miércoles, 31 de enero de 2018

Que Cien Años lo es Todo



          No había leído un libro tan entretenido desde “Un Veterano de Tres Guerras”, al cual este blog declaró el mejor libro de 2014. Todavía sigue entre los más vendidos. El de ahora es “Diez Años en Araucanía 1889-1899”, del ingeniero belga Gustave Verniory, veinteañero llegado a Chile a construir puentes y ferrocarriles.

          Nos describe fría y descarnadamente en una parrafada inicial, en la cual afirma que, en general, los chilenos son ladrones y mentirosos. Pero se avino bien a todo eso, se quedó diez años y trajo a su hermano menor.

          Divide a los chilenos en gente decente, rotos e indios. Afirma haberse avenido bien con todos ellos, aunque sus amistades las hizo con los primeros. Cuando había que sobornar gente decente, lo hacía y con éxito. Eso no ha cambiado hasta hoy. Y cuando la gente decente le pedía oficiar de “palo blanco” para algún negocio dudoso, aceptaba. Tenía varias propiedades que no eran suyas a su nombre y lo europeo se le notaba en que jamás pensó en fundirse con ellas.

A los rotos, como él les decía, supo manejarlos muy bien en sus obras, que a veces sumaban miles de contratados, principalmente ferroviarios o “carrilanos”. Había escasez de brazos, pues en el verano desaparecían del sur, donde Verniory construía puentes y líneas férreas, para marcharse al centro agrícola a ganar más en la época de las cosechas.

          La principal alimentación de los carrilanos eran los porotos. Faltando éstos, aunque les dieran carne en abundancia, decían perder la fuerza y protestaban. Una vez un banco se quedó sin liquidez y no se les pudo pagar los salarios, cerca de Temuco. Estalló una revolución obrera. Dice Verniory que miles de rotos partieron en estampida a saquear Temuco, entonces ciudad de unos trece mil habitantes, recién fundada una década antes. Las autoridades dispusieron para la defensa de un escuadrón de caballería, pero Verniory afirma haberlas convencido de que él arreglaría el asunto y asegura haberse presentado ante el ejército invasor aparentemente desarmado, “sin  cinturón, pero con un  revólver en el bolsillo”, y haberles prometido a los saqueadores de inmediato una ración doble de porotos y mucho pan para todos, con especiales aditamentos de grasa y aliños, más la promesa de pagarles su dinero al día siguiente, ante lo cual se convencieron y desistieron del saqueo gritando: “¡Viva el gringo cuatro ojos!”, a lo cual él dice haber replicado con un “¡Viva Chile!” y ellos duplicado con un “¡Viva Chile mierda!”.

Todo eso le valió el agradecimiento de las autoridades y la población.

          Con los indios se llevaba, asimismo, muy bien, pero cuando alojaba en sus rucas afirmaba haber salido lleno de piojos y pulgas. Sostenía que los de Bío Bío al sur eran flojos, pendencieros y alcohólicos, pero los de más al sur del Toltén eran más inteligentes y algo trabajadores, pero no tanto como los rotos.

Una vez un indio, en la zona del lago Budi, se enamoró de un fino cuchillo de Verniory y le ofreció comprárselo, pero éste le dijo que no lo vendía por ninguna plata. El indio le ofreció un cordero, después dos y aun tres, finalmente añadiendo una vaca. Pero él le contestó, pidiéndole en mapudungún, idioma que hablaba: “Una vita-piri (muchacha) que no haya visto más de quince cosechas”. El indio partió a buscarla, pero nunca volvió, pese a que vivía cerca, era bastante rico en animales y tenía cuatro mujeres.

          Una vez el belga, cerca de la línea del tren que construía, vio un cementerio indígena y en él una especie de ídolo o monumento funerario de madera que codició inmediatamente y decidió robárselo. En un carro de mano ferroviario, de noche y con un par de cómplices, lo sustrajo, pero los indios lo advirtieron y salieron por los caminos en persecución de los ladrones. Un desprevenido jinete, al cual culparon, fue atravesado por un lanzazo y murió ahí mismo, mientras Verniory y sus cómplices huían por la vía férrea en su carro de mano. El ídolo robado terminó en Bruselas.

          El sur estaba poblado por muchos alemanes, ingleses, franceses, belgas, españoles, norteamericanos, suizos y noruegos, que prosperaban y hacían negocios en un medio económico muy libre. En Valdivia se hablaba más alemán que castellano, dice Verniory.

Cuando les robaban sus caballos organizaban expediciones hasta encontrar a los ladrones, para lo cual contaban con el apoyo de la justicia, que en esos años era partidaria de las víctimas y no de los delincuentes.

En una oportunidad rodearon una vivienda campestre cordillerana de conocidos ladrones en busca del caballo más fino de Verniory y del de un alemán vecino suyo. El juez, que participaba en la expedición junto a un destacamento armado, se llevó presos a todos los hombres, pero los caballos no aparecieron. Como los sospechosos seguían presos durante semanas, la mujer del principal de ellos llegó una noche donde el belga y le ofreció devolverle su caballo y el del alemán si desistían de la acción judicial. Verniory aceptó, les devolvieron los caballos y entonces el juez liberó a los ladrones, a los cuales se había negado a soltar. En esa época así se recuperaba lo robado.

          El belga dice que la amenaza de guerra con Argentina era constante en esos años. “Los guardias nacionales están acuartelados. A veces los veo maniobrar con su uniforme azul oscuro y me asombro con sus rápidos progresos. Los chilenos son verdaderamente un pueblo de soldados”. Tampoco en esos años los metían presos después de las victorias. Ni ellos lo habrían tolerado.

          Los efectos de la Revolución del ’91, dice Verniory, fueron terribles. Murieron más de diez mil chilenos, en una población de dos millones. El medio por ciento. Fue como si tras la Revolución Militar de 1973 hubieran muerto sesenta mil y no tres mil. Pero las sucesivas amnistías, después del ’91, hicieron que todo fuera prontamente olvidado y perdonado por lado y lado. Es que no había llegado al país todavía la doctrina del odio, que impide toda reconciliación.

          El libro revela que hace cien años Chile era un país muy pujante, condición que perdió hasta que la Revolución del ‘73 se la devolvió. Después ni siquiera los políticos se la han podido quitar, aunque han hecho lo posible.

21 comentarios:

  1. Que mentira diran los fiscales cobardes ahora, sobre los graves hechos ocurridos ayer en Ercilla. Donde fue atacado el campo de Don Rene Urban, a quien le robaron todo su ganado.
    El hijo pedia por wsp, urgente apoyo a los agricultores porque esban disparandole de todos lados. Carabineros fue violentamente atacado sin poder repeler el ataque puesto que solo utilizan balas de goma. Los blindados quedaron llenos de balazos, de todos los calibres y los neumaticos rotos con miguelitos de gran tamaño. En una persecusion los terroristas se vieron acorralados y abandonaron una camioneta toyota, con gueso armamento y municiones de guerra. Metralleta y fusiles de asalto v/s balas de goma.
    Por otro lado nosotros, un grupo de agricultores, recorriamos el campo para recuperan unos novillos resagados. Al rodear a los terroristas, para sacarlos de allí, fuimos interceptados por un comunero de a pie y uno de a caballo, para quitarnos los animales, todo esto en una quebrada con mucha vegetación y bosques de eucaliptus.
    Se nos venian muy agresivos y con amenazas, pero como vieron que no les temiamos, y yo ademas enfrenté al de a pie, desafiandolo a pelear. Este pelafustan se chupo todo. Le dije que no eramos carabineros y que con nosotros le iria mal, aqui me di cuenta que, a la policia no le temen porque saben que no tienen atribuciones. Este es un Gobierno de canallas marxistas, que protege a los terroristas. No puede ser que en Chile exista un reducto plenamente identifiicado, con terroristas armados de material de guerra, que ademas roban y asaltan a destajo queman a personas, camiones, casas, etc.
    Asesinan, destruyen roban y violan, todas las leyes del Estado. El gobierno a su vez no hace nada. Algunas de las armas encontradas pertenecen a las usadas por el FPMR. Aqui claramente esta la mano del Partido Comunista. En los diarios y tv no dicen nada de esto o lo minimizan. Por todos estos hechos que van en aumento, es urgente la intervencion de militares, para asegurar que las cosechas no sean quemadas. Ninguno de los parlamentarios en ejercicio, ha encarado esto con firmeza, solo tibias declaraciones, tal vez la exepcion es Jose Antonio Kast, pero el esta solo. El ministro del interior debe renunciar por inepto; o ser acusado de notable abandono de deberes.

    Orwall Casanova Cameron
    Agricultor de IX Región

    ¡Tiene que caer este pez gordo!,.. amigui íntimo de la gorda y de la corrupta ,..de Javiera Blanco. Gral.Villalobos es un uniformado izquierdista ex jefe de inteligencia y ex jefe de escoltas (GAP), de Bachelet en periodo 2006-2010... Javiera Blanco como ex Subsecretaria de Carabineros en ese periodo, periodo en el cual se inicia el mega fraude institucional, era muy cercano a este corrupto.... si cae Villalobos, se destapa el más grande fraude público de la historia con $26.000 millones “perdidos”... por eso no lo dejan caer: cae Villalobos => cae Blanco => cae Bachelet
    (¡El fraude es muchísimo mas..!). Además camuflaron el asesinato de Alex Vojkovic, amante de Bachellet justo antes asistir citación de Carroza,...¿que es lo que sabia este vocero del FMR que lo mataron?, amparado por la J. Blanco y los miles de $$$, de Carabineros?
    Carabineros fue encargado de investigar "supuesto accidentes de Vojkovic,….",Mercurio Octubre 2014,…asesinado según su hermano.

    ResponderEliminar
  2. Este gobierno protege a los terroristas. El proximo ha estado mudo. Es probable que no se atrevan a decir nada. Ni a hacer nada tampoco. Bien se sabe que hay terrorismo extranjero. Felipe kast y su partido, evopoli, poco o nada diran y haran.
    Cob la politica de la avestruz el problema no hara sino incrementarse. La cosa tiene mal pronostico.

    ResponderEliminar
  3. Creo que es muy probable que Felipe Kast haya sido electo por confusión. Muchos pensaron que era Kast el bueno.Este Felipe Kast es el típico derechista con cmplejo de culpa. Va a Cuba para posar de "open mind" y aprueba todo tipo de perversiones. Nunca disparará contra los delincuentes disfrazados de mapuches y les dará puros mejorales a los agricultores.

    ResponderEliminar
  4. Veo que ha hecho el experimento de omitir al innombrable en aras del consumidor del blog.

    Excelente historia, de hecho voy a ver si consigo el libro; tiene algo de épica "farwest", pero así eran las cosas cuando el gobierno y su justicia no eran casi omnipresentes como ahora.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Buenisimo el blog, increible, pero creo que es cierto.

    ResponderEliminar
  6. Por lo relatado este europeo no tenia mucha estatura moral para acusar de ladrones y mentirosos a los chilenos.

    ResponderEliminar
  7. La otra cara de la moneda
    Lo que dice el Centro de Documentación Mapuche, Ñuke Mapu (Madre Tierra en lengua mapuche) cuya existencia data en 1996, es un programa de investigación e información académico originalmente adscrito al Departamento de Sociología de la Universidad de Uppsala, Suecia.
    En el año 1889 llegó a La Araucanía un joven ingeniero belga, quien fue contratado por el Gobierno de José Manuel Balmaceda para construir un ferrocarril capaz de unir la zona central de Chile con la entonces aislada región de Valdivia. Se trataba de Gustave Verniory (1865 -1949), quien se había titulado recientemente en Bruselas, y que llegaba a un territorio en donde los mapuches comenzaban a experimentar los procesos de industrialización.
    Verniory estuvo diez años en el sur de Chile. En este período comenzó a llevar un diario de vida en donde anotó sus experiencias con las comunidades indígenas. Posteriormente, el ingeniero publicó este manuscrito y lo tituló, Diez Años en Araucanía 1889-1899.
    Sin embargo, a mediados del siglo XX, parientes del ingeniero dieron a conocer la bitácora que había realizado Verniory. En este se evidenciaron no sólo relatos y experiencias que tuvo con los mapuches, sino que también, distintas fotografías en donde mostraba cómo enfrentó la construcción de La Línea de Victoria a Osorno.
    Este es el archivo fotográfico que llega por primera vez a Chile mediante el trabajo en conjunto del Instituto Francés Chileno y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
    Se trata de una exhibición llamada Gustave Verniory, una visión intimista del pueblo mapuche y de La Araucanía, exposición que no había sido presentada al público, y que en esta ocasión revelará cerca de 30 fotografías inéditas que muestran la realidad mapuche de finales del siglo XIX además, de los procesos de industrialización en la zona.
    Según el antropólogo Diego Milos, pese a que esta exposición lleva el nombre del ingeniero, no todas las imágenes fueron capturadas por él. En este sentido, explicó que muchas de las fotografías presentes en el diario del ingeniero y en la muestra, fueron compradas a otros fotógrafos a finales del siglo XIX, entre ellos, Gustavo Milet.
    Además, Milos señaló que “lo que sí está muy claro en las fotografías, es que él retrata una sociedad mapuche sumamente golpeada y desposeída”, dijo.
    Diez Años en Araucanía 1889-1899

    ResponderEliminar
  8. Continuación comentario anterior.
    En el diario de vida de Verniory, Diez Años en Araucanía 1889-1899, se leen distintos puntos de vista que describen las costumbres del pueblo mapuche y los obstáculos que debió enfrentar para la construcción del ferrocarril.
    Por ejemplo, en uno de los relatos del diario de vida se lee: “El indio araucano es de talla mediana, ancho de espaldas, robusto y al mismo tiempo flexible y ágil. La cara es notablemente redonda y a menudo hinchada, los pómulos salientes, boca grande, labios gruesos, nariz corta y un poco achatada, con las ventanillas amplias, los ojos negros de expresión viva, la piel color moreno claro, el aspecto es duro, frío, serio y sombrío. Rara vez se ríe el indio”.
    Por otro lado, el ingeniero anota: “Las mujeres se depilan cuidadosamente todo el cuerpo y eliminan las cejas; al contrario de los hombres, ellas tienen rasgos dulces (…). Los cabellos son negros con reflejos azules como el ala del cuervo y para ellas son de primera importancia. Los peinan partidos al medio y caen en dos trenzas gruesas y largas, recubiertos a menudo de una cinta sobre la cual cosen hileras apretadas de pequeñas cuentas de plata semiesféricas”.
    Además, las fotografías presentes en el diario describen también las vestimentas de las comunidades mapuches y sus viviendas, sus tradiciones e inclusive, su lenguaje.
    Así, describe: “La lengua araucana (mapuche dungu) se caracteriza por la abundancia de vocales y la ausencia de consonantes fuertes y sonidos guturales; es por lo tanto un idioma dulce y musical”.
    Sin embargo, según Milos, una de las preocupaciones principales del ingeniero, según lo escrito en el diario de vida, tiene que ver con la construcción ferroviaria. De acuerdo a esto indicó que el ferrocarril representa la industrialización y cómo esta va incorporándose a la vida en La Araucanía.
    “Entonces él cuenta cómo hay muchas empresas pequeñas y grandes de construcción que van licitando y accediendo a cumplir las líneas de tren y Verniory describe eso muy bien; cómo organizan las talas del bosque, los grupos de obrero para trabajar. Todo eso también lo describe en sus diarios”; indicó.
    La exposición. La muestra también se enmarca en la celebración del patrimonio indígena de Chile. Por esto, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y el Instituto Francés de Chile han realizado distintas actividades, entre ellas, la conferencia Memoria de la llegada del capitalismo a la Araucanía que dictará el antropólogo Diego Milos el día 30 de julio a las 18:30 en el museo.
    Luego de esta actividad, se presentará la cantante y recopiladora Karen Wenvl, quien mediante su propuesta busca difundir la cosmovisión mapuche.
    Finalmente, se inaugurará la exposición Gustave Verniory, una visión intimista del pueblo mapuche y de la Araucanía”, la que se mantendrá abierta al público hasta el 27 de septiembre en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo lo tuercen para llevar agua a su molino estos mamertos.

      Eliminar
    2. Así es estimado, no dejan historia sin intervenir por la fuerza de los DDHH.

      Eliminar
    3. "cosmovisión mapuche"...........claro que debe haber una cosa como esa....pero su alcance se limita al volcan más cercano y punto. No pensaran que entre los araucanos hay un Aristóteles o un San Agustín. Los araucanos no tienen nada que aportar a la civilización que no haya sido ya introducido por otros antes que ellos y en mejor cantidad, calidad y hondura. El resto es "música" como dijo el werken aquel.

      Eliminar
  9. Y ante el Todo Tiempo Pasado fue Mejor de Don Hermogenes
    SELKNAM

    ResponderEliminar
  10. Dale las gracias a los progrezurdos como tú que lo transformaron en "patrimonio de la insalubridad"

    ResponderEliminar

  11. O sea, quedamos en las mismas y nada ha cambiado en poco más de 100 años.

    Los decentes, rotos e indios de finales del siglo XIX serían ideológicamente lo mismo que los actuales clase A, B, C1 o los “pelolais”; los de la clase C2, C3 y D o los “flaites”; y los oprimidos habitantes despojados de sus tierras, el pueblo milenario y originario mapuche o los vulgar y despreciablemente mal llamados araucanos, respectivamente.

    No sé si he sido políticamente correcto pero pareciera que “cómo a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor”, según Jorge Manrique.


    ResponderEliminar
  12. Sebastián Torrealba, diputado electo de RN: “Hay que avanzar sobre la eutanasia y la legalización de algunas drogas”
    Claro, si el resto del mundo come caca, no ve la razón para no hacerlo en Chile.
    Esta es la derecha que nos "gobierna"

    ResponderEliminar
  13. Genaro Arriagada: “Cuando estaba en la embajada de EE.UU, el presidente del instituto del Partido Republicano y del Partido Demócrata me sacaron a un lado. Entonces me dijeron: ‘Mire, señor Arriagada, nosotros tenemos claro que ustedes van a ganar por un millón de votos, tenemos la encuesta CEP y ustedes ganan’. Yo les pedí que no diera a conocer esa encuesta, porque nuestra fuerza era que ellos tuvieran la convicción absoluta de que iban a ganar. Si tenían la convicción de que iban a perder podrían hacer alguna brutalidad. Al día siguiente me llamó y me dijo: ‘el 10 en la noche daré una conferencia y mostraré este resultado. El New York Times lo va a publicar el día 5 de octubre cuando ya no tenga ninguna repercusión en Chile’. Dicho y hecho”.
    Estos son los traidores que se vendieron alos yanquis.................y se atreven a hablar.

    ResponderEliminar
  14. Hace 700 años atrás Tlaltelolco era un gran centro comercial y Tenochtitlen el centro de la meseta norteamericana.
    ¿Que paso? Buscar en google la palabra EVOLUCION

    ResponderEliminar
  15. Ptas. Extranjero, no podis dejar de ser weon ni un día? Son los indios saco de pelotas. Los pacos no son ninguna lindura, pero los que queman son los indios. Los pacos tendran otras muchas yayas ( faltas para ti ) o algunos derechamente delitos, pero los que queman son los indios ayudados por algunos extranjeros tambien. Uno trata de no putearte, pero no dejas opciones extranjero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Y son los indios del Punjabi o los de Nueva Delhi o Mumbai?

      Eliminar
  16. Sucede que ya que se acabo el Frente Manuel Rodriguez, a secas, porque de patriótico no tiene nada, pero tienen que mantener uno o varios focos de conflicto... Me refiero a los zurdocarroñeros comunistoides... Al igual que lo han hecho en los vecinos países, todos conocen las siglas de memoria, no?
    Pues bien, al parecer en Chile les ha costado más tratar...?
    Quiero pensar que la mayoría de los chilenos que han vivido desde antes del 73, algo les quedó grabado en la memoria de lo que paso. Y que en Chile se derrotó a los comunistoides, y que no queremos pasar por la misma.
    Así que nuevamente, Ed Penya, vive tu vida desde allá y deja a los que vivimos aquí
    vivirla también libremente, ok.

    ResponderEliminar
  17. Gran lección de la Historia, señor Pérez de Arce ibieta.

    ResponderEliminar