sábado, 30 de julio de 2022

El Mal Acecha...y Asecha

Nadie podrá votar informadamente el 4 de septiembre próximo si no ha visto el video "El Caso Maureira", en YouTube https://m.youtube.com/watch?v=YotTMGFbxhQ. Dura más de 36 minutos, pero es imperativo verlo. Ahí se comprueba que el mal acecha.... y asecha. Y que su principal instrumento es la mentira.

La antigua oración al Arcángel San Miguel menciona las "asechanzas del Demonio". Antes se rezaba al final de las Misas, pero fue suprimida cuando los prelados comenzaron a irse a la izquierda. A continuación de aquella se rezaba tres Avemarías por la conversión de Rusia. También fueron suprimidas. Pero así y todo alcanzaron a surtir efecto, si bien retardado, a fines de los 80, cuando también gracias, en parte, a la Junta chilena (esto lo he probado en libros y blogs) Rusia y casi todo el mundo repudiaron al comunismo.

El Maligno tiene como principal arma la mentira. Ella campea hoy entre nosotros. Léase el siguiente párrafo de un reciente fallo de la Sala Penal roja de la Corte Suprema, integrada por Haroldo Brito, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos, Manuel Valderrama y el abogado integrante Ricardo Abuauad: 

"Desde el 11 de septiembre de 1973 se inicia en todo el país por parte de las Fuerzas Armadas y de Orden, una brutal represión política e ideológica de militantes y simpatizantes de partidos políticos... planificaban allanamientos de inmuebles, privaban a civiles de su libertad personal, eran encerrados en unidades militares e interrogados bajo torturas solamente por profesar una ideología diferente al gobierno militar".

Dos personas que "profesaban una ideología diferente", dice la Corte, "formaban parte de movimientos de izquierda, en este caso el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR". Fueron detenidas en noviembre de 1975 y la Corte estimó ("he aquí la madre del cordero") que sufrieron un "daño moral" de cien millones de pesos, que el fisco les pagará. Lo da a conocer el diario digital "Chile Informa", único que publica noticias acerca del continuado atropello de las leyes y saqueo de las arcas fiscales que perpetran los tribunales en juicios contra exmilitares. En este caso ocho de éstos fueron condenados a "libertad vigilada" durante cinco años. La mayoría están ya presos en Punta Peuco, cumpliendo, varios, centenares de años a raíz de sentencias similares en cuanto contravienen leyes expresas y vigentes de amnistía y prescripción, además de la verdad de los hechos.  

¿La novedad de este caso? Da señal de que vendrán miles de nuevos juicios y millonarios bonos extras para los 28 mil pensionados vitalicios de la abyecta Comisión Valech, creada por Ricardo Lagos para transferir al extremismo de izquierda ingentes recursos de los contribuyentes. Pues benefició precisamente a quienes fueron interrogados por sus vínculos con grupos terroristas derrotados por el gobierno militar y que representaban una amenaza contra la democracia, como lo expresó el Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de 1973.

A esos pensionados por sospecha de terrorismo ya se les dio hace no mucho un bono extra de tres millones de pesos, acordado en contra del voto de un único parlamentario de derecha que se atrevió a levantar la voz, el diputado Ignacio Urrutia. A raíz de ese acto temerario fue físicamente agredido en sala por la diputada Pamela Jiles, a cuyo ataque afortunadamente sobrevivió sin otra secuela que un leve dolor en el hombro izquierdo.

Entretanto, paguemos pero confiemos en que Satanás y sus mentiras no prevalecerán. Mientras tanto, los tribunales seguirán llenando de dinero a decenas de miles de otros pensionados por haber sido interrogados en razón de sospechas de terrorismo y que querrán cobrar sus sendos 50 millones de pesos adicionales.

martes, 26 de julio de 2022

Gato Escaldado

Muchas personas no saben qué hacer ante la locura que está viviendo el país, en manos de revolucionarios ineptos en los principales niveles, azotado por la delincuencia, que manda, y a punto de consumar un suicidio colectivo al darse una Des-constitución, asistido por clases dominantes que ni siquiera dominan su propia estupidez. 

Pero yo soy un gato escaldado. Éstos son los que han recibido alguna vez un baño de agua hirviente a manos de  los humanos, y apenas divisan a uno de éstos huyen despavoridos. A mí me escaldó Allende y todos sabemos lo que pasó. Como la historia se repite, va a pasar de nuevo. Pero si alguien me pide consejo le contesto, no como gato escaldado, sino como ser racional:

--Vende todo, compra dólares aprovechando la baratura por la liquidación de reservas del Central, ándate a Uruguay, donde el gobierno es de derecha y no sube los impuestos; te compras un inmueble de 600 mil dólares, te dan la residencia y no te cobran ningún impuesto por lo que tengas en paraísos fiscales. Y si allá alguna vez vuelve la izquierda al poder es como Pepe Mujica, que cuida a los capitalistas. Además, no hay encerronas, asaltos, primera línea, mapuches ni saqueos. Vive tranquilo leyendo en el diario el desastre de Chile y reserva piezas para otros parientes que quieran aterrizar allá.

--Pero es que el dólar está tan caro y mis activos están depreciados.

--Cómo va a estar caro el dólar, si el Central está liquidando reservas y haciéndolo bajar, y cuando se le acaben el dólar va a volver a subir. Y si gana el Apruebo, que se está recuperando en las encuestas (porque los millenials son imbéciles) se va a ir a dos lucas.

--Y entonces ¿por qué no te vas tú a Uruguay?

--Porque soy un gato escaldado. Bajo Allende le estaban robando a mi padre un edificio en la calle Huelén de Providencia, con seis departamentos. Los arrendatarios no le pagaban y estaban tramitando en el Ministerio de la Vivienda algo para quedarse gratis ahí. Y el gobierno, como ahora, no daba fuerza pública para los desalojos. Entonces le aconsejé a mi padre vender el edificio a cualquier precio y comprar dólares, porque aquí se venía el comunismo como en "Doctor Zhivago". Al precio de mercado negro resultaron como tres mil dólares, en que vendió todos los departamentos, es decir, el edificio completo. Y entonces vino el golpe, el edificio subió de precio y se fue a las nubes, el dólar bajó y se vino al suelo y mi padre me enrostró hasta el fin de sus días, que fue poco después, que yo lo había hecho hacer el peor negocio de su vida. Ahí me convertí en gato escaldado.

--¿Y crees que puede volver a pasar lo mismo que el '73?

-- Ahora no veo por dónde. Pero soy lo que soy, así es que no vendo nada, no compro dólares y si Chile se suicida me suicido junto con él. Y si alguien lo salva, me salvo con él. Así por lo menos sé que el fantasma de mi padre no me va a venir a retar por incurrir de nuevo en el disparate que lo hice hacer a él.

viernes, 22 de julio de 2022

No Era Verdad

Dijeron que la Constitución estaba muerta. No era verdad, pues está vigente, tanto que el país se rige hoy por ella y, si gana el Rechazo el 4 de septiembre, continuará vigente y lo que estará muerto será el proyecto de la Convención, esta última sí ya fenecida.

Dijeron que el 78 % se pronunció por una nueva Constitución. Tampoco era verdad, porque el 78 % se pronunció por autorizar que se le propusiera al país un nuevo texto que se pudiera comparar con el actual, a fin de que la ciudadanía decidiera cuál seguirá vigente. Eso es distinto que pronunciarse a favor de una nueva Constitución. Y, hasta el momento, todas las encuestas coinciden en que la mayoría preferirá que la actual Constitución siga vigente. 

Puede también que haya una mayoría partidaria de iniciar después un nuevo proceso para reformar la Constitución o reemplazarla por otra. Incluso dentro del voto por el Rechazo. Algunos lo afirman. Pero eso siempre fue una posibilidad abierta, desde el 11 de marzo de 1990. En el futuro tendría que presentarse un proyecto para ese efecto, tal como el que se presentó para iniciar el proceso constituyente que terminará el 4 de septiembre próximo.

Tampoco era verdad que el actual presidente puede continuar por sí y ante sí con el proceso constituyente, si gana el Rechazo. No puede hacerlo sin salirse de la Constitución (artículo 7, inciso segundo), pues ese proceso se agotará el 4 de septiembre. A las autoridades públicas sólo les está permitido hacer lo que les está expresamente permitido por la Constitución y las leyes. 

No era verdad que el actual modelo de sociedad ha impedido terminar con la pobreza. Al contrario, él ha entregado al gobierno los recursos para eso. Si el gasto social del presupuesto hubiera llegado al 20 % de menores ingresos, cada familia recibiría $2 millones 500 mil pesos mensuales y estaría muy por sobre el nivel de la pobreza. (Rolf Lüders, La Tercera, 01.11.19). La burocracia estatal se ha quedado con los recursos para los pobres y gana un 50% más, en iguales funciones, que el sector privado. Y si de ese 50 % en exceso se dedujera sólo el 10 % para financiar las pensiones más bajas, no habría ninguna inferior a $400 mil mensuales (Bettina Horst, El Mercurio). 

No era verdad que el descontento lo provocaba el modelo económico. Se debía a que el Estado y los políticos que lo administran se quedaron con la plata que era para los pobres. Lo que debe reformarse es el Estado, que se ha quedado con ella, no el modelo que la ha generado.

La verdad nos hará libres.

martes, 19 de julio de 2022

La Quinta Pata del Gato

El rector-columnista Carlos Peña reitera hoy en "El Mercurio" su apoyo a un nuevo proceso constituyente a iniciativa unilateral del presidente, si triunfare el Rechazo. Titula su artículo "Análisis Constitucional del Rechazo", pero en rigor es un análisis inconstitucional. El título más acorde con la realidad sería "La Quinta Pata del Gato", tan inexistente como el fundamento jurídico de dicha tesis. "La rueda debe comenzar a girar de nuevo", añadió. Pero no puede. 

Don Andrés Bello escribió en el art. 19 del Código Civil, supletorio en esta materia, que "cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu". El sentido y el tenor literal del art. 142, inciso final, de la Carta son claros en cuanto a que, si triunfa el Rechazo, "continuará vigente la presente Constitución". Eso es lo único que rige. Y la Carta Fundamental no sólo no está "difunta", como la proclamó Carlos Peña, sino que, si triunfa el Rechazo, seguirá imperando mientras we the people no digamos otra cosa.

Otro aserto de Boric y Peña es una "media verdad": que hubo una "decisión plebiscitaria de contar con una nueva Constitución". La verdad completa fue que la Constitución autorizó, por una sola vez, someter al voto popular la idea de redactar una propuesta. La fecha fijada en el art. 130, inciso primero, para esa consulta plebiscitaria fue el 25 de octubre de 2020 (la cual después se prorrogó al 25 de abril de 2021 en razón de la pandemia). Se aprobaría o rechazaría la pregunta "¿Quiere usted una nueva Constitución?" 

La respuesta obvia de todo ciudadano racional a esa consulta debería ser "depende: si me dejan dictarla a mí, sí, por supuesto; si la van a preparar otros, prefiero ver si es mejor o peor que la actual". De hecho, en el plebiscito de abril de 2021 un 78 % aprobó este predicamento y un 22 % (que fue  mayoritario en las comunas más ilustradas y prósperas del país) lo rechazó y prefirió mantener la Constitución actual sin siquiera convocar a una convención redactora de una alternativa, seguramente pensando que "no hay que arreglar lo que funciona bien". Pero, visto ese 78 vs. 22 %, entró a operar el inciso primero del artículo 142, según el cual se redactaría un texto y después habría otro plebiscito "para que la ciudadanía apruebe o rechace la propuesta". 

Boric, Peña y quienes comparten su parecer podrían haber añadido entonces un inciso de un par de líneas al art. 142 diciendo: "Este procedimiento podrá repetirse cuantas veces sea necesario, hasta que triunfe la opción 'Apruebo'", que es lo que pretenden hoy. Pero sólo se les ha venido a ocurrir hoy. Están fuera de plazo. Y como la Constitución, art. 7º, declara que "ninguna magistratura, ninguna persona ni reunión de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les haya conferido por la Constitución y las leyes", ya no puede haber otro proceso constituyente ni "la rueda puede comenzar a girar de nuevo" si triunfa el Rechazo.

Contravenir lo dispuesto en la Constitución podría suscitar un juicio político contra el presidente ante la Cámara y su destitución por el Senado (art. 52 Nº 2 letra a) por haber "infringido abiertamente la Constitución". Y nadie que entienda lo que lee podría alegar falta de fundamento.


 

domingo, 17 de julio de 2022

El Rector Todavía No Tiene Quién le Explique

El 6 de junio escribí un blog titulado "El Rector No Tiene Quién le Explique", a raíz de que el columnista estrella de "El Mercurio" y rector universitario, Carlos Peña, había escrito que "la abrumadora mayoría decidió dar por difunta a la actual Constitución", en circunstancias que el inciso final del art. 142 de la misma dice: "Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Es decir, seguiría, no difunta, sino muy viva y vigente.

Hoy domingo 17 de julio, si bien con cierto atraso, el rector Peña da fe de haber leído por fin dicho inciso final del art. 142 y reconoce que la actual carta no estará "difunta", sino vigente, si gana el Rechazo. Ya es un progreso. Pero lamentablemente escribe a continuación: "...el Presidente (Boric) tiene, desde el punto de vista legal (no político, legal) toda la razón y por eso, de ganar el Rechazo la rueda debería comenzar a girar de nuevo". ¡Propicia una nueva Convención Constitucional! Increíble. Eso es casi "campaña del terror", como escribe una lectora a "El Mercurio" también hoy. Y, lo peor, está lejos de ser así. Todavía el rector no tiene quién le explique.

Pues esta vez testimonia no haber leído el art. 130, inciso 1°, de la Constitución, que dice: "Tres días después de la entrada en vigencia de este artículo, el Presidente de la República convocará mediante un decreto supremo exento a un plebiscito nacional para el día 25 de octubre de 2020".

Es decir, lo facultó para hacerlo esa sola vez y en una fecha específica. Lo cual ya se cumplió con el decreto supremo respectivo y no puede volver a hacerse, porque en ninguna parte está autorizado. Así es que la propuesta de Boric, recomendada por Peña, de seguir en una rotativa de nuevas convenciones es claramente inconstitucional. 

En el derecho público las autoridades sólo pueden hacer lo que les está expresamente permitido. El art. 7°, inc. segundo, de la Constitución especifica: "ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes. Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale".

En este caso esas responsabilidades y sanciones están señaladas en el art. 52, número 2 letra a) de la propia Constitución, que autoriza acusar constitucionalmente al Presidente  "por actos de su administración que hayan... infringido abiertamente la Constitución".

Que alguien por favor le explique esto al rector, pues si el presidente sigue al pie de la letra sus consejos constitucionales, el Congreso lo puede destituir en juicio político. Con las consiguientes consecuencias, por cierto, de tranquilidad, orden y estabilidad que ello podría acarrear para el país.

jueves, 14 de julio de 2022

De Facho Pobre a Súper Rico

El Estado es el más rico de todos y está en manos de la izquierda. Ésta odia a quienes no viven de los impuestos, sino que los pagan. Es decir, a los que se han hecho ricos gracias a su trabajo, a su ingenio o a sus ancestros. Los burócratas dorados manejan el Estado y ganan más que los particulares en iguales funciones, pero se les hace poca la plata y están creando lo que llaman un "impuesto a los súper ricos" (aunque le cambiaron el nombre por razones tácticas, a "impuesto al patrimonio"). Pues de hecho ("letra chica") también se aplicará a muchos que no son súper ricos, sino a quienes los funcionarios de la izquierda dorada llaman despectivamente "fachos pobres".

Hace muchos años el gobierno militar, para aumentar la inversión, dictó leyes diciendo que si uno hacía una sociedad y no retiraba las utilidades, sino que las reinvertía, no pagaba Impuesto personal o Global Complementario sobre ellas. Y efectivamente crecieron la inversión y el país, pero después llegaron los políticos y creció mucho más el Estado y su burocracia dorada de izquierda.. Muchos fachos pobres habíamos formado sociedades y reinvertido las utilidades para no pagar Global Complementario, sin saber la trampa que nos iba a tender la izquierda dorada.

Claro que ya antes de eso descubrimos que "habíamos salido para atrás", porque el Estado dijo después, cuando ya habíamos caído en la trampa,  que esas sociedades debían pagar patentes municipales de 0.5 % de su capital propio, es decir, un imprevisto impuesto al patrimonio. Y además las sociedades hacen necesario llevar una contabilidad completa, es decir, contratar un contador, que termina siendo el más caro de su planilla. Y además el Estado siempre interpreta las leyes a su favor. Por ejemplo, si uno hace un aporte en cuenta corriente a su sociedad, lo cual no genera impuesto, el Servicio de Impuestos Internos le dice "no, eso es un mutuo", que sí genera impuesto. Y usted entonces prefiere pagar, porque si inicia un juicio que durará años y ante un juez de izquierda, en definitiva puede salirle "más cara la vaina que el sable". De partida todo abogado le dice a usted que tiene que "ponerse" antes de iniciar el juicio.

En otras palabras, "si el facho pobre hubiera sabido", no habría formado ninguna sociedad. Un amigo escéptico, que no la ha hecho ni paga patentes municipales ni contadores ni impuesto a los mutuos, sostiene que en definitiva el Global Complementario que paga le resulta más barato que todo eso.

Y, sobre todo, mi amigo ahora no va a tener que pagar el impuesto a los fachos pobres y  súper ricos que ha discurrido Marcel, el cual va a gravar todas las utilidades antes acumuladas de sus sociedades, aunque no valgan ni siquiera cinco millones de dólares. Y lo van a gravar con el 1,8 %, la tasa máxima del impuesto al patrimonio, la misma de quienes tengan quince, veinte o mil millones de dólares. 

Por eso sube el dólar. Pues si usted vende todo y compra una residencia en Uruguay que valga 600 mil dólares o más y reside la mayor parte del año allá, un país muy agradable, con presidente de derecha, sin "primera línea" ni encerronas ni asaltos ni incendios ni saqueos, va a pagar menos impuestos que acá y, ponga atención, además todo lo que usted invierta en paraísos fiscales en Uruguay está exento de impuestos. 

¿Entiende ahora, facho pobre, por qué sube el dólar en Chile? ¿Y por qué bajó en Uruguay? Porque seremos fachos pobres, pero no tan tontos.

martes, 12 de julio de 2022

La Estatua de Merino

Desde mi personal punto de vista, lo más grave que ha sucedido en Chile este año para la democracia, la constitucionalidad y la libertad de opinión, ha sido el episodio que terminó con la forzada remoción de la estatua del almirante Merino que se ubicaba en el frontis de un museo de la Armada, en Valparaíso.

En efecto, un abogado de extrema izquierda recurrió de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago, pidiendo la remoción de esa estatua porque su existencia, sostuvo absurdamente, amenazaba y contravenía sus derechos y garantías individuales consagrados en la Constitución. La corte, si bien en fallo dividido, acogió el recurso y ordenó a la Armada retirar del lugar el monumento. Y esta última, sin hacer uso de su derecho a apelar ante la Corte Suprema, procedió a remover la estatua y poner la de otro personaje naval en su lugar.

Por consiguiente, ha quedado establecido como jurisprudencia de nuestros tribunales y acatamiento de una entidad estatal que un homenaje a un integrante de un régimen del pasado histórico constituye una violación de las garantías individuales de las personas. 

En otras palabras, en Chile hoy no se podría hacer una manifestación pública de adhesión a quienes encabezaron regímenes del pasado, porque ello implicaría violar las garantías individuales y derechos personales de los habitantes del país que no hubieran simpatizado con esos gobiernos.

Es evidente que esto constituye un atropello inaceptable a la libertad de expresión que la misma Constitución garantiza a todos los habitantes de la República, pero además y sobre todo es un atentado contra el sentido común, porque éste dicta que la existencia de una estatua de algún personaje público no puede envolver per se una ofensa contra quienes hayan discordado de su desempeño. 

La estatua de O'Higgins violaría entonces las garantías individuales de los simpatizantes de los hermanos Carrera, la de San Martín atropellaría los derechos personales de los simpatizantes de Lord Cochrane, reconocido adversario político suyo; la de Salvador Allende lesionaría los derechos individuales de quienes se opusieron a su gobierno y lo acusaron de graves violaciones a la legalidad y los derechos humanos, según el Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de 1973, y así sucesivamente.

No es compatible una convivencia democrática, en un clima de libertad y tolerancia, con la consagración del precedente establecido por el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago y la decisión de la Armada de someterse a él sin ejercer el recurso que le cabía interponer. 

El resto de la ciudadanía tiene derecho a que se restablezca más allá de toda duda el respeto a la libertad de opinión, que ha quedado en este caso suprimida por una jurisprudencia y una sumisión institucional inexplicables e injustificables.

domingo, 10 de julio de 2022

¡Tú También, Camila (la Buena)!

En "El Mercurio" y "La Tercera" de hoy aparecen los siguientes y muy representativos testimonios de que profesionales y políticos chilenos cultos no entienden lo que leen: 

1) Adolfo Ruffat, economista, escribe: "Lo único que no está abierto a especulaciones es que el 78 % de los chilenos dimos una orden muy clara: cambiar la Constitución". Pero eso no fue así. Jamás el 78 % dio semejante orden. Lo que esa mayoría aprobó fue el art. 142 de la Constitución, que termina diciendo: "Si la cuestión planteada en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Es decir, para ese caso no dispuso cambiarla, sino dejarla vigente.

2) Los diputados de RN, entre ellos ¡increíble!, Camila Flores, de quien jamás he pensado que no entiende lo que lee, a página entera afirmaron: "No podemos seguir conviviendo al alero de una Carta Fundamental que millones de chilenos dieron por superada en las urnas hace tan solo dos años". No es cierto. No la dieron por superada. Los "millones de chilenos" votaron para que, de triunfar el Rechazo, expresamente dijeron que "continuará vigente".

3) Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia y la figura política mejor evaluada en la última encuesta CEP escribió: "La Constitución del 80 no nos une y mantenerla no es opción". Pero, de hecho, primero, sí nos une, tanto que el entonces presidente Ricardo Lagos dijo en 2005, tras poner su firma y la de todos sus ministros al pie de ella, que era "una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma permanente de Chile. El nuevo texto constitucional se pone a la altura de todos los chilenos y hoy el país se une tras este texto constitucional". Y, segundo, sí es opción, porque continuará vigente si triunfa el Rechazo.

Vivimos en "la casa de todos" y no nos habíamos dado cuenta. El 78 % ratificó la Constitución del 80 de manera explícita si gana el Rechazo, pero ni siquiera Camila Flores, la Camila buena, la irreductiblemente leal, ni los demás diputados de RN, ni la alcaldesa Matthei entendieron el claro veredicto de la gente, contenido en el inciso final del art. 142 de la Constitución, aprobado con el voto de ese 78 % de los ciudadanos.


jueves, 7 de julio de 2022

8 Mentiras en 7 líneas

Pablo Fernández Gumucio escribe hoy en Cartas de El Mercurio 8 mentiras en 7 líneas: 

"El año 88 existía evidencia (1a. mentira) de que nos gobernaba una dictadura (2a. mentira) que torturaba (3a. mentira) y desaparecía gente (4a. mentira), que contaba con policía secreta (5a. mentira) al margen de la ley (6a. mentira), que realizaba elecciones fraudulentas (7a. mentira) (sin Sevel ni registros electorales) y donde no había poderes independientes" (8a. mentira).

No sería grave si no fuera lo que cree la mayoría de los chilenos. Pues profesores y periodistas comunistas y de izquierda lo han sembrado abundantemente en aulas y medios, de modo que se ha "naturalizado" y hasta en la derecha no falta un "hermano o hermana Ossandón" que se haga eco de ello.

La primera mentira era que existían evidencias en 1988 de las que seguían. No es verdad. No existían. Fueron fabricadas después. En 1988 se sabía la verdad. Los comunistas todavía no la habían falsificado y nadie se había "arrepentido".

La segunda, que "gobernaba una dictadura". No, hasta Aylwin reconocía que no la había. Leí sus dichos en El Mercurio. Y el presidente de la República había sido elegido por votación popular en un plebiscito, en 1980, y era gobernante constitucional por un plazo de ocho años. No "dictaba" nada, pues debía ceñirse a una Constitución aprobada por el 67 % de la ciudadanía.

La tercera mentira: "que torturaba". El primer gobierno de mi existencia personal bajo el cual se castigaron las torturas fue el de 1973-1990. Antes, en 1970, los abogados de izquierda (incluido Lagos) presentaron cien páginas de denuncias de torturas bajo Frei Montalva a la Corte Suprema y ésta no hizo ni dijo nada. Bajo Allende fueron tantas que uno de los capítulos del Acuerdo de la Cámara que pidió a las FF. AA. destituirlo era el de las torturas a opositores. Las denunciadas por Juan Luis Ossa a manos del subdirector de Investigaciones, el comunista Carlos Toro, en enero de 1972, hasta se publicaron in extenso en El Mercurio, en detalle, no obstante lo cual no pasó nada ni Allende quedó como "torturador". Al igual que Frei, tiene estatua.

La cuarta mentira: "... y desaparecía gente". Las 650 personas (según la Vicaría) cuyos paraderos se ignoraba al término del gobierno de Pinochet fueron precisados por el ex Director de la DINA, en oficio a todos y cada uno de los jueces que investigaban esos casos (y a mi persona). Después, sucesivas comisiones politizadas "descubrieron" más, pero un número superior a los mismos han sido ubicados. Por eso nunca se formó, en más de 30 años, una "comisión investigadora". La propia izquierda sabe que ya no hay reales desaparecidos entre 1973-1970.

La quinta mentira: "contaba con policía secreta". Nunca fue secreta. Los servicios de seguridad eran fundados por mandato legal publicado en el Diario Oficial, en particular la DINA y su sucesora (al comprobarse excesos), la CNI.

La sexta mentira: "policía secreta al margen de la ley". Fue legal: los servicios de seguridad fueron creados por sendos decretos publicados en el Diario Oficial. 

La séptima, "...que realizaba elecciones fraudulentas". Hizo una consulta y un plebiscito regidos por disposiciones legales y, bajo el gobierno de Pinochet, las únicas elecciones generaron en 1989 al presidente Aylwin y al primer Congreso, que operaron en la ya plena democracia desde el 11 de marzo de 1990.

Octava mentira: "...y donde no había poderes independientes". Falso. El Poder Judicial fue siempre plenamente independiente por disposición constitucional, antes y después de 1980. Y la Junta de Gobierno lo fue desde 1973 hasta 1990.

Aunque las mentiras anteriormente detalladas se hayan impuesto en Chile, eso no las convierte en verdades.

martes, 5 de julio de 2022

Epifanía Comunista y Adiós

Un pianista comunista tocó la Canción Nacional, la alcaldesa comunista hizo de dueña de casa, el presidente de la República, que declara estar "a la izquierda de los comunistas", fue el invitado de honor; el imbunche presentado lo pergeñaron entre Marcos Barraza, comunista, y Fernando Atria, compañero de ruta. El acto fue una epifanía comunista integral en un país en que los más altos índices de rechazo en las encuestas suelen cosecharlos los comunistas, pero donde, de una u otra manera, casi siempre se termina haciendo lo que ellos dicen y casi todos, hasta la centroderecha, repiten consignas suyas. Pero el comunismo no funciona. Por eso tras "la dictadura comunista de Allende" (título del libro en prensa de Nicolás Márquez) sobrevino un intervalo lúcido nacional como el de 1973-1990.

A Boric le advierto desde ya que si gana el Apruebo el desbarajuste va a ser tal que él no va a durar ni siquiera los mil días de Allende en el poder. Pues la gente sin pan, como el '73, les va a pedir a los militares que lo echen y es probable --aunque menos que el '73, pues existe un Punta Peuco-- que vuelvan a intervenir. En cambio, si gana el Rechazo Boric tiene una buena probabilidad de terminar su mandato y entregarle la banda, esto sí es seguro, a José Antonio Kast o a Evelyn Matthei en 2026. Porque la mayoría acá será tonta, pero sólo hasta cierta fecha: Ibáñez ganó lejos tras la "revolución de la chaucha" de 1949, Jorge Alessandri ganó menos lejos, pero eso igual valió, tras la insurrección del 2 y 3 de abril de 1957; y en 1973 la Junta alcanzó su peak de popularidad tras la salida de madre marxista de Allende. La insurrección del 18.10.19 terminará fortaleciendo a la derecha. 

Dicho eso, convengamos en que la Convención ya está out, finita, nunca más. Dentro de unos días más la gente va a preguntar quiénes fueron Elisa Loncon, María Elisa Quinteros, Jaime Bassa y no sé cuánto (ya se me olvidó) Domínguez. Y cuando le contesten que estuvieron a la cabeza de la Convención va a preguntar qué Convención. La vida es así. Los ríos de tinta, sesudos debates y paneles, cuerpos aparte semanales de "El Mercurio" y programas especiales de radio y TV ya fueron a dar al mar.. 

Lo sospeché desde un principio y lo escribí, pero confieso que me equivoqué en una sola cosa: no creí que la bolsa de gatos fuera a producir ni siquiera el adefesio.

Tras depositarla en "el basurero de la historia", que quede para perpetua memoria: (1) La Constitución vigente no estaba muerta. Vive. (2) "El modelo" tampoco estaba muerto, tanto que hoy reacciona ante el peligro del comunismo reinante y el dólar llegó a $950. (3) El estallido nunca fue "social", pues los pobres de otras partes vinieron y vienen en masa a Chile a "sufrir" la suerte que el modelo depara a sus similares de acá. (4) Bajo cualquier indicador la economía libre y la Constitución que la ampara generaron prosperidad, democracia y libertad: antes del estallido (1990-2019) éramos democracia plena; después, "democracia defectuosa". Luego, el "estallido" ha sido, además de destructivo, antidemocrático. (5) Fueron los partidos y sus clientelas los que se quedaron con parte de la plata que era para los pobres: remuneraciones estatales son un 50 % superiores a las de mercado y si el gasto social hubiera ido a los más pobres y no a las clientelas de los partidos, no habría pobres: es preciso redistribuir desde la burocracia hacia los más pobres.

La perspectiva de hoy es que el 4 de septiembre la mayoría dirá adiós a tantos mitos. Parece que "más temprano que tarde" la plaza Baquedano y la República de Chile volverán a ser lo que fueron. 

sábado, 2 de julio de 2022

Pienso, Luego No Existo

Soy distinto a todos los demás chilenos porque pienso. Pues ellos se dividen entre los que votan "Apruebo", los que votan "Rechazo", los que votan "Apruebo para Reformar" y los que votan "Rechazo para Reformar", pero todos están de acuerdo, de izquierda a derecha, en que se debe "Reformar" para hacer "los cambios", que son una sola cosa: sacarles plata a los que tienen más para dársela a los que tienen menos. Como yo pienso, soy partidario de reformar para volver a la Carta de 1990. 

Entonces, a diferencia de todos pienso que se debe "Rechazar para Reformar", pero para "Deshacer los Cambios": disminuir la burocracia, bajar sus remuneraciones, que son un 50% más altas que en el sector privado; bajar los impuestos. ¿Alguien ha hecho eso antes alguna vez? Sí, Pinochet lo hizo cuando en 1975 su ministro Jorge Cauas echó al 30 % de la burocracia y cinco años después el país había equilibrado el presupuesto y crecía al 7 % anual.

Lo mismo hay que hacer ahora y habría hecho José Antonio Kast. Y Chile hoy iría como avión para arriba. Pero este pobre país hoy está enfermo de millenialismo, Si no, cómo se explica que la gente, mientras más estudios tiene, vota en mayor proporción por el "Apruebo" ("El Mercurio", 15.06.22). Mientras menos edad tiene, la gente vota más por Boric. 

Hay que "Rechazar para Reformar", pero restableciendo el rol de los uniformados como garantes de la institucionalidad. Pues la única garantía que dan los políticos civiles es que van a violar la Constitución. Ésta ha sido arrasada y ello ha destruido la "rule of law", mal traducida como "estado de derecho". En el Índice de Democracia de The Economist, Chile ha empeorado desde "democracia plena" a "democracia defectuosa". Aquí la Constitución ya no rige: el poder legislativo opera de facto. Por eso el senador Quintana (PPD) reconoce que vivimos bajo "un parlamentarismo de facto". El Poder Ejecutivo ha perdido, también de facto, sus principales atribuciones, que son mantener el orden público y defender la soberanía. Pregúntenle a Otto Wilde, agricultor suizo del sur que vive en un container porque su fundo de 800 hectáreas está tomado por delincuentes y el Ejecutivo no es capaz de hacerlo desocupar. No hay orden público. Ni tampoco soberanía plena, porque el Wallmapu, como lo designa la ministra del Interior, es de hecho una nación aparte desde la cual la corrieron a balazos cuando quiso visitarla.

Y, por supuesto, así como los poderes Legislativo y Ejecutivo incumplen su misión, el Poder Judicial también incurre en eso, prevarica sistemáticamente y es cómplice de extraer recursos al fisco impúdicamente, condenándolo a pagar mediante sentencias que atropellan leyes vigentes y expresas.

Hay que Rechazar para Reformar la Constitución y restablecer: 1) El rol de garantes de la institucionalidad de los altos mandos, con derecho a destituir directamente a quienes violen la Constitución. 2) Reconstituir el Consejo de Seguridad Nacional con atribución de los altos mandos de autoconvocarse. 3) Sustituir el actual sistema procesal penal pro-delincuentes por otro pro-víctimas. 4) Establecer constitucionalmente el derecho de la fuerza pública a usar sus armas de servicio ante desórdenes públicos. 5) Restablecer el art.8° de la Constitución de 1980 que ponía fuera de la ley a los totalitarios. 6) Facultar al Tribunal Constitucional para destituir a los jueces prevaricadores.

¿Nadie piensa igual? Entonces yo, que pienso así, no existo. ¿Y qué fue?