El Tío es Más Sabio que el Sobrino

          La primaria de Chile Vamos, donde se enfrentarán Felipe Kast, Manuel José Ossandón y Sebastián Piñera, va a ser sólo una anécdota, porque el resultado lo sabemos de antemano.

Pues, según la última encuesta CEP, el primero, Felipe Kast, es un desconocido para la mitad de la gente y el segundo, Manuel José Ossandón, lo es para el 39 por ciento, es decir, para dos de cada cinco chilenos. En cambio, a Piñera lo conoce el 99% de la ciudadanía. El primer requisito para ganar una elección es que los votantes conozcan al candidato. La primaria de Chile Vamos será, entonces, como una carrera de cien metros donde Piñera partirá con 38 metros de ventaja sobre Ossandón y 49 metros sobre Felipe Kast. ¿Quién cree usted que ganará?

Además, el que partirá con tanta ventaja tiene una gran fortuna disponible para lo que más anhela en la vida, que es la promoción de sí mismo; en cambio, sus adversarios carecen de medios siquiera aproximadamente comparables.

Y, todavía, ya los presidentes de tres de los cuatro partidos de Chile Vamos –la UDI, RN y el PRI-- se han pronunciado públicamente en favor del que partirá con ventaja, Piñera. El destacado dirigente UDI, Joaquín Lavín, ha sido aún más explícito: “Piñera será el candidato y lo demás es música”, ha dicho.

Por si lo anterior fuera poco, Piñera se ha demostrado experto en cambiar votaciones en su favor. Cuando en 2008 la comisión investigadora de la Cámara que analizaba su compra de acciones de LAN con información privilegiada, y en la cual la Concertación tenía mayoría de cinco votos a tres, debió votar por si pedía a la Bolsa o no la grabación de la voz del que ordenó la compra de acciones, voz que era la de Piñera, el diputado presidente de la comisión investigadora, Jorge Burgos, se encontró con la sorpresa de que los diputados, por cinco a tres, rechazaron pedir la grabación a la Bolsa y la comisión investigadora fracasó.

Después, ya bajo el gobierno de Piñera, se formó otra comisión investigadora de la Cámara, esta vez para dilucidar si el Presidente había observado su deber de abstención en el caso Cascadas, pues él tenía acciones de una de esas empresas y había presionado al controlador de las Cascadas para que las fusionara, con lo cual Piñera habría hecho una ganancia importante. Cuando se votó en la Cámara el informe de la comisión que acusaba a Piñera de no abstenerse en un tema en que tenía un interés económico, la Concertación gozaba de mayoría de 41 votos contra 31 de la Alianza, pero, sorpresivamente, la Cámara rechazó por 41 votos a 31 el informe que condenaba al Presidente, desechando el veredicto de la comisión. El diputado socialista Juan Luis Castro dijo en esa oportunidad que no se explicaba el cambio de opinión de los diputados de la Concertación, pero todos los que conocemos a Sebastián Piñera creemos saber por qué diez de ellos cambiaron de opinión.

¿Es seria, entonces, esa primaria de Chile Vamos? No, por supuesto. De ahí que otro candidato presidencial de derecha, José Antonio Kast, tío de Felipe Kast y un poco mayor que éste (y tal vez por eso más sabio) ha preferido recolectar firmas para competir en la primera vuelta presidencial de dentro de un año. Así tendrá más tiempo para darse a conocer él y divulgar sus propuestas, participar en debates y hacer valer su calidad de hombre de una sola línea, de manos limpias, sin conductas indebidas, y representativo de un modelo de gobierno que modernizó al país, bajo el cual la delincuencia era castigada, la Araucanía vivía en paz y no existía el conflicto mapuche, pues los chilenos de esa raza recibían títulos de dominio sin necesidad de usurpar tierras por la fuerza, de lo cual estaban agradecidos y por eso votaban mayoritariamente por ese recordado gobierno, que entre otras cosas había derrotado al terrorismo y salvado al país de una dictadura totalitaria.

El tío José Antonio tendrá entonces más posibilidades de ganar que su sobrino y que el otro competidor caídos en la trampa de unas primarias amañadas.