jueves, 26 de mayo de 2011

Lo Que la Carmen le Dijo a la Evelyn

Cuando la ministra del Trabajo fue a Estados Unidos hace poco, participó en un seminario en el BID, donde la jefa de la unidad de mercados laborales de esa institución, Carmen Pagés-Serra, les dijo a aquélla y a los economistas y parlamentarios que la acompañaron (traduzco) que en Chile debían hacer todo lo contrario de lo que están haciendo en materia laboral.
Dije "traduzco" porque Carmen fue muy diplomática y dio su opinión de manera elíptica. Por ejemplo, señaló: "Los temas no son sencillos; implican hacer cambios en aspectos que pueden ser contenciosos, pero es un momento clave en la historia del país".
¿Qué quiso decir? Que la Evelyn debe hacer todo lo contrario de lo que está haciendo, es decir, en lugar de complacer a Arturo Martínez y sus similares, y amenazar a los empresarios, debe prepararse para enfrentar a Martínez y permitir a los empresarios aumentar su productividad, lo que es lo mismo que decir que debe disminuírse el precio de contratar trabajadores.
Pues Carmen añadió una cosa muy notable: si en Chile la participación de la población en el mercado del trabajo fuera la misma que en EE. UU., el ingreso chileno aumentaría en 16 %. Es decir, daría un salto de crecimiento equivalente al de tres años, al ritmo registrado en 2010.
Para que la participación en el mercado del trabajo sea la misma que en EE.UU. se requiere que más jóvenes y mujeres entren a trabajar, pues entre ellos están las tasas más altas de desocupación. ¿Por qué no lo hacen? Porque en Chile no hay libertad de trabajo, pese a que la Constitución la garantiza. Y no la hay porque los jóvenes pobres y las mujeres de menor educación, unos y otras pertenecientes a grupos de escasa productividad, no encuentran empleo, debido a que la legislación de salarios mínimnos, indemnizaciones por años de servicio, feriados irrenunciables, salas-cunas, pre y postnatal y fueros variados hacen que el costo mínimo de contratar a algún trabajador o trabajadora sea más alto que el aporte a la producción que él o ella son capaces de hacer. Luego, no están en el mercado del trabajo, no generan ingresos propios y el país crece un 16% menos de lo que podría hacerlo.
Los "aspectos contenciosos" a que se refiere Carmen están representados por la agitación política que habría si se permitiera al mercado del trabajo ser más libre y a las personas contratarse sin los condicionamientos que les ponen las leyes laborales y sindicales vigentes.
La desigualdad en Chile se explica en gran medida por la rigidez de la legislación laboral, previsional y sindical, pues las personas pobres tienen tasas de desempleo de dos dígitos (entre los pobladores de campamentos, jóvenes, sin educación, la tasa de desempleo supera el 40%, y si son mujeres sube más aún). En cambio, en el quintil de ingreso más alto hay pleno empleo. ¿Cómo no va a haber desigualdad si la legislación socialista lleva a que casi la mitad de los más pobres no encuentren trabajo y todos los ricos se regodeen con las oportunidades de trabajo que tienen?
Carmen Pagés-Serra ha dicho que, en estas condiciones, la economía chilena se está quedando sin motor que la impulse y, si alguna vez dejan de presentarse las condiciones externas tan favorables que tenemos hoy, con el cobre a más de 4 dólares por libra, nos vamos a quedar sin viento de cola y el estancamiento se va a notar más.
Traducción final de lo que Carmen le dijo a Evelyn: en lugar de perseguir a empresarios que contratan gente, para tener sonriente a Arturo Martínez, debería dedicarse a alentar a los mismos a contratar más, aunque se enoje el presidente de la CUT.
Porque si no, no hablemos de alternancia en el poder ni de nueva forma de gobernar, sino de más de lo mismo.

6 comentarios:

  1. Hay mucha gente convencida de que esas políticas anti-empleo son, en realidad, beneficiosas para los trabajadores. Pero los hechos, como Vd. dice, demuestran lo contrario de forma constante. Un 40% de desempleo es un dato que no debiera pasar desapercibido.

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  2. Matthei tiene un agravante. Ella sabe que sus políticas son malas, pero le garantizan cobertura positiva en los medios.

    Es una demagoga.

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  3. Michel Porter explica en su seminarrio que una de las causas de la desigualdad en Chile, y de la escasa productividad es que en Chile, es que la mayoria de los empleados chilenos no se merece el minimo que les pagan.
    Don hpda lo que usted llama complacer a martinez va enfocado hacia un ideal (la izquierda tambien tiene ideales) que es la negacion de la naturaleza en su sentido de que el fuerte siempre derrotara y humillara (si le divierte) a los debiles, desregulairizar es avalar eso, si no pregunte en Californa que ocurrio cuando ENRON logro desregularizar el mercado (escandalo enron esta en youtube)

    Mi opinion es: el estado liberal (asi como el de bienestar) son un fracaso por que contradicen el mismo principio del mismo estado liberal. En Chile SER pobre o no serlo depende en gran medida de las oprtunidades, de crearlas y sobre todo de aprovecharlas cuando se presentan, desde ahi se concibe el papel del estado en fomentar oportunidades, yo digo que el estado pierde el tiempo y al pais, por que en chile los pobres (y montones de los clase media) son incapaces de aprovechar oportunidades que casi vienen personalizadas. Por lo que generar oportunidades estas suelen ser aprovechaDAS POR DOS SEctores, los ricos (que si no tuvieran una excepcional capacidad de aprovechar oportunidades ya no serian ricos) y los sinverguenzas (que intentan vivir ahorrando la mayor cantidad de trabajo posible.)

    La solucion no es volver a la epoca de las fichas, donde se trabajaba por pan, que es lo natural que ocurra sin regulacion.

    La soucion Es erradicar este estado liberal por uno que oblige a los pobres y medios a mejorar y a competir por el bienestar de su nacion, un estado obsesionado con la educacion (y no con quitarse el cacho) y con el desarrollo y el empoderamiento (distinto de progreso, que significa vender la nacion abuen precio a las transnacionales). Por supuesto otorgando justa recompensa a su esfuerzo por la patria.

    Yo propongo, que el estado entre a competir con los privados en materia de educacion, mejore la infraestructura reuna buenos recursos humanos, y empiece a liberar la nacion empleando el deseo de esta de ser libre. (y por favor que pague mejores sueldos)

    Para esto debe emplearse a los pp para lo que sirven escuchar a la gente (y lo que menos hacen) y que dejen de andarse metiendo en lo que no saben,OCUPANDO CARGOS por su militancia en vez de por sus capacidades, dandoselas de tecnicos administrando empresas de forma ineficiente (Enap)

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  4. Todo esto lo sabe la Carmen, la Evelyn, Usted, Yo, lo saben todos. El problema es que si se toman medidas tendiente a que se acaben los pobres y los vagos que viven del Estado, que a su vez vive de los que trabajan, se le termina la plataforma electoral a la izquierda.
    Es cosa de sumar dos mas dos, si se terminan los pobres y los que viven a costa del Estado, se termina la izquierda, porque los quedan serian mayoritariamente de derecha. Es decir, la izquierda no se preocupa de los pobres, en realidad necesita que existan muchos pobres para seguir existiendo.
    Si alguno de ustedes fuera chancho, les gustaria que se acabara el afrecho?.

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  5. Hay una confusión en el tema de la "participación laboral". en primer lugar se requiere que los que están buscando trabajo, lo encuentren dentro de un plazo razonable. Muchos jóvenes y mujeres simplemente no están buscando trabajo. No hay nada de malo en que una mujer elija cuidar a sus propios hijos, al contrario, veríamos menos flaitaje por las calles, lo cual tiene que poder medirse en términos de rentabilidad social. Lo malo es que los sueldos de sus maridos sean rascas, pencas.

    El argumento de la productividad es bastante especioso, por decirlo de forma eufemística, ya que no es raro que haya gente muy bien remunerada en altos cargos ("alta productividad"), que solamente calienta el asiento y explota a un empleado de menor nivel y menor sueldo ("menor productividad") que termina haciendo finalmente la pega. Me parece que este argumento de la "productividad" no es más que un sofisma para justificar pitutos y mantener a sueldos de hambre a los trabajadores menos calificados, aunque no necesariamente "menos productivos". Me pregunto si existirá alguna medida numérica, concreta de la famosa "productividad". Cuál será la productividad de la señora heredera del directorio de una gran empresa familiar, que no se aparece en las sesiones sino para perder el tiempo de sus colegas? Según Porter, muy superior a la del vendedor de la tienda de la misma empresa, que se saca la cresta para lograr sus metas, a cambio de un ingreso ridículo (y con constante temor al despido). Cómo se ve eso en un CAPM?

    Finalmente, lo que se requiere no es que más mujeres entren a trabajar (y paguen más jardines infantiles y pediatras para tratar las infecciones resultantes) sino que los hombres de baja calificación que están cesantes, encuentren pega. Eso no se hace dejando chipe libre a la contratación de extranjeros ilegales. No me vengan con el argumento de que "hacen pegas que el chileno no quiere" porque he visto chilenos escarbando en la basura por comida. No estamos en Europa.

    En este caldo de cultivo, no es raro que existan y prosperen las ideas de izquierda más absurdas. Lo que me extraña es que en Europa, donde la relación entre el mejor y el peor sueldo es muchísimo menos que en EEUU o América Latina (los peores en distribución de riqueza del mundo), y la reciente URSS al lado, haya izquierdistas. Un misterio.

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  6. Nuevamente, un comentario reduccionista (todo obedece a un factor esencial, que son las regulaciones estatales) y sesgado (los salarios se relacionan sólo con la productividad de cada trabajador). A lo que agregamos el mito de que la baja productividad se debe esencialmente al desempeño del trabajador, dejando fuera elementos de diseño y estructura del sistema de trabajo, lo que incluye una serie de elementos que, naturalmente, involucran también al empleador.

    Sin embargo, leyendo a HPDA, da la impresión que los patrones hacen siempre bien las cosas, que sus decisiones obedecen a la más estricta racionalidad y que, invariablemente, es la contraparte (el trabajador o, en su defecto, el Estado) quien "falla". El empresario se transforma en una instancia superior y objetiva, por lo que no cabría nada que reprocharle. En cambio, cualquier acción del Estado es, en sí misma, criticable.

    Sin embargo, un estudio con relativo detalle de nuestra historia demuestra que las cosas no son tan simples. Por ejemplo, muchos se complacen de ver que las universidades y centros de estudios privados han aumentado en cantidad y cobertura de alumnos... ¡Pero omiten decir que, por lo mismo, muchos jóvenes no desean trabajar por los bajísimos sueldos que se pagan a la mayoría de los empleados! Entonces, hay que matizar...

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