Leyendo el objetivo libro "Piñera en Jaque", de Paula Catena y Gloria Faúndez, periodistas de La Tercera, uno se pregunta cómo Chile ha podido caer tan bajo, hasta ser un país donde la izquierda ha impuesto sus términos.
La izquierda arrasó el país con su violencia extrema, devastó las ciudades, saqueó supermercados, incendió iglesias y edificios y hasta las estaciones del metro, aterrorizando a la población y paralizando las actividades.
¡Y Piñera le pidió públicamente perdón! Y otros como él. Cuando lo que aquél debería haber hecho era meterlos a todos presos, como lo hizo Pinochet, a quien le hicieron 17 estallidos entre 1983 y 1987, pero los sofocó cada uno en un día y nadie siquiera se acuerda de ellos.
En lugar de pedir perdón, Piñera debió impetrar la inconstitucionalidad de los catorce partidos y movimientos que confesaban haber instalado, gracias a las "movilizaciones", un "parlamentarismo de facto" (confesión del senador Jaime Quintana, PPD). Tal como Jaime Guzmán consiguió la declaración de inconstitucionalidad, ante el Tribunal Constitucional, del Movimiento Democrático Popular (MDP) marxista en los 80.
Claro, Piñera no tenía abogados de derecha que le aconsejaran. Sólo los tenía de izquierda... y para triplicar las querellas ilegales contra exmilitares, que generaron 500 presos políticos exuniformados y han originado un verdadero "cajero automático", mediante el cual la izquierda le sustrae crónica e ilícitamente dinero al fisco.
La principal víctima de la cobardía del exgobernante y sus políticos ha sido el Cuerpo de Carabineros, numerosos de cuyos miembros han sido dados de baja por defender el orden público. Increíble. Tienen que financiar sus propias defensas judiciales, en circunstancias que fueron mandados por la sociedad para protegerla de los vándalos. Mientras, éstos se han erigido en acusadores, diciendo que Piñera atropellaba sistemáticamente los derechos humanos de los delincuentes por el solo hecho de impedirles a estos arrasar por la violencia con todo el orden establecido.
Este país está enfermo de cobardía y entreguismo. Sólo han logrado salvarlo hasta ahora los votantes obligados, que sofocaron el intento de entregar la Constitución a la extrema izquierda.
Entre todos los candidatos presidenciales hay. uno solo no ha claudicado ante la izquierda y por eso ésta procura eliminarlo "por secretaría", alegando ante el Servel y el Tribunal Constitucional que son inaceptables sus opiniones reafirmatorias de la gran verdad histórica contenida en el Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973, que llamó a los militares a poner término al régimen de Allende, devenido dictadura.
Kaiser es el último baluarte, porque todos los demás, en un momento u otro, se han prosternado ante la embestida violenta e ilícita de la izquierda.
Estimo que Kaiser tiene un techo máximo de un 12-14% Las encuestas no pueden estar todas equivocadas y coinciden con las tres primeras mayorías que ya sabemos.
ResponderEliminarPiñera fue más nefasto que el mismo Boric porque hizo que la derecha empezara a pensar y actuar como la izquierda.
ResponderEliminarSi llegamos a un inepto como Boric y todos su asociados fue porque hubo antes un Piñera.