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martes, 28 de febrero de 2012

No Soy Vidente, Pero...

Si alguien tiene la amabilidad de retroceder en este blog hasta el sábado 11 de febrero, comprobará que ese día, comentando el fallo de la Audiencia Nacional de España que suspendió por once años de su cargo de juez a Baltasar Garzón, escribí lo siguiente:

"Así es que, aquí y ahora, hago un pronóstico: no lo van a condenar por prevaricación".

El cumplimiento de esa profecía (porque ayer la Audiencia, por seis votos a uno, se negó a condenarlo por prevaricación) no me erige en vidente ni en futurólogo, si bien me confirma como especialista en el juzgamiento de la naturaleza humana.

La Audiencia Nacional de España había aplaudido de pie (no exagero demasiado, porque dentro de ella se armó en la oportunidad un multitudinario festejo) cuando Baltasar Garzón, prevaricando a su amaño, se rio de la legislación chilena y, en particular, de la amnistía y la prescripción, para emitir una orden de arresto internacional contra el ex Presidente Augusto Pinochet, en 1998.

¿Cómo iba ahora a castigar por el delito de prevaricación al mismo juez por haber actuado de idéntica manera cuando quiso someter a proceso al franquismo, que está protegido por una ley de amnistía en España? Desde luego, Garzón había comenzado por solicitar el certificado de defunción de Francisco Franco, porque iba a ser naturalmente el principal procesado, pero había muerto. Él quería sobreseerlo sólo porque había dejado de existir, y no porque no hubiera tenido responsabilidad.

Entonces la Audiencia española dio un brinco: "¿Cómo? ¿Qué se ha creído ese tío? ¿Que nuestra amnistía no vale de nada? Hay que atajarlo ahora mismo".

¨Cuidado", dijo uno, "no olvidemsos que cuando hizo lo propio con Pinochet lo aclamamos a voz en cuello".

"¿Y qué hacemos entonces?", preguntó el de más allá, que estaba perplejo.

"Pues lo mismo que hicieron los yankis para sacar de circulación a Capone, cuando no encontraban pruebas de sus crímenes".

"¿Y qué hicieron?"

"Descubrieron que no había pagado sus impuestos y lo encerraron por eso, sacándolo de circulación, que es lo que tenemos que hacer con Garzón".

"Y Garzón ¿habrá pagado sus impuestos?".

"Y... aunque los haya pagado, alguna 'yayita' tendrá que tener".

Y fue así cómo le encontraron una: ciertas escuchas ilegales, que nunca han sido motivo para suspender a ningún juez, sino apenas para anular su sentencia; pero aquí se trataba de sacar a éste de circulación, porque estaba metiendo la mano en el avispero, queriendo hacer con el régimen de Franco lo mismo que hizo con el de Pinochet. Y lo hicieron.

Entonces, no es que yo sea vidente. Es verdad que algunos creen que lo soy, pues en una novela que terminé de escribir en 2007, titulada "Está Temblando", predije que en la transmisión del mando en Chile, en 2010, iba a haber un gran temblor. Y lo hubo. No fue que yo hubiera visto el futuro, sino sólo que quería terminar el libro (pues terminaba el 11 de marzo de 2010) con una escena condigna de su título, "Está Temblando", e introduje para ese efecto un gran sismo que el Presidente recién electo y su señora soportaban estoicamente el mismo día en que el primero asumía el poder.

Bueno, ahora, con Garzón, sólo predije aplicando el sentido común: la Audiencia de España lo había aplaudido por prevaricar respecto del régimen de Pinochet, pero no podía aceptar que hiciera lo mismo respecto del de Franco. ¿Cómo impedirlo? "Vaya, muy fácil, primero lo sacamos del camino por haberlo sorprendido utilizando escuchas ilegales, y luego, cuando venga lo de la prevaricación, simplemente no le condenamos. Y asunto concluido. No hemos caído en inconsecuencia alguna. Es verdad que no va a ser algo por lo cual nos habría aplaudido Alfonso X el Sabio, pero nos saca del paso lo más bien y dejamos a buen recaudo a ese gilipollas socialista de Garzón".

Y se así hizo (y se hace) "justicia".

sábado, 15 de junio de 2024

La Dictadura Judicial Contraataca

Después de que la Corte de Apelaciones de San Miguel, siguiendo el dictamen del fiscal de la misma, dictó un fallo respetando la ley y, por tanto, anulando una condena contra exmilitares, por una muerte de 1973, de la ministra sumariante Marianela Cifuentes, la Corte Suprema ha arremetido con todo contra sus subordinados de San Miguel: les invalidó el fallo y ordenó dictar otro, no sin antes ordenar reemplazar a todos los ministros que dictaron la sentencia por otros que den garantías de prevaricar fallando contra leyes expresas y vigentes.

Los ministros reemplazantes de San Miguel ya saben: tienen que condenar a como dé lugar a los ancianos exmilitares y, lo más importante (la médula del negocio) condenar al fisco a pagar decenas o, en lo posible, centenares de millones de pesos. Éste es el móvil principal en esta cuarta categoría del crimen organizado en Chile que son los juicios de DD. HH. Las demás tres categorías son el narcotráfico, el robo de madera y el de cables de cobre.

En lo concreto los supremos les están ordenando a sus subordinados de San Miguel cometer el delito del art. 223 del Código Penal, que pena con inhabilitaciones y presidio o reclusión de 61 días a 5 años a los jueces "cuando a sabiendas fallaren contra ley expresa y vigente en causa criminal o civil". 

Todos los demás fallos de DD. HH. de los últimos quince años han sido dictados contra leyes expresas y vigentes de amnistía, prescripción y, a veces, cosa juzgada. Así lo ha recordado un abogado de DD. HH. en medio de su desesperación por el de San Miguel, que le pondría término a su pingûe negocio si sentara jurisprudencia. Entretanto hay 328 presos políticos militares, sin contar los que han fallecido en prisión, esposados  a sus camas hospitalarios o suicidados.

En rigor, la dictadura judicial es sólo un síntoma más. Chile es hoy un país fallido. El 70 por ciento de la población afirma que vamos por muy mal camino y el 69 por ciento vive con miedo. Ambos top-ones mundiales.

El resto de la sociedad "mira para otro lado"- Y ¿por qué el abogado de DD. HH. dice que que "se ha roto una tradición de 15 años"? Porque antes la segunda sala respetaba las leyes vigentes. Editorialmente El Mercurio aplaudía "la preservación de la legalidad" al aplicarse una prescripción (véase fallo y editorial citados en mi libro "Miserias Morales de la Chilenidad Actual", página 121). 

Lo actual es escandaloso. Es una "banalización del mal". Es lo que ha llevado al general desánimo interno y a la revista The Economist a degradar a Chile de "democracia plena" a "democracia defectuosa"


miércoles, 3 de abril de 2019

Que la Izquierda Financie la Reforma Tributaria

Vivimos en un país de izquierda y, por tanto, la izquierda ha conseguido vivir a costa del país. Además, de capitán a paje hablan su idioma. El otro día Piñera en "Bienvenidos" --está en todas partes y a toda hora-- refiriéndose a la candidatura de José Antonio Kast, dijo que se oponía a que pudiera "volver un gobierno que atropella los derechos humanos". Eso revela que él también habla el idioma impuesto por la extrema izquierda, como la mayoría de los chilenos. Pero, además, es cómplice activo de ella en esquilmar al país.

En efecto, una de sus políticas es la que conviene al comunismo y está dedicada a perseguir a los militares que derrotaron a la guerrilla izquierdista. En "La Tercera" del 01.04.19 su subsecretaria de derechos humanos, Lorena Recabarren, comunicó que mantenía 1.287 causas contra militares e informó que ya se había entregado a la extrema izquierda terrorista, en indemnizaciones, US$6.200 millones. ¡Otro Transantiago! Lo más notable es que ella anunció que en los próximos cinco años también se entregará a la guerrilla, a través de prevaricaciones de los jueces, otros US$2.000 millones. Es decir, US$400 millones al año. La mitad de lo que cuesta financiar la integración de los impuestos en la reforma tributaria y para lo cual se dice que no hay financiamiento.

Esto constituye una gran estafa al pueblo chileno, porque se logra contraviniendo las leyes: la mayoría izquierdista de jueces atropella el estado de derecho y condena a militares por delitos que no existían en los años '70, como los llamados "de lesa humanidad", y obliga al Estado a pagar indemnizaciones millonarias. Pero la Constitución dice que nadie puede ser condenado por un delito que no esté previamente establecido en la ley, no obstante lo cual los jueces de izquierda se ríen de la Constitución y alardean de condenar por delitos "de lesa humanidad", creados en 2009. Y la subsecretaria de Piñera les dice que están presupuestados otros US$2 mil millones para financiar esa prevaricación en los próximos cinco años.

Pero, al mismo tiempo la reforma tributaria del gobierno está trancada porque no hay US$800 millones anuales para financiar la menor recaudación debida a la integración del impuesto a las empresas con el impuesto personal. Bueno, que la izquierda y su cómplice Piñera dejen de prevaricar en los tribunales y ahí ya éste tiene la mitad de esos US$800 millones anuales que le faltan.

Y la otra mitad también se la están sustrayendo al país la izquierda y su cómplice activo, a través de cien mil falsos exonerados --denunciados por el propio presidente de los "exonerados políticos", el socialista Luis Celpa, en entrevista con Tomás Mosciatti--. Cien mil exonerados políticos falsos a los cuales se les indemniza con pensiones de más de 200 mil pesos mensuales. Eso representa otros US$ 400 millones de dólares anuales, pero nadie lo investiga ni juzga ni persigue. Sólo han examinado unos pocos miles de casos, comprobando las irregularidades.

Sin embargo, la izquierda insiste en cubrir los US$800 millones faltantes aumentando el impuesto al capital. Pero hoy en "La Tercera" el economista Álvaro Donoso, citando a Mirrlees, prueba que un mayor impuesto al capital, dada la movilidad de éste, termina generando una disminución de los salarios.

¡Que la extrema izquierda y su cómplice activo dejen de sustraerles US$800 millones anuales a los chilenos mediante la prevaricación judicial y el fraude de los falsos exonerados y ahí tendrán el financiamiento para una medida como la integración tributaria, necesaria para recuperar la tasa de crecimiento de la economía nacional!

martes, 27 de junio de 2017

Le Voy a Desobedecer a mi Candidato


          Mi candidato es José Antonio Kast, el único de derecha, del “Sí”, manos limpias, sin boletas ni facturas truchas, defensor del legado del Gobierno Militar que no tenía “problema mapuche” (ganó el “Sí” en la Araucanía), bajo el cual delincuentes y terroristas recibían lo suyo, los jueces no se atrevían a prevaricar (y por lo tanto no había presos políticos militares); en fin, del gobierno que dejó a Chile como “la joya más preciada de la corona latinoamericana” (Clinton, 1991).

          Mi candidato ha sugerido no ir a votar a las primarias de “ChileVamos”, pero no le haré caso, porque siempre estaré listo para librar a mi Patria de cualquier amenaza de un mal mayor, representado en este caso por quien encabeza las encuestas y puede ganar la primaria, el exponente de todo lo contrario de mi candidato, es decir, un heredero del “No”, detractor del Gobierno Militar, cómplice activo de la prevaricación y de la prisión política de los militares, que tiene su alma donde está la mayor parte de su dinero, es decir, en paraísos fiscales, y que batió el récord en materia de facturas truchas cuando desvió parte de los fondos que le dieron empresas a través de ellas, no a su elección, sino a lucrar pagando bonos de desempeño a ejecutivos de una de sus empresas.

Entonces votaré el domingo por Ossandón, que es de derecha, fue del “Sí” y alcalde de una comuna de izquierda donde primero sacó 40%, después 60% y finalmente 70% de los votos. Así es que, de saber gobernar, sabe. “Por sus frutos los conoceréis”. Además, tiene las manos limpias, cosa que a mí me importa, si bien en el país (y, lo peor, en la derecha) ha ido perdiendo importancia. Dicen que le faltan estudios, pero no creo que tenga menos que Ronald Reagan, un actor de derecha que hizo los mejores dos gobiernos norteamericanos del siglo XX.

Algunos dicen que Piñera creó muchos empleos, pero no fue él: sólo aprovechó el impulso fiscal y monetario de Andrés Velasco en 2009 (aumento del gasto fiscal en un inédito 16,5% y de la inversión pública en un también inédito 25,1%) que permitieron crear 500 mil empleos en 2010. Nada de esto pasó en 2017. Con Piñera olvídense de muchos más empleos en 2018. Pero después Piñera, en su gobierno, endeudó al Estado (50% de aumento de la deuda pública como porcentaje del PIB), bajó la penalidad a los atentados incendiarios, lo que culminó en la muerte de un matrimonio quemado dentro de su casa en la Araucanía; hizo caer al país en el ránking de competitividad y, al revés de Ossandón, que fue subiendo en votos, su gobierno bajó y perdió la elección de 2013 con un 38%, contra 62% de sus adversarios. “Por sus frutos los conoceréis”.

          En cuanto a Felipe Kast, la otra opción del domingo, no votaría por él después de informarme en su franja que, según dice, hay que hablar de “dictadura” y no de “Gobierno Militar” y que sus personajes más admirados son, entre otros (ninguno de derecha) Patricio Aylwin (el primer perseguidor de  militares, después de haberlos azuzado; el segundo fue Piñera) y el padre Felipe Berríos (sin comentarios).
          
          Por eso votaré el domingo por Ossandón y el 19 de noviembre por José Antonio Kast, confiando en que Piñera pierda el domingo y deje para siempre la política y se vaya a contar billetes a un paraíso fiscal, mientras acá arreglamos los problemas que crearon él mismo y el gobierno que lo sucedió, con sus alzas tributarias sucesivas, caída del ahorro, creación de ministerios superfluos y la persecución a los militares que salvaron a Chile del terrorismo de izquierda y del subsecuente régimen totalitario.
       
          En fin, también votaré el domingo por Ossandón porque prefiero que mi candidato compita con un ganador de la primaria que sea un tipo decente y de derecha, que no mienta ni haga trampas ni chistes malos, sobre todo si son ajenos y viejos.

martes, 8 de marzo de 2011

Hasta la Prevaricación Tiene un Límite

La prevaricación es un delito que consiste en dictar un fallo contra ley expresa. Si eso sucede en nuestros tribunales y el o los afectados son uniformados, tal delito queda impune.
Pero todo tiene su límite y hay cosas tan insólitas que a veces hasta le dan vergüenza a la Corte Suprema, lo que no es fácil que suceda.
En un suelto de crónica de "El Mercurio" de hoy se informa brevemente: "Corte Suprema anula sentencia dictada en caso Rahue III". Rahue está en la zona de Valdivia, donde operaba, y se puede decir que gobernaba, el "comandante Pepe" líder guerrillero protegido de la Unidad Popular.
Entre septiembre y octubre de 1973 un grupo de 24 carabineros detuvo a 31 personas, obviamente no por haber estado cultivando pacíficamente la tierra o desarrollando actividades como farmacéuticos, pedagogos u odontólogos, sino por su compromiso con grupos que practicaban la violencia y tenían asolada a la zona.
Los detenidos fueron ejecutados.
Como los hechos estaban cubiertos por la amnistía de 1978 y, además, por la prescripción, en 1994 la Corte de Apelaciones de Valdivia, con el voto favorable de la ministra Emma Díaz Yévenes, sobreseyó a los carabineros.
Pero resulta que en 2005, once años después, la misma jueza fue designada como ministra con dedicación especial para investigar el mismo caso. Y pese a que ella lo había sobreseído, y a que en 2005 se añadía a la amnistía y la prescripción la causal de cosa juzgada, según la cual no se puede volver a someter a juicio por determinados hechos a personas que ya han sido juzgadas por ellos, la ministra Emma Díaz Yévenes, consciente de que en Chile, en las causas contra uniformados, ya no existía lo que se llama Estado de Derecho, es decir, no imperaban las leyes, no tuvo inconveniente en cambiar de opinión. Así, terminó condenando a los 24 carabineros a penas que van desde los cuatro años de privación de libertad hasta el presidio perpetuo.
Pero la causa llegó a la Corte Suprema y ésta ha resuelto ahora que lo obrado por doña Emma es un poco "too much", incluso para el Poder Judicial chileno. Pues ella no sólo estaba contradiciendo todo lo que había opinado en 1994 como sentenciadora; no sólo estaba atropellando la cosa juzgada, sino que estaba incurriendo en una falta adicional: fallar en una causa en la que ya había manifestado dictamen, lo que configuró a su respecto una implicancia, es decir, una inhabilidad para fallar sobre esa materia, de acuerdo con el artículo 195 número 8 del Código Orgánico de Tribunales.
Así es que ¡todo de nuevo! Lo que tomó desde 2005 hasta 2011 resolver, empieza otra vez desde fojas uno (no fojas cero, como dicen los chilenos, pues la foja cero no existe). Se nombrará un nuevo juez y en 2017 estaremos de nuevo discutiendo sobre el caso de Rahue III. Salvo que el nuevo juez designado aplique las leyes y sobresea definitivamente, pero nadie cree que en una causa contra uniformados se puedan aplicar las leyes.
¿Qué sucedió entre 1994 y 2005 que hizo virar en 180 grados a la ministra Díaz Yévenes? Pues los hechos no cambiaron, las leyes tampoco y las partes en el juicio eran las mismas. Entonces ¿por qué cambió la ministra? Porque hubo un cambio político: la izquierda "se tomó" el Poder Judicial y dejó de aplicar las leyes que le impiden vengarse de los uniformados. Pero todo, incluso el atropello de las leyes y la venganza, tiene su límite, y eso es lo que ha dejado establecido la Corte Suprema.
Ella nos ha querido decir que hasta para prevaricar hay que observar un mínimo de formalidad.

martes, 23 de febrero de 2021

Allende y Piñera

El reciente caso de la agricultora Carolina García, sacada de su lecho de madrugada por guerrilleros de izquierda, para después los mismos incendiar las casas, instalaciones, maquinaria y vehículos del fundo Miraflores de Lautaro, es muy parecido al de la agricultora Antonieta Maachel en noviembre de 1970, en el fundo La Tregua de Panguipulli. Este último tuvo un final peor, porque Antonieta, tras ser vejada y probablemente violada por los guerrilleros marxistas encabezados por el Comandante Pepe, y mientras éstos se daban un festín en el comedor de su casa --que, sin embargo, no incendiaron, como ahora, sino que sólo saquearon-- se quitó la vida.

Lo que sí tienen en común ambos casos es la impunidad de los terroristas. Ni el gobierno de Allende ayer ni el de Piñera hoy les hacen, en la práctica, nada, salvo anunciar "querellas contra quienes resulten responsables". Sólo tras asumir el gobierno militar en 1973 hubo un consejo de guerra contra el comandante Pepe (en el cual éste fue defendido por el abogado Andres Aylwin) que lo condenó a muerte, pena que se cumplió. A diferencia de entonces, ahora la justicia está en manos de una mayoría de extrema izquierda, que en lugar de perseguir a terroristas tiene procesados, contra toda legalidad, a los integrantes del consejo de guerra de 1973 por haber cometido el supuesto "asesinato" de Pepe. 

Una gran diferencia entre los regímenes de Piñera y de Allende era, precisamente, que en 1973 los tribunales de justicia cumplían las leyes y por eso estaban en pugna con el presidente, que las contravenía e incumplía sus fallos. Ahora, en tanto, los tribunales se ríen de las leyes --no cabe otra manera de describirlo-- y se dedican a prevaricar, condenando a los militares que entre 1973 y 1990 derrotaron a la guerrilla terrorista. Los jueces, además, le otorgan a ésta millonarias indemnizaciones. Es del caso puntualizar que tal prevaricación no sólo cuenta con la complicidad, sino con la co-autoría de Piñera, el presidente que más querellas contra militares ha presentado desde 1990, tanto que en su primer mandato triplicó el número de las previamente presentadas entre 1990 y 2010. Pero los comunistas nada le agradecen y ahora también piden a voz en cuello su salida del poder. 

Es que nunca agradecen nada, tanto que a otro que también benefició su causa, el ex comandante en jefe Juan Emilio Cheyre, que en 2004 levantó los brazos ante ellos y culpó de todo lo malo que hubiera acontecido a su Ejército, la justicia roja no tuvo empacho en también condenarlo por delitos inexistentes de hace casi medio siglo, si bien se dio maña para imponerle una pena que podía cumplir en libertad, como sabiendo que en Punta Peuco no iba a ser recibido precisamente con los brazos abiertos por sus otros camaradas "caídos tras las líneas enemigas".  

Pero sí es verdad que ahora, al igual que bajo Allende, hay voces de derecha que claman por la pronta destitución de Piñera porque no cumple su deber fundamental de garantizar la seguridad pública y privada en el país. En 1973 quien respondió a ellas fue una mayoría parlamentaria, que votó por poner término al régimen y llamó a los militares a concretar eso, por 81 votos contra 47 de la Cámara de Diputados, la rama fiscalizadora. Tal vez se debía a que restaban todavía tres largos años del gobierno de Allende. En cambio, ahora sólo resta uno para que Piñera abandone el poder. Y es un año de absorbente preocupación electoral, que mantiene a los políticos concentrados en capturar las mayores cuotas de votos que puedan, en un esquema que ellos mismos han diseñado para su propio beneficio y el de sus partidos, en desmedro de los independientes.

Por consiguiente, la derecha que añora el legado de prosperidad y orden del gobierno militar y yo mismo personalmente, como miembro de ella, confíamos en que en la elección presidencial de fin de año sea elegido un mandatario capaz de garantizar el orden y la seguridad internos, bajo la misma Constitución que le brindara al país los mejores treinta años de su historia, la cual, confiamos, se va a mantener. 

Asimismo, si bien creo que el actrual desgobierno reinante y la violencia le causan gran daño al país, al mismo tiempo están garantizando un contingente electoral masivo en favor de un candidato que ofrezca restablecer la ley y el orden, la mano dura contra el delito y la represión de la subversión. Históricamente ha sido así en Chile, tras otros períodos anárquicos como el actual, aunque muchos dicen que las nuevas generaciones no miran el caos ni la anarquía con la misma distancia con que lo hacían las anteriores.

En último término, la principal diferencia entre el desgobierno bajo Allende y bajo Piñera termina siendo que. en el primer caso, la solución normal parecía lejana y la amenaza revolucionaria era inminente, mientras en el actual, aun estando expuesto el país a un año más de caos y destrucción impunes, la solución electoral está al alcance de la mano de la mayoría consciente de la población y su aplicación a sólo un año de tener lugar..


jueves, 9 de febrero de 2012

El País Cortado en Dos

La revolución comunista continúa y ahora tiene al país cortado en dos. Pues he llamado a uno de mis hijos que va al sur con su mujer y cinco hijas y me informa que está detenido cerca de Temuco, porque los revolucionarios han incendiado ambos costados del camino y no puede avanzar. Me dice que los camioneros han decidido agruparse, para protegerse de que les incendien los camiones.

¿Y qué hace la autoridad? ¡Mano dura! Pero con los carabineros. A cualquiera que le haga algo a un subversivo lo sumarían, si es que no lo procesan. El Presidente Piñera, entretanto, tranquilo por ahí cerca, en Bahía Coique, porque está bien resguardado por un numeroso contingente de prensa que lo fotografía o filma montando a caballo, despegando en helicóptero con la cara pegada a la ventanilla para que se vea, yendo a la Misa dominical más concurrida (lo malo es que le salieron al paso dos empleadas de Bahía Coique porque les pagan menos del mínimo).

¿Y cómo reacciona ante la subversión? Con mano dura... para los carabineros. Le acaba de denegar el indulto al suboficial Guillermo Cofré, hoy agónico, porque estaba a cargo de una comisaría en 1973 y desde allí desaparecieron dos extremistas, dicen. Pero ahora está muriendo en prisión y quiere pasar sus últimos días con su familia. Se le ha denegado el indulto y un sicólogo de Gendarmería se opone a darle el beneficio de salida que les permitiría morir junto a los suyos. ¿Es necesario recordar que don Patricio Aylwin indultó a todos, pero todos los terroristas, aunque hubieren sido autores de crímenes sangrientos? Es el increíble doble standard chileno, pero somos el país que somos.

En "Chile Informa", el "samiszdat" digital de los partidarios del Gobierno Militar ("samiszdat": diario clandestino de la disidencia en tiempos del comunismo en la URSS), se informa que un regimiento ha sido bautizado con el nombre del General Carlos Prats, sí, el mismo que, documentadamente, según lo ha probado el historiador Víctor Farías examinando los archivos de Alemania Oriental, les ofreció a los comunistas chilenos traspasarles armas del Ejército en caso de una lucha interna. Entonces, el Ejército actual lo homenajea. Ya sabemos qué esperar de los uniformados de hoy. El doble standard seguirá igual o peor.

Y también todos sabemos quiénes incendian en el sur. Cada pocos días nos enteramos de nuevos casos de viviendas, maquinaria, bosques y plantaciones quemados. Todos conocen a los que lo hacen. ¿Y el Gobierno, y la Justicia? Esta última se dedica a prevaricar, desconociendo la amnistía y la prescripción para perseguir a ex uniformados. Está segura de que acá no le va a suceder lo que a Garzón en España. Porque acá los tribunales superiores encubren a los prevaricadores.

¿Y qué hace el gobierno con los revolucionarios? Les regala tierras. Hace poco le dieron otro fundo más a comunidades que habían participado en ataques a las propiedades que les regalaron. Total, la plata no es del que regala, sino de los contribuyentes.

Una de las treinta propietarias y propietarios que han visto incendiadas sus casas en el lago Lleu Lleu escribe en protesta al diario. ¿Cómo es posible? se pregunta. Es el único recurso que les queda. Si no hay autoridad ni hay justicia, sólo resta el "derecho a pataleo".

Bueno, concluyo con el país todavía cortado en dos, confiando en que mi hijo y su familia puedan pasar al sur a alguna hora, en lo posible indemnes, y seguro de que si los carabineros intervienen para restablecer la continuidad del territorio el Gobierno va a tener la mano muy dura con ellos.

martes, 16 de abril de 2019

Tribunales Sin Vergüenza

¿Cómo puede el Comandante en Jefe del Ejército expresar "su plena confianza en la justicia", que persigue a un compañero de armas suyo y general en actividad, cuando la prevaricación de los jueces tiene a más de doscientos de sus camaradas en condición de retiro presos en contravención a numerosas leyes?

Los tribunales chilenos no son confiables y los juicios contra militares constituyen una vergüenza nacional. Todo se resume en que el principal activista de izquierda en la tarea de convencer a sus colegas ministros de corte en el sentido de no aplicar las leyes y así  meter presos a militares, Haroldo Brito, haya llegado finalmente a la presidencia de la Corte Suprema y se luzca como uno de los pilares de la institucionalidad en la gala anual de "El Mercurio". 

La propia designación de Brito en la Suprema fue un fraude, porque la izquierda y la DC se habían comprometido con la Alianza, antecesora de Chile Vamos, en un "pacto de caballeros", a que se nombrara primero a Brito, izquierdista reconocido e impulsor de la venganza judicial contra militares, para después designar a Pfeiffer, un juez que respetaba las leyes. Se iban a "parear", uno iba a prevaricar y el otro no. Pero cuando, aprobado Brito con votos de derecha, se presentó el nombre de Pfeiffer, fue rechazado por la izquierda. ¡Cómo se les ocurrió hacer un "pacto de caballeros" con quienes no lo han sido jamás! Así se fue estructurando la mayoría de izquierda en la Corte Suprema, coautora, junto a los querellantes múltiples Piñera-Ubilla, de centenares de condenas de militares contra toda legalidad.

La desvergüenza de la mayoría izquierdista de jueces chilenos es manifiesta. Hasta quedó confesa en el informe 33-2015 ("la legislación sustantiva no contiene delitos adecuados a esa realidad"), en que reconocían no aplicar las leyes. Hace unos años me tocó enfrentarme en la TV, cuando Piñera todavía no había vetado mi presencia en los medios (pues periódicamente recuerdo su prontuario), con el juez Alejandro Solís, que había impuesto centenares de años de presidio sin fundamento de hecho ni legal al único soldado chileno condecorado con la medalla Al Valor del Ejército después de la Guerra del Pacífico, Miguel Krassnoff, por haber enfrentado en combate y eliminado al principal terrorista chileno, Miguel Enríquez, en 1974.

Fue en el programa "El Informante", de TVN, cuando le enrostré a Solís esa prevaricación, y él dijo textualmente que "Miguel Krassnoff salió con las manos llenas de sangre después de asesinar a Diana Arón, diciendo que era 'terrorista y más encima judía'", lo cual horrorizó a la teleaudiencia. Era un "soplo" que le había dado un extremista desertor, el "guatón" Romo. 

Pero después fui donde Krassnoff y me acreditó, primero, que cuando cayó en combate la dirigenta mirista Diana Arón él se encontraba fuera del país; que, en todo caso, él no pertenecía a la unidad que la enfrentó en ese combate; que ante las calumnias de Solís envió un detallado relato de la verdad a las autoridades de la comunidad judía residente, no obstante lo cual las mismas rechazaron agriamente sus descargos y, más aún, uno de sus representantes, el abogado UDI Gabriel Zaliasnik, aparece en Wikipedia declarando lo mismo que el dúo Romo-Solís, es decir, una mentira infamante respecto de su participación en la muerte de Diana Arón.

Si hay algo peor en Chile que los juicios ante tribunales en lo penal, con el procedimiento antiguo aplicado a los militares, son los "juicios por los diarios", también monitoreados por la izquierda. Pero el único condenado en el mayor "juicio por los diarios" reciente, el "caso Cascadas", (pues todos los demás puestos en el banquillo por la prensa, hasta ahora, han sido finalmente absueltos), el ex gerente Aldo Motta, recién ha visto anulada su sentencia por la Corte Suprema y un nuevo juicio debe recomenzar desde cero ¡cuando los diarios ya lo habían condenado!

El escándalo de los ministros de la Corte de Rancagua es sólo la punta del iceberg. Los 6.200 millones de dólares que, hasta 2017, según reconoció la subsecretaria de Justicia, Lorena Recabarren, el fisco ha debido pagar a la extrema izquierda para indemnizarla porque los militares le impidieron tomarse el poder por las armas, son parte del resto del iceberg. Han constituido un gigantesco lucro ilegal, al costo de atropellar la Constitución y las leyes, entre ellas las de amnistía, prescripción, cosa jugada, el principio constitucional de legalidad, el principio constitucional pro reo, la presunción de inocencia y demás bases del debido proceso que garantiza a los chilenos la Carta Fundamental, pero no se reconocen a los ex uniformados.

Como, por lo demás, la opinión pública acredita en las encuestas, el Poder Judicial es el más desprestigiado del país después del Poder Político. La gente no es tonta y se da cuenta de quiénes le hacen trampa. Y por eso deja constancia de ello en los sondeos. La prevaricación cuesta a los contribuyentes una fortuna que sólo puede aumentar, pues los jueces están recién comenzando a condenar militares por supuestas "torturas", basados en el escandaloso Informe Valech. Treinta mil sospechosos de terrorismo que fueron interrogados alguna vez, como no podían menos de serlo, y los cuales, ahora sedientos de dinero, se aprestan a cobrar indemnizaciones al amparo de tribunales que han sentado, a través de la burla del derecho, la nueva jurisprudencia del atropello a la legalidad.

jueves, 18 de abril de 2013

Durmiendo con los Totalitarios

El movimiento "noble, grande, hermoso" (Piñera, ONU, 2011) terminó arrasando con la lógica, la buena fe y la razón, enceguecido por el grito de la calle, voceado éste por la falange totalitaria que se ha formado en el país a partir de Vallejo, Ballestero, Jackson, Vela, Fielbaum y compañía con su lema "no al lucro". Los senadores marxistas, temerosos de quedar excluidos de la revolución, lograban, una vez más, alinear a los kerenskys (con una sola deserción, suplida por una ayuda impensada) y votaban todos en bloque por la sinrazón, impertérritos a toda consideración reflexiva o de sentido común, como si hubieran sido ministros de la Corte Suprema o de alguna de Apelaciones convocados en bloque por elcomunismo a prevaricar contra militares caídos tras las líneas enemigas.

Con razón la última encuesta nacional, de la Universidad Diego Portales, confirma que las instituciones menos dignas de confianza en el sentir general son los Tribunales de Justicia y los Partidos Políticos, al tiempo que las mejor evaluadas siguen siendo Carabineros y las Fuerzas Armadas. Porque, con sus cerebros lavados y todo, los chilenos instintivamente, inspirados por su inconsciente colectivo, creen que, en última instancia y cuando la borrachera totalitaria nos tenga otra vez al borde del abismo, siempre los uniformados van a ser "los llamados a arreglar las cosas aquí". (Investíguese quien pronunció esa memorable frase en agosto de 1973, y cómo votó su autor ayer).

El Gobierno, carente de ideas propias, pues llegó al poder abrazando confesamente las de sus adversarios, invitó a éstos a cohabitar e hizo lo que (él creía) ellos querían: subió los impuestos a las empresas, abrió la faltriquera fiscal y bajó al dos por ciento el interés de los créditos universitarios; hizo como que quería prohibir el lucro, pero fabricó vericuetos para que no desapareciera del todo hundiendo el sistema; aumentó más todavía el tamaño del Leviatán estatal, proponiendo por ley otra Superintendencia y otra Agencia más, como si la Comisión Nacional de Acreditación no hubiera demostrado sobradamente para lo único que sirven; y, en fin, quiso llevar el gasto estatal en la enseñanza más allá de los seis monstruosos billones de pesos al año actuales, que si fueran repartidos a las familias pobres en forma de "vouchers" permitirían a todos los hijos de éstas elegir los mejores colegios particulares y las más prestigiadas universidades (establecimientos que aparecerían en número suficiente, tan milagrosamente como las decenas que surgieron apenas el lucro pudo operar en la educación superior tras consagrarse en ella, en 1981, la libertad de emprender).

Pero los totalitarios ya no se conforman con migajas. Quieren todo el poder para ellos. Ven en el horizonte la posibilidad de echar de la casa, y quedarse con toda ella, al que los convidó a cohabitar dentro de la misma. Eso de partida. Pues los propios jacobinos ya deberían estar preguntándose si van a seguir siendo admitidos o también van a ir a parar a la calle, cuando los totalitarios tomen conciencia de todo el poder que han conseguido gracias a las interminables concesiones que les han hecho todos los demás.

miércoles, 21 de febrero de 2018

El País Está Extremadamente Loco



              Los chilenos (me refiero a la mayoría, que es la que manda) nunca han sido muy cuerdos. Baste decir que más de una vez han elegido Presidentes marxista-leninistas, lo que el mundo entero, partiendo por la URSS, tácitamente estima una locura. Hasta los mismos chinos, que alguna vez estuvieron completamente enajenados cuando los subyugó Mao, ahora hacen todo lo contrario de lo que él imponía y son una gran potencia capitalista.

Pero lo grave es que ahora los chilenos estamos dando más señales de locura que antes. Como que la noticia del momento la constituye la persecución de una policía por parte de la otra policía en la Araucanía, región asolada por los delitos para perseguir los cuales ambas policías se suponía creadas. Los únicos tranquilos, en consecuencia, son los delincuentes. Habían incendiado 58 camiones y, para demostrar su satisfacción con la impunidad que les garantizan las policías exclusivamente dedicadas a pelear entre sí, recién incendiaron otros 28 camiones más. En particular, casi como una celebración simbólica, han vuelto a atentar contra el agricultor René Urban, que tiene el récord de varios centenares de asaltos, incendios y robos en su contra. Y todo en completa impunidad, porque los policías, o están persiguiendo a otros policías o están dedicados a defenderse de éstos.

¡Qué locura! ¡Cómo se añora al gobierno cuerdo de Pinochet, cuando los perseguidos eran los delincuentes y no había conflicto alguno en la Araucanía, tanto que la Junta de Caciques premiaba con un pergamino al Jefe del Estado en agradecimiento a haberles dado pacíficamente decenas de miles de títulos de dominio de las tierras! Y no crean que el pueblo (no sólo de la Araucanía) no se da cuenta hoy del contraste ni añora a Pinochet. Lo que pasa es que la corriente dominante de los medios lo oculta, como que este blog fue EL ÚNICO MEDIO NACIONAL que destacó la mayor votación del país para CORES (más de 75 mil votos) obtenida en noviembre por el nombre arquetípico del Gobierno Militar, Cristián Labbé. ¡Nadie más lo dijo, informó ni comentó en Chile!

Y nótese que Cristián Labbé, hijo, también obtuvo más votos que cualquier candidato a senador, salvo Francisco Chahuán en la V Región; y que cualquier candidato a diputado, salvo Giorgio Jackson Santiago. ¿No les dice nada eso? ¿No les dice nada que un Cristián Labbé, a cuyo padre del mismo nombre los comunistas lo agreden en la calle y lo injurian en coro, obtenga en la papeleta, sin propaganda electoral y sin prensa, más votos que Isabel Allende, que Ricardo Lago Weber y que cualquier DC que usted elija nombrar?

          Pero hay que reconocer que en estos días los franceses demuestran estar aún más locos que los chilenos y protagonizan la otra noticia de actualidad: tras apresar al más peligroso asesino terrorista chileno, Ricardo Palma Salamanca, condenado a perpetua como autor material del asesinato de un senador, del secuestro de un empresario y de una fuga en helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad, lo han dejado en libertad “con firma diaria”. Formaba parte del grupo armado comunista, el FPMR, el que más muertes provocó en los 80. ¡Libre! Acá a otro miembro del FPMR y partícipe en el asesinato del senador, también condenado a cadena perpetua, la Corte Suprema le rebajó la pena a “cinco años de libertad vigilada”. ¡Es decir, también libre! Y si vuelve Palma Salamanca sus correligionarios de la Sala Penal de la Corte Suprema le van a aplicar igual tratamiento: ¡libre! Se lo doy firmado.

          ¿Es que, entonces, acá no meten preso a nadie? ¡No, por supuesto que sí meten presos a muchos: a los que lucharon contra los terroristas! Condenan a presidio perpetuo de hecho, incluso, al oficial a quien en 1974 le dieron la Medalla al Valor por haber descubierto y enfrentado al máximo jefe terrorista en los 70, Miguel Enríquez. Hileras de uniformados que derrotaron al terrorismo cuando estaba a punto de tomarse el poder en el Chile enajenado actual, con excelentes hojas de servicio, van a la cárcel acusados de haber maltratado a terroristas hace cuarenta años, haciendo caso omiso de la prescripción, de la amnistía, de la cosa juzgada, del principio de legalidad y de la irretroactividad de la ley penal, principios universales consagrados por los juristas cuerdos. Y cuando los jueces de primera instancia o de Apelaciones condenan sólo con pena remitida a los uniformados, porque les da vergüenza prevaricar tanto y además mandar presas de por vida a personas correctas, por haber derrotado al terrorismo marxista ¡la Sala Penal roja de la Suprema les sube la pena! (al revés que al frentista al cual se la bajaron), para que terminen sus días en la cárcel.

          Esto está resultando tan inhumano que el propio José Miguel Vivanco, director del Human Rights Watch, que se dedicaba a criticar al Gobierno Militar, ahora dice que el régimen de Bachelet está atropellando los derechos humanos de los presos uniformados. Es que la suma del odio a la locura ya no la pueden digerir ni siquiera los izquierdistas no comunistas.

          En 1988 el cardenal Silva Henríquez le reconoció a “El País” de España: “Los militares chilenos no querían entrar en el gobierno, pero los chilenos en su mayoría les exigimos y les impulsamos a esta tarea. Contribuyó también la torpeza de comunistas y socialistas (…) que intentaban instaurar la dictadura del proletariado” (“La Época”, 23.01.88). Fue un intervalo lúcido de Su Eminencia, pese a haber colaborado logísticamente su Vicaría con el FPMR, proporcionándole atención sanitaria y defensa judicial a los guerrilleros, lo que ya fue suficientemente loco.

          Pero al extremo de ahora último parece que antes nunca se había llegado.

miércoles, 15 de febrero de 2023

Camisa de Fuerza

--Aló, vi que pides un líder para que convenza al Senado de declarar incapacitado a Boric.

--Correcto.

--Pero lo que necesitas es una mujer, una líder. Acá los hombres no sirven para nada. Una mujer te junta los senadores necesarios. A ver, piensa un nombre.

--Tienes razón. Creo que ya lo tengo. Destituido Boric, ella será nuestra candidata presidencial. Y ganará, porque ellas son más. Y va a ponerle al país camisa de fuerza, porque la mayoría está más loca que Boric y se necesita mano dura, o sea de mujer, para que Chile vuelva a ser el Chile grande que legó Pinochet. 

--¿Y tú crees que la van a dejar poner mano dura?

--¿Cuántas divisiones van a tener ellos? Acuérdate de que ella, Su Excelencia, las va a tener todas.

--Y entonces la van a acusar los Estados Unidos y Europa por los DD. HH. Tú sabes que los maneja la izquierda. La van a tratar igual que a Pinochet.

--¿Y qué le hicieron a Pinochet? Nada. Salvo darle plata a la campaña del No... 

-- Después van a meter presos a los milicos que la apoyen.

--Es que ella va a comenzar por meter presos a los jueces que ahora prevarican contra los milicos. No se van a atrever a prevaricar nunca más.

--Es que tampoco la van a dejar gobernar.

--¿Qué? Otro que no ha leído la Constitución. La Presidente puede hacer lo que quiera si le vienen con cosas. Léete los arts. 19 N° 15 y 60 y verás que si Piñera hubiera tenido un mínimo de pantalones aquí no habría pasado nada y no habría quedado títere con cabeza en la oposición. Así va a ser en la próxima. Además, porque va a seguir vigente esta Constitución.

--Se viene dura la cosa, entonces. 

--Ya lo creo. Y por voluntad popular. Espérate a ver las votaciones del 7 de mayo. Van a ser el primer campanazo del tsunami restaurador de "Chile, país de primera", que se viene. 



viernes, 9 de abril de 2021

Últimos Días del Gobierno Que Atornilla al Revés

El canal TVN, del Gobierno Que Atornilla al Revés, ha producido una teleserie de propaganda en cuya más publicitada escena aparecen unos militares rociando con combustible a dos activistas y quemándolos. Otra completa falsificación, porque dos investigaciones judiciales, la de 1986 y la de treinta años después (esta última inconstitucional, ilegal y arbitraria, conducida por el juez Carroza, a quien el Gobierno Que Atornilla al Revés designó, como premio por prevaricar, ministro de la Corte Suprema) comprobaron que fueron los activistas quienes portaban botellas incendiarias para quemar a las personas que fueran a su trabajo en las fechas de paro general decretadas por los revolucionarios. Una de esas botellas se rompió accidentalmente, al ser detenidos los activistas por una patrulla, y los quemó. La patrulla los apagó. De hecho, ya antes esas botellas, lanzadas por activistas, habían quemado a una madre con sus hijos y a un vigilante en Talcahuano. Pero el Gobierno Que Atornilla al Revés hace en TVN teleseries marxistas para denigrar a Pinochet y eso no tiene remedio, porque ha sido la política de Aylwin y Piñera, consistente en abuenarse abyectamente con los comunistas para que no les trastornen el país, lo cual al final los comunistas hacen de todas maneras, porque es lo único que saben hacer y por eso cualquier gobierno razonable lo que ha hecho históricamente siempre en Chile (González Videla, Pinochet) ha sido ponerlos fuera de la ley. Que es lo que se debe volver a hacer.

Pero todo es peor aún, pues el Gobierno Que Atornilla al Revés acaba de recomendarles (esto es ya francamente increíble) a sus parlamentarios votar a favor o abstenerse en el proyecto patrocinado por el peor enemigo del que encabeza ese gobierno, el exdiputado comunista Hugo Gutiérrez, proyecto que discrimina inconstitucional, ilegal y arbitrariamente contra los Presos Políticos Militares, en el sentido de vedarles los beneficios carcelarios y la libertad condicional. Piñera y Gutiérrez unidos en la maldad. 

Ninguna de estas cosas estaría pasando si Chile hubiera estado habitado por gente mayoritariamente civilizada y racional. En ese caso, el principal partido formado después del 11 de marzo de 1989 (fecha en que habría comenzado su segundo mandato Augusto Pinochet, si hubiera ganado el plebiscito de 1988) debería haber sido el destinado a perpetuar el legado de su gobierno, en razón de lo exitoso que éste fue en encumbrar al país desde el último lugar en América Latina que ocupaba en crecimiento, en 1973, al primero, que logró en 1989 (9,9%); en derrotar al ejército marxista clandestino que pretendía instalar un régimen comunista y en pacificar el territorio, como lo estaba en 1989, listo para retornar a la democracia, con una Araucanía tranquila y partidaria del Gobierno, que ganó en esa región en el plebiscito de 1988. 

Ese país, a ese ritmo, en los ocho años siguientes de un segundo gobierno de Pinochet habría más que doblado su PIB per cápita y en 1997, al término de ese mandato, habría sido ya plenamente desarrollado y peleado por los primeros lugares con los más ricos del mundo. 

Pero ¡alas! nada de eso sucedió, porque Chile no está mayoritariamente habitado por gente civilizada y racional, sino todo lo contrario: la mayoría es incivilizada e  irracional. Peor aún: tiene una pésima clase política dirigente y, en subsidio, la posibilidad de que sus fuerzas armadas vuelvan a producir una dupla Pinochet-Merino es de una en cien millones. 

Pues la mayoría acá es de masas irracionales educadas en colegios públicos por profesores generalmente comunistas, que les inculcan consignas estúpidas y fracasadas. Las resultantes legiones de imbéciles ganan por 78 a 22 % los plebiscitos (salvo en las comunas educadas en colegios particulares, que se cuentan con los dedos de una mano y que, si tuvieran fuerzas vivas, deberían formar un país aparte). 

Así las masas ignaras se han enseñoreado del país y hoy lo tienen transformado en un caos infernal, donde la minoría honrada ni siquiera puede salir a la calle sin sufrir "encerronas", "abordazos" o "portonazos". El país está sumido en la anarquía de un régimen parlamentario de facto, que impulsa un circo electoral insólito e inútil impulsado por la revolución. Si los revolucionarios no se han apoderado completamente de todo ha sido sólo gracias a la pandemia, que ha permitido encerrarlos, pero que tarde o temprano se va a terminar y los va a liberar, para que el exdiputado comunista Hugo Gutiérrez, con el apoyo de Piñera, termine de tomarse el poder, desde el cual lo primero que hará será cortarle el cuello al propio Piñera, que se lo tendrá merecido por un sinnúmero de razones, pero, en particular, por haber demostrado ser el más imbécil de todos.

En medio de eso, los de la minoría pensante estamos formando un partido político que se proponga lo obvio: reeditar el mejor gobierno de la historia de Chile, que fue el de Pinochet. Somos el único partido que en su Declaración de Principios se compromete a eso y se llama Fuerza Nacional. Contribuí con mi firma a fundarlo, el Servicio Electoral objetó la primera tentativa de lograrlo y ha habido que volver a iniciar el trámite notarial, que ya, finalmente, ha sido aprobado por el Servicio Electoral. Cuando intenté volver a firmar, el Servicio Electoral me objetó y me dijo que no podía hacerlo, porque ya pertenecía a un partido en formación, que era justamente el que acababa de rechazar. Entonces, usando mi clave única, renuncié a Fuerza Nacional en formación para firmar por Fuerza Nacional en formación, de lo cual el Servicio Electoral acusó recibo y me ha comunicado que ya no pertenezco a ese partido y entonces puedo firmar ahora para que ese mismo partido, Fuerza Nacional, se pueda constituir. 

Entonces, terminando estas líneas voy a reiniciar el trámite, convencido de que lo único que puede salvar a Chile es, como dice el uomo qualunque de todos los países que se están yendo al demonio, "Pïnochet" (Gonzalo Vial, 2008). Necesitamos un gobierno de derecha sin complejos, como el de don Augusto. "Un viaje de mil leguas comienza con un paso", dice un proverbio chino. Invito a los lectores de este blog a dar también este paso: con su clave única firmar ante el Servicio Electoral para que pueda existir legalmente Fuerza Nacional, el único partido en Chile que se declara continuador del legado de Pinochet y está dispuesto a hacerlo realidad y reconducirnos al Chile que él nos devolvió a los civiles en 1990, donde imperaban la ley, el orden y la libertad, los cuales no supimos preservar. 

domingo, 4 de diciembre de 2011

De Ésa "Ética" Líbrenos Dios...

Esta mañana me llamaron a ver TVN, donde una furibunda "¿moderadora?" de apellido Rincón, dos panelistas ex-marxistas (pues marxistas actuales no quedan, salvo in-péctore) y un joven y ubicuo cerebro lavado tenían arrinconado al pobre Juan Antonio Coloma, por no haber él también "funado" y proscrito al alcalde Labbé con motivo de la presentación del libro de Krassnoff que, por otra parte, según ví en el diario, ya está entre los cuatro más vendidos. Porque la gente se hace la tonta y simula que les cree a los déspotas de la opinión pública de hoy, pero trata de informarse por su cuenta. Incluso una falange heroica de ella lee este blog.

Lo digno de verse era que los ex marxistas, con sus cien millones de muertos a cuestas y la memoria esfumada de los veinte mil guerrilleros con que trataron de imponer acá la vía armada para tomarse el poder, le decían a Coloma que "no era ético" respaldar a Labbé. Cuando Labbé no había hecho otra cosa que facilitar un local para un acto organizado por vecinos de su comuna. Es verdad que ese acto no debería haberse llamado "homenaje", sino "desagravio", porque eso es lo que el país les debe a Krassnoff y a los 60 o 70 uniformados (r) que cumplen penas de presidio por haber salvado a Chile de un régimen totalitario sin plazo de término.

Era evideente que para los "éticos" ex marxistas el terrorismo armado que patrocinaron sus partidos y su gobierno UP, y que explicaron la intervención militar, "se esfumó". Lo mismo que para las tres cuartas partes o más e los chilenos.

Era evidente que ellos, los correligionarios del que en febrero de 1976 vació su pistola de 9mm. sobre el cuerpo de una niñita de cinco años para asesinar al sargento de carabineros Tulio Pereira que la llevaba en brazos para ponerla a salvo, está olvidado. Olvidado por la "amnistía" (del griego "amnestia", olvido). Esto último "es griego para ellos".

¿Es ético que, de acuerdo a cifras del investigador de derechos humanos Marcelo Elissalde, más de novecientos terroristas de izquierda hayan sido indultados, casi todos por Patricio Aylwin, versus un solo ex uniformado, Manuel Contrerar Donayre, por Ricardo Lagos? ¿Es ético que más de seiscientos terroristas de izquierda se hayan amparado en la amnistía y hayan salido libres, porque, obviamente, la justicia de izquierda no iba a estar abriendo procesos contra ellos, mientras SÍ SIGUE ABRIENDO CAUSAS contra ex uniformados, las cuales el experto Elissalde estima que llegarán pronto a dos mil? De ellas se han fallado cien en más de treinta años. A este ritmo, las últimas condenas espurias tendrían que dictarse en 2611, más o menos. La justicia de izquierda va a tener que procesar a muchos muertos, y no hallará óbice para eso.

De acuerdo con los "éticos" ex marxistas, está bien usar un ardid para prevaricar y desconocer la amnistía y la prescripción, como suponer que un secuestro tiene lugar hoy, cuando todos saben, partiendo por el juez que dictamina sobre esa base, que no es verdad.

Con la misma "ética" se puede obviar en los procesos la declaración indagatoria del inculpado. ¿Alguien puede refutar que el juez Alejandro Solís, que ha condenado y procesado decenas de veces al brigadier (r) Miguel Krassnoff, jamás lo ha visto y, por tanto, interrogado? Nadie. Un comentarista de este blog se pregunta por qué Solís no se ha querellado contra el autor de este blog. Sin dejar de lado la posibilidad de que la justicia de izquierda lo haga, pues acostumbra procesar y condenar sin base legal, una razón es porque no puede refutar que Alejandro Solís NUNCA HA INTERROGADO A MIGUEL KRASSNOFF, siendo que el código le ordena hacerlo antes de condenarlo. Como también le ordena investigar con igual celo las razones para exculparlo que la que haya para condenarlo, cosa que, obviamente, tampoco ha hecho.

No resisto una digresión: en días pasados la justicia de izquierda acogió recursos de protección deducidos por estudiantes que se han tomado colegios por la fuerza, y contra quienes los rectores dispusieron la expulsión. ¡La Corte Suprema cohonestó las tomas violentas! ("La Segunda", viernes). Es que en ella predomina la misma justicia de izquierda. Hubo dos votos de minoría, que estuvieron por desechar los recursos de los tomadores violentos: de dos distinguidos abogados integrantes, que gozan de gran prestigio en el foro por su integridad. No los nombro, para evitar que sean "funados". En medio de los "éticos" de nuestro tiempo, la integridad ha quedado en minoría.

En el fondo, los "éticos" de extrema izquierda lo que quieren, como siempre han querido, es silenciar la verdad. Lo mismo que han intentado hacer en la Universidad Católica con el profesor Gonzalo Rojas, en estos días, por decirles un par de verdades sobre la violencia armada en su columna de "El Mercurio". ¡Quieren echarlo de la Universidad! Fueron 145 profesores, versus 46 que defendieron la libertad de expresión de Rojas. Ése es el estado de la Universidad Católica de nuestros días. La página entera dedicada hoy por "El Mercurio" al caso de Gonzalo Rojas en la UC es un documento ilustrativo de cómo la izquierda y los kerenski, siempre disponibles para allanarle el camino al poder, quieren establecer la censura informativa y docente en el Chile actual.

Y una palabra final para los kerenski: no olviden que está documentado que cuando (enero de 1974), en la lucha armada entre los uniformados y la guerrilla terrorista, ya había tenido lugar más de la mitad de las muertes registradas en los 17 años del Gobierno Militar, se publicaban las defensas que hacían de este último, en Chile y en el exterior, Frei Montalva y Aylwin Azócar. Incluso ha quedado constancia histórica de que la DC, en enero de 1974, fue a ofrecerle colaboración a la Junta. Los antecedentes pueden encontrarse en mi obra "Terapia para Cerebros Lavados", y si no indico la página precisa es porque estoy lejos de mis libros en este momento.

Lo que yo me digo es que si, bajo un régimen sedicente "de centro derecha", en un foro del canal del Estado, sobre el cual el Gobierno ejerce innegable influencia, la derecha se encuentra casi permanentemente en minoría de cuatro a uno, y amenazada su libertad de expresión allí y en la Universidad Católica (que ella otrora fundó, lo mismo que la Diego Portales) más vale decir desde ya un réquiem por la libertad de expresión en Chile.

Pues es un hecho que en poco más de dos años más la izquierda lavadora de cerebros y sus ayudistas, los kerenski, tienen grandes perspectivas de volver al poder.

sábado, 8 de octubre de 2011

Tal Vez No Debería Leer el Diario

Uno de mis vicios es el de leer los diarios. No he podido satisfacerlo bien últimamente porque, en medio del desgobierno general (definición de gobernar: preocuparse de que se apliquen las leyes), hasta los diarios han comenzado a llegar más tarde. Supongo que todas las disciplinas se han relajado. Los estudiantes se han tomado los colegios, con la complicidad de los profesores (llamados a inculcarles disciplina); los jueces no aplican las leyes; los gobernantes no las invocan; el pobre Alcalde Labbé, el único que intentó hacerlo, aparece denostado y aislado, un "hijo de la dictadura" que, en medio de su delirio de crueldad, quería que los estudiantes volvieran a clases; dos jugadores del seleccionado de fútbol son acusados de ir a un último entrenamiento, antes de la última derrota, con hálito alcohólico.
Se ha perdido completamente el sentido del orden y la autoridad. Por lo menos a mí me queda un último baluarte, mi hogar, donde todavía el desayuno se me sirve a las siete. Declaro que defenderé la vigencia de esa norma hasta las últimas consecuencias.
Pues leo los diarios tomando el desayuno, aunque se me indigeste. Una vez leí que un siquiatra aconsejaba a su paciente que si le hacía mal leer el diario, dejara de hacerlo. Pero yo no puedo. Confieso que soy adicto. Entonces leí hoy el artículo del Ministro del Interior explicando su proyecto que penaliza las usurpaciones de colegios, los destrozos en la vía pública, las alteraciones del orden. Pero ¿que ninguna de esas cosas estaba penalizada antes? ¡No, lo estaban todas! Lo que sucede es que ya no es políticamente correcto aplicar algunas leyes vigentes, como la de Seguridad del Estado, que sanciona todas esas conductas. Entonces la autoridad política débil busca, mediante una nueva ley, hacer políticamente correcto velar por el orden público.
¿No es absurdo todo esto? Por supuesto, claro que lo es, pero éste se ha convertido en el país del absurdo.
Sigo leyendo el diario y me entero de que doña Flor Weisse, gobernadora de Arauco, y su marido, don Pedro Durán, construyeron una casa a orillas de la laguna Butaco, a un costo de 90 millones de pesos. Entonces, cuando estuvo lista y a punto de ocuparse, una madrugada llegaron los guerrilleros que operan, como en territorio propio, en la zona de Arauco, e incendiaron la nueva casa, hasta dejarla reducida a cenizas. La foto de las cenizas viene en el diario.
Como los guerrilleros saben que gozan de impunidad, mandaron una carta a los medios de comunicación, diciendo que la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), se responsabiliza del incendio. Todo lo que se llame "Coordinadora" es comunista y el comunismo goza de fuero en Chile. ¿Debo repetir los homenajes que le ha rendido el Presidente? No, hoy no, porque lo hice ayer.
Todo el mundo sabe quiénes son los de la CAM, pero nadie les hace ni les hará nada. En julio, hace poco más de dos meses, incendiaron cuatro valiosos camiones forestales. ¿Hay algún reo por eso? Ninguno, pese a que la CAM le comunicó entonces al país que había sido ella la autora del atentado incendiario terrorista.
Entonces ¿para qué dictar nuevas leyes, si no se aplican?
Sigo leyendo el diario y me entero de que el ministro sumariante Alejandro Solís, cuya "dedicación exclusiva" es a condenar a uniformados en retiro burlando las leyes y la verdad de los hechos, ahora les ha impuesto a cuatro de ellos otra nueva condena de quince años de presidio. Son ex funcionarios de la DINA, y se les atribuye mantener secuestrado hasta hoy a un dirigente mirista, desde el 24 de mayo de 1974.
Obviamente, eso no es verdad, porque esos militares presos no podrían haber mantenido secuestrado a un terrorista durante 37 años, sobre todo si en los últimos diez o más han estado presos. ¿Cómo Gendarmería no se ha enterado de que tienen a un mirista secuestrado dentro del penal? (Risas).
Por supuesto, todos sabemos que el juez Solís falta a la verdad, no aplica las leyes de amnistía y prescripción ni la presunción de inocencia ni las normas básicas del debido proceso, como las que regulan las pruebas. Pero a nadie le importa. Él es un juez de izquierda y acá manda la izquierda. Puede prevaricar tranquilo.
En el penal Cordillera el brigadier (r) Miguel Krassnoff recibirá esta enésima condena sin base y, también, sólo sonreirá. Está acostumbrado. Lleva demasiados años preso por delitos que no ha cometido. Peor aún, que no sólo no ha cometido y por tanto le ampara la presunción de inocencia, sino porque EN CADA EXPEDIENTE ESTÁ PROBADA SU INOCENCIA. ¿Ustedes no lo pueden creer? Vayan a ver el expediente de este caso: ahí está probado que el entonces teniente Krassnoff fue asignado a la DINA como analista de inteligencia a fines de julio de 1974. Y, sin embargo, se le condena a 15 años por haber secuestrado al mirista Reyes González el 24 de mayo de 1974, antes de ingresar a la DINA y cuando servía en otra repartición del Ejército. ¿Por qué lo condena entonces el juez Solís? Yo les voy a decir: porque Krassnoff encontró a Miguel Enríquez en su guarida de calle Santa Fe 725 de San Miguel, donde golpeó la puerta y se le respondió con una ráfaga, de la cual se libró sólo gracias a que el sargento de Carabineros que lo acompañaba, Rufino Jaime Astorga, oyó amartillar la metralleta tras la puerta y lo empujó arrojándolo al suelo y salvándole la vida. (Ver detalle del episodio en el diario Digital "Chile Informa" de ayer).
Ambos, Krassnoff y Jaime, recibieron la Medalla al Valor. Y Chile le está pagando a Krassnoff este servicio social de protección contra el terrorismo y la violencia con años y más años de presidio que le imponen jueces de izquierda y prevaricadores.
¿Vale la pena leer el diario?
Tal vez no, si es para enterarse de la miseria de país en que nos han convertido los políticos de todos los colores.

jueves, 21 de mayo de 2015

Una Historia de Dos Países

          Con el imponente edificio de la Intendencia porteña al fondo, formaciones impecables rendían homenaje a Prat y sus héroes. El comandante en jefe de la Armada destacaba las virtudes patrióticas y personales del héroe, un hombre probo a carta cabal, buen marido y buen padre, dispuesto a morir por su patria. Retumbaba en el inconsciente colectivo el eco de sus palabras finales: “Mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar; y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber”.

          Lo mejor del Chile actual, a juicio de la ciudadanía, estaba representado en el subsiguiente desfile marcial. Pues el pueblo lo dice: la encuesta CEP más reciente revela que las instituciones mejor evaluadas por la población son las Fuerzas Armadas, seguidas de Carabineros. Es que, cuando Chile había caído a lo más hondo de su degradación histórica y su crecimiento marchaba a la zaga de los países menos desarrollados, fueron esas Fuerzas Armadas y Carabineros las que derrotaron a la subversión armada que lo había relegado allí, lo reconstruyeron y lo sacaron del marasmo, situándolo a la cabeza de América Latina.

          Pero ésa es sólo una parte del panorama, porque pocas cuadras más al sur, en la misma ciudad, los peores defectos de la nacionalidad se habían puesto o se ponían de manifiesto una vez más. Los desórdenes, destrozos y saqueos campeaban, casi impunes, protagonizados por los que llevaban las banderas rojas al viento.

          El país acababa de oír desde el Congreso Pleno un discurso inverosímil, pronunciado en el templo máximo de los partidos políticos, que son las instituciones peor evaluadas por la ciudadanía, de acuerdo a la misma encuesta CEP, con un 3 por ciento de adhesión que, siendo igual al margen de error de la muestra, hasta puede significar que NADIE confía en ellos. Y también estaban allí presentes los representantes de las otras instituciones peor evaluadas de la nación, según la misma encuesta: el Congreso, los Tribunales de Justicia y el Gobierno.

          En ese ambiente degradado, la máxima representante del poder político podía darse el lujo de decir cosas inverosímiles, que, naturalmente, levantaban oleadas de aplausos entre los asistentes, representantes todos de los peor evaluados. Decir, por ejemplo, que iba a sacar adelante un proyecto para declarar inamnistiables e imprescriptibles los “delitos de lesa humanidad”, que es como la extrema izquierda denomina las acciones que las instituciones más admiradas del país desarrollaron para derrotar a la subversión armada. Eso sólo habría sido una expresión de triunfalismo político si no aconteciera que ya otros de los peor evaluados, los Tribunales, ilegalmente y por sí y ante sí, habían derogado y dejado de aplicar instituciones plenamente vigentes como la amnistía y la prescripción. Doña Michelle Bachelet sólo les ha dicho de una manera elegante a sus correligionarios, los jueces de izquierda, que han estado durante años cometiendo un delito, el de prevaricación (impune, porque “nadie juzga a los que juzgan”). “A confesión de parte, relevo de pruebas”.

          Otro rasgo de surrealismo del discurso presidencial fue su referencia a una supuesta inconformidad de la mayoría de los chilenos con la Constitución. Ésta, como es sabido, garantiza como ninguna otra anterior los derechos y libertades de las personas, rasgo reconocido aún por constitucionalistas que discrepaban del gobierno que la sometió al pueblo, como el caso de don Enrique Silva Cimma, ex ministro de Allende y de Aylwin. Pues la carta actual ha sido la más ratificada de nuestra historia por el pueblo: al 67 por ciento que la aprobó en 1980 se debe añadir el 93 por ciento que la ratificó en el plebiscito de 1989, en medio del consenso de gobernantes y opositores de la época y sin objeción alguna al respectivo acto cívico. Y, por si fuera poco, dieciséis años después fue nuevamente ratificada por la cuasi unanimidad del Parlamento, tras lo cual el entonces Presidente Ricardo Lagos proclamaba que, por fin, teníamos “una Constitución a la altura del espíritu democrático de los chilenos”. Tan orgulloso estaba de ella que no pudo resistir la tentación de apropiársela, como si hubiera sido un sobre con billetes más, y poner su firma al pie de la misma, en sustitución de la de Augusto Pinochet.

          En resolución, les tengo una mala noticia a los chilenos: el país impecable que rendía homenaje a un mártir probo, teniendo como telón de fondo la majestuosa Intendencia porteña, no es el país real. Los vistosos uniformes y solemnes marchas hoy ya no representan nada más que un buen recuerdo de lo que fuimos, pues quienes tienen el poder, todo el poder, son ¡los peor evaluados!, los partidos políticos, varios de los cuales controlan al omnipotente Poder Ejecutivo; todos los cuales controlan el Congreso Nacional que dicta las leyes y, en fin, aquellos de izquierda son amplia mayoría en el Poder Judicial, tan amplia como para poder prevaricar por muchos años con absoluta desvergüenza e impunidad.

          ¡Chilenas y chilenos todos!, sepan ustedes que están en manos de los peores y por eso, ahora que éstos han sido descubiertos medrando de financiamientos ilegales, ustedes pueden tener la seguridad de que los que van a pagar por ello ¡serán ustedes! Ya están preparando una ley para cobrar a los contribuyentes todo lo que los políticos deberán dejar de percibir al ponerse término al régimen de boletas y facturas falsas y al exigirse mayor transparencia en el uso de recursos fiscales para financiar campañas electorales.

          Así, pues, la ciudadanía ha presenciado hoy, 21 de mayo, el espectáculo que brinda un país de dos caras: la representada por un mártir honesto que lo entregó todo, homenajeado por sus sucesores, que en su momento supieron  a su vez salvar a la patria de la debacle; y la otra, personificada por el provocador de la ruina, un individuo disoluto, en su tiempo sobornado a la vez por rusos y norteamericanos, que introdujo tropas extranjeras y arruinó al país; y cuyos sucesores ahora amenazan volverlo a hacer, porque, en una de esas vueltas de las urnas, el poder en Chile salió de manos de los mejores para volver a quedar en las de los peores.

jueves, 31 de mayo de 2012

¡TÚ TAMBIÉN, LUCHO!

Leí sin extrañeza que la sala penal de la Corte Suprema había aumentado la condena a tres marinos, un carabinero y un detective, de 541 días de presidio remitido (se cumplen el libertad) a cinco años y un día de presidio efectivo, por el "secuestro" (sic) de un mirista de apellido Cárcamo, en 1974. Lo leí el mismo día en que se daba la noticia de que los países más civilizados del mundo (los de la OTAN) había dado muerte a terroristas como Cárcamo, en Afganistán. Pero a esos ingleses, alemanes y norteamericanos no los condenan, sino que los condecoran.

"¡Cómo ha podido la Corte Suprema caer tan bajo!", me dije una vez más. En realidad, es su Sala Penal, constituida ahora exclusivamente por jueces de izquierda, desde que asumió como presidente del tribunal el único tipo serio que quedaba en ella, Rubén Ballesteros. Por eso no me sorprendió la barbaridad jurídica, porque ahí estaban los apellidos conocidos: Juica, Kunsemüller, ¡Haroldo Brito!, por supuesto, y otro igualmente izquierdista cuyo apellido merecidamente olvido en este momento, todos diciendo que Cárcamo había sido "secuestrado" por los oficiales y el detective, en 1974. Por supuesto, que esos jueces hagan y digan esa barbaridad no tiene nada de particular. Pero sí lo tiene lo que a continuación leí: que había concurrido, para darle carácter unánime al fallo, el abogado integrante Luis Bates.

No lo podía creer. Lucho Bates, al revés de todos los demás integrantes de la Sala Penal, un hombre de derecho, no un izquierdista en comisión de servicio de la vindicta marxista, de esos fanáticos amargados por no haber podido en 1973 consumar el golpe totalitario. Lucho, un hombre ecuánime y estudioso, sin otro defecto que ser un poco demo, pero al cual todos le profesábamos gran aprecio. Yo se lo tenía tanto que lo dejaba ganar siempre que jugábamos tenis, en la universidad y después.

Y ahora este, que yo creía integérrimo hombre de derecho, aparece haciendo causa común con los jueces de izquierda de siempre, caracterizados por desconocer el derecho, incumplir los códigos, prevaricar a sangre fría, hablando de "secuestro agravado", cuando ése es un delito que sólo pueden cometer, según el código, los particulares, y en ese caso los uniformados y el detective no lo eran, pues actuaban como agentes del Estado. Lucho cayendo en un ardid tan bajo como el del "secuestro permanente", en vistoso "fraude a la ley" de prescripción. Lucho haciendo como que no están escritas (o como que él no las conoce; o, peor, que, conociéndolas, se las puede atropellar impunemente en nombre de la "corrección política") las perentorias leyes sobre amnistía y prescripción. Lucho, el serio y honesto, firmando al pie, junto con "los conocidos de siempre", la sentencia que habla de "delito de lesa humanidad", referido a la muerte de un terrorista en 1974, que fue en sí un acto de servicio a la seguridad y la vida de la humanidad y, sobre todo, olvidando que los delitos de lesa humanidad ¡sólo fueron tipificados en nuestro ordenamiento veinticinco años después de la detención del mirista Cárcamo! Lucho: "nullum crimen, nulla poena sine lege previae". La esencia del derecho penal que aprendimos juntos. ¿Ya se te olvidó?

Ha sido un golpe demasiado fuerte para mí. Lo podría haber esperado de otros ex compañeros de curso, hoy abogados con medio siglo de ejercicio, menos íntegros que él. Podría haberlo, no diré esperado, pero sí comprendido en otros más, vacilantes y de menor rectitud, pero nunca de Lucho Bates. Ver su firma en esa "sentencia", epítome de la antijuridicidad, de la politización de la justicia y de la pérdida de los valores morales en el foro, me ha dejado estupefacto y desmoralizado.

¡Lucho, tienes que salirte de ahí!