martes, 28 de noviembre de 2023

"¡Que se jodan!"

La prepotente frase de la franja del A Favor refleja bien el temperamento de quienes impusieron el segundo proceso constituyente. Pues para pasar sobre la Constitución, sin consultar la voluntad popular, es obvio que se dijeron "¡que se jodan, lo hacemos igual!"

Se han aferrado a una encuesta Cadem que hizo caer al En Contra y subir al A Favor, hasta reducir la diferencia a  ocho puntos: 56 % versus 48 %. La mala noticia para ellos fue que también salió una Black & White diciendo lo contrario: subió el En Contra dos puntos, a 58 %, y bajó el A Favor dos puntos, a 42 %. En el anterior plebiscito Cadem hizo lo mismo: le ¿dio? al gobierno una encuesta en que se estrechaba la diferencia entre Apruebo y Rechazo, sólo para que días después el resultado fuera 62 % vs. 38 %.

Por contraste con la insolencia del A Favor, los diez partidos de gobierno han sacado una declaración ponderada y objetiva. Cuando la leí (circuló sólo por whatsapp, pues El Mercurio citó un solo párrafo y La Tercera un poco más, pero ninguno la reprodujo) pensé que bien podría haberla escrito yo, con una salvedad, un ataque a las AFP. Pero el resto muy moderado: 

"Nuestro compromiso es abordar con mirada de país la situación de seguridad... resolver los problemas de migración irregular... acortar listas de espera e instalar servicios locales de educación... 

"No propiciaremos un nuevo proceso constitucional... somos enfáticos en reiterar que hoy no hay espacio para seguir discutiendo acerca de la Constitución... Desde ya reiteramos que nuestros votos no estarán disponibles para tener hoy otro proceso constitucional.

"La opción A Favor sólo genera incertidumbre, puesto que el texto del Consejo Constitucional mandata la creación de decenas de proyectos de ley, nuevos organismos que profundizan la burocracia estatal y, como han anticipado diversos juristas, genera un conflicto interpretativo que tardaremos décadas en corregir para dar mayor certeza jurídica a la inversión y tener las herramientas para enfrentar los temas que realmente le preocupan a Chile.

"Para cerrar este proceso y darle certezas a Chile la única opción razonable es el voto En Contra".

Esto es un milagro. Cuando la derecha entreguista pierde la razón y la que era no-entreguista se da vuelta la chaqueta y sale con un trampantojo (rector Peña dixit), la izquierda completa vuelve en sí, se pone a la derecha del espectro y sólo falta que proponga un monumento, una cuadra más abajo del de Allende, al ex Presidente Pinochet. 

Si esto no es un milagro de la Patrona de Chile ¿qué puede serlo?

lunes, 27 de noviembre de 2023

Lapsus Moral de la Chilenidad

El autor primigenio de este segundo proceso constituyente "inmoral, amoral, espurio y doblemente inconstitucional" (Rosa Angélica Sánchez dixit), el rector Carlos Peña, si bien arrepentido, se niega a decirnos cómo va a votar en el plebiscito (aunque lo dejó implícito en su columna del 20 de octubre: En Contra). 

Además, opina ayer en El Mercurio que dicho plebiscito pone al sufragante en la indeseable disyuntiva de tener que elegir entre lo "deplorable" y lo "peor".

Es que los autores del Acuerdo Piñera - Boric, es decir, los políticos de mayoría ("casta política"), creen que todo puede arreglarse siempre a su gusto. Pero se olvidaron de una cosa: que la mayoría del electorado es honrada. Tanto que, pudiendo eludir el pasaje de la locomoción con facilidad (muchos lo hacen y, desde luego, Boric siempre pasaba por debajo del torniquete, como quedó fotografiado), la mayoría paga, en  lugar de hacer lo mismo que Boric.

Los políticos cometieron el "error estratégico" de obligar a la mayoría apolítica y honrada a ir a votar, porque antes, con el voto voluntario, votaba poco más de la mitad de la gente, la más politizada (y menos honrada). Como la mayoría es honesta, vota en contra de los "trampantojos" (término usado por el rector Peña para describir la propuesta constitucional del contubernio Boric-Piñera-Kast y que significa "engaños").

La impresionante descripción del abogado Rodrigo Logan, en el programa Sin Filtros, del rosario de violaciones a la Constitución cometidas por parlamentarios, el Presidente de la República y el Contralor para "dejar pasar" el ilícito segundo proceso constituyente debería impresionar a la mayoría honrada del país. Su lógica es muy parecida a la de las grabaciones del trío Hermosilla-Sauer-Villalobos. O a la discusión sobre la calidad de los artículos que alguien ha robado, para saber si uno los compra o no. Uno no los compra porque son robados, no porque sean buenos o malos.

Por eso y por nada más la mayoría honesta y decente votará En Contra el 17 de diciembre y no pensará si el texto ilícito es "estupendo", "deplorable" o "peor". Y el país entero lamentará el dispendio, la pérdida y la inutilidad que ha acarreado este lapsus moral de la chilenidad.

viernes, 24 de noviembre de 2023

¡Viva la Libertad!

Milei demostró que si se defiende sin ambages la libertad, principio fundante de nuestro pensamiento, se puede ganar elecciones. En Chile las élites, que en teoría lo comparten, se asustan de que por eso las llamen "extremas" o las funen. Entonces se tornan "sensatas". Cuando un derechista se pone "sensato" es porque se está entregando a la izquierda.

Por miedo RN y la UDI se autodenominaron "centroderecha" y se alejaron de Pinochet, el que nos legó la libertad. Tanto que suprimieron de sus Declaraciones de Principios el reconocimiento al gobierno militar. Joaquín Lavín, Andrés Chadwick y Hernán Larraín se declararon "arrepentidos" y pidieron perdón. Allamand dijo que su político más admirado era Aylwin. Y apoyaron a Sebastián Piñera, DC  que trabajó en la precandidatura de Frei Ruiz-Tagle el '88 y '89 (eso me lo contó éste). Era del "no" el '80 y el '88 y hablaba contra las "desigualdades intolerables" mientras acumulaba tres mil millones de dólares. Nadie "les hizo más la pata" a los comunistas que Piñera en su gobierno, como buen Kerensky, y por eso la élite estaba encantada con él y lo reeligió. Era "sensato". 

Cuando los comunistas le hicieron su acostumbrada revolución se rindió y les entregó la Constitución en el "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución" que, paradójicamente, se negaron a firmar los propios comunistas (querían derrocarlo) y los republicanos (todavía eran contrarios a una nueva Constitución y no creían que coincidir con los comunistas lo hiciera a uno comunista, como nos dicen ahora.) 

Pero el pueblo rechazó el "mamarracho" y entonces la centroderecha "sensata", Chahuán y Macaya, fue a La Moneda a apaciguar a Boric y decirle "no te preocupes Gabriel, haremos otro proceso pero le vamos a poner "bordes". Habrá Constitución de Boric". Éste y Piñera hicieron el "Acuerdo por Chile" y, sin consultar al pueblo, cocinaron un "segundo proceso" doblemente inconstitucional. "Sensato".
 
El pueblo llenó de votos al único partido que no quería nueva Constitución, pero vino el "desfallecimiento" más inesperado: Kast se pasó al "Acuerdo Piñera-Boric". Entonces hicieron una nueva Constitución: mucho Estado para satisfacer a la izquierda, "bordes" para que ésta "no se arranque con los tarros" y, en definitiva, un dromedario, es decir, un camello dibujado por una comisión. Algunos caramelos para la derecha. Un "mamotreto" de 50 mil palabras versus las 27 mil de la del 80. "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". (Gracián.)

Pero ¡sorpresa! el pueblo es más honrado que los políticos. En su mayoría paga la locomoción y el metro, siendo fácil eludirlos.  Por eso votó masivamente por los republicanos para que no hicieran ilícitamente una nueva Constitución. Y sabe que este segundo proceso es tramposo. Por eso en todas las encuestas gana En Contra. El A Favor tiene la audacia de mostrar a Milei votándolo, cuando sus amigos Nicolás Márquez y Agustín Laje ya lo han puesto al día y no sólo apoya al En Contra sino que propicia un nuevo partido chileno, el Libertario, para ocupar el sitio que dejaron los Republicanos al renegar. 

Y por eso la Carta del 80, la de la libertad, va a prevalecer una vez más.

domingo, 19 de noviembre de 2023

50 Razones Para Votar En Contra

(1) Cuando un grupo parlamentario, dentro del acuerdo Boric-Piñera, decidió violar la Constitución y emprender un segundo proceso para una nueva Carta sin tener facultades para ello, manifesté mi opinión en contra. Basta leer el capítulo XV de la Constitución para convencerse de que no estaba permitido. La cátedra lo confirmó: "las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución" (J.I. Vásquez, El Mercurio, 17.01.23). Con eso me basta para votar En Contra y no necesito más. Por formación me aparto de las acciones ilícitas. De modo que aquí "me bajo de la micro" y los dejo a ustedes enterándose de las otras 49 razones que hay para votar como yo..
 (2) Debe votarse En Contra porque, en general, el proyecto aumenta el tamaño y poder del Estado en detrimento de la libertad personal. 
(3) Porque ofrece "almuerzos gratis" (derechos sociales) y todo el mundo sabe que alguien debe pagarlos, en este caso el contribuyente. Es decir, ofrece una dádiva (cohecho) y envuelve un engaño. 
(4) Porque esa gratuidad garantizada, cuando no todos la obtengan, (por falta de recursos) originará miles de juicios, lo que será más grave en la medida en que opera en Chile un activismo judicial de izquierda que frecuentemente desconoce el derecho y hasta se atreve a universalizar las sentencias (caso isapres), contraviniendo la ley.
(5) Porque ofrece instituir la paridad de género, con lo que desconoce la norma democrática de "una persona, un voto". 
(6) Porque reemplaza a la mejor y más ratificada y legitimada Constitución de nuestra historia, por otra ilegítima en su origen. 
(7) Porque se somete al mandato climático de la ONU, que ya nos ha hecho, aun sin estar ello ordenado en la Constitución, menos competitivos, en razón de que impone una matriz energética antieconómica. De ello deriva que ya tengamos la tercera energía industrial más cara del mundo. Mientras China e India han construido 97 generadoras a carbón más eficientes y económicas, Chile ha cerrado las que tenía,
(8) Porque demoraría hasta diez años de trastornos e incertidumbre implementar las leyes y reglamentos que demanda el proyecto, aparte de que deberían fundarse e instalarse los 10 nuevos grandes órganos estatales que contempla. 
(9) Porque instituye como grupos privilegiados a los indígenas supuestamente originarios, desconociendo la igualdad ante la ley y que en Chile no hay individuo, grupo ni raza privilegiados.. 
(10) Porque aborda como materia constitucional varios temas que son materia de ley común. 
(11) Porque no garantiza la igualdad electoral entre los ciudadanos independientes y los partidos políticos, impidiendo a los primeros formar listas y consagrando potestades sancionatorias contra ellos. 
(12) Porque discrimina al establecer una garantía estatal explícita para el ejercicio de sus derechos políticos en favor de las mujeres, no así de los varones.  
(13) Porque se redactó en sólo ocho meses y por agentes políticos en parte no elegidos por el pueblo; y, en el caso de los electos, porque la mayoría incumplió lo que, antes, había prometido al electorado, que fue oponerse a una nueva Constitución. La actual Constitución tomó más de seis años y se ocuparon en ella juristas destacados por sus méritos. 
(14) Porque la propuesta le resta autonomía al Banco Central, al obligarlo a considerar las políticas del gobierno. Crea un peligro inflacionario.
(15) Porque dispone que el Estado vele por la paridad de género en los cuerpos intermedios, impidiendo a éstos darse libremente la organización que deseen. 
(16) Porque no está fundada en la subsidiariedad estatal, que protege la libertad individual, sino en el crecimiento incesante del Estado a través de "derechos sociales progresivos" que implicarán la creación de más entes burocráticos. 
(17) Porque el electorado, en la única votación popular previa al plebiscito de salida, dio una amplia mayoría relativa al único partido, el Republicano, que se oponía a una nueva Constitución. Pero éste desconoció dicho mandato popular y, al contrario, contribuyó a redactar una propuesta de nueva Constitución. En demostración de protesta quienes votaron por ese partido y por esa razón deben votar En Contra. 
(18) Porque implementar una nueva Constitución distraerá a la autoridad pública de su principal deber de hoy, que es hacer respetar la Constitución y las leyes, amplia e impunemente violadas a diario, y restablecer el orden público combatiendo la delincuencia y el terrorismo. 
(19) Porque la tarea de controlar el contenido de la propuesta se la arrogaron los individuos y entes peor calificados (en el último lugar) por la opinión pública en todas las encuestas: los políticos y sus partidos. Es decir, los peores quieren determinar el destino de todos. 
(20) Porque sus redactores carecieron de libertad para escribirla, pues los partidos políticos, sin autorización de la ciudadanía, les fijaron límites o "bordes" no emanados de la ciudadanía, única titular del poder constituyente originario, que no fue consultada. 
(21) Porque este proceso, e incluso el primer plebiscito inicial del primer proceso, fueron realizados en medio de un clima de violencia extremista, lo que representó una fuerza capaz de viciar cualquier consentimiento o acuerdo que se haya extraído mediante ella. 
(22) Porque en los plebiscitos recientes y en éste se alteraron interesadamente el idioma y la sintaxis, con el fin de provocar un sesgo político. La alternativa natural y obvia a la consulta debió ser "Sí o "No" siempre, pero fue alterada para obtener o impedir determinado efecto político. Así, "Apruebo" y "Rechazo" en dos plebiscitos  y "A Favor" y "En Contra", en el próximo, ocultan reminiscencias naturales que deberían haber formado parte de la estructuración de la voluntad popular.
(23) Porque la redacción de la propuesta de 50 mil palabras es de inferior calidad, precisión y concisión que la de la Constitución de 27 mil palabras a la cual busca reemplazar. La calidad del trabajo de ocho meses de sujetos no preparados es inferior a la del esfuerzo de casi siete años de individuos especializados. 
(24) Porque es necesario votar En Contra del actual clima de anomia jurídica, bajo el cual amplios sectores de la ciudadanía carecen de la garantía de que las leyes se cumplan, dada la asiduidad con que se trasgreden por parte de los individuos y la propia autoridad ejecutiva, legislativa y judicial. Porque los tres poderes públicos actúan infringiendo frecuente e impunemente sus mandatos legales, en particular el Judicial. En Contra implica demandar que alguien ponga orden en Chile.
(25) Porque admite que el soft law internacional anexo a los tratados se añada a éstos para inhibir a las fuerzas del orden en su acción contra la subversión y la delincuencia, debilitando aún más la respuesta frente a la violencia revolucionaria.. 
(26) Porque la propuesta dificulta la declaración de incapacidad del Presidente de la República por la mayoría del Senado, autorizada por la Carta actual, aumentando el quórum exigido, que hoy es de la mitad más uno, a dos tercios. 
(27) Porque también dificulta la denuncia (derogación) de los tratados internacionales, que hoy puede hacer por sí solo el Presidente, y le añade la necesidad de un acuerdo parlamentario. 
(28) Porque este segundo proceso constituyente, de haber sido legítimo, habría debido originarse en un mensaje presidencial, en razón de que irroga gastos al erario, y en cambio se gestó por una moción parlamentaria, lo cual fue inconstitucional. 
(29) Porque expone más al país a un golpe militar, pues además de inconstitucional, este segundo proceso es nulo de derecho público, dado que nació de un acuerdo carente de valor legal entre parlamentarios que se arrogaron autoridad y derechos que no tenían y que el artículo 7° de la Constitución declara nulos. Eso introduce un factor de inestabilidad institucional, pues ¿alguien podría objetar a un militar que se tomara el poder alegando inconstitucionalidad por nulidad de lo obrado, e imponiendo por la fuerza un regreso a la constitucionalidad, cuando la violación de la Carta ha sido real? ("Doctrina Schneider"). 
(30) Porque suprime "la defensa de la Patria" como misión de las fuerzas armadas y de orden, siendo que de hecho e históricamente ésa ha sido su principal misión. 
(31) Porque autoriza a una ley simple para restringir los derechos y garantías individuales. Así, una mayoría parlamentaria ocasional podría restringir la libertad de expresión o el derecho de reunión, por ejemplo. 
(32) Porque sus disposiciones impiden dotar de mayores recursos a la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, dos de las mayores amenazas actuales y sindicados por las encuestas como el mayor problema nacional. Abogados sostienen que la propuesta da argumentos para declarar inconstitucionales ciertas acciones contra narcotraficantes. 
(33) Porque incentiva la formación de partidos políticos menores, aunque después les imponga exigencias de votación mínima. 
(34) Porque aumenta el número de las Constituciones chilenas, siendo que los países más civilizados son los que han tenido menos constituciones. Nos aleja del talante de país civilizado y nos acerca al de república bananera. 
(35) Porque la propuesta dificulta la presentación de acusaciones constitucionales contra los ministros de Estado. 
(36) Porque, según la presidenta del Consejo que redactó la propuesta, ésta sólo es para los "verdaderos chilenos" que votan A Favor, de modo que quienes no deseamos aprobarla, votando En Contra seríamos "falsos chilenos", contrariando la garantía de igualdad ante la ley y la de que nuestra nacionalidad es un sola.
(37) El móvil primario de la dictación del texto propuesto fue el de disuadir con él a quienes practicaban la violencia. Es decir, se cedió ante la fuerza ilícita, lo que acentúa su invalidez de origen, pues la fuerza es un vicio del consentimiento. 
(38) Porque el texto destierra y excluye el principio de que el ciudadano conduce al Estado, que está "al servicio de la persona humana", según la actual Constitución.. El Estado pasa a primar sobre el ciudadano. El pueblo dejaría de conducir nuestros destinos, que se entregarían al Estado.
(39) Porque los procesos constituyentes recientes ya han originado gastos por arriba de $150 mil millones, que irán a fondo perdido. Instalar una nueva Carta demandaría todavía mayores gastos, durante años. El país debe dejar de dilapidar recursos por darles en el gusto y fortalecer el patrimonio de los políticos y sus partidos. 
(40) Porque no hay una sola norma en la propuesta que establezca el castigo a la prevaricación de los jueces de izquierda, violadores crónicos de la legalidad, que han atropellado los derechos humanos de los militares retirados, han sustraído ilícitamente miles de millones de pesos al erario y mantienen a más de 300 Presos Políticos Militares sometidos a un trato inhumano y degradante.
(41) Porque el proyecto priva al Presidente de la República de su actual atribución de velar por la conducta ministerial de los jueces. Muchos de éstos se han constituido ilícitamente en una dictadura judicial. Cualquier Presidente diferente de los últimos, que carecieron de decisión y autoridad para hacer valer sus prerrogativas, habría puesto término a esa situación inconstitucional. Esa facultad no está en el texto propuesto. 
(42) Porque los partidarios de éste dicen que "debe votarse A Favor porque los comunistas votan En Contra y eso no podemos ni debemos hacerlo, para no volvernos comunistas". Para que el resto del mundo no nos crea débiles mentales por votar A Favor basados en ese raciocinio, debemos votar En Contra. 
(43) Porque es una propuesta con sesgo socialista no sólo porque consagra "derechos sociales progresivos" que demandarán un Estado cada vez más grande, sino porque confiere un mandato al Estado para hacer ingeniería social e "intervenir en todas esferas de la vida nacional". Y donde dice "todas" quiere decir "todas". .
(44)  La Constitución de 1980 establece derechos intocables de las personas, en los cuales ninguna autoridad estatal puede interferir. En la propuesta, al legislador le está permitido intervenir en todos los derechos individuales y restringirlos.
(45) Porque lo mejor de la propuesta es lo que ella ha reproducido de la Constitución vigente. Tiene algunas aportaciones positivas propias, como la de permitir la iniciativa ciudadana de ley con cien firmas. La misma puede ser objeto de una reforma posterior. Varias reformas serán indispensables para corregir los efectos de otras realizadas en el pasado.
(46) Porque no hay ninguna norma que reste poder y disminuya los ingresos a costa del fisco de los políticos y sus partidos, que se han erigido en sujetos privilegiados en la sociedad chilena, la cual tiene, justificadamente, la peor opinión de ellos por la inmoralidad de sus actuaciones, la desproporción de sus privilegios y la falta de respeto que demuestran por la Constitución, la ley, la verdad histórica y la moral general.
(47) Porque un gestor principal de la idea de un nuevo proceso constituyente fue el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, a la vez columnista de El Mercurio. Él está arrepentido: en columna de 20 de octubre de 2023 denomina al proyecto "un trampantojo", es decir, un engaño (la palabra es un apócope de "trampa ante los ojos"). Exactamente lo que es la propuesta del Consejo. Es otra razón para votar En Contra.
(48) Porque suprime el control preventivo de constitucionalidad de las leyes por el Tribunal Constitucional, lo que favorece el fraude a la Constitución por parte de los parlamentarios, lo que se ha convertido en un hábito en los últimos años.
(49) Porque,  en general, disminuye las facultades del Tribunal Constitucional, cosa inconveniente en un país en que los poderes co-legisladores se han puesto de acuerdo reiteradamente en pasar por sobre la Constitución ("Acuerdo por Chile"). 
(50) Porque la Constitución de 1980 ha presidido los mejores años de la historia de Chile, es decir, ha permitido el accionar próspero, democrático y pacífico de un país que logró la mayor reducción de la pobreza en el mundo. Una receta fundamental del saber humano ancestral es la de "no arreglar lo que funciona bien". En Chile el problema no es la Constitución, sino el frecuente atropello de sus normas, que queda impune. 
ENTONCES, LA SOLUCIÓN ES VOTAR "EN CONTRA" Y RESPETAR Y HACER RESPETAR LA CONSTITUCIÓN.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

No Rasguen Sus Vestiduras

La transgresión de la ley en el caso de Luis Hermosilla y sus clientes es delito (él mismo lo dice) y todo el mundo rasga vestiduras. Pero todos los que, desde Boric, pasando por Piñera y hasta José Antonio Kast, han transgredido la "ley de leyes", la Constitución, imponiendo de facto un segundo proceso no autorizado, no llama a escándalo sino que se somete a plebiscito. Sólo porque esta conducta, igualmente contraria a la legalidad, no está tipificada ni penada como delito. Pero la similitud es evidente, pues la naturaleza inmoral de ambas trasgresiones es la misma, si es que no se considera peor violar la Constitución que una ley común. Aunque lo primero no esté tipificado como delito y lo segundo sí. 

Y en cuanto a sobornos, van a parejas. Los del grupo de Hermosilla han sido precisados: pagos de diez millones de pesos mensuales a funcionarios. Los  sobornos del contubernio político toman la forma de cohecho electoral: "derechos sociales" consistentes en regalos para todos los electores para que voten A Favor. Cohecho ni siquiera penado por la ley que castiga el cohecho.

Moralmente ambas situaciones son iguales: ambas atropellan las normas. Ambas dan cuenta de corrupción de los conceptos y las conductas.

Así se corrompen los países. Cuando en ellos se pierden los principios. Cuando el fin justifica los medios. Cuando se elige presidente a un recién condenado por comprar acciones con información privilegiada o a un sustractor de especies en supermercados y agitador que alienta la violencia. La revelación de Hermosilla sugiere un país corrupto y merece titular de primera página. Pero hay doble estándar: la transgresión de la Carta por casi todos los partidos no figura con carácter de denuncia. Al contrario, el propio diario que denuncia lo primero condona y patrocina  lo segundo. Más aún, aboga porque esto sea ratificado popularmente mediante el A Favor en el próximo plebiscito. ¿Qué autoridad moral puede conferir ese doble estándar?

Y en el caso de los republicanos hay una agravante: le dijeron al electorado, antes de los comicios del 7 de mayo, que se oponían a un segundo proceso.  Y entonces la ciudadanía los premió con un mar de votos. ¿Para qué? Para posteriormente encontrarse, a poco andar, con que no sólo cambiaban de opinión sino que ellos mismos redactaban la nueva Constitución a la cual habían prometido oponerse. El electorado defraudado les pasará la cuenta votando En Contra.

El profesor Mario Góngora nos decía en el colegio: "La honradez no consiste sólo en no meter la mano en el bolsillo del vecino". Hoy debemos decir: la honradez no consiste sólo en no cometer delitos tipificados por la ley, sino en respetarla aún cuando su transgresión no esté penada. Con mayor razón la "ley de leyes". La honradez consiste también en respetar la palabra empeñada ante el electorado. Y en decir la verdad, como, por ejemplo, que la Constitución actual es la más legitimada por el pueblo en la historia de Chile, y no afirmar que carece de legitimidad, lo cual es falso 

A no rasgar vestiduras por el solo hecho de no estar nuestras conductas tipificadas en el Código Penal, sí no están encuadradas en un código moral.

domingo, 12 de noviembre de 2023

Las Iras de la Élite

La mayor obnubilación de la élite, después de la de elegir dos veces a Sebastián Piñera, ha sido apoyar el ilegal segundo proceso constituyente. 

Ella había conseguido que una encuestadora, y sólo una, Black & White, no diera mayoría al En Contra, sino empate con el A Favor. Las otras nueve anticipaban el triunfo, hasta por veinte puntos, del primero. Bueno, Black & White recapacitó y hoy (El Mercurio) le da ventaja de 57%-43% al En Contra.

Su diario-insignia, el mismo El Mercurio, patrocinó la peregrina idea de un grupo de políticos entreguistas de ir a un segundo proceso, doblemente inconstitucional, contra la advertencia de la cátedra (prof. José Ignacio Vásquez, El Mercurio 17.01.23): "las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución". 

No les importó NADA. Es que tenían EL PODER. Su redactor-estrella y ¿ex?simpatizante UP, el rector Carlos Peña, conminó a la élite y al presidente Boric  (que en política y en casi todo anda todavía más perdido que aquélla) a que impulsaran este segundo proceso. Y el propio diario cayó en la inepcia y lo apadrinó en su primer editorial del 15 de septiembre de 2022.

Pero el rector Peña no es "nadita de tonto" y se arrepintió a tiempo. De hecho, en columna del 20 de octubre incitó a los consejeros a votar en conciencia y terminar el ilícito proceso el 30 de octubre, con lo que "aquí no ha pasado nada" y se ahorraban ríos de tinta, centenares de horas de cámara, la aburrida "franja" y mucho dinero fiscal. Pero los consejeros republicanos "arrepentidos" y los piñeristas no estuvieron a la altura y no le hicieron caso. Ninguna columna posterior del rector Peña, incluida la de hoy, ha dado apoyo al A Favor. Algún día nos referirá su epifanía o "viaje a Canossa", espero.

La élite piñerista no tendrá talento político, pero sí lo tiene para "hacer pasadas" y ganar plata. Y cree que la tiene suficiente para dar vuelta las encuestas y a la ciudadanía en el mes y días restantes. Síntomas: la fundación NuevaMente de Tere Marinovic pierde auspicios, la Fundación para el Progreso le pide a Axel Kaiser que modere sus ímpetus o... Y a mí me han bajado ya de un par de programas en que grababa hace años. La reciente adquisición de la élite piñerista, José Antonio Kast, que se dio la más inesperada "vuelta de chaqueta" del año, recorre el país e inunda los medios repitiendo las dos falacias-insignia de su repertorio: que sólo votando A Favor "se cierra el tema" y que votar En Contra es apoyar al comunismo. Ha sido convincente, porque hoy El Mercurio dice que la gran mayoría que vota A Favor lo hace motivada en que "se cierre el proceso constituyente".

Pero en una sociedad libre nunca "se cierra" ningún tema y, así como hace treinta años Frei Ruz-Tagle prometía cambiar la Constitución, pero su gobierno no fue tan tonto como para cumplir, los comunistas desde siempre han querido y seguirán queriendo su Asamblea Constituyente, sin la cual nunca han controlado ningún país. En una sociedad libre siempre alguien propondrá otra Constitución, si bien se espera que por medios legales y no como ahora.

La segunda gran tontería de la élite es insistir en que se favorece al comunismo porque éste (inexplicablemente) también ahora está En Contra. Inexplicable, porque la nueva propuesta agiganta al Estado y crea entre once y veinte nuevos entes burocráticos listos para caer en manos comunistas.

Un hijo mío, cuyo problema es que tiene hijas casadas con miembros de la élite y amigos pertenecientes a la misma, es decir, perdidos en materia política,  le replicó a uno que lo acusó de "filocomunista": "Así es que si a un comunista le gusta Beethoven tú deberías dejar de oírlo". Su amigo le replicó, alterado (la élite es iracunda): "¡Sí, entonces no querría saber más de Beethoven!". El A Favor está fuera de sí.

Hoy, en la sólida compañía, supongo, del arrepentido rector Peña, les digo a los del sentido común:: "Tranquilos. Los cuatro millones de chilenos apolíticos que votan obligados, al revés de la élite, no se van a meter a arreglar lo que funcionó bien, sino sólo a deshacer reformas perjudiciales que hizo la izquierda. Y, muy importante, van a votar para hacer respetar la Constitución. Bajo ella logramos nuestro único top-one mundial: ser entre 1985 y 2015 el país que más redujo la pobreza (economista José Luis Daza). Y no vamos a aprobar un mamotreto del doble de extensión, que agigantará al Estado y, según el urbanista Iván Poduje, nos meterá en diez años de incertidumbre por las nuevas leyes, reglamentos y entes burocráticos adicionales que creará, desatendiendo lo que más se necesita y que antes nos dio la Carta actual: orden público, prosperidad y (puede probarse) mayor igualdad."

Que la élite piñerista y su más reciente adquisición, José Antonio Kast, gasten mucho predicando inepcias durante el mes y tanto que resta, no hará cambiar a la gente con menos plata pero más sentido común, minoritaria en Vitacura pero mayoritaria en La Pintana. En Contra ganará.  "Y aquí no ha pasado nada". 

¡A recuperar el poder, "to make Chile great again"!

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Mi Raciocinio Es Perfecto, Pero...

Mi raciocinio es el siguiente: todavía  una mayoría de los chilenos son honrados, pues pagan la locomoción en lugar de subirse sin usar la bip o pasando por debajo del torniquete, "estilo Boric". Podrían fácilmente evadir, como de hecho lo hace una minoría creciente, pero no lo hacen. Entonces, si la mayoría es honrada, permítanme deducir que en el plebiscito del 17 de diciembre el voto En Contra va a ganar, porque la gente honrada no vota por un proceso fraudulento. 

En la última Cadem todavía mi raciocinio se sostiene y el En Contra gana por quince puntos. Claro, la ventaja se está reduciendo. Además ayer, por primera vez en dos años, un programa que me mandaba el enlace para conectarme a las nueve de la noche no me lo mandó. Y bajaron un anuncio que lo promovía en whatsapp. ¿El conductor se cambió al A Favor? Y Patricia Maldonado, que me convidó al suyo, lo que más repitió durante él fue que "la gente está confundida, no sabe cómo votar" y "mi raciocinio" no la hizo cambiar de opinión.

Todo esto no sería tan grave si la nueva Constitución propuesta fuera buena, pero es un desastre. En realidad, lo único bueno que tiene son artículos de la actual, que reproduce al pie de la letra y que no son pocos. ¡Pero Fernando Villegas los usó para decidir votar A Favor! Varios baluartes han caído también: Ignacio Urrutia, Gonzalo Ibáñez Santa María, Hernán Cheyre, Cristián Araya. Pero al menos Johannes Kaiser, a punto de caer, finalmente se sostuvo En Contra.

Y en el proyecto casi todo lo demás es una catástrofe. El reconocimiento indígena, la paridad. Como ha dicho el arquitecto urbanista y profesor de Stanford, Iván Poduje, "aprobar la nueva Constitución es como comprarse un auto con la mitad del motor, tres ruedas y la mitad del volante. Va a ser necesario dictar 31 leyes con sus reglamentos y crear diez organismos públicos". Y escribió en carta a El Mercurio del 05.11.23: "Esto podría tomar fácilmente 10 años más, lo que acentuará los severos problemas que amenazan la seguridad y economía de nuestro país. Es hora de despertar. Ya está bueno".

Pero mucha gente que me rodea no despierta y vota A Favor del desastre. Y ni siquiera menciono su capítulo, único en el mundo constitucional, dedicado al cambio climático, que, asegura Douglas Pollock, terminará de liquidar nuestra economía, subiendo más el precio de la energía y haciéndonos cada vez  menos competitivos. Para risa de China e India, que desconocen el Acuerdo de París y no han firmado el de Escazú y han construido 97 nuevas centrales a carbón que producen energía barata, mientras Enel cerró acá la única que había y botamos a la basura la mejor, una hidroeléctrica, HidroAysén, y construimos centrales eólicas y solares de energía cara.

"El Estado está al servicio de la persona humana", dice la actual Constitución. En el texto propuesto eso se colectivizó. Está "al servicio de la sociedad". Y el Estado está en todas partes, Los que han contado los organismos públicos nuevos que crea dan cifras variables, de entre diez y veinte entidades burocráticas más. Lo contrario de lo que necesitamos.

Mantengo mi raciocinio. Las encuestas todavía lo respaldan, pero cuando hablo con la gente que me rodea y que se va al A Favor y leo de nuevo el proyecto me entran muchas dudas. Me lleno de incertidumbre.

viernes, 3 de noviembre de 2023

A Favor o En Contra de UnaTrampa

Si usted sorprende a alguien haciendo trampa ¿vota A Favor de él o En Contra? Yo voto En Contra.

El 25 de octubre de 2021 un plebiscito decidió que se sometería al pueblo un proyecto de nueva Constitución y que el 4 de septiembre de 2022, en otro plebiscito, el pueblo decidiría si se aceptaba ese proyecto como nueva Carta Fundamental. De acuerdo al inciso final del artículo 142, "si la cuestión planteada al electorado en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Y el 61,9 % rechazó la propuesta. Por tanto, siguió rigiendo la presente Constitución y no había más qué decir ni debatir. Caso cerrado.

Todos lo sabían. El presidente Boric y su ministra Camila Vallejo habían sido, además, claros en la televisión al decir: "si triunfa el Rechazo, se termina todo y no hay otro proceso". 

Salvo que se hiciera trampa. Y, partiendo por ambos, olvidaron sus propias palabras y la hicieron. Y la oposición se les alió, de modo que la trampa se materializó en el "Acuerdo por Chile", encabezado por Boric y Piñera, ninguno caracterizado por su apego a la ley. Y ambos contestes en reemplazar, a como diere lugar, la Constitución de Pinochet. Tenían mayoría parlamentaria. 

No hicieron caso al constitucionalista José Ignacio Vásquez (El Mercurio, 20.01.23): "Las normas constitucionales actuales no facultan a los poderes colegisladores para elaborar una nueva Constitución". Unidos podían arrogarse la facultad que no tenían, es decir, hacer trampa impunemente. No les importó ni siquiera la nulidad de derecho público de su actuar (art. 7° de la Constitución). 

Y fabricaron ilícitamente un nuevo proceso. Con su dominio de los medios impedirían que el pueblo, titular del poder constituyente, se diera cuenta del despojo que estaba sufriendo. Porque estaban tan seguros de su impunidad que hasta prescindieron de un plebiscito de entrada, como lo habían convocado en el primer proceso, dado que era un requisito esencial.

Pero el pueblo los castigó en la primera ocasión que tuvo: en la elección de consejeros del 7 de mayo le dio una mayoría inesperada al Partido Republicano, único que se había opuesto a la trampa y a una nueva Constitución. Tanto que ese partido quedó con poder de veto en el Consejo Constitucional. Pero ¡sorpresa! su jefe asombró a todo el mundo, aliándose con los autores de la trampa y colaborando con ellos a redactar una nueva Carta. Y han incluido en la misma múltiples cohechos para distintos grupos. Tentadoras ofertas de menores impuestos al permitir descontar gastos, exención de contribuciones, incorporación de las AFP a la Carta, octogenarios de Punta Peuco a sus casas. Han querido sobornarnos. Pero yo les he dicho que no hago trampas, que es lo mismo que tratar de convencerme de robar un millón de dólares a un banco y, ante mi negativa, ofrecerme robar diez millones, ¡No, simplemente no asalto bancos! Ni hago trampas. 

He tenido la misma posición desde un principio. Pero la opinión pública no. Hoy se divide entre los que están A Favor de la trampa, atraídos por el botín, y los que estamos En Contra, porque no hacemos trampa. Cada uno elige dónde estar. 

Todavía tengo fe en los chilenos, pues los que pagan el metro y la locomoción son más que los que se saltan los torniquetes. Aunque éstos controlen la política y los medios. Confío en que la trampa aún es minoritaria. Por eso creo que el 17 de diciembre va a haber más votos En Contra de ella que A Favor.