lunes, 28 de octubre de 2024

"Good bye, Pinochet"

No se cumplió nada de lo que pronostiqué antes de las elecciones de ayer. Desde luego, no hubo una hecatombe electoral para el gobierno como consecuencia del caso Monsalve, como yo predije.

Lástima. Boric está contento de seguir igual. 

Ni hubo un torrente de un millón de votos extra para los republicanos, como anticipé que obtendrían, tras haber sido ellos identificados con Pinochet por la vocera de gobierno, Camila Vallejos.

Ahora el Partido Republicano dejó de ser el mayor de Chile y de cuadruplicar a los que fueron sus más cercanos escoltas, como lo hizo en la elección de consejeros constitucionales del 7 de mayo de 2023, cuando fue el único que se opuso a una nueva Constitución.

En cambio, a los partidos de la centroderecha contemporizadora con la izquierda les fue mucho mejor. Se han alejado de Pinochet y siempre los he criticado por ceder posiciones y principios. Sobre todo por haber borrado RN y la UDI, en los 90, el reconocimiento al legado del gobierno militar que contenían sus sendas Declaraciones de Principios y, en el caso de la UDI, escrita de su puño y letra por Jaime Guzmán.

Recuerdo que en 1989 yo fui candidato a senador en la lista de la UDI, como pinochetista y de derecha a secas, por supuesto, cual sigo siendo hasta hoy. Bueno, Vitacura fue la única comuna donde salí primero, aventajando a Frei Ruiz-Tagle y a Piñera. En las demás comunas ambos me ganaron lejos. Es que Vitacura era, como ninguna, el bastión de la derecha dura. 

Pero esa es historia antigua. Ahora fue reelegida alcaldesa de Vitacura Camila Merino, que había votado Apruebo y no quiere saber nada de Pinochet. Sacó el 80% de los votos. El candidato pinochetista a alcalde obtuvo una mínima votación. 

Pero yo me quedé en la década chilena inaugurada por Pinochet de 1985 a 1994, la de bajos impuestos y privatizaciones, cuando Chile crecía 7 % y doblaba su PIB en diez años. Íbamos a ser país desarrollado si reelegíamos a Pinochet en 1988. No lo hicimos. 

Hoy estamos terminando otra década, inaugurada por Bachelet, de 2015 a 2024, creciendo al 2% y necesitando 35 años para doblar el PIB. Nos estamos alejando del menos desarrollado de los países desarrollados. 

Para eso Chile dijo ayer, otra vez, "good bye, Pinochet".

Pero contentos de estar contemporizando, como nos dijo el pueblo ayer.

viernes, 25 de octubre de 2024

La Intervención de Camila

Cuando hace catorce años empecé a escribir este blog, en una de las entradas más leídas de esos años le preguntaba a una dirigente juvenil comunista de nombre Camila Vallejo, que se destacaba porque hablaba de corrido y decía que Fidel Castro era el faro de su pensamiento político, cómo lo hacía para sonarse las narices teniendo una argolla no pequeña colgando de ellas. No me explicó cómo ni yo me ofendí por eso.

Hoy, catorce años después (¡cómo pasa el tiempo!) vuelvo a escribir sobre ella, porque ha dicho algo muy importante, que le ha brindado al Partido Republicano, yo calculo, un millón de votos, lo que le augura un gran triunfo en la elección que comienza hoy.

Por el momento no existe un partido que se presente como depositario del legado del gobierno militar, pero Camila lo remedia, pues, como ministra vocera de gobierno, ha expresado en un punto de prensa que el Partido Republicano es muy próximo al legado de Pinochet. Como ella es comunista y su partido se ha dedicado durante más de medio siglo a demonizar a Pinochet, tal vez piensa que le ha inferido un enorme castigo reputacional a los republicanos. 

Pero yo creo que su frase les ha aportado, cuando menos, un millón de votos porque, como ha escrito el historiador Gonzalo Vial, en todo el mundo la gente común, ante una situación desesperada (como la de los chilenos hoy, aterrorizados de salir a la calle) exclama "¡Necesitamos un Pinochet!". 

Bajo Pinochet los delincuentes eran apresados, los carabineros eran respetados, los terroristas estaban presos, los pobladores podían salir a pasear al atardecer, no había conflicto en la Araucanía ni sicarios extranjeros indocumentados que matan antes de asaltar.

El Partido Republicano ya es el mayor del país, lo cual debió a que se opuso a una nueva Constitución. Ahora aumentará su ventaja sobre los demás gracias a que Camila lo ha identificado con la figura pública que al menos un millón de chilenos añora y a la cual ella dice que adhieren los republicanos. Lo que llevará a ese contingente a votar por ellos.

Será un gran día para los republicanos y sabrán a quién se lo deberán.

martes, 22 de octubre de 2024

Hecatombe Electoral

El caso Monsalve es una hecatombe para el gobierno, porque estalla justo antes de una elección y cuando ya no le queda tiempo para "empatar". Los sobornos de Luis Hermosilla parecen pecados veniales al lado de lo que el encumbrado cerebro del gobierno y más visible encargado del orden público, Manuel Monsalve, discurrió para obtener un trofeo erótico. 

Es todo un desastre electoral. En alguna parte leí en 2021 que el 70 por ciento de las mujeres de menos de 24 años habían votado por Boric. Eso habla mal de esa cohorte femenina, pero además insinúa lo catastrófico que puede ser electoralmente para el régimen lo que ha pasado. ¿Cuánto de esa cohorte votará ahora, por rabia y despecho ante el machismo cruel y descarado, por candidatos de las antípodas del régimen, los de la nunca suficientemente vituperada "extrema derecha"?

Claro, "lo que ha pasado" es tan antiguo como la Humanidad misma. De mis lecturas del Antiguo Testamento me quedó grabado que el rey David vio de lejos bañarse en una caída de agua a la mujer de uno de sus generales e inmediatamente decidió que no podía vivir sin ella. De manera que envió al marido al punto más peligroso de una batalla, donde éste murió. David disfrutó de la mujer ajena sin que nada terrible, que se sepa, le hubiera sucedido, salvo las guerras entre sus descendientes, que duran hasta hoy, pero de las cuales el impune no alcanzó a saber.

Pero a Bill Clinton lo liquidó el haber sido sorprendidas sus intimidades con una estudiante en práctica que lo visitaba en su despacho presidencial. Nadie recuerda su gobierno por las cosas buenas que hizo, sino por las que le hizo a él Mónica Lewinsky. La "justicia divina" lo condenó a ser un hazmerreir.

A otros sorprendidos en indiscreciones eróticas imperdonables el destino los ha castigado peor aún y sin misericordia. Estoy pensando en John y Robert Kennedy y los acercamientos de ambos a Marilyn Monroe. Y también en los del primero con una numerosa legión de jovencitas invitadas a la piscina de la Casa Blanca durante su mandato. En sus casos la "justicia divina" fue más implacable que con Clinton.

La impericia del actual presidente y su equipo, los malos antecedentes de que venía precedido como principal figura del 18-O y todas sus "ulteriores perniciosas consecuencias", ya le auguraban una importante derrota en los comicios de este fin de semana. 

Pero el torpedo bajo la línea de flotación que se disparó cuando Manuel Monsalve y su nueva asesora en la subsecretaría de Interior (por añadidura de nombre "Camila"), decidieron consumir un tercer pisco sour "tamaño catedral" en el "Ají Seco" de MacIver, le augura al régimen una auténtica hecatombe electoral en los comicios de este fin de semana.  

lunes, 21 de octubre de 2024

Postulación al Nobel

El Fraser Institute de Canadá, que elabora un índice anual de libertad económica, ha determinado que la sociedad que en mayor grado goza de esa envidiable condición (de ser sus ciudadanos los más libres en su actividad de producción), es Hong Kong.

Lo notable es que Hong Kong está gobernada por el Partido Comunista de China. ¿Cómo puede ser que la economía más libre del mundo esté gobernada por el comunismo? Creo ser el único que lo pone en evidencia. Por estos descubrimientos es que a algunas personas les dan el Premio Nobel. Aunque es bien sabido que los suecos no se lo dan a quienes, como yo, hayan simpatizado con el gobierno del Presidente Pinochet. A Jorge Luis Borges lo llamó un funcionario sueco, a fines de los '70, para comunicarle que si se desdecía de sus comentarios favorables a Pinochet le darían el Nobel. Borges le respondió que nunca en su vida se había dejado sobornar y que tampoco lo haría para recibir el Nobel de literatura, que pasó a ser mejor conocido como "el premio que no le dieron a Borges". Así es que mi descubrimiento de que la economía más libre es comunista tal vez no me lo granjee, por haber sido y seguir siendo partidario de Pinochet. 

No sólo he reflexionado sobre esta paradoja que me podría granjear un Nobel, sino que le he encontrado sentido. Cuando Chou en Lai cambió a China al capitalismo, declaró que "no le importaba el color del gato, con tal de que cazara ratones". Esto es mucho más profundo de lo que parece. Los comunistas chinos, en lugar de seguir siendo una amenaza y una carga para los particulares, resolvieron velar porque éstos maximizaran sus ganancias, lo que condujo a una mayor inversión y un más alto crecimiento. Parecen decir a los privados: "no se preocupen, dígannos cuáles problemas tienen con la burocracia y los sindicatos y los ayudaremos a solucionarlos. Pero, por supuesto, del Estado y la política nos encargamos sólo nosotros". Esto lo han respetado en Hong Kong al pie de la letra, porque Hong Kong venía ya de ser la economía más libre del mundo, bajo la corona británica. 

En el resto de su territorio el gobierno chino tiene mucha tarea por delante, pues su país, castigado por el comunismo, igual que Chile, es más pobre que nosotros: tiene un PIB per cápita de US$ 24.500 versus los US$ 31.284 nuestros, y están en el lugar 71 en libertad económica, mientras nosotros hemos caído al 38. Porque los chinos todavía tienen que deshacer todo el daño que el comunismo hizo allá en 35 años (1949-1984). 

Chile, que tiene a comunistas prosoviéticos en el gobierno, ha retrocedido bastante en el Índice Fraser. En el pasado no muy lejano, cuando apenas le habían rayado la pintura al modelo de De Castro-Bûchi-Pinochet, llegamos a estar en el 7º lugar. Pero los sucesivos gobernantes del "No a Pinochet", es decir, todos, se encargaron de hacernos perder 31 puestos y hoy estamos estancados, además, por la "permisología".

El segundo país con mayor libertad económica en el mundo es Singapur, que también tiene un gobierno autoritario. Está en el poder desde la independencia del Reino Unido, en 1959. Singapur es el doble más rico que Hong Kong y tiene, a la vez, el segundo PIB per cápita más alto del mundo: US$ 141.000, apenas por debajo de Luxemburgo, el más rico de todos.

Ya que no tenemos comunistas chinos ni podemos volver a Pinochet, cuyo gobierno era tan favorable a la libertad económica, por lo menos podríamos buscar un "gran acuerdo nacional" de no saquear, destruir ni quemar supermercados, metro, hoteles, industrias, buses, bosques, colegios, iglesias ni comisarías ni tampoco apedrear carabineros para después meterlos presos. 

Y adicionalmente podríamos, como los buenos comunistas chinos, favorecer la libertad económica y contribuir a no seguir cayendo en el Índice Fraser. Bastaría un comunismo como el chino. Porque pedir un régimen como el de Singapur, es decir, otro Pinochet, ya sería demasiado. Y me alejaría por completo del Nobel.

viernes, 18 de octubre de 2024

El Día Nacional de la Imbecilidad

El 18 de octubre de 2019 los comunistas, procomunistas, filocomunistas, compañeros de ruta y tontos útiles (como ellos los llaman) hicieron su acostumbrada insurrección, otra revolución de los imbéciles (si no fueran imbéciles no serían comunistas). 

Al presidente Pinochet le habían hecho 17 estallidos revolucionarios entre 1983 y 1987 y duraban un día cada uno porque, si era necesario, ese gran estadista sacaba veinte mil hombres a las calles y "aquí no ha pasado nada." Y eso que los subversivos tenían apoyo cubano, soviético, de Alemania Oriental y hasta de Corea del Norte. 

A Frei Montalva le hicieron en 1964 el estallido de Pampa Irigoin, pero tenía un duro en Interior, Pérez Zujovic, que le puso término al motín en un día, con seis muertos. El mayor imbécil internacional contemporáneo, Fidel Castro, "el padre de todos los fracasos", exclamó: "Prometió una revolución sin sangre y les está dando sangre sin revolución". Y otros imbéciles asesinaron a Pérez Zujovic.

Al general Ibáñez le hicieron la insurrección del 2 y 3 de abril de 1957, pero la sofocó en dos días, con militares en las calles aplaudidos por la gente (yo estaba ahí) e indeterminado número de muertos.

Antes, a González Videla le habían hecho la "revolución de la chaucha" en 1949, pero éste no era imbécil, así es que puso un conscripto con fusil y orden de disparar en cada micro y además dictó la Ley de Defensa de la Democracia, que proscribió al comunismo de la vida pública por nueve años y a los rojos más díscolos los relegó a Pisagua.

A Arturo Alessandri le habían hecho el levantamiento de Ránquil en 1934, pero mandó las tropas y santo remedio.

Pero el 18 de octubre de 2019 Sebastián Piñera, ante el acostumbrado y rutinario levantamiento comunista, no hizo nada. Y, obvio, la revolución produjo todo el daño que era de esperar. El balance lo hace ayer en El Mercurio la carta de Fernando Marín Cruchaga. Copio: "En seguridad: delincuencia desatada e impune. En ciudad y hábitat: barrios y horarios prohibidos, patrimonio mutilado, tomas de terrenos, vivienda propia y créditos hipotecarios inaccesibles. En economía: devaluación del peso, proyectos de inversión detenidos, empresas multinacionales que emigran, crecimiento de gasto público sin contraprestaciones a la gente, informalidad laboral y un largo etcétera. Chile cambió".

Sí, de hoy en adelante el 18 de octubre debe pasar a ser el Día Nacional del Imbécil, el día de los cambios para peor, el día en que un millón de chilenos desfiló por las calles en apoyo a que el país se fuera al diablo, a que se incendiaran iglesias, a que se quemaran edificios completos y se arruinaran negocios, se saquearan y cerraran supermercados en barrios populares, se perdieran por centenares de miles los empleos y hasta los empresarios (que siempre fueron parte de la solución, porque creaban empleos y riquezas) se pusieron imbéciles y ¡pedían perdón a los vándalos!

Quemaron el 80 por ciento de las estaciones del metro y el país ha sido tan imbécil que todavía no "cacha" quién pudo hacerlo, pero pagó 360 millones de dólares para repararlas. 

Y el epítome de la imbecilidad: todo eso se coronó con el mayor disparate colectivo de la historia de Chile, la elección por amplia mayoría de Gabriel Boric como presidente.

Indiscutiblemente, merecidamente, condignamente el 18 de octubre debe ser proclamado como el Día Nacional de la Imbecilidad.

jueves, 17 de octubre de 2024

Justicia Inmanente en Acción

La destitución por el Senado del ministro de la Corte Suprema Sergio Muñoz viene a ser una sanción justa, aunque tardía, impuesta por la justicia divina. Pues Muñoz fue fundamental en la iniciación y promoción de la prevaricación contra quienes derrotaron a la guerrilla marxista desde 1973, hoy privados de libertad por fallos ilegales respaldados por dicho juez y sus seguidores.

Tal atropello ya ha generado la prisión de 503 exuniformados y exempleados civiles de las Fuerzas Armadas y Carabineros, cuya nómina completa está en el diario digital Chile Informa de esta misma fecha. Sin contar los fallecidos entre rejas.

En una publicación sobre el desempeño de Muñoz como presidente del más alto tribunal entre 2014 y 2016, se informó que éste había dispuesto contratar a honorarios al exjuez Alejandro Solís, retirado por edad, y que fue quien inauguró como ministro sumariante en causas de derechos humanos la triquiñuela ilícita del "secuestro permanente", ficción para eludir normas expresas y vigentes de amnistía, prescripción y cosa juzgada, que eximían de responsabilidad a sus perseguidos. 

La audacia de Solís, usando razones y fundamentos bastante rústicos, permitió condenar, pese a las expresas leyes eximentes de responsabilidad penal. En 2015 yo mismo lo hice confesar ante la TV que no probaba los delitos ni la participación de los acusados, sino que los "fingía". Pues era una "ficción jurídica", confesó paladinamente. Así creía derrotar a la presunción de inocencia.

Esto suscitó la admiración del presidente de la Suprema Sergio Muñoz, que ante el retiro de Solís por haber cumplido 75 años, ordenó contratarlo a honorarios para instruir a los demás sumariantes de dd. hh. acerca de cómo burlar la legislación y condenar, junto con cobrar a un indefenso fisco cuantiosas indemnizaciones. Ello se prolonga hasta hoy al costo de miles de millones de dólares.

Contribuye a extender el corrupto procedimiento la impunidad garantizada de quienes lo perpetran: el ministro sumariante Adolfo Mesa Latorre, de Temuco, condena olímpicamente por el "delito" de "haber sido militares" a una cantidad creciente de personas. Éstas se suman a reos por "haber estado ahí", "haber leído una nómina" o "haber pilotado un helicóptero que trasladó a los procesados". Todos hoy ancianos presos políticos, no pocos enfermos. 

La opinión predominante ha elegido "mirar para otro lado". Pero el rector-columnista Carlos Peña ha criticado a Sergio Muñoz a ese respecto y en su más reciente columna de El Mercurio escribe: "Un buen juez se enorgullece de aplicar normas que contradicen sus convicciones porque de esa forma prueba su lealtad a las reglas que le fueron confiadas". 

Si los malos jueces chilenos no tienen sanción y siguen prevaricando, la justicia inmanente, como lo prueba el caso del ministro Sergio Muñoz, se encarga de impedir esa impunidad.

lunes, 14 de octubre de 2024

Réplicas de un Sismo Supremo

La remoción de una ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, y el anuncio de una acusación constitucional contra otro, Sergio Muñoz, han desatado réplicas que pueden resultar peores que el terremoto mismo para la dictadura judicial de izquierda imperante.

La justicia inmanente o divina está resultando severa con el juez Muñoz, que en su tiempo "construyó" una supuesta "fortuna de Pinochet de 27 millones de dólares". La real y congruente con los ingresos y patrimonio del exmandatario --quien probó ser más honesto que sus sucesores concertacionistas respecto a los gastos reservados-- ascendía a 7 millones de dólares, perfectamente explicados. Pero la persecución de Muñoz llevó a que a la sucesión del expresidente Impuestos Internos le girara un tributo de 9 millones 800 mil dólares. es decir, 132 % de sus haberes. 

Y aquí vino lo más decidor: el abogado Pablo Rodríguez Grez, en la causa en que se formuló el cobro, y para detener la persecución contra la familia, no tuvo problema en conseguir esos casi diez millones de dólares de personas de fortuna partidarias del general. Si había algo a lo cual estuvieran dispuestos los chilenos acomodados era a asegurar tranquilidad económica a Pinochet. Desde luego, su inmueble urbano más valioso, donde edificó su residencia final, provino de una donación del terreno por un conocido empresario. 

Ahora la "justicia divina" le está pasando la cuenta a su injusto persecutor Muñoz.

Y no sólo a él. Tal vez a toda la Corte Suprema que, desde hace casi una década abandonó su rol legal en los juicios contra exmilitares. Ya en 2005 un distinguido penalista, Miguel Alex Schweitzer, escribía el 16 de marzo en La Segunda, que "todos, y repito todos, esos principios básicos del derecho han sido abandonados en algunos casos que actualmente se tramitan en nuestros tribunales". Otro jurista, Gonzalo Vial, en igual diario y el 2 de febrero de 2006, escribía que la responsabilidad de eso era de la Corte Suprema.

Hoy hay más de cuatrocientos presos políticos militares, condenados desconociendo lo que disponen las leyes. Lo malo para los jueces prevaricadores es que un gurú tan de izquierda como ellos y muy admirado por la élite, el rector-columnista de El Mercurio, Carlos Peña, de innegable poder de opinión (como que fue el originador de todo un proceso constituyente, de lo cual se arrepintió a destiempo) y cuyas opiniones derribaban a ministros de Piñera con toda facilidad, ayer domingo 13 de octubre ha escrito en El Mercurio lo siguiente: "Un buen juez es uno pleno, uno que realiza las virtudes de la imparcialidad y lealtad a las reglas incluso cuando ellas van contra sus convicciones, porque... un buen juez se enorgullece de aplicar normas que contradicen sus convicciones, porque de esa forma prueba su lealtad a las reglas que le fueron confiadas".

Este predicamento derrumba la jurisprudencia prevaricatoria de los últimos ocho o diez años, ratificada invariablemente por la Corte Suprema, que ha desconocido leyes expresas y vigentes sobre amnistía, prescripción, cosa juzgada y ponderación de las pruebas que habrían eximido de responsabilidad a centenares de uniformados, y en particular han transgredido las siguientes normas vigentes y expresas: 

(1) Art. 208 del Código de Justicia Militar: "Será causal eximente de responsabilidad para los militares el hacer uso de sus armas, cuando no exista otro medio racional de cumplir la consigna recibida." 

(2) Art. 410 del mismo código: "Será causal eximente de responsabilidad para los Carabineros el hacer uso de sus armas en defensa propia o de la defensa inmediata de un extraño al cual, por razón de su cargo, deban prestar protección o auxilio." 

(3) Y, en fin, su art. 411: "Estará también exento de responsabilidad el Carabinero que haga uso de sus armas en contra del preso o detenido que huya y no obedezca las intimaciones de detenerse".

Las perspectivas abiertas por este importante influencer pueden desatar en la Corte Suprema una réplica igual o mayor que el sismo inicial. 

El almirante (r) Miguel Ángel Vergara Villalobos, con la prudencia que lo caracteriza, ha hecho presentes las consecuencias de la doctrina sentada por el rector-columnista Peña en favor de la vigencia de las leyes.

No me cabe duda de que otro gran defensor público de los uniformados en retiro, el abogado Adolfo Paúl Latorre, documentará y glosará, con su habitual erudición, el tremendo giro en la jurisprudencia de la Corte Suprema que puede implicar el acoger la recta doctrina traída a la conciencia y consciencia de los chilenos por el influyente columnista Carlos Peña. Éste se hace, indudablemente, acreedor al agradecimiento de miles de "caídos tras las líneas enemigas" hoy objeto de persecución motivada por el afán de lucro y de venganza de la izquierda.

jueves, 10 de octubre de 2024

Malditos $17 Millones

Si Luis Cordero, quien fuera controlador de la Universidad San Sebastián, estuviera vivo, yo le habría preguntado por qué contrató a la abogada y ex ministra de Educación Marcela Cubillos como docente y con un sueldo de $17 millones mensuales, lo que ha sido considerado un escándalo por variados opinólogos y medios. Creo que me habría contestado algo así como lo siguiente:

"Porque es una mujer definidamente de derecha, con mucho carácter, que tiene un potencial futuro político de la más alta proyección --en lo cual me gustaría ayudarla-- y contribuye a darle buena imagen a la universidad, justamente la impronta que yo desearía imprimirle".

Nunca conversé con Luis Cordero, pero cada vez que nos encontrábamos me abrazaba. Me decía que me leía y que el abrazo era por la firmeza de mis convicciones. Era de bajo perfil. Tenía éxito en sus emprendimientos educacionales. Jaime Guzmán lo tenía en alta estima. Contrató lícitamente a Marcela Cubillos cuando dejó de ser ministra. Ésta aceptó la totalmente lícita y atractiva oferta de empleo pedagógico que él le formuló. 

Pero parece que el país entero, de izquierda a derecha, encuentra que eso fue escandaloso. Chile baila al son que le pone la izquierda. Marcela ha sido figuradamente quemada en la pira de la opinión pública y en la Plaza de Arnas. Es que fueron $17 millones. Demasiado. Pero no en otros casos. Se ha publicado la lista de otros sueldos de $17 millones a personas inobjetables y a objetables amigos de Boric. El Congreso ha descubierto que paga a varios funcionarios esa suma mensual. Un gerente de Codelco, se revela, gana $49 millones. Pero no es maldito, no es de derecha, no es sospechoso de pinochetismo. Nadie le dedicará un video lapidario. Está a salvo. Goza de fuero político.

Algunos arguyen que Marcela, como ministra, le asignó fondos a la universidad de Cordero y éste le pagó el servicio. Pero nadie objetó esa asignación de fondos en su momento. Y también se los asignó a otras universidades.

Este escándalo artificial no es sólo chileno. Es mundial. Un policía italiano hace años le dijo a otro "¡Pinochet!", el segundo se querelló por injurias, el "ofendido" ganó el juicio y la noticia dio la vuelta al mundo. El "asesinato de imagen" del KGB había resultado exitoso. 

Al mismo tiempo Gonzalo Vial, en su biografía contra Pinochet, reconoce que en los países en crisis terminales el uomo qualunque suele exclamar: "¡Necesitamos un Pinochet!"  Cada vez más chilenos repiten eso hoy. Michelle Bachelet dice en El Mercurio de hoy que eso es "un retroceso democrático". Curiosamente, la razón surgió de su segundo gobierno.

Bueno, quería comunicar todo lo anterior y anticipar que este escándalo artificial ha reforzado mi decisión de votar por Marcela Cubillos para alcaldesa y Macarena Santelices para gobernadora en la elección de los próximos días 26 y 27. 

Y, last but not least, comunico que yo mismo aceptaría, y sin el menor escrúpulo de conciencia ni duda moral, una oferta de hacer clases universitarias sobre historia del Chile reciente por unos malditos $17 millones mensuales y en la certeza de que los valdría.

sábado, 5 de octubre de 2024

Destitución de Boric

Corresponde acusar constitucionalmente a Gabriel Boric por actos de su administración que han comprometido gravemente la seguridad de la Nación e infringen abiertamente la Constitución y las leyes, causal de destitución señalada en el art. 52 Nº 2 letra a) de la Carta. 

Para aprobar la acusación en la Cámara se requiere la mayoría de los diputados en ejercicio.

El ministerio de las Culturas de Boric ha patrocinado un homenaje al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, asociación ilícita terrorista caracterizada por promover e intentar la toma del poder por la vía armada, y a quien fuera su cabecilla, Miguel Enríquez. Perpetraba el asesinato de uniformados chilenos y también de civiles, y se financiaba con asaltos a bancos. El último de éstos, dirigido por Enríquez, tuvo lugar en la sucursal Huelén del Banco de Chile en 1974, donde, por orden de aquél, uno de sus secuaces disparó seis tiros contra el agente de la sucursal, Julio Robinson del Canto, por negarse a entregar las llaves de la bóveda y darle un puñetazo a Enríquez. Sobrevivió.

Una muestra no exhaustiva de atentados del MIR y de Enríquez en los años '70 incluye los asesinatos del teniente Luis Carevic y del coronel Roger Vergara, la muerte de los escoltas del general Sinclair, la ejecución a mansalva del carabinero guardián de la Llama de la Libertad, Heriberto Novoa (nadie nunca le ha rendido ningún homenaje), y el asesinato del Intendente de Santiago, Carol Urzúa y de sus cuatro escoltas. 

La captura y muerte en combate de Enríquez en 1974, por el entonces teniente Miguel Krassnoff, dio lugar a variadas manifestaciones de reconocimiento ciudadano, de los sindicatos bancarios y de la opinión pública a su principal captor y descubridor de su guarida. El oficial recibió la Medalla al Valor del Ejército en 1974 y hoy está condenado a más de mil años de presidio en virtud de lo que se conoce como "pago de Chile".

Las actividades ilícitas de elogio a la violencia armada para alcanzar el poder, patrocinadas por el MIR y homenajeadas por el ministerio de las Culturas, con la adhesión entusiasta del presidente actual, son constitutivas de delitos y están expresamente sancionadas tanto en los artículos 19 Nº 15 y 60 de la Constitución como en el Código Penal y en la Ley de Seguridad del Estado.

Según informa el diario El Mercurio de hoy, el presidente Gabriel Boric no sólo no ha desautorizado el homenaje a acciones delictivas y contrarias a la seguridad interior de su señalado ministerio, sino que visitó personalmente la muestra recordatoria de las actividades terroristas y subversivas de la asociación ilícita MIR y su principal jefe, y manifestó su ratificación y apoyo a las mismas. 

El diario informa que ha contribuido al financiamiento del homenaje Carmen Castillo, que fuera conviviente de Enríquez cuando asaltaba bancos y cayó herida en su último combate, siendo trasladada al Hospital Militar por orden del teniente Krassnoff, donde se repuso y le expresó su agradecimiento.

El art. 24 de la Constitución señala que la principal obligación del presidente se extiende a "todo cuanto tiene por objeto la conservación del orden público en el interior". Es decir, el apoyo y homenaje de Boric y su ministerio a una asociación ilícita, que se proponía alcanzar el poder por las armas, implica el abandono del principal deber de su cargo y contraviene la Constitución y las leyes.

Así, se configuran todos y cada un de los requisitos para que se presente y se apruebe en ambas Cámaras una acusación constitucional contra el presidente Gabriel Boric. Si el Senado la aprueba por dos tercios de sus miembros, Boric quedará destituido y se habrá hecho justicia. 

Si es que, como se dice, existe en Chile la "rule of law" o estado de derecho.


viernes, 4 de octubre de 2024

El 5 de Octubre

"Para verdades, el tiempo". La recurrente discusión de "cuándo se fregó Chile" la ha zanjado el tiempo. Hoy ya sabemos que fue el 5 de octubre de 1988. En esa fecha se realizó un plebiscito presidencial y el 56 % votó contra la reelección de Augusto Pinochet.

Hubo una intervención extranjera desvergonzada y millonaria que, gracias a la enorme cantidad de dólares dedicados a comprar conciencias de chilenos, dio vuelta a la opinión, que era favorable al "Sí" antes del cohecho. Y éste financió la propagación masiva de una mentira: que si ganaba el "Sí" seguía habiendo gobierno militar.

Si Pinochet hubiera sido reelegido, al final de su segundo mandato, plenamente democrático, en 1997, el PIB per cápita de Chile habría alcanzado al de Portugal y seríamos desarrollados. En algún momento llegamos a tener el 80 % de Portugal. Hoy sabemos que Chile se estancó hace nueve años y esa meta se alejó definitivamente.

Augusto Pinochet fue el último presidente de derecha. Después vino una sucesión de partidarios del "No", hasta hoy, en que estamos sin crecimiento, con miedo y con más de la mitad de la gente convencida de que el país está "mal" o "muy mal" (última encuesta CEP). Cada gobierno del "No" creció menos que el anterior, salvo los de Piñera.

Hoy soportamos un Estado que ha multiplicado su tamaño por diez, que paga sueldos superiores a los de mercado y no soluciona los problemas sino que los agrava, pues impide producir a los saben y pueden hacerlo. 

Los millenials ignoran la historia del pasado próximo, y ni siquiera saben lo que dice el Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973. El fracasado Allende tiene una estatua en lugar preferente y los cerebros han sido tan escrupulosamente lavados que una encuesta de TVN lo designó como el "más grande chileno de todos los tiempos".

Chile hoy es un país fracasado, anquilosado y estancado, con una población muerta de miedo, porque los delincuentes mandan y cobran y los policías son perseguidos por la Justicia. 

Pinochet solucionó los problemas en la Araucanía, donde ganó en 1988 y que hoy es tierra arrasada por el terrorismo. Bajo su mando no había ingreso masivo de inmigrantes clandestinos. Los grupos guerrilleros habían sido derrotados y había cerca de mil subversivos presos. Aylwin los indultó a todos, persiguió a los militares (pero menos que Piñera) y le dio a la extrema izquierda subversiva miles de millones de dólares en beneficios, como los del programa PRAIS, en que basta alegar atropello a los derechos humanos para tener atenciones sociales preferentes que ya se quisiera el común de los chilenos en listas de espera y privados de "patines" para educarse mejor.

Si el sesgado Informe Rettig fue el epítome de la traición de Aylwin contra quienes él mismo había convocado a intervenir en 1973, la barbaridad mayor corrió por cuenta de Lagos y su Informe Valech, tras el cual les dio pensiones vitalicias a 28 mil de los 30 mil sospechosos de terrorismo que habían sido alguna vez interrogados. 

Los EE. UU. y Europa Occidental pueden, entonces, vanagloriarse de haber entregado al comunismo a Vietnam y Camboya y al totalitarismo islámico el Irán, además de haber cohechado al electorado chileno para que, masivamente sobornado, eligiera a la izquierda y recuperara su vocación de subdesarrollo.

Así "el mundo libre" nos fregó. Y lo peor es que considera, junto con cada vez menos chilenos, el 5 de octubre como una fecha para celebrar.

martes, 1 de octubre de 2024

Los DD. HH. de Marcela Cubillos

Nunca había visto una faena de escarnio público contra una persona en Chile, salvo el caso de Augusto Pinochet, como la desatada contra Marcela Cubillos en estos días.

Lo comentaristas, opinólogos, francotiradores y francotiradoras anónimos se arrebatan la palabra y la sección Cartas al Diario para rasgar vestiduras en público ante la "atrocidad" cometida por ella de aceptar una función universitaria con un sueldo de $17 millones.

De nada sirvió la lista publicada de otras personas que tienen igual o mayor sueldo. La opinión pública "mira para otro lado" y ni siquiera dice algo del señor de Codelco que gana $49 millones. Lo que la gente quiere es la sangre de Marcela Cubillos.

No me siento políticamente afectado por el "escandalo" artificial, porque perjudica a la centroderecha de Piñera y yo soy de la derecha a secas, la dura, la extrema, la "pinochetista". Hace mucho tiempo perdoné a Marcela, que fue la presidenta de la juventud que apoyó mi candidatura senatorial versus la de Sebastián Piñera en 1989. "Sería muy peligroso para Chile que saliera Piñera", me había dicho Jaime Guzmán entonces, para hacerme ver la importancia de mi misión, que no cumplí, de derrotarlo. Y lo fue. 

Los comunistas mataron a Guzmán, la UDI se fue con Piñera para siempre y Marcela hasta llegó a ser ministra de Educación suya. Pero sé que "el fútbol es así" y "la política es todavía más así". Después de ver a Longueira votando "Apruebo" comprendí que cualquier cosa podía pasar.

Pero lo de Marcela ahora ha sido francamente inhumano. "¡Queremos sangre!" parecen decir todos los que se apoderan de cámaras y micrófonos para despedazarla, como jamás se les ocurrió hacerlo con los que quemaban templos y carabineras con bombas molotov y en nombre de la "dignidad". No, por supuesto. En esos tiempos todo estaba permitido, porque había sido autorizado por "la marcha más grande de la historia de Chile".

Lo que más parece irritar a los que lanzan la enésima piedra contra Marcela Cubillos es que ella haya dicho que la contrató una universidad privada en uso de su libertad y que ella aceptó el cargo ejercitando la suya, todo lo cual es estrictamente cierto. Este país, en el fondo, odia la libertad. No en vano ha elegido dos veces presidentes marxistas-leninistas. No en vano considera "enemigo público número uno" al que más libertades le garantizó. Junto con destruir a Marcela Cubillos, lo que la opinión pública está haciendo es atentar contra la libertad y a ella no le perdona que se lo enrostre públicamente a todos. 

Un país que permite el escarnio de que ha sido víctima Marcela Cubillos, por todos los medios, ciertamente no respeta tampoco los derechos humanos ni mucho menos siente la menor consideración por el papel digno y abnegado que siempre la sociedad había asignado a la mujer, por el solo hecho de ser la madre que a todos nos dio a luz.

sábado, 28 de septiembre de 2024

Justicia Divina ¿Dónde Estás?

Sebastián Piñera premió a Mario Carroza designándolo ministro de la Corte Suprema. Ambos fueron caracterizados perseguidores, mediante querellas ilegales, de los militares que derrotaron al terrorismo marxista. 

Ahora la justicia inmanente parecía que iba a alcanzar a Carroza a través de una acusación constitucional por haber ejercido influencia indebida en nombramientos notariales. Era la menor de sus responsabilidades, a mi juicio. Pero cumplía con ser una especie de sanción reparadora, al fin y al cabo, por sustanciar procesos notoriamente ilegales contra quienes nos salvaron del comunismo. Pero ahora el conglomerado ChileVamos ha anunciado que no apoyarán la acusación constitucional contra Carroza. Entonces no habrá justicia divina.

Mario Carroza fue sumariante de dos causas especialmente inicuas, de tantas abiertas contra militares, desde que Piñera, en su primer gobierno, triplicó las querellas contra éstos. Lo hizo tras haberles prometido, durante su campaña (y para obtener el voto de la "familia militar") acelerar los procesos y velar por que se aplicara la prescripción. El anuncio fue recibido por una ovación del medio millar de uniformados (r) que asistían al acto. Le creyeron a Piñera.

La causas más inicuas sustanciadas por Carroza fueron la que condenó a exuniformados por un inexistente "asesinato" de Miguel Enríquez, en 1974, y la que mandó a presidio por diez años al teniente coronel (r) Castañer por el caso de los quemadores-quemados, en que no le cupo responsabilidad.

No hubo "asesinato" de Enríquez, tanto que en 1974 el joven teniente Miguel Krassnoff recibió la Medalla al Valor del Ejército, junto con el agradecimiento de los sindicatos bancarios y de la sociedad civil, por haber descubierto la guarida del ladrón de bancos y terrorista, que fue el primero en abrir fuego. Su última fechoría anterior había sido asaltar la sucursal Huelén del Banco de Chile y ordenar a uno de sus bellacos disparar seis tiros al agente bancario Julio Robinson del Canto, por negarse a entregar las llaves de la bóveda y darle al mismo Enríquez un puñetazo que lo lanzó lejos. Al morir días después todavía tenía un ojo en tinta. 

Cuarenta años después, la traición de Aylwin, la mentira oficial y el engaño general habían hecho cambiar tanto al país que Carroza convirtió en 2014 ese logro social de 1974 en "asesinato" del jefe terrorista. Y añadió así otras decenas de años a las penas recibidas por Krassnoff, condenando además al fisco a pagar cien millones de pesos al ya anteriormente indemnizado hijo de Enríquez, Marco Enríquez-Ominami (que, notablemente, se preocupa de aclarar que su padre "murió en combate", desvirtuando la tesis de Carroza.) Pero ese pequeño "desacuerdo" no le impidió cobrar los cien millones.

Del mismo modo, Carroza reabrió ilegalmente, treinta años después, el caso de los "quemadores-quemados", ya sustanciado en 1986 por el ministro sumariante Alberto Echavarría Lorca. Es decir, no respetó la cosa juzgada.

La condena más llamativa e injusta en esta causa le fue impuesta al teniente coronel (r) Julio Castañer, que comprobadamente no tomó parte alguna en el incendio accidental de los artefactos inflamables portados por Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas. En un juicio además viciado por el soborno de testigos, le impuso diez años a Castañer, que, ya septuagenario y enfermo, ha entrado a cumplirlos recientemente.

Lamentable defección del piñerismo ante la acusación constitucional, que ha postergado la justicia divina, por ahora. Pero tarde o temprano llegará. 

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Lo Que Se Va a "Normalizar"

Lo que la mayoría de los chilenos cree hoy --a juzgar por lo que publican los medios-- no tiene nada que ver con la verdad. Esa mayoría cree que hubo "dictadura" cuando nunca la hubo. Los militares intervinieron porque los representantes del pueblo lo pidieron y los abogados se preocuparon de dejar constancia en la Revista de Derecho y Jurisprudencia en el sentido de que el gobierno militar era legítimo. No una dictadura. 

Eso lo corroboraron en 1974 el pleno de la Corte Suprema y el Colegio de Abogados. Y después se preparó una Constitución democrática y el pueblo la aprobó y eligió presidente a Pinochet en 1980. Con un presidente elegido y una Constitución popularmente aprobada no pudo haber habido una "dictadura".  

Y por si alguna duda hubiera cabido, la Concertación opositora reconoció la legitimidad de la presidencia de Pinochet y de la Constitución en 1989. Ambos fueron ratificados por un plebiscito de ese año, en que el 91,25 % votó a favor. Nunca nadie ha objetado la legitimidad de ese plebiscito.

Por eso nadie habló nunca de "dictadura" hasta que lo hicieron los comunistas. Lo malo fue que el "vientre blando" de los demócratas, encabezado por Piñera, cuya heredera es hoy Evelyn Matthei, "normalizó" la tontería. 

Pero hoy la mayoría no quiere volver a un régimen como el de Piñera o su heredera Matthei. Quiere volver a un régimen como el de Pinochet, que inauguró "los mejores treinta años de la historia de Chile", 1985-2015, durante los cuales Chile derrotó a la violencia revolucionaria y fue primero en el mundo en reducción de la pobreza. Eso se debe "normalizar".

Bajo Pinochet no había conflicto en la Araucanía. Hoy lo hay y es grave. Celulosa Arauco, que opera en la zona, se ve en la imposibilidad de seguir haciéndolo y se ha llevado una inversión de cuatro mil 600 millones de dólares a Brasil, donde no existe la guerrilla de acá.

Pues acá los terroristas persiguen y expulsan empresas, mientras el gobierno y la justicia persiguen a los policías. Van a formalizar al general director de Carabineros por "omitir reprimir apremios ilegítimos" contra delincuentes y terroristas.  Los carabineros son más perseguidos que los maleantes por la fiscal Chong, que busca condenarlos. 

Mientras, los delincuentes gozan de tantas garantías que la gente honrada debe comprar autos blindados para poder circular a salvo, como única defensa ante las bandas impunes de asaltantes, que cuando son apresados salen prontamente en libertad a hacer nuevas "encerronas". ¿Los autos blindados se van a "normalizar"?

Bajo Pinochet no había inmigración descontrolada ni sicarios que viven del brillante "negocio" de asesinar a propietarios despojados que intentan recuperar su inmueble. Este delito de usurpación ya se ha "normalizado" y hasta impide ampliar nuestro principal puerto, San Antonio. Son los peruanos los que logran ampliar los suyos, postergándonos en el dominio de la navegación oceánica. ¿Esto se va a "normalizar"?

Chile tropieza dos veces con la misma piedra. Pues rinde homenaje a Allende, que lo arruinó, y vuelve a elegir un marxista, Boric, que está haciendo lo mismo. Y Chile vuelve a pagar las consecuencias. 

¿Alguien puede sorprenderse de que cada vez más gente añore a Pinochet? Esto y no el delito es lo que se va a "normalizar" en las próximas elecciones. 

domingo, 22 de septiembre de 2024

Presentación Oficial del Entreguismo

La carta de los jóvenes republicanos en homenaje al 11 destapó una "caja de Pandora". Pero tuvo la virtud de delimitar claramente la derecha a secas, que considera al 11 como una efeméride y es defensora de los 17 años y orgullosa de ellos, y el resto, que va desde el comunismo, pasando por la DC y terminando en el piñerismo, donde están los entreguistas de derecha, que eran del Sí pero se cambiaron, se dejaron lavar el cerebro y ahora hasta condenan el Pronunciamiento y dicen que fue "una tragedia".

Los de derecha sostenemos que fue inevitable y la única manera de salvar al país de un régimen comunista, mientras los de izquierda y los entreguistas  sostienen que nada justificó un golpe.

La novedad es el entreguismo. Presentó toda una retórica. Creo que le daría hasta para formar un partido, el Partido Entreguista. Está muy bien representado por Sebastián Soto Velasco, Pablo Ortúzar (cartas a El Mercurio de 15.09 y 21.09). Junto a Gloria Hutt, de Evópoli, todos repudian el golpe y "la dictadura".

Pero ¿cuál es la verdad? La verdad es que no hubo una dictadura, pues Pinochet fue elegido Presidente en 1980 y antes de eso la Corte Suprema y el Colegio de Abogados habían dictaminado que el gobierno entrante era "legítimo", pues había removido a un régimen devenido ilegítimo. Y así se publicó en la Revista de Derecho y Jurisprudencia en octubre de 1973. 

Y esto fue ratificado por la Corte Suprema en pleno. Luego, no hubo nunca "dictadura", sino primero un gobierno legítimo que, al llamado de una mayoría democrática indubitable (81 vs. 47 votos) , destituyó a otro devenido ilegítimo. Y después un gobernante democráticamente elegido en 1980, como se confirmó por gobierno, oposición y plebiscitariamente con el 91,25% de la votación popular en 1989. Ratificación popular que nadie nunca ha objetado.

Entonces que la izquierda y el entreguismo hablen de "dictadura" y atrocidades como los degollados, los quemados y los torturados, mientras los de derecha recordamos las torturas bajo Allende, publicadas en El Mercurio en primera página, y los crímenes terroristas del teniente Carevic, los cincuenta tiros al coronel Roger Vergara, la muerte de los escoltas del general Sinclair, del carabinero guardián de la Llama de la Libertad, Heriberto Novoa, el asesinato del Intendente Carol Urzúa y el del teniente Zegers Ried, los secuestros frentistas del coronel Carreño y Cristián Edwards y el asesinato de los cinco escoltas del presidente Pinochet y prometamos que con mano dura vamos a restablecer la paz que había antes de 1990 y reeditar los mejores treinta años de nuestra historia... bueno, que la ciudadanía vote y elija.

Y veamos si el entreguismo sobrevive o desaparece bajo el peso de la verdad.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

No Hubo Dictadura

--La Gloria Hutt dice que no debería haber habido Golpe. Rechazó celebrar el 11 como lo hizo la Juventud Republicana.

--Pero si el 7 de septiembre del 73 Allende anunciaba que quedaba harina para pocos días más. 

--La Gloria debe decir que "no sólo de pan vive el hombre."

--Oye, y la cosa se viene todavía peor: no hubo dictadura.

--¡Te pasaste! No seas loco ¿qué va a hacer Chile si no hubo dictadura? ¿A quién le vamos a echar la culpa?

--Lo siento, pero los hechos son los hechos: Pinochet fue elegido el 11 de septiembre de 1980. Luego, no fue dictador sino presidente elegido entre 1981 y 1990. Y hasta Gonzalo Vial, el historiador y su enemigo jurado, reconoce que la mayoría había votado por él.

--¡Pero si lo eligieron en un plebiscito sin registros electorales!

--Se votó con el carnet, igual que ahora, y con tinta indeleble en el dedo. Y además la Concertación, Aylwin, Lagos, Gabriel Valdés, Frei Ruiz-Tagle y los demás validaron todo en el acuerdo para el plebiscito de 1989, donde el 91,25 % votó Sí y ratificó a Pinochet como Presidente y a la Constitución como válida.

--Bueno, pero entonces hubo dictadura antes, entre 1973 y 1980.

--Tampoco, porque el presidente DC del Colegio de Abogados, Alejandro Silva Bascuñán, hizo publicar en octubre de 1973 una separata de la Revista de Derecho y Jurisprudencia para demostrar que el golpe había sido legítimo, porque el régimen de Allende se había vuelto ilegítimo y, por tanto, quien depone a un gobierno ilegítimo, en virtud del "derecho de rebelión", es un gobernante legítimo. Así es que entre 1973 y 1980 tampoco hubo "dictadura", sino "gobierno legítimo".

-- Entonces "La Verdad Tiene su Hora", como tituló Frei Montalva su libro de los años 50.

--Sí, fue un best-seller, lo mismo que "Frei: el Kerensky Chileno", pese a que el mismo Frei lo había prohibido.

--No hay nada como prohibir un libro para que sea best-seller.

domingo, 15 de septiembre de 2024

El Video Republicano

La juventud del Partido Republicano publicó un video breve, como cualquier otro, el 11 de septiembre, rindiendo homenaje a la salvación de la democracia chilena amenazada en 1973 por la dictadura de Allende, según denunció la Cámara de Diputados el 22 de agosto de ese año, convocando a los militares a poner término a esa situación.

Imprevistamente, dicho video ha provocado una reacción muy crítica en la izquierda y en la centroderecha contemporizadora con esta última, mejor conocida como "piñerismo". En Cartas al Director de El Mercurio un día  salió una agresiva réplica de una dirigente de izquierda de la UC y al día siguiente otra no menos agresiva, de Sebastián Soto Velasco, de la centroderecha contemporizadora. Esta última tiene de particular que acusa a la juventud Republicana de renovar "el clivaje dictadura-democracia". Culpa a los jóvenes Republicanos de fomentar la polarización, de "pinochetismo" y de hacer difícil una alianza para gobernar con la centroderecha.

Pero el mencionado "clivaje dictadura-democracia" es un invento de la izquierda. Pues no existe. Desde luego, el gobierno de Pinochet 1981-89 fue elegido por el pueblo en 1980 y, adicionalmente, fue ratificado plebiscitariamente en su legitimidad democrática en 1989, cuando se lo sometieron al pueblo conjuntamente la oposición democrática y el gobierno del presidente Pinochet. Y el pueblo ratificó la legitimidad democrática del régimen y de la Constitución con el 91,25 % de los votos en un plebiscito que nadie nunca ha objetado. 

En el período anterior a 1981 el régimen militar tampoco fue considerado una "dictadura", pues fue descrito por el presidente del Colegio de Abogados, Alejandro Silva Bascuñán (DC) como "legítimo" en una separata de la Revista de Derecho y Jurisprudencia de octubre de 1973. Luego, fue un régimen de excepción transitorio y "legítimo" antes de 1981. Hablar de "dictadura" es simplemente erróneo. 

Particularmente errado es establecer un "clivaje democracia-dictadura", cuando el gobierno que restableció la democracia fue el democráticamente elegido de Pinochet en 1980, que asumió en 1981.

El video de los jóvenes Republicanos está del todo en el camino correcto: rindió homenaje al régimen que salvó a Chile de una dictadura comunista, reconoció el éxito de ese régimen al sacar a Chile de la ruina y del inminente riesgo de una guerra civil que iba a costar entre 500 mil (cálculo del general Prats) y un millón de muertes (cálculo del guerrillero "comandante Pepe"), con un costo de apenas tres mil caídos de ambos bandos entre 1973 y 1990.

En particular, considerar "peligroso" el homenaje juvenil Republicano a Pinochet, cuando se dirigió al gobernante que inició en 1985 los mejores 30 años de la historia de Chile, parece propio sólo de quienes se han convertido en antenas repetidoras de consignas comunistas.

En todo caso, es revelador que un video juvenil espontáneo haya remecido a la izquierda y a la centroderecha por igual. Esto hace suponer que la postura de la Juventud Republicana representa para esos sectores una amenaza electoral de proporciones en los comicios que se desarrollarán este año y el próximo en nuestro país y que pueden implicar un importante giro a la derecha, similar al que está teniendo lugar también en otras partes del mundo.

Post scriptum: Hoy 16 publiqué en X el siguiente tuit que lo dice todo: "Malas noticias para entreguistas: no fue dictadura porque, elegido en 1980, fue confirmado por la Concertación en 1989. Antes había sido declarado "legítimo" por presidente DC de los abogados, por derrocar a (gobierno) devenido ilegitimo en 1973".

Segundo post scriptum: Hoy 16 en El Mercurio Gonzalo Blumel, Ignacio Briones, María Emilia Undurraga, Luz Poblete y Hernán Larraín M. critican a los jóvenes republicanos y dicen: "Sólo el 11 de septiembre hubo 80 víctimas, entre ejecutados y detenidos desaparecidos". En mi Historia de la Revolución Militar, pág. 27, doy los nombres de 30 uniformados muertos ese día 11 por la guerrilla marxista y que forman parte de los 80 caídos que denuncian los autores de la carta.

sábado, 14 de septiembre de 2024

Chile se Fregó el 88

Cada cierto tiempo reaparece la pregunta "¿Cuándo se fregó Chile?".  Ahora Cristián Warnken en El Mercurio sostiene que "Chile no se fregó". Usó la otra palabra, claro.  Pero la verdad es que sí estamos fregados y peor que nunca antes, salvo tal vez, ya en 1973 bajo la UP. 

Ahora el chileno está más atemorizado que jamás antes. Salvo que sea delincuente. Y en general, desde el fin de la UP nunca se vio al país tan embromado como ahora. La gente dice vivir bajo un clima de miedo e incertidumbre. Antes hubo períodos de temor por el auge de la delincuencia y la población se abstenía de salir a pie en la noche. Pero hoy hay miedo de salir a pie o en auto a toda hora. Hay comunas en que se han hecho habituales los "turbazos" a casas particulares. Eso no había sucedido nunca. Se elige para viajar "la hora del taco", porque es la única en que no hay encerronas, aunque uno demore el doble. 

Y la economía estancada. Somos el país OECD con más permisología y más altos impuestos a las empresas. La producción crece apenas y la inversión cae año a año. La construcción, donde hallaban empleo los más pobres, está decayendo. Los ricos de verdad ya no viven en Chile, sino "vienen" a Chile. O están con un pie aquí y el otro allá. A los 80 mil millones de dólares que se fueron tras la insurrección comunista se suman miles de millones más que se van cada año.

Pero en realidad, cuando Chile se fregó fue el 88, tras el plebiscito del Sí y del No. Lo que pasó después era consecuencia inevitable. Me di cuenta al repasar ese año a raíz del caso Maduro. Y no he podido creer la barbaridad que toleramos el 88. Cómo aceptamos esa intromisión extranjera descarada, sobre todo viniendo de países con política exterior reconocidamente imbécil, como la de Estados Unidos, que habían regalado países al comunismo, como Vietnam del Sur, siendo cómplices del asesinato de su presidente pronorteamericano y católico. Que habían presionado al shah del Irán a renunciar para entregar el poder a los ayatolas, los peores enemigos terroristas de occidente. Con una Enmienda Kennedy para liquidarnos ante una guerra vecinal. El propio Ted Kennedy vino a presionar por el No el 88. Fue un personaje tan dañino que Michelle Bachelet hasta lo condecoró. 

¿Cómo Pinochet permitió que Harry Barnes, el embajador yanqui, cohechara en 1988 al electorado chileno con millones de dólares de su "Endowment for Democracy" en favor de una de las opciones? Una vergüenza. Y para financiar ante sus propias narices propaganda basada en una falsedad, la de que con el Sí seguía habiendo gobierno militar.  

Si hubiera ganado el Sí habrían seguido casi mil extremistas presos y no indultados y cobrando como falsos exonerados o con pensiones vitalicias de sospechosos de terrorismo, como las que dio Lagos. 

Con su millonario cohecho dieron vuelta al electorado, que antes del "platazo" favorecía al Sí en todas las encuestas.

Los "mejores 30 años de la historia de Chile, 1985-2015" habrían sido todavía más y mejores con Pinochet de presidente hasta 1998. Habríamos sido país desarrollado.

La mayoría del No, lograda gracias al cohecho extranjero, fue la que fregó a Chile. Y seguiremos fregados hasta que el Sí vuelva a ganar, lo que perfectamente puede suceder .

miércoles, 11 de septiembre de 2024

"Sitios de Memoria"

Los que contribuimos a salvar al país el 11 de septiembre de 1973 tenemos, como primer "sitio de memoria" donde celebrar la efeméride, a la Cámara de Diputados. Pues el Acuerdo allí adoptado el 22 de agosto de ese año, convocando a los militares a poner término al régimen de Allende, devenido ilegítimo por su atropello a la Constitución y las leyes, salvó a Chile del comunismo. Debería allí instalarse una placa conmemorativa.

El presidente DC del Colegio de Abogados, Alejandro Silva Bascuñán, publicó en la Revista de Derecho y Jurisprudencia de octubre de 1973 la argumentación para probar que el régimen militar, por haber depuesto a un gobierno devenido ilegítimo, debía ser considerado como "gobierno legítimo". Pero hoy los DC lo han olvidado y lo denominan "la dictadura".

Si hay que "hacer memoria" en esta fecha, lo primero que debería leerse es el Acuerdo de la Cámara, porque ahí está todo. Pero en Chile está prohibido de hecho publicarlo. Nadie lo hace. Puede hallarse el texto en el "Libro Blanco del Cambio de Gobierno en Chile" de 1974.

Los que celebramos el 11 estuvimos reconciliados con todo el mundo desde un principio. No fuimos nosotros quienes empezamos con la violencia en política, sino que fuimos los que, como representantes de la mayoría popular, convocamos a los militares a ponerle término a ella. Y lo hicieron con un mínimo de bajas. Nadie habría predicho en 1973 que todo se iba a arreglar con apenas tres mil caídos. Pero hoy dicen que fue "un horror". Y lo dicen los que declararon la guerra a la democracia e iban a imponer el verdadero "horror".

Después los triunfadores del 11 siempre estuvimos reconciliados con el adversario. La amnistía (del griego amnestia, olvido) de 1978 fue un sello de reconciliación. En Chile, paradójicamente, la han aprovechado mucho mejor los guerrilleros que querían tomar el poder. A los militares que se lo impidieron, los jueces prevaricadores, desde hace casi veinte años, les desconocen la amnistía como eximente, pese a ser ley expresa y vigente. En cambio, los extremistas fueron liberados gracias a ella. 

Hasta hoy una justicia prevaricadora persigue a los que salvaron la democracia. Hay más de 300 PPM, presos políticos militares. Y la izquierda "tiene a los derechos humanos como cajero automático para sacarle dinero al fisco". Y de manera desvergonzada. En estos días se ha dado a conocer la cadena perpetua para dos exmilitares y 20 años de presidio para otro, por haber "secuestrado" a 34 subversivos ¡hace cincuenta años! Todo ilegal. Y les van a indemnizar con ¡27 mil millones de pesos!. El "escándalo Hermosilla" es por haberle birlado al fisco 3 mil millones. Nueve veces menos. Este caso acapara titulares de la "gran prensa". Del otro sólo informa un diario digital, "Chile Informa".

Por suerte el país y la Constitución de hoy todavía son, básicamente, los que consagraron los militares del 11 y no los que pretendían los totalitarios vencidos el '73.

Suficiente razón para celebrar. Mientras Boric se esfuerza por crear "sitios de memoria" donde perpetuar el odio.

lunes, 9 de septiembre de 2024

Dos Triunfos de la Derecha

La derecha rara vez consigue triunfos comunicacionales, porque los medios los domina la izquierda. Pero ahora último aquélla ha conseguido dos bastante notables.

El primero fue gracias al caso Maduro, cuya derrota electoral y reticencia a dejar el poder hicieron surgir comparaciones con Pinochet, respetuoso ante un veredicto electoral desfavorable. 

Ya Heraldo Muñoz había intentado sacar ventajas, abusando de la mala memoria de los chilenos, haciendo el paralelo Maduro-Pinochet y afirmando que el régimen de este último había sido de "horror", como diciendo "Maduro no es tan malo". 

Por supuesto, "se pisó la huasca", porque en 1988, para la elección entre el Sí y el No, si hubo algún "horror" fue la intervención extranjera (de los EE. UU. y Europa Occidental, sumándose a la del mundo socialista) como nunca se había visto en los anales de las elecciones chilenas.

En una operación de cohecho impúdico, el embajador norteamericano Harry Barnes le dio al No una ayuda millonaria en dólares que alteró los términos de la campaña. A su turno, Europa subsidiaba diarios y revistas opositoras. El gobierno de Pinochet se transformaba en mero espectador del insólito intervencionismo, porque la verdad es que no hizo nada. En particular fue insólito porque la millonaria campaña del No se fundó en una premisa falsa: que la reelección de Pinochet iba a significar "la continuación del gobierno militar", lo cual no era verdad, porque entraba a regir el articulado permanente de la Constitución, perfectamente democrático y el mismo que presidió el gobierno de Aylwin y demás sucesores.

Al final la opinión pública se cercioró de que no había por dónde comparar las conductas de Pinochet y Maduro. Fue un triunfo comunicacional rotundo para la derecha y la figura de Pinochet.

Más aún, esa intervención extranjera se sumó a la del área soviética. Pero fue "el canto del cisne" de ésta, que estaba viviendo sus últimos días: en 1989 cayó el Muro y virtualmente se extinguieron los socialismos reales.

Por supuesto, la inexplicable intervención norteamericana contra la Junta había comenzado mucho antes, como lo certificó la Enmienda Kennedy (a todo esto, Ted Kennedy vino personalmente a intervenir en favor del No en 1988). Su "Enmienda Kennedy" perjudicó a Chile enormemente, pues nos impidió comprar armamento norteamericano a precios normales, cuando todas nuestras fronteras estaban siendo amenazadas. Si no hubiera sido por el apoyo de Brasil e Israel, habríamos quedado inermes frente a las agresiones en nuestra contra que planeaban el peruano Velasco Alvarado y después el argentino Galtieri. Ello nos obligó a vivir un 1978 al borde de la guerra.

En fin, se hizo patéticamente notorio el "patriotismo" de Michelle Bachelet, que cuando gobernó ¡condecoró! a Ted Kennedy por atentar contra Chile.

El otro triunfo comunicacional de la derecha vino de la mano del homenaje al exrector de la Universidad de Chile y otro hombre cabalmente de derecha, el filósofo Juan de Dios Vial Larraín. En un acto que la dignifica, la rectora de la "U", Rosa Devés, planeó un homenaje a su memoria. Pero entonces surgieron las voces de la izquierda comparando el caso de Vial con los de los filósofos Jaspers y Heidegger, que sirvieron bajo el régimen de Hitler y nunca fueron perdonados por esto.

La ridiculez de la comparación cayó por su propio peso. Pues implicaba poner en la balanza al régimen nazi, que suprimió todas las libertades, asesinó a seis millones de judíos y arruinó a su patria, con el de Pinochet, que restableció la democracia y entregó al término de su mandato al país de mayor crecimiento de América Latina, sin conflicto en la Araucanía, con la delincuencia y el terrorismo controlados y en cuyas calles y campos reinaba la tranquilidad.

Por contraste con la Alemania en ruinas que legó Hitler, el Chile que legó  Pinochet inició los unánimemente considerados "mejores treinta años " de su historia, 1985-2015.

Han sido dos logros recientes y señeros de la derecha en el campo comunicacional, tan adverso a causa del entreguismo y la contemporización de los personeros que ella eligió y que se prosternaron ante la violencia y las consignas de la izquierda. 

La subsecuente llegada de ésta al poder tiene hoy al país viviendo bajo el temor, el estancamiento, la corrupción y el malestar. Y añorando volver al tiempo en que tuvo paz, progreso y estabilidad.


viernes, 6 de septiembre de 2024

País Corrupto se Mira al Espejo

El "audio Hermosilla" ha estremecido al país porque lo retrata tal como es. Un abogado de élite le dice, en ese audio, a su cliente empresario, que si quiere seguir sin pagar ningún impuesto cuando el SII le está cobrando $3 mil millones, como ya lo logró una vez (en que "terminé pagando cero", confiesa el cliente en el mismo audio), debe tener una "caja negra" que entregue $10 millones mensuales para sobornar a un funcionario del SII. Y añade que, en ese momento, ya están en mora con ese "aporte" mensual.

Esa revelación es la que ha estremecido a Chile. Este país funciona así desde años inmemoriales. Pero lo hemos "barrido bajo la alfombra". Ello nunca había sido públicamente confesado. Ése es el cambio de situación, a raíz de la publicación del audio. 

Sin que ésta tuviera lugar, el país sólo lo comentaba sotto voce, fundado en los casos que conocía. Pero podía hacer como que nadie se daba cuenta de que éramos un país corrupto. Como en el caso de los juicios de DD. HH., pensiones a falsos exonerados, pensiones a falsos torturados que, a diferencia del caso Sauer-Hermosilla, le han costado al erario no sólo miles de millones de pesos, sino miles de millones de dólares. Todo eso lo hemos cohonestado y lo seguiremos haciendo. 

Lo que tienen en común todos estos otros casos, distintos del "audio Hermosilla", es que benefician a la izquierda y, obviamente, ésta, que controla "el relato" en el país, no hace escándalo con ellos en los medios. Y la centroderecha contemporizadora, que maneja los medios de la corriente dominante, hace como que no se entera. Como si así, no haciendo ningún escándalo, pudiera mantener tranquila a la "bestia revolucionaria". 

Lo cual ha generado "el peor de los mundos": pues se ha perdido la guerra comunicacional y eso no ha impedido la violencia revolucionaria.  

El fraude de los juicios de DD. HH. comenzó hace casi veinte años y entonces el penalista Miguel Alex Schweitzer escribió, el 16 de marzo de 2005, en La Segunda, tras haber enumerado principios básicos del derecho penal, como el de legalidad, el de no retroactividad de la ley penal y la presunción de inocencia: "Pues bien todos, y repito todos, esos principios básicos del derecho han sido abandonados en algunos casos que actualmente se tramitan en nuestros tribunales". Era sólo el comienzo. Después se desataron y la corrupción se generalizó. Desde entonces hasta hoy, casi semanalmente, esta forma de corrupción se viene reiterando sin que haya reacción social alguna. 

Es que no hay un audio en que un abogado de DD. HH. reconozca, como Hermosilla, "esta h... es delito". Como lo es. La corriente dominante lo ha cohonestado, "mirando para otro lado".

Como la opinión general se ha acostumbrado a convivir con la corrupción, cuando en varios podcasts a que se me ha convidado yo he dado a conocer casos concretos que he comprobado a lo largo de mi vida, he recibido una reacción de molestia "por decir esas cosas". 

Ningún "diario grande" ha destacado, por ejemplo, el "incómodo" caso de las licencias de conducir, sin dar ningún examen, del presidente del club Colo Colo y varios jugadores, que se ha publicado en un "diario chico". Se está arreglando discretamente. Ya la próxima semana se olvidará.

Como no quiero seguir molestando a la gente, no me extiendo en detalles. Pero dejo constancia de que "el audio", lo que ha hecho, ha sido obligarnos a todos a mirarnos al espejo y confesarnos a nosotros mismos que somos un país mucho más corrupto de lo que creíamos ser. Y tenemos la completa seguridad de que no se va a hacer nada al respecto más allá del "caso Hermosilla".

Yo me conformaría con que la ciudadanía votara por los que se comprometan a combatir la corrupción, pero TODA la corrupción. Porque ya antes la mayoría ciudadana ha votado, a sabiendas y más de una vez, cohonestando la corrupción. Y no quiero añadir detalles para no seguir siendo "tan odioso". 

Con que sólo eso se lograra, ya habríamos avanzado algo. 

lunes, 2 de septiembre de 2024

Fidel Admiró a Pinochet

Una fundación privada me confirió el premio "Pablo Pérez Zañartu" (un galardón muy prestigiado) por defender los valores que profeso. Para resumirlos, por si alguien necesita precisiones al respecto, diré que soy de derecha sin apellidos y rindo culto a la libertad, tal como Augusto Pinochet, que en su tiempo fue honrado, por eso, con el mismo premio. Puntualizo, asimismo, que rechazo absolutamente la idea de que su gobierno violó derechos humanos, y puedo probarlo en cada caso que se me presente; y dejo constancia además de que él, como presidente, fue más probo que todos los que le sucedieron y también puedo probarlo con un dictamen del Servicio de Impuestos Internos publicado en La Tercera del 18.10.05, p.4. 

El premio viene acompañado de una considerable suma que, con la cooperación abnegada del abogado Rodrigo Cooper (¿cómo Cooper podría no Cooper-ar?) pondré en manos de los más pobres y urgidos entre los 328 (y contando) exmilitares que mantiene tras las rejas la dictadura judicial de izquierda y con fines de lucro imperante. La única restricción que impondré a Rodrigo consistirá en que no podrá emplear el donativo en honorarios de abogados, pues los servicios de éstos son inútiles en un contexto de jueces que atropellan sistemáticamente las leyes expresas y vigentes. Pues en Chile, desde hace casi 20 años, no existe estado de derecho para los exmilitares, como ha sido ampliamente comprobado por juristas reconocidos y objetivos (Miguel Alex Schweitzer y Gonzalo Vial, citados en mi blog del 27 de agosto pasado).

En el breve discurso de aceptación del premio, recordé la convicción de Fidel Castro de que los mejores años de la historia de Chile se los debemos a Pinochet, según le expresó al empresario chileno Andrónico Luksic Abaroa, al final de una cena en La Habana a mediados de lo '90 y apuntándole enfáticamente con el dedo. 

Esto lo publiqué en la página 610 de mi Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990, cuya primera edición apareció en 2018. "Eso se lo deben ustedes a Pinochet", afirmó perentoriamente Castro, apuntando con el índice a Luksic, y según el relato de éste, cuando le terminó de describir a Fidel la bonanza chilena a mediados de los años '90. Nadie lo ha desmentido nunca. Menos los redactores y autoridades de El Mercurio que, al igual que yo, estaban presentes.

¿Qué significa que un gobernante marxista-leninista reconozca el éxito de políticas liberales diametralmente opuestas a las suyas y no cambie éstas? ¿Qué implica que él, principal coautor del magnicidio frustrado contra Pinochet en 1986, el cual costó la vida a cinco de sus escoltas, haya reconocido, diez años después, que su víctima había sido un gobernante exitoso? ¿Qué le impedía e impidió a Castro dar un vuelco en sus propias políticas y restablecer la libertad y la propiedad privada en Cuba, al convencerse del beneficio de haber hecho esto en Chile? 

Andrónico Luksic Abaroa falleció en 2005, Augusto Pinochet en 2006 y Fidel Castro en 2016. 


viernes, 30 de agosto de 2024

¿Cuándo Enloqueció Chile?

El domingo pasado vi en El Mercurio que el best-seller, la obra literaria más vendida de "ficción", se titulaba "El Libro de Bill". En una tincada demostrativa de lo perdido que ando en la vida, pensé que era un texto humorístico y lleno de ironías cultas.

Lo mandé comprar, porque no salgo a ninguna parte por temor a las encerronas, asaltos y balas locas. Pero me contestaron que estaba agotado y que, cuando llegaba a las librerías, desaparecía en el acto.

Más ganas me dieron de leerlo. Así es que, pagando un sobreprecio razonable, me lo iban a "reservar", me dijeron. Porque si no, se iba.

Hace un par de días ¡por fin! me llamaron y lo fui a buscar, antes de que otro, alguien, me arrebatara ese precioso ejemplar puesto a salvo de la voracidad lectora de los chilenos. Porque ya estaba agotado el último pedido de treinta ejemplares que había recibido la misma librería. Manejé desalado, recién almorzado. 

Llegando de vuelta a casa le saqué (a la joya literaria más vendida del momento) el envoltorio plástico e, impaciente, quise empezar a leerla y disfrutarla cuánto antes. Y ¡no pude! 

Es una mescolanza satánico-drogadística de disparates latosos, lugares comunes, invocaciones esotéricas, todas difíciles de leer porque están escritas en letra sepia sobre fondo amarillo, negro o rojo o vice versa. Nada es normal ni tiene sentido. Es una gigantesca pitanza. 

Incoherencia total. Hay páginas enteras que dicen "ha-ha-ha" y nada más. 

Otra página al azar, en colores, dice "POPOTES BOBOS. ¡Oye, mira mi colección de popotes bobos!" y otras sandeces, y hay unos tubos plásticos de diferentes colores. Otra dice "CÓMO LLEGAR AL CIELO" en la primera línea... y el resto está en blanco.

Dos páginas completas de monos animados muy desanimados. Fomes. Inexplicables.    

Nada tiene que ver con  nada. En otra página dice (sic) "El libro de Bll" (sin la "i"), fondo rosado, luego estupideces inconexas.

¿Quién me está tomando el pelo? En la portada dice "Planeta". ¡Ah, ya! ¡Devuélvanme mis dieciséis lucas!

¡Aquí hay unas escasas páginas "normales"! Las leo con dificultad, porque son borrosas. Son reproducciones sacadas de una antigua novela norteamericana, "El Gran Gatsby". Lamentablemente, son pocas. No permiten concluir nada.

Otra página con letras blancas dice: "VAYA VAYA VAYA" en distintos tipos, sobre fondo negro y añade: "¡Aquí estamos al fin. He esperado una eternidad para conocerte!". Y otras sandeces. Y nada más.  

Otra se titula "El exorcismo de William Lucifer" y es una lata ramplona y aburrida. Ni siquiera demoníaca.

Hay una página con un artefacto que parece lunar o marciano, en cuyo texto, apenas legible y de letras negras sobre fondo oscuro, dice "ah, aha, ahaha, ahahaha, ahahahahahaha" y así sucesivamente. Otro pistoleo.

En las contratapas, que hay que leer con lupa, están los "créditos" que les reconocen derechos de autor a cada una de las locuras, como si se tratara de genialidades beneméritas. 

Hay otra página de fondo negro y texto un poco amarillo, que sólo dice: "EL LIBRO DE BILL. ESCRITO POR BILL. PUBLICADO POR BILL. LAMIDO POR BILL." Y un poco más abajo, en tipo más pequeño, "DISTRIBUIDO POR BILL". Y eso sería todo.

En fin, en otra, un portón grande, viejo, desvencijado, con cadenas. Y al pie dice: "Oh, jo-JO. Vaya. No debieron publicar esto". Por supuesto que no.

En otra página un buen consejo: "Sácale punta a ese lápiz, amigo. ¡Es hora de ver de qué estás hecho! Además de bilis y células muertas". Genial. 

En otra sólo una palma de mano rojiza y demoníaca, para que pongas la tuya encima, a ver qué pasa. Lo hice y no me pasó nada. Hasta ahora. 

Después de media hora de ser víctima de un franco "pistoleo", tiré el bodrio lejos y grité de nuevo: "¡Devuélvanme la plata!".

La gente se pelea el libro, se lo arrebata. Lo paga caro. La gente está loca o drogada. Nunca me he drogado. A lo mejor si lo hiciera y en estado de idiotez, el libro me entretendría. ¡Cuidado! La que lo agota es la gente que elige a quienes nos gobiernan. O como yo, incauta. Es con la que te cruzas en la calle o en auto. ¡No la mires! Puede ser, no como yo, inofensiva, sino como Bill, enloquecida. Te va a pistolear. Y hasta te puede disparar.