La gloria de los países se ha conquistado históricamente en las guerras. Pero ya en tiempos antiguos la sabiduría de los hombres aconsejó dirimir las glorias en duelos singulares, para evitar las numerosas bajas de las batallas. Así, a fines del siglo XVI se batían el Capitán Tormenta, por los cristianos, y Muley-el-Kadel, por los musulmanes, a los pies de los muros de Famagosta, en duelo singular. Hoy nos hemos civilizado todavía más y, por tanto, los humanos tenemos menos guerras, habiendo avanzado de modo que la gloria de los países se busca en torneos deportivos, como el que tiene lugar en Sudáfrica.
Allí los chilenos hemos estado todavía lejos de alcanzarla, porque hasta ahora sólo destacamos en cuanto al número de infracciones cometidas y de tarjetas amarillas recibidas. Pero el destino, que no siempre premia a los buenos, hoy nos ha deparado la oportunidad de ganar un día de gloria, inmerecido en razón de nuestros defectos.
Pues Chile vencerá a Brasil esta tarde, y conste que no me pongo el parche antes de la herida agregando condicionamientos a ese audaz vaticinio. De ninguna manera. Mi mujer me dice, cuando se lo anticipo categóricamente, que sólo haré el ridículo, y yo le replico que lo he hecho muchas veces y he sobrevivido.
También advierto que no tengo dote parasicológica alguna ni soy adivino, si bien creo a pies juntillas en toda suerte de videntes, fantasmas, aparecidos, ánimas, espíritus, penaduras, ovnis, ETs, gnomos, silfos, elfos y hombrecitos verdes. Pero aun sin tener habilidad precognoscitiva alguna, escribí en una novela, hace bastantes años, que el 11 de marzo de 2010 en Chile, en el día del cambio de mando presidencial, habría un gran temblor en Valparaíso, tal como después sucedió. Y lo vaticiné exclusivamente por lógica, porque dicha novela, muy chilena, se titulaba "Está Temblando" y juzgué del caso, atendiendo a una estricta coherencia con el título, coronarla con un final (éste tenía lugar en Valparaíso el 11 de marzo de 2010) en que hubiera un gran temblor.
Pues bien, ahora, con el mismo rigor lógico e igual carencia de habilidades parasicológicas, paso a exponer por qué Chile vencerá esta tarde a Brasil y dará lugar a un día de gloria para el país, tal como anunciara Prat a su gente, tras leer la carta en que el almirante Williams Rebolledo le anticipaba su propósito de atacar a la escuadra peruana en el Callao. Prat había quedado relegado "a la banca", pues su oscura misión se limitaba a mantener el aburrido bloqueo de Iquique, con la Esmeralda y la Covadonga. Pero el día de gloria para Chile, por una de esas variantes peculiares que depara el destino, estaba destinado a brindárselo al país y protagonizarlo él.
En las últimas diez oportunidades seguidas Brasil ha derrotado a Chile. Si uno lanza una moneda al aire diez veces y sale cara, puede con bastante certeza esperar que en la undécima saldrá sello. Se dirá que Brasil es mucho mejor que Chile y, por tanto, el símil de la moneda no vale. Pero en las eliminatorias mundialistas recientes, cuando Brasil ganó a Chile 3-0 en Santiago, nuestro equipo disparó más veces al arco, tuvo mayor tiempo de control de la pelota y dominó a los brasileños, si bien éstos hicieron los goles. Yo pienso que en una de once veces el equipo que dispara más al arco y domina las acciones va a ser también el que haga más goles. Y esa vez será la undécima.
En seguida, Chile se ve perjudicado por las faltas que cometen sus jugadores, que le significan tiros peligrosos en contra y expulsión o suspensión de aquellos. Pero tiene un entrenador inteligente, que a estas alturas, aunque no haya leído mi blog de días atrás aconsejándoselo, les habrá inculcado abstenerse de las "barridas" que les significan tarjetas amarillas y rojas y de las patadas clandestinas al adversario. Pronostico que hoy Chile, con todas las dificultades anímicas del caso, será un equipo "limpio", con lo cual habrá aumentado todavía más sus posibilidades de triunfo.
En tercer lugar, muchos goles contra Chile (desde luego, los dos ante España) han provenido de errores crasos de sus defensas. Estos son también previsibles y remediables. Si un defensa está en apuros, siempre puede lanzar la pelota fuera del campo, en lugar de entregársela a un atacante adversario. Creo que Bielsa a esta hora también les habrá dicho esto a sus pupilos.
Por consiguiente, sé que hoy será un día de gloria para Chile. Sólo espero que lo celebremos como personas civilizadas. Pues la única duda que albergo es acerca de esto último, porque del triunfo no tengo ninguna.
lunes, 28 de junio de 2010
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Lamentablemente don Hermógenes, Chile perdió, es una pena, pero lo lamentable es que la gente celebre de todas formas, por que se nota una actitud conformista la cual es muy peligrosa a la larga.
ResponderEliminarEs mejor pensar que harían los alemanes, argentinos, brasileños si fueran eliminados en octavos de final, ya que ellos no están con triunfos morales, sólo se busca la gloria, ganar y las derrotas NUNCA deben ser celebradas, sólo se celebra la victoria total o no se celebra.
Igual un gran triunfo haber llegado a los octavos de final, con un equipo que entusiasma a todos. Ahora la gran tarea de Chile es lograr convencer a Bielsa para que continúe con este extraordinario trabajo. Sólo el trabajo metódico y sistemático de este "loco" ha logrado el éxito.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarreo que si bien nos embarga la tristeza por lo ocurrido en este campeonato mundial, debemos ahora poner los pies en la tierra nuevamente y sacar conclusiones con estos ahí.
ResponderEliminar¿Era posible seguir avanzando?...sólo un milagro de por medio, considerando las potencias a enfrentar en las siguientes rondas.
Pero lo más importante, nos hemos dado cuenta que un trabajo hecho a conciencia, metódico, planificado y a largo plazo, nos puede conducir a cumplir nuestros, no sólo objetivos, sueños también.
¿Sentir conformismo, e incluso júbilo por llegar a octavos?....No, absolutamente no, sí preocupación por lo bajo que estamos si pretendemos ser reales campeones.
Creo que el mayor mérito de Bielsa, es que nos ha indicado el camino correcto a seguir, el cual no podemos ni debemos desaprovechar, como tan a menudo nos ocurre a los chilenos....y no sólo en materias de fútbol.
Sólo una aclaración. Si uno lanza una moneda al aire 10 veces, el resultado de dicho ejercicio no condiciona en nada el resultado de ejercicios posteriores, ya que se trata de eventos independientes.
ResponderEliminarEn teoría de probabilidades esto se modela mediante la distribución geométrica, la cual no tiene memoria, es decir, no considera el resultado de eventos anteriores.
http://es.wikipedia.org/wiki/Distribuci%C3%B3n_geom%C3%A9trica
Saludos.
Agradezco a Cristóbal su aclaración y reconozco que tiene razón, pues la teoría de probabilidades dice eso. Pero yo mantengo un postulado propio, que se funda en la lógica, y que afirma:
ResponderEliminarSi la probabilidad de que salga cara y sello es la misma para ambos, y se ha registrado un número de eventos no pequeño en que sólo ha salido cara, necesariamente en el resto de los eventos deberá salir un mayor número de sellos y por tanto la probabilidad de que salga sello es mayor. De lo contrario, no se cumpliría que la probabilidad sea la misma para ambos, porque en los grandes números uno se daría más que el otro. Saludos.