En enero se cumplirán 50 años desde que apareció mi libro "Comentarios Escogidos", prologado por Gonzalo Vial Correa diciendo: "Hermógenes Pérez de Arce es un convencido de que el único progreso humano es el de la libertad personal". En ese tiempo compartían esa postura conmigo El Mercurio, del cual era redactor; toda la derecha política, representada por el Partido Nacional, del cual pocos meses después sería diputado en el Parlamento; y todos los dirigentes empresariales: de la agricultura (en cuya radio hacía mis "Comentarios"), la minería, la industria, el comercio y el ente que cobijaba a las anteriores, la Confederación de la Producción y del Comercio, presidida por Ernesto Ayala.
Todos los anteriores juntos, en cohesionado frente, votamos Sí en el plebiscito de 1980, que aprobó la Constitución; lo mismo en 1989, en el plebiscito acordado de izquierda a derecha por la naciente Concertación y el presidente Pinochet, convocado para ratificar con un 91,25 % de los votos las reformas y la Constitución en su legitimidad democrática.
Por esas "cosas de la vida", si bien hoy me encuentro en la misma posición, defendiendo la libertad, como hace medio siglo, en los demás se ha producido una increíble mutación: El Mercurio y los nuevos dirigentes de la agricultura, la minería y la industria (el recién elegido por el comercio no se ha pronunciado), y el de la propia Confederación de la Producción y del Comercio, ahora hacen causa común con la izquierda, incluido el Partido Comunista, para derogar la Constitución y consagrar otra. Lo único seguro del contenido de ésta será que privará de parte de su libertad a los chilenos, pues ésa ha sido la meta de siempre del comunismo. Como alguna vez expresó un afín a ese partido, el expresidente Ricardo Lagos, en su libro más leído, "La Concentración del Poder Económico", "todos los medios de producción deben pasar a manos del Estado". A medida que el Estado crece, la libertad disminuye (Ronald Reagan).
Cuando tienes una sola línea te pasan cosas como quedarte solo o ser "cancelado".
Facts of life, "cosas de la vida", me dijo en 1983 un director de la BBC, cuando le reclamé, tras haber ellos grabado con tremenda parafernalia mi defensa del régimen de Pinochet, sin que nada de la misma apareciera en su programa.
Estoy muy de acuerdo en que la nueva constitución recortará bastantes libertades de las que hoy tenemos. Dicho lo anterior, dudo mucho que salga algo peor que el sin sentido que propuso la Convención Constitucional (tenemos una comisión de expertos, y un rayado de cancha que deja fuera cualquier tontera sobre plurinacionalismos y otras cosas que no le interesan a nadie cambiar).
ResponderEliminarDe todas formas, todo este proceso me parece sumamente innecesario, y como se ha mencionado antes, no es más que una forma de borrar a Pinochet de la historia.
Dicho lo anterior, más allá de que nuestra constitución actual dio las condiciones al país para estar en el top 1 de la zona, estoy totalmente en desacuerdo en que tenga legitimidad democrática.
Las votaciones bajo los gobiernos autoritarios, donde los partidos políticos están prohibidos y cualquier tipo de oposición es censurada, no puedes ser catalogadas de otra forma más que como un chiste, un fraude y una burla a todo lo que representa la democracia. La votación de 1980 no es menos ridícula que una votación monopartidista en un país comunista... y eso que no me quiero meter a los antecedentes de fraude.
Por otro lado, la votación de 1989 fue para una serie de reformas a la constitución del 1980, y solo eso. Usted miente al denotar que fue una "ratificación en legitimidad democrática"; la opción rechazo no suponía el retorno a la constitución de 1925 o la generación de otra constitución, no tiene ninguna relación con ratificación, solo fue un acuerdo político transversal para lo que venía.
Hay otra cosa en la que no estoy de acuerdo: siempre me ha parecido pintoresco que un conservador me hable sobre libertad personal, pero creo que no viene al caso profundizar, me queda claro que el tema de la entrada es otro.
Saludos.
No seas mentiroso, la constitución de 1980 es perfectamenre legítima. Que a ti no te guste es otra historia.
EliminarQuedé anodadado con su argumento don Henry.
EliminarLogro desmantelar totalmente que una votación en el contexto de un gobierno autoritario es perfectamente válida y legítima, y que aspectos como la prohibición de partidos políticos, censura de oposición y control de los medios, son irrelevantes en un proceso democrática legítimo.
Lo felicito, me ha iluminado!
El engendro constitucional pinochetero tiene de "legítimo" lo mismo que los pasaportes de Daniel Lopez.
EliminarSolo a un bruto descerebrado se le podría ocurrir semejante lesera.