domingo, 1 de octubre de 2023

Seis Errores No Forzados y Un Tiro Ganador

Cuando tenía el mundo a sus pies como "duro de derecha", que es lo que pide el país hoy, José Antonio decidió darse vuelta la chaqueta, pasándose al bando de un "Apruebo" en decadencia. Lo anunció en entrevista al Wall Street Journal, lo ratificó acá y cayó más de diez puntos en la carrera presidencial, la cual pasó a encabezar Evelyn Matthei. Primer error no forzado.

Segundo error no forzado: asociarse a un contubernio Boric-Piñera que patrocina un proceso constituyente doblemente inconstitucional y nulo. El 7 de enero el profesor y miembro del Tribunal Constitucional, José Ignacio Vásquez, lo había advertido en El Mercurio. No le hicieron caso, porque tenían suficientes parlamentarios para hacer la trampa. Pero la gente, que no es tonta, se dio cuenta y a la primera elección que hubo, favoreció al partido de Kast (éste todavía con la chaqueta sin virar) y le dio una paliza al contubernio de Boric y Piñera.

Tercer error no forzado, asociarse con los dos políticos más desprestigiados del país, los nombrados Gabriel Boric y Sebastián Piñera. Ambos con prontuario amplio y conocido. Se contaminó. "Es igual a ellos", se dijo la gente.

Cuarto error no forzado: hacer lo contrario de lo que le pide su electorado. El 7 de mayo éste colmó de votos a los Republicanos, por ser los únicos en oponerse al artificial segundo proceso, que es inconstitucional. Kast decidió treparse al escenario donde por ningún motivo había que estar.

Quinto error no forzado: desechar de antemano la oportunidad de poner término anticipado al proceso caro, inútil y viciado. Kast ha anunciado que sus 22 consejeros no votarán contra el texto que despache el Consejo. ¿Cómo lo sabe? Es prerrogativa de cada uno. Sobre todo que para eso, votar en contra, los eligieron los ciudadanos, en la única oportunidad que el contubernio Piñera-Boric les dio de pronunciarse. Con todo, si el voto va a ser secreto (como debería serlo), no sólo ellos sino otros de derecha de Chile Vamos podrán votar en conciencia y En Contra, ratificando la Constitución actual. Y "aquí no ha pasado nada". 

Sería lo mejor para Chile. Y les advierto, si no lo hacen los consejeros, lo hará después el pueblo el 17 de diciembre, en el plebiscito. Claro, se habrá perdido más tiempo y dinero que el 7 de noviembre.

Es preciso reconocer que José Antonio también ha acertado tiros ganadores, como son las propuestas de derecha en el Consejo Constitucional. Son medidas justas y convenientes, que deberán quedar para mejor ocasión. Pero, entretanto, ellas aseguran algo bueno desde ya, al suscitar el voto En Contra de comunistas y afines.

En fin, constantemente José Antonio comete todavía otro error no forzado, el sexto: repetir, junto al coro de los políticos profesionales, que "existe un problema constitucional y hay que cerrarlo", cuando no lo hay. Nunca, en ninguna encuesta, el tema de una nueva Constitución ha conseguido más de 3 % de menciones. Y en la última CEP ni siquiera obtuvo 1 %. No quedó entre las 16 materias que interesan a la gente. No es tema para la ciudadanía. ¿Por qué repiten ese lugar común los políticos, sin ningún fundamento? 

El tema ni siquiera fue mencionado por los revolucionarios del 2019. Sólo lo sacó a colación Sebastián Piñera para salvarse él, ofreciendo una "joya de la corona" que no le pedían. Era la misma y acostumbrada revolución comunista que habían confrontado casi todos sus antecesores y que cada uno de ellos había derrotado aplicando la ley y usando la fuerza pública, ninguna de cuyas cosas Piñera fue capaz de hacer. 

Así, finalmente recordaremos este segundo proceso con la misma sorna que al primero.

jueves, 28 de septiembre de 2023

El Diablo Está en los Detalles

Me acabo de "enterar por la prensa" de que el art. 91 del Reglamento del actual segundo proceso constituyente ordena que el texto redactado por el Consejo sea aprobado por los 3/5 de los votos. En caso contrario no habrá nueva Constitución ni plebiscito el 17 de diciembre. 

El Reglamento era sólo un detalle. Se confirma que "el Diablo está en los detalles".

Los Republicanos se opusieron a una nueva Constitución. Y sin sus votos no habrá nueva Carta. 

Es una "noticia-bomba", de primera página. Por supuesto, no ha salido en primera página. La prensa de la corriente dominante, partidaria y creadora del artificial segundo proceso, seguro desearía que tal noticia no existiera. Pero existe y al menos la publicaron en la crónica. Así y todo, estalló como una bomba.

Pues si los Republicanos tienen 22 de los 50 consejeros y los 3/5 para aprobar un texto requieren 30, ellos están en condiciones de poner término a este proceso inconstitucional, espurio e impopular, al cual se opusieron antes de la elección del 7 de mayo. 

Justamente por eso, porque la ciudadanía mayoritaria tampoco quería otro proceso, obtuvieron un sorprendente 35 % de los votos, erigiéndose en el primer partido del país y cuadruplicando a los que le siguen de más cerca

Si los Republicanos cumplen su promesa de oponerse a una nueva Constitución, como deberían hacerlo, no habrá texto constitucional propuesto ni plebiscito. Con mayor razón si se les añaden algunos o todos los votos de derecha de Chile Vamos. El proceso espurio y nulo (de nulidad de derecho público) se habrá terminado, Y con ello cesará la incertidumbre constitucional actual.

Es lo que se espera de los consejeros de derecha. Si no están a la altura requerida yo, al menos, jamás volveré a votar por Republicanos. Y espero que la mayoría ciudadana tampoco. 

En tal caso deberá insistirse en que se funde un verdadero partido de derecha, que reconozca el legado del gobierno militar, reivindique la verdad histórica y constituya la real vanguardia intransigente, no entreguista y no repetidora de consignas de la izquierda que necesita el espectro político chileno.

martes, 26 de septiembre de 2023

¿Pedirá Perdón la Iglesia?

Hoy el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, escribe en El Mercurio otro vitriólico artículo contra el Gobierno Militar --una reciente carta suya al mismo diario había llamado la atención por su parecido tenor-- ahora a propósito de la creación, hace 50 años, del Comité Pro-paz del Arzobispado de Santiago. Pronto dicho órgano se transformaría en la Vicaría de la Solidaridad y operaría como un brazo logístico del terrorismo marxista en Chile. Cuando se fundó el 26 de septiembre de 1973 ese flagelo estaba en su apogeo, como que 84 uniformados murieron víctimas de él antes de terminar dicho año.

Hace poco el mismo Sánchez presidió y facilitó, en el aula magna de su universidad, la presentación del injurioso y falso libro "Un Ejército de Todos", del excomandante en jefe Ricardo Martínez, dedicado a denostar a su antecesor, general Augusto Pinochet e inventarle supuestas "estrategias asesinas" por completo inexistentes. Poco antes el Ejército lo había removido de su página web, donde Martínez lo había incorporado antes de cumplir su período. Por suerte la falsía del libro es muy fácil de demostrar, y yo lo he hecho en este blog.

El Jefe del Archivo de la Vicaría era José Manuel Parada, personero comunista que en ella operaba como reclutador de guerrilleros para el FPMR, como informó El Mercurio de 18 de agosto de 1986, citando el caso de Alfredo Malbrich Labra. Éste, tras ser detenido en desórdenes en 1979 y liberado gracias a la Vicaría, declaró haber ingresado al FPMR a instancias de Parada, a quien conoció justamente allí.

El 25 de abril de 1986 el FPMR tendió una celada asesina contra Carabineros, llamándolos a raíz de un falso asalto a la Panadería Lautaro, de La Cisterna. Al acudir el furgón policial fue recibido a balazos por un comando del FPMR, que dio muerte al joven carabinero Miguel Ángel Vásquez Tobar. Otros carabineros respondieron el fuego e hirieron al frentista Hugo Gómez Peña. Éste fue atendido en una clínica por un médico de la Vicaría y defendido por un abogado de ésta. El vicario, monseñor Sergio Valech, requerido por el ministro en visita que conoció del atentado, se negó a entregar las fichas de atenciones médicas a terroristas, pagadas por la Vicaría. En cualquier otro caso esa negativa habría acarreado un procesamiento por obstrucción a la justicia, pero no tuvo consecuencias para monseñor Valech.

Éste después fue "premiado" por Ricardo Lagos con la presidencia de la comisión más escandalosa de todas las discurridas bajo la Concertación en beneficio del terrorismo, la llamada "de Prisión Política y Tortura" o "Comisión Valech". Pues condujo a darles pensiones de por vida a 28 mil personas interrogadas por sus nexos con el terrorismo de extrema izquierda antes de 1990. No se sabe de otro país en que exista ese galardón económico como premio para los sospechosos de terrorismo.

Ls Iglesia nunca ha pedido perdón por haber patrocinado un verdadero brazo logístico del FPMR y del MIR, facilitándoles la comisión de sus atentados. Con razón Su Santidad Juan Pablo II, cuando vino a Chile en 1987, habiendo sido bien informado por su compatriota residente acá, monseñor Bruno Richlovski, se negó a ingresar al recinto de la Vicaría en su visita al Arzobispado, lo que provocó la airada crítica marxista.

Es una lástima, aunque a nadie sorprende, que el rector Sánchez elogie la creación de un ente colaborador de la violencia política armada, por cuyas actuaciones la Iglesia más bien debería pedir perdón al país.

domingo, 24 de septiembre de 2023

Boric y Pinochet

El peor presidente, Boric, odia al mejor, Pinochet, y por eso lo denigra. Pues tras hablar ante tribunas vacías en la ONU (se vaciaron al verlo subir a él), y en vista de que ninguna autoridad norteamericana quiso recibirlo, viajó a Washington para culpar a Pinochet del atentado contra Orlando Letelier, sin considerar que el hijo de éste, Juan Pablo, en El Mercurio del 4 de junio de 1995 declaró: "...lo que he dicho una y otra vez, porque me enseñaron a hablar con la verdad, es que no hay ninguna evidencia que fluya del proceso de miles de fojas, que permita sostener que hay participación del Ejército en el asesinato de Orlando Letelier".

En efecto, está históricamente comprobada la inocencia de Pinochet en ése y otros crímenes cometidos por Townley (Prats, Leighton, Letelier y (frustrado) Altamirano). Pero Boric, como le sucede con casi todo, lo ignora. 

Por el momento aspira a que, en vez de la Constitución de Pinochet, haya una con su nombre. El país nunca ha necesitado una nueva Constitución, porque bajo la actual ha conseguido los mejores logros de su historia. Pero Piñera, que nunca ha pensado en nada que no sea sí mismo, soñaba con una nueva con su nombre y regaló la actual a los perpetradores de la acostumbrada revolución comunista que le hicieron. Pero terminó su gobierno sin verla consagrada. Y cuando Boric la sometió a plebiscito, el 62 % la rechazó. 

Entonces Boric pactó con Piñera ("Acuerdo por Chile" entre dos políticos muy impopulares) hacer otro intento. Hoy El Mercurio dice que el 41 % de los ciudadanos se inclina por rechazarlo y el 12 % por aprobarlo, en el plebiscito contemplado para el 17 de diciembre. Es que el pueblo no quiere otra Constitución. En la última encuesta CEP ni siquiera fue mencionada entre las 16 mayores inquietudes ciudadanas y no alcanzó el 1 % de menciones. 

Pero las muy minoritarias élites habladoras (ver a Daniel Mansuy en El Mercurio de hoy) dicen que "tenemos y seguimos teniendo un problema constitucional". ¿Cuál? El de cuatro gatos que no llegan al 1 %.      

El único y mayor problema de Chile se llama Gabriel Boric. La solución está en el art. 53 N° 7 de la Constitución de Pinochet, que da al Senado la atribución de declarar la incapacidad mental del presidente, que ahora es real y como consecuencia de la cual está destruyendo las bases del progreso nacional.

La oposición tiene 25 votos en el Senado, la mitad. De modo que bastaría un intervalo lúcido de un solo senador de gobierno para que en diciembre, junto con desecharse el proyecto que ni siquiera el 1 % desea, pudiéramos estar eligiendo un nuevo presidente que reencamine a Chile por la senda de progreso y paz interna en que lo dejó Pinochet. 

Cosa que, a simple vista, la mayoría del pueblo anhela ya con desesperación.

viernes, 22 de septiembre de 2023

El Ejército de Nadie

Eso de un "Ejército de Todos" es una declaración de rendición y una cobardía, además de una tontera. En el fondo es la fórmula para disfrazar la falta de coraje para enfrentar las funas comunistas. Una manera de "quedar bien con ellos", es decir, de entregarse, traicionando la memoria del que salvó al país de ellos y que nunca se entregó. Y como los comunistas son los únicos que funan a los militares, el que llaman "Ejército de Todos" sólo viene siendo el que confiesa rendirse ante ellos. 

¿Y cómo va a ser "de todos"? ¿Va a ser también de los que quieren reemplazarlo por una milicia popular; o de Boric, que sueña con "orinar en un casco militar"? El Ejército nunca puede ser "de todos". Es simplemente "de Chile", donde la mayoría manda, gracias a su Ejército y demás ramas uniformadas que impidieron que se extinguiera la democracia y la restablecieron en plenitud.

¿La señora de uno también va a ser "La Mujer de Todos"? Habría que ser muy imbécil, tanto como los que pretenden redactar "la Constitución de Todos"? ¿Cómo va a haber una "Constitución de Todos", si algunos son partidarios de la propiedad privada y otros prefieren la del Estado (que manejan ellos, por supuesto)? La Constitución es la que la mayoría quiere y no existe ni puede haber la que todos quieren. Y esa mayoría (no "todos") se ha expresado en 1980 (67%), 1989 (91,25%), 2005 (unanimidad parlamentaria), 2022 (62 %)

En democracia el Ejército es de la patria y la patria es lo que la mayoría quiere, expresado en la Constitución respaldada por la mayoría del pueblo, titular de la potestad constituyente. Voluntad que es muy distinta de la del contubernio Piñera-Boric que ha emprendido un segundo proceso constituyente doblemente inconstitucional, inmoral y nulo de derecho público. Hasta ahora siempre la mayoría ha querido que Chile sea "uno, grande y libre" y lo ratificará el 17 de diciembre, castigando al contubernio.

Por eso la Constitución nunca puede, tampoco, ser "la Constitución de Todos". En democracia es la de "los más". Nunca los representará a todos. Ninguna Constitución puede representar a la vez a los partidarios de la libertad personal, la propiedad privada y el pluripartidismo y a los de la dictadura del proletariado, el partido único y la propiedad estatal de los medios de producción. 

Y en democracia el Ejército es de Chile y Chile es lo que la mayoría quiere. La Constitución es la que la mayoría respalda en un plebiscito. Y la señora es de uno y no de todos. "Lo que todos quieren" es un ente que no existe. Si el "Ejército de Todos" es el que no es funado por los comunistas, querría decir que ha sido vencido. Y nos gusta decir que no ha sido jamás vencido.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Maniobra Publicitaria Exitosa

En mi calidad de abogado defensor autodesignado del Gobierno Militar y ante el Plan de Búsqueda de más de 1.400 personas supuestamente detenidas y desaparecidas bajo él, publicitado por el gobierno de Boric, advierto de partida una cosa: que sólo 651 de esas supuestas desapariciones fueron denunciadas antes del 11 de marzo de 1990, fecha de término del Gobierno Militar, y el total de ellas fue explicado, señalando en cada caso el paradero respectivo. Mal puede dicho régimen defenderse de situaciones creadas o denunciadas después de su término, sobre todo habiendo un incentivo monetario de por medio.

El número de 651 detenidos desaparecidos durante el régimen militar se obtuvo gracias a la diligencia de la intelectual francesa Suzanne Lanbin, que era partidaria suya y escribió el libro "Chile: el Crimen de Resistir", en cuya página 243 refiere que, al leer denuncias de que había 15 mil detenidos desaparecidos en Chile, viajó acá y comprobó en la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado que los casos eran 651, si bien en los libros de dicha Vicaría hasta 1990 había sólo 574.

Todos los casos posteriores fueron recién denunciados bajo gobiernos de la Concertación: la Comisión Rettig dijo en 1991 que eran 979 y posteriores comisiones hicieron subir el número a 1.102. Explicable aumento a raíz de la perspectiva de compensaciones pecuniarias ofrecidas bajo Aylwin II. 

Pero el Gobierno Militar sólo tiene que explicar los casos denunciados durante él. Y quien fuera director de la DINA, el general Manuel Contreras, lo hizo en los 90: publicó el libro "La Verdad Histórica II: *¿Desaparecidos?", Editorial Encina, Santiago, 2001. El detalle de los paraderos de las personas es el siguiente:

1) Restos en el Instituto Médico Legal 96
2) Restos en patios 9,12, 25,26,27,28 y 29 del Cementerio General 113           
3) Exhumados en la Cuesta Barriga y lanzados al mar 153
4) Muertos en combate y lanzados al mar por la DINA  174
5) Personas sin existencia legal según el Registro Civil 26
6) Personas que pasaron a Argentina según Extranjería 56
7) Personas que viajaron a otro destinos según Extranjería 33
Total 651

Hubo una persona desaparecida que motivó la película "Missing" ("Desaparecido") del comunista griego Costa Gavras. Era el norteamericano Charles Horman, que vivía en el Cordón Cerrillos, ente guerrillero formado bajo la UP. Como la embajada norteamericana requirió al Gobierno Militar encontrarlo, el canciller de éste, almirante Carvajal, comisionó a un agente de inteligencia, Rafael González Berdugo, que lo encontrara, en marzo de 1974. Fue al Instituto Médico Legal y ahí se le informó que los restos de Horman, recogidos de la calle, habían sido enviados al Cementerio General. Fue entonces allá y se le indicó que estaban en un patio de los antes enumerados. Ubicó el cadáver y se lo entregó a la embajada norteamericana. Si hubiera habido alguien que hiciera la misma diligencia respecto de todos, hoy no habría detenidos desaparecidos bajo el Gobierno Militar. Pero nadie lo hizo durante él ni en 50 años hasta hoy.

No obstante, el tema le sirve al gobierno actual como distractivo publicitario en medio de la ruina en que tiene al país y ha tenido éxito, porque el New York Times lo ha destacado con grandes titulares, el arzobispo Celestino Aós lo ha elogiado en el Te Deum y los chilenos creen que es una gran iniciativa de Boric. Pero se van a encontrar con algo que yo ya expuse en mis libros "Terapia para Cerebros Lavados", p. 245 y sigtes. e "Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990", págs. 596 y siguientes: que el número de paraderos averiguados es mayor que el de supuestos desaparecidos, y sin contar seis que han ido diciendo "presente, estoy vivo" a lo largo de los años.

Es decir, el problema real no existe y sólo se trata de una hábil maniobra publicitaria.
                                                                                                                                                                            
                                              

viernes, 15 de septiembre de 2023

La Verdad y sus Adversarios

Por suerte los adversarios de la verdad no son muy listos. Por supuesto, si lo fueran serían sus partidarios. Uno, el excomandante en jefe del Ejército Ricardo Martínez, ha escrito un libro lleno de errores, sosteniendo que en 1973 el general Arellano, delegado de Pinochet, cumplía órdenes de éste de matar gente de izquierda y culpar a los comandantes de regimientos locales. 

Es lo que El Mercurio denomina "tesis de cadena de mando expuesta por el general (r) Martínez", 13.09.23, p. C3. En una entrevista a quien, en 1973, era el subteniente Waldo Ojeda Torrent, de tres cuartos de página, dicho oficial (r) condenado por 13 muertes acaecidas en Copiapó en la madrugada del 16 de octubre de 1973, y a quien el titular del diario asocia a la tesis de Martínez, afirma: "El mando militar... nos obligó a obedecer sin más alternativa que el costo de nuestra propia vida". Antes había declarado: "Luego de una secreta y hermética reunión que tuvo solo el Comandante del Regimiento con quien sorpresivamente llegó esa tarde en calidad de general delegado del Comandante en Jefe y Presidente de la Junta de Gobierno, la primera orden dada a estos subtenientes fue ser centinelas para el traslado de detenidos de una cárcel a otra". Pero eso no fue así, para mala suerte de la tesis de la "cadena de mando", el general delegado del Comandante en Jefe y Presidente de la Junta de Gobierno, Sergio Arellano, no estaba en Copiapó cuando ocurrieron el traslado de detenidos y las ejecuciones, que tuvieron lugar en la noche del 15 al 16 de octubre, cuando la comitiva de Arellano no había salido de Santiago.

Resumen de la verdad de los hechos: un viejo marxista, preso en Copiapó junto con otros más jóvenes, que se habían rendido tras un combate en Las Diucas, le había expresado su temor a su abogado, Daniel Rojas Hidalgo, porque los otros reos tenían un plan de fuga. Rojas se lo comunicó al comandante del regimiento, Óscar Haag, y éste dispuso el traslado de los trece a La Serena, que tenía una cárcel mas segura. Fueron embarcados en un viejo camión del Ejército, que quedó en panne eléctrica en la cuesta Cardones, a la una de la madrugada del 16. El capitán a cargo del traslado, Patricio Díaz Araneda, refiere el desenlace así, en el oficio que presentó después de los hechos: 

"(d) En atención a la panne producida, el chofer, dos guardias y el suscrito procedimos a buscar el origen, dejando a cargo de los detenidos un guardia ubicado en la carrocería. (e) En un momento de descuido del guardia los detenidos procedieron a empujarlo fuera del camión, produciéndose con ello la fuga masiva de todos ellos. (f) En atención a ello y viendo que el alto dispuesto no produjo la reacción de los prófugos, hice un tiro de advertencia al aire y como ello tampoco diera resultado, ordené hacer fuego en contra de sus personas, produciéndose la muerte de los trece por efecto de los tiros".

Uno de los guardias del camión era el subteniente Waldo Ojeda Torrent, hoy preso político militar, entrevistado por El Mercurio. Era después de la una de la madrugada del 16 de octubre. Sólo en la tarde de ese día llegó a Copiapó la comitiva de Arellano. La autora de "Los Zarpazos del Puma", Patricia Verdugo, quiso inculpar a Arellano y Pinochet y por eso falsificó en su libro la fecha del oficio del capitán Patricio Díaz Araneda, cambiando "16" por "17". Pero tuvo mala suerte, porque en su mismo libro, páginas antes, reprodujo el oficio del comandante del regimiento al jefe del Cementerio local, con fecha 16 y pidiéndole sepulturas para los 13 muertos de la noche anterior. Es que "para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado".

Norma que han olvidado el preso político Waldo Ojeda, el general (r) Ricardo Martínez y el diario que da tanto espacio para promover la tesis de la "cadena de mando" y denigrar a Pinochet.