martes, 31 de agosto de 2010

Gente Seria Defraudada

Cuando me han pedido que le ponga nota al Gobierno, se la pongo baja al Presidente y alta a su equipo. Los hechos de estos días me han dado la razón. Porque el equipo, en general (pues hay un par de excepciones) es serio. Ha quedado demostrado en el caso de la central Barrancones. La decisión presidencial, en cambio, y una vez más, no ha sido seria, pues sólo ha buscado salvar la imagen de quien, como candidato, hizo una promesa electoral (que tampoco era seria) y sólo por el hecho de haber quedado grabada (no ha tenido inconvenientes en olvidar otras promesas electorales que no quedaron registradas en una grabadora, como las hechas a los uniformados en retiro). La referida decisión ha contravenido toda una política seria llevada adelante por funcionarios serios.
Hay varios antecedentes sobre las reacciones de éstos que no han aparecido en los principales diarios, como uno que nos revela hoy "La Segunda": la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, manifestó su intención de renunciar, a raíz de la intromisión que pasó por sobre el trabajo profesional de su cartera. De igual modo, ese diario informa que los Seremis de Coquimbo, que votaron a favor, en la comisión regional del medio ambiente, la solicitud de instalación de la central térmica, "se sienten abandonados", en palabras del diputado y jefe de bancada de RN, Mario Bertolino.
Uno de ellos, el seremi de Salud, doctor Raúl Martínez, renunció a raíz de la interferencia presidencial, como comenté ayer. Por eso leí con sorpresa el titular de un matutino hoy: "Renunció seremi de salud que reabrió mina San José", como si ello hubiera tenido algo que ver con el problema minero que ha ocupado la atención nacional. Pues, primero, dicho seremi no reabrió dicha mina (carece facultades para ello, pues sólo la tiene Sernageomin) y él renunció precisamente como protesta por haber sido pasado a llevar por la intervención presidencial en el caso Barrancones.
Pero si el Poder Ejecutivo ha dado testimonio de poca seriedad, el Judicial sin duda lo ha aventajado: la ministra sumariante de Valparaíso, Eliana Quezada, ha sometido a proceso a otros 14 uniformados (ya lo había hecho con 16 en 2008) "por la desaparición del sacerdote anglo-chileno Miguel Woodward". Este último fue apresado e interrogado en 1973 y, habiendo mostrado signos de una crisis cardíaca, fue derivado a un hospital, donde falleció. Posteriormente fue enterrado en un cementerio local, mediando los certificados médicos legales. Todo eso está judicialmente acreditado. No obstante, la ministra Quezada afirmó, en un auto de procesamiento de 2008, que el referido sacerdote se encontraba detenido en dependencias de la Armada, afirmación que, por supuesto, causó pasmo en su momento, pero que no tuvo la menor consecuencia de ninguna índole, ni siquiera la natural y obvia de haber recorrido las instalaciones de la Armada para encontrar a Woodward. Pero como el Poder Judicial nos tiene acostumbrados a las afirmaciones más funambulescas para fundamentar la persecución política contra ex uniformados, ni entonces ni ahora "nadie dijo nada... nadie dijo nada".
La gente seria está condenada a sufrir constantes desilusiones en el Chile actual.

5 comentarios:

  1. Sobre Barrancones hay muchas cosas que decir. Primero, el presidente se saltó la institucionalidad y eso es innegable. El tema es si lo hizo en bien del medio ambiente o para aumentar su popularidad. Si fue lo primero, hay que señalar que nada justifica violar el proceso institucional procedente. Si fue lo segundo (la tesis más aceptada) su meta no se logró completamente y han comenzado a deslizarse duras críticas, como la que arguye don Hermógenes, aludiendo al hecho de que lo hizo solo porque existía el registro de una promesa de campaña.

    Pese a todo esto, resulta necesario plantear otras interrogantes.
    Creo que la discusión no puede centrarse en el sacrificio del medio ambiente en pos de la energía. Una central de energía no puede simplemente atentar contra la biodiversidad. Ante esta premisa, cabe preguntarse si los procesos institucionales están bien enfocados y si el estudio que aprobó el proyecto tuvo la suficiente profundidad. Es extraño pensar que la instalación de la termoeléctrica no afectaría a la reserva natural ¿acaso todos los especialistas que se opusieron estaban equivocados? Los hechos recién sucedidos no pueden repetirse de ninguna manera y son, por cierto, una buena oportunidad para replantearse el tema de las instituciones medioambientales en pos de perfeccionar los estudios y negar, si fuere necesario, el permiso para construir estas centrales, cosa que hasta ahora parece no haber acontecido, salvo la pintoresca excepción del Presidente.

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  2. Lo que pasó en verdad fué lo siguiente: Los valientes soldados invitaron al cura a jugar ping pong...estaban en eso cuando se aburrieron y se fueron a unos taca taca que habia por ahi.
    De repente el cura se sintió mal y se murio.
    Interrogatorio?. Nada!. Tortura?. Jamás! A lo más un par de tallas pesadas, dos chirlitos y un cachamal le tiraron al cura y a este le dió un patatús. Estos comunachos siempre desvirtuando la realidad, mientras nuestros nobles y valientes soldados en retiro se casan con sus sobrinas y nueras para mantener en la familia el bien ganado sustento después de tantos años de "trabajo".

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  3. Necesitaba leer el comentario sofisticado, profundo, educado, profesional y talentoso del señor cpozo. Realmente un aporte intelectual para el pais ¡Viva la democracia!

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  4. conosco personalmente a uno de los acusados y me consta que no tiene nada que ver con las acusaciones de la jueza.El sr. cpozo ironiza y se mofa , pero que le podemos hacer, siga con su terapia y a lo mejor lo podemos a futuro recuperar.

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  5. Alejandro, gracias por sus halagos, pero no es para tanto. Se hace lo que se puede.
    Nachito, el que conozca al susodicho debe bastarle a justicia para que lo declaren inocente, relájese. Un abrazo.

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