Nada nuevo hay bajo el sol, ni tampoco hay nada nuevo en Chile. Hoy he visto a mucha gente muy impresionada por la multitud que salió a marchar por la Alameda. "La marcha más multitudinaria desde la caída de Pinochet", decía Chilevisión Noticias. ¡Desde la caída de Pinochet! ¡Lo que es el lavado de cerebros! Pinochet nunca "cayó", sino que cumplió integro su mandato popular. Pues la mayoría votó "sí", en 1980, a su Presidencia de ocho años, contados desde el 11 de marzo de 1981 y prorrogables en un año más si se perdía el plebiscito de 1988.
Estas marchas, como lo dije en un blog días atrás, no tienen trascendencia. Sólo la adquieren si los gobernantes se dejan impresionar por ellas. Si no, pasan, simplemente, y se olvidan. Pero en el inconsciente colectivo se va forjando un anhelo de orden. Una mayoría silenciosa se va gestando para buscar la manera de poner término al caos. Pero es un proceso lento. Entretanto ¿qué importancia tuvo la "revolución de los pingüinos"? Ninguna, tanto que hoy día los estudiantes que marchan dicen lo mismo que decían los de hace un lustro, con una sola novedad: que ahora el Partido Comunista, que no reúne votos ni siquiera para elegir parlamentarios, pues sólo los tiene gracias a la genialidad DC, que les cedió cupos (obra de Kerensky jr.), encabeza a las multitudes.
Pues esta vez se plegaron a la marcha los ecologistas contrarios a HydroAisén, los burócratas de la salud estatal y los subcontratistas en huelga ilegal de El Teniente, que pretenden interrumpir las faenas por la violencia, situación contra la cual se rebelan los trabajadores del mineral. Pero, como ya es costumbre, éstos no tienen el respaldo de la fuerza pública y muchas veces no pueden ingresar a su trabajo por temor a los apedreos y agresiones.
El espectáculo de los saqueos y daños en Santiago fue hoy, también, superior al de otras ocasiones, dando cumplimiento a una vieja ley de los desórdenes callejeros: si la autoridad no reprime el vandalismo, éste se fortalece, sobre todo si es rentable, como lo era para los delincuentes que, a vista y paciencia del público, asaltaban establecimientos comerciales durante la marcha de hoy.
Tampoco es novedad la destrucción del "mobiliario urbano". El instinto destructivo en Chile es originario y tiene sus raíces en el ejemplo del cacique Michimalonco, hace más de 500 años. Nunca va a desaparecer. Por eso la destrucción de semáforos, letreros y adornos callejeros de estos días no es de extrañar: está en el ADN de la raza. Recuerdo que, cuando yo era niño, llegaron modernos buses y trolebuses norteamericanos, amplios, cómodos, silenciosos, con asientos de cuero. En pocas semanas, todos los asientos de cuero había sido "tajeados" con navaja. Luego la empresa los cosía con gruesos cordeles, pero a partir de un punto hubo que reemplazarlos con asientos de madera bruta muy autóctonos y muy apropiados para resistir ser rayados hasta el último espacio disponible, generalmente con una palabra originaria que no voy a reproducir aquí, por cierto.
Pero nuestra democracia proseguía su desarrollo, aparentemente incólume. Decían que era "ejemplar". Sin embargo, el caos llegó a tanto que, en un momento dado, el país decidió elegir a un dictador, y lo eligió para que fuera tal: el general Ibáñez, que había presidido lo que los historiadores llaman "la dictadura de Ibáñez", entre 1927 y 1931. Pues bien, "veinte años después" una mayoría absoluta lo eligió Presidente porque, según el sentir mayoritario, lo que necesitaba el país anarquizado era una mano firme. Para desilusión de esa mayoría, Ibáñez no fue dictador en su segunda presidencia. Entonces el país eligió a continuación a otro supuesto "hombre fuerte", el austero derechista Jorge Alessandri, que apuntaba con el dedo en su affiche de campaña y nos conminaba: "A usted lo necesito", "hechos y no palabras". ¡Por fin íbamos a tener autoridad! Nada. Don Jorge fue un gobernante honesto, pasable, pero no autoritario. Y se fue rodeado de una enorme popularidad, es cierto, pero yo, que cuando voté por él era la primera vez que lo hacía, había esperado otra cosa.
Y como nunca llegó el gobernante de mano firme que el pueblo realmente quería, bueno, caímos cada vez más bajo, con la DC, el "Kerensky chileno sr." y, finalmente, el marxismo-leninismo "con rostro humano" pero vocación totalitaria de Salvador Allende. Sólo cuando éste nos llevó al paroxismo del desorden, el caos, la escasez, la ilegalidad, la violencia armada, la tortura policial y las intentonas totalitarias (como la ENU, la escuela nacional unificada estatal con enseñanza obligatoria del socialismo, lo mismo que piden los dirigentes comunistas Camila Vallejos y Jaime Gajardo hoy, a la cabeza de cien o doscientas mil personas), sólo entonces vino a aparecer el gobierno autoritario que la ciudadanía había anhelado durante tantos años de desorden. Y así, "desde las cenizas" (James Whelan), resurgió el Ave Fénix. "Misión cumplida": nació "la joya más preciada de la corona latinoamericana" (Clinton, 1991), gracias al orden y la autoridad que hacen posible el progreso en libertad.
"Nihil novum sub sole" ni tampoco hay nada nuevo en Chile. El ciclo lo conocemos. La cosa es saber en qué parte de él estamos. Y en qué momento el pueblo, una vez más, hastiado de la violencia, la destrucción, el caos y las consignas estalinistas vacías que han presidido la marcha de hoy, va a clamar de nuevo por la mano firme y la autoridad que el chileno siempre, en el fondo, ha añorado.
jueves, 16 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
raza, orden autoridad, deseo de la gente, bienvenido a las filas del nacional socialismo don Hermogenes.
ResponderEliminarCuando se levente un representante de la causa nacional ya estoy seguro que votara por el (sigue siendo mejor a un dc)
No se trata de ser dictatorial o nacional-socialista, simplemennte es cosa de mirar la historia. El ciclo desorden - llamado del pueblo al orden - gobierno autoritario se da como un reloj. Es la raza, parece y los causantes de los problemas son los que organizan el desorden.
ResponderEliminarSi te roban una vez es mala suerte, dos veces es muy mala suerte y tres veces es el sistema social, contra el cual uno se rebela con violencia
Chile está en un transito que a mi opinion es el mas complejo de que puede vivir un Estado y este ocurre cuando el desgobierno se conjuga con la frustracion de las promesas no cumplidas y el inconformismo. en mi blog me extiendo mas sobre este tema
ResponderEliminarhttp://pajarosnocturnos-ivc.blogspot.com/2011/06/el-vacuo-oportunismo-y-el-desgobierno.html
para los que le temen a la palabra orden (y otras tantas como deber, responsabilidad, consecuencias, autoridad)les recomiendo que miren de cerca la bandera de Brasil, Orden y progreso, los principios del positivismo y también a los autores contractualistas que dieron origen a la teoría de los estados, en particular los motivos por los cuales se crearon los Estados.
Cuando los entiendan espero que comprenda que la palabra Orden es mas trascendental que un mero deseo de pasividad.
Por ultimo creo que estamos en la fase de busqueda, tal como entre el 25 y el 73 en que la población se paseo por todo el espectro político hasta caer en el error socialista. la pregunta que planteo es ¿quien o de donde surgirá ese que pueda encarnar el rol que alguna vez tuvo O'higgins, Portales, Alessandri Padre,Ibañez y el mismo Pinochet?
Saludos.
¡Dios Santo! Un tipo que quedo en la guerra fría hablando de la raza-jajajaj-.A todo esto, siga creyendo en ovnis.
ResponderEliminarSe necesitan urgentemente científicos chilenos, expertos en temas, académicos y no fanáticos políticos engendrados en el odio mutuo,agregando los paradigmas comunistas-capitalistas-que se deben MORIR-.
Mucho lóbulo izquierdo juega malas pasadas y terminamos siendo charlatanes de intelecto.
"...Y en qué momento el pueblo, una vez más, hastiado de la violencia, la destrucción, el caos y las consignas estalinistas vacías que han presidido la marcha de hoy, va a clamar de nuevo por la mano firme y la autoridad que el chileno siempre, en el fondo, ha añorado".
ResponderEliminarSeñor Pérez de Arce, con la mejor intención se lo pregunto: piensa usted qué piensa? Razona usted qué razona?
La izquierda siempre omite que la más grande manifestación que ha habido en la historia de Chile, fue la que se hizo contra la UP, tal cual la describe el autor 'El pueblo lo derrotó' o 'Lo derrotó el pueblo'. Toda la sociedad civil se rebeló contra la Izquierda.
ResponderEliminar"consignas estalinistas vacías"...
ResponderEliminarEs un poco chocante, por un minuto me sentí en la guerra fría.
Bueno, es una lástima que los movimientos sociales se ensucien tanto por culpa de algunos.
A mi lo que me deja pensando (cuando leo paranoias de que el dirigente comunista acá, comunismo acá, zurdos tanto, etc), es: ¿por qué no hay dirigentes "de derecha" encabezando alguno de estos movimientos sociales (no sé, algún centro de alumnos, la cut o que se yo)?¿estará la derecha conforme con el sistema de educación actual?.
Saludos.
El Mercurio de Valparaíso de ayer dice que:
ResponderEliminarSegún un informe de una organización "chanta", Chile lideraría en Latinoamérica los países en que más se respeta el Estado de Derecho.
¡Exijo una explicación!
G&G: si es cierto, cómo estarán los demás! Y en algunos casos, doy fe que mucho peor que nosotros... es comparar mundos distintos. Ahora, que para nuestros parámetros estamos como las huifas, lo estamos.
ResponderEliminarSaludos.
El problema con Chile, es cómo está estructurado este "estado de derecho". Ejemplos de abortos de "estado de derecho" son la ley de concesiones, el código civil, la ley eléctrica, el código de aguas... todos con una redacción muy "especial".
ResponderEliminar