El País Donde "Todos lo Hacen"

Es el comentario predominante de los lectores de mis últimos dos blogs. En Argentina, dicen, sólo se puede hacer negocios en esa forma. Luego, al parecer, todo está bien. Tal vez será por eso que no se informa mucho (mejor dicho, no se informa casi nada) del asunto en Chile. Es la moral ambiente. Al fin y al cabo, la mayoría de la gente votó sabiendo de antemano más o menos todo eso y no le importó.
Parecido criterio al que quiere imponerse en la elección de la ANFP. Hay un vicio que inhabilita al candidato a presidente de la lista triunfadora en esa elección. Pero la lista triunfadora dice que la misma inhabilidad afecta a otros dirigentes. Hasta la comisión "jurídica" (!) asesora del directorio de la ANFP opinó que no debía aplicarse la inhabilidad porque, de tanto trasgredir la norma que la establecía, había caído en desuso. Pero el dictamen de esa comisión no tenía fuerza obligatoria para el directorio, que confirmó la evidente inhabilidad. Ahora el asunto pasará al tribunal de honor. ¿Irá éste a decir, también, que como "todos lo hacen", violar los estatutos de la ANFP está permitido?
Y todo esto de una manera bastante flagrante, porque el artículo 164 letra i) de esos estatutos dice que no puede ser director ni presidir la ANFP quien haya celebrado por sí o entidades relacionadas contratos con ésta o algún club miembro.
Posiblemente consciente de esa disposición, el 5 de noviembre el candidato a presidirla, Jorge Segovia, escribió al secretario ejecutivo de la ANFP lo siguiente: "...hago presente a usted que ni yo personalmente, ni mi cónyuge, ni ningún pariente mío, ni ninguna sociedad o empresa en la que yo participe, ya sea como dueño o director, ha celebrado nunca un acto o contrato alguno con la Asociación ni con ninguno de los clubes asociados" ("El Mercurio", 26.11.10, Deportes 8).
Pero eso no era así, como lo probó una carta posterior, del 11 de noviembre del mismo señor Segovia al vicepresidente de la ANFP, en que "le hace saber" todo lo contrario, es decir, que "los actos y contratos celebrados entre el club Deportivo Unión Española y las sociedades relacionadas con el suscrito fueron conocidos y aprobados por la unanimidad del directorio".
¿Cómo podía ser eso, si él mismo había informado al secretario ejecutivo de la ANFP que no había celebrado ninguno de tales actos o contratos, y éste necesariamente tenía que habérselo comunicado al directorio?
Y luego, el 15 de noviembre, el mismo señor Segovia detalla, a petición de la comisión jurídica, la existencia de 21 contratos entre el club que él controla y la universidad que también controla. Los 21 contratos que, según su carta del 5 de noviembre, no había celebrado NUNCA.
Todo esto se publicó en la misma edición citada de "El Mercurio".
Entonces, en vista de todo lo anterior, la lista ganadora exige, en una inserción de prensa, que, EN NOMBRE DEL RESPETO A LOS ESTATUTOS, se acepte que el señor Segovia sea presidente de la ANFP.
¿Cómo puede aceptarse semejante situación de contradicciones y trasgresiones flagrantes? ¿Cómo puede concebirse que una "comisión jurídica", por cuatro votos contra tres, dictamine que no hay irregularidad en todo aquello y que el señor Segovia está habilitado para presidir la ANFP?
En todo esto el único acto serio ha sido la decisión del directorio saliente de la ANFP de declarar la inhabilidad del señor Segovia. Cualquier otra determinación habría sido inaceptable. Salvo bajo el nuevo predicamento de que "todos lo hacen" y, por lo tanto, está bien.
Si Chile ha pasado a estar presidido por ese criterio, entonces quedan explicadas muchas situaciones y muchos silencios y omisiones actuales.
Pues si bien en el país de antes sucedían muchas cosas indeseables, había, por lo menos, conciencia de que estaban mal y ello se decía y publicaba. Ahora parece que no. Si "todos lo hacen", entonces está bien.
Tal vez eso sea lo que se ha dado últimamente en llamar orgullosamente "the Chilean way".