Un amigo me
pregunta si estoy preparado para el nuevo gobierno.
--Por
supuesto— le respondo –Voy a estar en la oposición de derecha.
--Pero cómo—
me replica –si el gabinete es lo más de derecha que podrías haberte imaginado
¿cómo vas a ser oposición?
--Porque el
Presidente no es de derecha. Acuérdate que de las primeras cosas que hizo en su
anterior administración fue subir los impuestos. Un gobernante de derecha no
haría eso. Yo estoy seguro de que Felipe Larraín no los habría subido, pero a
Piñera se le ocurrió y lo hizo, sobre todo el royalty, que es el preferido de
los comunistas, a los cuales siempre buscará satisfacer. Acuérdate que proclamó
a Volodia como “un grande de la historia de Chile”, le pagó el tratamiento a la
Gladys Marín, declaró que Pinochet había sido peor que Allende, hizo guardia de
honor ante el féretro de Hugo Chávez, persiguió a los militares que nos libraron
del comunismo…
--Para,
para, por favor… Mira, la gente votó por él para que no siguiera habiendo un
gobierno que nos llevaba al comunismo, no puedes decir que favorecerá a los
comunistas.
--No, claro,
no es comunista de alma, como Bachelet 2.0, admiradora de la RDA, que hace unos
días se vistió de vietnamita para el cincuentenario de la invasión de Viet Nam
del Sur por Viet Nam del Norte y que se dio un gustazo yendo a Cuba como
bajativo de su gobierno, no. Piñera es capitalista, pero es DC de alma y, como
tal, hace cosas que les gustan a los comunistas, como perseguir a los
militares, por ejemplo, o convidar a los diputados rojos a La Moneda o a sus viajes al exterior
en primera clase, cosa que siempre agradecen. Hasta al confeso Teillier lo
convidó. Eso lo va seguir haciendo, y tiene margen, porque a los militares puedes
perseguirlos todo lo que quieras y no los defiende casi nadie (o sea, sólo unos
pocos amigos y yo, que soy lo mismo que nadie) y los comunistas quedan
contentos. Eso se lo enseñó Aylwin a Piñera. ¿Te acuerdas cuando Aylwin en el
Estadio Nacional, al asumir en 1990, dijo que debía haber reconciliación con
los militares y los comunistas le prodigaron una enorme rechifla? Bueno, ahí mismo
Aylwin se arrepintió y aprendió que a los militares había que perseguirlos o si
no los comunistas le iban a hacer la vida imposible. Y eso también lo aprendió
Piñera en 2011, cuando el movimiento “noble, grande, hermoso”, según él, llenó
las calles para sacarlo del poder y entonces él se dedicó a perseguir
militares, subir por segunda vez los impuestos, crear más ministerios y
perseguir el lucro en la educación y así neutralizar a los comunistas, cosa que
consiguió. Piñera es un DC de alma, es decir, ha hecho lo que agrada a los comunistas y
lo va a volver a hacer.
--No creo,
sus ministros de derecha no se lo van a permitir.
--¿Qué no se
lo van a permitir? El ministro que lo intente se va. Arturo Fontaine Aldunate
decía que nunca había conocido a un ministro que se hubiera ido porque
quisiera. Eso siempre ha sido así. Los Presidentes hacen lo que quieren y los
ministros siempre les tienen que encontrar la razón o si no se van, pero nunca
quieren irse.
--Entonces
¿vas a ser de oposición?
--Sí, de derecha.
--Pero si la gente de derecha
está cuadrada con Piñera.
--Yo voy donde señalan mis
principios, no donde va la gente.
--Entonces te vas a quedar
solo.
--Más vale solo que...