lunes, 19 de mayo de 2025
SI NO TRAICIONAS TE BAJAN
viernes, 16 de mayo de 2025
UNA SOLA LÍNEA
Cuando fui candidato a senador en 1989 mi lema de campaña era "de una sola línea". Pero me llamó don José Piñera Carvallo, con quien tenía amistad desde que me iba a ver frecuentemente a La Segunda, donde fui director entre 1977 y 1981, y me dijo: "Hermógenes, su lema es desdoroso para mi hijo Sebastián, que compite con usted. Por favor cámbielo."
Sebastián había variado de línea, desde la DC, donde había patrocinado la candidatura presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y era del "No" a Pinochet, a ser generalísimo de la de Hernán Büchi, candidato representativo del "Sí" a Pinochet.
Siempre he respetado el fair play y por eso accedí inmediatamente. En mi publicidad adopté otro lema muy inferior y algo soso: "se puede confiar en él". Pues el otro era mucho mejor y de más fuerza en un período en que muchos "se daban vuelta la chaqueta" y se ponían contra Pinochet, como sucedía con los centroderechistas que en los '80 propiciaban un "Acuerdo Nacional" consistente en que la Junta se marchara del poder mucho antes de cumplirse las etapas fijadas en la Constitución.
A los pocos días de campaña Sebastián correspondió a mi gesto sacando todos los letreros con mi efigie de la circunscripción Santiago Oriente y llenando con ellos un sitio eriazo en la calle O'Brien de Vitacura, de lo cual me enteré porque me llamó un primo de mi mujer, vecino del sitio eriazo, para preguntarme por qué estaba lleno de retratos míos.
Fue una "eficaz" acción de Sebastián, que acreditaba su famosa "capacidad de gestión". Siempre que después me decían "Sebastián es un tipo muy capaz", yo asentía: "sí, es capaz de todo".
Y ahora mi candidato presidencial es Johannes Kaiser porque es el único de oposición que tiene "una sola línea". Y eso que fue difícil para él mantenerla, porque era diputado del Partido Republicano, que después del triunfo que lo convirtió en el más votado en la elección de consejeros constitucionales del 7 de mayo de 2023, su fundador y dueño, José Antonio Kast, cambió de línea, sorprendiendo a todo el mundo, y se alió con Sebastián Piñera y Gabriel Boric en el "Acuerdo por Chile" de todos los demás partidos, que yo siempre llamé "el contubernio", para hacer una nueva Constitución, en circunstancias que mucha gente había votado Republicano por ser el único que se oponía a una nueva Constitución.
Como Johannes Kaiser mantuvo "una sola línea", votó "En Contra" de la nueva Carta, la vida se le hizo muy difícil en el partido y tuvo que renunciar.
Eso hizo inevitable que fuera candidato presidencial, pues es el único político que representa el legado de Pinochet en un medio en que los restantes se apresuran a declarar "nunca fui pinochetista" o "yo no soy pinochetista", como han aseverado a su respectivo turno Evelyn Matthei y José Antonio Kast.
Cuando los más graves problemas del país son el miedo a la delincuencia y al terrorismo, el gigantismo estatal y el estancamiento económico, habría sido gravísimo que no hubiera habido ninguna candidatura representando al gobierno chileno que venció al terrorismo y a la delincuencia y dio inicio a "los mejores treinta años" de progreso económico, paz social y democracia política, 1985-2015.
¿Cómo, entonces, algunos insisten en que Johannes debe "bajarse", cuando es el único que ofrece lo mejor? Es irreemplazable. Estoy cierto de que al final esa mayoría de 52 % que indica la encuesta CEP, de apolíticos que votan "Ninguno", va a terminar votando por él. Nadie pronosticaba el triunfo Republicano en 2023, cuando era el único partido defensor del legado de Pinochet. Pero después dejó de tener "una sola línea", se pasó al otro bando y hubo un solo parlamentario suyo que permaneció "de una sola línea", Johannes Kaiser.
Eso lo convirtió en la única alternativa que nos puede permitir volver a nuestros "mejores 30 años". Es la única candidatura que obligadamente tiene que llegar hasta el final. Sobre todo si la "mayoría silenciosa" del 52 % conserva algo del sentido común que inspiró sus triunfos del 4 de septiembre de 2022, el 7 de mayo y el 17 de diciembre de 2023.
martes, 13 de mayo de 2025
FRAUDES VISIBLES Y MENOS VISIBLES
Algunos fraudes al fisco acaparan la atención general, salen en los diarios y noticieros y preocupan mucho a la opinión pública, hasta generando la prisión preventiva de una parlamentaria y aun poniendo en tela de juicio la continuidad en su cargo del Presidente de la República.
Pero hay otros fraudes al fisco peores, más cuantiosos y que implican ilegalidades manifiestas y flagrantes violaciones de derechos humanos. Sin embargo, se han "normalizado" y suceden constantemente desde hace unos veinte años. De ellos los medios de comunicación dominantes no informan sino excepcionalmente. Y casi nadie los critica, pese a que han provocado y siguen provocando un perjuicio fiscal muy superior a aquellos otros más recientes, comentados y espectaculares.
Son los llamados "juicios de derechos humanos" que, en el hecho, constituyen "fraudes al fisco permitidos". O "cohonestados". O "populares". Ya las respectivas y cuotidianas exacciones suman en conjunto largo más de diez mil millones de dólares. De ellos, sin embargo, casi nadie informa. La sociedad mira para otro lado. Y se perpetran dentro de la más completa impunidad de los jueces que prevarican a sabiendas. desconociendo leyes expresas y vigentes.
Afortunadamente se está preparando una nueva edición del libro-denuncia "Prevaricato", de Adolfo Paúl Latorre, que describe en forma circunstanciada este vergonzoso escándalo nacional.
Paradójicamente, el gran impulsor de estos fraudes al fisco impunes fue el primer gobierno de Sebastián Piñera, cuyo subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, hoy alto personero de la campaña de Evelyn Matthei, presentó más de novecientas querellas ilegales contra exmilitares. Y se vanaglorió de ello.
Este megafraude al fisco se sigue cometiendo cuotidiana e impunemente. El único medio que informa de él es el diario digital Chile Informa. La última vez fue en la edición del 9 de mayo: la segunda sala ("sala penal") de la Corte Suprema, integrada por los ministros Manuel Valderrama, María Teresa Letelier, María Cristina Gajardo y los abogados integrantes Pía Tavolari y Eduardo Gandulfo, confirmaron una sentencia por completo ilegal de la Corte de Apelaciones de San Miguel, condenando al exoficial de Carabineros Joel Esquivel Contreras a diez años de presidio, y al fisco a pagar una millonaria indemnización, por el inexistente secuestro de Vicente del Carmen Vidal, en octubre de 1973.
Pero a estas alturas todo el mundo sabe que un hecho de hace cincuenta y dos años está prescrito y que el delito de secuestro no puede serle imputado a un oficial de Carabineros, porque está tipificado en el título de "Delitos contra las personas cometidos por particulares", y los carabineros no son particulares.
Además, a estas alturas en Chile todo el mundo sabe, porque el ministro sumariante y perseguidor de exmilitares, Alejandro Solís, lo confesó públicamente en la televisión estatal, que la teoría del "secuestro permanente" se basa en una "ficción" y no en un hecho probado. Tanto que Solís confesó adicionalmente: "No estoy diciendo que la realidad sea ésa". Una "condena imaginaria en un juicio imaginario", habría dicho Nicanor Parra.
Todo eso es flagrantemente ilegal, porque el juez debe "probar" y no "fingir" los delitos, es decir, debería acreditar que hasta hoy el supuesto secuestrado está en condición de tal.
Por consiguiente, es completamente ilegal y fraudulento seguirle sustrayendo dinero al fisco violando la ley, faltando a la verdad y, todavía más, condenando a diez años de presidio a un anciano que, si los jueces respetaran la ley, hoy debería permanecer libre.
¿Hasta cuándo la opinión pública mayoritaria mirará para otro lado?
En mi opinión, hasta que sea presidente Johannes Kaiser, el único candidato que ha demostrado preocupación ante el fraude a las leyes, el atropello al derecho humano a un debido proceso y la crónica y sostenida sustracción impune e ilegal de dinero al contribuyente chileno.
viernes, 9 de mayo de 2025
EL 52 POR CIENTO QUE VOTA "NINGUNO"
Salió la encuesta CEP que dice: Matthei 15%, Kast 11% y Kaiser 6%. Los cerebros normales razonan, entonces: "Pasan a segunda vuelta Matthei y Kast."
Y como en segunda vuelta la izquierda votará masivamente por Matthei, pues ésta ha declarado "mis ideales son de izquierda", y se identifica con Sebastián Piñera, hoy añorado por la izquierda, la que, en efecto, le debe mucho, si no todo, entonces gana Matthei.
No es que la izquierda razone mal: "Matthei nos conviene. Es decir, si le hacemos una insurrección se va a rendir igual que Piñera y nos va a ofrecer algo de nuestro gusto. Y si le revolucionamos el país, tampoco, igual que Piñera, nos va a hacer nada. Entonces crearemos caos de nuevo. Y en 2030 ganaremos otra vez la presidencia, como en 2021. Y a lo mejor con el mismo Boric, cuyo gobierno, para entonces, va a ser recordado como un oasis en comparación con el infierno que le vamos a armar a la Matthei, más preocupada de los derechos humanos de los terroristas que de respaldar a carabineros y militares."
Pero hay un detalle: en la encuesta CEP el 52 % votó "Ninguno". Eso opina la mayoría. Y es gente ajena a la política. No sabe ni quiere saber de ella. Tiene muy mala opinión de los políticos, según lo expresa la misma encuesta, en que el sector peor evaluado es "los partidos políticos".
Si a ese 52 % no lo obligan a votar, mediante la amenaza de multas, no vota. Pero, una vez obligado ¿cómo vota?
El 4 de septiembre de 2022 los obligados a votar contribuyeron al 62 % que rechazó el primer proyecto de nueva Constitución que patrocinaba Boric. El 7 de mayo de 2023 volvieron a dar la gran sorpresa, consagrando como principal partido del país a uno entonces nuevo, al Republicano, el único de derecha a secas y que se oponía a la nueva Constitución que preparaba el segundo proceso o "Acuerdo por Chile" de Boric y Piñera, quienes a esas alturas se creían "todo Chile", pero no lo eran.
Bueno, claro, después vino "la inesperada vuelta de chaqueta" de José Antonio Kast, el "dueño" de los Republicanos, que se pasó al Acuerdo Boric-Piñera para una nueva Constitución. Insólito, inexplicable, inexplicado.
En medio de esa deserción hubo un diputado republicano que "no se dio vuelta la chaqueta", Johannes Kaiser. Y como en el partido le hicieron la vida imposible, tuvo que irse. Y fundó otro, el Nacional Libertario, que exhibe hoy 50 mil inscritos, el 80 % de los cuales nunca había pertenecido a ningún partido. Ahora está a la derecha de los republicanos, promete mano dura, lo que en un país muerto de miedo como éste es vender agua en el Sahara, y es de los que no se rinde, no "se baja" ni "se da vuelta la chaqueta", está dispuesto a jugarse y "vencer o morir". ¡Puro Chile!
Hoy la pregunta es: ¿por qué candidato de los que hay --pues la gente va a verse enfrentada a "es lo que hay", a sólo los candidatos inscritos-- va a votar la mayoría del 52 % que hoy vota "Ninguno"?
Yo diría que lo hará por quien garantice mano dura y garantía de que después no va a cambiarse de bando. Veo bien a Kaiser y creo que, al final, la mayoría del hoy "Ninguno" lo va a apoyar y el izquierdista Petro, de Colombia, va a volver a decir, como el 4 de septiembre de 2022, "resucitó Pinochet".
martes, 6 de mayo de 2025
CHILE DESMORALIZADO
domingo, 4 de mayo de 2025
NUNCA HABRÁ RECONCILIACIÓN
jueves, 1 de mayo de 2025
LA IMPORTANCIA DE SER PINOCHETISTA
Soy pinochetista. Eso significa ser partidario de las políticas que aplicó Pinochet. Y, en particular, de las que impuso entre 1985 y 1990,
Período de medidas que hicieron posibles los unánimemente reconocidos "mejores 30 años de la historia de Chile"--1985-2015-- en términos de crecimiento económico, paz social y concordia política.
Quiero que de nuevo se reedite eso para el país. Pero muchos dicen que es una locura, Que no se puede ganar una elección siendo "pinochetista".
La izquierda en general y el comunismo en particular han hecho una larga y poderosa campaña para enlodar a Pinochet. Un "asesinato de su personalidad" a nivel mundial y sostenido entre 1973 y 1989, en que paradójicamente desapareció el KGB injuriador y lo sobrevivió el injuriado, Pinochet. "Mentid, mentid, que algo queda", era el cínico consejo de Voltaire. Pues las cosas en el mundo son como él dice.
He estudiado el gobierno de Pinochet y estoy en condiciones de probar que las imputaciones de crímenes y delitos que se le hace son falsas. Pese a habérsele seguido un juicio, no se le pudo probar nada ni se le condenó. Todas acusaciones desvirtuadas, una a una. Pero, como la prensa dominante en todo el mundo, y en particular en Chile, se hace parte de las calumnias del comunismo, es un hecho que Pinochet ha sido desprestigiado. Al menos a ojos de una mayoría de opinión. En Italia se hizo famosa una sentencia judicial que condenó a un policía por injuriar a otro diciéndole, solamente, "Pinochet".
Eso significa que no se puede ser pinochetista y tener aceptación, por el "qué dirán". No por ninguna razón real y de fondo. Pero yo soy pinochetista por razones reales y de fondo. Siendo la inseguridad ante el delito y el terrorismo el principal problema de Chile hoy, soy pinochetista porque su gobierno los derrotó a ambos. A su término había ceca de mil terroristas presos, que Aylwin después indultó.
Y voto por Kaiser por ser pinochetista. Si no lo ha dicho expresamente, sí ha anunciado que le levantará a Pinochet un monumento en la Plaza de la Constitución, en la esquina siguiente a la del de Allende. Y en sus actos de campaña se canta la estrofa de "los valientes soldados".
A su turno Kast, y Matthei han declarado expresamente no ser pinochetistas. ¿Cómo iban a ir a una primaria juntos candidatos tan disímiles? Las primarias son inter pares. Pero dicen que "la derecha se está farreando la presidencia" al no hacer primarias. No se "ha farreado nada". En primer lugar, porque Evelyn Matthei ha declarado que sus ideales son de izquierda. ¿Cómo va a participar en una primaria de la derecha? Y dice no ser pinochetista. Esto último lo dice también Kast. Luego, si hubiera una primaria del pinochetismo habría un solo candidato: Kaiser, en cuyo caso no es necesario hacerla. ¿Y cómo va a ir a una de no-pinochetistas si es pinochetista?
Anoche vi a Tomás Jocelyn-Holt con Andrés Jadell diciéndole a éste que era "una locura" mía defender al pinochetismo, que así no iba a sacar ningún voto. Pero sería más locura votar por ideas ajenas para sacar votos. Eso es dispararse en el pie. Voto por lo que pienso y por lo que probadamente ha sido lo mejor para el país. Aunque disguste a la izquierda y a quienes estiman una locura contradecirla. Como decía Radomiro Tomic, "digo lo que pienso y hago lo que digo".