Mostrando las entradas para la consulta terrorismo ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta terrorismo ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

viernes, 5 de septiembre de 2025

¿EN QUÉ PAÍS VIVE USTED?

Si usted conoce las leyes y lee los diarios de estos días verá que lo que ocurre habitualmente no tiene nada qué ver con lo que aquéllas mandan, prohíben o permiten..

Primero, la Cámara de Diputados rechazó que se cobrara una multa a quienes no cumplan con su deber de sufragar. Pero la Constitución dice que la ley debe multar a quienes no voten. La Cámara violó la Constitución. ¿Y qué? La mayoría de izquierda de la Cámara dice no y es no. Y nada sucede. ¿Usted pretende que se apliquen las leyes? ¿En qué país vive usted?

Se supone que usted se habrá dado cuenta de que las elecciones con voto voluntario las ha ganado la izquierda, que en cambio las ha perdido con voto obligatorio. Y como acá manda la izquierda y no la Constitución, aquélla  convierte el voto jurídicamente obligatorio en voluntario de hecho,

Segundo: en Temuco hay un ministro sumariante en juicios de derechos humanos, Álvaro Mesa Latorre, que mete presos a exmilitares por un delito instituido por él, por sí y ante sí, no tipificado en las leyes: "haber sido militar". Y  manda tras las rejas a ancianos que otrora vistieron uniforme.

Visto lo cual, la abogada Carla Fernández interpuso una querella contra el ministro Mesa por el delito de prevaricación, que sí está tipificado en el Código Penal y es el que comete un juez cuando dicta un fallo contrario a leyes expresas y vigentes. 

Pese a ser, desde hace veinte años, habitual esa conducta entre los sumariantes de izquierda (es decir, todos) nunca ha sido acogida una querella por prevaricación de las que han sido presentadas contra ellos. 

Esta vez un tribunal declaró admisible la patrocinada por la abogada Carla Fernández. Alarma en la judicatura. Eso no puede ser. Y entonces, cuando Mesa Latorre apeló ante la Corte de Concepción, la misma acogió la apelación y declaró inadmisible la querella. 

Se había puesto en riesgo a todos los juicios contra militares por supuestas violaciones a los derechos humanos. Pues todos están fundados en una prevaricación: un "secuestro permanente" que no existe y, en caso de existir, está tipificado en el código sólo para particulares y no para militares, que son agentes del Estado.

Si esa querella tuviera éxito, ello sería terrible política, jurídica y económicamente para la izquierda. Sobre todo económicamente: los juicios de derechos humanos son un cajero automático del cual aquélla extrae dinero fiscal crónica, ilícita e indefinidamente. 

Y es inagotable, pues ahora ya los juicios no se refieren sólo a casos que hayan costado la vida de algún subversivo, sino a quienes alguna vez fueron meramente interrogados. Hoy se querellan y cobran indemnizaciones por un supuesto y no acreditado "maltrato" sufrido hace décadas. Algo así como la Comisión Valech de Ricardo Lagos, que pensionó de por vida a cerca de treinta mil otrora interrogados por sus nexos con el terrorismo anterior a 1990. 

En fin, tercero, confirma el sesgo judicial a favor de la izquierda el fallo del Tribunal Calificador dictaminando que Daniel Jadue puede ser candidato, a pesar de tener suspendido su derecho a sufragio por "hallarse acusado de delito que merece pena aflictiva", según el art. 16 No. 2 de la Constitución. Para ser candidato se requiere ser ciudadano con derecho a voto.

Peor para la Constitución: Jadue es de izquierda, comunista, y puede ser candidato pese a los numerosos delitos merecedores de pena aflictiva de que se le acusa. 

¿Usted pretende que en Chile se apliquen las leyes?  ¿En qué país vive usted?


martes, 26 de agosto de 2025

MUERTES EVITABLES E INEVITABLES

Un sereno analista de la actualidad política afirma que la caída de Evelyn Matthei en las encuestas se debió a que declaró que el 11 de septiembre de 1973 había sido inevitable que hubiera muertes. En realidad, todos los analistas son de la misma opinión.

Pero parece indiscutible que Evelyn Matthei sólo dijo una verdad muy fácil de probar: si hubo un poder público que conminó a los militares a poner término a un régimen y éste había organizado grupos armados para no sólo defenderse sino tomar el poder total, y los militares acogieron el llamado político civil, es de Pero Grullo que el enfrentamiento de ambos contingentes armados debía dar lugar inevitablemente a muertes en ambos bandos. 

Por cierto, cualquier podía anticipar que los caídos de la guerrilla de izquierda iban a ser más que los de las tropas profesionales. De hecho, el Informe Rettig dijo que entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre de 1973 cayeron alrededor de 1.800 personas, unas mil quinientas del bando de la guerrilla y unos 300 uniformados.

Por cierto, entre todas ésas hubo muertes evitables. Los muertos a manos de carabineros del retén de Lonquén fueron evitables, si los primeros hubieran cumplido su deber de respetar la vida de los presos.

La muerte de carabinero Fabriciano González Urzúa a manos de guerrilleros que disparaban desde una industria textil fue evitable, porque aquél sólo auxiliaba a un camarada herido y procuraba arrastrarlo a un lugar seguro. Por su heroísmo hoy la Escuela de Suboficiales de Carabineros lleva su nombre. Su muerte heroica fue evitable.

También fue evitable la de una veintena de asesores y funcionarios de La Moneda, a quienes alguien ordenó fusilar en las instalaciones de un regimiento en Peñalolén el mismo 11.

Pero, en general, era inevitable que hubiera muertos. El problema reside en que la izquierda ha sido mucho más exitosa en condenar el 11 de septiembre que la derecha en defender su necesidad e inevitabilidad.

Los militares ganaron la guerra el extremismo marxista en toda la línea y por eso, al dejar el poder, se condecoraron justificadamente con la medalla "Misión Cumplida". Habían recibido de los civiles un país en ruinas y les habían devuelto otro próspero y que estaba a la cabeza de América Latina.

Ganaron la guerra a la subversión y al terrorismo de izquierda, pero perdieron la posguerra propagandística. Los sectores de derecha, copartícipes del éxito y que tenían la obligación de defender el legado. no lo hicieron. Algunos incluso traicionaron a los militares, pasándose en su mayoría al bando de los que hoy los persiguen y condenan.

Por eso Evelyn Matthei dice una verdad irredargûible, pero cae en las encuestas. Porque en Chile el relato mata al dato y aólo una minoría es capaz de defender la verdad.

domingo, 3 de agosto de 2025

LOS QUE NO NOS DAMOS VUELTA LA CHAQUETA

"Darse vuelta la chaqueta" es una conducta vernácula nacida durante la Revolución de 1891, la más sangrienta de la historia del país (costó más vidas que la Guerra del Pacífico). Entre seis mil y diez mil muertos, según el historiador consultado. La última cifra equivalía al 0,5 por ciento de la población, en 1891. En cambio, la Revolución Militar que nos salvó del comunismo costó, en términos de víctimas del terrorismo interno y consiguiente represión, tres mil vidas durante 16 años y medio. "La sacamos barata". El comandante Pepe, revolucionario, le había dicho en 1972 a la periodista Nena Ossa que debía morir un millón "para que la revolución resultara". Fue fusilado en Valdivia en octubre de 1973, tras un consejo de guerra, ante el cual lo defendió su abogado, Andrés Aylwin, diputado DC y hermano del expresidente. É instó a éste a liberar a indultar a los casi mil subversivos que tenía presos Pinochet. Para que se vaya recordando por qué hoy la delincuencia y el terrorismo campean en el país.

Los revolucionarios del 91 usaban casacas blancas, los del gobierno, azules con forro blanco. Éstos, derrotados, para pasarse al enemigo sin que se les disparara "se daban vuelta la chaqueta". Así nació la costumbre de darle ese nombre al cambio de bando. 

El cual tuvo particular importancia durante el inconstitucional proceso discurrido en 2023 por Sebastián Piñera y Gabriel Boric ("Acuerdo por Chile"), a instancias del rector-columnista Carlos Peña. Durante ese indebido proceso, en un momento u otro "se dieron vuelta la chaqueta" (en orden cronológico) José Antonio Kast, para pasarse al bando de la nueva Constitución, justo apenas su partido había obtenido una gran votación por oponerse a ella; luego se la dio Gabriel Boric, para salirse del Acuerdo y votar En Contra; y, en fin, el mismísimo "padre de la infausta criatura", el rector columnista Carlos Peña, que había aconsejado a Boric, desde El Mercurio, "tirar lejos la Constitución" y "continuar haciendo girar la rueda" para dictar otra. 

Es que Peña, cuando vio el resultado, es decir el texto preparado por el Consejo dominado (voto popular mediante, no anunciado por las encuestas) por los republicanos, se dio a su vez "vuelta la chaqueta" y recomendó abortar el texto en la votación general final del Consejo, el 30 de octubre de 20 23. 

Ello habría evitado tanto el plebiscito como la ·franja electoral y las campañas del "A Favor" y el "En Contra". Los consejeros republicanos no obedecieron a Peña y prefirieron, todos, darse "vuelta la chaqueta" solidarizando con Kast. Habrían bastado cuatro votos suyos el 30 de octubre, para haberlo terminado todo ahí.

Todo esto lo refiere, para "perpetua memoria", mi último libro, "Trampantojo", apócope de "trampa ante los ojos", aceptado por la RAE, el término con que calificó el rector Peña al proyecto de nueva Carta de los republicanos.

Con estos cambios de bando quedó un vacío en la derecha. Los que no nos dimos vuelta la chaqueta, encabezados por Johannes Kaiser, que debió dejar el partido porque le hicieron difícil la vida parlamentaria, fundamos entonces el Partido Nacional Libertario, junto a 50 mil firmantes y éste se constituyó en todo el país. Es el de más a la derecha y lo lleva a él como su candidato presidencial.

Ese partido es el único que en su declaración de principios reconoce el legado del gobierno militar. Kaiser es el más capaz de terminar con el terrorismo y la delincuencia, tal como lo hizo Pinochet. Dice que si se dieran las mismas circunstancias debería repetirse el 11. Por eso la izquierda lo acusa y lo quiere bajar "por secretaría". Es también el único que no reniega de Pinochet, cuyas políticas nos dieron los "mejores 30 años", entre 1985 y 2015. ¿Y quieren que ahora nosotros "nos demos vuelta la chaqueta" porque en las últimas semanas no le fue bien a Kaiser en la Cadem?

Hace ocho semanas en ella le iba mal a Kast y Evelyn Matthei estaba primera por amplio margen. Entretanto la Cadem "se dio vuelta la chaqueta" y hoy dice que es todo al revés: Kast arriba y Matthei cayendo. Nosotros no nos damos vuelta la chaqueta y confiamos en que otro cambio en las encuestas va a volver a suceder, pero ahora en favor de Kaiser, el único que nunca se la dio vuelta.

    

jueves, 31 de julio de 2025

JARPA-FREI-AYLWIN-BOSSAY-KAISER

¿Qué impulsa a la izquierda a estar siempre haciendo trampa? 

Un diputado frenteamplista y otro comunista pretenden acciones legales para privar a Johannes Kaiser, diputado y candidato presidencial, de la existencia de su partido político; consecuentemente, de su candidatura presidencial e incluso de su libertad de expresión, que le es conferida por el art. 19 N° 12 de la Constitución, el cual dice: "La Constitución asegura a todas las personas: 12.- La libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio."

Lo más notable es que la opinión expresada por Kaiser es exactamente la misma que en el pasado sostuvieron y hasta hoy sostienen, posiblemente, la mayoría de los ciudadanos, y en el pasado destacadas personalidades de la vida democrática nacional, de derecha a izquierda, como Sergio Onofre Jarpa, Jorge Alessandri, Eduardo Frei Montalva, Patricio Aylwin,  Gabriel González Videla y Luis Bossay, este último habiendo, antes de tomar esta posición, formado parte de la propia Unidad Popular y desengañado de ella. El pronunciamiento militar del 11 de septiembre de 1973, al cual convocó por 81 votos contra 47 el Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de ese año, era indispensable y la única manera de evitar una "tiranía comunista" (palabras de Aylwin que él después olvidó) o una guerra civil.

Pues, preguntado hace poco Kaiser por el periodista Tomás Mosciatti si sería partidario de repetir el llamado si se generaban las mismas circunstancias de 1973, el parlamentario y candidato presidencial contestó afirmativamente. 

Esto pretende ser presentado como un atentado a la legalidad y la democracia, en circunstancias que se llevó a cabo precisamente para salvar la libertad y la democracia. Y en efecto fueron salvadas, como lo probó el régimen instaurado por la Constitución de 1980 y que nos rige hasta hoy, si bien degradado a "democracia defectuosa" por el ranking de The Economist, debido a los atropellos perpetrados por la izquierda al estado de derecho o rule of law. 

¿Pretenden los diputados de extrema izquierda, con sus iniciativas ante el Servel y el Tribunal Constitucional, suprimir la libertad de expresión? ¿Desean anticipar el clima político que imperaría si su candidata Jeannette Jara, militante comunista desde los 15 años, busca imponer en Chile? ¿Se va a prohibir a los chilenos a opinar en la misma forma que los principales estadistas democráticos de 1973? ¿Es éste el primer paso hacia "la dictadura del proletariado"?

Es tan jurídicamente fundada la opinión de Kaiser que está oficializada por la separata de la Revista de Derecho y Jurisprudencia, redactada por el presidente DC del Colegio de Abogados y publicada en octubre de 1973, destinada a probar que el gobierno militar instaurado un mes antes era "legítimo", porque, sostenía el principal jurista Alejandro Silva Bascuñán, el régimen que depone a un gobierno devenido dictatorial e ilegítimo, como era el caso del de Salvador Allende, debía ser necesariamente legítimo..

Ya la extrema izquierda ha arrastrado a la prevaricación y la ilegalidad al Poder Judicial en los procesos por supuestas violaciones a los derechos humanos por parte de militares que derrotaron el terrorismo de extrema izquierda. Más temprano que tarde la contralora Dorothy Pérez deberá ocuparse de ello, pues eso está costando miles de millones de pesos en exacciones ilícitas a expensas del erario. La corrección en el uso de los recursos fiscales, por la cual ella está obligada a velar, según el artículo 98 de la Constitución, la obliga a entrar en este tema. Basta leer cualquier fallo sobre derechos humanos para saber que en Chile la izquierda está sustrayendo crónicamente, en forma ilícita, recursos fiscales por vía de una prevaricación judicial ostentosa.

No quiero pensar en las consecuencias institucionales que podría conllevar el empeño liberticida de los diputados de izquierda, sobre todo si alguno de sus recursos fuera acogido por el Servel o el Tribunal Constitucional (ambos de composición política y dominados por la izquierda). Ello resucitaría la Doctrina Legalista de Schneider, del consejo de generales de julio de 1970, donde se establecía que las Fuerzas Armadas no podían utilizar su poder para asumir el gobierno, pero, añadía (lo que suele olvidarse), si otro poder del Estado abandona el marco constitucional, las Fuerzas Armadas, que se deben a la nación más que a un régimen determinado, deben intervenir para poner término a la inconstitucionalidad y restablecer el estado de derecho.

El golpe de mano marxista contra la libertad de expresión puede tener las más profundas consecuencias. Y, desde luego, si no hemos olvidado la historia, pueden ser peores para quienes acostumbran históricamente en Chile, y por su doctrina totalitaria, atentar contra las libertad de las personas..

En todo caso, el aserto de Kaiser está respaldado por la historia, el derecho y las más altas personalidades del Estado chileno, y además por una mayoría aplastante de la opinión pública, manifestada tanto en 1973 como en 2022 y 2023 y, confiamos, también lista para manifestarse en las elecciones de cuatro meses más..

lunes, 7 de julio de 2025

EN EL CHILE STALINIANO

¿Hay libertad de expresión en un país donde usted no puede decir una verdad obvia, como la de que si se presentan las mismas circunstancias de 1973 debe haber otro pronunciamiento como el de entonces? Porque el diputado Johannes Kaiser ha dicho eso y se están haciendo presentaciones ante órganos oficiales para que sea sancionado por la Cámara y se ponga término a la existencia del Partido Nacional Libertario que fundó,

Es alarmante el grado en que el comunismo se está volviendo a enseñorear del país. Los rojos, con sólo ir a votar, consiguieron que su candidata Jeannette Jara fuera la única del pacto de gobierno. Pues los militantes y simpatizantes de otros partidos mayores que el comunista simplemente casi no fueron a votar.

Pero aún más alarmante es la entronización de una "mentira oficial". El Mercurio publicó una carta del rector de una universidad de izquierda, Álvaro Ramis, donde dice las siguientes falsedades fácilmente comprobables, en apoyo al silenciamiento forzoso del diputado Kaiser: "El diputado ahora sostiene que 'repetiría' la desaparición y ejecución de 3.227 personas, la tortura de 38.254 y el exilio de 250 mil compatriotas".

Todo falso: el Informe Rettig contabilizó 2.279 muertos entre 1973 y 1990, cerca del 60 % de los cuales cayeron el mismo 1973, cuando Frei y Aylwin aplaudían a los militares públicamente: "Los militares han salvado a Chile", aparecía declarando el primero en el ABC de Madrid. El segundo aprovechaba la TV y la prensa escrita diciendo que Chile se había librado de una tiranía comunista o una guerra civil. Y la escritora francesa Suzanne Labin vino a Chile a comprobar el número de desaparecidos y la Vicaría le informó que eran 651. Lo publicó así en su libro "Chili, le Crime de Resister".

Y posteriormente se comprobó el paradero de cada uno de esos 651, restando los que no tenían existencia legal, los que aparecían viajando al extranjero y los que habían sido vistos por testigos juramentados ante notario. Y, además, considerando los restos que yacían y yacen en varios patios del Cementerio General, que hasta hoy nadie se molesta en identificar, pese a que el actual gobierno ha inaugurado un "comité de búsqueda" el año pasado. El cual no ha buscado nada, porque sabe que no hay nada más que lo antes indicado. Y porque sabe que el "desaparecido" más famoso, el de la película "Missing", protagonizada por Jack Lemmon, fue encontrado ahí por el gobierno militar y devuelto a los EE. UU.

La mentira mayor del rector Ramis son los "250.000 compatriotas" exiliados. En 17 años el gobierno militar expulsó a menos de diez personas, como Jaime Castillo, Manuel Bustos, Eugenio Velasco, Renán Fuentealba y José Zalaquett. Por supuesto, hubo otros exiliados, pero no por el gobierno, como los asesinos miristas del Intendente de Santiago, Carol Urzúa, que pidieron asilo en la Nunciatura Apostólica y el gobierno les concedió la salida del país. Y otros a los cuales se concedió la conmutación de pena de presidio por extrañamiento.

La falsedad más espectacular del rector Ramis es su mención de 38.254 "torturados", que constituyen uno de los mayores escándalos nacionales: el protagonizado por Ricardo Lagos y su Comisión Valech, que dieron pensiones vitalicias a todos los que habían sido interrogados por los servicios de seguridad por sus nexos con el terrorismo.

Chile ha sacado ya patente de imbécil dos veces: cuando eligió a Allende en 1970 y cuando eligió a Boric en 2021, Entretanto se está convirtiendo en un país staliniano, como lo prueba la persecución a Kaiser por una mera opinión. Con el aplauso de la diputada Ossandón, de la "derecha social", por supuesto.

sábado, 14 de junio de 2025

DOS PAÍSES EN UNO

Chile es dos países en uno. Están enfrentados y no pueden reconciliarse. Ése es el problema. Hoy lo deja patente una columna del izquierdista Ricardo Brodsky en El Mercurio. En ella no puede menos que condolerse de una barbaridad inhumana: la existencia de no menos de 400 presos políticos, ancianos exmilitares, entre ellos no pocas mujeres, sin derecho a debido proceso y arbitrariamente apresados.

Pero Brodsky sabe el terreno que pisa y por eso se resguarda, reconociendo todo lo que se le ha dado a la guerrilla marxista derrotada el 73: "Diversas leyes dan cuenta de esa política sostenida a lo largo de 20 años, aunque, por cierto, no satisface a las víctimas". 

Traducción al idioma de la verdad: "las víctimas" son los guerrilleros que, matando chilenos, se quisieron tomar el poder por las armas, dado que no podían alcanzarlo mediante elecciones. Fracasaron sólo porque los militares, convocados por una mayoría civil, los derrotaron completamente. 

Claro, como es sabido, la DC y parte de la centroderecha traicionaron después a los militares, en particular Piñera los persiguió ilegalmente más que nadie, y antes Aylwin había indultado y llenado de plata a los agresores marxistas, lo cual sigue sucediendo hoy, en que están en el gobierno.

Lo reconoce Brodsky: "También se otorgaron beneficios a cerca de 150 mil personas exoneradas de sus empleos y se adoptaron medidas para facilitar el retorno de los miles de exiliados". Mintiendo un poco, porque el gobierno militar no "exilió" a "miles". Expulsó ocasionalmente a no más de diez dirigentes políticos adversos en 16,5 años. A lo que sí accedió fue a permitir la salida al exterior de extremistas asilados en embajadas --entre ellos a los miristas que asesinaron al Intendente Carol Urzua, por ejemplo-- o procesados por terrorismo que conseguían apoyo externo para que se les conmutaran condenas a presidio por "extrañamiento", consistente en cumplir la pena en el exterior. O canje por presos políticos del comunismo, como en el intercambio del secretario general comunista Luis Corvalán por el disidente ruso Wladimir Bukovski en 1976. 

Pero la frase clave de Brodsky es la siguiente: "Dicho lo anterior, hay que reconocer que ninguna justicia ni ninguna reparación es suficiente para equilibrar el dolor causado". Esto es como oír a Hitler culpando a Churchill y Roosevelt por bombardear ciudades alemanas. Es el "gran cambiazo" registrado en Chile. De agresores a víctimas. De totalitarios a demócratas. De avanzar sin transar y "la momia al colchón y el momio al paredón" a "Hermanitas de los Pobres" que, como Sheila Cassidy, daban refugio y atendían a guerrilleros heridos y defendidos por la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado, con jefe del archivo comunista, claro.

"El dolor causado" entre septiembre y diciembre de 1973, en que cayó el 57 % de todos los muertos en la lucha contra la guerrilla en 16,5 años. Justo fue el período en que Aylwin defendía a los militares y los aplaudía por salvarnos de una "tiranía comunista o una guerra civil". Todo lo cual, el primero en olvidarlo fue Patricio Aylwin, que en 1991, sostenía jamás haberlo dicho ni hecho y les pedía perdón a los marxistas, con lágrimas en los ojos, por la derrota que los "militares malos" les habían infligido, olvidando que los había convocado él e incitado él.

Reconozcamos que el gobierno militar y sus partidarios civiles de la derecha política que inspiró económica, social y constitucionalmente al régimen militar y lo continúa defendiendo, salvamos a Chile y ganamos la guerra contra el marxismo, pero somos minoría y perdimos la posguerra publicitaria, a raíz de lo cual la mayoría adoptó el "relato" de la izquierda, bajo el cual vivimos hoy, que es el que expresa la columna de Brodsky.

El único que puede reeditar la unidad, la seguridad y la prosperidad que nos legó Pinochet es el candidato que no ha renegado de él, Johannes Kaiser. Con cualquier otro, vamos a seguir siendo dos países. Pero con el peor de ambos al mando, como hoy. O con otro que conduzca a que el peor vuelva al poder, como ya lo fue Piñera y lo sería su clon político actual, Evelyn Matthei..

sábado, 7 de junio de 2025

BASICS

La peregrina propuesta de Boric sobre Punta Peuco y el debate consiguiente prueban que los chilenos no saben casi NADA sobre las condenas por supuestas violaciones de derechos humanos. Ni siquiera dominan los BASICS, los rudimentos. Pero sí opinan.

Hoy he leído en El Mercurio una carta de varios profesores de derecho de cierta universidad, analizando un fallo de la Corte Suprema, donde escriben "Estado de Derecho", con mayúsculas. Eso es un síntoma de no entender de este tema, porque lo que se traduce como "estado de derecho", con minúsculas, es el término inglés "rule of law", que en el hemisferio norte, de donde proviene casi toda la sabiduría, se escribe con minúsculas y no se ve por qué su traducción se va a escribir con mayúsculas.

"Rule of law" (esa mayúscula obedece a que es la primera palabra de una frase) significa "vigencia de la ley", es decir, que en un medio determinado (país, familia, ciudad, institución) rige la ley. Alguien la tradujo al castellano como "estado de derecho". El término describe un "estado de cosas", una situación o conjunto de conductas donde se respetan las leyes. En ese sentido "estado" equivale a "situación" y a nadie se le ocurriría escribir "situación" con mayúscula, salvo que fuera la primera palabra de una frase.

El propio El Mercurio, en un primer editorial, escribe "Estado de derecho". Bien por escribir "derecho" con minúscula, pero mal por "Estado" con mayúscula, pues aquí no se trata de la persona jurídica "Estado" con nombre propio, sino del sustantivo común "estado" o "situación" o "condición". Pues si escribiera "situación ajustada al derecho" no escribiría ninguna de esas palabras con mayúscula. Entonces ¿por qué "Estado de derecho"? Porque el redactor no ha captado que "rule of law" se refiere a una situación o estado de cosas que nunca debe ser escrito con mayúscula y no al Estado, persona jurídica, un nombre propio.

Una honrosa excepción que he encontrado: Ricardo Abuauad, columnista de La Tercera, escribe "estado de derecho". 

Es que, en general, nuestra élite no domina los basics, los elementos fundamentales de los temas. Sólo repite consignas ajenas, especialmente de izquierda. Y menos se informan las grandes masas, enteradas a través de los matinales y las redes sociales, donde reinan los lugares comunes y la superficialidad instalados por la izquierda.

La sociedad tampoco ha tomado nota de que en los juicios de derechos humanos contra exmilitares, puestos de moda por lo de Punta Peuco, sistemáticamente se atropella el "estado de derecho". Si usted quiere saber realmente sobre este tema, compre el libro "Prevaricato" de Adolfo Paúl Latorre, que está precisamente lanzando una nueva edición actualizada. "Its all there", como me dijo Margaret Thatcher cuando conversamos sobre "Camino de Servidumbre", de Hayek.

La prevaricación fue confesada hace diez años por el principal condenador de exmilitares, Alejando Solís. Lo hizo en la televisión pública en 2015. Reconoció que condenaba en virtud de una "ficción jurídica", el "secuestro permanente". Confesó que no lo probaba. Confrontado con la evidencia de que un secuestro no podía haber "permanecido" 40 años, concedió: "Yo no digo que la realidad fuera ésa". Es decir, mandaba presas a legiones de exmilitares sin probarles ningún delito y en virtud de una falsedad ostensible. Fue tan lamentable su performance televisiva que el entonces ministro de Michelle Bachelet, José Antonio Gómez, resolvió consolarlo con una millonaria asesoría en su ministerio. 

Ante otro enésimo fallo escandaloso de la Corte Suprema ese año yo denuncié la nueva prevaricación en carta a la Revista del Abogado del Colegio de la orden, pero su consejo de redacción, dominado por "amigotes" del redactor del fallo, me aplicó censura previa. Un aporte de ese benemérito Colegio a la libertad de expresión.

La referida sentencia era particularmente tendenciosa, politizada e ilegal e iba en perjuicio de tres exmarinos, un excarabinero y un exPDI, a quienes trataba de "los sublevados". Como la Revista censuró mi artículo, lo publiqué en este blog el 27 de marzo de 2015. De nuevo lo reproduje el 17 de febrero último ("La Primera Medida de Johannes"). Denunciaba tanto los errores como los horrores del fallo, siendo los segundos más que los primeros, porque el extremista del MIR que había muerto en un recinto de la Armada en 1973 mal podía estar secuestrado todavía en 2015. Y además el secuestro sólo puede ser cometido por particulares, según dice el código, y los exmilitares son funcionarios. ¿Por qué los jueces no usaban el delito de detención ilegal, que sí pueden cometer los funcionarios? Primero, porque la penalidad es más baja y aquí se trata de venganza. Y, segundo, porque basta revisar los lugares de detención para comprobar que ésta no duraba desde 1973 a 2015, como sostenía el fallo del "amigote".

Ahora se aduce razones humanitarias en favor de los exmilitares presos. Pero si en Chile hubiera imperado el estado de derecho con minúscula, no habría habido venganza socialista-comunista. Ni condenas ilegales por derechos humanos. Ni un erario esquilmado. Ni abogados de izquierda multimillonarios. Ni Punta Peuco habría sido construido. Habríamos seguido siendo el país que fuimos, pacífico y civilizado, sin delincuencia ni terrorismo y creciendo al 10 por ciento, como el legado por Pinochet y su "Misión Cumplida" el 11 de marzo de 1990.

miércoles, 4 de junio de 2025

PUNTA PEUCO Y EL CHILE DESVERGONZADO

Aylwin convirtió a Chile en un país desvergonzado, porque se dedicó a algo tan abyecto como perseguir a los mismos militares a los cuales él, junto a una gran mayoría, había convocado para sacar al comunismo del poder.

La desvergüenza se acentuó cuando ese comunismo se hizo mayoría entre los jueces y éstos empezaron a condenar a muchos años de presidio a exmilitares por delitos inexistentes o amnistiados o prescritos y, además, sin haberse acreditado que los hechos hubieran sido reales. Por eso el prevaricador máximo confesó en cámara en 2015: "yo no digo que la realidad sea ésa" ("El Informante" de TVN).

Tal desvergüenza se generalizó cuando fue ratificada por una mayoría ciudadana transitoria (pero dentro de sólo una minoría del padrón electoral, porque en 2021 no alcanzaba al 50 % de éste). Tal "mayoría minoritaria" eligió Presidente de la República a un sujeto que estaba fuera de la cárcel sólo debido a la lenidad e ignorancia del entonces gobernante Sebastián Piñera, así es que elegir a  Boric fue ya una señal de desvergüenza adicional en sí.

Por supuesto, él se esmera por llevar esta última a un punto más alto aún, consistente en forzar la conversión de Punta Peuco en un penal común, introduciendo allí delincuentes que son la hez de nuestra sociedad.

Fue precisamente el menos desvergonzado de los gobiernos de la Concertación, el de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, que conservaba algunos rasgos de decencia, el que tuvo que confrontar el hecho consumado de que una mayoría de jueces comunistas estuvieran metiendo presos a exmilitares por largos años y hasta de por vida, aunque nunca hubieran delinquido. En un rasgo de esa decencia básica, Frei Ruiz-Tagle comprendió que debía construir un penal distinto, ad-hoc, para personas decentes, "presos políticos", y lo dijo expresamente en el decreto respectivo. Pero uno de sus ministros, venido del área marxista-leninista, Ricardo Lagos, era particularmente desvergonzado, como lo acreditaría después, bajo su propio gobierno, al formar la insólita Comisión Valech con el fin de pensionar de por vida a sospechosos de terrorismo. Así, Lagos se negó a firmar el decreto autorizando Punta Peuco porque, "hijo del odio", quería ver a los exmilitares vencedores de su guerrilla tener que mezclarse con el lumpen de nuestras cárceles, "donde el bueno se hace malo y el malo se hace peor". Pero "se tuvo que tragar el sapo", para emplear la expresión de una candidata presidencial con "ideales de izquierda". Al final no renunció, sino que, tras una poco estridente protesta verbal, "se hizo el leso" y se calló.

Porque si usted llena una cárcel de gente decente, que nunca ha delinquido, el suelo de los baños no va a estar cubierto de excrementos, no se van a formar bandas de cuchilleros que riñen entre sí, no va a haber agresiones de connotación sexual desviada, no se van a organizar estafas desde el interior al exterior del penal ni a consumir drogas ingresadas subrepticiamente y el recinto estará limpio, por acción de los reclusos, que se van a respetar y auxiliar mutuamente. Y todo esto es intolerable para la extrema izquierda violenta. 

Pese a que los barrotes están, las celdas estrechas están, la privación de libertad 24/7 está. Pero la mugre, la depravación, la degeneración y la violencia no están. Y esto es lo que Boric quiere añadir. Quiere introducir ahí a su lumpen. 

Pero ya no cabe un preso más en Punta Peuco. Entonces ahora no saben cómo añadir una última desvergüenza adicional al gobierno que están por terminar.

viernes, 16 de mayo de 2025

UNA SOLA LÍNEA

Cuando fui candidato a senador en 1989 mi lema de campaña era "de una sola línea". Pero me llamó don José Piñera Carvallo, con quien tenía amistad desde que me iba a ver frecuentemente a La Segunda, donde fui director entre 1977 y 1981, y me dijo: "Hermógenes, su lema es desdoroso para mi hijo Sebastián, que compite con usted. Por favor cámbielo."

Sebastián había variado de línea, desde la DC, donde había patrocinado la candidatura presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y era del "No" a Pinochet, a ser generalísimo de la de Hernán Büchi, candidato representativo del "Sí" a Pinochet. 

Siempre he respetado el fair play y por eso accedí inmediatamente. En mi publicidad adopté otro lema muy inferior y algo soso: "se puede confiar en él". Pues el otro era mucho mejor y de más fuerza en un período en que muchos "se daban vuelta la chaqueta" y se ponían contra Pinochet, como sucedía con los centroderechistas que en los '80 propiciaban un "Acuerdo Nacional" consistente en que la Junta se marchara del poder mucho antes de cumplirse las etapas fijadas en la Constitución. 

A los pocos días de campaña Sebastián correspondió a mi gesto sacando todos los letreros con mi efigie de la circunscripción Santiago Oriente y llenando con ellos un sitio eriazo en la calle O'Brien de Vitacura, de lo cual me enteré porque me llamó un primo de mi mujer, vecino del sitio eriazo, para preguntarme por qué estaba lleno de retratos míos. 

Fue una "eficaz" acción de Sebastián, que acreditaba su famosa "capacidad de gestión". Siempre que después me decían "Sebastián es un tipo muy capaz", yo asentía: "sí, es capaz de todo". 

Y ahora mi candidato presidencial es Johannes Kaiser porque es el único de oposición que tiene "una sola línea". Y eso que fue difícil para él mantenerla, porque era diputado del Partido Republicano, que después del triunfo que lo convirtió en el más votado en la elección de consejeros constitucionales del 7 de mayo de 2023, su fundador y dueño, José Antonio Kast, cambió de línea, sorprendiendo a todo el mundo, y se alió con Sebastián Piñera y Gabriel Boric en el "Acuerdo por Chile" de todos los demás partidos, que yo siempre llamé "el contubernio", para hacer una nueva Constitución, en circunstancias que mucha gente había votado Republicano por ser el único que se oponía a una nueva Constitución.

Como Johannes Kaiser mantuvo "una sola línea", votó "En Contra" de la nueva Carta, la vida se le hizo muy difícil en el partido y tuvo que renunciar.

Eso hizo inevitable que fuera candidato presidencial, pues es el único político que representa el legado de Pinochet en un medio en que los restantes se apresuran a declarar "nunca fui pinochetista" o "yo no soy pinochetista", como han aseverado a su respectivo turno Evelyn Matthei y José Antonio Kast.

Cuando los más graves problemas del país son el miedo a la delincuencia y al terrorismo, el gigantismo estatal y el estancamiento económico, habría sido gravísimo que no hubiera habido ninguna candidatura representando al gobierno chileno que venció al terrorismo y a la delincuencia y dio inicio a "los mejores treinta años" de progreso económico, paz social y democracia política, 1985-2015.

¿Cómo, entonces, algunos insisten en que Johannes debe "bajarse", cuando es el único que ofrece lo mejor? Es irreemplazable. Estoy cierto de que al final esa mayoría de 52 % que indica la encuesta CEP, de apolíticos que votan "Ninguno", va a terminar votando por él. Nadie pronosticaba el triunfo Republicano en 2023, cuando era el único partido defensor del legado de Pinochet. Pero después dejó de tener "una sola línea", se pasó al otro bando y hubo un solo parlamentario suyo que permaneció "de una sola línea", Johannes Kaiser. 

Eso lo convirtió en la única alternativa que nos puede permitir volver a nuestros "mejores 30 años". Es la única candidatura que obligadamente tiene que llegar hasta el final. Sobre todo si la "mayoría silenciosa" del 52 % conserva algo del sentido común que inspiró sus triunfos del 4 de septiembre de 2022, el 7 de mayo y el 17 de diciembre de 2023. 

domingo, 4 de mayo de 2025

NUNCA HABRÁ RECONCILIACIÓN

No hay posibilidad de reconciliación entre los chilenos, porque los izquierdistas revolucionarios, los culpables de todo, no reconocen la verdad. 

Boric ha dicho algo que hace imposible toda reconciliación: "La dictadura fue criminal e ilegítima desde septiembre de 1973 hasta el 11 de marzo de 1990. Nada justifica los asesinatos, los desaparecidos, las torturas, el exilio. Ni el 73, 74, 83, 85 o el año que sea".

Aparte de que lo que dice es falso, fue la izquierda, su izquierda, la que se levantó en armas contra la democracia, después de haberlo anunciado por años. Rompió todas las reglas del juego democrático, y su gobierno "se tomó" todo --basta para comprobarlo leer el Acuerdo de la Cámara del 22 de agosto de 1973-- e hizo que la mayoría llamara a los militares.

Lo de Boric es como si Hitler, el agresor, se hubiera quejado de los bombardeos aliados porque provocaron víctimas. La izquierda fue en Chile la agresora y ahora asume el papel de agredida. Quisieron ser los victimarios y ahora se presentan como víctimas. Decían que querían terminar con la "democracia burguesa" y ahora acusan a sus adversarios de dictatoriales por habérselo impedido.

Asesinatos: lo que Boric achaca a la Junta puede probarse falso. De otro lado, si no hubiera habido revolución militar, Chile habría corrido la misma suerte de Cuba. Regis Debray lo dedujo de su última entrevista con Allende, que publicó en Le Nouvel Observateur del 27 de septiembre de 1973, donde queda claro que éste, si hubiera podido, se habría tomado todo el poder.

El único juicio que se intentó contra el expresidente Pinochet terminó en una sentencia de la Corte Suprema donde por unanimidad se reconoció que no era autor ni cómplice de muertes (comitiva Arellano) que se le intentó imputar. 

Torturas: si las hubo bajo la Junta, se castigaron. Hubo condenas. No como bajo Allende, que cuando salían publicadas con lugar, nombre y apellido del torturador en El Mercurio, ni siquiera las desmentía. Bajo la Junta, si se probaban, se castigaban. 

Exilio: la Junta no exilió, salvo menos de diez expulsiones individuales, en 17 años. Sí muchos obtuvieron salvoconductos y viajaron al exterior fue porque los sospechosos de terrorismo asilados en embajadas o los condenados por subversión, a través de gobiernos de otros países, pedían como pena sustitutiva el extrañamiento. 

Al revés de los países socialistas, en Chile cualquiera era libre de viajar al exterior y quedarse allá. Nuestras delegaciones de deportistas no iban resguardadas, como las cubanas. El que quería se iba. 

La paradoja fue que intelectuales de izquierda preferían volver a hacer oposición acá en vez de hacerla "desde el exilio", porque nadie los había echado. Y acá vivían más libres, desde luego, que bajo los "socialismos reales". ¿Qué fue, si no, la "Operación Retorno"?

No hubo tampoco desaparecidos bajo el gobierno militar. Los 651 casos denunciados hasta el 11 de marzo de 1990 por la Vicaría de la Solidaridad al final registraron paradero conocido, salvo cuando simplemente las personas no existían en el Registro Civil o aparecían viajando al exterior. Y nadie sabe por qué no se identifican los restos que hay en el Cementerio General, el Instituto Médico Legal y otros recintos. El gobierno nunca contestó esa pregunta del diputado y candidato presidencial Johannes Kaiser. 

En Chile no habrá reconciliación mientras la izquierda se niegue a aceptar la verdad. Y como esa verdad la señala a ella como exclusiva culpable del 11 de septiembre de 1973, nunca la va a admitir.

jueves, 1 de mayo de 2025

LA IMPORTANCIA DE SER PINOCHETISTA

Soy pinochetista. Eso significa ser partidario de las políticas que aplicó Pinochet. Y, en particular, de las que impuso entre 1985 y 1990, 

Período de medidas que hicieron posibles los unánimemente reconocidos "mejores 30 años de la historia de Chile"--1985-2015-- en términos de crecimiento económico, paz social y concordia política.

Quiero que de nuevo se reedite eso para el país. Pero muchos dicen que es una locura, Que no se puede ganar una elección siendo "pinochetista".

La izquierda en general y el comunismo en particular han hecho una larga y poderosa campaña para enlodar a Pinochet. Un "asesinato de su personalidad" a nivel mundial y sostenido entre 1973 y 1989, en que paradójicamente desapareció el KGB injuriador y lo sobrevivió el injuriado, Pinochet. "Mentid, mentid, que algo queda", era el cínico consejo de Voltaire. Pues las cosas en el mundo son como él dice. 

He estudiado el gobierno de Pinochet y estoy en condiciones de probar que las imputaciones de crímenes y delitos que se le hace son falsas. Pese a habérsele seguido un juicio, no se le pudo probar nada ni se le condenó. Todas acusaciones desvirtuadas, una a una. Pero, como la prensa dominante en todo el mundo, y en particular en Chile, se hace parte de las calumnias del comunismo, es un hecho que Pinochet ha sido desprestigiado. Al menos a ojos de una mayoría de opinión. En Italia se hizo famosa una sentencia judicial que condenó a un policía por injuriar a otro diciéndole, solamente, "Pinochet".

Eso significa que no se puede ser pinochetista y tener aceptación, por el "qué dirán". No por ninguna razón real y de fondo. Pero yo soy pinochetista por razones reales y de fondo. Siendo la inseguridad ante el delito y el terrorismo el principal problema de Chile hoy, soy pinochetista porque su gobierno los derrotó a ambos. A su término había ceca de mil terroristas presos, que Aylwin después indultó.

Y voto por Kaiser por ser pinochetista. Si no lo ha dicho expresamente, sí ha anunciado que le levantará a Pinochet un monumento en la Plaza de la Constitución, en la esquina siguiente a la del de Allende. Y en sus actos de campaña se canta la estrofa de "los valientes soldados". 

A su turno Kast, y Matthei han declarado expresamente no ser pinochetistas. ¿Cómo iban a ir a una primaria juntos candidatos tan disímiles? Las primarias son inter pares. Pero dicen que "la derecha se está farreando la presidencia" al no hacer primarias. No se "ha farreado nada". En primer lugar, porque Evelyn Matthei ha declarado que sus ideales son de izquierda. ¿Cómo va a participar en una primaria de la derecha? Y dice no ser pinochetista. Esto último lo dice también Kast. Luego, si hubiera una primaria del pinochetismo habría un solo candidato: Kaiser, en cuyo caso no es necesario hacerla. ¿Y cómo va a ir a una de no-pinochetistas si es pinochetista?

Anoche vi a Tomás Jocelyn-Holt con Andrés Jadell diciéndole a éste que era "una locura" mía defender al pinochetismo, que así no iba a sacar ningún voto. Pero sería más locura votar por ideas ajenas para sacar votos. Eso es dispararse en el pie. Voto por lo que pienso y por lo que probadamente ha sido lo mejor para el país. Aunque disguste a la izquierda y a quienes estiman una locura contradecirla. Como decía Radomiro Tomic, "digo lo que pienso y hago lo que digo".


lunes, 28 de abril de 2025

MIENTRAS HAYA DC NO HABRÁ RECONCILIACIÓN

Leyendo la columna del DC Jorge Correa Sutil, el sábado en El Mercurio, concluí que mientras exista ese partido no habrá reconciliación. 

¡Qué manera de dar vuelta las cosas! Quiere que Evelyn Matthei, que dijo lo que todo el mundo sabe o debería saber, que en 1973 no había más remedio que la intervención militar, ahora se desdiga y, afirma, "la única forma de lograrlo sea una rectificación clara, franca y sencilla de lo dicho". ¡Quiere que sea igual a Aylwin!

En realidad, lo único que debería rectificar Evelyn Matthei sería un añadido que hizo a su declaración, porque, después de reconocer que no había otra alternativa que el golpe, añadió que "en 1978 o 1982" sucedieron cosas inaceptables. Y esto último no es verdad. Según el Informe Rettig, en 1978 cayeron, víctimas de enfrentamientos, sólo 9 personas, y en 1982, 8 personas. 

Es decir, el país ya estaba pacificado. Además, tenía alto crecimiento económico, sólo interrumpido justamente en 1982 por la reducción de la entrada de moneda extranjera a nuestra economía, ese año. Antes habíamos vivido excelentes ejercicios, a partir del "tratamiento de shock" de 1975, similar al aplicado por Milei en Argentina.

Y ya Chile en 1990 era un país tranquilo y pacificado.

Acá Aylwin fue el mayor culpable de que no se hubiera mantenido después la reconciliación total que logró Pinochet. Éste entregó un territorio donde estaban controlados la delincuencia y el terrorismo, por lo cual obviamente mantenía a cerca de mil peligrosos presos, entre malhechores y extremistas. 

Pues bien, Aylwin a partir de 1990 los indultó a todos y luego sentó a los militares en el "banquillo de los acusados".

En el país que él recibió vivíamos sin conflicto en la Araucanía, sin enclaves subversivos a los cuales el gobierno hoy no puede entrar, como Temucuicui, Chile era en 1990 un país tranquilo y próspero. 

Además, una circunstancia agravante de la traición de Aylwin era que él había sido, como presidente de la DC, quien en octubre de 1973 había ordenado a sus diputados votar por el Acuerdo llamando a que los militares se tomaran el poder.

Más aún, después de que lo hicieron había dicho que no los criticaba "desde detrás de un escritorio", porque "ellos estaban recibiendo el fuego" de una guerrilla que quería instalar una "tiranía comunista", tras llevar a cabo una "guerra civil". 

El mismo Aylwin, 18 años después, en 1991, negaba haber dicho lo anterior. Lamentablemente para él, todo había quedado grabado en video e impreso en el diario La Prensa, en octubre de 1973.

Otro DC, Abraham Santibáñez, escribió en Cartas a El Mercurio, hace pocos días, que los muertos de Lonquén de 1973 --hecho sabidamente ajeno a toda orden de autoridad-- habían sido "los primeros detenidos desparecidos" de la Junta. 

De los chilenos depende que desaparezca esa DC post 90, contraria a toda reconciliación. Y que tengamos una efectiva, pero esta vez definitiva, reunificación, bajo la sombra de un presidente que sea digno sucesor de quien nos legara en 1990 un país plenamente reconciliado.

martes, 25 de marzo de 2025

PACTO DE DERECHA

No puede haber un pacto de un candidato presidencial de derecha con una candidata que profesa ideas de izquierda. Eso lo dicta el sentido común. Evelyn Matthei es de izquierda, como ella misma lo ha declarado, en entrevista con Cristián Warnken. Una voltereta libertaria de último momento no es suficiente para desvirtuar toda una trayectoria. 

Objetivamente y en un orden permanente ella se identifica con lo que fue el gobierno de Sebastián Piñera, funcional a la izquierda, que mucho lo añora hoy. Pero para el país resultó catastrófico, en el sentido de que persiguió sin piedad a los exmilitares que derrotaron al terrorismo, violando sus derechos humanos a un debido proceso y a la igualdad ante la ley. Además, se rindió ante la violencia de la izquierda, en lugar de derrotarla y preservar el orden público con todos los instrumentos constitucionales y legales de que disponía. Posteriormente entregó y pretendió derogar la Constitución que había presidido los mejores treinta años de nuestra democracia. En fin, terminó entregando el poder a la extrema izquierda, cuando parecía imposible que se repitiera un régimen inspirado en el desastroso legado de Allende. Pero ello sucedió. Y ahora partidarios de Evelyn Matthei, un clon político de Sebastián Piñera, pretenden que las candidaturas de derecha pacten con ella para facilitar su acceso al poder.

Pero su volubilidad no es la respuesta ni la solución que Chile necesita. Los mejores años de la historia del país, en todo sentido, se originaron bajo un gobierno de derecha sin ambages, como fue el del presidente Pinochet. Los partidos que apoyan a Matthei procuran alejarse lo más posible de éste. Y la consecuencia han sido estos peores años, traídos consigo por la izquierda. Hoy reconocen en sus propias filas que no podemos estar peor.  

Sería inexplicable un pacto de un candidato de derecha para facilitar la elección de una continuadora de Sebastián Piñera, cuando de lo que se trata es de que no vuelvan a repetirse los catastróficos errores de éste, como lo constituyeron su continuidad de políticas de izquierda para subir impuestos, aumentar el número de ministerios y, sobre todo, persiguiendo ilegalmente, mediante mil querellas prevaricatorias, a los exmiltitares que salvaron a Chile de la revolución armada comunista-socialista.

Además, miró indiferente la exacción ilegal de ingentes fondos públicos en favor de extremistas de izquierda.

Tampoco puede pactar un candidato presidencial preocupado de la situación humanitaria de más de 500 presos políticos exuniformados con la continuadora del jefe de Estado que más los persiguió y provocó el problema de derechos humanos que constituye su falta de debido proceso, las condenas sin pruebas y por meras "ficciones", los centenares de reos octogenarios y nonagenarios enfermos y la discriminación que les deniega derechos carcelarios reconocidos hasta a los peores delincuentes comunes.

Llegar a acuerdo parlamentario entre partidos que alguna vez fueron afines es un tema. Pero en el orden presidencial no hay posibilidad alguna de juntar el agua con el aceite, la obsecuencia con la izquierda, la persecución a los exmilitares, la falta de energía para aplicar la Constitución y las leyes a la insurrección marxista. con quienes representan justamente la preservación del ideario de la libertad y de la subsidiariedad estatal, la defensa del principio de autoridad y la vigencia efectiva del orden público, el combate a la guerrilla que asuela el sur y el término de la inmigración ilegal indiscriminada que autorizó la izquierda y mantuvo Sebastián Piñera, bajo cuya lenidad se multiplicaron las tomas que afligen al país. 

La lista parlamentaria común puede discutirse. Pacto presidencial o primarias con Evelyn Matthei, continuadora del piñerismo que hoy la izquierda añora, por ningún motivo. 

domingo, 16 de marzo de 2025

TIENEN LO QUE ELIGIERON

Se horrorizan porque los criminales siguen matando y la policía es impotente. ¿Y por qué se horrorizan, si es lo que han elegido? ¿O el gobierno actual lo eligieron los marcianos? ¿Y no fueron los mismos que eligieron a Piñera, contemporizador con la extrema izquierda y gran perseguidor de los encargados de combatir el delito? El mismo que llamó "cómplices pasivos" a quienes antes habían sido partidarios de Pinochet, justo por haber sido éste quien derrotó al delito. Piñera inició un millar de querellas contra exagentes, pero en 2019 no metió presos a los cabecillas de los que incendiaban, saqueaban y devastaban, debiendo hacerlo.  

Y este gobierno que ustedes eligieron dice que los particulares deben entregar sus armas. No quiere que se defiendan. Quiere que los delincuentes estén tranquilos y puedan llegar a tu casa y decirte: "Con permiso, entrega todo o te mato". 

No existe estado de derecho en Chile. No se respetan las leyes expresas y vigentes por parte de los jueces que condenan a ex militares. Es público y notorio. Ninguna corriente de opinión significativa dice nada. Entonces termina sucediendo lo que vemos: los asesinos entran confiadamente a las casas u otros establecimientos a robar (y en el sur a incendiar y destruir) y no les pasa nada. Los agentes del orden prefieren no hacer nada.

Pues cuando un carabinero hiere o mata a un criminal es "dado de baja", es decir, dejado sin medios de vida y además debe defenderse en juicios iniciados por abogados de izquierda que piden y obtienen jugosas indemnizaciones de tribunales alineados políticamente con ellos y que fallan contra leyes expresas y vigentes. Esos jueces, en lugar de ir presos, meten presos a exuniformados. Es el mundo al revés por el cual votó la mayoría y eligió a Piñera y a Boric, pero ahora se queja porque tiene miedo.

En 2015 hice confesar en la TV a un juez que había impuesto miles de años de condenas a exagentes en juicios iniciados por Piñera y su subsecretario Ubilla, hoy prohombre en la campaña de Matthei. Ese juez confesó que no probaba los delitos, sino que los fingía. Una atrocidad jurídica. Esa atrocidad reina y debido a ella los asesinos se sienten libres, porque saben que los agentes del orden están amenazados de quedar cesantes y ser querellados.

Boric cubrió públicamente de insultos a Pinochet, cosa que nunca en la historia había hecho un presidente respecto de un antecesor. Y resulta que Pinochet era el que enfrentaba a delincuentes y terroristas y Boric era y ha sido el que los ha alentado, defendido, indultado y pensionado.

Ahora aparece como la persona "mejor evaluada" por la opinión pública Evelyn Matthei, clon político de Sebastián Piñera, el más sañudo persecutor de agentes del orden. ¿Y quienes la evalúan tan bien? Ustedes, el pueblo, que ahora tiene tanto miedo. Entonces, "con su pan se lo coman". 

Otra figura admirada es Patricio Aylwin, que se ganó un monumento en la Plaza de la Constitución y fue artífice de la Comisión Rettig para condenar públicamente a exuniformados que combatieron el delito y el terrorismo, y a los cuales el mismo Aylwin había incitado a alzarse en 1973, pero veinte años después se había olvidado de todo. Todo un hipócrita.

Lo peor fue que la inmensa mayoría que pidió en 1973, a través de sus diputados en la Cámara, convocar a los militares para poner término al desastre de Allende, después también se olvidó de todo y se trocó en inmisericorde persecutora de ellos, eligiendo a Piñera y Boric y no diciendo nada cuando el erario indemniza a la delincuencia y al terrorismo por sentencias judiciales prevaricatorias que mantienen a más de 500 presos hoy ancianos y enfermos, mientras la sociedad mira para otro lado.

Los hombres y los países cosechan lo que siembran. Los chilenos han elegido y votado por los que han creado un estado de anomia, una ley de la selva. Delincuentes libres y confiados entran a las casas de ciudadanos sabedores de que la policía no va a llegar, ciudadanos a los cuales además las autoridades han procurado despojar de sus armas y donde todo se hace para garantizar la impunidad de los malhechores.

Ustedes tienen lo que eligieron. Si lo vuelven a elegir, "con su pan se lo coman".

sábado, 1 de marzo de 2025

¿Por Qué Murió Dimitri Weiler?

Porque no tenía un arma en su casa. Porque el gobierno había conminado a los particulares a entregar sus armas. Porque tres de cada cuatro personas nacen en Chile fuera del matrimonio y son "niños sueltos", dedicados a robar y asaltar amparados por un sistema penal garantista que los deja libres aunque los pillen. Porque es "plata fácil" entrar a una casa y llevarse las cosas y los autos y, si te pillan y te apresan, los jueces te sueltan. Porque puedes tener veinte órdenes de detención y andar libre. Porque los policías están inhibidos y atemorizados por jueces que los persiguen por usar los medios que su institución les entregó (casos Maturana y Crespo). 

Primitivo Castro Campos fue un policía impecable, que detuvo a un delincuente portador de explosivos, el cual intentó matarlo, pero se defendió a tiempo y le dio muerte. Imperaba la autoridad sobre el delito. 35 años después reinaba éste y no había estado de derecho. Violando las leyes de amnistía, prescripción y cosa juzgada, y no obstante su impecable conducta, la Corte Suprema lo condenó a cinco años y un día, que cumplió, Y la corte indemnizo a la familia del delincuente.

Porque a los carabineros su misma institución los "da de baja" apenas se les formaliza, quedan sin ingresos y deben defenderse con sus propios medios, así es que lo más seguro para ellos ante el delito es "no meterse". 

En Chile la política lo ha naturalizado. Al último gobierno que realmente lo combatió, la mayoría lo denomina "la dictadura". Hay un penal saturado de personas condenadas por haber combatido al delito. Habitualmente el tribunal superior dicta nuevas condenas contra quienes reprimieron el delito e indemniza a sus autores o descendencia, violando las leyes.

Porque uno de los primeros pasos del presidente posterior a Pinochet fue liberar a los cerca de mil delincuentes presos que mantenía éste. Después procedió a indultarlos e indemnizarlos y creó un tribunal ad hoc para denostar a los militares que habían derrotado a la delincuencia y el terrorismo. Crónicamente se sigue indemnizando a éste y condenando a quienes lo combatieron. Se acaban de reajustar generosamente las pensiones vitalicias otorgadas a quienes delinquieron o fueron alguna vez interrogados por sus nexos con el delito. 

En 2019 éste se masificó en el país y generalizó, alcanzando su máxima expresión desatado incontroladamente, devastando las ciudades, especialmente la capital. La ciudadanía cohonestó eso, eligiendo a un cabecilla de la oleada delictual como presidente de la República en 2021. 

El delito entonces se generalizó, justificó, naturalizó y cuando alguien como Dimitri Weiler quiso oponerse a una de sus inevitables consecuencias, lo mataron. A la sociedad no le cabe horrorizarse, pues ella misma ha forjado y permitido las circunstancias que le han costado la vida al irreprochable ciudadano francés y que van a seguir costando muchas más.    

martes, 11 de febrero de 2025

La Candidatura de la Comandante Claudia

Durante los '80 Michelle Bachelet era conviviente del alto jefe y vocero del FPMR, el brazo armado comunista, Alex Voicovic. Hubo frentistas que, en entrevistas de prensa, declararon que ella participaba activamente en el grupo, con el alias de "Comandante Claudia". 

En el libro "Política Militar del Partido Comunista", de Juraj Domic, p. 262, se encuentra la descripción de unos días de sus actividades en pro del bienestar nacional en octubre de 1986: "En el Campus Oriente de la Universidad Católica... fue incendiada una sala y en una acción sacrílega fue pintarrajeada de negro una estatua de la Virgen. El 5 se atentó con bombas y se intentó quemar un autobús y se intentó quemar con bombas una institución financiera. El 10 fueron destruidos dos autobuses en Viña el Mar. El 15 se produjo un corte de energía eléctrica por atentado explosivo en Lota Alto; agitadores provocaron incidentes callejeros en Santiago utilizando bombas incendiarias; en la Universidad Católica de Valparaíso se produjeron manifestaciones con explosiones de bombas molotov; se provocó un apagón en la IV y VIII Regiones... fue desactivada una bomba en un jardín infantil de Puente Alto. Al día siguiente se produjeron diez atentados con explosivos en la Región Metropolitana; daños a vehículos de la locomoción colectiva, edificios públicos y privados en Santiago y Viña del Mar. El 17 hubo seis atentados con explosivos, con varios heridos, una bomba en un liceo de niñas de Concepción y en Arica se produjeron siete atentados contra la Empresa de Energía del Norte Grande. Después de estos tres días de terrorismo, el 23 una mujer quedó herida en un atentado contra un autobús en el centro de Santiago. El 26 se produjo un atentado con explosivo contra una torre de alta tensión en Iquique. Finalmente, para cerrar el mes, el 30 explotó una bomba en un banco de Arica. Irónicamente, la Radio Moscú apreciaba así la situación: 'la dictadura no consigue paralizar el país por medio del terror'".

Michelle Bachelet fue ayudista del MIR en los 70, según la biografía de los periodistas Andrea Insunza y Javier Ortega. Esto tuvo como consecuencia ser detenida durante seis días. Por declaraciones que personalmente le vi y oí a ella en la TV sé que no fue torturada, pues lo reconoció claramente. Después hizo un upgrade y se declaró torturada.

Su padre, en prisión preventiva en los procesos por sublevación dentro de la FACH en 1974, falleció en la cárcel jugando un partido de básquetbol contraindicado para su condición cardíaca, según testimonio de su compañero de celda y exsenador socialista Eric Schnake, en entrevista en la revista Qué Pasa y ampliamente divulgada. 

Pero Michelle ha cobrado puntualmente las generosas sumas entregadas a familiares de "ejecutados políticos".

Dotada de un auténtico carisma, siempre ha sido popular y admirada hasta en los Estados Unidos, pues cuando fue de visita allá un grupo de distinguidas cocorocas norteamericanas cayó en éxtasis cuando les dijo en cámara que había tenido hijos sin estar casada, lo que se estaba poniendo muy de moda e hizo a aquéllas lanzar grititos de admiración: "out of wedlock!".

Si las políticas de Michelle II estancaron al país y dieron inicio a la invasión descontrolada de inmigrantes entre 2014 y 2018, durante su segundo gobierno, se asegura que en un tercero profundizará mucho más todos esos cambios. Si una mayoría popular la vuelve a elegir en 2025.

De que los chilenos somos capaces de hacerlo, sin duda lo somos.

domingo, 2 de febrero de 2025

El Gran Disparate

El Consejo Fiscal Autónomo, ente técnico que era preciso consultar para hacer una reforma previsional, emitió un informe de 700 páginas sobre el proyecto. Lo entregó el lunes pasado al Congreso. Pero el Senado despachó el proyecto el mismo lunes, sin haber leído ese documento básico, por supuesto. Y la Cámara lo despachó al día subsiguiente, habiendo leído, si es que los diputados lo hicieron, a lo más cien páginas de las 700. ¿Es propio de un Parlamento serio?

Hemos presenciado el despacho apresurado de un proyecto que no es serio, pero sí demagógico, dispendioso y contradictorio. A las AFPs las han dejado calladas rebajándoles el encaje o reservas que deben mantener y permitiéndoles "llevarse para la casa" unos 1.800 millones de dólares, calcula el experto Gino Lorenzini. Y ellas además recaudarán un 4,5 % adicional de los sueldos, de cargo del, empleador, que se sumará al 10 % actual.

Pese a ello, al mismo tiempo, los inversionistas extranjeros en las AFPs se consideran amenazados de expropiación sin pago por la licitación periódica de carteras que dispone el proyecto. La cartera es un activo de una firma que el Estado no puede quitarle periódicamente sin pago, para licitarlo.

El proyecto ni siquiera se refiere al principal problema que tiene nuestra previsión, que es el de la temprana edad de jubilación, que choca con la realidad de los mayores años de vida de la población. Ni tampoco soluciona la injusticia de que las mujeres puedan jubilar cinco años antes que los varones, sobre todo si viven cinco años más que éstos ¡y pese a lo cual dispone que además ellos deben compensarlas por tener ambas ventajas! 

Adicionalmente se financia en parte con un préstamo al fisco de los trabajadores equivalente al 1,5 % de sus cotizaciones, que es expropiatorio porque se contrae sin la voluntad del prestamista y a una tasa inferior a la de mercado. Eso es ilegal e inconstitucional.

Y también aumenta escandalosamente las pensiones a los terroristas, que son "no contributivas", es decir, nunca hicieron imposiciones. Beneficia a todos los guerrilleros de izquierda que, favorecidos por las Comisiones Rettig y Valech y cuya única contribución a la vida interna fue crear grupos armados para cometer atentados y asesinar civiles y militares en un intento de hacerse del poder por la fuerza. Particularmente agraviante es que el reajuste beneficiará a los 28 mil pensionados de la escandalosa Comisión Valech, que pensionó a los sospechosos de terrorismo por haber sido interrogados por los servicios de seguridad, a título de haber sido víctimas de "prisión política y torturas". A ellos se suman los 160 mil "exonerados políticos" que reciben pensiones y de los cuales cien mil son sabidamente falsos, ello reconocido por el principal personero que los representa a todos.

Este abuso que comete el gobierno se perpetra sin que el Estado asuma ningún compromiso de reducir el gasto público, en circunstancias en que paga remuneraciones 50 % más altas que las de mercado (ver La Tercera del 20 de noviembre de 2021, en artículo nunca desmentido.)  En los últimos dos años ha incrementado en cien mil su contingente burocrático, que ya se acerca al millón, habiéndolo multiplicado por ocho en 35 años.

En realidad, cualquier proyecto de mejoramiento de las pensiones debió haber sido, en justicia, íntegramente financiado por un impuesto a las remuneraciones excesivas del plantel burocrático estatal, que desde juniors, choferes y secretarias para arriba paga sueldos muy por sobre los de mercado. Por eso la deuda pública viene subiendo desde 13 % del PIB en 2014 a 43 % para 2024, según Jorge Quiroz en El Mercurio de hoy, donde además dice que el proyecto "agregará en régimen la friolera de 1,7 puntos del PIB de presión fiscal".

El siguiente párrafo de Quiroz pone en evidencia la dispendiosidad estatal: "Una cuenta básica: si FONASA pagase licencias médicas por beneficiario a la misma ratio que las ISAPRES, el gasto bajaría en unos 800 millones de dólares". ¿Cómo se explica que la candidata de ChileVamos, que apoyó la reforma previsional y contribuyó a aprobarla, sea partidaria de suprimir las ISAPRES, en otra de sus continuas coincidencias con la izquierda? 

El colmo es que la centroderecha de ChileVamos haya apoyado esta iniciativa con sus votos. 

El diputado Arroyo (PSC) propone presentar el Tribunal Constitucional (donde la izquierda domina 7 a 3) una reserva de constitucionalidad relativa a todo el proyecto, para lo cual necesita 39 firmas, de las cuales debería tener ya las 38 de los diputados que lo votaron en contra en la sala. 

En aras de un mínimo de decencia y sanidad nacionales, ojalá prospere. Aunque todos sabemos que en el Chile de hoy prevalece la inclinación política por sobre el estado de derecho.


domingo, 5 de enero de 2025

Todos Somos Aylwin

Ganamos la guerra y perdimos la posguerra, la "batalla cultural", dicen. Pero el problema no fue cultural: se llama Aylwin. El 19 de octubre de 1973 en La Prensa de Santiago, él declaraba que Allende y la Unidad Popular "se aprestaban, a través de la organización de milicias armadas muy fuertemente equipadas y que constituían un verdadero ejército paralelo, para dar un autogolpe y asumir por la violencia la totalidad del poder. En esas circunstancias, pensamos que la acción de las Fuerzas Armadas simplemente se anticipó a ese riesgo para salvar al país de caer en una guerra civil o en una tiranía comunista."

Pero veinte años después el mismo Aylwin decía ante las cámaras nacionales y extranjeras: "Yo nunca pensé que la Unidad Popular como tal, ni menos Salvador Allende, estuvieran interesados en dar un golpe y establecer una dictadura. Yo supe de eso cuando salió el libro ése o el documento (sonrisa irónica) que publicó el Gobierno Militar denunciando ese plan".

Esa mísera "vuelta de chaqueta" es lo que ahora llaman "derrota en la batalla cultural". Fue un individuo que, como presidente de la República, se pasaba de un bando al otro. Tal vez la campaña propagandística de años le había lavado el cerebro y hecho olvidar todo lo que él mismo atestiguaba veinte años antes. Pero en vez de ser menospreciado, fue elevado a los altares y se ganó un monumento el año antepasado en la Plaza de la Constitución. 

Aylwin 1993 simplemente fue lo que vivió Milán Kundera en su Checoslovaquia natal cuando llegó el comunismo: "Para liquidar a las naciones lo primero que se hace es quitarles la memoria", escribió. Aquí se hizo a vista y paciencia de todos, salvo una minoría que recordábamos todo y por eso fuimos "cancelados", nos aplicaron "censura previa" y  expulsaron de la televisión cuando quisimos decir algo. Tal vez al primero que le quitaron la memoria fue a Aylwin. Lo malo fue que llegó a presidente y entonces desató con todo su poder una razzia contra los militares que él mismo se negaba a criticar en los precisos días en que caía el 60 por ciento de todos los muertos en 17 años de lucha del régimen militar contra el terrorismo marxista.

Aylwin II inició la "caza de brujas" en 1990, mediante una Comisión Rettig marcadamente parcial y declarada inconstitucional por el pleno de la Corte Suprema. Él había virado y con él viraron la prensa y la opinión pública. Esa "vuelta de chaqueta" ya no se revirtió más. Era una "nueva memoria" falsa, ante la cual el país se inclinó respetuoso y hasta las Fuerzas Armadas dijeron "mea culpa, mea culpa, mea máximas culpa", menos el Ejército, porque Pinochet ordenó que me citaran a mí a la reunión y yo les di los argumentos para rechazar el vil libelo. Fueron los únicos. Como según la Ley de Murphy todo podía ser peor, en el propio Ejército  después vino otro comandante en jefe que lo declaró responsable de "todos los hechos punibles y moralmente reprochables del pasado".  

Los partidos que habían votado Sí a Pinochet en 1988, ante el giro de Aylwin entraron en pánico y RN y la UDI apresuradamente citaron a sendos Consejos Generales para suprimir de sus Declaraciones de Principios el reconocimiento al Gobierno Militar y su legado. El de la UDI lo había escrito de puño y letra Jaime Guzmán, que no pudo oponerse por haber sido asesinado por los mismos comunistas a quienes, en premio, Aylwin siguió llenando de plata (eso sigue hasta hoy).  

Con gobernantes como él jamás podría haber habido reconciliación. Al contrario, cuando llegó Piñera intensificó la persecución contra militares, triplicando las querellas y el odio marxista se exacerbó tanto que culminó en 2019 cuando devastaron todo sin que nadie se lo impidiera. Y entonces una mayoría eligió presidente a un cabecilla de la insurrección y así estamos hoy, estancados, asustados y de mal en peor, como rigurosamente nos lo merecemos.

Llamarlo "derrota en la batalla cultural" es demasiado elegante. Fue simplemente una dada vuelta de chaqueta general. Y la estamos pagando, con el dólar a luca, un millón de funcionarios que ganan un 50 % más que los privados, la economía estancada, una deuda creciente y miedo de salir a la calle. La corrupción no hay quien la detenga. Y levantándole a Aylwin un monumento en la Plaza de la Constitución. Porque todos somos Aylwin.



martes, 24 de diciembre de 2024

La Batalla No Es Cultural

Me llama un partidario de Johannes Kaiser para protestar porque él dejó pasar y no le replicó a la periodista Mónica Rincón cuando, en la muy reproducida y polémica entrevista de ambos en CNN, ella repetía incansable, una y otra vez, "¡Hubo atropellos sistemáticos a los Derechos Humanos! ¡Hubo atropellos sistemáticos a los derechos humanos!" Una acusación al gobierno de Pinochet. Es la que más repiten los izquierdistas.

Johannes no lo dejó pasar. Le enrostró a Mónica los crímenes terroristas. Pero es fácil desmentirla: yo conservo hasta hoy un oficio original de la superioridad de Carabineros, a comienzos de 1974, ordenando a todo el personal abstenerse de malos tratos injustificados a detenidos en la lucha contra los veinte mil terroristas armados, entre chilenos y extranjeros, de que disponía la extrema izquierda para tomar el poder. Y hubo varias otras órdenes superiores similares. Están en mi libro "Terapia para Cerebros Lavados".

Realmente existían en la izquierda esas fuerzas "fuertemente armadas y equipadas", a que se refería en octubre de 1973 Patricio Aylwin.

Y yo le habría explicado a Mónica que la Junta en su Declaración de Principios se comprometía a respetar los derechos de las personas. Por consiguiente, no había "atropello sistemático". 

Además ésta no es una batalla "cultural", como se la ha llamado. Toda persona que tenga un mínimo de "cultura" desmentirá que haya existido "política sistemática de violación de los derechos humanos". 

Tanto que acá vinieron delegaciones de la Brookings Institution en los años 70 y de la Heritage Foundation en los 80, ambas de los Estados Unidos, y dieron fe de que el gobierno procuraba combatir a la guerrilla respetando los derechos humanos. La segunda comprobó que el presidente de la Cruz Roja Internacional estaba autorizado para visitar a cualquier preso en cualquier recinto, sin permiso previo de nadie. ¿Qué otro gobierno ha permitido eso?

Hasta hubo un "inspector" enviado por la ONU, el costarricense Fernando Volio, quien consideró injustas las condenas a Chile, porque él vio la realidad del terrorismo cuando vino. Y habló con quien quiso.

Esta realidad diferente también la apreciaba al Obispo de Valparaíso, monseñor Emilio Tagle Covarrubias, quien declaró a Pinochet "verdadero defensor de los derechos humanos de los chilenos" (ver pág. 267 y otras de mi "Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990", 3a. edición).

La batalla no es cultural, es propagandística. Y si hubiera una "Ciencia de la Propaganda", ella tendría una ley fundamental: "Una mentira mil veces repetida pasa a ser verdad". Autor: Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de Adolfo Hitler. Adoptada en 1973 por el KGB soviético contra la Junta. Todo lo repiten mil veces. Y he leído a derechistas repitiéndolo. 

Se trata de consignas. No importa si verdaderas o no. Ahora, si usted es un buscador de la verdad, entonces también tendrá que considerar que los golpes más eficaces a los terroristas fueron propinados por elementos sueltos, que actuaron contrariando la política oficial. Procedieron como lo hacen hoy Israel y los Estados Unidos, cuyos agentes matan sin forma de juicio a terroristas. Véase "La Noche Más Oscura" sobre Osama Bin Laden.

En cambio en Chile cumplen cadena perpetua los uniformados que hicieron eso. Porque en las cortes chilenas hoy mandan los mismos partidos que patrocinaban la guerrilla. Y además le sacan enormes sumas al erario.

Es que en Chile los militares ganaron la guerra pero perdieron la posguerra.