viernes, 18 de junio de 2010

100 Días de Gobierno

No voté por Sebastián Piñera por las mismas razones que me hacen hoy crítico de su gobierno, aunque muchas de las personas que participan en él me interpretan. Pero el Presidente no. Y las personas del gobierno que me interpretan deben someterse a los dictados del Presidente, aunque no les gusten. Pero yo no tengo por qué.
Pues no es un gobernante de derecha y ni siquiera de centro-derecha. Se supo ya desde la campaña presidencial. Yo mismo lo dije muchas veces, pero casi nadie me hizo caso. Ahora su alter ego, el Ministro del Interior, lo ha revelado con franqueza en "Qué Pasa": "Yo me obsesioné con que nosotros teníamos que construir un arco iris. ... Me obsesioné con que nuestro jingle fuera con charangos, con quenas...'Tráiganme una canción de Illapu o Quilapayún' (grupos folklóricos de extrema izquierda). Sostuve que era clave izquierdizar nuestra campaña. Creí y creo que era fundamental que tomáramos las banderas de lucha y planteamientos de la Concertación". Hinzpeter piensa lo mismo que Piñera, es su brazo derecho y por eso es Ministro del Interior y Vicepresidente cuando Piñera viaja. Por eso dicen que es el quinto gobierno de la Concertación.
Yo sabía todo eso y otras cosas más y por eso no voté por él y en la segunda vuelta me abstuve. Yo sabía que iba a hacer un gobierno contrario a las ideas de derecha. Por eso prefiere subir los impuestos a las empresas en lugar de rebajarlos y vender activos estatales para financiar sus proyectos. Ha logrado centrar el interés público en el proyecto de financiamiento para la reconstrucción cuando ya la tiene financiada, pues el Estado tiene reservas por 11 mil millones de dólares para emergencias, y ahora nos dicen que, precisamente frente a esta emergencia, no se pueden usar para que no baje el tipo de cambio. Pero el gobierno anterior usó esa suma para la crisis del 2008 (las reservas eran de 22 mil millones de dólares) y el tipo de cambio se mantuvo en su nivel de equilibrio de largo plazo. Una sola empresa estatal vale 40 mil millones de dólares, pero como este gobierno es más parecido a los de la Concertación que a uno de derecha, ni siquiera admite pensar en vender parte de esa empresa. El Estado tiene 17 mil propiedades inmuebles, de las cuales usa la mitad, pero ni siquiera piensa en liquidar ninguna. Al contrario, quiere sacar más dinero de los particulares, subiéndoles los impuestos y las contribuciones y eliminando franquicias tributarias, como las de los depósitos convenidos. Quiere agrandar más el Estado a costa de los particulares.
Dije que no se debía creer en las promesas de Piñera. Prometió deshacerse de sus empresas si era elegido y no lo hizo. En un caso lo hizo después, pero especialistas en derecho tributario sostienen que si lo hubiera hecho antes, Impuestos Internos habría tenido algo qué decir sobre la modalidad de la venta y la elusión de impuestos respectiva. En el caso de Chilevisión simplemente todavía no cumple con vender, pues busca maximizar el precio.
Dijo que iba a crear un millón de empleos a sabiendas de que no lo iba a hacer, pues luego aclaró que eran sólo 200 mil por año, que multiplicados por cuatro dan sólo 800 mil.
Prometió un post natal de seis meses y ahora resulta que tampoco lo puede cumplir. Prometió eliminar el 7 por ciento de cotización de salud de los jubilados y ahora resulta que será sólo para los mayores de 70 años y que ganen menos de 150 mil pesos.
Es demasiado listo para nosotros los chilenos, que somos un poco quedados. Una mayoría votó por él, que era lo que a él le interesaba, pero esa mayoría no leyó la letra chica. Ni siquiera sabía que había letra chica.
El 21 de mayo prometió defender el matrimonio y la familia y el 15 de junio ya está preparando un proyecto para incentivar la destrucción de la familia, el que legaliza las "uniones de hecho". Por supuesto, cuando apareció en la franja abrazándose con una pareja gay todos deberían haber sabido lo que venía, pero, repito, los chilenos no somos demasiado listos y la mayoría no supo lo que venía. Ahora, si lo supo, mucho peor todavía.
Han sido 100 días para que todos conocieran mejor a Sebastián Piñera. Es decir, para algo han servido.

2 comentarios:

  1. Hermógenes: Me pareció débil su blog de hoy. No siempre sus seguidores tenemos que coincidir 100% con sus comentarios.
    Paso a explicar mi crítica:
    - En una parte dice que Piñera prefiere subir impuestos "y vender activos estatales para financiar sus proyectos" y más adelante " ni siquiera admite pensar en vender parte de una empresa estatal de 40 mil millones de dólares" y " ni siquiera piensa en liquidar ninguna de las 17 mil propiedades inmuebles del Estado" para financiar la reconstrucción.
    ¿ se debe entender que sus proyectos no incluyen a los proyectos de la reconstrucción por el terremoto?
    - La promesa del millón de empleos capaz que la cumpla con la " ayuda" del terremoto, que generará una creación de empleos adicionales en su período, que él no contaba en su campaña
    - El post natal de 6 meses es impracticable y se voló con esa promesa. Es cosa de ver lo que está pasando en Europa, que llegó hasta los 4 meses de post natal con su Estado de Bienestar y ahora están todos disminuyendo los beneficios sociales por la crisis económica que está en ciernes sobre ellos
    - Lo de la eliminación del 7% de salud para los pensionados, tiene que ser paulatina y llegar hasta los que tengan una pensión tope determinada.

    Encuentro, al igual que Ud., patético por decir lo menos, los intentos de congraciarse con los de la Concertación. Sólo se producirán desencantados en el futuro

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  2. Dije que prefiere subir impuestos EN VEZ DE vender activos estatales. Gracias por el comentario. Hermógenes Pérez de Arce I.

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