Sobran Leyes, Falta Carácter

Hoy día un juez dice, en carta a "El Mercurio", que los proyectos del Gobierno para penalizar conductas como tomas, ataques de encapuchados y saqueos ya están tipificados en leyes anteriores.
¡Por supuesto! Si este es un país al que le sobran las leyes, pero a cuyas autoridades les falta carácter para aplicarlas. Por contraste, les sobra carácter para permitir que se condene a personas contra lo que dicen las leyes, caso de los ex uniformados.
¿Por qué pasa todo eso? Porque en Chile (lo he dicho muchas veces) mandan los comunistas: ellos impiden condenar a los que delinquen contra el orden público y obligan a condenar a quienes defienden ese orden y protegen a la sociedad de los transgresores. ¿Resultado? Delincuentes libres e impunes y agentes de seguridad y del orden presos y condenados. Populismo comunista puro.
Todos los nuevos delitos del proyecto del Gobierno ya están tipificados en otras leyes desde antiguo, pero como los gobernantes y los jueces no hacen efectivas las correspondientes responsabilidades, ahora se quiere "salvar la cara" proponiendo nuevas normas, más específicas. Para la galería. Tampoco se van a aplicar.
La usurpación de inmuebles es un delito previsto y sancionado en el Código Penal. Los saqueos de supermercados también, ya sea que quepan en las figuras de hurto o robo. Los ataques a carabineros están sancionados en los artículos 5 y 6 de la Ley de Seguridad del Estado, pero, se sabe, es políticamente incorrecto aplicar esa ley, por una imposición de la extrema izquierda. Arrojar bombas molotov es un claro delito terrorista, sancionado en, precisamente, la Ley Antiterrorista, pero la izquierda, que siempre ha amparado el terrorismo, también ha vetado la aplicación de esa ley. Y el Gobierno ha renunciado a aplicarla en el sur.
El mismo gobierno que anuncia su nuevo proyecto parte por decir que no se aplicará a las "tomas pacíficas". ¿Qué es una "toma pacífica"? Usurpar un inmueble ajeno sin golpear a nadie, supongo, pero sí rompiendo puertas, candados y cadenas. O bien, lo que es peor, usurparlo con la aquiescencia del responsable del inmueble. En ese caso, éste se convierte en cómplice de la toma, pero como es "pacífica", nadie le hará nada. Pero debería ser también castigado, aunque no lo será, pues tiene el apoyo general, según las encuestas. En cambio, las mismas muestran que hay un rechazo mayoritario a quien pretende hacer aplicar las leyes, caso del Alcalde Labbé.
¿A quién se pretende convencer con la nueva legislación?
Lo que se necesita no es eso, sino un cambio de temperamento, de carácter. En definitiva, de personas.
La anarquía y el caos actuales sólo terminarán cuando aquel cambio se produzca. Y no se ve ni siquiera de cerca que pueda tener lugar a corto plazo. Y a mediano plazo, el cambio de personas que se avizora sólo parece ser para peor.