lunes, 3 de noviembre de 2025

LA VERDAD SOBRE LOS DESAPARECIDOS

Si se hubieran cumplido las órdenes de Pinochet nunca habría habido desaparecidos, porque él dispuso que se debía dar cuenta de toda detención al Ministro del Interior. Estoy publicando un libro en que reproduzco documentos originales de esas órdenes. Pero en Chile frecuentemente no se obedece las órdenes. Para entender el problema resumo la página 279 de mi libro "Historia de la Revolución Militar Chilena":

"En 1979, en Yumbel... tuvo lugar el hallazgo de 19 cadáveres que habían sido enterrados el 18 de septiembre de 1973, después de ser detenidas las personas por uniformados, en Laja y San Rosendo.

"Nunca nada impidió denunciar a investigar delitos como ése y así lo hicieron las 19 familias afectadas...

"Un ministro en visita diligente, José Martínez Gaensly, de la Corte de Apelaciones de Concepción, estudió las denuncias y, atando cabos, llegó a los restos enterrados en Laja... La historia era parecida a la de otros casos, como Lonquén, Chihuío, La Serena, Antofagasta o Calama. Algún mando medio o menor, por si y ante sí, sacó a 19 detenidos en la tenencia de Laja, en la madrugada del 18 de septiembre de 1973, los llevó en un taxibus y junto al puente Perales ordenó ejecutarlos y enterrarlos.

"En 1975... el dueño del predio "Flor de Laja" advirtió un cuerpo semienterrado, denunció el hallazgo a Carabineros y éstos ordenaron la exhumación y el traslado al cementerio parroquial de Yumbel, dando cuenta a la Justicia.

"Pero cuatro años pasaron sin que la jueza competente iniciara el sumario correspondiente al oficio que recibió de Carabineros, aunque nadie le impedía abrirlo. Finalmente, en 1979, el ministro Martínez Gaensly hizo el trabajo y pudo entregar los restos a los familiares."

Hoy se carga la culpa a la Junta y a Pinochet, pero no la tuvieron. Como en el caso descrito los hechos se hallaban amnistiados y había estado de derecho, se aplicó la ley y sobreseyó.

En 1978 una intelectual de derecha francesa, Suzanne Labin, autora del libro "Chili: Le Crime de Resister", cuando la señora de Jimmy Carter habló de "miles de detenidos-desaparecidos" en Chile, viajó a Santiago y obtuvo de la Vicaría de la Solidaridad el número total efectivamente denunciado: eran 651. Lo publicó en su libro. Después el Informe Rettig dijo que entre 1979 y 1990 hubo otros 23. Total: 674. Ésos fueron todos los que se denunció durante el Gobierno Militar.

El exdirector de la DINA, general Manuel Contreras, estando preso en 1990, estudió los referidos casos y precisó el destino de los 674: algunos no aparecen en el Registro Civil, otros figuran en Extranjería como viajando al exterior, otros más han sido vistos vivos según declaraciones ante notario. Otros, en fin, confesó Contreras, murieron en combate y sus restos fueron lanzados al mar; también consideró a los desenterrados en la Cuesta de Barriga y, finalmente, los más corresponden a restos que están hasta hoy en el Servicio Médico Legal y en el Cementerio General.

Luego, se sabe el paradero de todos los denunciados durante el Gobierno Militar. No hay detenidos-desaparecidos bajo su responsabilidad. Después de 1990 empezaron a denunciarse más casos. Pero nadie se preocupó de investigar la identidad de los restos del IML y el Cementerio. El tema político es demasiado bueno como para andar encontrándolos a todos.

El diputado Johannes Kaiser ha hecho esfuerzos para que se identifique a esos restos. Pero ninguna autoridad en 35 años ha querido hacerlo.  ¿Por qué? Porque entonces se sabrá que no queda ningún detenido-desaparecido bajo el Gobierno Militar. Y la izquierda pierde un activo político importante. 

El "comité de búsqueda" del ministro Cordero se debe limitar, entonces, a los que hicieron "desaparecer" después de 1990 los gobiernos de la Concertación, bajo el influjo de los incentivos económicos creados por la Comisión Rettig y que no fueron denunciados antes. Es decir, los que tiene que "buscar" son los detenidos-desaparecidos bajo la Concertación, pues hasta 1990 no fueron tales. 

jueves, 30 de octubre de 2025

UNA SOCIEDAD ENFERMA

Patricio Aylwin declaró el 29 de septiembre de 1973 lo siguiente: "Nosotros tenemos el convencimiento de que la llamada 'Vía Chilena de Construcción del Socialismo', que empujó y enarboló como bandera la Unidad Popular y exhibió mucho en el extranjero, estaba rotundamente fracasada y eso lo sabían los militantes de la Unidad Popular y lo sabía Allende; y por eso ellos se aprestaban, a través de la organización de milicias armadas muy fuertemente equipadas y que constituían un verdadero ejército paralelo, para dar un autogolpe y asumir por la violencia la totalidad  del poder. En esas circunstancias, pensamos que la acción de las Fuerzas Armadas simplemente se anticipó a ese riesgo para salvar al país de caer en una guerra civil o en una tiranía comunista".

Quedó grabado en video y salió en los diarios en los días siguientes. Pero veinte años después el mismo Patricio Aylwin, siendo Presidente, declaró ante los medios y de nuevo quedó en video diciendo:

"Yo nunca pensé que la Unidad Popular, ni menos Salvador Allende, estuvieran interesados en dar un golpe y establecer una dictadura. Yo supe de eso cuando salió el libro ese o el documento (sonrisa irónica) que publicó el Gobierno Militar denunciado ese plan". Se refería al "Libro Blanco del Cambio de Gobierno en Chile", publicado en 1974. 

Sólo una sociedad enferma podía hacer suya semejante desmemoria. Y lo hizo. Pero ¿qué llevó a Aylwin a olvidar hasta sus propias palabras, y desde luego la verdad de los hechos, y a pedir perdón con lágrimas en los ojos a la extrema izquierda que había querido tomarse el poder por las armas? ¿Qué llevó a la mayoría a seguirlo, traicionando a los militares que habían prestado oídos a las propias imploraciones de Aylwin y tantos más? 

El arma de la traición fue la "Comisión de Verdad y Reconciliación". Apenas aparecido su Informe, el pleno unánime de la Corte Suprema lo calificó de "apasionado, temerario y tendencioso, producto de una investigación irregular y de probables prejuicios políticos". La judicatura en 1991 no estaba todavía en manos de la izquierda. Pero una mayoría siguió a Aylwin en su desvarío. Hubo un gran lavado de cerebros. 

Cuando apareció el Informe Rettig yo escribí, el 06.03.91, una columna en El Mercurio titulada "Ni Verdad Ni Reconciliación". Expuse la falsedad general del documento y previne que, por la vía de la mentira institucionalizada, el país iba al despeñadero.

Pero la mayoría era como Aylwin, había olvidado todo y le habían llenado la cabeza de patrañas: los agresores fungían de agredidos, los victimarios que iban a usar las armas para ganar el poder se presentaban como "víctimas" y los totalitarios posaban de "demócratas". La mayoría lo compró todo..

Recuerdo que un amigo me dijo, tras la citada columna, con un lenguaje crudo pero expresivo de la mentalidad imperante: "Lo que has escrito equivale a lanzar un eructo en medio de la Elevación en la Catedral".

Porque el país entero había virado igual que Aylwin. El diputado Andrés Allamand (RN) decía que el presidente era el político que más admiraba. El ministro de Educación, Ricardo Lagos, declaraba que el Informe Rettig debía enseñarse en los colegios. Y los comunistas aprovechaban de cobrar mucha plata en su calidad de "víctimas". La cual se la reconoció en 2004 hasta un Comandante en Jefe del Ejército, que hablaba de "mis camaradas y las víctimas" y añadía que el Ejército asumía la responsabilidad por "todos los hechos punibles y moralmente reprochables del pasado." Mea culpa, mea máxima culpa.

¡Qué tremendo cambio con respecto a Eduardo Frei en 1973, quien en su famosa carta a Mariano Rumor decía: "La responsabilidad única de todo lo que ha sucedido en Chile la tiene la Unidad Popular"! Por arte de birlibirloque Aylwin se la trasladó a Pinochet, la Junta y los exmilitares hoy ancianos presos políticos víctimas de la prevaricación de la judicatura de izquierda que, de paso, saquea las arcas fiscales mediante una impune e ininterrumpida prevaricación.

¿Cómo extrañarse, entonces, de que los alumnos del Barros Arana fabriquen bombas molotov a vista y paciencia de todos y nadie les haga nada? Es una sociedad enferma desde hace muchos años.

En medio de la campaña presidencial se alza, valiente, una sola voz contra todo eso, la de Johannes Kaiser. Y por ello remonta en las encuestas, porque por fin hay alguien que se atreve a defender la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

















2"Nosotros tenemos el convencimiento de que la llamada Vía

lunes, 27 de octubre de 2025

UN CLIVAJE QUE SE VA A TERMINAR

Lo llaman "el clivaje". Se refiere a los puntos de vista esenciales de cada una de las posturas en el debate político. Hay un clivaje izquierda, centro y derecha. Hay otro clivaje definido por la dominancia de la libertad personal por un lado y la prevalencia del poder del Estado, por otro. Hay un clivaje económico, socialismo versus liberalismo.

Donde no hay clivaje en Chile es en materia de derechos humanos. Izquierda, centro y derecha coinciden en que el Gobierno Militar violó los derechos humanos. Incluso los que siguen siendo partidarios y defensores de ese régimen hacen la salvedad de que reconocen su "pecado"¨: violó los derechos humanos. 

José Antonio Kast dice "yo no soy pinochetista" y añade que repudia la violación de los derechos humanos. El candidato Johannes Kaiser es lo más próximo que hay a ser un defensor de Pinochet en la actual campaña presidencial, pero le he oído hacer la salvedad o reserva de que "rechaza las violaciones a los derechos humanos". Reconociendo implícitamente que ésa fue una culpa del régimen militar, al cual en todo lo demás defiende.

Y para qué decir la centroderecha piñerista, representada en la actual campaña por Evelyn Matthei. Su mentor Sebastián Piñera fue el principal perseguidor de exmilitares, a pretexto de haber sido "violadores de derechos humanos", Fue el que más exuniformados metió presos. Cuando las querellas de todos los gobiernos concertacionistas --Aylwin, Frei Ruiz-Tagle, Lagos, Bachelet sumaban en total 300,  Piñera y su brazo derecho en esta materia, Rodrigo Ubilla, hoy alto dirigente de la campaña de Matthei, se ufanaban de haber presentado otras mil, durante su primer gobierno. 

En esta materia no hay "clivaje". Están todos de acuerdo, Con una sola excepción: Su Seguro Servidor.    

Porque he encontrado documentos originales indubitables, probatorios de que Pinochet ordenó a todas las unidades de las ramas uniformadas respetar los derechos humanos. Son de 1973 y 1974. Tengo los originales y los reproduciré en un libro, junto con una transcripción de sus textos para facilitar su lectura, porque tienen mas de 50 años y el tiempo los ha tornado difícilmente legibles. Lo voy a publicar próximamente. Título tentativo: "Pinochet Probado Inocente." Acepto sugerencias.

Será "para perpetua memoria." ¿Por qué no lo había hecho antes? Porque recordaba y citaba los documentos originales, pero no sabía dónde los tenía. Y hace poco, buscando otros papeles, me encontré con ellos. "¡Justicia divina!"

Mi misión de varias décadas, defender el legado de la Junta que le dio a Chile los mejores 30 años de su historia, culminará cuando pruebe que, además, no cometió el pecado que todos, incluidos muchos de sus partidarios, aceptan imputarle.

Cuando cumpla lo que me he propuesto, nunca más la política chilena volverá a ser la misma. El clivaje "gobierno militar violador de derechos humanos versus todos los partidos que lo condenan por eso" ya no podrá sostenerse. Pues las violaciones, que sí las hubo, en el caso de los militares fueron cometidas contrariando las precisas y probadas instrucciones del presidente de la Junta de Gobierno, Augusto Pinochet.

El clivaje "sistemática violación de los derechos humanos por los militares frente a una civilidad que los defiende" ya no existirá más.

jueves, 23 de octubre de 2025

¿DEBEMOS "HACERNOS LOS SUECOS"?

Las ironías de la historia son tremendas. El peor y primer enemigo de la Junta en 1973, después de la URSS, por supuesto, fue Suecia, entonces gobernada por un socialdemócrata, Olof Palme. Éste había instalado el "modelo sueco" de socialismo que le echó a perder la vida a los habitantes de ese país, pero acá era considerado como el desiderátum a imitar y la síntesis entre capitalismo y comunismo.

El embajador sueco en Chile era Harald Edelstam, que ayudaba a trasladar armas terroristas a la embajada de Cuba, a cuyo embajador sustituyó. Escondía terroristas en el maletero de su auto para que se asilaran en embajadas. vez de enfrentar a la justicia.

Después, en los 80, cuando se formó el FPMR comunista para matar chilenos, Olof Palme públicamente apoyaba colectas callejeras para financiar los asesinatos perpetrados por los comunistas acá.

Un sueco de derecha, Stig Engstrom, residente en Estocolmo y probable admirador de la Junta, decidió darle algo de su propia medicina y lo mató de varios balazos en Estocolmo en 1986. Fue un atentado similar a los que el FPMR comunista perpetraba en Chile, apoyado y financiado por Cuba, los países comunistas de Europa y el gobierno sueco.

Años después sucedió algo pintoresco. Yo escribí una columna en este blog describiendo el desenlace que terminó con la vida de Palme como un acto de "justicia divina", términos con los que Julito Martínez había descrito el gol de Leonel Sánchez a la URSS en el Mundial del 62, cuando el árbitro no quiso cobrar un penal cometido por los soviéticos contra Leonel y sólo ordenó un tiro libre desde fuera de área. Pero Leonel con su zurda lo convirtió en gol. Entonces Julito gritaba por los micrófonos: "¡Justicia divina, justicia divina!". Eso se hizo popular en Chile. Y, por lo demás, yo creo que ella existe.

Resultó que tiempo después, ya en el siglo XXI, el medio digital El Mostrador durante algunos años reproducía mis columnas. Pero cuando le dio cabida a una que describía el atentado a Palme como "justicia divina", el representante de la Comunidad Europea en Chile (creo que era un izquierdista español), le armó un escándalo a El Mostrador y lo amenazó con que Europa lo iba a perseguir hasta las últimas consecuencias si me seguía publicando. Desde entonces dejó de hacerlo, lo que, como ustedes comprenderán, me sumió en una tristeza infinita que dura hasta hoy.

Bueno, pero eso no es lo mejor de la historia: lo mejor fue que los suecos, viendo el milagro económico chileno que se reinició en 1985, después de la "crisis de la deuda", de la cual Chile fue el primero en salir, decidieron imitarnos: cuando Pinochet y su ministro Büchi bajaron los impuestos, privatizaron empresas, redujeron los subsidios y el déficit fiscal, disminuyendo el tamaño de Estado, bajando el desempleo a 5 % y creciendo a más de 10 % (1989), los suecos, repito, decidieron elegir gobiernos de derecha que copiaron el modelo chileno y fueron más allá, porque añadieron una idea que yo siempre he propiciado: dar vouchers a las familias para pagar la educación de sus hijos donde prefirieran. Terminaron con "el Estado benefactor".

En realidad hicieron más que Pinochet-Büchi: también suprimieron subsidios estatales, el impuesto de herencia y el que gravaba la riqueza.

Como resultado, Suecia crece más que Alemania, Francia e Italia y no ha vuelto a elegir gobiernos socialdemócratas. 

Acá todos sabemos lo que significa "hacerse el sueco". Pero yo vengo en proponer que no "nos hagamos los suecos" y sí los imitemos, elijamos a Kaiser, que tiene un programa como el de ellos y, así como se han puesto a la cabeza de Europa, nosotros volvamos a encabezar América Latina tal como lo hacíamos en los 90, antes de que el socialismo metiera mano y lo echara a perder todo otra vez.

lunes, 20 de octubre de 2025

QUERELlAS ENTRE OLVIDADIZOS

Los incansablemente Kerenskys, es decir los de la DC chilena, de nuevo están "pavimentándole el camino" al comunismo, como lo hizo el de ese apellido en la URSS de 1917. Ya se ganaron el sobrenombre cuando votaron para elegir al "socialista marxista integral" (eran sus palabras) Salvador Allende en el Congreso Pleno de 1970. Con ello se hicieron cómplices de la primera tentativa de transformar a Chile en otra Cuba. No contentos con eso, ahora los restos náufragos del "partido de los Kerensky chilenos" apoyan a una comunista de tomo y lomo (lo es desde los 14 años), Jeannette Jara, para presidenta de Chile. Es que "no pueden hacer otra cosa", como le dijo el escorpión a la rana sobre la cual atravesaba la corriente, antes de clavarla y ahogarse ambos.

Ahora los Kerenskys están pintorescamente enojados con Renovación Nacional porque en la franja televisiva usan la imagen de Sebastián Piñera junto a la de Patricio Aylwin, para la propaganda de sus candidatos "arrepentidos". Y los de RN están furiosos porque se les identifica a ellos con "la dictadura".

Es una "querella entre olvidadizos", porque en octubre de 1973 no hubo nadie más partidario de la Junta que la derecha de entonces y la DC de Patricio Aylwin, que la defendía con denuedo por haber salvado a Chile y por derrotar a la guerrilla comunista-socialista. Y recién habían suscrito conjuntamente el 22 de agosto de ese año el Acuerdo de la Cámara llamando a los militares a poner término al régimen de Allende. 

En octubre del 73  Aylwin se negaba a condenar a los militares por haber vencido a la subversión, con un saldo de 1.823 muertos de ambos bandos. Fue el número según el Informe Rettig, de caídos entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre de 1973. Y nótese que eran el 80 % de los 2.279 muertos que contabilizó el Informe Rettig en los casi 17 años del Gobierno Militar. Es decir, en los restantes 16 años hubo sólo 456 muertos más en la lucha contra la subversión.

Cuando Aylwin II en 1991 quiso condenar a los militares mediante el despreciable Informe Rettig, no se dio cuenta de que el 80 % de las bajas de la guerrilla fueron con su personal patrocinio moral y su público aval. Pues en octubre de 1973 Aylwin decía públicamente en el diario La Prensa y quedaba grabado en video hasta hoy, que los militares habían salvado a Chile de una "tiranía comunista" y habían derrotado a fuerzas "fuertemente armadas". Y añadía que no estaba dispuesto a "criticarlos desde detrás de un escritorio", cuando ellas estaban "recibiendo el fuego".

Lo que le pasó a Patricio Aylwin fue algo propio de los que tienen conductas sinuosas: se olvidan. En 1991, con lágrimas en los ojos pidió perdón a los comunistas por lo que les habían hecho los militares. Y cuando le recordaron que él había defendido a éstos justamente cuando se había producido el 80 % de las muertes, entre el 11.09 y el 31.12 del 1973, contestó: "Yo nunca dije eso, eso lo inventó el Libro Blanco ése (sonrisa aylwiniana) que publicó el Gobierno Militar en 1974".

¡Se había olvidado por completo! No contaba con que había quedado grabado ni con que todos teníamos recortes y recordábamos lo que él decía en La Prensa en octubre de 1973.

Por eso los comunistas, que tienen buena memoria, se negaron a asistir a la inauguración del monumento a Aylwin en la Plaza de la Constitución, mejor conocida como "la plaza donde falta un monumento". Pero, tranquilos, Johannes Kaiser ha dicho que lo va a levantar cuando sea presidente. Es cuestión de tiempo.

Estas son querellas entre olvidadizos, porque RN ha sido tan entreguista y cambiante como la DC y Aylwin. Habiendo sido parte del "Sí" a Pinochet, después llevó a La Moneda a Sebastián Piñera, pro-hombre del No y caracterizado por su irrefrenable pulsión de darles en el gusto a los comunistas. En procura de lo cual se erigió en el peor cuchillo para los exmilitares y se dedicó a presentar querellas ilegales contra ellos, inaugurando el más inmoral período de la judicatura chilena, convertida hoy en "un cajero automático del cual la extrema izquierda le saca plata al Estado" (Felipe Ward, que perdió a oportunidad de ser ministro del Interior de Piñera cuando alguien le recordó a éste que aquél había expresado la verdad anterior a La Tercera.)

Por suerte cada vez más chilenos están teniendo acceso a la verdad histórica y miran con sorna estas posiciones cambiantes de políticos entreguistas que se acusan entre sí por haber, todos ellos, alguna vez apoyado al gobierno que salvó a Chile. 

viernes, 17 de octubre de 2025

FUTURO GOBIERNO DE DERECHA

La primera tarea del futuro gobierno de derecha deberá ser poner término a la mayor inmoralidad de nuestro tiempo, durante los últimos veinte años: los juicios ilegales contra exmilitares por un delito inexistente y violando leyes expresas y vigentes.

En lugar de contratar abogados para triplicar las querellas contra exmilitares, como lo hizo Sebastián Piñera, el futuro presidente deberá contratarlos para restablecer el estado de derecho y el respeto a la ley, perdido a partir del mal ejemplo del Poder Judicial de hoy. 

Para eso va a haber que dotar a Interior de abogados que interpongan  acciones para sancionar la prevaricación de los jueces, ministros sumariantes y de las Cortes de Apelaciones y Suprema, que han cometido delitos reiterados al fallar durante años contra leyes expresas y vigentes. Por supuesto, el Estado va a tener que indemnizar a las víctimas de esa prevaricación masiva o a sus sucesiones, porque más de cien de ellos ya han fallecido en prisión. Es la senda que está siendo trazada por la solitaria abogada Carla Fernández Montero, que ya ha denunciado ante la fiscalía al más descarado de los prevaricadores actuales. 

Bajo el gobierno de derecha las nuevas autoridades y la justicia tendrán que dedicarse a perseguir a delincuentes y terroristas reales, como los que asuelan nuestras calles y campos hoy, particularmente en la Araucanía.  

Bajo tal gobierno la economía se beneficiará de una energía más barata, pues él derogará las decenas de "impuestos verdes" y la energía hidráulica barata de un Hidroaysén resucitado suplirá la de las generadoras de Energías Renovables No Convencionales, que producen electricidad más cara (tenemos la cuarta más onerosa del mundo). Sobrecosto que pagamos para solucionar un "no problema", pues las emisiones antropogénicas o de origen humano del CO2 no han provocado calentamiento global (que por lo demás cesó y por eso se ha cambiado el nombre del no-problema a "cambio climático", cuando si hay algo que siempre ha cambiado sin intervención humana es el clima). La inexistencia del "problema climático" la ha probado el experto chileno e ingeniero Douglas Pollock, más conocido en otros países que en el nuestro, y cuyo libro probatorio de sus tesis está por aparecer.

Bajo un gobierno de derecha la delincuencia en las ciudades será rápidamente remediada con un carabinero en cada manzana, dotado de su pistola Taser para inmovilizar delincuentes, con cero "problema de derechos humanos". Por cierto, habrá que asesorarse con el presidente Bukele para incrementar los espacios carcelarios adicionales que serán requeridos. Además, el gobierno dejará de financiar entidades que protegen a terroristas y antisociales, como el INDH. Los respectivos recursos se destinarán a controlar mejor la delincuencia común, el terrorismo y el narcotráfico. 

Bajo el gobierno de derecha, la pobreza se eliminará con un plan, ya sugerido por el economista Rolf Lûders en La Tercera del 01.11.19, para destinar el gasto social estatal de US$ 80 mil millones directamente a los dos deciles de familias más pobres, lo que les permitiría tener un ingreso de $2,5 millones mensuales cada una y dejarían de ser pobres.

El monstruoso gasto fiscal en la educación pública, que es la de menor calidad, será reemplazado por educación particular pagada para todos, dándoles a las familias vouchers para matricular a sus hijos en el colegio pagado de su elección, lo que generará un salto positivo en los rendimientos escolares.

En Salud habrá isapres para todos, para lo cual alcanza demás el gasto también monstruoso y en constante aumento del presupuesto de la salud pública. Con ello se terminarán las listas de espera que soportan hoy más de 3 millones de chilenos y se aumentará la satisfacción con los servicios médicos que recibe la población. Los funcionarios de la salud estatal lo serán de isapres y tendrán que trabajar más, porque el que incurra en paro o huelga será despedido y no premiado como ahora..

La indispensable reducción del 15 % en el gasto público para equilibrar el presupuesto será más que compensada por la aprobación de proyectos de inversión que hoy están detenidos por la permisología burocrática de izquierda, los que suman un monto de US$107 mil millones. Eso equivale a casi 30 % del PIB en mayor inversión y aumentará la demanda por mano de obra y trabajo en general, reduciendo el desempleo del casi 9 % actual al 5 % que había en enero de 1990, según cifras del Banco Central. 

Todo el peso de ministros, subsecretarios y seremis de derecha estará dirigido a que los proyectos se materialicen, es decir, todo lo contrario de hoy, en que la burocracia socialista busca razones para detenerlos y postergarlos, porque odia el capitalismo, y la aprobación de una planta desaladora, por ejemplo, toma diez años. Bajo el gobierno de derecha será cursada en menos de uno, porque presidente, ministros, seremis y órganos burocráticos estarán dedicados a ayudar a los emprendedores y no a crearles obstáculos o pedirlles coimas.

La confianza de los emprendedores hará regresar a los US$160 mil millones que han emigrado en los últimos años de izquierdismo. Junto a la renovación del DL600 que daba garantías a la inversión extranjera, ésta crecerá más y bajará el precio del dólar. Con ello disminuirán todos los precios, aumentarán el poder adquisitivo de los chilenos que viven de un sueldo o salario y el bienestar general.

La familia deberá volver a ser "el núcleo fundamental de la sociedad", como dice el artículo 1º de la Constitución. Las mujeres chilenas deben volver a tener los hijos que han dejado de desear. Muchas preferirán presidir ese núcleo fundamental antes que disputar gerencias y directorios a los hombres. La Naturaleza recuperará su sitial y empezará a haber más y no menos chilenos, pues se consagrarán incentivos económicos para fortalecer a la familia tradicional, siguiendo el exitoso ejemplo de Orban en Hungría.

La satisfacción ciudadana, la tranquilidad interna recobrada, el ejercicio severo de la autoridad y el estado de derecho restablecido harán que el subsiguiente gobierno sea también de derecha, derrotando al mismo Boric que ya se está candidateando, a falta de alguien mejor en la izquierda.

Chile recobrará su sitial de país con el mayor ingreso de Latinoamérica, hoy perdido a manos de Panamá y Uruguay, que nos han relegado al tercer lugar aprovechando las inepcias de los gobiernos de acá.

Si un gobierno de derecha posibilitó el "milagro chileno" a fines del siglo pasado ¿por qué otro similar no habrá de lograrlo de nuevo en el primer tercio del siglo actual? 

martes, 14 de octubre de 2025

POR QUÉ VOTAR POR LA "DERECHA RADICAL"

A Kaiser lo llaman "de la derecha radical", como si fuera algo terrible. Por supuesto, es terrible para la izquierda radical, pero no para el país. Pues éste le debe los mejores años de su historia a esa derecha, entonces presidida por Augusto Pinochet. Bajo su gobierno, en 1985-1990, se gestaron los mejores años de la historia de Chile, 1985-2015. Juzgados bajo cualquier criterio. Y es falso que haya violado sistemáticamente los derechos humanos, como he probado con documentos-circulares auténticos del Presidente de la Junta en 1973 ordenando a todas las unidades respetar esos derechos. Los publicaré íntegramente en breve. 

Ha habido revuelo porque Kast ha propuesto reducir el gasto presupuestario en US$6 mil millones. Pues bien, Kaiser sostiene que debe reducirse en US$15 mil millones.

Busque usted la intervención de Víctor Espinosa, jefe de los economistas de Kaiser, donde explica cómo se debe equilibrar el presupuesto. Reducirá los ministerios de 25 a 9 y las subsecretarías de 40 a 18: ahorro de 2 puntos del PIB, US$ 7.400 millones. Suprimirá los programas mal o insuficientemente evaluados: otros dos puntos del PIB ahorrados. Suprimirá dos de las tres "pegas" fiscales que tienen más de 80 mil "apitutados". Nadie lo ha contradicho con algún fundamento preciso. Y no habrá caída del producto si al mismo tiempo se liberan de trabas los US$107 mil millones de inversiones detenidas por la "permisología" burocrática de izquierda.

Si usted prefiere el enfoque social, el economista José Luis Daza, hoy viceministro del gobierno argentino, ha probado que en ese período 1985-2015 Chile conquistó un "top one" mundial: el de reducción de la pobreza.

El único candidato que tiene el coraje y la decisión para adoptar políticas  como las de esa "edad de oro" es Johannes Kaiser. 

Si quiere una explicación detallada de cómo se recupera el equilibrio presupuestario, digite https://vm.tiktok.com/ZMAPNKjpV/.

Octogenarios y nonagenarios exmilitares sufren hoy mismo la violación de sus derechos humanos, sobre todo el de tener un debido proceso. Violando los principios básicos del derecho penal y la ley escrita, son condenados y de paso, jueces prevaricadores sustraen ilícitamente al erario millonarias indemnizaciones, sin que el Estado se defienda, como debería hacerlo, impetrando la ilegalidad de los procesos. Solo Kaiser tendrá el coraje de liberar a esos ancianos y perseguir la prevaricación, todo dentro de su facultad constitucional de "velar por la conducta ministerial de los jueces."

Asimismo, es el único con la energía para disponer las medidas policiales y judiciales contra el crimen organizado y desorganizado, que ha atropellado hasta el derecho básico de los chilenos a transitar por las calles y estar a salvo dentro de sus hogares, donde la persecución contra los dueños de casa que tienen armas se ha traducido en que se deshagan de ellas y se hayan hecho frecuentes los "turbazos", en que los maleantes saquean los hogares y a veces asesinan a sus dueños. Antes,  cuando se reconocía la legítima defensa privilegiada del dueño de casa para defenderse con un arma, no existían asaltos hogareños, porque los maleantes sabían que les podía costar la vida.

Kaiser es el único capaz de erradicar tomas ilegales, sancionar a fiscales y jueces politizados que persiguen más a policías que a criminales y, en fin, suprimir todo lo que debilita la defensa de los ciudadanos honrados bajo un sistema como el de hoy, garantista del delincuente.

Kaier es garantía de que se restablecerá la verdad histórica, hoy oculta al grueso público desde 1990. Yo mismo estaré publicando en los próximos días testimonios documentales de que la Junta de Gobierno presidida por Pinochet veló por respetar los derechos humanos.

Kaiser es el único capaz de expulsar a los residentes ilegales extranjeros que han protagonizado los peores crímenes, aprovechando la lenidad del gobierno y su vocación de hacer del lumpen un aliado en su revolución, como dijo alguna vez Boric. Revolución violenta, como alguna vez confesó el mismo revolucionario en jefe. En justicia y legalidad normales, por ejemplo si Kaiser hubiera sido Presidente en 2019, hoy Boric estaría preso. 

Kaiser es el único capaz de hacer un gobierno de derecha exitoso, que impida el retorno al poder de la izquierda demagógica y revolucionaria, que ya se está preparando para traer de vuelta a Boric en 2030. Eso es sólo posible porque hubo un gobierno contemporizador y débil con la izquierda subversiva, como fue el de Piñera (o lo sería el de Matthei, su clon político).

Los que vamos a votar por él confiamos en que podrá reeditar el crecimiento de más de 10 % con que terminó Pinochet, con el desempleo de 5 % en enero de 1990 y en una sociedad en que los violentistas y terroristas, en número de mil, estaban presos en 1990, sin que vuelvan a ser indultados, pensionados e indemnizados como lo hizo Aylwin a partir de 1990. {Ese fue el punto de partida de la violencia desatada que culminó en 2019.)

Kaiser representa la única posibilidad de restablecer el clima de tranquilidad interna, orden y prosperidad. De garantizar que "nunca más" se vuelvan a vivir la destrucción, los incendios y los saqueos provocados un 18 de octubre de 2019 merced a la lenidad y falta de visión de un gobierno contemporizador con la izquierda revolucionaria. 

No creo en las encuestas, porque son las mismas que en 2023 pronosticaban que ChileVamos iba a obtener más consejeros que los Republicanos, y sin embargo éstos eligieron 22 y aquella 11. Pues creo en el buen juicio del votante obligado. El 7 de mayo de 2023 ninguna encuesta previó que el único partido opuesto a una nueva Constitución obtendría cuatro veces más votos que cualquier otro y doblaría a ChileVamos en número de consejeros. Dominio sin contrapeso que resultó desvirtuado por la incomprensible, hasta hoy, decisión del jefe de ese partido, José Antonio Kast, de pasarse al bando de Piñera y Boric. Esa deserción, justamente, obligó a que naciera una "derecha radical" y libertaria que diera garantías de firmeza.

Por eso ella volverá a ganar contra todos los pronósticos, tal como en 2023. Y con plenas garantías de que no se va a "dar vuelta la chaqueta" pues resistió cuando otros desertaban y no se la dio.