.


miércoles, 6 de noviembre de 2024

Trump a USA y Pinochet a Chile

La vez anterior, en 2020, me fui a acostar cuando Trump tenía la elección ganada. Pero se la robaron. Faltó vigilancia. Anoche decidí quedarme vigilando hasta el final en Fox News e hice bien: me acosté después de las 3 a. m. y los zurdos no se pudieron robar la elección. Trump ganó la Presidencia, el Senado y la Cámara. 

Voy a hacer lo mismo en Chile. Acá la única solución real es Pinochet. Nada más y nada menos. Pero, como está fallecido, hay que apoyar al mejor sucedáneo: Johannes Kaiser y su partido Nacional Libertario en formación. 

Vigilar y velar hasta el último día. Para que las políticas del estadista que nos dejó creciendo más del 10 %, a la cabeza de América Latina, en democracia y sin delincuencia impune ni terrorismo se vuelvan a consagrar. 

Libre iniciativa. Estatuto del inversionista nacional y extranjero. Universidades, colegios y empresas se crean con sólo entregar estatutos y escrituras en la ventanilla. Desempleo como el 5 % de enero de 1990. Carabineros empoderados, en lugar de "dados de baja" y perseguidos. Terrorismo del MIR y del FPMR derrotado y mil subversivos presos. Seguridad en las calles y poblaciones. "Póngase su collar, señora, nadie se lo va a robar". Se podrá detener preventivamente a cualquier sospechoso. Regimientos que examinan los antecedentes de los pobladores al alba, para seguridad de todos. Sin "puerta giratoria". Sólo entraban por nuestras fronteras los que sorteaban un "control de calidad". Narcotraficantes entregados a la DEA. Razzia contra jueces prevaricadores.

¡Qué país el que se farrearon los chilenos! En el de ahora, ni soñar con otro Costanera Center. Por exclusiva culpa de los chilenos, "no hay permiso". Cuatro mil departamentos nuevos en Estación Central no se pueden ocupar. Como los de Recoleta, donde Jadue también rechazó una estatua de Juan Pablo II. ¿Y cómo dejamos que en 1988 una millonaria inversión e intervención foránea hiciera un lavado cerebral para convencernos de una mentira (que iba a continuar un "gobierno militar") y así interrumpieron lo que era el camino seguro al desarrollo, es decir, la reelección de Pinochet?

Es que los pecados se pagan en la otra vida, pero las tonterías se pagan en ésta. Estamos pagándolas. ¡A quién se le ocurre entregarles el país a una casta de políticos sobrerremunerados, que en lo primero que piensan es en su bolsillo o en su siguiente abuso y en lo último en que haya estado de derecho real, libertad de crear y emprender, igualdad ante la ley, familia, respeto a la vida y a una moral básica! 

Por orden cronológico, Bachelet, Piñera, Boric, Hermosilla, Monsalve y que pase el siguiente. No tenemos a quién echarle a culpa. Jueces prevaricadores succionan recursos para falsos exonerados, falsos torturados, falsos detenidos, falsos desaparecidos. Colegios fiscales "de excelencia"... en la fabricación de molotovs.

A este Chile actual que se asfixia en su propio vómito no lo revive nadie sino otro Pinochet. Ni nadie menos que otro Pinochet. A emularlo llaman. El monumento será lo de menos. Lo fue  y lo será el primer lugar que se perdió y sólo los votantes chilenos pueden recuperar.

Si Trump pudo volver allá, otro Pinochet puede hacerlo acá. 


domingo, 3 de noviembre de 2024

Pinochetismo Exacerbado

No hay mejor defensa que el ataque. El único tiempo en que nuestra selección ganaba fue con Bielsa, que jugaba al ataque. 

En política es igual. El comunismo es un desastre. Una imbecilidad completa. Lo único bueno que tiene es que siempre ataca. ¿Por qué hay tanto político que le rinde pleitesía? Porque así evitan sus ataques.

Pertenezco al sector político que es la némesis, es decir, todo lo contrario, del comunismo: el pinochetismo.. Todo lo que ellos quieren controlar nosotros lo propiciamos libre. El comunismo defiende al Estado grande, nosotros al pequeño. El comunismo admira la Cuba de Castro. Nosotros al Chile de Pinochet.

Pero en una cosa estamos de acuerdo: en estar siempre a la ofensiva. Fidel Castro, cuando ya todos sus planes de grandeza habían fracasado en Cuba, vino a Chile convidado por Salvador Allende, se dio cuenta de su fracaso pero proclamó en su discurso de despedida: "Me voy de Chile más comunista y más marxista-leninista que nunca". 

No era tonto, pero sí porfiado. Sabía la verdad, pero no admitía que ésta lo derrotara. He relatado cuando le dijo a Andrónico Luksic Abaroa, en una cena en que éste le había descrito el excelente pie en que se encontraba Chile en los 90: "¡Eso se lo deben ustedes a Pinochet!" Le salió del alma pero jamás lo habría repetido en público. "Sabía la verdad, pero no la practicaba".

Al contrario: "Me voy más comunista, más marxista-leninista que nunca". Al ataque. El comunismo a palos. Pero nadie los mueve de ahí. 

Bueno, los pinochetistas jugamos también al ataque, Nuestra solución para Chile es el pinochetismo, que derrotó al comunismo, derrotó a la delincuencia, derrotó al MIR y al FPMR y les entregó a los civiles un país creciendo al 10, 6%, con 5 % de desempleo en enero de 1990, a la cabeza de América Latina, iniciando cinco de los mejores treinta años de su historia.

¿Cuál es la receta contra la delincuencia? La de Pinochet, en que no había "puerta giratoria". Hace poco detuvieron a un sujeto con 150 órdenes de detención pendientes. Lo habitual es que los detenidos tengan 20. Eso era imposible bajo Pinochet, porque enviaba los regimientos a las poblaciones de madrugada y examinaba los antecedentes. Eran detenidos los que tenían órdenes pendientes. Y al 11 de marzo de 1990 había cerca de mil terroristas presos, paz interna, delincuencia controlada.

¿Cuál es la verdadera solución para Chile? El pinochetismo exacerbado. Al ataque. Y por eso cuando Camila dijo que los Republicanos eran pinochetistas les hizo un gran favor y fueron el partido más grande en la elección de consejeros regionales del domingo pasado. Que disfruten del pinochetismo que les brindó Camila. Ya vendrá el pinochetismo de verdad, el exacerbado, con partido propio, irreductible y con candidato propio, Johannes.