martes, 28 de febrero de 2012
No Soy Vidente, Pero...
"Así es que, aquí y ahora, hago un pronóstico: no lo van a condenar por prevaricación".
El cumplimiento de esa profecía (porque ayer la Audiencia, por seis votos a uno, se negó a condenarlo por prevaricación) no me erige en vidente ni en futurólogo, si bien me confirma como especialista en el juzgamiento de la naturaleza humana.
La Audiencia Nacional de España había aplaudido de pie (no exagero demasiado, porque dentro de ella se armó en la oportunidad un multitudinario festejo) cuando Baltasar Garzón, prevaricando a su amaño, se rio de la legislación chilena y, en particular, de la amnistía y la prescripción, para emitir una orden de arresto internacional contra el ex Presidente Augusto Pinochet, en 1998.
¿Cómo iba ahora a castigar por el delito de prevaricación al mismo juez por haber actuado de idéntica manera cuando quiso someter a proceso al franquismo, que está protegido por una ley de amnistía en España? Desde luego, Garzón había comenzado por solicitar el certificado de defunción de Francisco Franco, porque iba a ser naturalmente el principal procesado, pero había muerto. Él quería sobreseerlo sólo porque había dejado de existir, y no porque no hubiera tenido responsabilidad.
Entonces la Audiencia española dio un brinco: "¿Cómo? ¿Qué se ha creído ese tío? ¿Que nuestra amnistía no vale de nada? Hay que atajarlo ahora mismo".
¨Cuidado", dijo uno, "no olvidemsos que cuando hizo lo propio con Pinochet lo aclamamos a voz en cuello".
"¿Y qué hacemos entonces?", preguntó el de más allá, que estaba perplejo.
"Pues lo mismo que hicieron los yankis para sacar de circulación a Capone, cuando no encontraban pruebas de sus crímenes".
"¿Y qué hicieron?"
"Descubrieron que no había pagado sus impuestos y lo encerraron por eso, sacándolo de circulación, que es lo que tenemos que hacer con Garzón".
"Y Garzón ¿habrá pagado sus impuestos?".
"Y... aunque los haya pagado, alguna 'yayita' tendrá que tener".
Y fue así cómo le encontraron una: ciertas escuchas ilegales, que nunca han sido motivo para suspender a ningún juez, sino apenas para anular su sentencia; pero aquí se trataba de sacar a éste de circulación, porque estaba metiendo la mano en el avispero, queriendo hacer con el régimen de Franco lo mismo que hizo con el de Pinochet. Y lo hicieron.
Entonces, no es que yo sea vidente. Es verdad que algunos creen que lo soy, pues en una novela que terminé de escribir en 2007, titulada "Está Temblando", predije que en la transmisión del mando en Chile, en 2010, iba a haber un gran temblor. Y lo hubo. No fue que yo hubiera visto el futuro, sino sólo que quería terminar el libro (pues terminaba el 11 de marzo de 2010) con una escena condigna de su título, "Está Temblando", e introduje para ese efecto un gran sismo que el Presidente recién electo y su señora soportaban estoicamente el mismo día en que el primero asumía el poder.
Bueno, ahora, con Garzón, sólo predije aplicando el sentido común: la Audiencia de España lo había aplaudido por prevaricar respecto del régimen de Pinochet, pero no podía aceptar que hiciera lo mismo respecto del de Franco. ¿Cómo impedirlo? "Vaya, muy fácil, primero lo sacamos del camino por haberlo sorprendido utilizando escuchas ilegales, y luego, cuando venga lo de la prevaricación, simplemente no le condenamos. Y asunto concluido. No hemos caído en inconsecuencia alguna. Es verdad que no va a ser algo por lo cual nos habría aplaudido Alfonso X el Sabio, pero nos saca del paso lo más bien y dejamos a buen recaudo a ese gilipollas socialista de Garzón".
Y se así hizo (y se hace) "justicia".
sábado, 15 de junio de 2024
La Dictadura Judicial Contraataca
Después de que la Corte de Apelaciones de San Miguel, siguiendo el dictamen del fiscal de la misma, dictó un fallo respetando la ley y, por tanto, anulando una condena contra exmilitares, por una muerte de 1973, de la ministra sumariante Marianela Cifuentes, la Corte Suprema ha arremetido con todo contra sus subordinados de San Miguel: les invalidó el fallo y ordenó dictar otro, no sin antes ordenar reemplazar a todos los ministros que dictaron la sentencia por otros que den garantías de prevaricar fallando contra leyes expresas y vigentes.
Los ministros reemplazantes de San Miguel ya saben: tienen que condenar a como dé lugar a los ancianos exmilitares y, lo más importante (la médula del negocio) condenar al fisco a pagar decenas o, en lo posible, centenares de millones de pesos. Éste es el móvil principal en esta cuarta categoría del crimen organizado en Chile que son los juicios de DD. HH. Las demás tres categorías son el narcotráfico, el robo de madera y el de cables de cobre.
En lo concreto los supremos les están ordenando a sus subordinados de San Miguel cometer el delito del art. 223 del Código Penal, que pena con inhabilitaciones y presidio o reclusión de 61 días a 5 años a los jueces "cuando a sabiendas fallaren contra ley expresa y vigente en causa criminal o civil".
Todos los demás fallos de DD. HH. de los últimos quince años han sido dictados contra leyes expresas y vigentes de amnistía, prescripción y, a veces, cosa juzgada. Así lo ha recordado un abogado de DD. HH. en medio de su desesperación por el de San Miguel, que le pondría término a su pingûe negocio si sentara jurisprudencia. Entretanto hay 328 presos políticos militares, sin contar los que han fallecido en prisión, esposados a sus camas hospitalarios o suicidados.
En rigor, la dictadura judicial es sólo un síntoma más. Chile es hoy un país fallido. El 70 por ciento de la población afirma que vamos por muy mal camino y el 69 por ciento vive con miedo. Ambos top-ones mundiales.
El resto de la sociedad "mira para otro lado"- Y ¿por qué el abogado de DD. HH. dice que que "se ha roto una tradición de 15 años"? Porque antes la segunda sala respetaba las leyes vigentes. Editorialmente El Mercurio aplaudía "la preservación de la legalidad" al aplicarse una prescripción (véase fallo y editorial citados en mi libro "Miserias Morales de la Chilenidad Actual", página 121).
Lo actual es escandaloso. Es una "banalización del mal". Es lo que ha llevado al general desánimo interno y a la revista The Economist a degradar a Chile de "democracia plena" a "democracia defectuosa"
miércoles, 3 de abril de 2019
Que la Izquierda Financie la Reforma Tributaria
martes, 27 de junio de 2017
Le Voy a Desobedecer a mi Candidato
martes, 8 de marzo de 2011
Hasta la Prevaricación Tiene un Límite
Pero todo tiene su límite y hay cosas tan insólitas que a veces hasta le dan vergüenza a la Corte Suprema, lo que no es fácil que suceda.
En un suelto de crónica de "El Mercurio" de hoy se informa brevemente: "Corte Suprema anula sentencia dictada en caso Rahue III". Rahue está en la zona de Valdivia, donde operaba, y se puede decir que gobernaba, el "comandante Pepe" líder guerrillero protegido de la Unidad Popular.
Entre septiembre y octubre de 1973 un grupo de 24 carabineros detuvo a 31 personas, obviamente no por haber estado cultivando pacíficamente la tierra o desarrollando actividades como farmacéuticos, pedagogos u odontólogos, sino por su compromiso con grupos que practicaban la violencia y tenían asolada a la zona.
Los detenidos fueron ejecutados.
Como los hechos estaban cubiertos por la amnistía de 1978 y, además, por la prescripción, en 1994 la Corte de Apelaciones de Valdivia, con el voto favorable de la ministra Emma Díaz Yévenes, sobreseyó a los carabineros.
Pero resulta que en 2005, once años después, la misma jueza fue designada como ministra con dedicación especial para investigar el mismo caso. Y pese a que ella lo había sobreseído, y a que en 2005 se añadía a la amnistía y la prescripción la causal de cosa juzgada, según la cual no se puede volver a someter a juicio por determinados hechos a personas que ya han sido juzgadas por ellos, la ministra Emma Díaz Yévenes, consciente de que en Chile, en las causas contra uniformados, ya no existía lo que se llama Estado de Derecho, es decir, no imperaban las leyes, no tuvo inconveniente en cambiar de opinión. Así, terminó condenando a los 24 carabineros a penas que van desde los cuatro años de privación de libertad hasta el presidio perpetuo.
Pero la causa llegó a la Corte Suprema y ésta ha resuelto ahora que lo obrado por doña Emma es un poco "too much", incluso para el Poder Judicial chileno. Pues ella no sólo estaba contradiciendo todo lo que había opinado en 1994 como sentenciadora; no sólo estaba atropellando la cosa juzgada, sino que estaba incurriendo en una falta adicional: fallar en una causa en la que ya había manifestado dictamen, lo que configuró a su respecto una implicancia, es decir, una inhabilidad para fallar sobre esa materia, de acuerdo con el artículo 195 número 8 del Código Orgánico de Tribunales.
Así es que ¡todo de nuevo! Lo que tomó desde 2005 hasta 2011 resolver, empieza otra vez desde fojas uno (no fojas cero, como dicen los chilenos, pues la foja cero no existe). Se nombrará un nuevo juez y en 2017 estaremos de nuevo discutiendo sobre el caso de Rahue III. Salvo que el nuevo juez designado aplique las leyes y sobresea definitivamente, pero nadie cree que en una causa contra uniformados se puedan aplicar las leyes.
¿Qué sucedió entre 1994 y 2005 que hizo virar en 180 grados a la ministra Díaz Yévenes? Pues los hechos no cambiaron, las leyes tampoco y las partes en el juicio eran las mismas. Entonces ¿por qué cambió la ministra? Porque hubo un cambio político: la izquierda "se tomó" el Poder Judicial y dejó de aplicar las leyes que le impiden vengarse de los uniformados. Pero todo, incluso el atropello de las leyes y la venganza, tiene su límite, y eso es lo que ha dejado establecido la Corte Suprema.
Ella nos ha querido decir que hasta para prevaricar hay que observar un mínimo de formalidad.
martes, 23 de febrero de 2021
Allende y Piñera
El reciente caso de la agricultora Carolina García, sacada de su lecho de madrugada por guerrilleros de izquierda, para después los mismos incendiar las casas, instalaciones, maquinaria y vehículos del fundo Miraflores de Lautaro, es muy parecido al de la agricultora Antonieta Maachel en noviembre de 1970, en el fundo La Tregua de Panguipulli. Este último tuvo un final peor, porque Antonieta, tras ser vejada y probablemente violada por los guerrilleros marxistas encabezados por el Comandante Pepe, y mientras éstos se daban un festín en el comedor de su casa --que, sin embargo, no incendiaron, como ahora, sino que sólo saquearon-- se quitó la vida.
Lo que sí tienen en común ambos casos es la impunidad de los terroristas. Ni el gobierno de Allende ayer ni el de Piñera hoy les hacen, en la práctica, nada, salvo anunciar "querellas contra quienes resulten responsables". Sólo tras asumir el gobierno militar en 1973 hubo un consejo de guerra contra el comandante Pepe (en el cual éste fue defendido por el abogado Andres Aylwin) que lo condenó a muerte, pena que se cumplió. A diferencia de entonces, ahora la justicia está en manos de una mayoría de extrema izquierda, que en lugar de perseguir a terroristas tiene procesados, contra toda legalidad, a los integrantes del consejo de guerra de 1973 por haber cometido el supuesto "asesinato" de Pepe.
Una gran diferencia entre los regímenes de Piñera y de Allende era, precisamente, que en 1973 los tribunales de justicia cumplían las leyes y por eso estaban en pugna con el presidente, que las contravenía e incumplía sus fallos. Ahora, en tanto, los tribunales se ríen de las leyes --no cabe otra manera de describirlo-- y se dedican a prevaricar, condenando a los militares que entre 1973 y 1990 derrotaron a la guerrilla terrorista. Los jueces, además, le otorgan a ésta millonarias indemnizaciones. Es del caso puntualizar que tal prevaricación no sólo cuenta con la complicidad, sino con la co-autoría de Piñera, el presidente que más querellas contra militares ha presentado desde 1990, tanto que en su primer mandato triplicó el número de las previamente presentadas entre 1990 y 2010. Pero los comunistas nada le agradecen y ahora también piden a voz en cuello su salida del poder.
Es que nunca agradecen nada, tanto que a otro que también benefició su causa, el ex comandante en jefe Juan Emilio Cheyre, que en 2004 levantó los brazos ante ellos y culpó de todo lo malo que hubiera acontecido a su Ejército, la justicia roja no tuvo empacho en también condenarlo por delitos inexistentes de hace casi medio siglo, si bien se dio maña para imponerle una pena que podía cumplir en libertad, como sabiendo que en Punta Peuco no iba a ser recibido precisamente con los brazos abiertos por sus otros camaradas "caídos tras las líneas enemigas".
Pero sí es verdad que ahora, al igual que bajo Allende, hay voces de derecha que claman por la pronta destitución de Piñera porque no cumple su deber fundamental de garantizar la seguridad pública y privada en el país. En 1973 quien respondió a ellas fue una mayoría parlamentaria, que votó por poner término al régimen y llamó a los militares a concretar eso, por 81 votos contra 47 de la Cámara de Diputados, la rama fiscalizadora. Tal vez se debía a que restaban todavía tres largos años del gobierno de Allende. En cambio, ahora sólo resta uno para que Piñera abandone el poder. Y es un año de absorbente preocupación electoral, que mantiene a los políticos concentrados en capturar las mayores cuotas de votos que puedan, en un esquema que ellos mismos han diseñado para su propio beneficio y el de sus partidos, en desmedro de los independientes.
Por consiguiente, la derecha que añora el legado de prosperidad y orden del gobierno militar y yo mismo personalmente, como miembro de ella, confíamos en que en la elección presidencial de fin de año sea elegido un mandatario capaz de garantizar el orden y la seguridad internos, bajo la misma Constitución que le brindara al país los mejores treinta años de su historia, la cual, confiamos, se va a mantener.
Asimismo, si bien creo que el actrual desgobierno reinante y la violencia le causan gran daño al país, al mismo tiempo están garantizando un contingente electoral masivo en favor de un candidato que ofrezca restablecer la ley y el orden, la mano dura contra el delito y la represión de la subversión. Históricamente ha sido así en Chile, tras otros períodos anárquicos como el actual, aunque muchos dicen que las nuevas generaciones no miran el caos ni la anarquía con la misma distancia con que lo hacían las anteriores.
En último término, la principal diferencia entre el desgobierno bajo Allende y bajo Piñera termina siendo que. en el primer caso, la solución normal parecía lejana y la amenaza revolucionaria era inminente, mientras en el actual, aun estando expuesto el país a un año más de caos y destrucción impunes, la solución electoral está al alcance de la mano de la mayoría consciente de la población y su aplicación a sólo un año de tener lugar..
jueves, 9 de febrero de 2012
El País Cortado en Dos
¿Y qué hace la autoridad? ¡Mano dura! Pero con los carabineros. A cualquiera que le haga algo a un subversivo lo sumarían, si es que no lo procesan. El Presidente Piñera, entretanto, tranquilo por ahí cerca, en Bahía Coique, porque está bien resguardado por un numeroso contingente de prensa que lo fotografía o filma montando a caballo, despegando en helicóptero con la cara pegada a la ventanilla para que se vea, yendo a la Misa dominical más concurrida (lo malo es que le salieron al paso dos empleadas de Bahía Coique porque les pagan menos del mínimo).
¿Y cómo reacciona ante la subversión? Con mano dura... para los carabineros. Le acaba de denegar el indulto al suboficial Guillermo Cofré, hoy agónico, porque estaba a cargo de una comisaría en 1973 y desde allí desaparecieron dos extremistas, dicen. Pero ahora está muriendo en prisión y quiere pasar sus últimos días con su familia. Se le ha denegado el indulto y un sicólogo de Gendarmería se opone a darle el beneficio de salida que les permitiría morir junto a los suyos. ¿Es necesario recordar que don Patricio Aylwin indultó a todos, pero todos los terroristas, aunque hubieren sido autores de crímenes sangrientos? Es el increíble doble standard chileno, pero somos el país que somos.
En "Chile Informa", el "samiszdat" digital de los partidarios del Gobierno Militar ("samiszdat": diario clandestino de la disidencia en tiempos del comunismo en la URSS), se informa que un regimiento ha sido bautizado con el nombre del General Carlos Prats, sí, el mismo que, documentadamente, según lo ha probado el historiador Víctor Farías examinando los archivos de Alemania Oriental, les ofreció a los comunistas chilenos traspasarles armas del Ejército en caso de una lucha interna. Entonces, el Ejército actual lo homenajea. Ya sabemos qué esperar de los uniformados de hoy. El doble standard seguirá igual o peor.
Y también todos sabemos quiénes incendian en el sur. Cada pocos días nos enteramos de nuevos casos de viviendas, maquinaria, bosques y plantaciones quemados. Todos conocen a los que lo hacen. ¿Y el Gobierno, y la Justicia? Esta última se dedica a prevaricar, desconociendo la amnistía y la prescripción para perseguir a ex uniformados. Está segura de que acá no le va a suceder lo que a Garzón en España. Porque acá los tribunales superiores encubren a los prevaricadores.
¿Y qué hace el gobierno con los revolucionarios? Les regala tierras. Hace poco le dieron otro fundo más a comunidades que habían participado en ataques a las propiedades que les regalaron. Total, la plata no es del que regala, sino de los contribuyentes.
Una de las treinta propietarias y propietarios que han visto incendiadas sus casas en el lago Lleu Lleu escribe en protesta al diario. ¿Cómo es posible? se pregunta. Es el único recurso que les queda. Si no hay autoridad ni hay justicia, sólo resta el "derecho a pataleo".
Bueno, concluyo con el país todavía cortado en dos, confiando en que mi hijo y su familia puedan pasar al sur a alguna hora, en lo posible indemnes, y seguro de que si los carabineros intervienen para restablecer la continuidad del territorio el Gobierno va a tener la mano muy dura con ellos.
martes, 16 de abril de 2019
Tribunales Sin Vergüenza
Pero después fui donde
jueves, 18 de abril de 2013
Durmiendo con los Totalitarios
Con razón la última encuesta nacional, de la Universidad Diego Portales, confirma que las instituciones menos dignas de confianza en el sentir general son los Tribunales de Justicia y los Partidos Políticos, al tiempo que las mejor evaluadas siguen siendo Carabineros y las Fuerzas Armadas. Porque, con sus cerebros lavados y todo, los chilenos instintivamente, inspirados por su inconsciente colectivo, creen que, en última instancia y cuando la borrachera totalitaria nos tenga otra vez al borde del abismo, siempre los uniformados van a ser "los llamados a arreglar las cosas aquí". (Investíguese quien pronunció esa memorable frase en agosto de 1973, y cómo votó su autor ayer).
El Gobierno, carente de ideas propias, pues llegó al poder abrazando confesamente las de sus adversarios, invitó a éstos a cohabitar e hizo lo que (él creía) ellos querían: subió los impuestos a las empresas, abrió la faltriquera fiscal y bajó al dos por ciento el interés de los créditos universitarios; hizo como que quería prohibir el lucro, pero fabricó vericuetos para que no desapareciera del todo hundiendo el sistema; aumentó más todavía el tamaño del Leviatán estatal, proponiendo por ley otra Superintendencia y otra Agencia más, como si la Comisión Nacional de Acreditación no hubiera demostrado sobradamente para lo único que sirven; y, en fin, quiso llevar el gasto estatal en la enseñanza más allá de los seis monstruosos billones de pesos al año actuales, que si fueran repartidos a las familias pobres en forma de "vouchers" permitirían a todos los hijos de éstas elegir los mejores colegios particulares y las más prestigiadas universidades (establecimientos que aparecerían en número suficiente, tan milagrosamente como las decenas que surgieron apenas el lucro pudo operar en la educación superior tras consagrarse en ella, en 1981, la libertad de emprender).
Pero los totalitarios ya no se conforman con migajas. Quieren todo el poder para ellos. Ven en el horizonte la posibilidad de echar de la casa, y quedarse con toda ella, al que los convidó a cohabitar dentro de la misma. Eso de partida. Pues los propios jacobinos ya deberían estar preguntándose si van a seguir siendo admitidos o también van a ir a parar a la calle, cuando los totalitarios tomen conciencia de todo el poder que han conseguido gracias a las interminables concesiones que les han hecho todos los demás.
miércoles, 21 de febrero de 2018
El País Está Extremadamente Loco
miércoles, 15 de febrero de 2023
Camisa de Fuerza
viernes, 9 de abril de 2021
Últimos Días del Gobierno Que Atornilla al Revés
El canal TVN, del Gobierno Que Atornilla al Revés, ha producido una teleserie de propaganda en cuya más publicitada escena aparecen unos militares rociando con combustible a dos activistas y quemándolos. Otra completa falsificación, porque dos investigaciones judiciales, la de 1986 y la de treinta años después (esta última inconstitucional, ilegal y arbitraria, conducida por el juez Carroza, a quien el Gobierno Que Atornilla al Revés designó, como premio por prevaricar, ministro de la Corte Suprema) comprobaron que fueron los activistas quienes portaban botellas incendiarias para quemar a las personas que fueran a su trabajo en las fechas de paro general decretadas por los revolucionarios. Una de esas botellas se rompió accidentalmente, al ser detenidos los activistas por una patrulla, y los quemó. La patrulla los apagó. De hecho, ya antes esas botellas, lanzadas por activistas, habían quemado a una madre con sus hijos y a un vigilante en Talcahuano. Pero el Gobierno Que Atornilla al Revés hace en TVN teleseries marxistas para denigrar a Pinochet y eso no tiene remedio, porque ha sido la política de Aylwin y Piñera, consistente en abuenarse abyectamente con los comunistas para que no les trastornen el país, lo cual al final los comunistas hacen de todas maneras, porque es lo único que saben hacer y por eso cualquier gobierno razonable lo que ha hecho históricamente siempre en Chile (González Videla, Pinochet) ha sido ponerlos fuera de la ley. Que es lo que se debe volver a hacer.
Pero todo es peor aún, pues el Gobierno Que Atornilla al Revés acaba de recomendarles (esto es ya francamente increíble) a sus parlamentarios votar a favor o abstenerse en el proyecto patrocinado por el peor enemigo del que encabeza ese gobierno, el exdiputado comunista Hugo Gutiérrez, proyecto que discrimina inconstitucional, ilegal y arbitrariamente contra los Presos Políticos Militares, en el sentido de vedarles los beneficios carcelarios y la libertad condicional. Piñera y Gutiérrez unidos en la maldad.
Ninguna de estas cosas estaría pasando si Chile hubiera estado habitado por gente mayoritariamente civilizada y racional. En ese caso, el principal partido formado después del 11 de marzo de 1989 (fecha en que habría comenzado su segundo mandato Augusto Pinochet, si hubiera ganado el plebiscito de 1988) debería haber sido el destinado a perpetuar el legado de su gobierno, en razón de lo exitoso que éste fue en encumbrar al país desde el último lugar en América Latina que ocupaba en crecimiento, en 1973, al primero, que logró en 1989 (9,9%); en derrotar al ejército marxista clandestino que pretendía instalar un régimen comunista y en pacificar el territorio, como lo estaba en 1989, listo para retornar a la democracia, con una Araucanía tranquila y partidaria del Gobierno, que ganó en esa región en el plebiscito de 1988.
Ese país, a ese ritmo, en los ocho años siguientes de un segundo gobierno de Pinochet habría más que doblado su PIB per cápita y en 1997, al término de ese mandato, habría sido ya plenamente desarrollado y peleado por los primeros lugares con los más ricos del mundo.
Pero ¡alas! nada de eso sucedió, porque Chile no está mayoritariamente habitado por gente civilizada y racional, sino todo lo contrario: la mayoría es incivilizada e irracional. Peor aún: tiene una pésima clase política dirigente y, en subsidio, la posibilidad de que sus fuerzas armadas vuelvan a producir una dupla Pinochet-Merino es de una en cien millones.
Pues la mayoría acá es de masas irracionales educadas en colegios públicos por profesores generalmente comunistas, que les inculcan consignas estúpidas y fracasadas. Las resultantes legiones de imbéciles ganan por 78 a 22 % los plebiscitos (salvo en las comunas educadas en colegios particulares, que se cuentan con los dedos de una mano y que, si tuvieran fuerzas vivas, deberían formar un país aparte).
Así las masas ignaras se han enseñoreado del país y hoy lo tienen transformado en un caos infernal, donde la minoría honrada ni siquiera puede salir a la calle sin sufrir "encerronas", "abordazos" o "portonazos". El país está sumido en la anarquía de un régimen parlamentario de facto, que impulsa un circo electoral insólito e inútil impulsado por la revolución. Si los revolucionarios no se han apoderado completamente de todo ha sido sólo gracias a la pandemia, que ha permitido encerrarlos, pero que tarde o temprano se va a terminar y los va a liberar, para que el exdiputado comunista Hugo Gutiérrez, con el apoyo de Piñera, termine de tomarse el poder, desde el cual lo primero que hará será cortarle el cuello al propio Piñera, que se lo tendrá merecido por un sinnúmero de razones, pero, en particular, por haber demostrado ser el más imbécil de todos.
En medio de eso, los de la minoría pensante estamos formando un partido político que se proponga lo obvio: reeditar el mejor gobierno de la historia de Chile, que fue el de Pinochet. Somos el único partido que en su Declaración de Principios se compromete a eso y se llama Fuerza Nacional. Contribuí con mi firma a fundarlo, el Servicio Electoral objetó la primera tentativa de lograrlo y ha habido que volver a iniciar el trámite notarial, que ya, finalmente, ha sido aprobado por el Servicio Electoral. Cuando intenté volver a firmar, el Servicio Electoral me objetó y me dijo que no podía hacerlo, porque ya pertenecía a un partido en formación, que era justamente el que acababa de rechazar. Entonces, usando mi clave única, renuncié a Fuerza Nacional en formación para firmar por Fuerza Nacional en formación, de lo cual el Servicio Electoral acusó recibo y me ha comunicado que ya no pertenezco a ese partido y entonces puedo firmar ahora para que ese mismo partido, Fuerza Nacional, se pueda constituir.
Entonces, terminando estas líneas voy a reiniciar el trámite, convencido de que lo único que puede salvar a Chile es, como dice el uomo qualunque de todos los países que se están yendo al demonio, "Pïnochet" (Gonzalo Vial, 2008). Necesitamos un gobierno de derecha sin complejos, como el de don Augusto. "Un viaje de mil leguas comienza con un paso", dice un proverbio chino. Invito a los lectores de este blog a dar también este paso: con su clave única firmar ante el Servicio Electoral para que pueda existir legalmente Fuerza Nacional, el único partido en Chile que se declara continuador del legado de Pinochet y está dispuesto a hacerlo realidad y reconducirnos al Chile que él nos devolvió a los civiles en 1990, donde imperaban la ley, el orden y la libertad, los cuales no supimos preservar.
domingo, 4 de diciembre de 2011
De Ésa "Ética" Líbrenos Dios...
Lo digno de verse era que los ex marxistas, con sus cien millones de muertos a cuestas y la memoria esfumada de los veinte mil guerrilleros con que trataron de imponer acá la vía armada para tomarse el poder, le decían a Coloma que "no era ético" respaldar a Labbé. Cuando Labbé no había hecho otra cosa que facilitar un local para un acto organizado por vecinos de su comuna. Es verdad que ese acto no debería haberse llamado "homenaje", sino "desagravio", porque eso es lo que el país les debe a Krassnoff y a los 60 o 70 uniformados (r) que cumplen penas de presidio por haber salvado a Chile de un régimen totalitario sin plazo de término.
Era evideente que para los "éticos" ex marxistas el terrorismo armado que patrocinaron sus partidos y su gobierno UP, y que explicaron la intervención militar, "se esfumó". Lo mismo que para las tres cuartas partes o más e los chilenos.
Era evidente que ellos, los correligionarios del que en febrero de 1976 vació su pistola de 9mm. sobre el cuerpo de una niñita de cinco años para asesinar al sargento de carabineros Tulio Pereira que la llevaba en brazos para ponerla a salvo, está olvidado. Olvidado por la "amnistía" (del griego "amnestia", olvido). Esto último "es griego para ellos".
¿Es ético que, de acuerdo a cifras del investigador de derechos humanos Marcelo Elissalde, más de novecientos terroristas de izquierda hayan sido indultados, casi todos por Patricio Aylwin, versus un solo ex uniformado, Manuel Contrerar Donayre, por Ricardo Lagos? ¿Es ético que más de seiscientos terroristas de izquierda se hayan amparado en la amnistía y hayan salido libres, porque, obviamente, la justicia de izquierda no iba a estar abriendo procesos contra ellos, mientras SÍ SIGUE ABRIENDO CAUSAS contra ex uniformados, las cuales el experto Elissalde estima que llegarán pronto a dos mil? De ellas se han fallado cien en más de treinta años. A este ritmo, las últimas condenas espurias tendrían que dictarse en 2611, más o menos. La justicia de izquierda va a tener que procesar a muchos muertos, y no hallará óbice para eso.
De acuerdo con los "éticos" ex marxistas, está bien usar un ardid para prevaricar y desconocer la amnistía y la prescripción, como suponer que un secuestro tiene lugar hoy, cuando todos saben, partiendo por el juez que dictamina sobre esa base, que no es verdad.
Con la misma "ética" se puede obviar en los procesos la declaración indagatoria del inculpado. ¿Alguien puede refutar que el juez Alejandro Solís, que ha condenado y procesado decenas de veces al brigadier (r) Miguel Krassnoff, jamás lo ha visto y, por tanto, interrogado? Nadie. Un comentarista de este blog se pregunta por qué Solís no se ha querellado contra el autor de este blog. Sin dejar de lado la posibilidad de que la justicia de izquierda lo haga, pues acostumbra procesar y condenar sin base legal, una razón es porque no puede refutar que Alejandro Solís NUNCA HA INTERROGADO A MIGUEL KRASSNOFF, siendo que el código le ordena hacerlo antes de condenarlo. Como también le ordena investigar con igual celo las razones para exculparlo que la que haya para condenarlo, cosa que, obviamente, tampoco ha hecho.
No resisto una digresión: en días pasados la justicia de izquierda acogió recursos de protección deducidos por estudiantes que se han tomado colegios por la fuerza, y contra quienes los rectores dispusieron la expulsión. ¡La Corte Suprema cohonestó las tomas violentas! ("La Segunda", viernes). Es que en ella predomina la misma justicia de izquierda. Hubo dos votos de minoría, que estuvieron por desechar los recursos de los tomadores violentos: de dos distinguidos abogados integrantes, que gozan de gran prestigio en el foro por su integridad. No los nombro, para evitar que sean "funados". En medio de los "éticos" de nuestro tiempo, la integridad ha quedado en minoría.
En el fondo, los "éticos" de extrema izquierda lo que quieren, como siempre han querido, es silenciar la verdad. Lo mismo que han intentado hacer en la Universidad Católica con el profesor Gonzalo Rojas, en estos días, por decirles un par de verdades sobre la violencia armada en su columna de "El Mercurio". ¡Quieren echarlo de la Universidad! Fueron 145 profesores, versus 46 que defendieron la libertad de expresión de Rojas. Ése es el estado de la Universidad Católica de nuestros días. La página entera dedicada hoy por "El Mercurio" al caso de Gonzalo Rojas en la UC es un documento ilustrativo de cómo la izquierda y los kerenski, siempre disponibles para allanarle el camino al poder, quieren establecer la censura informativa y docente en el Chile actual.
Y una palabra final para los kerenski: no olviden que está documentado que cuando (enero de 1974), en la lucha armada entre los uniformados y la guerrilla terrorista, ya había tenido lugar más de la mitad de las muertes registradas en los 17 años del Gobierno Militar, se publicaban las defensas que hacían de este último, en Chile y en el exterior, Frei Montalva y Aylwin Azócar. Incluso ha quedado constancia histórica de que la DC, en enero de 1974, fue a ofrecerle colaboración a la Junta. Los antecedentes pueden encontrarse en mi obra "Terapia para Cerebros Lavados", y si no indico la página precisa es porque estoy lejos de mis libros en este momento.
Lo que yo me digo es que si, bajo un régimen sedicente "de centro derecha", en un foro del canal del Estado, sobre el cual el Gobierno ejerce innegable influencia, la derecha se encuentra casi permanentemente en minoría de cuatro a uno, y amenazada su libertad de expresión allí y en la Universidad Católica (que ella otrora fundó, lo mismo que la Diego Portales) más vale decir desde ya un réquiem por la libertad de expresión en Chile.
Pues es un hecho que en poco más de dos años más la izquierda lavadora de cerebros y sus ayudistas, los kerenski, tienen grandes perspectivas de volver al poder.
sábado, 8 de octubre de 2011
Tal Vez No Debería Leer el Diario
Se ha perdido completamente el sentido del orden y la autoridad. Por lo menos a mí me queda un último baluarte, mi hogar, donde todavía el desayuno se me sirve a las siete. Declaro que defenderé la vigencia de esa norma hasta las últimas consecuencias.
Pues leo los diarios tomando el desayuno, aunque se me indigeste. Una vez leí que un siquiatra aconsejaba a su paciente que si le hacía mal leer el diario, dejara de hacerlo. Pero yo no puedo. Confieso que soy adicto. Entonces leí hoy el artículo del Ministro del Interior explicando su proyecto que penaliza las usurpaciones de colegios, los destrozos en la vía pública, las alteraciones del orden. Pero ¿que ninguna de esas cosas estaba penalizada antes? ¡No, lo estaban todas! Lo que sucede es que ya no es políticamente correcto aplicar algunas leyes vigentes, como la de Seguridad del Estado, que sanciona todas esas conductas. Entonces la autoridad política débil busca, mediante una nueva ley, hacer políticamente correcto velar por el orden público.
¿No es absurdo todo esto? Por supuesto, claro que lo es, pero éste se ha convertido en el país del absurdo.
Sigo leyendo el diario y me entero de que doña Flor Weisse, gobernadora de Arauco, y su marido, don Pedro Durán, construyeron una casa a orillas de la laguna Butaco, a un costo de 90 millones de pesos. Entonces, cuando estuvo lista y a punto de ocuparse, una madrugada llegaron los guerrilleros que operan, como en territorio propio, en la zona de Arauco, e incendiaron la nueva casa, hasta dejarla reducida a cenizas. La foto de las cenizas viene en el diario.
Como los guerrilleros saben que gozan de impunidad, mandaron una carta a los medios de comunicación, diciendo que la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), se responsabiliza del incendio. Todo lo que se llame "Coordinadora" es comunista y el comunismo goza de fuero en Chile. ¿Debo repetir los homenajes que le ha rendido el Presidente? No, hoy no, porque lo hice ayer.
Todo el mundo sabe quiénes son los de la CAM, pero nadie les hace ni les hará nada. En julio, hace poco más de dos meses, incendiaron cuatro valiosos camiones forestales. ¿Hay algún reo por eso? Ninguno, pese a que la CAM le comunicó entonces al país que había sido ella la autora del atentado incendiario terrorista.
Entonces ¿para qué dictar nuevas leyes, si no se aplican?
Sigo leyendo el diario y me entero de que el ministro sumariante Alejandro Solís, cuya "dedicación exclusiva" es a condenar a uniformados en retiro burlando las leyes y la verdad de los hechos, ahora les ha impuesto a cuatro de ellos otra nueva condena de quince años de presidio. Son ex funcionarios de la DINA, y se les atribuye mantener secuestrado hasta hoy a un dirigente mirista, desde el 24 de mayo de 1974.
Obviamente, eso no es verdad, porque esos militares presos no podrían haber mantenido secuestrado a un terrorista durante 37 años, sobre todo si en los últimos diez o más han estado presos. ¿Cómo Gendarmería no se ha enterado de que tienen a un mirista secuestrado dentro del penal? (Risas).
Por supuesto, todos sabemos que el juez Solís falta a la verdad, no aplica las leyes de amnistía y prescripción ni la presunción de inocencia ni las normas básicas del debido proceso, como las que regulan las pruebas. Pero a nadie le importa. Él es un juez de izquierda y acá manda la izquierda. Puede prevaricar tranquilo.
En el penal Cordillera el brigadier (r) Miguel Krassnoff recibirá esta enésima condena sin base y, también, sólo sonreirá. Está acostumbrado. Lleva demasiados años preso por delitos que no ha cometido. Peor aún, que no sólo no ha cometido y por tanto le ampara la presunción de inocencia, sino porque EN CADA EXPEDIENTE ESTÁ PROBADA SU INOCENCIA. ¿Ustedes no lo pueden creer? Vayan a ver el expediente de este caso: ahí está probado que el entonces teniente Krassnoff fue asignado a la DINA como analista de inteligencia a fines de julio de 1974. Y, sin embargo, se le condena a 15 años por haber secuestrado al mirista Reyes González el 24 de mayo de 1974, antes de ingresar a la DINA y cuando servía en otra repartición del Ejército. ¿Por qué lo condena entonces el juez Solís? Yo les voy a decir: porque Krassnoff encontró a Miguel Enríquez en su guarida de calle Santa Fe 725 de San Miguel, donde golpeó la puerta y se le respondió con una ráfaga, de la cual se libró sólo gracias a que el sargento de Carabineros que lo acompañaba, Rufino Jaime Astorga, oyó amartillar la metralleta tras la puerta y lo empujó arrojándolo al suelo y salvándole la vida. (Ver detalle del episodio en el diario Digital "Chile Informa" de ayer).
Ambos, Krassnoff y Jaime, recibieron la Medalla al Valor. Y Chile le está pagando a Krassnoff este servicio social de protección contra el terrorismo y la violencia con años y más años de presidio que le imponen jueces de izquierda y prevaricadores.
¿Vale la pena leer el diario?
Tal vez no, si es para enterarse de la miseria de país en que nos han convertido los políticos de todos los colores.
jueves, 21 de mayo de 2015
Una Historia de Dos Países
jueves, 31 de mayo de 2012
¡TÚ TAMBIÉN, LUCHO!
"¡Cómo ha podido la Corte Suprema caer tan bajo!", me dije una vez más. En realidad, es su Sala Penal, constituida ahora exclusivamente por jueces de izquierda, desde que asumió como presidente del tribunal el único tipo serio que quedaba en ella, Rubén Ballesteros. Por eso no me sorprendió la barbaridad jurídica, porque ahí estaban los apellidos conocidos: Juica, Kunsemüller, ¡Haroldo Brito!, por supuesto, y otro igualmente izquierdista cuyo apellido merecidamente olvido en este momento, todos diciendo que Cárcamo había sido "secuestrado" por los oficiales y el detective, en 1974. Por supuesto, que esos jueces hagan y digan esa barbaridad no tiene nada de particular. Pero sí lo tiene lo que a continuación leí: que había concurrido, para darle carácter unánime al fallo, el abogado integrante Luis Bates.
No lo podía creer. Lucho Bates, al revés de todos los demás integrantes de la Sala Penal, un hombre de derecho, no un izquierdista en comisión de servicio de la vindicta marxista, de esos fanáticos amargados por no haber podido en 1973 consumar el golpe totalitario. Lucho, un hombre ecuánime y estudioso, sin otro defecto que ser un poco demo, pero al cual todos le profesábamos gran aprecio. Yo se lo tenía tanto que lo dejaba ganar siempre que jugábamos tenis, en la universidad y después.
Y ahora este, que yo creía integérrimo hombre de derecho, aparece haciendo causa común con los jueces de izquierda de siempre, caracterizados por desconocer el derecho, incumplir los códigos, prevaricar a sangre fría, hablando de "secuestro agravado", cuando ése es un delito que sólo pueden cometer, según el código, los particulares, y en ese caso los uniformados y el detective no lo eran, pues actuaban como agentes del Estado. Lucho cayendo en un ardid tan bajo como el del "secuestro permanente", en vistoso "fraude a la ley" de prescripción. Lucho haciendo como que no están escritas (o como que él no las conoce; o, peor, que, conociéndolas, se las puede atropellar impunemente en nombre de la "corrección política") las perentorias leyes sobre amnistía y prescripción. Lucho, el serio y honesto, firmando al pie, junto con "los conocidos de siempre", la sentencia que habla de "delito de lesa humanidad", referido a la muerte de un terrorista en 1974, que fue en sí un acto de servicio a la seguridad y la vida de la humanidad y, sobre todo, olvidando que los delitos de lesa humanidad ¡sólo fueron tipificados en nuestro ordenamiento veinticinco años después de la detención del mirista Cárcamo! Lucho: "nullum crimen, nulla poena sine lege previae". La esencia del derecho penal que aprendimos juntos. ¿Ya se te olvidó?
Ha sido un golpe demasiado fuerte para mí. Lo podría haber esperado de otros ex compañeros de curso, hoy abogados con medio siglo de ejercicio, menos íntegros que él. Podría haberlo, no diré esperado, pero sí comprendido en otros más, vacilantes y de menor rectitud, pero nunca de Lucho Bates. Ver su firma en esa "sentencia", epítome de la antijuridicidad, de la politización de la justicia y de la pérdida de los valores morales en el foro, me ha dejado estupefacto y desmoralizado.
¡Lucho, tienes que salirte de ahí!