Las políticas socialistas de la Concertación fabricaron lo que hoy se llama "el conflicto mapuche". ¿Pruebas?
Puede encontrarlas hoy en "El Mercurio": una, en la páginas A-2, sección "Hace 30 Años"; la otra, en la página B-10, "Familias mapuches viven en predios de 700 hectáreas sin luz, agua ni baño".
La primera de dichas noticias reproduce el anuncio del Ministro de Agricultura del Gobierno Militar, Alfonso Márquez de la Plata, en 1980, de que se entregarán cincuenta mil títulos de dominio a ocupantes mapuches de tierras que no los tuvieren.
Bajo ese gobierno no había "conflicto mapuche". Al contrario, pocos años después de haberse puesto en práctica la medida anterior, el Presidente Pinochet fue proclamado honoríficamente por los indígenas como "Gran Jefe" ("Ullmen F'ta Lonko"). Por algo en el plebiscito de 1988 el "sí" obtuvo los mejores resultados del país en la respectiva región.
El Gobierno Militar no avanzó suficientemente en el sentido de eliminar todos los resabios de antiguas legislaciones que hasta hoy impiden a personas de esa etnia disponer libremente de sus tierras. Es que, como en muchos otros aspectos, faltaron los segundos ocho años del gobierno de Pinochet que, justamente, estuvo en manos de los chilenos aprobar en dicho plebiscito. Como otras veces ha sucedido, éstos no eligieron lo mejor para ellos mismos.
Después advino el limitado socialismo de la Concertación que, siendo limitado, era socialismo al fin. Y apareció la fatídica CONADI, centro de toda suerte de negocios lamentables para el Estado chileno, y se pusieron de moda "caballos de batalla" socialistas de todas las latitudes, como las "reivindicaciones a los pueblos aborígenes", que siempre sirven para los fines propios de la izquierda mundial de todos los tiempos, que son básicamente dos: ganar dinero sin trabajar y subvertir el orden establecido.
Desde la administración Aylwin hasta ahora se han dilapidado casi cuatrocientos millones de dolares, dice "El Mercurio", comprando fundos a particulares y dándoselos a las personas de ascendencia indígena que se los habían tomado por la fuerza, con lo cual se creó el incentivo para la violencia, pues en la práctica el lema que se estableció fue: "Si eres mapuche, usurpa un predio y nosotros te lo regalaremos".
¿Cuál fue el resultado de esa lamentable política socialista? Cuatrocientos millones de dólares de los chilenos dilapidados y un "conflicto indígena", pues una vez premiados los primeros usurpadores las "tomas" y la violencia proliferaron... y llegaron hasta la Isla de Pascua.
Por suerte, en Chile tenemos, al lado de los frutos de la libertad, los frutos del socialismo, como puede verse en "El Mercurio" de hoy, página B-10: la fatídica CONADI(fatídica para todos, menos para los que le venden los fundos caros y los reciben de ella gratis) compró el fundo "Ginebra" a Pedro Nickelsen y Gerardo Jekier, hostilizado por las "tomas", pese a ser uno de los polos de avanzada progresista de la región con sus cultivos de arándanos, manzanos y cerezos. "Hoy el predio se observa deshabitado y no se ven cultivos", dice "El Mercurio". Pero, a metros de distancia, ya libres de los "tomadores" (pues ahora éstos son "landlords", propietarios ausentistas), Pedro Nickelsen y Gerardo Jekier compraron, con los $750 millones que les pagó CONADI, otro fundo de similar tamaño de "Ginebra", donde producen avena, trigo, manzanas y arándanos. En él trabajan 550 temporeros y sesenta empleados de planta. Probablemente están entre éstos los actuales dueños de "Ginebra".
Y así "El Mercurio" va detallando diferentes casos similares con parecidas hemorragias de millones, como los $2.164 millones pagados al agricultor Juan Luchsinger (¿es el mismo que ha sido asaltado decenas de veces?), donde "hoy los potreros se ven degradados y se distinguen pequeñas chacras". O como en el vecino fundo "Almahue", comprado en $889 millones, donde sólo habita el presidente de la comunidad mapuche dueña, que tiene "una mediagua sin luz, agua ni baño".
¿Cómo se soluciona el "conflicto mapuche" creado por los gobiernos socialistas de la Concertación? La receta es clara y nacida de la experiencia universal: con derechos de propiedad bien establecidos y libertad económica.
Si tuviéramos un gobierno de derecha ya se habrían dado los pasos para lograr ambas cosas, garantizando estrictamente el respeto al dominio (y no rebajándoles la penalidad a los delitos contra él, como lo ha hecho el actual "V Gobierno de la Concertación") y consagrando legalmente la plena libertad de todos los propietarios mapuches, de la cual hoy carecen, para vender sus tierras en el momento en que lo desearen.
Si adviniera un gobierno de derecha después de éste, es probable que ambas medidas se hicieran realidad y que todas las tierras hoy empobrecidas por el socialismo estuvieran trabajadas con la misma eficiencia que despliegan Pedro Nicklesen y Gerardo Jekier. Todo ello con enorme ganancia para la zona, para el país, y para los mapuches, que tendrían sobradas oportunidades de trabajo en la zona o, en caso de ser demasiado pobres, podrian contar con una suficiente ayuda social, como cualquier otro chileno pobre. Porque un gobierno de derecha que les diera a los pobres directamente el "gasto social del Estado", sin que gran parte de él quedara atrapado entre las uñas de la burocracia socialista, podría garantizar a cualquier pobre, como se ha probado en blogs anteriores, unos $500 mil pesos mensuales, que le garantizarían una existencia digna y muy por sobre la línea de la pobreza.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"podrían" sería mejor...
ResponderEliminarLos mapuches Parlamentaron con un REY, y como cree usted don Hermogenes que no iban a negociar con un Dictador. El vasallaje mapuche es conocido por la historia.
ResponderEliminarLos Chilenos descendientes de nativos, por supuesto que tambien se aplica al resto de Latinoamerica y otros lugares, son los ultimos proletarios a quienes pueden recurrir los movimientos de ideologia marxista para iniciar su revolucion. Hay varios casos en el Continente que comenzaron de la misma forma y podemos ver como terminaron. Que sentido tendria para esta gente entregarles derechos de propiedad, educacion e integrar a la modernidad a estos grupos indigenas, claramente ninguno.
ResponderEliminarTendra el actual gobierno intencion de aplicar un cambio radical al 'problema Mapuche', el encuestometro del segundo piso tendra la ultima palabra.