martes, 27 de noviembre de 2018

Piñera: Destructor de la Derecha

El grado en que Piñera ha destruido a la derecha está quedando en evidencia en estos días: parlamentarios de Chile Vamos deben recurrir al Tribunal Constitucional ante la flagrante discriminación contra los Presos Políticos Militares cometida en el texto, recién aprobado por el Congreso, que modifica la Ley de Libertades Condicionales. Deben hacerlo porque saben que Piñera no lo va a vetar.

¿Y por qué el gobierno de Chile Vamos no lo veta? Porque Piñera, en esta materia, es parte del bando adversario y coautor de la prevaricación contra los Presos Políticos Militares. Los parlamentarios de derecha y centroderecha saben que está en pro de la discriminación inconstitucional por la cual ellos están recurriendo al Tribunal Constitucional, tanto más cuanto que novecientas de las más de mil trescientas querellas fundadas en la prevaricación para condenar a los uniformados fueron presentadas bajo su anterior gobierno por Rodrigo Ubilla, su actual subsecretario. De nuevo hoy éste es su hombre de confianza en el conflicto de la Araucanía y en la persecución contra los uniformados que allá ponen el pecho a las balas terroristas. 

Esto de tener un Presidente del otro bando encuentra ecos en los medios. Anoche vi en Teletrece un prolongado y sesgado reportaje abogando porque se despida de todo cargo público a ex agentes de la CNI. El canal de Luksic se hace cómplice, así, de las funas comunistas contra quienes combatieron al terrorismo. Pues ¿saben ustedes qué hacían los agentes de la CNI? Lo protegían a usted del terrorismo. Un experto norteamericano, John O. Koehler, que estudió la STASI, policía secreta de la Alemania Comunista, lo describía así (p. 313):

"Grupos de guerrilla urbana de izquierda comenzaron un reinado del terror en Chile en 1983 con bombazos y asesinatos, exactamente la clase de acciones para las cuales la STASI les había proporcionado entrenamiento. Las bombas estallaban en Santiago, Viña del Mar, Quilpué, Concepción y Talca, dañando supermercados, buses, oficinas del gobierno y cuatro tiendas en el mayor shopping-center de Santiago. Entre 1983 y 1986 hubo más de mil atentados con bombas atribuidas al Frente Comunista y al Movimiento Revolucionario, que también fueron culpados de matar a veintiún oficiales militares y policías. Entre 1984 y 1988 los alemanes del este contribuyeron con US$ 6.795.015 al Partido Comunista Chileno para financiar el terrorismo".

Pero hoy todos los terroristas están perdonados y, en cambio, los militares que nos protegieron de sus atentados, al lado de los cuales los de la Araucanía son mucho menores, han sido y siguen siendo condenados a instancias de las querellas de Piñera y sus antecesores del "No". Hasta para obtener libertades condicionales se les impone requisitos  imposibles de cumplir y en el canal de Luksic se lucen las ahítas figuras comunistas, cuyo  físico delata las millonarias sumas que les regala el Gobierno año a año, para perseguir incluso a los ex agentes de seguridad a los cuales ni siquiera han podido condenar ilegalmente, pero a los cuales busca impedir ganarse la  vida en el sector público. A su turno, la izquierda terrorista exprime del fisco hasta la última gota. 

Si a la justicia de izquierda se le ha escapado de ir a presidio algún CNI, bueno, al menos hay que dejarlo sin trabajo. Piñera se ha hecho cómplice de eso, echándolos de todas partes y hasta, en el caso de un general (r) que ni siquiera perteneció a la CNI, se le exoneró del Ministerio de Defensa ¡por haber sido yerno de un ex director de la DINA!

El actual Presidente ha sido el destructor de la derecha chilena, al privarla de todo su temple moral. Lo ha perdido como cómplice de la mayor persecución política del siglo XXI. Y ahora esto lo patentiza y confirma su no veto al inconstitucional proyecto de reforma a las libertades condicionales.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Derecho Social a un "Santiago Valdés"

El otro día un comentario de Tomás Mosciatti en la TV de Radio Bío Bío se refería a la impunidad del financiamiento ilegal de la política en algunos casos y terminaba diciendo que si los jueces hubieran hecho su trabajo, Sebastián Piñera no podría haber sido Presidente de la República ni Jaime de Aguirre Director Ejecutivo de TVN. 

Pues ambos entregaron en su tiempo facturas que no correspondían a prestaciones efectivas, para obtener dinero de empresas que deseaban financiar la elección de ciertos políticos. Además, en una "piñericosa" llamativa, Piñera usó parte de esos dineros para pagar bonos de desempeño a sus ejecutivos de Chilevisión, de Aguirre y Conca, que accedieron a dar facturas objetables con tal de que se les pagaran sus bonos de desempeño. 

Pero si usted busca a Piñera entre los procesados por esas irregularidades, no lo va a encontrar. Sí va a encontrar como procesado en el caso a un  señor Santiago Valdés, que era gerente de la empresa de Piñera y encargado electoral de su campaña. Su eventual condena sería a cuatro años de presidio.

Como a veces sufro de crisis de ingenuidad y  sentido común, sabiendo que las facturas ilegales habían sido ordenadas por Piñera, a quien la contadora de SQM, Danitza Yépez ("La Tercera" 05.05.15) recordaba como una de las personas que iban al piso seis del edificio a pedir financiamiento, yo pensaba que el procesado por las irregularidades iba a ser él. Y como la pena era de cuatro años, que tiene el carácter de "aflictiva", le iba a generar la suspensión de su derecho a sufragio, según la Constitución. Y como para ser Presidente es requisito ser ciudadano con derecho a sufragio, yo anuncié que Piñera "no iba a pasar agosto", pues debería bajar su candidatura por carecer de un requisito esencial para ser Presidente.

Por supuesto, erré mi pronóstico y todo el mundo se rió mucho de mí, pues recayeron todas las responsabilidades en Santiago Valdés, que no había sido candidato, no tenía que financiar ninguna elección, no había pedido dinero a SQM u otras empresas y no tenía ninguna razón personal para pedirle a Jaime de Aguirre que emitiera facturas a nombre de la SQM, Aguas Andinas, Pampa Calichera e Inversiones Ilihue, con las cuales no tenía nada que ver, pero eran las sociedades a las cuales Piñera pidió financiamiento electoral. 

Si en Chile hubiera real igualdad ante la ley, cualquiera que incurriera en conductas constitutivas de delito debería tener derecho a conseguir un "Santiago Valdés" que se hiciera responsable. Debería ser "un derecho social", pero acá sucede exactamente al revés: los jueces, por ejemplo, a los militares los condenan por hechos en que no han participado. Un caso egregio es el del brigadier (r) Krassnoff, a quien el juez Alejandro Solís condenó a 15 años de presidio por la muerte de la dirigente mirista Diana Arón, en circunstancias que Krassnoff ha probado y puede de nuevo probar, uno, que en el combate de calle Joaquín Godoy 315, el 19 de noviembre de 1974, en que cayó Diana Arón, no participó él ni nadie bajo su mando; dos, que su superior de esa época, brigadier Pedro Espinoza, confirmó esa no participación; tres, que en la fecha del enfrentamiento se encontraba en comisión de servicio en el extranjero.

Es decir, hay personas tan desiguales en Chile que no sólo no tienen un "Santiago Valdés" que asuma la responsabilidad penal por cosas que han hecho, sino que son personalmente condenadas a muchos años de presidio pese a haber probado triplemente su no participación en los hechos.

Si hubiera igualdad ante la ley, así como Piñera tiene el derecho a designar a alguien que enfrente las responsabilidades penales en lugar suyo, todos los ciudadanos deberíamos tenerlo a designar a un tercero para que cumpliera las condenas que sufriéramos. 

Carabineros imputados por fraudes, militares por lucrar con sus viajes, todos deberían tener el derecho social a designar un "Santiago Valdés" que purgue proceso judicial, "juicio por los diarios" y condena en vez de ellos, librándose del asunto tal como se ha librado Piñera. Pero no hay igualdad ante la ley sino todo lo contrario, y no sólo no pueden hacer lo anterior sino que hay ciudadanos que deben cumplir contra su voluntad condenas por hechos en que probadamente no han participado.

¿No es completamente kafkiano? Por supuesto. ¿Y qué comentan los chilenos ante esto de que haya culpables libres e inocentes presos? Tienen una frase favorita para describirlo: "Estamos en Chile".

martes, 20 de noviembre de 2018

Ni por la Razón ni por la Fuerza


   A muchos nos llegan videos de la Araucanía y de otros lugares en que sujetos descontrolados insultan en su cara a carabineros, con los peores epítetos. En uno de ellos se afirma que el ofensor es el propio Catrillanca, pero sólo se le ve la espalda. Los policías así agredidos no pueden hacer nada, sino soportarlo. Si respondieran de vuelta  o detuvieran a sus injuriadores correrían el riesgo de ser dados de baja por la débil autoridad civil que otros (no yo) eligieron el año pasado. 

    Tamaña insolencia sería inconcebible en un país civilizado. En el propio Chile es, legalmente, un delito el maltrato de palabra a un carabinero, pero hoy en el país en general y en la Araucanía en particular, que es donde más se comete, permanece impune.

       Los chilenos recordamos cuando algunos jugadores de fútbol nuestros, díscolos y mal acostumbrados acá, desobedecieron a la policía de Canadá, hace algunos años, y fueron inmediatamente detenidos tras ser sometidos mediante severos disuasivos eléctricos. En el mundo civilizado es inconcebible insultar impunemente a un policía, pero acá es habitual y no se castiga.

     El 19 de julio pasado “El Mercurio” informó que los carabineros todavía no pueden ingresar a una parte del territorio de la Araucanía, a notificar a 31 individuos que en septiembre de 2015 ocuparon violentamente un recinto de la CONADI. “Carabineros no ha logrado cumplir con el trámite debido a que los comuneros se comportan en forma violenta”, dice el diario. ¡Un territorio nacional perdido para la soberanía chilena! “Pedacitos más, pedacitos menos”, como decía don Patricio Aylwin respecto de Laguna del Desierto, cuando la perdió sin ejercer todos los recursos para mantenerla en manos de Chile.

      El mismo Aylwin fue el creador de la CONADI y el gran culpable de la pérdida de territorio en la Araucanía, región que heredó formando parte del solar patrio y en perfecta paz del Presidente Augusto Pinochet, viviendo en plena vigencia de toda la autoridad de la ley. Ese Presidente era respetado y querido por la etnia mapuche, la cual votó mayoritariamente por él para que continuara en la Presidencia. Después de él, los incentivos perversos creados por la Ley Aylwin transformaron ese territorio en Tierra de Nadie, como lo es hoy.

   Otro sucesor de Aylwin y también Presidente del "No", el actual, Sebastián Piñera, se declara admirador de aquél e imita sus políticas transigentes ante el delito y caracterizadas por la debilidad para hacer cumplir la ley. En los comienzos de su primer mandato, ante una huelga de hambre de presos terroristas, para ponerle término transigió y derogó el carácter terrorista del delito de incendio por el que estaban presos. Resultado: proliferaron los incendios, entre ellos el que inmoló al matrimonio Luchsinger MacKay, registrado al final de su mandato.

       Los vacíos de autoridad, como el que hay en Chile, habitualmente son llenados por quienes se muestran capaces de ejercerla. Más temprano que tarde el pueblo chileno se va a convencer de que no se puede seguir pisoteando la ley, aceptando las injurias de los delincuentes y perdiendo “pedacitos más, pedacitos menos” de la soberanía nacional en territorios a los cuales la policía ni siquiera puede entrar.

    Sólo entonces se va a terminar el espectáculo indignante de carabineros sometidos a los peores insultos, sin permiso para reaccionar contra ese delito con los medios que la ley les ha entregado y sin que puedan ingresar a zonas del territorio en cumplimiento de su misión legal “por la razón o la fuerza”, como reza el sabio lema del escudo patrio que hoy parece olvidado.

sábado, 17 de noviembre de 2018

"El Crimen de Piñera"

--Aló ¿Andrés? ¿Salió mi foto con Putin?
--En todos los diarios.
--¿Me veía más alto?
-- Sí... él no usa elevadores. Esa es la buena noticia. La mala es que todos los titulares y la atención se los llevó Catrillanca. Tu foto con Putin pasó a segundo plano, salió pequeña y algunos canales ni la dieron.
--¿Y quién es Catrillanca?
-- Un mapuche al que se le ocurrió atajar una bala de Carabineros con la cabeza. Los del Frente Amplio dicen que es un "crimen de Piñera".
--Pero si yo estaba al otro lado del mundo.
--También Pinochet estaba a cientos de kilómetros de La Serena y los fusilados de allá hasta tú los llamas hoy "crímenes de Pinochet".
--Bueno, eso fue porque lo dijeron los jueces de izquierda treinta años después.
--Pero en treinta años más los jueces del Frente Amplio van a decir que el de Catrillanca fue un "crimen de Piñera".
--Pero entretanto ¿van a destacar mi participación en la APEC? Tiene que ser la principal noticia en Chile.
 --No sé, va a depender del funeral de Catrillanca. Eso se va a robar todos los titulares y quizás qué va a pasar ahí. Y CNN va a dedicar todo el día a eso. Y las redes lo mismo.
--¡Que los carabineros vayan al entierro sin armas o mejor no vayan! Y que instagram, facebook, twitter y la cacha de la espada estén dedicados a mi discurso en la APEC.
--OK, pero la oposición está pidiendo mi renuncia y la de Mayol y me quieren interpelar en la Cámara por el Comando Jungla.
--¡Más titulares y cámaras para ellos, nadie se va a dar cuenta de mi participación en la APEC! ¿Y cómo va la discusión sobre el nombre de Pudahuel? ¿Será Neruda o Merino Benítez?
--Hay una propuesta de consenso entre la izquierda y la derecha: bautizarlo con los nombres de los dos Presidentes: "Salvador Pinochet".
--Pero también tiene que haber una propuesta de centro. ¿Nadie ha sugerido "Sebastián Piñera"?
--Nadie. Es que en la encuesta Criteria-Research saliste con más rechazo que aceptación.
--¿Y por qué publican ésa? En la CADEM siempre me va mejor...
--Es que CADEM quedó mal cuando pronosticó que estabas al borde del triunfo en primera vuelta y sacaste nada más que 35%.
--Bueno, por último no importa el nombre del aeropuerto, porque todo el mundo le va a seguir diciendo "Pudahuel". En fin, tienes que preparar mi llegada y presentarme como el que viene a arreglar todos los problemas. Mucha cámara, titular, las redes sociales y todo eso. Y si te tengo que pedir la renuncia, transmítele el encargo a Ubilla, pero dile que para asumir como ministro tiene que afeitarse la barba.
--Dice que ya la tiene en remojo.

martes, 13 de noviembre de 2018

El "Sí" Volverá

 A la encuesta que más le creía era a la CEP, pero dejé de hacerlo el año pasado cuando pronosticó que Piñera estaba al borde de ganar en primera vuelta y José Antonio Kast no llegaba al 2 %, y resultó que el primero sacó 35 % y el segundo 8 %. La CEP debió hacer "mutis por el foro".

 Ahora la última encuesta Criteria Research ha dicho que la aprobación a Piñera cayó 11 puntos, a 43 %, y su rechazo subió 9 puntos, llegando a 44 %. Es decir, una mayoría lo rechaza.

 A su gabinete lo aprueba el 40 % y lo rechaza el 49 %. 

 Días después de la anterior salió la encuesta Plaza Pública Cadem, mostrando una caída de 4 puntos en la aprobación a Piñera y cayendo a 44 %, dándole un punto más que la de Criteria; y un aumento del rechazo a 40 %.  

 A su gabinete, según esta encuesta, lo aprueba el 37 % y lo rechaza el 39 %.

  Piñera cae, pese a estar cumpliendo al pie de la letra su verdadero programa presidencial, que tiene una sola línea: él debe estar siempre al centro de la foto, en todos los titulares y las pantallas y, en general, en todas partes. Si juega tenis o va a un asado, eso sube a instagram y los diarios deben publicarlo. Está en todas partes... pero cae en las encuestas.

 Para mí, que sostengo que la única clasificación política importante en Chile es entre los del “Sí” y los del “No”, y que nunca he renunciado a que los primeros volvamos al poder, después de 28 años de dictadura del "No" con presos políticos uniformados derivados del control izquierdista del Poder Judicial (confesado por el ministro Larraín), predominio del "No" en el Congreso y consecutivo dominio del mismo en el Gobierno, lo más noticioso e importante viene al final de la última encuesta Criteria Research: al referirse a las expectativas presidenciales, señala que las encabeza Beatriz Sánchez, con 11 % y una caída de 11 puntos (es decir, a la mitad) respecto de la encuesta anterior. La sigue el único candidato del “Sí” que hay entre todos, José Antonio Kast, con 8 % "y alcanzando"; después viene su sobrino, el senador de Evópoli devenido del “No”, Felipe Kast, con 5 % (¿cuánto de eso le debe a llevar el apellido del tío?). Y luego los demás aspirantes proclamados y autoproclamados, con porcentajes menores. 

La novedad estuvo en que apareció por primera vez en la nómina Heraldo Muñoz, presidente del PPD, con 2 %. Otro más del "No".

 El “Sí” es la derecha sin adjetivos ni complejos. Es decir, la verdadera derecha. Siempre he pensado que en 1988, si no hubiera habido tanta injerencia y financiamiento del KGB y del Departamento de Estado (“Endowment for Democracy”), en favor del “No”, podríamos haber ganado ocho años de gobierno democrático, con nuestras ideas de democracia protegida, sociedad libre, autoridad fuerte y Araucanía pacífica.

 Pero sólo en esa región y en Aysén ganamos el plebiscito... y no nos alcanzó. 

 Ahora sí estamos alcanzando: el único candidato de derecha y heredero del "Sí" está cada vez más cerca de encabezar la carrera presidencial. 

  El "Sí" volverá.


domingo, 11 de noviembre de 2018

¿Se Habría Imaginado Usted?

¿Se habría imaginado usted que alguna vez "El Mercurio" iba a dedicar la portada y una página interior completa de su suplemento "Artes y Letras" a promover un libro póstumo del locutor comunista que transmitía desde Radio Moscú el programa "Escucha Chile", concomitante con la acción terrorista del Partido Comunista en el país entre 1973 y 1990 y promotor de ella?

Yo no me lo habría imaginado nunca, pero hoy lo vi materializado tal cual, en la edición dominical de "El Mercurio". 

¡Qué diferente trato a los autores de derecha! Al menos a juzgar por mi propia experiencia. Mandé hace cuatro meses un ejemplar dedicado de mi obra "Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990" al editor de ese mismo cuerpo de Artes y Letras y no sólo ni siquiera acusó recibo, sino que no ha publicado una sola línea sobre ese texto hasta hoy. 

En una ocasión, que agradecí al anterior Director del diario, su cuerpo de Crónica informó favorablemente sobre mi libro. Consecuencia: a la semana siguiente apareció en el quinto lugar entre los más vendidos de "no ficción". Ése es el poder que tiene "El Mercurio". Pero en "Artes y Letras" el libro no ha recibido ni una sola mención. Por supuesto, jamás aspiraría a una página y media, como se le brinda al libro del ex locutor de Radio Moscú.

¿Qué tiene el comunismo que consigue tan buen trato de los anticomunistas chilenos?  Éste es general. Hoy domingo Joaquín García-Huidobro, columnista del cuerpo de Reportajes del mismo diario, en un excelente artículo recuerda la palmaria confesión del poeta comunista Pablo Neruda, en un libro autobiográfico, de la violación de que hizo víctima a una mujer oriental de humilde origen. Un violador confeso y, sin embargo, Chile pretende honrarlo adicionalmente en estos mismos días, nombrando con su apellido --que por lo demás no era el genuino, Reyes-- al principal aeropuerto de entrada al país. ¡Qué doble estándar nacional tan increíble en favor del comunista! 

Un periodista, Fernando Villegas, que exponía ideas contrarias al comunismo, fue abruptamente despedido de los medios de comunicación en que trabajaba, Radio Agricultura y "La Tercera", porque el semanario ultraizquierdista y coprolálico "The Clinic" preparó y publicó un dossier de denuncias de mujeres que lo acusaban de dirigirles frases lascivas. Villegas entonces fue marginado de los medios de comunicación, aunque nunca fue acusado de acto violatorio alguno. Mientras, al poeta comunista y violador confeso se le busca cada vez más motivos de homenaje. 

¿Qué le sucede a este país? Desde el Presidente de la República para abajo son repetidores de los "mantras" comunistas. Ojalá se haya debido a eso la caída de once puntos en el apoyo a la persona de Piñera, según la encuesta Criteria Research, que por primera vez lo presenta con un rechazo ciudadano mayoritario. 

¿Que ya no estamos conformes con los miles de millones de dólares del erario que percibe la extrema izquierda a título de indemnizaciones, pensiones, subsidios de salud y educación, que el país le paga año a año para compensarla por haberle impedido tomar el poder por las armas? 

¿Hasta cuándo vamos a subsidiar al terrorismo?

¿Hasta cuándo se va permitir que la justicia premie a los terroristas y prevarique contra los militares a quienes la civilidad mayoritaria llamó a impedir por las armas un autogolpe totalitario?

viernes, 9 de noviembre de 2018

Cheyre Condenado a Libertad Vigilada

Como oportunamente predije en este blog, el ex Comandante en Jefe Juan Emilio Cheyre no irá a Punta Peuco ni a otro penal, porque la izquierda no es tan malagradecida e incluso cuando sus jueces prevarican, lo hacen prestando consideraciones a quienes la han servido.

Y Juan Emilio Cheyre lo ha hecho: el 10 de diciembre de 2004, como Comandante en Jefe del Ejército, le prestó un servicio enorme al marxismo nacional y mundial, que había intentado, pero no había podido, instalar en Chile "un régimen marxista-leninista integral" (palabras de Allende a Regis Debray): Cheyre culpó a su propio Ejército de "todos los hechos punibles y moralmente inaceptables del pasado".

Y ¿cómo le paga la izquierda? Condenándolo ilegalmente, pero no enviándolo a presidio. La rendiciones incondicionales, como la suya, no garantizan impunidad total, sino sólo de hecho: 3 años y un día de "libertad vigilada".

Por supuesto, la nueva sentencia del ministro Carroza, que hoy por hoy encabeza el funeral del estado de derecho en Chile, transgrede la Constitución, las leyes vigentes y la verdad de los hechos, pues ha condenado a Cheyre como encubridor, el 16 de octubre de 1973, de quince asesinatos acaecidos en La Serena, cometidos por sí y ante sí (sin orden superior) por el comandante Sergio Arredondo y el oficial del regimiento local Tomás Harris, sin saberlo el general Sergio Arellano ni el coronel y comandante del regimiento "Arica" de La Serena, Ariosto Lapostol, ni menos el ayudante de éste, teniente Juan Emilio Cheyre.

La verdad de los hechos está expuesta en mi libro "La Verdad del Juicio a Pinochet" (porque esos fueron "crímenes de Pinochet"), página 20 a 38. Y esa verdad emana de piezas del proceso que tuve a la vista y que el juez Juan Guzmán, iniciador de la Gran Prevaricación Judicial que ha tenido lugar en Chile desde 1998, omitió considerar con tal de condenar al ex Presidente y creyendo que así iba a conseguir un "tenure" o cátedra vitalicia en Harvard, La Sorbonne u otra universidad inclinada a la izquierda de este mundo sometido a los eslóganes de ésta. Pero Juanito, como yo le digo por ser "Old Georgian", terminó sólo en un oscuro decanato en una universidad menor chilena y ni siquiera pudo seguir en el Poder Judicial. ¡Marxistas malagradecidos!

Juan Emilio Cheyre, durante un asado en el fundo de Los Nogales del ex almirante Maurice Poisson, me refirió con detalle cómo era imposible que el coronel Lapostol y el general Arellano, reunidos a más de una cuadra de distancia del lugar donde el comandante Arredondo y el oficial local Harris perpetraron sus excesos, hubieran sabido de qué se trataba. Y de lo que se trataba era de que, por iniciativa de estos dos, se había sustraído de la cárcel a quince presos de izquierda y se les había ametrallado sin forma de juicio en un galpón del regimiento, sin conocimiento de nadie y en medio de la sorpresa del Consejo de Guerra que se celebraba en el mismo regimiento.

Una ironía la constituyó el hecho de que el general Arellano hubiera traído ese día desde Santiago, desde donde acababa de llegar en su helicóptero, una recomendación de condenar a muerte a tres de los detenidos en La Serena, Carlos Alcayaga Varela, Roberto Guzmán Santa Cruz y Manuel Marcarian Jamett, por graves delitos que le imputaba el Comandante del Área de Justicia y Seguridad Interior (CAJSI) de la II Zona Militar con sede en Santiago, de quien dependía el regimiento de La Serena. Y entre los 15 ejecutados por Arredondo estaban esos tres.

La ironía y la "miseria de la chilenidad" en este asunto residen en que uno de esos tres fusilados era hijo de una ferviente partidaria de la Junta, Josefina Santa Cruz de Guzmán. Pero a la vez su hijo Roberto había incitado a los mineros del Campamento Desvío Norte, cerca de La Serena, a apoderarse de los polvorines y a alzarse contra la Junta.  Al saber de lo ocurrido en La Serena, la Junta le concedió una pensión de gracia a doña Josefina, que la rechazó indignada. A todo esto, el Consejo de Guerra contra su hijo prosiguió impertérrito, sin darse por enterado de que éste había sido muerto por Arredondo y, finalmente, conociendo del fallo en la causa 5A-73 de los Consejos de Guerra de La Serena, el CAJSI de la II División de Ejército con sede en Santiago, de quien dependía La Serena, general Samuel Rojas Pérez, el 25 de junio de 1975, determinó rebajar la condena a cinco años que se le había impuesto en primera instancia a Roberto Guzmán Santa Cruz, a 541 días, para cumplir la cual el único impedimento que tuvo éste fue que estaba muerto.

Estamos y estábamos en Chile ¿o no? 

Por supuesto, en todo esto o en nada de esto tenía absolutamente algo que ver el joven teniente Juan Emilio Cheyre, que era ayudante del comandante Lapostol y que se limitó a llevar en un sobre cerrado un comunicado al diario "El Día" de La Serena, que fue publicado el 17 de octubre de 1973 y en el que el jefe del regimiento "apechugaba" con las barbaridades ocurridas el día antes en su unidad, diciendo que los 15 ejecutados lo habían sido "conforme a lo dispuesto por los Tribunales Militares en Tiempo de Guerra", lo que no era verdad, pues finalmente éstos rebajaron la pena a Roberto Guzmán Santa Cruz de 5 años a 541 días en su sentencia final de 1975, sin todavía saber que estaba muerto.

El joven teniente Cheyre, que se limitó a llevar el comunicado a "El Día" en sobre cerrado, cometió ese "delito" acreedor a 3 años y un día de libertad vigilada y que, si se hubiera tratado del también entonces teniente Miguel Krasnoff, habría sido de 10 años o más y se habría sumado, hasta entrar los 640 años actuales, a todos los que le han impuesto jueces similares a Carroza, muy en particular Alejandro Solís, de infausta memoria, en cumplimiento de la venganza marxista contra los militares que salvaron al país, aun cometiendo algunos excesos, de caer en un régimen totalitario sin fecha de término.



jueves, 8 de noviembre de 2018

Me Reintegro a la Chilenidad

De un tiempo a esta parte me he desviado de la mayoría de la nacionalidad, sustentando posiciones rechazadas por ésta, como negar la política de violaciones a los derechos humanos achacada al Gobierno Militar, recordar diabluras de Piñera, en particular las que mantienen procesado a Santiago Valdés, y no tener relato alguno acerca de asaltos sufridos, pues casi todos mis compatriotas los tienen y a mí el último que me había afectado se remontaba a 2006 y ya estaba archirrelatado.

Entonces la noche del martes último me permitió salir de esta condición minoritaria, pues sentí ruidos en la puerta de  calle y cuando fui a averiguar el motivo, un encapuchado vestido de negro me puso una pistola en la cabeza mientras tres más de ellos aterrorizaban de igual manera a las dos mujeres de la casa y a mi hijo menor.

El encapuchado me preguntó dónde estaban la plata y las joyas y yo le pasé los billetes que tenía en el bolsillo trasero del pantalón, lo cual lo enfureció y entonces con la mano libre me dio una cachetada que me remeció los sesos y me hizo acordarme instantáneamente de que tenía más plata en un maletín del dormitorio. Tras decírselo me condujo allá a empujones de pistola.

En el dormitorio gemía mi mujer tendida boca abajo en el sofá, con un encapuchado que le tenía una rodilla encima y un cuchillo enorme junto a la garganta, mientras le tiraba el pelo pidiéndole sus joyas, las que yo veía perfectamente en el anular de su mano colgante y en particular el solitario que le regalé para los bodas de oro y que sólo yo sabía cuánto me había costado. Entonces nuestra nana se le acercó a consolarla, alejándose de su respectivo pistolero, y tomándole la mano le sacó los anillos y se los puso en su bolsillo sin que nadie se diera cuenta. 

Al pasar yo junto a mi afligida mujer quise consolarla, pero el de la pistola me la enterró en la espalda, diciéndome: "¡el maletín!" Entré al closet y se lo entregué, sabiendo que nunca iba a tener otro igual, pues era alemán y de cuero de elefante. Lo había comprado en Hong Kong en 1973, año desde el cual todo el mundo que lo veía me lo había admirado. Contenía un poco de plata, un Apple casi nuevo y una pistola Mauser 6.35 que me había regalado mi padre al cumplir yo 21 años y que él había tenido desde que militaba en la Milicia Republicana de los años 30.

La entrega del maletín a los encapuchados provocó un efecto mágico en los cuatro, en particular cuando uno de ellos gritó "¡vienen los pacos, porque está conectada la alarma!", lo que no era verdad, porque yo me había olvidado de conectarla. Pero se confundieron al ver encenderse los rayos interiores del sistema. Y se marcharon corriendo, dejando la puerta de entrada semidestruida y no sin antes amenazar dos veces  a mi hijo menor con dispararle en la cabeza, habiéndonos a los demás dispensado cinco minutos horrorosos de nuestras vidas.

Entonces pulsé tardíamente el botón de pánico y llegaron los carabineros, que se quedaron hasta las tres y media de la mañana tomándonos declaración. Se interesaron por la pistola Mauser que, les confesé, tenía inscrita pero carecía de permiso para trasladarla en mi maletín. Por consiguiente, me temo que, como suele suceder, voy a ser el único procesado y condenado en la causa y los delincuentes van a volver a quedar impunes, como en nuestro asalto de hace doce años, en que no estábamos en la casa y se llevaron todo lo que les cupo en su camioneta.

Pero, como recién asaltado, me incorporo a la masa de igual condición y considero que he recuperado buena parte de mi chilenidad.

domingo, 4 de noviembre de 2018

La Izquierda es Mundialmente Buena

No puedo entender las críticas al asilo concedido por Francia al triple asesino y secuestrador convicto comunista Ricardo Palma Salamanca. Pues por todos los precedentes sabemos, o deberíamos saber, que el mundo en general y Chile en particular protegen a los asesinos, si son de izquierda. 

Aylwin indultó a todos los terroristas de izquierda que estaban presos por crímenes sangrientos, tras asumir el poder acá. Había dicho que no lo iba a hacer, pero finalmente lo hizo con apoyo transversal. Muchas voces de derecha siguen diciendo hasta hoy que Aylwin es un  ejemplo a seguir. Y el mundo occidental estuvo de acuerdo con él, pues todos esos asesinos convictos obtuvieron empleo asegurado en naciones europeas (el indulto consistió en conmutarles el presidio por extrañamiento, que  consiste en cumplir  la pena residiendo en el exterior, y las naciones europeas colaboraron ofreciendo buenos empleos a los terroristas).

Tampoco nadie criticó al Vaticano cuando concedió asilo y pidió y obtuvo salvoconducto para que se marcharan indemnes del país los asesinos del Intendente de Santiago, general Carol Urzúa, y de sus escoltas. 

Es que la izquierda es considerada buena por antonomasia, aunque asesine. Los verdaderos malos son los que combaten a los asesinos de la izquierda. Por eso Punta Peuco  ya se colmó de militares presos por haber combatido al MIR y al FPMR comunista, al cual pertenecía Palma Salamanca. 

Nuestra sociedad considera tan malos a los militares que combatieron a los terroristas que les tiene reservado un procedimiento penal mucho más desfavorable que el vigente para el resto de los chilenos. Y, además, los priva de eximentes de responsabilidad como la cosa juzgada, la amnistía, la prescripción, la presunción de inocencia, el principio pro reo, el principio de legalidad y, en general, del derecho al debido proceso que tienen los buenos, es decir, los terroristas de izquierda.

Uno de estos últimos se sienta en la Cámara de Diputados y cobra dieta, pese a que confesó públicamente ser autor intelectual de un quíntuple asesinato agravado con premeditación y alevosía. Cuando un abogado se querelló contra él, basado en esa confesión, el tribunal declaró que estaba amparado por la prescripción y lo absolvió.

Y el autor material de ese quíntuple asesinato terrorista no sólo vive impune, sino que fue candidato a concejal (el pueblo malagradecido no lo eligió); fue convidado a una ceremonia en La Moneda por Michelle Bachelet y fue objeto de un almuerzo de homenaje en la Cámara de Diputados 

Pues la costumbre ha consagrado que los buenos, es decir, los de la izquierda, tengan derecho a matar impunemente. Por supuesto, tienen todavía muchos más derechos que ése y debido a ello hay casi doscientos mil de los mismos jubilados con "pensiones no contributivas" (es decir, que no debieron hacer cotizaciones previsionales para obtenerlas). Como muchos eran próximos al terrorismo de izquierda, fueron alguna vez interrogados y, en número de 30 mil, se declararon "torturados", de modo que hoy reciben pensiones del Estado por eso. Asimismo, hay 160 mil despedidos de la administración pública, en la cual habían sido contratados por la izquierda, provocando un déficit público que generó en Chile la mayor inflación del mundo. Su despido permitió terminar con ese déficit y con la inflación, pero hoy reciben pensiones como "exonerados políticos", como si hubieran sido "perseguidos". Es que son "buenos", de izquierda. El mejoramiento de todas las pensiones "contributivas", que son las de la gente normal, en actual discusión, podría financiarse perfectamente si no tuviéramos que pagar pensiones "no contributivas" a los buenos de la izquierda.

El gobierno francés, al conceder asilo al triple homicida y secuestrador comunista, no ha hecho nada diferente de lo que han hecho los sucesivos gobiernos del "No" chilenos y otros estados extranjeros. Así es el mundo en que vivimos y, cuando lo hemos forjado con nuestros votos, el que merecemos. 

jueves, 1 de noviembre de 2018

Manos y Sangre

Cuando falleció la fundadora de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Ana González, de filiación comunista entre 1942 y 2002, el hecho tuvo amplia repercusión nacional e internacional. Hubo un entierro multitudinario. Vi en canal 13 el detalle de su actuación pública desde que su marido, dos hijos y su nuera figuraron como "detenidos desaparecidos", en 1976. El "New York Times" le dedicó una destacada crónica como "defensora de los derechos humanos", aunque el diario no explicó cómo se compatibilizaba esa condición con su militancia comunista.

 Me llamó la atención una fotografía de ella en "La Tercera", de sus últimos años, en que están en primer plano sus manos, finas y elegantes, manicuradas con rara perfección, sus uñas perfectas, pintadas de color burdeos y valiosos anillos entre los que destacaba una fina amatista. Manos y joyas dignas de la realeza europea y reveladoras de un muy buen pasar. Inevitable pensar en las indemnizaciones del Estado chileno por sus cuatro pérdidas y, por asociación, recordar la declaración de Luis Corvalán, Secretario General de su partido, a "La Stampa" de Milán, del 26 de octubre de 1973: "Las armas que teníamos, de las cuales los generales han descubierto una mínima parte, desgraciadamente eran pocos los que las sabían usar, porque no había habido tiempo suficiente para adiestrar a la masa popular".

Busqué a sus deudos en la lista de 600 supuestos detenidos-desaparecidos que el director de la DINA envió a todos los jueces sumariantes (y a mi persona), señalando sus respectivos destinos. Los encontré entre los más de 500 publicados por la Vicaría de la Solidaridad en 1980. Recuérdese que al término del Gobierno Militar la única denuncia por detenidos-desaparecidos constaba en esos siete tomos de la Vicaría, "¿Donde Están?" y en el libro de Patricia Verdugo y Claudio Orrego, "Detenidos Desaparecidos: Una Herida Abierta", que detallaba 600 casos. Era un tema que venía de los primeros años de combate al terrorismo, pues entre 1978 y 1990 hubo menos de dos casos al año, según el Informe Rettig. El marido, los hijos y la nuera de Ana González fueron detenidos en una operación reconocida por la Dirección de Comunicación Social (DINACOS) de la época, como de desmantelamiento de "casas-buzón del Partido Comunista", pero el Ministerio del Interior nunca pudo dar cuenta a los tribunales del paradero de los cuatro detenidos en esa operación, familiares de Ana González. Fue uno de los casos que condujo a la disolución de la DINA.

Las manos distinguidas de Ana González me hicieron recordar la acusación que lanzó el juez Alejandro Solís en la TV contra el brigadier (r) Miguel Krassnoff, cuando le hice ver que le había impuesto centenares de años de condenas ilegales sin haberlo interrogado ni una sola vez. En la oportunidad Solís exclamó que el entonces teniente Krassnoff, había ejecutado con sus propias "manos ensangrentadas", a la dirigenta del MIR Diana Arón, exclamando "¡terrorista y judía más encima!" 

Cuando en este blog he defendido la inocencia de Krassnoff, puesta de actualidad porque el Gobierno demandó hace poco la baja de dos coroneles --uno de ellos hijo de Krassnoff-- por haberlo mencionado en una ceremonia de premiación deportiva de la Escuela Militar, donde fue Subdirector, uno de los "troles" de izquierda que habitualmente me contradicen, sacó a colación el episodio de las "manos sangrientas" de él tras haber supuestamente asesinado a Diana Arón, poniéndolo en boca del informante de la DINA, Osvaldo Romo. 

Mandé prguntar al brigadier preso por esas versiones y me informó que Diana Arón, integrante del Comité Central del MIR, cayó en combate al descubrirse una casa de seguridad del MIR en calle Joaquín Godoy 315 de Santiago, el 19 de noviembre de 1974. Sus restos fueron entregados al Instituto Médico Legal, que los envió como NN a uno de los patios 9, 12, 25,26,27,28 y 29 del Cementerio General, donde no han sido sometidos hasta hoy a examen de ADN, como tampoco lo han sido los restos óseos descubiertos en la sede de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de doña Ana González ("La Tercera"), hallazgo que provocó una crisis en la entidad.

El brigadier me respondió que en el combate del 19 de noviembre de 1974 ni él ni el personal bajo su mando participaron; que en la fecha en que la terrorista fue abatida, él se encontraba en comisión de servicio en el extranjero, lo cual está documentado en el proceso. No obstante, el ministro sumariante Alejandro Solís, sin haberlo siquiera interrogado, le impuso 15 años de presidio por la muerte de Diana Arón.

Si se revisa el nombre de ésta en Wikipedia, aparece el abogado Gabriel Zaliasnik, militante UDI, repitiendo la versión del informante Romo sobre Krassnoff con las manos ensangrentadas y proclamando que Diana Arón era "terrorista y judía además". Ante tamaña falsedad el brigadier (r) envió al presidente de la comunidad judía residente la cuarta edición del libro biográfico suyo, "Prisionero por Servir a Chile", de la historiadora Gisela Encina, donde constan las pruebas de su inocencia en la muerte de Diana Arón. "En mi nota --dice Krassnoff-- le detallo las fechas de mis comisiones en el extranjero, mi inexistencia participativa en la muerte de su correligionaria y otros aspectos sobre este hecho. Al cabo de un corto tiempo mi envío me fue devuelto con una nota de mala educación (donde) me solicitaba el mentado presidente que yo me abstuviera de escribirle". La consigna falsa, mil veces repetida, según la receta de Goebbels, había terminado por imponerse.  

Las enjoyadas manos de la dirigente comunista reciben tributo nacional y mundial. Las manos de un soldado que salvó a su patria del comunismo merecen ser injuriadas y son publicitadas como llenas de sangre por la posverdad triunfante. Así se escribe la historia, al menos mientras no triunfe la verdad.