miércoles, 29 de febrero de 2012

Desigual Distribución de los Horrores

Se han seguido recordando el crimen y la muerte del dirigente sindical radical Tucapel Jiménez. Cuando aconteció, en 1982, recuerdo haberme horrorizado, como todos en Chile, y supuse que él había sido víctima de un delito común. Las versiones que se dieron en ese tiempo sugerían eso.

Después apareció inculpado un sujeto sin mayor connotación, el carpintero Alegría. Finalmente, tras décadas de proceso judicial, resultó que eso había sido un montaje para ocultar las participación en el crimen de la Dirección de Inteligencia del Ejército. Hoy los agentes de la misma, autores del delito, cumplen cadena perpetua.

¿Por qué esa institución podía cometer un crimen tan inexplicable? Tucapel Jiménez no era un revolucionario. Sus declaraciones a la prensa eran moderadas. He averiguado todo lo que he podido acerca de la justificación que pudieron tener oficiales del Ejército para cometer ese delito. Lo más aproximado a una explicación que he recibido ha sido que Jiménez tenía importantes vinculaciones con sindicalistas norteamericanos y europeos y todos ellos se encontraban preparando activamente un bloqueo comercial contra Chile, que en momentos en que la crisis de la deuda de los '80 tenía al país asfixiado, habría sido considerada un acto de traición a la Patria en una emergencia equivalente a una guerra, que en los códigos castrenses acarrea la pena de muerte.

Pero, indudablemente, desde mi punto de vista, su asesinato es un baldón para el Gobierno Militar. No puede decirse otra cosa.

Pero hubo crímenes de la izquierda igualmente atroces en los años 70 y 80, y nadie recuerda a sus víctimas. A los casos más notorios del Intendente Carol Urzúa y sus dos acompañantes; del subdirector de Inteligencia Roger Vergara, acribillado con más de sesenta balazos en el cuerpo; de los tenientes de Ejército Carevic y Zegers, despedazados por explosivos del MIR que ellos intentaban desactivar para proteger a civiles inocentes, se añaden muchos otros.

Recuerdo, en particular, que un distinguido periodista y médico me refirió un día que había pasado por un lugar donde se celebraba una ceremonia, y había visto a no pocas mujeres y niños llorando. Preguntó qué hecho se estaba recordando: "son las viudas e hijos de unos carabineros muertos por una bomba que puso el MIR en el bus en que viajaban". ¿Quién los recuerda públicamente hoy o les rinde homenaje? Nadie, salvo sus familiares. Nunca aparecerá la conmemoración de su aniversario en un noticiero de TV, como ha aparecido, en todos, la del crimen de Tucapel Jiménez.

Cinco escoltas del Presidente Pinochet murieron en el intento de asesinato de éste. Eso no sólo se conmemora rara vez. La Presidenta de la República recibió en La Moneda al principal autor y gestor del quíntuple crimen y magnicidio frustrado, César Bunster. Lejos de horrorizar a la ciudadanía, su actuación le hizo acreedor a ser invitado a los salones de la Presidencia. Hasta escribió un libro ufanándose de su delito y llegó a pretender la dignidad de ser elegido alcalde, intento en el cual, por suerte, fracasó.

Hoy día leo en "La Segunda" que la alcaldesa Graciela Ortúzar (RN), de Lampa, se suma a los homenajes en memoria de Tucapel Jiménez y ha inaugurado una plaza en su recuerdo, a 30 años de su muerte. ¿Alguien imagina a un alcalde de la Concertación inaugurando una plaza en memoria de alguna víctima del terrorismo de extrema izquierda? ¿Por ejemplo, al alcalde de La Reina homenajeando al teniente Zegers, muerto en un atentado terrorista de izquierda en su comuna? Nadie siquiera lo recuerda.

Los horrores están muy mal distribuidos en el país. Los de un lado se recuerdan y destacan. "Nunca pueden volver a repetirse", se proclama. La izquierda, en cambio, sigue trabajando en ellos. En estos días ¿cuántas bombas estallaron en Santiago? Fueron varias, pero a nadie le importa. Los crímenes de la izquierda se perdonan y se olvidan. Y todo esto con la circunstancia agravante de que quienes iniciaron el proceso de la violencia en Chile, para tomar el poder, fueron los políticos, grupos guerrilleros y terroristas de la izquierda, todos actuando de consuno. Las fuerzas armadas fueron llamadas, justamente, para enfrentar esa violencia y evitar esa toma del poder por las armas.

Los que iniciaron el incendio, entonces, ya no tienen ninguna culpa en los horrores que él provocó. Quienes lo apagaron son los que cargan con todas ellas. Y a estas alturas una redistribución más equitativa de los horrores es completamente imposible, y hasta inimaginable.

10 comentarios:

  1. Es difícil.Son años y años de victimización y mentiras. Cuando uno está terminando de contraargumentar una falacia te tiran 4 más.
    La clave para nosotros está ,probablemente, en combatir la mentira con verdades, para lo cual es necesario educarse.
    Aunque respecto a eso también soy pesimista porque por muy bien que yo juegue al ajedrez jamás le ganaré a una gallina una partida de ajedrez porque la gallina saltará, cacareará,me botará las piezas y pondrá un huevo en la mesa.

    Hay derecha en Chile? Yo creo que no. Hay gente que se autodefine como de derecha pero no entiende las ideas básicas que la componen como concepto (libertad, oportunidades,etc)Por ese lado estamos en desventaja también ya que la izquierda tiene una forma bastante estructurada (una elite demagoga de gente que sabe perfectamente lo que es el objetivo totalitarista y hartos peones útiles rompiendo, saltando, cantando y llorando en su nombre)ಠ_ರೃ

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  2. Si es cierto,,, lo que dices, padehi.cl, ahi en uno de los tomos (no me acuerdo cual) se da una explicacion a eso. Haria bien don hpda en tomar las acciones de los inividuos como operaciones racionales que acercan a un fin, haria bien además en conocer ese fin, yo no creo que sea un accidente que la "derecha" gobernante (yo no creo que exixta un especto politico)tolere que sea la vision de la "izquierda" la que predomine sobre todo por que sé que estan muy atentos ante un posible surgir del nacionalismo, que como maximo dijo, son insignificantes (no hay aparente logica en cazar nacionalistas y dejar al comunismo haccer lo que quiera, sobre todo que el segundo es una amenaza "real" y de los primeros no sabe nadie), no creo que las acciones del gobierno sean incompetencia o actos de extrema perversidad (asi como tampoco creo en la "buena fe del mercado" (basicamente por que no creo que alguien tenga buena fe sin una razón tras de ello), tienen un fín y parece que incluso le daria paz descubrirlo.

    Posdata: Tampoco creo que colaboradores de la dictadura se hayan vuelto repentinamente "de izquierda"

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  3. Como dijo Léon Degrelle: "Ellos son de izquierda. Y las gentes de izquierdas tienen todos los derechos" (cito de memoria).

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  4. Es cierto lo que dice y la única forma de cambiar las cosas es generando una fuerza lo suficientemente poderosa para oponerse y sobrepasar a la otra, pensando siempre en lo mejor para nuestra amada Patria.

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  5. Nadie puede justificar un crimen en tiempo de paz. Existía una guerra, declarada por el marxismo en Sudamérica, fuerzas irregulares armadas militarmente con armas de guerra. Guerra que se sucitó en Chile, en la Argentina, en Uruguay , en Brasil, en Perú, en Bolivia y sabemos que en otros paises de hispanoamérica y de la región en contra de las instituciones democráticas. Los propios insurrectos, muchos extranjeros, mataban a sus subordinados, cuando aquellos querían desertar,muchos subversivos prisioneros por las FF.AA denunciaban a sus cómplices y por ello en la Argentina se les daba pasaporte y documentación con nombres y datos de identidad cambiados y huían al extranjero. Huían de sus jefes y de sus cómplices.No de las FF.AA. Mientras tanto sus parientes cobraban indemnizaciones de 250 mil dolares con el advenimiento de la democracia.En Santiago de Chile asesinaron a un senador en plena democracia, y uno se los acusados, Galvarino Apablaza Guerra,Comandante en el MIR, vive en la Argentina.Hace 20 años que vive aquí. Su cónyuge, trabaja en la Casa Rosada y son protegidos de la presidente argentina.Esta muy visitado por legisladores de Chile que militan en la izquierda radicalizada. La Justicia como el gobierno trasandino, muy ocupado con mantener los juicio a los hombres dignísimos de sus FF.AA. Nuestros jueces prevaricadores están en lo mismo.Nos están empujando a la sociedad al "cepo" del pensamiento único. Ocurre ahora en España que considera un delito editar ciertos libros históricos y encarcelan por dos años al editor Pedro Varela.¿ Adonde nos quieren llevar ?

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  6. Esto no es culpa de la izquierda, que solo hizo su trabajo. Fue la derecha la que falló. (Aclaración: Digo derecha para explicarme, no es que piense que la derecha chilena es de derecha).

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  7. Desigualdad es poco. Manipulación de la verdad objetiva y de los hechos tal cual sucedieron. Sin embargo es la historia la que realmente hará justicia.Impartirá a cada uno lo que corresponda. Pero hace falta aún el transcurso del tiempo. Además hay que recordar que estamos en Chile: tenemos mala memoria;somos malagradecidos y muy poco objetivos. Si a lo anterior se añade el odio vivo que la izquierda ha sembrado en una campaña sostenida y tenaz a través del tiempo,sin prisa y sin pausa: el resultado está a la vista.Omisión,tergiversación,mentira y con ello
    desigualdad en el acceso a la verdad y también en el juicio de la opinión pública. ¡No hay mal que dure cien años! Atte

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  8. La debilidad de carácter y de convicciones y la necesidad de sumar votitos, vengan de donde vengan, hace que gente como el raro Salaberry y la oportunista alcaldesa, corran a derramar lágrimas por el sindicalista asesinado. Como Máximo dice, la derecha no existe. Lo que dá más rabia es que estos mismos sujetos, NO SON CAPACES de levantar ni siquiera una animita por los asesinados nuestros , casi todos por la espalda y a mansalva.

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  9. equiparar víctimas es siempre una actividad inoficiosa. sería como alegarles a los judíos europeos la cantidad de alemanes nazis muertos en enfrentamientos con los grupos resistentes o en atentados. cuando un estado adopta como política la exterminación de individuos signados como subversivos y recurre para ello a toda la logística de que dispone, tal y como está ampliamente demostrado que ourrió en chile, la reacción normal es enfrentarlo ahí donde se manifieste. además los mal llamados 'extremistas' generalmente atacaron a individuos armados y, supuestamente, calificados para repeler cualquier ataque. cuando se siembra lluvia no se puede alegar por cosechar tempestades...

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  10. "He averiguado todo lo que he podido acerca de la justificación que pudieron tener oficiales del Ejército para cometer ese delito"

    IUS-tificar, es algo así como construir un discurso en el cual el asesinato de una persona sea considerado en su lógica interna como justo. Ahora bien, para hacer eso, hay que creer firmemente y sin dudas que el hecho de dar muerte a otro ser humano es, en algunas ocasiones, como la pena de muerte, un acto justo, que no adecuado a la norma jurídica positiva. Creo que esta entrada retrata de cuerpo entero a su autor y a mi en particular, me parece tan ofensiva como los discursos de Fidel justificando las matanzas y vendettas de la revolución.

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