lunes, 15 de diciembre de 2025

OMISIÓN EN EL DISCURSO INAUGURAL

Los de derecha a secas estamos contentos porque triunfó en el balotaje la opción más parecida a la nuestra de la primera vuelta, que estuvo representada por Johannes Kaiser. Éste le dio el apoyo incondicional ai ganador, José Antonio Kast, quien fue entonces nuestro "segundo mejor".

Pero Kast en su discurso inaugural incurrió en una omisión importante y que explica por qué, para nosotros, él no representaba un óptimo, sino un second best.

Entre paréntesis, no confundir "segundo mejor candidato" con "los segundos mejores 30 años de la historia de Chile" que, creemos, el gobierno de Kast puede reiniciar y que haremos lo posible por continuar desde 2030 en adelante, tras el triunfo entonces de quien fue nuestro "primero mejor" en primera vuelta, Johannes Kaiser.

Como ya dije, hubo un importante vacío en el discurso inaugural de José Antonio: la falta de toda mención a la mayor y más sostenida prevaricación judicial contra exmilitares, el atropello a sus derechos humanos y el consiguiente abuso ilícito a costa del erario.

Kast no dedicó una palabra a lo que ha sido una irregularidad judicial mantenida durante los últimos veinte años: los procesos contra exmilitares por un delito que no existe, el "secuestro permanente" . Nunca hubo ni ha habido nadie en esa condición. Es una prevaricación flagrante. Es "un truco", el instrumento procesal que usan los jueces para poder condenar a exmilitares y obligar al erario a pagar indemnizaciones. En ese sentido, no hay un solo exmilitar que haya enfrentado un debido proceso. Y el derecho a un debido proceso es un derecho humano como el que más.

La justicia de izquierda usa este artificio ilegal para condenar injustamente y sustraer cotidianamente y de manera ilícita recursos al fisco. Esta ilegalidad manifiesta debería haber sido investigada por la Contralora Dorothy Pérez, a quien el art. 98 de la Constitución obliga a "fiscalizar el ingreso y la inversión de los fondos del fisco". Hasta ahora no lo ha hecho.

Los recursos los sustraen mediante el artificio de inventar "secuestros permanentes", pero nunca hubo ni hay ninguno. Y en caso de que hubiera existido alguno, no podría haber sido cometido por militares, que eran funcionarios públicos, pues dicho delito sólo está tipificado en el párrafo 3 del título III del Código Penal sobre "Crímenes y delitos contra la libertad y seguridad cometidos por particulares".

Confesión de la prevaricación existe en los videos de hace diez años del inventor inicial de esta ilegalidad, el juez Alejandro Solís, reconociendo que él "fingía" los hechos en lugar de probarlos. Además confesaba: "yo no digo que ésa haya sido la realidad". Es decir, condenaba por hechos inexistentes e imaginarios.

Tal omisión del discurso inaugural hace temer que durante su administración Kast nada haga al respecto, tal como los sucesivos gobernantes durante tantos años. Así la justicia de izquierda ha podido perpetrar impunemente este delito, con la consecuencia de al menos 500 exmilitares injustamente privados de libertad, verdaderos Presos Políticos Militares, algunos por ya más de 30 años. No han recibido un debido proceso, mientras se sigue sustrayendo al erario cantidades millonarias que éste, jurídicamente hablando, jamás debió haber pagado. Y por añadidura se les priva de derechos carcelarios que se conceden hasta al peor delincuente. 

Nos esperan cuatro años más, al parecer, de ver seguir desarrollándose el mismo escándalo impunemente ante nuestros ojos. 

Confiamos en que Johannes Kaiser, después de 2030, le pondrá término.

sábado, 13 de diciembre de 2025

LOS SEGUNDOS MEJORES TREINTA AÑOS

Tras el triunfo de Kast se iniciarán "los segundos mejores treinta años" de la historia de Chile. 

Los primeros fueron, como todo el mundo está de acuerdo en considerar, el período 1985-2015. Y el propio Fidel Castro se lo dijo a Andrónico Luksic Abaroa en 1995, cuando éste le explicó cómo marchaba el país: "eso se lo deben ustedes a Pinochet".

En ese sentido, Kast "la tiene fácil" porque basta copiar lo que se hizo entre 1985 y 1990: reducir el impuesto a las empresas a 10 %, volver al sistema integrado según el cual, si una empresa reinvertía todas sus utilidades, pagaba cero impuesto a la renta y su propietario no pagaba global complementario. Restablecer el DL600 con garantías a los inversionistas extranjeros, que derogó Bachelet. Congelar el salario mínimo. Esas medidas de Pinochet explicaron que entre 1985 y 1989 Chile creciera en promedio 6,4 % al año... y subiendo, porque en 1989, según cifras de entonces del Banco Central, creció 10,6% y se puso a la cabeza de América Latina. Y explicaron por qué el desempleo bajó a 5 % en enero de 1990, según cifras del Banco Central.

Ahora, todo eso en Chile no es garantía de nada. Porque en 1988, cuando el mundo admiraba el "milagro chileno", los Estados Unidos y Europa Occidental se pusieron de acuerdo en practicar el cohecho, le dieron muchos millones de dólares ("Endowment for Democracy") a la campaña del "No a Pinochet" e interrumpieron el "milagro chileno" acogiendo las consignas de Radio Moscú. Los extranjeros son tan poco de fiar como los chilenos.

Haber  hecho  barbaridades tan grandes como ésas y la de elegir a Gabriel Boric en 2021 por sobre José Antonio Kast, nos hizo entrar en una etapa de locura temporal de cuatro años que terminarán dentro de 88 días, si mañana el electorado da muestras de que "volvió en sí". Pues la elección de Boric, reveló a un tipo tan perdido en el delirio que repetía la frase, "no son 30 pesos, son 30 años", siendo que la unanimidad mundial concuerda en que fueron los mejores de nuestra historia. Eso revela el grado de distanciamiento con la realidad y la verdad en que se desenvuelve no sólo Boric, sino cualquier mayoría ocasional con voto voluntario. No habría sido tan grave si hubiera sido sólo Boric y unos pocos: lo fue porque el 55 % del electorado votó por él. 

"¿Qué te pasó Chile?" Nada extraordinario: somos así. Usted puede "instalar" los mayores disparates en este territorio y habrá un número importante de ciudadanos que los acoja. La mayoría sólo vendrá a darse cuenta cuando no tenga trabajo, los delincuentes no nos dejen salir a la calle, los inmigrantes ilegales entren como "Pedro por su casa" a los restoranes a llevarse los Rolex de los clientes, ningún hogar esté libre de un "turbazo" en que le roben todo lo de valor, por modesto que sea el barrio. Y mientras sea una imprudencia imperdonable tomar de noche el desvío de una autopista, los jueces dejen libres a los autores de "encerronas" y a usted lo procesen por defenderse con un arma inscrita. 

Cuando leí que un señor prefería perder su trabajo, que le exigía volver a su casa a medianoche, con tal de asegurar su vida, supe que Kast iba a ganar.

Lo que no nos podemos permitir ahora es volver a perder. Johannes debe vencer por paliza a Boric en 2029, y así sucesivamente, hasta completar los "segundos mejores 30 años en la historia de Chile", con la misma receta de Pinochet, naturalmente, que es como se debe hacer.

miércoles, 10 de diciembre de 2025

LA GUINDA DE LA TORTA

En la situación anómica imperante (anomia: ausencia de ley) he designado como "la guinda de la torta", el relato del juez Solís hace diez años, en el programa El Informante de TVN, cuando refirió con lujo de detalles cómo Miguel Krassnoff había asesinado con sus propias manos a la mirista Diana Arón y luego había salido con las manos todavía goteando sangre y exclamando: "Era marxista y judía, además". 

Esta historia fantasmagórica no se le había ocurrido a Solís, sino que se la había relatado a él un informante de la DINA, Osvaldo "Guatón" Romo. fugado a Brasil, donde se consideraba seguro. Pero la izquierda lo detectó y pidió su extradición. Romo lanzó pedidos de auxilio a los militares, pero éstos ya estaban presos o procesados por la venganza de la guerrilla y sus mandos sin la menor vocación de "ir a rescate del soldado Ryan". 

Llevado a presencia de Solís, Romo intentó congraciarse con éste, que había inventado un truco para saltarse la amnistía y la prescripción, el "secuestro permanente",  y le contó lo que quería oír.

Y eso lo relató Solís en 2015 en el mismo programa conmigo, donde confesó que no probaba los delitos, sino que los "fingía" ("es una ficción jurídica", fueron sus palabras.) Añadió: "Yo no digo que esa haya sido la realidad". O sea, confesaba faltar al deber elemental del juez y lo hacía consciente de estar mintiendo.

La confesión en cámara de Solís resultó tan vergonzosa para el gobierno de Michelle Bachelet que su titular de Defensa, Juan Antonio Gómez, le ofreció a aquél una posición muy bien remunerada como "asesor de derechos humanos", para pasar el mal rato.

Pero ¿por qué había dicho eso Romo a Solís? Para bienquistarse con el juez. Eligió  justamente, para culparla, a la figura más respetada de la oficialidad, Miguel Krassnoff.

Tras el relato de las "manos ensangrentadas" en la televisión fui donde Krassnoff y le referí la escena. Él me dijo que no había participado en el tiroteo que costó la vida a Diana Arón y, por añadidura, que ni siquiera se encontraba en el país cuando tuvo lugar.

En ese tiempo consulté en Wikipedia lo que decían del caso y comprobé que hasta el abogado de derecha Gabriel Zaliasnik, de ascendencia judía y próximo a la UDI, culpaba a Krassnoff.

Entonces éste hizo una recolección de documentos probatorios y los envió al embajador de Israel, para certificar su completa inocencia en el caso Arón. A todo esto Solís le había añadido otros veinte años a sus condenas, que por entonces ya iban como en 500.

Peor aún: cuando el embajador de Israel recibió el dossier de Krassnoff, se lo devolvió sin siquiera abrirlo y con la severa advertencia de que nunca le volviera a enviar ningún documento.

Para mí el epítome de la prevaricación contra los militares en Chile fue este episodio referido en 2015 por Solís.

Krassnoff tiene la mala suerte de tener un apellido consonante con el de Boris Karloff, el actor que personificó a Drácula, lo que ha servido para que su sola mención genere horror en la opinión pública. 

Cuando se quiera ejemplificar lo artero, lo ilegal, lo tramposo, lo mentiroso y lo miserable en la historia reciente de Chile, el relato de Krassnoff con las manos ensangrentadas va a ser el exponente más auténtico de nuestra miseria moral.

¿A qué extrañarse entonces del relato de Jeannette Jara que lo presentó anoche manipulando una varilla de metal en la vagina de una presa para provocarle un aborto? Ya se le puede decir impunemente cualquier cosa. Espero que se querelle y si necesita ayuda para hacerlo, puede contar con la mía.

Con razón ya le han echado encima más de mil años de condenas por secuestro, lo que contrasta con lo que me dijo hace 30 años, cuando comenzaron a perseguirlo los jueces y abogados de izquierda que tanto han lucrado gracias a él y a expensas del erario: "Nunca detuve a nadie, salvo a la conviviente herida de Miguel Enríquez y para ponerla en una ambulancia". Fue en 1974, cuando lo condecoraron con la Medalla al Valor por descubrir la guarida del principal asaltante de bancos y jefe guerrillero. 

Eran otros tiempos... mejores.

domingo, 7 de diciembre de 2025

TODO ES MENTIRA

Todo lo que cree la mayoría es mentira. Las principales "verdades" oficiales son mentiras comunistas y las repiten otros sectores como un mantra.

Si Chile se salva del comunismo en esta pasada es sólo porque Dios es grande, porque la mayoría repite día a día esas mentiras. 

Lo del cambio climático es una. Está probado por el estudioso del tema, Douglas Pollock en su libro "To ERNC o Not to ERNC: That Is the Question" (escrito en castellano). Ahí revela la falacia del cambio climático de la ONU. Chile está pagando una energía más cara por participar del mito y del Acuerdo de París y eso nos hace menos competitivos.

Todos acusan a Pinochet de haber violado los derechos humanos, pero es otra mentira. Nunca ha habido una condena jurídicamente válida por atropello a los derechos humanos. Nunca un juez lo ha probado. Pero un ministro sumariante más cercano al analfabetismo que al derecho, de nombre Alejandro Solís, "inventó" un delito. el "secuestro permanente". Y le impuso, entre muchos otros casos igualmente nulos, 600 años de presidio a Miguel Krassnoff. Sin ninguna base, como él mismo lo reconoció ante mí en El Informante de TVN hace 10 años. A estas alturas a Krassnoff le han impuesto más de mil años sin ninguna prueba. La gente habla de él como "un monstruo." Su juicio y los demás son un negocio comunista para sacarle plata al fisco. Solís reconoció que condenaba sin pruebas. Quedó grabado confesando "no digo que ésa haya sido la realidad". La fingía. Por lo demás, el secuestro es un delito que no pueden cometer los militares, porque sólo está tipificado para particulares. Véase el código. 

Todo el quehacer de esos juicios es nulo. Hombres honorables que nunca detuvieron a nadie están presos hace más de 30 años. Legiones de abogados comunistas se han "hecho la América". Son una  vergüenza nacional.

La mentira básica partió de Aylwin y fue que Pinochet ordenó violar "sistemáticamente" los derechos humanos. Pero Pinochet había oficiado a todas las unidades ordenando respetarlos. Sin embargo, la gente repite lo contrario. Y Aylwin contradijo sus propios videos de 1973, que había olvidado, acusó a los militares y llenó de plata a la guerrilla marxista. 

Todo el mundo dice creer en el "Informe Rettig", cuando es básicamente falso, como lo dijeron y probaron la Corte Suprema, el Ejército y yo mismo apenas vio la luz pública en 1991.

Todo el mundo habla de desaparecidos bajo el gobierno militar, pero no hay ninguno. Todos sus paraderos son conocidos, incluidos los que están vivos. Y nadie quiere ni ha querido en 35 años identificar los restos del Cementerio General. Pero hubo un caso, el de Charles Horman, que probó la verdad. En 1974 la diplomacia norteamericana reclamó por la desaparición de Horman. Un agente del gobierno militar desenterró sus restos del cementerio y los entregó a los norteamericanos. No obstante lo cual el comunista griego Costa Gavras filmó "Missing" ("Desaparecido"), la película sobre él. Mentira. Pero es lo que exhiben desde hace más de cincuenta años los cines y videos.

Otra mentira nacional actual: Jeannette Jara acusa a Kast de que empresarios de derecha "se jodieron"  a la gente. Casos pollos, farmacias, papel tissue. Falso. En todos esos casos las firmas dominantes en los mercados de los remedios, los pollos y el papel tissue renunciaron a quebrar a sus competidores y hasta los ayudaron a sobrevivir, Pero en Chile es delito comportarse como caballero en vez de quebrar mediante dumping al competidor. Además, nunca ha estado prohibido producir ni importar pollos ni remedios ni papel. Cualquiera puede hacerlo. Luego, es falso que los "empresarios se jodieron a los chilenos". 

Si las empresas dominantes hubieran bajado sus precios (dumping) para quebrar a la competencia, se habrían quedado con todo el mercado. En cambio, a petición de los competidores, mantuvieron precios de sustentación y hasta ayudaron financieramente a competidores en problemas. Son "cosas de caballeros" que los comunistas no pueden concebir porque no lo son.

Y además cualquiera podía y puede producir o importar pollos, remedios o tissue y de hecho varias empresas lo hacen. 

Por suerte acá le tienen, al mismo tiempo y con razón, miedo al comunismo. Pero si se salva Chile otra vez no habrá sido porque la mayoría no creyera las mentiras comunistas, sino por miedo a que dicho partido no pueda otra vez ser sacado del poder, vistos el desenlace anterior y las traiciones que han consagrado tantas mentiras como verdades oficiales.

miércoles, 3 de diciembre de 2025

CHILE ES UN CHISTE

No somos un país, somos un chiste. El debate público es lamentable. Estamos gobernados por un subnormal. Su última medida anunciada es procurar impedir el indulto de personas ilegalmente presas por un delito que no pudieron cometer. Esto no lo sabe la gran mayoría, porque los medios no lo informan. Vivimos en un país engañado.

Acá las leyes no valen. No hay un solo caso de "secuestro permanente" acreditado. Eso lo inventó un sujeto que oficiaba de juez y cuando yo, hace diez años, lo confronté con la verdad y el derecho, en el programa El Informante de TVN, él confesó que no probaba los delitos, sino que los fingía ("es una ficción jurídica", dijo.) Y confesó en cámara, ante millones de telespectadores: "Yo no estoy diciendo que la realidad sea ésa". Textual. O sea, confesó mentir en sus fallos. Lo hacía para no tener que aplicar las leyes sobre prescripción, amnistía y cosa juzgada.

Todas las condenas en juicios de derechos humanos son ilegales. En ellos se viola reiterada e invariablemente la letra de la ley y se oculta la verdad de los hechos.

Acabo de ver un video en que una periodista le decía repetitivamente a Johannes Kaiser. "Krassnoff, Krassnoff", y Kaiser le cortó la comunicación. Porque no quiso bajar al nivel de la mentira reiterada. A Krassnoff el juez Alejandro Solís lo condenó por sí solo a 600 años de presidio antes de siquiera interrogarlo ni conocerlo. Sobre la base de mentiras flagrantes e ilegalidades. Y nadie dijo nada. Después otros prevaricadores, también impunes, por supuesto, a lo largo de los años le añadieron otros 400 años de condenas. Pero Krassnoff nunca secuestró ni detuvo a nadie, salvo a la herida conviviente de Miguel Enríquez, Carmen Castillo, y para llevarla a una ambulancia. Todo eso cuando descubrió la guarida del principal asaltante de bancos, en 1974. Le dieron a Krassnoff la "medalla al valor" por eso. 

Cuarenta años después, el juez Mario Carroza condenó a Krassnoff por el "asesinato" de Enríquez. Porque no les importa nada. Se saben impunes. Y por esa "meritoria actuación" el indescriptible y principal perseguidor de militares, Sebastián Piñera, propuso a Carroza para ministro de la Corte Suprema, cargo del que aún disfruta, completamente impune. Escandaloso, ilícito, vergonzoso. Chileno.

La mayoría de los chilenos repite necedades divulgadas por los comunistas. Si entendieran lo que leen podrían abrir el Código Penal en el acápite 3 del Títuo III, que dice: "Crímenes y simples delitos contra la libertad y seguridad cometidos por particulares". Ese delito no podrían cometerlo los militares, que no son "particulares". Y luego leería el art. 141 del mismo código que dice que el que "sin derecho encerrare o detuviere a otro sufrirá la pena de presidio o reclusión menores en cualesquiera de sus grados".

Delito que no pueden cometer los militares y no se les aplica, pero en Chile sí se les condena por él. Aunque no hayan secuestrado a nadie. Y pueden pasar más de 30 años presos por eso, sin que exista el delito (no hay ni ha habido ningún secuestrado por ellos).

No existe el estado de derecho, es decir, la versión castellana de "rule of law", lo que manda la ley. Aquí no manda la ley, mandan los subnormales, los incapaces y los acusadores que se quedan impunemente con miles de millones de pesos del fisco a lo largo de más de veinte años. Y el gobernante quiere impedir que se le ponga término a esta escandalosa y subnormal ilegalidad que sirve para robarle al fisco y en la cual ni siquiera Dorothy Pérez se atreve a meterse, aunque la Constitución le ordene hacerlo. Porque la imbecilidad puede más, porque no somos un país, somos apenas un chiste.

lunes, 1 de diciembre de 2025

LA VOLTERETA DE "THE ECONOMIST"

Un amigo me dice: "¡Puchas que tenís jodidos a los comunistas!". Hace 60 años Carlos Urenda le decía lo mismo a Carlos de Baráibar, el español anticomunista más resuelto que he conocido, y todos en la redacción de El Mercurio nos reíamos.

La verdad es que ahora "tengo muy jodidos a los comunistas" porque he revelado documentos auténticos de de Augusto Pinochet de, 1973 y 1974, ordenando "a todas las unidades" respetar los derechos humanos. Eso echa por tierra la fama de "violador" de los mismos de que lo ha rodeado el comunismo mundial.. 

Lo que más llama la atención es que una doctrina fracasada tenga tanta influencia informativa mundial. Me acuerdo que el primer número de la prestigiada revista londinense The Economist, titulado "El Fin de Allende", del 15 de septiembre de 1973, decía lo siguiente, lo que nunca pudo reiterar, porque sufrió un "castigo reputacional" mundial a manos de la izquierda. Pero lo que había dicho esa única vez había sido la pura verdad. He aquí la cita textual de The Economist antes de sufrir la censura comunista mundial::

"La muerte transitoria de la democracia en Chile será lamentable, pero la responsabilidad directa pertenece claramente al Dr. Allende y a aquellos de sus seguidores que constantemente atropellaron la Constitución.

"El Presidente Allende no se convirtió en mártir, aun cuando fuera cierto que se suicidó el martes,. El bombardeo y asalto de su palacio presidencial y la toma del poder por los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas de Chile pusieron un fin amargo al primer gobierno marxista libremente elegido en Occidente.

"Y la batalla parece apenas haber comenzado. Con la mayoría de los canales de comunicación de Chile con el mundo exterior aún restringidos, es difícil tener una idea más completa de la violencia que aparentemente continúa. Pero si una sangrienta guerra civil comenzara, o si los generales que ahora controlan el poder deciden no llamar a nuevas elecciones, no habrá duda alguna respecto de quién tiene la responsabilidad por la tragedia de Chile.  La responsabilidad es del Dr. Allende y de aquellos en los partidos marxistas que aplicaron una estrategia para controlar el poder total, al punto que la oposición perdió la esperanza de controlarlos por medios constitucionales.

"Lo que ocurrió en Santiago no es un golpe típicamente latinoamericano. Las Fuerzas Armadas toleraron al Dr. Allende por casi tres años. En ese período él se las ingenió para hundir al país en la peor crisis social y económica de su historia moderna. La expropiación de campos y empresas privadas provocó una alarmante caída en la producción, y las pérdidas de las empresas estatales, según cifras oficiales, superaban los $2.000 millones de dólares. La inflación alcanzó a 350 % en los últimos doce meses. Los pequeños empresarios quebraron, los funcionarios públicos y trabajadores especializados  sufrieron la casi desaparición de sus sueldos por causa de la inflación; las dueñas de casa tenían que hacer interminables colas para obtener alimentos esenciales, y si es que encontraban.  La creciente desesperación originó el enorme movimiento  huelguístico que los camioneros iniciaron hace seis semanas. 

"Pero el gobierno de Allende fue más allá de la destrucción de la economía. Violó la letra y el espíritu de la Constitución. La forma en que sobrepasó duramente al Congreso y a los Tribunales de Justicia debilitó la fe en las instituciones democráticas del país.

"El mes pasado, una resolución aprobada por la mayoría opositora en el Congreso señalaba que 'el gobierno no es responsable sólo por violaciones aisladas  de la Constitución y la ley; ha convertido tales violaciones en un método permanente de conducta.'.  El sentimiento de que el Parlamento era ya irrelevante aumentó  por la violencia en las calles y por la forma en que el gobierno toleró  el surgimiento de grupos armados de extrema izquierda que se estaban preparando de manera abierta para la guerra civil.

"Las Fuerzas Armadas intervinieron sólo cuando estuvo claramente establecido que existía un mandato popular para la intervención militar. Las Fuerzas Armadas tuvieron que intervenir porque fallaron todos los medios constitucionales para frenar a un gobierno que se comportaba de modo inconstitucional.

"El detonante para el golpe fueron los esfuerzos de los extremistas de izquierda para promover la subversión dentro de las fuerzas armadas. El señor Carolos Altamirano, exsecretario general del partido socialista, y el señor Oscar Garretón, del Movimiento de Acción Popular Unitaria, ambos líderes de la Unidad Popular de Allende, fueron señalados por la Armada como los `'autores intelectuales'  del plan de amotinamiento de las marinas en Valparaíso. Los comandantes de la Armada en Valparaíso iniciaron el movimiento esta semana. Pero el rápido éxito del golpe y la participación en él de todas las fuerzas Armadas (incluyendo a los Carabineros, entrenados militarmente) sugieren que los planes para el golpe fueron cuidosamente preparados. Todavía habrá que esperar para comprobar que las fuerzas armadas continúan sólidamente unidas en su oposición al derrocado gobierno. Las desaparición de dos comandantes, el almirante Raúl Montero y el general (José María) Sepúlveda, Comandante de Carabineros, quienes fueron reemplazados por sus subordinados anti-marxistas, hace pensar que no todos los altos oficiales estaban a favor del golpe.

"El peligro real de un derramamiento de sangre provendrá de unas fuerzas armadas divididas, o si ocurrieran serios motines entre la tropa. Esto podría producir una guerra civil. Puede esperarse una fuerte resistencia de los comités de trabajadores y de las brigadas paramilitares que el Partido Socialista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria dirigen en Santiago, así como de grupos guerrilleros en el sur.. Pero si no consiguen apoyo militar significativo, estos grupos probablemente podrán ser contenidos.

"Cualquiera sea el gobierno que surja del golpe militar, no se pueden esperar tiempos fáciles. También aquellos que sufrieron bajo el gobierno de Allende sentirán la tentación de ajustar cuentas con el bando derrotado. Pocas personas creen que Chile podrá retornar a su forma de administrar sus asuntos.

"El trabajo de reconstrucción costará un enorme sacrificio, de la misma forma que ocurrió en Brasil cuando Roberto Campos era responsable de la planificación económica durante los años posteriores al golpe de 1964. Esto no significa que Chile se convertirá en otro Brasil. Por una parte, Chile es probablemente un lugar menos violento --aún en estos momentos-- que Brasil y, por otra, los generales chilenos tienen una concepción bien distinta de su rol comparada con aquella de los generales que acompañan al señor Campos. Ellos aceptan que es demasiado tarde para revertir  muchos de los cambios impuestos por el Dr. Allende, por ejemplo, en su intento por reconstruir el sector privado, ellos pondrán más énfasis en traer de regreso a los inversionistas extranjeros y en crear nuevas industrias que en devolver lo que fue expropiado.

"El general Pinochet y los oficiales que lo acompañan no son peones de nadie. Su golpe fue preparado en casa, y los intentos por hacer creer que los norteamericanos estaban implicados son absurdos, especialmente para quienes conocen la cautela norteamericana en sus recientes tratativas con Chile.

"El gobierno militar-tecnocrático que está aparentemente tomando forma intentará reconstruir el tejido social que el gobierno de Allende destruyó.

"Esto significará la muerte transitoria de la democracia en Chile, Pero no debe ser olvidado quién lo hizo inevitable."

Este análisis impecable y perfectamente objetivo desató las iras de la izquierda mundial, encabezada por el KGB soviético (que llegó a tener gran influencia hasta en los editoriales de los principales diarios norteamericanos --recuérdense los 66 artículos contra la Junta, del New York Times, con sus 3 mil muertos, en comparación con los 4 editoriales contra el comunista Pol Pot con su millón y medio de muerto--.

La voltereta de The Economist fue histórica y si no ha sido más comentada acá ha sido por el enorme número de chilenos que, con los años, también se la dieron y que ahora no hallan qué decir ante la evidencia histórica de que Pinochet fue un estadista preocupado de evitar violaciones a los derechos humanos.


sábado, 29 de noviembre de 2025

CHILE ANTE UN GIRO COPERNICANO

Yo conservaba desde 1990, aproximadamente, las circulares de 1973 y 1974 del presidente de la Junta Militar, Augusto Pinochet, a "todas las unidades". Tengo los originales. Pueden ser sometidos a la prueba del Carbono 14 para verificar su antigüedad.

Fueron enviadas a "todas las unidades" de las Fuerzas Armadas y Carabineros entre 1973 y 1974. 

¿Y qué decían esas circulares? Ordenaban a todas esas reparticiones respetar los derechos humanos de las personas interrogadas o detenidas y tratarlas bien, para evitar que después divulgaran una versión negativa de los interrogatorios a que habían sido sometidas.

Es decir, presentan al entonces presidente de la Junta, Augusto Pinochet, como preocupado de defender los derechos humanos de las personas.

Pero ¿cuál es la imagen que tienen el país y el mundo acerca de Augusto Pinochet? Es la del más famoso "violador de derechos humanos". Esa versión la sembraron en el país el presidente Patricio Aylwin II y su "Comisión Nacional por la Paz y la Reconciliación". 

Con lágrimas en los ojos Aylwin II denunció urbi et orbi, ante el país y el mundo, las violaciones de los derechos humanos cometidas por Pinochet y la Junta. Y el país y el mundo "compraron" esa versión. Hasta hoy.

Pero había existido otro individuo, llamado Patricio Aylwin I, que había dicho todo lo contrario que Aylwin II, que había defendido a Pinochet y la Junta de esas acusaciones y los había declarado "salvadores de Chile", en cuya tarea lo ayudó su correligionario Eduardo Frei Montalva, quien declaraba en el ABC de Madrid, en octubre de 1973: "¡Los militares han salvado a Chile!".

Reitero: al leer aquellos instructivos de Pinochet a "todas las unidades" quedaba claro que ordenaba respetar los derechos humanos de las personas,  y además les exigía tener una lista de lugares de detención autorizados por el ministerio del Interior. Y afirmaba que no podía haber otros. Incluía en el envío de ese instructivo a los Servicios de Inteligencia.

Es decir, lo que Pinochet había realmente propiciado, la defensa de los derechos humanos, era lo contrario de lo que el país y el mundo proclamaban que él había promovido: la violación de los derechos humanos.

¿Qué van a hacer ante esta evidencia nueva el país y el mundo? Ello debería ser noticia en todas partes donde hablaban de las violaciones de los derechos humanos. ¡Pinochet era todo lo contrario: un defensor de los derechos humanos!

¿Y qué vamos a hacer en Chile ante esta antigua-nueva verdad, que consta de documentos auténticos de la época, susceptibles de ser periciados? Los tengo todos en mi poder. Los he reproducido en este blog.

La verdad es que se ha producido un "giro copernicano". Deberá "quemarse lo que ayer se adoró y adorarse lo que ayer se quemó". ¿Qué estadista chileno "viajará a Canossa" a pedirles perdón a los partidarios de Pinochet por tamaña injusticia cometida con él? ¿Quién tendrá la misión de revelarle al mundo la verdad, que el mundo, por supuesto, se resistirá a creer, pero al fin deberá aceptar? Pues Augusto Pinochet fue, comprobadamente, un defensor de los derechos humanos de sus adversarios. Consta así en los documentos.

Con esto se viene abajo el cometido de la "Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, mejor conocida como "Comisión Rettig". 

¿Cómo va a informar de estas novedades El Mercurio, en cuyo primer editorial del 1ª de julio de 2012 se decía textualmente: "el Gobierno Militar cometió las violaciones a los derechos humanos que el Informe Rettig estableció como verdad consensuada"? ¿O El Mercurio no dirá nada, aferrándose a su motto, "lo que no aparece en El Mercurio no sucedió"? 

¿O pedirá perdón a sus lectores, al Gobierno Militar y a sus defensores?

"Se vienen abajo" Aylwin II, el Informe Rettig y todas las multimillonarias compensaciones dispuestas desde entonces a favor de las "víctimas de agentes del Estado" que no fueron tales, pues el Estado les había ordenado no hacer lo que hicieron. ¿Qué ira a decir el entonces Comandante en Jefe que el 10 de diciembre de 2004 apareció en el mismo diario "confesando" que el Ejército asumía su responsabilidad por "todos los hechos punibles y moralmente reprochables del pasado"?

Es "la gran caída" de Aylwin II, del Informe Rettig y sus panegiristas, como Ricardo Lagos, que sostenía que debería enseñarse en los colegios. respaldado en eso por el senador de RN, Andrés Allamand. ¿Qué puede hacer Chile ante semejante derrumbe general de sus "verdades oficiales", que no eran sino viles mentiras repetidas a lo largo de 34 años?

Estoy disponible para recibir toda clase de excusas y explicaciones.