Es muy importante leer los diarios. Hoy los dos principales matutinos contienen extensas entrevistas o reseñas referidas al Presidente de la República. En "La Tercera" se anticipa el lanzamiento del libro "Piñera, Historia de un Ascenso", de dos periodistas independientes, Loreto Daza y Bernardita del Solar, cuya aparición se anuncia para el 6 de enero y del cual se hace una reseña.
De ella extraigo precisamente un ejemplo de lo importante que es leer los diarios, cosa que no hizo suficientemente un asesor de La Moneda. En un reciente viaje presidencial, dice, Piñera confrontó de manera abrupta al diputado DC Jorge Burgos, invitado, cuando ya estaba en el avión, y le dijo: "¿Usted cree que se merece esta invitación?". Evidentemente el asesor que confeccionó la nómina de invitados no estaba enterado de que Burgos encabezó la comisión investigadora de la compra de acciones de LAN con información privilegiada, promoviendo que la misma pidiera la grabación del llamado a Banchile comprando esas acciones (no pudo obtenerla porque parlamentarios de la Concertación "se dieron vuelta" y se opusieron); promovió también otra comisión investigadora de las elecciones en la ANFP (también fracasada a raíz de que algunos solicitantes "se dieron vuelta") y, finalmente, ha hecho lo mismo respecto de las acusaciones levantadas en Argentina acerca del pago de comisiones de una filial de LAN a un asesor del Ministro de Transportes de allá, para obtener la autorización de sus vuelos en 2005. Cualquier lector de diarios medianamente informado no habría cometido el desliz de invitar a Jorge Burgos a un viaje presidencial. Y por eso, y también porque S. E. es un convencido de que "l'État c'est moi", él encontró insólito el convite a Burgos, quien, por su parte, a raíz del ex abrupto estuvo a punto de bajarse del avión. No lo hizo, dicen las periodistas, para evitar una situación aún más bochornosa.
Las mismas periodistas dicen de su biografiado: "Con una personalidad que no acepta pares, donde sólo él es el líder, nunca se le ha visto participando con toda su capacidad en un equipo que trabaje para otro". Ellas dejan así explicado por qué, cuando el candidato "del sector" fue otro, aquél tomó siempre visible distancia.
También hoy en "El Mercurio" viene una extensa entrevista al mismo Presidente, de la cual tomo la frase en que explica su descenso en las encuestas atribuido al desenlace de la elección en la ANFP. Al respecto dice: "Ahí algunas personas de forma irresponsable y otras en forma miserable, insinuaron que habría habido una intervención de parte nuestra".
Pero esa intervención fue pública y notoria, pues los mandatarios suyos como controlador del club Colo Colo intervinieron explícitamente en la elección, votando por la lista destinada a reemplazar a la directiva de Mayne-Nicholls. Esa intervención, pues, resultó ostensible e indiscutible. ¿O un controlador del club, sobre todo si es a la vez Presidente, no podía ordenar a sus mandatarios abstenerse o votar por Mayne-Nicholls?
Pero no sólo eso: volvamos a la reseña de "La Tercera", página R15: "El mismo día de la elección (de la ANFP) Piñera anunció la remodelación de los estadios de Everton y Santiago Wanderers. Ambos equipos apoyaban a Segovia, lo que alimentó las acusaciones de la Concertación cuando Mayne-Nicholls perdió las elecciones y Bielsa renunció: la intervención de La Moneda en los comicios".
Añado un dato de mi parte, referido antes en varios blogs: oyendo Radio Agricultura transmitir directamente desde el sitio de la elección, escuché al periodista Milton Millas afirmar que "un personaje altamente colocado" hablando por celular con otro "personaje altamente colocado", había dicho (cito de memoria): "Que se queden tranquilos; la plata para los estadios está".
¿Qué habría podido pasar si dos clubes "no se hubieran quedado tranquilos"? Muy simple: Segovia ganó 28-22. Los clubes de primera división tenían dos votos cada uno. Si "no se hubieran quedado tranquilos" dos de ellos, Mayne-Nicholls habría ganado 26-24.
Todo ello sin considerar las versiones de llamados telefónicos oficiales, conocidas, por supuesto, a través de testigos. Pero el amenazador lenguaje presidencial hizo que todos ellos se negaran a reiterar sus testimonios, lo que explica por qué los denunciantes de variadas llamadas oficialistas en apoyo a Segovia, como la senadora Soledad Alvear y el periodista Felipe Bianchi, no pudieran corroborar sus afirmaciones con nombres concretos. La gente siempre le ha tenido miedo al poder.
Entonces, "juzgue el país", como gustaba a un fallecido estadista decir, si fueron "irresponsables o miserables" las versiones acerca de la intervención presidencial en la elección de la ANFP, o si ésta fue, simplemente, pública y notoria.
domingo, 26 de diciembre de 2010
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Leí la biografía rastrera que hicieron los periodistas del medio oficial de gobierno, en esta mencionan el altercado con Burgos, pero no sus causas. Indigna que como ciudadanos tengamos que acudir al clarín o a usted para saber que calidad moral y ética de presidente tenemos. Un dato mas Piñera vendió sus acciones a el dueño de la tercera, todo en familia. la gran familia piñerista.
ResponderEliminarAgradecido una vez más por iluminarme sobre el caso Burgos que, como dice Sagredo, no se menciona la causa del exabrupto. Pero lo tenemos a usted.
ResponderEliminarChile debe decir BASTA a los Reyezuelos de Pacotilla.
ResponderEliminarLlego la hora que los derechos de derecha digan BASTA a estos seudoderechistas que pretenden hacerse millonarios con lo que queda del Estado...Estos arribistas deben dejar el Gobierno.
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