miércoles, 29 de junio de 2022

¡Adiós, Bolsa de Gatos!

El nombre se lo puso otro izquierdista, José Mujica, ex guerrillero uruguayo que después fue presidente, "quemó todo lo que adoró" en su juventud subversiva y terminó cuidando a los capitalistas. Pero, como buen izquierdista, que no traiciona a los suyos como hacen los centroderechistas, después vino para acá, desagravió a la Convención y le deseó buena suerte. Pero ésta era, de verdad, una "bolsa de gatos" y produjo, entonces, un engendro o imbunche intragable hasta para los chilenos más quedados. Ahora todas las encuestas anticipan que va a ser rechazado y de todo eso no va a quedar nada. Ni un recuerdo. Sólo un forado de 25 mil millones de pesos botados a la calle. Pues en un par de días más los gatos van a cerrar la puerta por fuera, se van a ir para sus casas con lo "comido y lo bailado" a costa nuestra y van a quedar para siempre en el más justificado olvido. Salvo los discursos de cierre de los pocos convencionales de derecha, a quienes los rojos no les hicieron ningún caso y cuyos esfuerzos por hacer un trabajo decente cancelaron por completo.

"Lo sospeché desde un principio", lo advertí y lo predije. Pero, como de costumbre, nadie me hizo caso. "El Mercurio" hasta le dedicó a la bolsa de gatos un cuerpo de diario aparte, los canales destinaron horas a paneles inútiles, como si la Convención estuviera haciendo algo trascendente. Pero en un par de días más ya no va a quedar nada de ella y el 4 de septiembre la misma mayoría que la eligió y glorificó le extenderá el certificado de defunción, si bien ya pergeña otras locuras para "arreglar" lo que funciona bien (la Constitución de 1980 y el modelo que nos dio los mejores 40 años de nuestra historia.) 

Entretanto el arrepentido Patricio Navia nos pide, a los que siempre tuvimos razón, los de la derecha pinochetista, que ni siquiera asomemos la nariz para no perjudicar al Rechazo. Pero una pobladora se convierte en trending topic en un video en que dice que necesitamos "al que enterramos" (no se atreve a nombrarlo) porque cuando él gobernaba podía andar tranquila por las calles.

Otra mala noticia para la izquierda y el entreguismo: Nicolás Márquez, autor argentino que denunció al mundo al asesino en serie conocido como "Ché Guevara", presenta su nuevo libro, "La Dictadura Comunista de Salvador Allende". Después de que se publique ya nadie podrá hablar más de "la dictadura", como hacen hasta los centroderechistas genuflexos, pues no se va a saber a qué gobierno se refiere. Un párrafo demostrativo, citado por Márquez y que nosotros teníamos a nuestra vista pero no reparábamos en él, es la respuesta del dictador Allende a la Corte Suprema porque no respetaba los fallos: "En un período de revolución, el poder político tiene el derecho a decidir en último recurso si las decisiones judiciales se corresponden o no con las necesidades históricas de transformación de la sociedad, las que deben tomar absoluta precedencia sobre cualquier otra consideración. En consecuencia, el  Ejecutivo tiene derecho a decidir si lleva a cabo o no los fallos de la justicia". ¡Flor de "demócrata"! La cita la toma Márquez del libro de José Piñera "La Casa Dividida", p. 27. Lo teníamos ante nuestros ojos y creíamos que la dictadura era la de Pinochet. Ahora la centroderecha entreguista que habla de "la dictadura", tendrá, al menos, que precisar a cuál se refiere.

¿Qué va a pasar? Me llega la grabación del concejal Harry Álvarez, de Algarrobo, porque se están tomando casas de veraneo en El Quisco. "Si se instalan, el juicio dura cinco años", advierte. Ya no es sólo "la macrozona sur". Y Boric, como Allende, no prestará la fuerza pública. Márquez cita otro libro chileno, "Mil días, mil por ciento", de Pablo Baraona y otros. Acá se viene de nuevo lo mismo. La gente recién aprovechó la baja del dólar gracias a la venta que hizo Marcel, para comprar más y lo hizo subir de nuevo. ¿Es que la izquierda no aprenderá nunca? Nunca, por supuesto. Pero el ciudadano medio sí. Aprontémonos, que podríamos tener que volver a resucitar al país antes de lo presupuestado. Ya en Iquique están lanzando maíz a los regimientos. "Ellos" y nosotros, como la otra vez y de nuevo con el aplauso mayoritario. Los kerenskys están perplejos otra vez con sus bases arrancando hacia la derecha. La historia, aunque la mayoría no aprenda de ella, insiste en repetirse.

domingo, 26 de junio de 2022

Secuestro de la Memoria de Manolo Montt

En su prurito por apropiarse de lo ajeno, la izquierda ahora está perpetrando el "secuestro permanente" y para sus propios fines del recuerdo del recién fallecido fundador y exrector de la Universidad Diego Portales, Manuel Montt Balmaceda.

El rector actual, Carlos Peña, escribió en "El Mercurio" una columna en su memoria que hace aparecer a Manuel como opositor a Pinochet, lo que nunca fue. A raíz de ésa y otras consideraciones erradas de dicho rector escribí una carta al diario, que éste no publicó y que decía lo siguiente:

"Señor Director: Hay dos temas en la columna de Carlos Peña sobre Manuel Montt Balmaceda en que se aparta de la verdad. Uno, cuando afirma: "logró mantener una irónica distancia frente a la dictadura, sin nunca dejarse confundir con ella". Desde luego, Manolo nunca la llamó "dictadura" y seguramente estaba de acuerdo con el presidente del Colegio de Abogados, Alejandro Silva Bascuñán, que públicamente calificaba de "legítimo" a ese régimen. Y además, él mismo lo representó año a año, como delegado en las asambleas anuales de la OIT. El otro error: Manuel escribió, como recuerda Carlos Peña, un opúsculo titulado "Yo No Asesiné a Jimmy Carter", pero lo hizo porque el coronel Contreras, director de la DINA, le comunicó haber sido informado por la CIA de que un terrorista con pasaporte chileno a nombre de Manuel Montt Balmaceda se dirigía a lugares que iba a visitar Jimmy Carter para asesinarlo, y pretendía darlo de baja. Seguramente el verdadero nombre del impostor hoy figura en las listas de "detenidos desaparecidos". El entonces coronel Contreras, llamó a Manuel para ponerlo al tanto de la situación. Por eso escribió el libro, todo lo cual él mismo me refirió humorísticamente, aunque la situación lo preocupó bastante. Fue un gran amigo y siempre lamentó que la Universidad, cuyo Consejo presidió, hubiera finalmente caído en manos de una mayoría de docentes y un rector de izquierda. Hermógenes Pérez de Arce Ibieta".

En los años '80 Manuel me había llamado angustiado, pidiéndome ayudarlo en la tarea de rescatar la Universidad Diego Portales, ex Instituto de Publicidad y Ventas (IPV), de manos de la izquierda. Había sido fundada por un grupo de empresarios encabezados por Agustín Edwards Eastman, aprovechando una de las muchas libertades que consagró el gobierno del presidente Pinochet en favor de los chilenos. (Hasta los comunistas fundaron la suya, "Arcis").

Con Manuel semanalmente nos reuníamos en el pre-parlamento pluralista de los miércoles, creado por Willie Arthur. Estaba sobrepasado por la cantidad de docentes de izquierda que, de hecho, controlaban la nueva universidad. Pero no pude aceptar ni ayudarlo. Él y el consejo manejaron con habilidad la situación y designaron a un rector de derecha, el ex ministro del presidente Pinochet, Francisco Javier Cuadra. Pero los izquierdistas no cejaron y habían formado lo que yo en mis columnas de "El Mercurio" denominé un soviet para desbancarlo. Prepararon una verdadera intriga político-publicitaria, y lo lograron. 

El soviet colocó a su hombre en la rectoría, Carlos Peña. Manuel Montt y el consejo directivo tuvieron que acomodarse a esta "nueva realidad", la misma que a la postre ha permitido a la izquierda hacerse del país y reescribir su historia y la de la propia universidad a su manera. Hoy todo Chile está tratando de acomodarse.

Entretanto, también aprovechándose del secuestro permanente de la memoria de Manolo, hoy otro exrector de izquierda y excolumnista de "El Mercurio",  a quien éste sí le publica su carta, Agustín Squella, exacerba el abuso y escribe: "Manuel Montt, valiente y visionario fundador de la UDP cuando declararse pluralista (1982) era bastante riesgoso". Eso es casi un chiste, dado que la lucha de Manolo y el consejo era para impedir que la izquierda les tomara la universidad.

Supongo que desde el Más Allá Manolo estará mirando humorísticamente la situación. Aunque reírse resulte cada vez más difícil, vistos la defección de la Armada en el caso del monumento al almirante Merino, los radiopatrullas de Carabineros pintados con la bandera del orgullo gay y la propia captura de la memoria y recuerdos de Manolo por el soviet, que ahora hasta reinventa su historia personal y lo presenta como un cuasi "perseguido político" del gobierno al cual siempre apoyó y defendió.

jueves, 23 de junio de 2022

Se lo Dijimos Desde un Principio

Mario Waissbluth, un ingeniero químico ex MAPU, que votó "Apruebo" igual que el 78 % en 2020, ahora, arrepentido, llama a votar "Rechazo" en un muy buen video de análisis del desastre que significaría adoptar la fotocopia de la Constitución boliviana (ver cartas al director de "El Mercurio" de hoy) que a gran costo --muy por sobre el valor cobrado por cualquier fotocopiadora-- nos impondría la Convención.

Pero las primeras palabras de Waissbluth en su divulgado video son: "El dictador me exilió durante 14 años...". Para aparecer como políticamente correcto, supongo. Pero es una completa falsedad, porque él se hallaba fuera de Chile el 11 de septiembre de 1973 y mal podía ser exiliado. Pertenecía al MAPU, que prohijaba la subversión armada, según confesión de Altamirano a Patricia Politzer, colectividad que recomendaba entre sus "técnicas de acción de masas", documentadas por el historiador Víctor Farías, el uso del laque, "el más efectivo de los elementos para el combate cuerpo a cuerpo, permite liquidar la guardia del enemigo quebrándole los antebrazos de un golpe fuerte". Así es que es probable que Pinochet, no "dictador" sino presidente elegido en 1980 por ocho años, haya juzgado prudente prohibirle su reingreso a desplegar las señaladas técnicas. Sólo un Piñera lo habría dejado regresar. 

Con el voto de marxistas arrepentidos como Waissbluth el "Rechazo" tiene alta posibilidad de ganar, lo que sólo aleja a Chile de un colapso total casi inmediato, como lo representaría el triunfo de "Apruebo". Pero bajo esta Constitución y todo, el gobierno seguirá siendo marxista y arruinando al país con negocios como la venta por Enami de Ventanas, firma estatal insolvente y de patrimonio negativo, a Codelco en 400 millones de dólares, cantidad que disminuyó los traspasos de esta última al fisco para financiar programas socialistas. Los gobiernos, entonces, nos subieron los impuestos a los contribuyentes, que fuimos quienes terminamos haciendo la pérdida generada por ésa y otras genialidades socialistas como el Transantiago, ideado por ese, hoy, verdadero héroe "republicano" (es que le dicen), Ricardo Lagos. 

Entonces, bienvenidos los arrepentidos del "Apruebo", a condición de que al manifestar su contrición no falten a la verdad.

martes, 21 de junio de 2022

Excelentísimo (r) Cerebro Lavado

Sebastián Piñera le ha escrito a la presidenta de la Convención declinando asistir a su clausura del 4 de julio. Lo notable es que en dos párrafos de su carta demuestra elocuentemente tener el cerebro lavado por la propaganda comunista, revelando, en ese aspecto, ser un genuino representante de la mayoría del pueblo chileno. En efecto, Piñera expresa:

"En Chile llevamos más de 40 años dividiéndonos y confrontándonos en torno a la Constitución del 80, a pesar de sus múltiples y significativas reformas. La inmensa mayoría de los chilenos no quiere seguir dividiéndose y confrontándose en torno a la Constitución durante los próximos 40 años. Quiere unidad y que la Constitución sea la Casa de Todos". 

Todo errado: los chilenos no hemos estado 40 años dividiéndonos en torno a la Constitución sino, al contrario, siempre la hemos ratificado y reafirmado. Y, más aún, ha sido consagrada como "la Casa de Todos". Y hasta ahora la mayoría quiere seguir con ella. 

En 1980, el 63 % votó por aprobarla (71 % de las mujeres). Y entre 1981 y 1989 rigió, incontrovertida, la vida interna. Nadie la señaló como causa de división. Tanto que en 1989 el gobierno (el presidente Pinochet) y la oposición (Aylwin y la Concertación) se pusieron de acuerdo en introducirle reformas que les interesaban a ambos y las concordaron, sometiéndolas a plebiscito. El pueblo acudió masivamente a las urnas: votaron 7.082.079 personas sobre una población de 12.707.000, es decir, el 56 % de la población. La abstención fue de sólo 6,5% de los inscritos, es decir, el 93,5 % de éstos fue a votar.

Cuando en 2020 se propuso una nueva Constitución fueron a votar en el respectivo plebiscito, no el 93,5 % de los habilitados para hacerlo, como en 1989, sino sólo el 49,2 %. 

Y los que votaron en 2020 representaron el 40 % de la población, no el 56 %, como en 1989. 

Y como si lo de 1989 no hubiera sido suficiente ratificación popular de la Carta, en 2005 la casi totalidad del Congreso la volvió a validar, tras hacerle otras reformas. Y el entonces presidente Ricardo Lagos la proclamó "Casa de Todos" con estas palabras: "El nuevo texto constitucional se pone a la altura del espíritu de todos los chilenos y hoy el país se une tras este texto constitucional". 

Tanto que en seguida, con suprema frescura y poca elegancia, birló el derecho de autor de Augusto Pinochet y sus ministros y sustituyó el nombre de aquél por el suyo propio y los del gabinete de aquél por los del suyo. 

En resumen: "40 años dividiéndonos y confrontándonos": falso. "La inmensa mayoría" no quiere seguir así: falso. "Quiere unidad y que la Constitución sea la Casa de Todos": falso, ya hay unidad y los chilenos vivimos en la "Casa de Todos". Que algunos quieran arrasar con todo es otro tema. Siempre ha sido así.

Me he preguntado muchas veces "¿cuál es el sortilegio que usan los comunistas para llevar a una mayoría a creer y repetir sus mentiras, como lo hace hoy Piñera?" Creo que la cosa anda entre el miedo a su violencia, porque de verdad "matan", y su capacidad de repetir incesante e indefinidamente sus consignas.

viernes, 17 de junio de 2022

Personas que Deberían Ir Presas

Si en Chile hubiera estado de derecho (una mala traducción del "rule of law" o "imperio de la ley") los siguientes ministros y abogados integrantes de la Corte Suprema deberían ser condenados a privación de libertad desde 61 días y hasta cinco años e inhabilitados perpetua y absolutamente para cargos u oficios públicos, derechos políticos y profesiones titulares: Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrrama, Leopoldo Llanos, Gonzalo Ruiz, Ricardo Abuauad, Jorge Dahm, MaríaTeresa Letelier, Diego Munita y Leonor Etcheberry. 

La señalada es la pena que recae sobre los miembros de los tribunales de justicia "cuando a sabiendas fallaren contra ley expresa y vigente en causa criminal o civil", de acuerdo con el artículo 223 del Código Penal.

Pues los primeros cinco jueces condenaron a tres miembros de un servicio de inteligencia a penas de entre cinco y diez años de presidio por la muerte del principal jefe terrorista del país, el 5 de octubre de 1974, y expresaron en el fallo que no podía aplicarse la prescripción por tratarse de un delito de lesa humanidad.

Los restantes cuatro jueces más Leopoldo Llanos condenaron a nueve uniformados en retiro a penas de entre siete y 20 años, por las muertes de 38 personas entre el 24 de septiembre y el 10 de octubre de 1973 y también expresaron en su fallo que no podía aplicarse la prescripción por tratarse de delitos de lesa humanidad.

Pero tales delitos no existían en Chile en 1973 ni 1974, sino que sólo fueron creados por la ley 20.357 de 18 de julio de 2009. Además, esa misma ley expresó que  “los hechos de que trata esta ley, cometidos con anterioridad a su promulgación, continuarán rigiéndose por la normativa vigente a ese momento. En consecuencia, las disposiciones de la presente ley sólo serán aplicables a hechos cuyo principio de ejecución sea posterior a su entrada en vigencia".

Asimismo, el artículo 19 número 8, inciso tercero de la Constitución vigente dice: "Ningún delito será castigado con otra pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración". Es el principio inmemorial "de legalidad", contemplado en todas las legislaciones civilizadas. Por eso su respeto es considerado un derecho humano esencial de los enjuiciados, tanto por la Convención Americana de Derechos Humanos como por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ambos tratados suscritos por Chile y vigentes hoy.

Por consiguiente, los ministros y abogados integrantes que deberían ir presos por la prevaricación consistente en contravenir en su fallos textos legales expresos y vigentes de la Constitución y de la ley 20.357, también han atropellado derechos humanos esenciales que garantizan los señalados tratados suscritos por Chile.


miércoles, 15 de junio de 2022

Los Abogados y la Verdad

En "El Mercurio" del 14 de junio aparece la noticia de que el Colegio de Abogados homenajeó "a abogados colegiados detenidos desaparecidos". Se informa que en su biblioteca fue instalada una placa conmemorativa "en memoria de un grupo de diez profesionales colegiados detenidos desaparecidos o ejecutados políticos durante la dictadura". Fue una decisión unánime de los consejeros. Su presidente, Ramiro Mendoza, destacó que ésta era una "deuda pendiente". ¡Qué políticamente correcto!

Pero yo no lo soy. Soy la antítesis de eso y, además, conozco la verdad, la ley y tres de los casos de la nómina de "desaparecidos y ejecutados". Entonces me he dicho: "lo que va de ayer a hoy". Pues la que el Colegio llama hoy "dictadura" fue declarada por el mismo Colegio como "gobierno legítimo", en una declaración publicada por su presidente de entonces, Alejandro Silva Bascuñán, en una separata de la Revista de Derecho y Jurisprudencia de octubre de 1973. "Así se escribe la historia". 

En ese tiempo sus colegiados Patricio Aylwin y Eduardo Frei defendían a los militares y se negaban a criticar ningún exceso de éstos, pues habían librado al país de un régimen totalitario y de la guerra civil y estaban aliviados y agradecidos. Después,. alejados esos peligros, cambiaron de opinión, al igual que el Colegio y, en fin, todos los innumerables "generales después de la batalla" que llevan la voz cantante en el país.

Leí la nómina de los diez "desaparecidos y ejecutados políticos", según el Colegio, y vi que, en  tres casos que yo conocía no se trataba de lo primero, pues su paradero había sido perfectamente conocido: caso de Arsenio Poupin, fusilado el 13 de septiembre de 1973 en el "Fuerte Arteaga" del Regimiento Tacna, tras haber sido apresado, junto a otros 22 colaboradores del entonces presidente Allende, el mismo 11 de septiembre en La Moneda. Fue víctima de un evidente exceso, como los que se produjeron durante la Revolución de 1891 en Lo Cañas y en 1938 en la ocupación del edificio del Seguro Obrero, en que 60 jóvenes rendidos a carabineros fueron ejecutados. Pero en ambos casos se dictaron después prontamente leyes de amnistía que hicieron olvidar las barbaridades cometidas. Es que en esos tiempos el comunismo, el gran divisor de los chilenos y cultivador del odio, no manejaba a la opinión pública ni al Colegio de Abogados, como hoy.

Otro caso de la lista publicada y que conozco es el de Carlos Berger Guralnik, fusilado en Calama por orden del teniente-coronel Sergio Arredondo, por sí y ante sí, sin conocimiento ni autorización alguna de su superior, el general Sergio Arellano, ni menos del presidente de la Junta, Augusto Pinochet, quien fue posteriormente absuelto de manera expresa como coautor o cómplice de esos delitos por la unanimidad de la Corte Suprema (ver fallo de ésta del 8 de agosto de 2000) . 

Por esas disfuncionalidades propias de los tiempos revolucionarios que se vivía en 1973, un consejo de guerra condenó al injustamente ya fusilado Berger a una pena menor. Detalle de su caso está en las páginas 70 y siguientes de mi libro "La Verdad del Juicio a Pinochet", que fuera primer best-seller allá por el año 2000.

El tercer caso que conozco es el de Roberto Guzmán Santa Cruz, que según aviso publicado en el diario "El Día" de La Serena del 17 de octubre de 1973, por orden del comandante del regimiento local y jefe de plaza, coronel Aríosto Lapostol, fue fusilado "por incitar a los mineros del campamento Desvío Norte y alrededores a apoderarse de los polvorines y oponer resistencia armada a la Junta de Gobierno". (Ver página 27 de mi libro antes referido y página 94 de "Los Zarpazos del Puma", de Patricia Verdugo.)

Como la madre de Guzmán era partidaria de la Junta y había intercedido por su hijo, tras saberse de su fusilamiento recibió por ley una pensión de gracia, que ella rechazó indignada. Para colmo de disfuncionalidad militar, sólo en 1986 el juez militar de Santiago, general Samuel Rojas Pérez, informó a la misma señora que el tribunal militar había rebajado en 1975 (dos años después de haber sido fusilado) la condena de su hijo de cinco años y un día a 541 días.

"¡Oh Chile, cómo funcionan tus instituciones!". Entre ellas tu Colegio de Abogados, que aplicó censura previa a mi artículo "Perplejidades de un Abogado de Antes", debido a lo cual lo publiqué en este blog el 27 de marzo de 2015. Ha merecido a la fecha 2.678 lecturas, según acabo de comprobar. Seguramente más de las que habría captado en la "Revista del Abogado", que lo desechó. Exponía de manera políticamente incorrecta la distancia que había entre un fallo redactado por un colegiado suyo y el texto de la ley y la verdad de los hechos. 

lunes, 13 de junio de 2022

4/7: ¿Para Qué?

La historia se repite. Y si no se repite, rima, como dijo Mark Twain. Lo que está pasando, ya pasó entre 1970 y 1973.

El actual gobierno de extrema izquierda (como el de 1970-73) quiere que la riqueza "de los demás" pase al Estado, que maneja ella (la extrema izquierda), por mayoría simple (51%) para, dice, repartirla mejor. La Constitución vigente exige para eso 2/3 (67%). "La Constitución de Guzmán" exigía 3/5 (60%), pero las reformas de 1989, con apoyo del 91,25 % del voto ciudadano, subieron el quórum de reforma a 2/3. Ésa es la verdad histórica, aunque a usted le hayan contado otra cosa. Lo cual ya aclaré en columna anterior, que usted puede leer aquí. 

"He ahí el problema". "That is the question": con qué quórum la extrema izquierda (el actual gobierno comunista-frente amplista, Boric, en definitiva, llámelo como quiera) se puede quedar con la plata de los demás, para, dice el mismo Boric, y eso le encanta a todo el mundo, repartirla de nuevo a su modo. "Derechos sociales". Dice que la quiere para repartirla de la manera que prometió y le dio el 56 % de los votos en diciembre. 

Es todo lo que, en el fondo, se debate. En buen chileno: "es más fácil conseguir 51 % para robar 'la plata de los demás', que conseguir 67% (2/3) para hacerlo". Obvio. Entonces aparecen ¡cómo no! los DC y dicen: "les ofrecemos 4/7 (57%) para poder robar la plata de los demás, que es más fácil que conseguir 3/5 (60 %) y, por supuesto, también más fácil que 2/3 (67 %)." En otras palabras, "robemos la plata de los demás, pero bajo la Constitución actual." 

Porque el tema en Chile, hoy, parece ser ése: "cómo robar la plata de los demás para repartirla más igualitariamente". Aunque se vayan Maersk, los neocelandeses de Soprole, Marcelo Ríos, Rafael Araneda, Jean-Paul Luksic y Hernán Büchi y veinte mil millones de dólares anuales más. Y si gana el Apruebo, Fernando Villegas anunció que también se iba a ir. Y no sé cuántos más. 

El mayor aplauso para Boric el día que asumió vino cuando dijo que él iba a tomar toda la riqueza del país y repartirla mejor entre todos, "para que nadie se quede atrás". Pero, como es obvio, esa plata no era de él y para repartirla de nuevo necesitaba robársela primero a sus dueños. Y para conseguir esto necesita una nueva Constitución que se lo permita, que es la que la Convención Constitucional ha preparado ("Borrador"). Pero parece que esa nueva Constitución le va a robar a demasiada gente, trabajadores incluidos, y entonces puede ser rechazada en el plebiscito de salida. Según todas las encuestas, ganaría el Rechazo. 

Entonces viene la solución DC: "4/7 = 57 %". No le gusta a Boric, porque le allega votos al Rechazo. En concreto se trata de lo mismo de siempre: ¿recuerdan la anécdota del profesor que les dijo a sus alumnos: "Parece que la mayoría de ustedes quiere socialismo y que las notas se redistribuyan de manera más justa y que rebajemos las mejores y aumentemos las peores, para que todos pasen de curso? Bueno, hagámoslo". Resultado: fracasó todo el curso. Allende hizo eso entre 1970 y 1973 y "fracasó todo el curso": una mayoría civil, cuando sólo "quedaba harina para pocos días más" (dijo el mismo Allende en "El Mercurio", 07.09.73) impetró a los militares que por favor lo echaran. 

Bueno, ahora los millenials, que aprendieron historia con profesores comunistas y por lo tanto no saben casi nada de la verdad de lo que pasó, están repitiendo la historia o haciéndola rimar y eligieron a Boric. Éste quiere robarse la plata de los demás con sólo el 51 %, como dice el "Borrador", pero arriesga perder el plebiscito de salida porque entre "la plata de los demás" están los fondos previsionales de los trabajadores ("con mi plata no") y éstos no lo aceptan y sin sus votos pierde el plebiscito de salida.

Ése es todo el cuento. La historia rima: la DC se alió con la izquierda para elegir a Allende y después se alió con la derecha para sacar a Allende (Acuerdo del 22.08.73 de la Cámara). Ahora discurre los 4/7 (57 %) en lugar del 51 % del "Borrador" de la Convención y del 67 % de la Constitución, para "robar la plata de los demás", fórmula que añade votos al Rechazo, pues permite robársela con sólo 57 % de los votos (eso es lo que llaman "los cambios").

¿Cómo le va a ir al curso, en este caso, a Chile, de un modo u otro? Pregúntenle al profesor que accedió a "redistribuir las notas". O pregúntenles a los chilenos mayores de 35 años, que votaron mayoritariamente por Kast en segunda vuelta, o pregúntenles a los cubanos o venezolanos. No les pregunten a los millenials, porque son iguales a Boric, es decir, no saben nada pero ofrecen repartir de nuevo la plata de los demás entregándosela al Estado, lo que tiene muy felices a los comunistas y frenteamplistas, que manejan el Estado: ya cobran entre cinco y siete palos mensuales y están demasiado felices, así es que no son imparciales.

lunes, 6 de junio de 2022

El Rector No Tiene Quien le Explique

El rector Carlos Peña, en su columna dominical de "El Mercurio", revela no haber leído la Constitución o, si lo ha hecho, no haberla entendido. Pues afirma: "La abrumadora mayoría... decidió dar por difunta la actual Constitución". Y eso no es verdad. Ninguna mayoría ha decidido eso. Todo lo contrario, en el inciso final del artículo 142, votado a favor por el 78 %, se dice: "Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Continuará vigente porque estará viva por decisión mayoritaria, no "dada por difunta" por ella.  

Y el otro 22 % votó para que a todo evento continuara vigente la actual Constitución. Es decir, el total de los sufragantes quería que ella siguiera viva después de un triunfo del Rechazo. ¿Le parece poco al rector un ciento por ciento de discrepancia con su certificado de defunción de la Carta?.

Atado a su error, el rector añade más abajo: "No parece plausible que mientras la abrumadora mayoría aprobó la preparación de un nuevo texto constitucional, una vez que éste le sea presentado lo rechace si, al hacerlo, sabe que persistirá el antiguo". No sólo "parece plausible" que persista el antiguo, sino que lo afirma expresamente así la Constitución.

No estaba en un buen día el rector. Tanto que por primera vez no citó a ningún autor en su columna, en circunstancias que habitualmente suele hacerlo hasta con siete. Algún mal lo debe haber afectado.

E incluso aconseja muy mal a la derecha (justamente su columna se titula "El problema de la derecha"): "...a la derecha no le queda otra que renunciar de antemano a la Carta de 1980, abjurar de ella, lanzarla lejos de sí". Por supuesto, tan penoso consejo sólo puede provenir de un izquierdista. ¿Cómo la derecha va a renunciar a la Carta vigente y "lanzarla lejos", si es la que hizo grande y próspero a este país? ¿Qué se cree el rector Peña? ¿Otro destructor de la derecha como Lavín o Piñera?

El 78 % sólo votó para que se redactara un nuevo texto y tenerlo a la vista. Ante el mismo, la ciudadanía quiso resolver si lo aprobaba como nueva Carta o prefería la ya existente. Así lo dice el artículo 142. 

Y eso es lo que se va a decidir el 4 de septiembre y lo que la derecha, si obra con un mínimo de consecuencia doctrinaria y apego a su propia historia, resolverá votando Rechazo y ratificando, por enésima vez y tal como ya lo hizo antes (y una vez con el 91,25 % de los votos), la mejor Constitución que ha tenido Chile.

Por favor, que alguien se lo explique al rector, porque parece que no me lee. Como también que en la derecha tenemos un excelente paquete de reformas para permitir el regreso de Chile a la paz, al orden y a la legalidad perdidas bajo el régimen de facto que reina en el país desde el 18 de octubre de 2019 y con el cual es preciso terminar. 



domingo, 5 de junio de 2022

Boric Por Suerte (Para Él) Me Lee

El único medio que se atrevió --en esta sociedad chilena actual aterrada por los revolucionarios violentos-- a decir una verdad objetiva, es decir, que si vence el Rechazo volvemos a la Constitución de Pinochet, usurpatoriamente firmada por Ricardo Lagos y sus ministros en 2005, y que entonces "aquí no ha pasado nada", fue este blog el 28 de mayo último. Nadie más se atrevió a expresarlo así.

De modo que, cuando Boric dijo, en su lata "cuenta anual" (sí fue lata, pero no "cuenta" ni "anual"), que no aceptaba la tesis de que un triunfo del Rechazo significara "aquí no ha pasado nada", supe que me leía. Cosa positiva e instructiva para él, un personaje tan cortamente informado, y esto último de forma generalmente incompleta y sesgada. 

Donde originalmente se dice que, en ese caso, "aquí no ha pasado nada", y expresamente, es en el artículo 142, inciso final, de la Constituciön: "Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Y punto, como diría Lagos en cualquier circunstancia menos en ésta.

Por supuesto, se va a poder y se debe reformar después la Constitución, según su propio texto, por ejemplo, para dejar fuera de la ley al violentismo en general y al comunismo en particular; para establecer un sistema electoral uninominal, en lugar del desastre actual; para reforzar la vigencia del principio democrático universal de "una persona un voto", desechando las corrupciones "paritaria" e "indígena";  para suprimir a los inútiles "gobernadores regionales", cargo prescindible creado ad hominem para dar alguna figuración y buena plata a "caciques sin indios" que se quedaron sin pega; y para cambiar radicalmente al Poder Judicial hoy dominado por la dictadura roja y también su criterio de proteger a los delincuentes y no a sus víctimas. Le dejo planteadas esas ideas a Boric, ya que me lee.

¡Y qué bueno que me lea! "Estudea, hijo, estudea, para que lleguís a ser lo que yo hai sío".

miércoles, 1 de junio de 2022

El Aplauso Más Largo

En la arenga plagada de inexactitudes que leyó Boric ante el Congreso, constantemente interrumpido por su claque, el aplauso más caluroso se lo llevó su afirmación más audaz: "Van a haber transcurrido cincuenta años desde 1973 y me comprometo a realizar un esfuerzo para encontrar a cada uno de los detenidos desaparecidos" (cita no textual). 

Siempre, empujado por mi buen natural, tiendo a atribuir a ignorancia más que a mala fe las falsedades. En el caso de Boric no me resulta difícil creer que no sabe que hoy ya no hay detenidos-desaparecidos. Pero siempre se pueden inventar.

La versión sobre los mismos alcanzó en los años 70 relieve mundial, tanto que Rosalynn Carter, la señora del insignificante Jimmy, se preocupó de informar al globo que eran miles (creo recordar que cinco mil). Entonces una destacada derechista francesa, Suzanne Labin, tomó tan a pecho la cuestión que se vino a Chile, donde el gobierno no estuvo en condiciones de aclararle el punto, porque no tenía como política hacer desaparecer personas y, cuando requería información al respecto, se le respondía que no los había. 

A Suzanne Labin se le informó que el dato lo podía tener la Vicaría, una repartición eclesiástica manejada por la extrema izquierda, así es que se dirigió allá y le informaron que la entidad publicaba la nómina en sucesivos libros titulados "¿Dónde Están?" (los tengo todos). Sumaban en ese momento unos 650 casos de personas cuyo paradero se ignoraba. Entonces ella le informó al mundo eso y después lo publicó en su libro "Chili, le Crime de Résister": los supuestos detenidos-desaparecidos no eran miles sino 600 y tantos. Y eso sabíamos en 1990 las personas supuestamente informadas.

Después vino la traición de Aylwin a los militares, de los cuales fue el gran inductor y firmante del llamado a ellos a deponer a Allende en 1973, para después él mismo, en 1990, sentarlos en el banquillo de los acusados para ser juzgados por su ilícita e inconstitucional Comisión Rettig. El Informe de ésta aseguró que los detenidos-desaparecidos eran 957. Como eso abrió el apetito de mucha gente que aspiraba a cobrar, poco después hubo que formar otra Comisión y ésta aumentó el número en 145.Total: 1.102.

Pero el ex director de la DINA, general Manuel Contreras, se había preocupado en los 90, cuando estaba preso por el caso Letelier, de investigar y precisar los 650 casos denunciados por la Vicaría y lo hizo. Les mandó a todos los jueces sumariantes y a mi persona una lista describiendo los paraderos de todos y cada uno, incluyendo un número de personas que no tenían existencia legal (es decir, no figuraban en el Registro Civil), otros que habían viajado al exterior sin regresar y otros que, bajo declaraciones juradas, habían sido vistos con vida por testigos que juraban eso ante notario. Los supuestos detenidos-desaparecidos que decía la Vicaría tenían, cada uno, entonces, su paradero precisado.

Después la prensa fue informando de "reapariciones" (hubo seis) o comprobaciones de paraderos de los de la nómina de las comisiones de Aylwin, dándole la razón a Contreras. Así, en mis libros dí cuenta de 1.109 reapariciones de personas cuyo paradero finalmente se supo o cuyos restos se podía identificar. Entre éstas se contabiliza cientos de cadáveres que permanecen hasta hoy no identificados en diversos patios del Cementerio General y en el propio Instituto Médico Legal, que en 49 años ningún gobierno ha querido identificar. El summum a este respecto se alcanzó cuando un reportaje de "La Tercera" dio a conocer que en las oficinas de la Agrupación Nacional de Detenidos Desaparecidos había una bolsa con restos humanos, que la entidad había recibido de supuestos conscriptos de 1973, y que tampoco se había molestado en identificar.

¿Por qué durante los gobiernos de la Concertación y los del principal perseguidor de militares, Sebastián Piñera, nunca se formó la Comisión que anuncia Boric para dar con el paradero de los DD. DD? Porque esos gobernantes eran menos ignorantes que Boric y sabían que prácticamente no los hay. 

Pero en un país en que desaparecen tres mil o más personas cada año (diferencia entre "denuncias por presunta desgracia" y gente efectivamente encontrada cada año), y donde no se respetan las leyes, no es difícil "producir" retroactivamente un nuevo número y asignarlo a los años del gobierno militar, atendido el "creacionismo"  y retroactividad de nuestra justicia de izquierda

Siempre me acuerdo a este efecto de lo que me dio a conocer en los años 70 el ingeniero Eugenio Irarrázaval, de la empresa Neut Latour, con la que trabajé como abogado: la familia de un trabajador que se ahogó durante un paseo organizado por la firma a Cartagena le insistía en que diera antecedentes que lo identificaran como persona de izquierda, para poderlo incorporar a la nómina de los DD. DD. y cobrar.

Ahora Boric dice que lo va a aclarar todo. Ojalá lo haga. Pero puede que logre instalar sólo otra monstruosidad como las más recientes: la Corte Suprema acaba de transformar la muerte en combate, iniciado por él, del jefe mirista Miguel Enríquez, en "homicidio calificado", achacándolo a personas inocentes. Y ME-O, su hijo, cobrará 150 millones. Lo mismo que los jueces rojos hicieron con la muerte accidental de uno y las lesiones de la otra de los quemadores quemados de 1986, casos de creatividad judicial que le han valido el ascenso a la Corte Suprema al principal autor de ambos artificios, Mario Carroza (¡propuesto por el régimen de Piñera y de su inefable ministro Hernán Larraín!).  

Entonces ¡vamos que se puede! En Chile un régimen y una justicia de izquierda pueden fabricar cualquier cosa y nadie dirá nada. Justamente mi reciente carta a tres diarios sobre la escandalosa prevaricación en el caso Enríquez se titulaba "¿Y Nadie Dirá Nada?". Ninguno la publicó y nadie dijo nada. Estamos en Chile. Boric entonces todavía puede fabricar miles de detenidos-desaparecidos en los 70 y 80, para delirio de las graderías. La prensa lo va a cubrir ampliamente y encubrir a él, porque así lo ha hecho con la prevaricación actual. Puede ser una de las cumbres publicitarias de su mandato. Desde luego, ya fue el tema que más aplausos sacó. Muchas indemnizaciones millonarias a repartir aparecen en el horizonte y sabemos lo buena que es la izquierda a la hora de cobrar.