domingo, 27 de junio de 2010

Una Encuesta Poco Comentada

Hay tantas noticias motivantes que a veces uno debe dejar pasar algunas sin comentar, aunque merezcan comentario. Es el caso de un aspecto de la última encuesta CERC que, sintomáticamente, no fue informado en el principal diario del país, siendo que era posiblemente el resultado más importante de la referida encuesta. Es el resultado de la pregunta abierta acerca de quién le gustaría al encuestado que fuera el próximo Presidente de Chile. Y el nombre más mencionado era el de Michelle Bachelet. Pero eso no era lo más importante, sino que lo era el porcentaje de las preferencias que ese nombre atraía: 68 por ciento.
CERC es una firma encuestadora seria, y si esa encuesta está bien hecha, quiere decir que en menos de cuatro años más vamos a tener el mismo (o muy parecido) gobierno que tuvimos en el período presidencial anterior, presidido por Michelle Bachelet. Porque, sabemos, los sondeos anticipan bien el resultado de las elecciones.
Muy lejos, detrás de ella, figura Joaquín Lavín, con un tercio de las preferencias de la ex Presidenta.
Lo notable es que ella no hizo un buen gobierno, tanto en términos de crecimiento del país (su período fue el de menor crecimiento entre todos los de la Concertación), como en términos de solución de problemas sociales graves, como los que representan la delincuencia, la deficiente educación y la precaria atención de salud que recibe la mayoría de los chilenos. Pero el 84 por ciento de popularidad con que ella abandonó el poder y este 68 por ciento de preferencias en favor de que vuelva a asumirlo algo quieren decir.
Mi interpretación es que su arrastre nace de una imagen amable y moderada. Ella era una mujer de la extrema izquierda. Yo, personalmente, la consideraba un peligro para la República, porque conozco bien su historial, que es, precisamente, de extrema izquierda. Pero ha evolucionado tanto que ahora la considero una socialdemócrata del lado derecho del espectro de la centroizquierda. El solo hecho de que designara a Andrés Velasco a cargo de la Hacienda Pública, de que no aumentara los impuestos a las empresas y ni siquiera se le ocurriera subir el royalty a la minería, como lo ha hecho el actual régimen (que por algo es llamado "el V Gobierno de la Concertación" por algunos), dice mucho acerca de su moderación.
El respaldo que dio a Velasco frente a las pretensiones de elementos más radicalizados, respaldo que ha salido a luz a raíz de las críticas que ha hecho el ex ministro Francisco Vidal a la conducción superior del propio gobierno de que formó parte, fue muy decidor y explica este 68 por ciento.
Naturalmente, para el actual régimen ese guarismo no es una buena noticia. Si la situación permanece así, y dada la brevedad del período presidencial, tras cuyo segundo año ya comenzarán a moverse las candidaturas para la próxima elección, el régimen presente tenderá a convertirse en un "lame duck", un "pato cojo", para usar el término que los norteamericanos emplean para referirse a gobiernos con un horizonte de poder muy próximo y sin posibilidades de prolongar su obra.
El gobierno de Lagos era también un "lame duck" cuando, hasta 2002, las encuestas daban como futuro Presidente a Lavín, y eso que su período era de seis años. Un conjunto de circunstancias, en las que tuvo que ver, por cierto, el propio Lavín, pero también Sebastián Piñera, y la aparición en escena del fenómeno inesperado llamado Michelle Bachelet, cambió ese estado de cosas. Pero, mientras no había cambiado, la situación se había tornado muy incómoda para el gobierno en ejercicio, tanto que uno de sus partidarios más analíticos (Antonio Cortés Terzi) escribió acerca del "vals del adiós" que estaba bailando la Concertación.
Las encuestas son una fotografía del momento. Pero en la vida lo único que tenemos de concreto es el momento, pues todo lo demás son recuerdos e ilusiones. Y en este momento parece que más de dos tercios de los chilenos quieren que Michelle Bachlet vuelva al poder, realidad que, supongo, resulta incómoda y condicionante para quienes lo ejercen hoy.

4 comentarios:

  1. Aún cuando tantas veces se ha dicho, con algo de razón, que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, confío, con más dudas que certezas, que en cuatro años más no vuelva doña Michelle Bachelet a la Presidencia de la República. En primer lugar por el despilfarro de recursos, que muchos eufemísticamente han bautizado como una mala gestión, con traspasos millonarios a variadas ONG, y gastándose buena parte del presupuesto para todo el año 2010 en los primeros 70 días de Gobierno de este año. Espero que algunos parlamentarios hagan la pega de denunciar estos hechos y que finalmente el sentido común (el menos común de los sentidos) termine triunfando. Bastaría que el Gobierno de Piñera se esforzara por administrar los recursos estatales en forma honesta para dejar de ser motejado como el V Gobierno de la Concertación.

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  2. Don Hermógenes, no comparto el crédito que usted asigna al CERC ni tampoco el verdadero origen de la "popularidad" de Bachelet, que es más bien de tipo farandulero.

    Otro error, a mi juicio, es suponer que su gestión fue fruto de una evolución que la ha llevado a posicionarse como "una socialdemócrata del lado derecho del espectro de la centroizquierda."

    Aunque el temor de caer en errores graves en el manejo de la hacienda la llevó a apoyarse en Andrés Velasco, el flujo desmedido de fondos a organizaciones castristas [así califico a los organismos "solidarios" con los regímenes en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y un desgraciado etc.], y su desembozada incondicionalidad con el comunismo cubano, chino y de cualquier origen la dejan donde mismo estaba cuando nos amenazaba gritando a voz en cuello: "¡cuando la izquierda sale a la calle, la derecha tiembla!"

    Falta todavía que se hagan públicos y conocidos los detalles de su intemperancia financiera, que en la práctica nos tiene dependientes del precio del cobre, frente a la cual Andrés Velasco no pudo ir más allá de alcanzar a atesorar excedentes que, llegadas las elecciones, Bachelet consumió en un 50% con ánimo de mantener el poder en manos de su corrupta coalición.

    En general, respecto de la postura frente al presente gobierno, creo que conviene entender que este es sólo un primer paso de muchos que deben darse para recuperar la decencia y la moral en los asuntos públicos, así como para despertar las fuerzas creadoras y emprendedoras de que los chilenos hicieron gala en los 80 y hasta entrados los 90, antes que 20 años de demagogia, corrupción y totalitarismo nos obligaran a ralentizar la actividad y estarnos pendientes a las movidas de La Moneda.

    Mientras tanto, para el mejor futuro de Chile, no veo conveniente debilitar la gestión del presente gobierno y más bien creo en postergar nuestros propios ideales hasta que el país esté en situación de llevarlos a la práctica.

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  3. Don Hermógenes. claramente mi postura, en esta columna, está más cerca de la del señor Ciro Cárdenas que de la suya....¿Bachelet socialdemócrata...Ja!, esta sí que está buena.

    Ud. más que nadie sabe que quien nace rojo muere Idem...podrán terminar rojito claro o más oscurito, pero rojos al fin y al cabo.

    El marxismo es una especie de virus "intelectual" que afecta la parte cognitiva del cerebro, y amordaza la parte volitiva, impidiéndole incluso la voluntad para llegar a pensar que están soberanamente equivocados, y que no abandona jamás a su víctima...si así se pudiera denominar a los "cabezas de piedra"

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  4. Queda mucho!! puede que Lavin haga las cosas bien en el Ministerio de Educacion y crezca su popularidad.

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