Ayer señalé las coincidencias en el financiamiento de la reconstrucción entre el Presidente y el Partido Comunista. Alguien puede decir que él no coicide sólo con los comunistas, sino con todos los partidos y hasta los empresarios que apoyan ese financiamiento. Pero eso sólo prueba mi tesis fundamental de que en nuestro medio siempre se termina haciendo lo que dice el Partido Comunista. No todo lo que éste quiere, naturalmente, porque si así fuera tendríamos un régimen comunista, de lo cual estuvimos muy cerca, pero hoy muy lejos, gracias a personas de cuyos nombres nadie quiere acordarse.
Alguien me dirá que hay que tener un financiamiento para la reconstrucción y por eso casi todos respaldan el propuesto. Pero resulta que sin todos los impuestos que ha planteado el Presidente se podía financiar fácilmente la reconstrucción e incluso el programa presidencial, pues este gobierno recibió del anterior un legado de 9 mil millones de dólares en un fondo para emergencias, más que suficiente para cubrir el costo de la reconstrudcción para el Estado; recibió un país que está entre los menos endeudados del mundo, menos que Liechstestein, ese próspero "paraíso fiscal" que lo único que hace es recibir recursos de otros; recibió un Estado riquísimo, que si vendiera el diez por ciento de una sola empresa de las decenas que tiene podría financiar el equivalente a todos los impuestos proyectados; tan rico que tiene 17 mil propiedades, la mayor parte de las cuales no usa y de las cuales no ha siquiera pensado vender ninguna, mientras, según hemos sabido, algunas las usan gratuitamente los "okupas" que ponen bombas. En fin, el Presidente ha preferido los impuestos a todas esas alternativas por una sola razón: porque es esencialmente un polìtico y no un estadista. Porque quiere tener un apoyo partidista amplio, mejorar en las encuestas y vive pensando en la próxima elección, que siempre es la meta suprema de todo político, mientras que la del estadista es el bienestar de la próxima generación..
Hoy el tío obispo del Presidente, monseñor Bernardino Piñera, declara en "El Mercurio" que su sobrino "es más ejecutivo que político". Monseñor se equivoca en eso, pero acierta medio a medio en otra cosa: cuando discrepa de la negativa de su sobrino de indultar a militares (pues los terroristas de izquierda ya fueron todos indultados) y declara lo siguiente: "Estoy seguro de que si muchos militares aplicaron medidas represivas, fue porque estaban persuadidos de que era la lucha del bien contra el mal. Creo que un militar indultado no sería un peligro para la sociedad; es muy diferente el caso de un delincuente común y corriente, que sale de la cárcel y al otro día está robando".
Monseñor habla con la verdad, como lo haría un estadista, incluso un ejecutivo, pero no un político, porque éste vive pensando qué van a decir los comunistas, qué van a decir los otros partidos de izquierda, qué van a decir los democratacristianos (que siempre es lo mismo, en último término, que lo que dicen los comunistas).
Monseñor tiene toda la razón al juzgar desfavorablemente esa negativa de indulto y ha dado el argumento más poderoso y más preciso para justificar su otorgamiento. Pero no tiene la razón al atribuirlo a que su sobrino no es un político. Pues es fundamental y casi exclusivamente un político, actúa siempre polìticamente y si eso se hace fuego con los principios de la centroderecha que lo eligió, mucho peor para esos principios. Porque él ha comprobado hasta la saciedad en estos últimos años que la centroderecha chilena no es capaz de alzarse en defensa de sus propios principios, y por eso él puede contradecirlos y, sin embargo, seguir contando con el apoyo de ella. Y los casos de los impuestos y de la negativa de indulto a los militares no son sino otras pruebas más de lo mismo, como tantas que hemos visto y muchas más que seguiremos viendo.
lunes, 16 de agosto de 2010
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Con Hermógenes en su blog, para qué queremos a Hermógenes en El Mercurio.
ResponderEliminarSus feligreses estamos mejores que nunca. Tenemos "misa" TODOS LOS DÍAS.
Gracias a El Mercurio por favor concedido.
Estamos de acuerdo en eso....no comulgo con la idea política de Don Hermógenes, pero no pierdo columna que publique...Para disentir, hay que saber lo que piensa el otro...
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