miércoles, 14 de diciembre de 2022

El Problema es Pinochet

No necesitamos otra Constitución. Los políticos, reunidos para redactarla (pero incapaces de hacerlo), lo reconocen tácitamente, al precisar "12 Bases Constitucionales" del proyecto que les redactará su "medio pollo", el Consejo Constitucional, al cual a su vez le hará el trabajo un "cuarto de pollo", el grupo de 24 "expertos". De la plata no se preocupen¨: la pone Moya (el contribuyente). Aquí se trata de que "otro haga la pega", pues el Congreso es como Boric, no trabaja. Es "poder constituyente". Los políticos hacen ya suficiente esfuerzo yendo a cobrar la dieta + e$tipendio$.

Por mi parte, yo cumplo con mi pega (gratis): probar que las "bases" acordadas para la nueva Constitución están todas en la actual e indico dónde. 1ª Base: "Chile es una República democrática", etc.: está en el art. 4 de la actual Constitución. 2ª Base: "El Estado de Chile es unitario, etc.", está en el art. 3º de la actual. 3ª Base: "La soberanía tiene como límite, etc.": Está en los arts. 5 y 6 de la actual. 4ª Base: "La Constitución reconoce a los pueblos indígenas, etc." Está en el art. 1º de la actual. 5ª Base: "Chile es un Estado social y democrático, etc.": Está todo en el art. 19 de la actual. 6ª Base: "Los emblemas nacionales": están en el art. 2º de la actual. 7ª Base: "Chile tiene tres poderes separados, etc." Están en los capítulos IV, V y VI de la actual. 8ª Base: "Órganos autónomos". Están los mismos en sendos capítulos VII, VIII, IX, X y XIII de la actual. 9ª Base: "Garantías, derechos y libertades". Están todos en el art. 19 de la actual. 10ª Base: "Fuerzas Armadas, de Orden y de Seguridad". Están todas en el capítulo XI de la actual. 11ª Base: "Estados de Excepción". Están en los arts. 39 a 45 de la actual. 12ª Base: "Conservación de la naturaleza". Está en el art. 19 Nº 8 de la actual.

¿Por qué un país necesita otra Constitución si ya tiene una con las mismas bases? Porque no soporta que la haya hecho Pinochet. Ése es todo el problema.

El comunismo se concentró, desde el mismo 11 de septiembre de 1973, a través del KGB soviético, al "character assassination" de Pinochet. Y eso sigue. El comunismo es maestro en destruir personalidades, como Gabriel González Videla y Eudocio Ravines, por poner dos ejemplos históricos. Como consecuencia, Chile, cuya élite compra todos los bulos comunistas, no soporta reconocer que se le debe mucho. Ya hay más de un "ministerio de la verdad" y de una "policía del pensamiento", pagados por usted, por supuesto, sistemáticamente dedicados a borrarlo de la memoria chilena. Es como en el país  de "1984", donde el trabajo se detenía periódicamente para vituperar al "enemigo del pueblo", Emmanuel Goldstein. Chile no puede soportar que vivamos bajo la Constitución de Pinochet. ¿Qué hacer? Otra casi igual, pero de otro, aunque sea Boric. No importa el ridículo ni derrochar recursos. Todo está permitido, salvo hacer trabajar a los políticos. Por eso han discurrido un Consejo de 50 (igual que el Senado) que, como éste, haga como que trabaja. Y 24 "expertos" que sí serán los únicos que trabajen. 

¡Adiós Pinochet! Y punto, como dice Lagos.  


martes, 13 de diciembre de 2022

"La Constitución Que Vosotros Matásteis..."

Okey, el "vientre blando" (centroderecha) acaba de perpetrar otra traición al legado de Pinochet. ¿Novedad? Ninguna. ¡Ya lo ha hecho tantas veces! Tres eligiendo a Piñera, una como senador y dos como presidente. Después respaldando la rendición de Piñera ante la violencia. Y ahora da los votos para intentar de nuevo derogar la Constitución. Y se forma un frente insólito, desde la Confederación Nacional de la Producción y del Comercio y la Sofofa, pasando por El Mercurio, La Tercera, el Canal 13 del (posiblemente) "hombre más rico de Chile", Andrónico Luksic, y llegando hasta el Partido Comunista. Este "Acuerdo por Chile" debió llamarse, en rigor de verdad, "Acuerdo contra Chile", pues recuérdese que el anterior, también ampliamente "celebrado", alcanzado por Piñera (con beneplácito de todos los anteriores) con el marxismo ya nos pondrá en el último lugar de América Latina este otro año, tal como estábamos en 1973. Ya, lo lograron otra vez. Está bien. Juan Sutil dice hoy en el diario (nunca termina de sorprenderme) que el acuerdo ha sido muy tranquilizador.

Pero ¡atención! Firmado y todo este "Acuerdo por Chile", la Constitución de 1980 sigue vigente y, teóricamente (sólo teóricamente, es verdad) debe ser respetada. En el hecho la violan casi todos y casi todos los días. Pero algunos "garantes" podrían despertar de su siesta y hacerla respetar. ¿Alguien ha pensado en eso? ¡Cuidado!

Segundo llamado de atención: ¿qué pasó con el anterior "Acuerdo", también muy celebrado por el "vientre blando"? Que terminó en un Rechazo del 62 % a su fruto, el engendro de Constitución patrocinado por Boric y sus seguidores. Nadie lo habría esperado. La encuesta más seria (CEP, 2022) anunciaba que el Rechazo podía ganar 27% a 25%. ¿Qué pasó? Que el voto obligatorio atrajo a las urnas a 4 millones 200 mil personas antes abstencionistas, que resultaron más leales que el "vientre blando" al legado de Pinochet y ratificaron la Constitución de 1980 por 62% vs. 38%. Sorpresa mundial.

Tercer llamado de atención: el Partido Republicano y el Partido de la Gente no forman parte del "Acuerdo por Chile" y respaldan la actual Constitución. Y ambos crecen día a día en militantes, mientras RN y UDI son los que mas caen (Servel).

Cuarto llamado de atención: la encuesta Cadem del domingo último revela que quienes suscitan el mayor rechazo ciudadano son los líderes comunistas y los "entreguistas" Chahuán y Macaya, del "vientre blando". Y por primera vez José Antonio Kast, ajeno al "Acuerdo" y partidario de mantener la Constitución, entra al exiguo grupo de políticos con mayor evaluación positiva que negativa. Y encabeza las encuestas presidenciales.

El 26 de noviembre de 2023, en el siguiente  plebiscito ratificatorio, los 4 millones 200 mil nuevos votantes obligados podrían volverles a decir a los señores del "vientre blando" entreguista, kerenskys, amarillos, socialistas, comunistas y demás, que "la Constitución de 1980, que vosotros tantas veces matásteis, goza de buena salud."  

domingo, 11 de diciembre de 2022

Nos Creen Imbéciles

Y tienen razón: elegimos a Boric. Peor: tropezamos con la misma piedra, porque hace 50 años elegimos a Allende, que dejó al país último en América, decreciendo más de 6 %, con escasez, la inflación más alta del mundo y al borde de la guerra civil. Suficientes credenciales.

En El Mercurio de ayer sábado 10.12 la ministra de Justicia y DD. HH., Marcela Ríos, confirma que los marxistas nos creen imbéciles: llama a celebrar "El Día Mundial de los DD. HH." Afirma que el gobierno militar los violó y en cambio ellos, comunistas y socialistas, los respetan. Falso: "El Libro Negro del Comunismo" documentó que mataron a más de cien millones. Y el gobierno militar fue llamado por los civiles porque, entre otras razones, Allende violaba los DD. HH. Sus torturas salían en El Mercurio. Ni siquiera las desmentía. Y el libro de Cristián Jara Taito (Instituto de Ciencias Políticas de la U.de Chile) documentó cómo el socialismo, desde 1965 adelante, acordó por unanimidad, en sus consejos generales, la toma del poder por las armas. 

Y durante el gobierno militar hubo dos movimientos terroristas principales, el MIR y el FPMR, este último con 4.500 hombres en armas (Baradit dixit). Tenían por objeto matar chilenos. ¿Por qué, entonces, fueron "violaciones de DD. HH." dar muerte a sus miembros? De hecho, terroristas mataron al teniente Carevic, al mayor Roger Vergara, al intendente Carol Urzúa, al teniente Zegers Ried, al carabinero de la Llama de la Libertad, Hilario Novoa; a los escoltas del general Sinclair, a los del presidente Pinochet, a carabineros de un bus policial, a pasajeros del metro, de la locomoción, del tren en Queronque y un largo etcétera. E internaron armas.

La "defensa de los DD. HH", la ideó el marxismo para anular a la fuerza pública. Y la han anulado. Hoy ya ha habido siete muertos. Han inhibido a gobernantes imbéciles. Otros, como Augusto Pinochet, Gabriel González Videla e incluso Eduardo Frei, con su ministro Pérez Zujovc, tuvieron pantalones y mantuvieron el orden. El que falta hoy.

No siempre fuimos imbéciles. Tuvimos un intervalo especialmente lúcido, 1973-1990. Ojalá no el último. 

viernes, 9 de diciembre de 2022

Élite de Ida y Excomunismo de Vuelta

Cuando Javiera Parada era comunista, bajo el primer gobierno de Bachelet, era casi la única que promovía una nueva Constitución. La Carta restringe al Estado y, naturalmente, los comunistas querían y quieren casi todo para el Estado, porque lo manejan ellos. Pero Javiera es habilosa y con el tiempo aprendió. Hoy viene de vuelta y está en Evópoli, es decir, un lugar en el centro (entender un poco). Lo notable es que su tránsito político es el inverso al de las élites supuestamente de derecha, que se han volcado en apoyo al jurídicamente inexistente "proceso constituyente", dirigido a cumplir la máxima aspiración comunista de derogar el Estado subsidiario.

Hace más de una década Javiera promovía la idea de escribir "AC" ("Asamblea Constituyente") en los votos, pues casi nadie --comenzando por la mayoría popular, lo que se extiende hasta hoy-- tenía interés en una nueva Constitución (ver encuesta CEP de 2022, en que ese tema no está ni siquiera entre los 18 de las preocupaciones mencionadas por la gente.) 

Un misterio que no espero ver aclarado en vida es por qué nuestra élite, es decir, el conjunto de la Confederación de la Producción y del Comercio, la Sociedad de Fomento Fabril, El Mercurio, La Tercera, el Canal 13 (cuyo dueño es, probablemente, el hombre más rico de Chile, Andrónico Luksic Craig); RN y la UDI apoyan el mayor anhelo comunista. Mientras Javiera viene de vuelta la élite en masa va de ida. Y no sólo Javiera viene de vuelta: el más lúcido detractor del (jurídicamente inexistente) "proceso constituyente" es un excomunista, el escritor e intelectual Sergio Muñoz Riveros. Él ya ha completado el trayecto, todavía no íntegramente recorrido, de Javiera Parada hacia la lucidez de la que inexplicablemente huyen las élites. "Júpiter ciega a quienes quiere perder". 

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Desconcierto

He tratado de explicarme por qué personas e instituciones de centroderecha --v. gr. RN, UDI, El Mercurio, La Tercera, Canal 13-- pueden estar en la postura de que se necesita una nueva Constitución. No he encontrado la razón. Recuerdo a Juan Carlos Jobet, un tipo aparentemente serio, ministro de Energía de Piñera, diciendo que votaba por una nueva Constitución debido a la "falta de legitimidad" de la actual. ¿Puede alguien serio tener tal grado de desinformación en un tema cívico fundamental? Puede haber distintas opiniones, pero no distintos datos. "Dato mata relato". Pero en Chile, parece, "relato (consigna) mata dato". Hoy he visto a María José Hoffmann, diputada UDI, otra persona seria, decir algo parecido a Jobet: "tenemos una buena Constitución, pero carece de legitimidad". Compró una consigna.

He escrito varias veces en este blog que la Constitución más apoyada, ratificada popularmente y legitimada de la historia de Chile es la actual. Fue aprobada por el 67 % de los votos en el plebiscito de 1980, donde hubo una concurrencia del 56 % de la población a votar. De esos sufragantes el 67 % votó Sí a la Constitución. El historiador Gonzalo Vial, adverso a Pinochet en general (si bien en sus últimos años recapacitó) escribió sobre ese plebiscito en "Pinochet la Biografía", tomo II, p. 423: "...la holgada y libre victoria del Sí, como verdad general, sólo podía negarse por obcecación".

Después la misma Constitución fue reformada tras un acuerdo cívico-militar o gobierno-Concertación en 1989 y ratificada por un plebiscito donde votó el 85 % de los inscritos, de los cuales el 91,25 % dijo "Sí". Finalmente fue reformada en 2005 tras acuerdo Concertación - Alianza, el cual esa vez hizo innecesario un plebiscito. Resultó tan respaldada que el presidente de la República promotor de las reformas, Ricardo Lagos, decidió sustituir con la suya la firma de Pinochet en el texto (y la firmaron también todos sus ministros). ¡Todos querían ser coautores!

De ahí que nunca haya habido en Chile una Constitución más popularmente legitimada, ratificada y consagrada. ¿Cómo pueden decir Jobet, Hoffmann, RN, UDI, El Mercurio, La Tercera, Canal 13 y un largo etcétera de personas e instituciones que carece de legitimidad?

Si ésa es la base principal para intentar otro "proceso constituyente", resulta claro que el mismo no se justifica. Por eso quienes procuramos abordar el debate con razones y sin consignas estamos desconcertados. Yo pienso que esos 4 millones 200 mil electores, previamente abstencionistas, que acudieron a votar bajo la amenaza de una alta multa el 4 de septiembre, "dando vuelta" el plebiscito de entrada y configurando un 62 % que dio prueba de sentido común, probablemente van a volver a rechazar si se les convoca otra vez. Sobre todo si se hace con el argumento de una inexistente "ilegitimidad" del texto actual.

sábado, 3 de diciembre de 2022

Los Ocho Aylwines

"El Mercurio" comete hoy ocho errores en su editorial titulado "Patricio Aylwin y la Transición". Si lo sometiera a "El Polígrafo", no pasaría. Primer error: decir "la Transición" en el título, pues Aylwin gobernó después de la transición, que terminó el 11 de marzo de 1990 cuando dejaron de regir los artículos transitorios de la Constitución y rigieron los permanentes, hasta hoy. Luego repitió el error en el texto, cuando dice: "encabezó la transición democrática" que no existió. Y erró al decir que "su misión de unir al país la cumplió ampliamente", pues no unió sino dividió, al sentar a los militares en el banquillo de los acusados, pidiendo perdón a comunistas y socialistas a quienes aquéllos impidieron tomar el poder por la armas. Y Aylwin hasta lloró de pena por los guerrilleros UP, siendo que Frei declaró a ésta, la UP, como "la única culpable de todo" (carta a Mariano Rumor). 

Luego el editorial de nuevo erró al decir que Aylwin "encabezó la reconciliación", cuando lo que hizo fue desatar el odio contra los salvadores de Chile, mediante la ilícita Comisión Rettig. Y también al añadir que "no hubo sector que se marginara de restituir la vida democrática", cuando el terrorismo de izquierda se excluyó y siguió impertérrito, desde luego asesinando en 1991 al senador Jaime Guzmán. Después el artículo repite el error de resaltar la reconciliación inexistente y añade otro, al atribuirle a Aylwin un "desarrollo inédito", cuando no era inédito, pues Pinochet le había entregado el país creciendo al 10 % anual, tras años en que lo inédito había sido equilibrar el presupuesto junto con bajar los impuestos. Un séptimo error es interpretar la frase aylwiniana "en la medida de lo posible", cuando lo que él había hecho había sido contravenir la ley en una medida jurídicamente vedada e imposible, oficiando a la Corte Suprema para que no aplicara la amnistía, una ley vigente y que reconocía como vigente, a militares en los términos en que procedía aplicarla. Finalmente un octavo error es afirmar que "su monumento constituye una manifestación del consenso generalizado respecto del valor de su obra", pues no hubo ni hay tal consenso. No concurren a él ni los comunistas malagradecidos, que no asistieron a la ceremonia, ni los militares perseguidos ni la derecha leal a éstos.

Luis Felipe Moncada se pregunta acertadamente en whatsapp a cuál de los siete Aylwines se le levantó el monumento. La respuesta es que, en realidad, fue a ocho: (1) Al que gatilló el golpe al avisar, a través del hijo DC veinteañero del general Arellano, a éste, cabeza del grupo de "los quince" que preparaban el golpe, que no habría más diálogo con Allende; (2) Al que en los 90 pidió perdón a la guerrilla, con lágrimas en los ojos, por habérsele impedido tomar el poder por las armas; (3) Al que en octubre de 1973, cuando se producía el 57 % de todas las muertes de 1973-1990, se negó a condenar a los militares; (4) Al que 20 años después los sentó en el banquillo de los acusados por derrotar a la guerrilla; (5) Al que dijo que los militares habían salvado a Chile "de la guerra civil y de una tiranía comunista"; (6) Al que 20 años después negó haberlo dicho, atribuyéndolo al "Libro Blanco ése";  (7) Al que prometió en 1989 no indultar a los autores de hechos de sangre; (8) Al que poco después los indultó.

¡Un monumento a don Patricio y a todos los que fueron y son como él! ¡Ustedes fueron y son tan chilenos!

jueves, 1 de diciembre de 2022

Injusticias de la Vida

A fines de 1956 Patricio Aylwin me tomaba examen de Derecho Administrativo y yo contestaba lo que me soplaba un buen alumno desde la primera fila. Aprobé con tres blancas. Después le tocó a éste y Aylwin "lo estrujó", sin que yo pudiera devolverle la mano por no saber, y "lo rajó" con dos negras. Injusticias de la vida.

Ayer le levantaron una estatua a Aylwin y se recordó su condena a los militares, porque formó en 1990 una comisión para acusarlos por "violaciones a los DD. HH.", en circunstancias que en 1973, cuando tuvo lugar el 57 % de todas las muertes de 1973 a 1990, se negaba a condenarlos --decía-- "desde detrás de un escritorio... porque están recibiendo el fuego... y han derrotado a milicias armadas muy fuertemente equipadas y que constituían un verdadero ejército paralelo, para dar un golpe y asumir por la violencia la totalidad del poder. En esas circunstancias pensamos que la acción de las FF. AA. simplemente se anticipó a ese riesgo para salvar al país de caer en una guerra civil o en una tiranía comunista". Veinte años después negaba haberlo dicho, afirmando que lo había "inventado el Libro Blanco ese... del gobierno militar". Y llenó de plata a la guerrilla comunista. Lo malo fue que había quedado en video. Por eso ningún comunista asistió a lo de la estatua. Pero si Allende tiene una, habiendo arruinado y relegado al país al último lugar de América Latina, bien Aylwin, que sólo "se dio vuelta la chaqueta",  puede tener otra. Lo malo es que Pinochet, que nos salvó del comunismo y nos dejó a la cabeza de América Latina, no tiene ninguna. Injusticias de la vida.

Y estaba ahí Lagos, proclamado como "gran repúblico", pero que también prometió "completar el legado de Allende" y apoya ahora "la Constitución de Boric". Éste va a "cumplir" el legado: el próximo año Chile volverá a quedar donde lo dejó Allende, en el último lugar del hemisferio y decreciendo. Para colmo, Boric expresó que su grupo (Jackson, Vallejo, Cariola y dejando implícito que también él) alguna vez tendrán estatuas. Por destruir otra vez el país. Ya todo puede suceder. Injusticias de la vida. Así somos. Qué le vamos a hacer.