lunes, 2 de agosto de 2010

Honestidad Derrotada

Alguien me dijo cierta vez que el peor de los sacerdotes era menos malo que el mejor de los seglares, y a lo largo de los años le he dado muchas vueltas a ese aserto, pues encierra mucha verdad.
Hace algunas semanas los obispos, entre los cuales hay algunos que, según mi parecer, junto a no pocos sacerdotes, emiten juicios muy dañinos sobre temas seculares e, incluso, sobre materias eclesiales, decidieron dar un paso que requería mucho valor cívico: proponer un indulto que, entre otros, favoreciera a ex uniformados.
Ese solo hecho demostró un principio de honestidad y coraje político entre ellos, porque vivimos en una país sometido a una sistemática desinformación sobre el tema de los derechos humanos, que ha trastocado el juicio de la opinión pública al respecto y torna temeraria y repudiable, a ojos de la mayoría, toda idea de perdón en favor de quienes nos libraron del terrorismo propiciado por las ideologías totalitarias.
La mayoría de los obispos se inclina a la izquierda y no vaciló en agravarle al Gobierno Militar los enormes problemas que debió superar, comenzando por el de la amenaza terrorista. Sin embargo, todos tienen una conciencia moral.
Pero, consumado el desenlace que resultó tan favorable para los destinos de Chile y cumplida la misión del régimen castrense, los prelados no han podido menos que tomar nota de muchas cosas: primera, que a los iniciadores de la guerrilla terrorista, por sangrientos que hubieren sido sus crímenes, se les perdonó a todos; segunda, que los ex uniformados fueron llamados a una tarea y no acudieron por vocación personal ni sed de sangre a luchar contra los terroristas, sino que lo hicieron cumpliendo un deber de carácter público y de protección social; tercera, que si no hubieran sido asignados a esta tarea, ellos habrían sido ciudadanos de antecedentes intachables, como lo habían sido antes de la confrontación y lo han sido después; cuarta, que pública y notoriamente se les ha privado del derecho, que asiste a todo ciudadano, de que las leyes se les apliquen no sólo en lo que les sea adverso, sino también en cuanto los favorezcan, como en el caso de las de amnistía, prescripción y cosa juzgada, entre otras; y quinta, que también pública y notoriamente han sido juzgados por magistrados de notorio sesgo político, lo cual se ha traducido en que éstos hayan dejado de observar no sólo el derecho, sino la verdad de los hechos, dictando condenas inicuas, cosa fácilmente comprobable, pese a lo cual nadie las objeta.
Hasta al peor de los sacerdotes, mejor que el más impecable de los civiles, y a diferencia de éstos, llegó un momento en que la injusticia y la iniquidad se le hicieron intolerables. Simplemente, por una razón moral, dictada por su convicción religiosa. Porque hasta el peor de los sacerdotes comprende que Cristo habría considerado intolerable lo que ha sucedido entre nosotros a este respecto.
Por eso, y sólo por eso, la Iglesia se atrevió. Pero, claro, ha resultado que los prelados son mejores que los laicos, pero, al igual que éstos, no son héroes. Ante la violenta reacción extremista a raíz de su propuesta, les sucedió lo mismo que a las autoridades civiles: se asustaron. Y quedaron muy mal, porque debieron faltar a la verdad, declarando que nunca habían pensado en que el perdón alcanzara a los bautizados por la propaganda de izquierda como "violadores de derechos humanos". Porque, claro, esa propaganda nos convenció de que los guerrilleros que ella armó para matar chilenos, ya perdonados todos, no eran "violadores de derechos humanos". Los que les impidieron matar chilenos, sí lo eran y lo son.
Entonces los prelados, que habían lanzado la piedra de un indulto sin discriminaciones, después escondieron la mano y dijeron que nunca habían pensado en un perdón a los ex uniformados. Su penosa retractación los dejó a la altura de un político civil cualquiera. Y no necesito nombrar al más eximio representante de éstos.
Hubo, eso sí, un principio, o mejor dicho un conato, de honestidad moral de parte del episcopado y ello se le debe reconocer. Por un momento los obispos se alzaron contra la iniquidad. Después el extremismo los amedrentó. La honestidad moral quedó, una vez más, derrotada en nuestro medio, con amplio apoyo mayoritario de una opinión pública que tiene el cerebro lavado.
Pero sirva de consuelo saber que no todas las conciencias morales en el país están muertas. Sólo hemos comprobado que quienes las mantienen vivas, los peores de los cuales son menos malos que el mejor de los seglares, tuvieron el mismo miedo que éstos a la virulencia extremista. Y entonces los prelados debieron volver al mutismo que no les permitía tener la conciencia tranquila.

8 comentarios:

  1. En varios de sus últimos textos usted ha aludido a los "sangrientos" y numerosos "crímenes de la guerrilla terrorista" de izquierda. Quisiera que por favor me pudiera aclarar a qué crímenes se refiere en específico. No sé si habla de delitos ocurridos antes, durante o después del Gobierno de Allende. Desde luego me imagino que se refiere a la muerte de Pérez Zujovic, de los escoltas de Pinochet y del asesinato de Jaime Guzmán. En tal caso, convendría también hablar del terrorismo de los grupos de choque de la derecha, y del asesinato de Schneider.

    Interesado en informarme sobre aquello que le consulto, digo que de todas formas me parece que por número y naturaleza, no son comparables los delitos –incluso homicidios- cometidos por particulares contra particulares (aunque en el caso de estos tengan filiación con grupos subversivos, por ejemplo), con los crímenes cometidos al amparo de una política de terrorismo de Estado, avalada por el orden institucional, como sucedió durante el gobierno militar.

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  2. Andrés: Hubo 423 muertos por terroristas de izquierda, que las dos comisiones formadas por la C oncertación atribuyeron a "violencia política".
    No hubo terrorismo de Estado. La Junta emitió resoluciones ordenando respetar los derechos de las personas. Todo documentado en mi libro " Terapia para Cerebros Lavados". Saludos.

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  3. Don Hermógenes. Habitualmente no estoy de acuerdo con usted, salvo cuando critica a Piñera. Pero debo reconocer su consecuencia y su lucidez para defender el pensamiento de derecha. Es, sin duda, la mente más lúcida de la derecha. Se lo dice alguien que está, probablemente, en las antípodas de su pensamiento.

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  4. PHILLIPO
    aca no se trata de defender "el pensamiento de derecha"..por que si usted se fija bien ,aca no se habla de filosofias ,o principios politicos ,todo lo que don hermogenes comenta se basa en echos concretos historicos y reales...nada mas !!

    ANDRES
    como usted dice aca no se trata de empatar ...pero me gustaria que me informara cuales fueron las acciones de los "grupos de choque terroristas de derecha" y cual fue el resultado de ellas !!

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  5. como no vamos a estar jodidos!!! si los diarios de "deressha" no publican opiniones honestas y lo han echo desde que existe "la democracia".
    digo lo anterior porque envie mi respetuosa opinion acerca del tema del indulto del cual hace mencion Cristina Bitar...la que por supuesto no lo apoya sino que al contrario estima que esas facultades se deben eliminar y lo mismo hacen algunos de los que ahi opinan ...
    por supuesto de que como no estoy de acuerdo con ello envie mi opinion y preguntaba el porque nadie dijo nada cuando se indulto a terroristas delincuentes en forma masiva en el gobierno de aylwin y luego lo mismo se hizo en el gobierno de lagos .ademas algunos hablan de carcel de oro ,y que ha habido poca justicia ,que los militares presos no han sufrido y estupideces asi .
    y yo respetuosamente les respondi a estas personas e incluso envie otro email con un reclamo al "moderador".por no publicar mi opinion ..pero nada paso
    con una democracia y libertad de prensa de esa onda .....estamos fritos
    por favor les recomendaria que vieran el video del politico analista argentino don vicente massot (solo la primera parte )en ella este senor se las dice todas a los marxistas pero tranquilamente y por lo que el explica es exactamente lo mismo que sucede en chile ...gente que no opina como lo hace la izquierda ...no tiene ninguna posibilidad de expresarse libremente ni contar la verdad.

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  6. Pero de que diarios de derecha habla Laninita. El Mercurio y sus diarios sólo defienden los intereses de su dueño, que por lo demás ha sido su política de siempre y si para defenderlos es necesario estar con la izquierda, pues bienvenida sea, pero si el cuerpo D del día domingo se convirtió en caja de resonancia de la concertación, desde ahi un tal Peña, que las oficia de rector de una universidad, vomita su rencor contra el gobierno militar.
    No hay diarios de derecha, no se engañe con la propaganda zurda, diarios de derecha eran La Unión, el Diario Ilustrado.
    Por lo demás toda la prensa publica cartas de personas comunes sólo cuando se refieren a temas inocuos, que no causen problemas, en los otros temas sólo opinan los políticos de siempre.

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  7. Andrés, dices "no son comparables los delitos –incluso homicidios- cometidos por particulares contra particulares (aunque en el caso de estos tengan filiación con grupos subversivos, por ejemplo), con los crímenes cometidos al amparo de una política de terrorismo de Estado".

    Muchos horribles crímenes se cometieron bajo Allende "al amparo de una política de terrorismo de Estado", además de que —luego de la expulsión del gobierno castrista— muchos gravísimos delitos terroristas fueron cometidos al mismo amparo, esta vez por parte de estados extranjeros (con entrenamiento, financiamiento, logística y participación oficial del aparato estatal de Cuba, Nicaragua y la URSS).

    Para quienes buscan verdad y justicia con honestidad, estos gravísimos hechos no pueden ser escamoteaados.

    Al respecto, te recomiendo leer http://bit.ly/dkZZhl

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