martes, 22 de abril de 2025
EL 11 ERA EVITABLE
sábado, 19 de abril de 2025
LA "VERSIÓN DE HERMÓGENES"
Sebastián Edwards escribe hoy en El Mercurio (A2): "Ese día (9 de septiembre de 1973) Allende le comunicó al comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, su decisión de anunciar el referéndum el martes 11. Según una serie de analistas --incluyendo a Hermógenes Pérez de Arce--, esa información hizo que los amotinados adelantaran el Golpe del viernes al martes de esa semana".
La versión de Hermógenes Pérez de Arce, fundada en los textos de Augusto Pinochet, "El Día Decisivo" y "Camino Recorrido"; de José Toribio Merino, "Bitácora de un Almirante"; y de Sergio Arellano Iturriaga, hijo y abogado del general Sergio Arellano Stark, "De Conspiraciones y Justicia", es la siguiente:
Pinochet fue citado por Allende en la mañana, temprano, del domingo 9 de septiembre de 1973, a su mansión de Tomás Moro. Éste le dio a conocer que se proponía convocar a un plebiscito como salida a la crisis existente. Pinochet dijo haberle contestado que "eso ayudaría a descomprimir la situación y a resolver el problema en el Parlamento".
Esa tarde, en la casa de este último, en una fiesta de cumpleaños infantil, se hallaba invitado el recién designado comandante en jefe de la FACH, Gustavo Leigh.
Llegó imprevistamente el almirante Sergio Huidobro con un mensaje escrito del almirante Merino en que les comunicaba a ambos que "el día D será el martes 11 y la hora H las 06.00 a. m.", pues la Armada se proponía actuar para poner término a la crisis existente.
Les solicitaba a ambos firmar al pie del documento, en caso de estar de acuerdo, y contribuir con todas sus fuerzas o, si alguno no concordaba, expresar sus razones por escrito, al dorso del papel. Ambos firmaron en señal de consentimiento.
Merino escribió en su "Bitácora de un Almirante": "Siendo yo juez de la causa por intento de sublevación de la Marina, los responsables Garretón y Altamirano no podían ser habidos por Investigaciones, a pesar de que había orden de arresto contra ellos; sin embargo, el domingo 9 a las 11 horas estaban ambos en Televisión Nacional incitando al pueblo a la revolución. Al oír esto tomé mi lapicera y les escribí el Mensaje ya conocido al General Pinochet y al General Leigh."
El día anterior a su reunión con Allende, es decir el 8 de septiembre, Pinochet había sido informado por el general Sergio Arellano de que un "Grupo de los 15" (cinco por cada rama) se había estado reuniendo. Entre los cinco del Ejército no había acuerdo para dejar a Pinochet a la cabeza de cualquier movimiento, pues se le estimaba partidario del gobierno. Consultado por Arellano, Pinochet comunicó que no lo era ("¡no soy marxista, mierda!") y aquél se dio por satisfecho.
El presidente de la DC, Patricio Aylwin, sabía del "grupo de los 15", pero prefería no darse por enterado. Aprovechando que el hijo adolescente del general Arellano era militante de la Juventud DC, le comunicó a éste, sin entrar en pormenores ni hacer referencia a "los 15", que ya no habría más conversaciones suyas con Allende, Sergio (hijo) se lo comunicó a su padre,
Pero quien fijó la fecha de la gesta que nos libró del comunismo fue Merino.
Esa es mi versión.
viernes, 18 de abril de 2025
MENTIRAS DE SANTIBÁÑEZ Y BORIC
Abraham Santibáñez dice, en Cartas a El Mercurio de hoy, que los primeros detenidos desaparecidos por la Junta fueron quince cadáveres hallados en hornos de una mina abandonada en Lonquén. Pero miente: la Junta era inocente. Los hechos: después del 11 de septiembre de 1973 carabineros rasos de Lonquén, junto a civiles, cobraron venganza contra gente de la Unidad Popular que había cometido robos de animales y otros atropellos. Civiles y carabineros (sin orden superior) dieron muerte a 15 personas y lanzaron los cadáveres a una mina de cal abandonada. De esto nadie supo. Ni siquiera el comisario de Lonquén. Quedó probado en el juicio.
Cuando cinco años después alguien descubrió los restos, la noticia dio la vuelta al mundo. Naturalmente, tal como lo hace Santibáñez hoy, se le cargó la responsabilidad a la Junta. Pero ésta no tenía ninguna.
También Gabriel Boric en un tuit de ayer, carga a la Junta "los asesinatos, los desaparecidos, las torturas, el exilio." Pero, como de costumbre, miente.
Pues ¿por qué nunca procesaron a la Junta por todo eso? Simplemente porque no es verdad. Hubo un solo juicio y fue contra el senador Augusto Pinochet, por el caso de la comitiva del general Arellano. Llegado a la Corte Suprema, la misma declaró por unanimidad de sus miembros que Pinochet no era autor ni cómplice, en sentencia del 8 de agosto de 2000. Pero por 13 votos contra 6 determinó que había sospechas de que hubiera sido encubridor. Tampoco lo fue. Después fue sobreseído por razones de salud.
Pues la verdad era que tampoco podía ser encubridor, porque el supuesto delito era "secuestro permanente", es decir, que supuestamente seguía cometiéndose de manera indefinida. Una "ficción jurídica". Un juez no puede fingir, debe probar. Pero en Chile no. Y además ese delito sólo puede ser cometido por particulares, como lo expresa el párrafo 3° del título III del Código Penal, y la comitiva era de funcionarios públicos. En fin, sólo puede haber encubrimiento cuando el delito ya ha sido cometido, como observó el voto de minoría de seis supremos. Y en este caso se seguía, supuestamente, cometiendo, luego no podía haber encubrimiento.
No hubo otro juicio contra la Junta o sus miembros. ¿Por qué? Porque no fueron responsables de otros delitos. Entonces, descartados los "asesinatos".
Tampoco hubo "desaparecidos". Los únicos 651 denunciados durante el gobierno de la Junta y el de Pinochet, 1973-1990, tienen hoy su paradero determinado, si se contabiliza los restos que ningún gobierno, desde el 11 de marzo de 1990, ha querido identificar. ¿Por qué no hay "desaparecidos" 1973-90? Porque unos no figuran en el Registro Civil, otros han "reaparecido", otros han sido vistos vivos, según declaración jurada ante notario; otros aparecen habiendo viajado al extranjero y, en fin, otros más, cuyos restos están en el Cementerio General o el Instituto Médico Legal o la Universidad de Chile, ningún gobierno posterior al 11 de marzo de 1990 ha querido identificarlos. ¿Por qué? Sólo Johannes Kaiser ha prometido que lo hará. Desde luego, Boric no lo ha hecho ni quiere hacerlo. Esperemos a Kaiser. Pero una cosa debe ser clara: no se puede responsabilizar a la Junta de desaparecidos denunciados después de terminado su gobierno.
De las torturas sólo puedo decir tres cosas: que el único gobierno bajo el cual se persiguieron judicialmente fue el de la Junta y hay personas cumpliendo condenas por ellas; que bajo Allende fueron denunciadas en El Mercurio del 27 de febrero de 1972, siendo el autor de las mismas el subdirector de Investigaciones de Allende, el comunista Carlos Toro, y que Allende ni siquiera rectificó o desmintió al diario. Y además Allende fue acusado de apremios ilegítimos a opositores por el Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973. En fin, también el gobierno de Frei Montalva fue acusado de torturas en un libelo de más de 100 páginas por abogados de izquierda, en 1970 en la revista Punto Final, entre ellos Ricardo Lagos, libelo que la DC nunca ha podido desvirtuar.
Tanto Gabriel Boric (UP) como Abraham Santibáñez (DC) carecen, pues, de autoridad moral para formular acusaciones sobre torturas.
Y, finalmente, el "exilio" masivo, que nunca la Junta practicó. Sólo expulsó a poco menos de diez personas en casi 17 años (como Eugenio Velasco Letelier, Jaime Castillo Velasco, Renán Fuentealba, Manuel Bustos; e impidió el regreso transitoriamente a Andrés Zaldívar.) Nunca hubo exilio masivo. Los llamados "exiliados" fueron personas asiladas en embajadas que, para librarse de procesos por delitos contra la seguridad interior, pidieron, respaldados por gobiernos extranjeros, salvoconductos para viajar a otros países o conmutación de penas de presidio por extrañamiento (destierro) en el exterior.
Conclusión: ni Abraham Santibáñez ni Gabriel Boric, en esta ocasión, han dicho la verdad.
martes, 15 de abril de 2025
VARGAS LLOSA Y EL MODO SUBJUNTIVO
Conocí a Mario Vargas Llosa gracias a El Mercurio, que siempre lo convidaba a almorzar cuando visitaba Chile. Para entonces él ya no era comunista, sino de derecha. Cada vez más. Si bien nunca llegó a tanto como para reconocerle méritos a Pinochet. De hecho, en su visita de 2021 le dio su público apoyo a José Antonio Kast contra Boric. Pero esto no alcanzó, porque acá la gente estaba mala de la cabeza, el voto era voluntario y el 70 por ciento de las mujeres menores de 30 años votaron por Boric.
Un libro clásico de Vargas Llosa, que no he leído, fue su "Conversación en la Catedral". Comienza preguntando "cuándo se había jodido el Perú". Eso ha suscitado acá un intenso debate acerca de "cuándo se jodió Chile". Yo lo he dilucidado demostrando que fue el 5 de octubre de 1988, mediando una inusitada y millonaria intervención extranjera para engañar a la mayoría e impedir que Pinochet reelegido fuera el primer presidente de nuestra plena democracia instituida en la Constitución de 1980.
El único libro de Vargas Llosa que he leído fue "La Guerra del Fin del Mundo". Me costó terminarlo y lo encontré farragoso. Además, a todo lo largo de sus 400 páginas siempre escribió "hubiera" en lugar de "habría", cuando no correspondía. Error frecuente entre, incluso, nuestros letrados. No obstante ello, opino que no se le debe dar un Nobel a quien escribe, por ejemplo, "si yo hubiera sabido, no hubiera ido", en lugar de "si yo hubiera sabido, no habría ido", que es lo correcto.
Pero sabemos que el Nobel es poco serio, tanto que se lo negaron a Jorge Luis Borges tras intentar sobornarlo, pues un sueco lo llamó para comunicarle que si se desdecía de su apoyo a la Junta chilena se lo otorgarían. Pero Borges le contestó que nunca se había dejado sobornar en su vida y ésta no le parecía la ocasión de hacerlo. Y así el Nobel de literatura pasó a ser "el premio que no le dieron a Borges". Pero sí a Vargas Llosa, aunque usara el pretérito imperfecto del subjuntivo, "hubiera", en lugar del potencial simple o imperfecto del indicativo, "habría".
La última vez que almorcé con Vargas Llosa se enojó conmigo. Nos había convidado Ricardo Claro a su Viña Santa Rita un otoño de los 90 o los 2000. Fue al aire libre y caían muchas hojas. Vargas Llosa se manifestó extrañado de que acá cayeran las hojas en otoño, pues dijo creer que eso sólo sucedía en Europa.
En el curso de la conversación y con la falta de tino que me caracteriza yo dije que admiraba las políticas de libertad económica de Fujimori en el Perú, lo cual lo enfureció y me contestó (en un diapasón más alto que lo aceptable en un almuerzo cordial) que "ninguna política de una dictadura podía ser buena". Yo le repliqué que era una política económica liberal y podía traer prosperidad al Perú (como la trajo). Pero eso lo enojó aún más, así es que subió el tono para decir que nunca de una dictadura podía salir nada bueno.
En una visita más reciente a Chile Axel Kaiser le preguntó, en un seminario de la Universidad Diego Portales, si no había más libertad acá en 1986 que en la Venezuela de Hugo Chávez. Pese a lo obvio de la respuesta, el Nobel le contestó: "No te acepto la pregunta" y arremetió con una diatriba contra las dictaduras. Axel, lamentablemente, se lo dejó pasar.
Al leer reseñas de sus libros en los diarios me enteré de que "La Tía Julia y el Escribidor", basada en su amorío y matrimonio con su tía Julia Urquidi, veinte años mayor que él, había suscitado la publicación de otro libro por parte de ella, que se titula "Lo Que Varguitas Nunca Dijo". No resisto las ganas de leerlo.
domingo, 13 de abril de 2025
LA IZQUIERDA SE PREOCUPA DE LA DERECHA
Columnistas de centro e izquierda de La Tercera expresan su preocupación por que los candidatos de derecha no le están facilitando las cosas a Evelyn Matthei.
Es hoy la heredera política de un presidente contemporizador con la izquierda, Sebastián Piñera, de quien fue ministra y a quien siempre apoyó... después de los '90, por supuesto, pues hubo un tiempo en esa década en que éste conspiró contra las tempranas ambiciones presidenciales de ella.
Ahora hay candidatos de derecha con buena acogida en las encuestas, que amenazan la supremacía de Matthei y no quieren ir a primarias con ella.
En la encuesta Black & White Kaiser aparece primero y ganando a Evelyn. En la Feedback aparece dos puntos por debajo de ella. Indican que ambos pasarían a segunda vuelta. Claro, en la CADEM aparece Kaiser cuarto y bajando. Pero todos sabemos que eso es inverosímil. El candidato del Frente Amplio, Gonzalo Winter, prevé una segunda vuelta entre él y Johannes Kaiser.
Notablemente es la izquierda la que más aconseja primarias de centroderecha y derecha. Sospecho que lo que desean es suprimir desde ya la posibilidad de un verdadero gobierno de derecha. La izquierda le tiene pánico a ese desenlace. Porque un gobierno como el de Pinochet, entre 1985 y 1989, inauguró los mejores treinta años de la historia de Chile y derivó en que después nadie se atreviera a cambiar el modelo. Máximo osaron "rayarle la pintura". Hasta que Piñera II le dio el país en bandeja a Boric y los comunistas. Eso es lo que busca la izquierda, hoy popularmente minoritaria.
Para ello necesita un clon de Sebastián. Nadie ha sido tan funcional a la izquierda como él. En sus columnas en El Mercurio, tras el fallecimiento del expresidente, el socialista Eugenio Tironi ha expresado su nostalgia por él. Y tiene razón, porque nadie ha cumplido tantos anhelos de la izquierda como Piñera, creando ministerios, subiendo impuestos, consagrando el matrimonio homosexual y persiguiendo a muerte a los exmilitares. Le dio mucho a la izquierda. Un cajero automático pagador de indemnizaciones sin fin. Incluso se entregó a la izquierda aún más que Aylwin, pues éste sólo denostó a los militares con su Comisión Rettig, pero no los encarceló. Piñera los metió presos, con las mil querellas que presentó su subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, hoy alto jefe del comando de Matthei. Cien exmilitares han muerto en cautiverio y 500 octogenarios y nonagenarias sobreviven hoy como presos políticos, a los cuales se les niega hasta sus derechos carcelarios. Todos ilegalmente condenados mediante una "ficción jurídica" (el secuestro permanente). Además el Código Penal dice que sólo pueden cometer secuestro los particulares, pero no importa. Todo este sistemático atropello al derecho humano a un debido proceso cuenta con la admiración de la izquierda, que nunca terminará de agradecérselo a Piñera, y quiere verlo prolongado por un gobierno de Matthei.
La izquierda, sabedora de que ya perdió el Poder Ejecutivo, va por su "mal menor". Pues entra en pánico de sólo imaginar cuatro años como los de 1985-1989 de Pinochet, con rebajas de impuestos, auge en la inversión, más equilibrio presupuestario, privatizaciones, desempleo del 5 %, como el de enero de 1990, energía hidroeléctrica barata, creciendo al 6,4 % anual promedio y 10,6 % en 1989, mil terroristas presos, delincuencia bajo control, cero inmigración ilegal, tranquilidad en las calles, sin conflicto en la Araucanía y con "segundo milagro chileno".
Es too much para el centro y la izquierda y la única manera de evitarlo es con otro gobierno como el de Piñera, que les dé garantías y culmine con el mismo Boric u otro igual en el poder en 2030.
Por eso su falange de columnistas, opinólogos e influencers está haciendo lo posible porque haya primarias y puedan los izquierdistas votar en ellas para que salga su carta favorita, Evelyn Matthei.
jueves, 10 de abril de 2025
LA PROPUESTA DE DOUGLAS POLLOCK
En el Evangelio Jesucristo dice que nadie es profeta en su tierra y tiene razón. Es el caso de Douglas Pollock, un ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile, que se ha dedicado a estudiar el cambio climático.
Su opinión es muy considerada en los EE. UU., el Reino Unido, a través de Lord Monckton, y últimamente en Irlanda, en que sus tesis han sido refrendadas por un comité de expertos.
Entre otras cosas Pollock ha probado que el Acuerdo de París es una gran tontería perjudicial, que en Chile estamos pagando cuentas de luz absurdamente altas por seguir los pasos indicados por dicho Acuerdo, lo cual es no sólo dañino sino ridículo, pues somos responsables de apenas el 0,24 % de las emisiones de CO2, mientras los países que emiten el 60 % (India, China, EE. UU.) no son parte del Acuerdo ni le hacen caso.
Dice que mientras en Chile hemos cerrado plantas generadoras abastecidas por combustibles fósiles, China e India han construido casi un centenar de esas mismas plantas nuevas, que generan 586 veces más CO2 que Chile, a cambio de tener energía eléctrica abundante y barata, en la cual basan su alto crecimiento económico.
Ha propuesto un "plan para Chile", que nos dejaría también con energía abundante y barata, pero a condición de desregular y liberar el mercado energético, derogar todos los impuestos específicos que gravan los combustibles, al carbono y la generación de electricidad y en particular los "impuestos verdes", suprimir subsidios y reducir órganos burocráticos.
Ha destacada el "gran disparate" del gobierno de Bachelet I de haber rechazado el proyecto hidrográfico de energía barata y, además, limpia de HidroAysén. Ese proyecto no contemplaba ninguna represa que alterara la naturaleza de Aysén, sino que sólo centrales "de pasada" en el curso del río.
Adicionalmente Pollock afirma que nunca se ha medido efectivamente la contribución humana al CO2 ni que ello haya hecho subir la temperatura del planeta.
Su propuesta para Chile contempla la desregulación del área energética, el cierre del ministerio del Medio Ambiente, la disminución de la dotación del Coordinador Eléctrico y la reducción de la del ministerio de Energía, como también liberar la exploración y explotación de hidrocarburos que monopoliza ENAP.
En realidad, es tan radical que algo equivalente sólo ha sido hecho en Chile siendo ministro de Hacienda Hernán Büchi y presidente Augusto Pinochet, entre 1985 y 1990, cuando se inició el primer quinquenio de los que fueron los "mejores treinta años de la historia de Chile".
Es impensable que nuestro país pueda reeditar aquella dupla y repetir esa hazaña hoy. Pero este otro año, si en noviembre elegimos un gobierno decididamente de derecha y no entreguista ni contemporizador, tal vez.
domingo, 6 de abril de 2025
LA BRIZNA EN EL OJO AJENO
Hay unanimidad para juzgar inadmisible que el Presidente, sus ministros, 17 abogados asesores y la senadora Isabel Allende con su respectivo séquito de asistentes hayan ignorado el inciso segundo del artículo 60 de la Constitución, según el cual el diputado o senador que celebre contrato con el Estado cesa en su cargo.
Pero ninguno ha recordado que, menos de tres años atrás, todos estuvieron de acuerdo con el mismo Boric y su antecesor Piñera en transgredir el inciso quinto del mismo artículo 60, que dice que cesará en el cargo el diputado o senador "que propicie el cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los que establece esta Constitución".
Tendrían que haber hecho un plebiscito de entrada, como en el primer proceso, pero no lo hicieron. El profesor y ministro del Tribunal Constitucional, José Ignacio Vásquez, les advirtió en artículo en El Mercurio que no tenían la potestad constituyente, pero no le hicieron caso,
La "gran prensa", Boric y Piñera, suscriptores del entonces llamado "Acuerdo por Chile"; el rector-columnista de El Mercurio, Carlos Peña (que además llamaba a "lanzar lejos la Constitución"); el primer editorialista que ahora fulminan a los numerosos abogados gubernamentales desconocedores del referido art. 60, no decían nada cuando se transgredía el inciso quinto del mismo artículo.
Ni nadie siquiera pensó que los diputados y senadores que habían concurrido con sus votos a inventar un segundo proceso constituyente, no permitido por la Constitución, debían ser destituidos. Ven la brizna en el ojo de Boric, pero no la viga en el propio.
Minoritarias y no escuchadas eran las voces, entre ellas la de este blog, que clamaban al cielo por la inconstitucionalidad de ese segundo proceso.
No había prensa ni periodismo conocidos que dijeran que el "Acuerdo por Chile" era violatorio del inciso 5° del artículo 60 y causal de destitución de los parlamentarios que lo votaran favorablemente.
Hoy esa multitud de opinólogos, grandes diarios, radios, estaciones televisivas, redes sociales que se preguntan cómo es posible que nadie advirtiera ni supiera del inciso segundo del artículo 60 de la Constitución, de ningún modo se pregunta ni nunca se preguntó por qué tampoco supieron, vieron ni dijeron nada cuando apoyaron, publicitaron, propagaron y respaldaron a la cuasi unanimidad de diputados y senadores que aprobaron el segundo proceso constituyente violatorio del inciso quinto del mismo artículo 60 de la Constitución,
Además aquel proceso viciado debió originarse en mensaje presidencial y no en moción parlamentaria, como se inició. Otra inconstitucionalidad.
Debió haber generado la destitución de todos los diputados y senadores que lo votaron a favor. Que fueron todos, pues los republicanos, únicos en oponerse en un comienzo, "se dieron vuelta la chaqueta" junto a su jefe y se sumaron al "Acuerdo por Chile" de Boric-Piñera para violar la Constitución.
Lo llevaron adelante consumiendo ingentes recursos humanos y financieros sin ninguna legitimidad. Todo terminó en el plebiscito del 17 de diciembre de 2023, en el cual la ciudadanía rechazó la intentona inconstitucional. Pero ningún parlamentario culpable fue destituido. Y "lo comido y lo bailado" no se lo quitó nadie.
Lo peor: las élites de todos los niveles, la jerarquía eclesiástica representada por monseñor Celestino Aós y las más variadas instituciones del establishment, siempre dispuesto a ubicarse donde el sol más calienta, aunque ello sea inconstitucional, fueron cómplices activos.
Ahora todos ven la brizna en el ojo de Boric, pero no la viga en el propio. Isabel, Allende se va, pero la multitud de otros, tan culpables como ella, se han quedado.
sábado, 5 de abril de 2025
DESTELLO DE LEGALIDAD
miércoles, 2 de abril de 2025
1 Y 2 DE ABRIL
El 1° de abril de 1991 fue asesinado el senador de la UDI, Jaime Guzmán, por el brazo armado del Partido Comunista. Había votado en contra, en el Senado, el proyecto propiciado por el presidente Aylwin para indultar a los casi mil terroristas y delincuentes mantenidos presos por su antecesor, el presidente Pinochet. Gracias a esto último Chile estaba pacificado, con la menor tasa de homicidios del hemisferio, sin conflicto en la Araucanía (cuyos caciques habían premiado al mandatario en agradecimiento), sin inmigrantes ilegales, bajo un clima general de paz interna y, en lo externo, a la cabeza del crecimiento en América.
El mundo comentaba el "milagro chileno" y el inglés Niall Ferguson, en su libro The Ascent of Money comentaría: "los primeros fueron los militares chilenos. Thatcher y Reagan vinieron después".
Pues, en efecto, el régimen en el cual Guzmán había sido principal consejero presidencial había generado prosperidad, libertad, democracia y orden. Imperdonable. Había que matarlo.
El 2 de abril, pero de 1957 el Partido Comunista había perpetrado su enésima insurrección, desde su fundación en 1922, En 1948 había sido puesto fuera de la ley por Gabriel González Videla mediante la Ley de Defensa de la Democracia. La "ley maldita", según ellos, pues no les permitía urdir desde dentro del régimen la toma del poder total.
Ibáñez, cuyas políticas económicas habían generado la mayor inflación entonces en la historia del país, debió aplicar políticas estabilizadoras "impopulares", aconsejadas por la Misión Klein-Saks, traída de los EE. UU. Algún consejero político de cortos alcances le debe haber dicho a Ibáñez que, para tranquilizar a la extrema izquierda en plena recesión, le hiciera un gesto, derogando la "ley maldita". Entonces los comunistas le "agradecieron" iniciando una violenta revolución que destruyó el centro, derribó todos los postes y asaltó las principales tiendas de Santiago.
Pero al general no le iban "a venir con cosas": sacó las tropas a la calle y terminó el estallido al día siguiente de comenzado, con el correspondiente saldo de caídos. En ese tiempo los uniformados podían usar sus armas de servicio. Y los comunistas no habían formado todavía Amnesty International, creada en 1954, como lo acreditó el historiador chileno Claudio Véliz (ver revista del Centro de Estudios Públicos N° 108 de 2007) para inmovilizar la autodefensa de la autoridad, como en 1973-1990, cuando se ganó la guerra de las armas y de la economía, pero se perdió la posguerra de las palabras, el "relato".
Consecuencia, Chile vuelto a caer en manos de los rojos en 2021. ¿Alguien lo salvará por segunda vez?
domingo, 30 de marzo de 2025
UNIDAD SIN QUE DUELA
El columnista de El Mercurio Gerardo Varela escribe hoy, bajo el título de "Unidad Hasta Que Duela", abogando por el retiro de sus candidaturas por parte de Johannes Kaiser y José Antonio Kast, para apoyar a Evelyn Matthei; y sugiere un programa presidencial único, junto con una lista parlamentaria única, lo cual optimizaría, según él, y tiene razón, el número de diputados y senadores en favor de la derecha, en los comicios de noviembre.
Pero al término de su columna Varela proporciona una receta mucho mejor que la anterior "dolorosa": que sólo haya una lista parlamentaria única, para tener unidad sin que duela, manteniendo los candidatos presidenciales y sus respectivos programas. Pues así no se sacrificaría a ningún aspirante a La Moneda y todos éstos competirían en primera vuelta. Cada uno con su programa de gobierno y apoyando a sus favoritos en una lista parlamentaria común. Es lo que deberían hacer.
Pues que Kaiser y Kast se retiren y apoyen a Evelyn Matthei es imposible. Partiendo porque ambos son de derecha y ella se ha definido de izquierda. ChileVamos la ha proclamado pese a eso y sólo porque es la personalidad mejor evaluada y continuadora de Sebastián Piñera, que tampoco era de derecha.
El Partido Republicano de Kast nació para diferenciarse de la UDI, que en los 90 se alejó de Pinochet y en los 2000 fue la colectividad más adepta a Piñera.
A su turno, la figura de Kaiser se separó de los republicanos cuando éstos, siguiendo las aguas de su jefe, José Antonio Kast, se unieron al "Acuerdo por Chile" de Piñera y Boric para dictar una nueva Constitución sobre la base del proyecto de los "Expertos". Los republicanos se habían convertido en el mayor partido de Chile tras oponerse a una nueva Constitución en los comicios del 7 de mayo de 2023. Kaiser, que era diputado republicano, se mantuvo en esa postura y ello le hizo la vida imposible dentro de la bancada y del partido, que habían desertado junto con Kast. Ello redundó en que Kaiser tuviera que abandonarlo y, con el tiempo, fundara el Partido Nacional Libertario, de derecha y respetuoso del legado de Pinochet.
Kast ha declarado que no es pinochetista y Kaiser ha dicho que levantaría una estatua de Pinochet frente a la de Allende en la Plaza de la Constitución. Matthei, a su vez, es un clon político de Piñera, quien declaró a Pinochet "el peor presidente de Chile" y era un perseguidor inmisericorde de militares. Matthei lo secundó públicamente, en especial cuando cambió a oficiales del Penal Cordillera a Punta Peuco, motivando el suicidio del respetado general (r) Odlanier Mena, injusta e ilegalmente preso..
El hecho es que Pinochet sigue siendo un parteaguas en la política chilena.
Pero Kaiser, Kast y Matthei representan, en distintos grados, el término del reinado del frenteamplismo, el comunismo y el socialismo en el poder.
Y afortunadamente pueden unirse "sin que duela" para noviembre y obtener el control del Ejecutivo y del Congreso.
viernes, 28 de marzo de 2025
ME-O SEA BIENVENIDO NUEVAMENTE
De acuerdo con la revista The Economist y a sugerencia (no muy amable, debo reconocerlo) de este blog, Chile pasó a ser una "democracia defectuosa". Pues inicialmente The Economist's Intelligence Unit nos había catalogado como "plena democracia". Este blog se apresuró a sacarla de su error y en seguida la prestigiosa revista nos reclasificó como "defectuosa", veredicto que ya de sí siguió siendo benévolo.
Y uno de los defectos de esta democracia deriva en que Marco Enríquez-Ominami haya podido hacer una rentable y envidiable profesión la de "candidato presidencial eterno", involuntaria y generosamente financiado por el contribuyente chileno.
En efecto, la casta política se ha hecho pagar por las arcas fiscales alrededor de mil pesos por cada voto obtenido, suma que, se me informa, subirá pronto a mil quinientos. Si ME-O obtuvo en su cuarto intento presidencial 500 mil votos, Servel le reembolsó $500 millones y él ha debido entonces resignarse a vivir los últimos cuatro años con una renta mensual de $10.466.666 "sin moverse de su escritorio" y con libertad de ocuparse full time en cualquier otra actividad remunerada.
Incentivo que, naturalmente, induce a ME-O a presentarse por quinta vez este año y, reeditando el chiste de Salvador Allende tras haber ido cuatro veces candidato presidencial, al preguntársele cuál sería su epitafio, si pudiera elegir uno, había respondido: "Aquí yace Salvador Allende, futuro presidente de Chile".
Entrevistado esta vez ME-O aprestándose a su quinta arremetida, ha repetido un lugar común falso, empleado con éxito en las otras cuatro y declarado proponerse evitar que accedan al poder quienes "introducían ratones en la vagina de disidentes políticas" (sic).
Éste es un éxito publicitario póstumo de los servicios de inteligencia de detrás de la "Cortina de Hierro" en su propaganda mundial contra el gobierno militar chileno. Pues en el libro de Álvaro Pineda de Castro, publicado en Madrid en 1974, "Pinochet; Verdad o Ficción", hacia el final (no tengo el ejemplar a mano) el autor dice que un desertor de la inteligencia polaca, que se pasó a Occidente, reveló que los ratones en la vagina de las presas políticas era una de las acusaciones que se le ordenaba propalar por el KGB soviético.
Esta mentira la consideraban tan efectiva publicitariamente que en los debates que yo mantenía en la TV, en décadas pasadas, con Eduardo Contreras, abogado comunista hoy fallecido, él invariablemente lanzaba esa misma acusación, con la cual creía "ganar la discusión". Y de hecho, una vez que mandé preguntar a un expartidario del gobierno militar por qué se habia puesto en su contra, me mandó contestar que porque los militares chilenos "ponían ratones en la vagina" de las presas, cosa que había hecho llorar a su mujer, al saberla.
"Una mentira mil veces repetida pasa a ser verdad", decía Goebbels. En Chile se ha comprobado la efectividad de su aserto.
Bienvenido ME-O a repetir la mentira comunista que tanto te ha servido para, ahora, con $1.500 por voto, los que podrían ser $759 millones para los próximos cuatro años, es decir, $ 15.625.000 mensuales "sin moverte de tu escritorio."
Podrá ser democracia defectuosa y mentirosa, pero, de ser generosa, lo es.
martes, 25 de marzo de 2025
PACTO DE DERECHA
No puede haber un pacto de un candidato presidencial de derecha con una candidata que profesa ideas de izquierda. Eso lo dicta el sentido común. Evelyn Matthei es de izquierda, como ella misma lo ha declarado, en entrevista con Cristián Warnken. Una voltereta libertaria de último momento no es suficiente para desvirtuar toda una trayectoria.
Objetivamente y en un orden permanente ella se identifica con lo que fue el gobierno de Sebastián Piñera, funcional a la izquierda, que mucho lo añora hoy. Pero para el país resultó catastrófico, en el sentido de que persiguió sin piedad a los exmilitares que derrotaron al terrorismo, violando sus derechos humanos a un debido proceso y a la igualdad ante la ley. Además, se rindió ante la violencia de la izquierda, en lugar de derrotarla y preservar el orden público con todos los instrumentos constitucionales y legales de que disponía. Posteriormente entregó y pretendió derogar la Constitución que había presidido los mejores treinta años de nuestra democracia. En fin, terminó entregando el poder a la extrema izquierda, cuando parecía imposible que se repitiera un régimen inspirado en el desastroso legado de Allende. Pero ello sucedió. Y ahora partidarios de Evelyn Matthei, un clon político de Sebastián Piñera, pretenden que las candidaturas de derecha pacten con ella para facilitar su acceso al poder.
Pero su volubilidad no es la respuesta ni la solución que Chile necesita. Los mejores años de la historia del país, en todo sentido, se originaron bajo un gobierno de derecha sin ambages, como fue el del presidente Pinochet. Los partidos que apoyan a Matthei procuran alejarse lo más posible de éste. Y la consecuencia han sido estos peores años, traídos consigo por la izquierda. Hoy reconocen en sus propias filas que no podemos estar peor.
Sería inexplicable un pacto de un candidato de derecha para facilitar la elección de una continuadora de Sebastián Piñera, cuando de lo que se trata es de que no vuelvan a repetirse los catastróficos errores de éste, como lo constituyeron su continuidad de políticas de izquierda para subir impuestos, aumentar el número de ministerios y, sobre todo, persiguiendo ilegalmente, mediante mil querellas prevaricatorias, a los exmiltitares que salvaron a Chile de la revolución armada comunista-socialista.
Además, miró indiferente la exacción ilegal de ingentes fondos públicos en favor de extremistas de izquierda.
Tampoco puede pactar un candidato presidencial preocupado de la situación humanitaria de más de 500 presos políticos exuniformados con la continuadora del jefe de Estado que más los persiguió y provocó el problema de derechos humanos que constituye su falta de debido proceso, las condenas sin pruebas y por meras "ficciones", los centenares de reos octogenarios y nonagenarios enfermos y la discriminación que les deniega derechos carcelarios reconocidos hasta a los peores delincuentes comunes.
Llegar a acuerdo parlamentario entre partidos que alguna vez fueron afines es un tema. Pero en el orden presidencial no hay posibilidad alguna de juntar el agua con el aceite, la obsecuencia con la izquierda, la persecución a los exmilitares, la falta de energía para aplicar la Constitución y las leyes a la insurrección marxista. con quienes representan justamente la preservación del ideario de la libertad y de la subsidiariedad estatal, la defensa del principio de autoridad y la vigencia efectiva del orden público, el combate a la guerrilla que asuela el sur y el término de la inmigración ilegal indiscriminada que autorizó la izquierda y mantuvo Sebastián Piñera, bajo cuya lenidad se multiplicaron las tomas que afligen al país.
La lista parlamentaria común puede discutirse. Pacto presidencial o primarias con Evelyn Matthei, continuadora del piñerismo que hoy la izquierda añora, por ningún motivo.
sábado, 22 de marzo de 2025
ÉRAMOS MÁS FELICES CON LA DERECHA
Un giro a la derecha es lo que pide la gente. "He oído la voz del pueblo", parece decir hoy Evelyn Mattei, como decía Lagos en 1999, tras la primera vuelta en que Lavín le pisó los talones. Hoy día el giro de opinión es más que claro, pero hacia la derecha. El pueblo no quiere más socialismo ni más izquierda con su benevolencia hacia los terroristas y delincuentes. No quiere que los carabineros sean más perseguidos que los antisociales, como sucede hoy. Y tiene, por sobre todo, miedo, dentro y fuera de su casa.
Por consiguiente, es más infeliz. En el último Informe Mundial de Felicidad Chile ha caído al lugar 45, desde el 20 en que estaba hace nueve años (El Mercurio, 21.03.25, A8). Los únicos más infelices que nosotros en América Latina son los nicaragüenses, que ocupan el lugar 47 y también tienen en el gobierno a los comunistas.
En nuestra carrera presidencial la candidata que llegó a ser la mejor evaluada diciendo cosas que le agradan a la izquierda, Evelyn Matthei, en este momento ve que la ventaja adquirida se disipa y en la última encuesta Black & White aparece aventajándola el derechista Johannes Kaiser, con 25 % versus 21 % de ella y de Carolina Tohá, empatadas. Evelyn hasta ¡podría quedar fuera de la segunda vuelta!
Entonces ¿qué hace? Se viene a la derecha, ofrece bajar impuestos y en un seminario del CEP se reúne con el ministro de Milei, Federico Sturzenegger, encargado de manejar "la motosierra" para suprimir cargos públicos y dice que, por su parte, ella se propone manejar una "tijera podadora grande".
Todo esto la obliga a distanciarse del legado de Sebastián Piñera, siempre listo para subir impuestos y crear nuevos ministerios, dándole gusto a la izquierda mediante la persecución judicial de exmilitares, de la cual fue principal ejecutor, multiplicando por tres el número de querellas contra aquéllos, su subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, hoy altamente colocado en el comando de Evelyn Matthei.
No le auguro mucha figuración en la nueva etapa, pues Evelyn, de ser "Piñera con polleras", está pasando a ser "Milei con polleras". "La donna é móbile/ qual piuma al vento / mutta d'acento / e di pensiero", nos enseña Giuseppe Verdi en Rigoletto.
Y en Tolerancia Cero, un programa dominado por la izquierda desde siempre, pero en particular cuando Chilevisión era de Sebastián Piñera, Fernando Paulsen, de izquierda, ha debido ceder la conducción a Daniel Mansuy, de centroderecha. Son nuevos tiempos. Hay que ir tomando posiciones.
No ha habido un gobierno de derecha desde que dejó el mando Augusto Pinochet en 1990, siendo entonces Chile claramente más feliz que hoy y el país que más crecía en América Latina, sin conflicto en la Araucanía ni inmigración ilegal masiva, donde se podía caminar tranquilo de noche, porque se mantenía a delincuentes y terroristas presos. No había asaltos a casas porque los dueños podían tener un arma y gozaban de la eximente de legítima defensa privilegiada y los delincuentes lo sabían.
Los agentes del orden eran reconocidos y hasta condecorados. "Portonazos" y "encerronas" eran palabras desconocidas. Y éramos más felices.
miércoles, 19 de marzo de 2025
HORROR FALSO Y SIN FINAL
Vi en Sin Filtros al senador socialista Fidel Espinoza relatar que Miguel Krassnoff mató con sus propias manos, en 1974, a la mirista Diana Arón y salió del lugar diciendo: "Era marxista y judía, más encima", mientras chorreaba la sangre de sus manos.
Idéntico relato hizo el ministro sumariante Alejandro Solís, hace casi diez años, en el programa El Informante de TVN, conducido por Juan Manuel Astorga, en el cual poco antes el mismo Solís había confesado condenar a exmilitares mediante una ficción, la del "secuestro permanente." Así burlaba la eximente de responsabilidad de la prescripción.
En 2015, tras el programa, fui a visitar a Krassnoff a Punta Peuco y le referí la versión del sangriento asesinato que Solís le imputaba y del comentario que aquél habría hecho ("marxista y más encima judía") después de perpetrarlo. Me manifestó que no había participado en la captura de Diana Arón y que en la fecha de la misma se encontraba fuera del país.
Como había leído en Wikipedia que el abogado próximo a la UDI, Gabriel Zaliasnik, aparecía afirmando lo mismo que Fidel Espinoza y Alejandro Solís, es decir, que Miguel Krassnoff la habría asesinado de manera sangrienta y manifestado su antisemitismo, le aconsejé referir la verdad, desde luego, a la colectividad judía.
Miguel cumplió con reunir los antecedentes probatorios de su inocencia y se los hizo llegar al entonces embajador de Israel en Chile, que no era el actual. Pero el diplomático se negó a recibir la documentación, devolviéndosela con el recado de que no volviera a dirigirse a él.
En posteriores indagaciones me enteré de que la versión inculpatoria de Krassnoff se la había entregado al ministro Solís un exinformante de la DINA llamado "Guatón" Romo, que había sido mirista y se había convertido en delator.
Romo había conseguido escapar y viajar a Brasil, pero los jueces rojos descubrieron su paradero y solicitaron su extradición. Romo exigió a los militares brindarle protección, pero no se la dieron y fue extraditado. En venganza, cuando volvió al país, procuró declarar algo que satisficiera la sed de condenar militares y minimizara su propia culpabilidad. Así inventó la sangrienta versión contra Krassnoff. Se vengaba y se hacía acreedor a la atenuante de "procurar remediar el mal causado", reduciendo su condena.
Pasado el tiempo he comprobado que en Wikipedia ya no aparece Gabriel Zaliasnik haciéndose eco de loa calumnia fraguada por Romo y repetida por Solís y Espinoza.
Pero el relato de horror sin final seguirá repitiéndose al amparo de la anomia chilena, pues no se aplican las leyes ni se respeta la verdad con tal de obtener dividendos electorales y monetarios y sobre todo, satisfacer la venganza y el odio.
martes, 18 de marzo de 2025
VERDADES DEL PORTE DE UNA CATEDRAL
El presidente Boric reposteó un post de Yasna Lewin que denunciaba siete supuestas mentiras de Johannes Kaiser en canal 13. Pero las dos primeras son verdades del porte de una catedral. De las demás responderá el aludido, supongo.
La primera supuesta mentira es que "el Partido Comunista tiene arsenales hasta hoy y todos han hecho la vista gorda."
Pero ésa es una verdad que toda persona informada conoce. Pues el brazo armado comunista FPMR hizo la internación clandestina de arsenales más grande de la historia de Sudamérica en 1986, tanto que preocupó a la inteligencia norteamericana y ésta expertizó los hallazgos.
Y nunca han sido descubiertos todos los "barretines" con armas de procedencia cubana. Sólo los comunistas saben dónde están y nunca lo han dado a conocer. El gobierno ha instado a los particulares a entregar sus armas legales, pero nunca ha instado a los comunistas a revelar el paradero de sus armas ilegales.
El difunto secretario general comunista Luis Corvalán es más que nada recordado por su declaración de que esos depósitos de armamento existían y los iban a conservar ocultos "por si las moscas".
Miles de veces se ha citado su respuesta. Nadie informado en Chile la ignora. Escriba en google la expresión "por si las moscas" y allí aparecerá Corvalán.
La segunda gran verdad dicha por Kaiser en Canal 13 fue que no hubo debido proceso en los juicios contra Krassnoff y otros militares.
Pero ello ha sido confesado por el propio juez que lo condenó, Alejandro Solís, ante mi persona, en una edición de El Informante de 2015 en TVN, conducida por Juan Manuel Astorga.
Allí Solís reconoció que no había probado, sino "fingido" ("es una ficción jurídica", dijo) el delito de secuestro permanente.
Y si Yasna Lewin lee el Código Penal encontrará que, según su párrafo 3°, título III, el delito de secuestro sólo puede ser cometido por particulares, de modo que los agentes del Estado, como Krassnoff y tantos otros, no pudieron cometerlo. Luego, su condena también contraviene el debido proceso por esa razón.
¡Qué mal se debe sentir el presidente Boric por haber reposteado el texto de Yasna Lewin!
domingo, 16 de marzo de 2025
TIENEN LO QUE ELIGIERON
Se horrorizan porque los criminales siguen matando y la policía es impotente. ¿Y por qué se horrorizan, si es lo que han elegido? ¿O el gobierno actual lo eligieron los marcianos? ¿Y no fueron los mismos que eligieron a Piñera, contemporizador con la extrema izquierda y gran perseguidor de los encargados de combatir el delito? El mismo que llamó "cómplices pasivos" a quienes antes habían sido partidarios de Pinochet, justo por haber sido éste quien derrotó al delito. Piñera inició un millar de querellas contra exagentes, pero en 2019 no metió presos a los cabecillas de los que incendiaban, saqueaban y devastaban, debiendo hacerlo.
Y este gobierno que ustedes eligieron dice que los particulares deben entregar sus armas. No quiere que se defiendan. Quiere que los delincuentes estén tranquilos y puedan llegar a tu casa y decirte: "Con permiso, entrega todo o te mato".
No existe estado de derecho en Chile. No se respetan las leyes expresas y vigentes por parte de los jueces que condenan a ex militares. Es público y notorio. Ninguna corriente de opinión significativa dice nada. Entonces termina sucediendo lo que vemos: los asesinos entran confiadamente a las casas u otros establecimientos a robar (y en el sur a incendiar y destruir) y no les pasa nada. Los agentes del orden prefieren no hacer nada.
Pues cuando un carabinero hiere o mata a un criminal es "dado de baja", es decir, dejado sin medios de vida y además debe defenderse en juicios iniciados por abogados de izquierda que piden y obtienen jugosas indemnizaciones de tribunales alineados políticamente con ellos y que fallan contra leyes expresas y vigentes. Esos jueces, en lugar de ir presos, meten presos a exuniformados. Es el mundo al revés por el cual votó la mayoría y eligió a Piñera y a Boric, pero ahora se queja porque tiene miedo.
En 2015 hice confesar en la TV a un juez que había impuesto miles de años de condenas a exagentes en juicios iniciados por Piñera y su subsecretario Ubilla, hoy prohombre en la campaña de Matthei. Ese juez confesó que no probaba los delitos, sino que los fingía. Una atrocidad jurídica. Esa atrocidad reina y debido a ella los asesinos se sienten libres, porque saben que los agentes del orden están amenazados de quedar cesantes y ser querellados.
Boric cubrió públicamente de insultos a Pinochet, cosa que nunca en la historia había hecho un presidente respecto de un antecesor. Y resulta que Pinochet era el que enfrentaba a delincuentes y terroristas y Boric era y ha sido el que los ha alentado, defendido, indultado y pensionado.
Ahora aparece como la persona "mejor evaluada" por la opinión pública Evelyn Matthei, clon político de Sebastián Piñera, el más sañudo persecutor de agentes del orden. ¿Y quienes la evalúan tan bien? Ustedes, el pueblo, que ahora tiene tanto miedo. Entonces, "con su pan se lo coman".
Otra figura admirada es Patricio Aylwin, que se ganó un monumento en la Plaza de la Constitución y fue artífice de la Comisión Rettig para condenar públicamente a exuniformados que combatieron el delito y el terrorismo, y a los cuales el mismo Aylwin había incitado a alzarse en 1973, pero veinte años después se había olvidado de todo. Todo un hipócrita.
Lo peor fue que la inmensa mayoría que pidió en 1973, a través de sus diputados en la Cámara, convocar a los militares para poner término al desastre de Allende, después también se olvidó de todo y se trocó en inmisericorde persecutora de ellos, eligiendo a Piñera y Boric y no diciendo nada cuando el erario indemniza a la delincuencia y al terrorismo por sentencias judiciales prevaricatorias que mantienen a más de 500 presos hoy ancianos y enfermos, mientras la sociedad mira para otro lado.
Los hombres y los países cosechan lo que siembran. Los chilenos han elegido y votado por los que han creado un estado de anomia, una ley de la selva. Delincuentes libres y confiados entran a las casas de ciudadanos sabedores de que la policía no va a llegar, ciudadanos a los cuales además las autoridades han procurado despojar de sus armas y donde todo se hace para garantizar la impunidad de los malhechores.
Ustedes tienen lo que eligieron. Si lo vuelven a elegir, "con su pan se lo coman".
jueves, 13 de marzo de 2025
¿ES DE CHILE "EL" BANCO DE CHILE?
Se supone que una institución bancaria, sobre todo si se llama "Banco de Chile" y en su publicidad se ha autodesignado como "el" banco de Chile, debe operar en su giro con una cuidadosa preocupación por representar a todos los chilenos y no debe permitir que su nombre sea usado para favorecer sólo las ideas, posturas o preferencias de algunos.
Pero hoy nos hemos encontrado en El Mercurio con un aviso de página entera en que publicita una conferencia acerca de "la ruta para el crecimiento". En ella participará sólo una candidata presidencial entre la variedad de los que hay. También el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y su caso es inobjetable, pues es el ministro de Hacienda, hoy, de todos los chilenos. Pero Evelyn Matthei, presentada como "exalcaldesa de Providencia", todos sabemos que es una candidata de izquierda (ella se ha presentado así en una muy divulgada entrevista periodística) proclamada por RN y la UDI, dos partidos de la centroderecha contemporizadores con la izquierda. En fin, el último conferencista es el rector de la Universidad Diego Portales y columnista de El Mercurio, Carlos Peña, caracterizado por su simpatía por el régimen de Salvador Allende, miembro del directorio del Museo de la Memoria y promotor originario de la idea de realizar un segundo proceso para una nueva Constitución, que no estaba permitido por nuestro ordenamiento y en medio del cual, es cierto, se arrepintió y calificó como "trampantojo" el proyecto del Consejo Constitucional sometido a plebiscito. En otras palabras, por decir lo menos, un personaje que está lejos de representar el sentir de todos los chilenos.
El banco debería dar por sentado que sus dueños, que son sus accionistas, pueden ser de los más diversos pareceres, condiciones, ideas, religiones, partidos políticos y posturas. Y lo mismo sus clientes, cuentacorrentistas, inversionistas o solicitantes de créditos. A todos ellos les ha faltado el respeto el aviso de hoy.
La verdad es que es sólo un favor publicitario a las figuras ahí fotografiadas, porque su propio texto indica que se accederá a la conferencia "sólo por invitación". Es decir, no se publica para que la gente vaya a la conferencia. La verdad es que es un aviso de campaña de Evelyn Matthei. ¿Puede la gerencia del Banco de Chile justificar este dispendio?
¿Por qué otros candidatos presidenciales no han sido invitados a ser parte de este despliegue publicitario?
Los accionistas del banco que sean partidarios de otras candidaturas deberían tener derecho a reclamar por qué sus fondos financian una sola.
"El" Banco de Chile ha sido poco respetuoso y ha usado mal los recursos de sus accionistas. Y ha actuado como "el banco de unos pocos".
Es decir, hoy ha dejado de ser "el" banco de Chile.
miércoles, 12 de marzo de 2025
LA MANO JUSTA SERÁ DURA
Aparte de la de Salvador Allende, la presidencia más catastrófica de nuestra historia fue la segunda de Sebastián Piñera. Este, ante el caos derivado de su propia inacción, cayó a los más bajos niveles de aprobación jamás registrados por un presidente (6 % según la encuesta CEP).
Su falta de autoridad llevó a que ante sus propias narices se desarrollara una revolución izquierdista violenta que devastó ciudades, en particular la capital, y culminó con el epítome del fracaso y algo que ya en Chile parecía imposible: que "tropezáramos por segunda vez con la misma piedra" y la extrema izquierda marxista, ya en 1970-73 causante del mayor descalabro en nuestra historia, volviera en 2022 al poder.
Aquel gran descontento con Piñera originó en octubre de 2019 la marcha multitudinaria y pacífica más grande registrada en el país. Porque era contra él. Sin convocatoria partidista, se sumaron a ella desde partidarios de Pinochet que portaban su retrato, antes tildados por Piñera de "cómplices pasivos", y que además resentían la persecución judicial del régimen, mediante mil querellas prevaricatorias contra exmilitares; pasando por numerosos descontentos por los más disímiles y a veces contradictorios motivos y hasta izquierdistas extremos que deseaban el término anticipado de su mandato. Lo único que tenían en común era su aversión a Sebastián Piñera.
Ahora el que fuera entorno miope y contemporizador con la izquierda de aquél se ha agrupado alrededor de la candidatura presidencial de Evelyn Matthei, su exministra. Ella en los 90 fue víctima de una conjura canallesca del mismo Piñera en su contra, ante la cual se rindió y sucumbió públicamente (véase mi blog anterior del 29 de enero, "La Extraordinaria Saga de Evelyn Matthei"). Evelyn es declaradamente de izquierda y así lo ha manifestado, entrevistada por Cristián Warnken. A semejanza de Piñera, si bien éste no lo manifestaba de palabra pero sí en acciones, como anunciar el matrimonio igualitario sin que hubiera estado en su programa de gobierno ni conversado con su propio entorno. Siempre estuvo al servicio de la izquierda. Y si Evelyn fuera electa, lo estaría. Recién su entorno lo estuvo para apoyar la reforma previsional de Boric. Si ella usara polleras, lo que habitualmente no hace, sería "Piñera con polleras".
Por supuesto, su candidatura presidencial suscitó que surgieran con fuerza candidaturas de derecha, una de las cuales, la de Johannes Kaiser, la amenaza directamente en las encuestas y hasta la supera en algunas.
Ante eso, hoy un columnista del entorno contemporizador de Matthei escribe en El Mercurio acerca de "La peligrosa tentación de los extremos". Es un artículo pintoresco, pues ¡hasta compara a Evelyn Matthei con Margaret Thatcher! Nunca hubo nadie más distinta. Desde luego, el columnista no ha leído la opinión despectiva de la Thatcher sobre los consensos y la contemporización con el socialismo, las cuales caracterizan al piñerismo.
En fin, el único peligro de un gobierno de derecha, como el que probablemente habrá en Chile si existe una mayoría juiciosa, será que restablezca el estado de derecho, es decir, el respeto a la ley. Debería ser la primera tarea del próximo gobernante. Y sin duda implicará un gran trastorno ante el clima de anomia, prevaricación, corrupción, protección al delincuente y persecución a los encargados de combatirlo que impera en Chile.
Es que saben que se viene la mano justa, es decir, dura. Porque "dura lex, sed lex". "Dura es la ley, pero es la ley". Como decimos en Chile ante perspectivas semejantes, "¡Afírmate Catalina, que vamo' a galopiar!".
domingo, 9 de marzo de 2025
SIN LUGAR PARA LOS DÉBILES
Yo me había dicho que nunca iba a escribir que "Chile se jodió" hasta que lo viera en la página editorial de El Mercurio. Y hoy apareció. Es que realmente Chile se jodió. Yo opino que eso sucedió hace mucho tiempo, el 5 de octubre de 1988, cuando el cohecho norteamericano y europeo occidental se unieron al comunismo y al KGB y le dieron millones de dólares al NO. Ahí se jodió Chile. Si hubiera ganado el SÍ, habríamos sido país desarrollado antes de 1998. Pero los izquierdistas y kerenskys con mucha plata extranjera cohecharon al pueblo, a vista y paciencia de todos, para que la mayoría dijera NO.
Desde entonces todo ha venido de mal en peor. La traición de Aylwin, que sentó en el banquillo a los militares que él aplaudía en 1973, los condenó mediante la ilícita Comisión Rettig, y llenó de indultos y plata a los guerrilleros de izquierda y su entorno.
Después vino la deserción de las élites, que eligieron a Sebastián Piñera, también del NO, quien dedicó sus energías a perseguir exmilitares y mediante su subsecretario del Interior Rodrigo Ubilla, hoy prohombre de Evelyn Matthei, interpuso cerca de mil querellas contra ellos, cuando había sólo 300 en cuatro gobiernos anteriores de centro e izquierda.
Y terminando todo con la rendición final de Piñera al comunismo. Y después todo para peor, especialmente a partir de la defección de José Antonio Kast, que se sumó al "Acuerdo por Chile" de Piñera y Boric para la entrega de la Constitución. Ello sumado al desastre de la elección de Boric, que en lugar de terminar en La Moneda, si hubiera existido un mínimo de estado de derecho debería haber caído preso.
Hoy día hay una mayoría que aún no sabe la verdad. Chile se inficionó de parásitos mentales, como se llama el llbro de Axel Kaiser que todavía está entre los best-sellers, pero también lo está "El Libro de Bill", un engendro de absurdo, drogas y demonios que por el solo hecho de venderse da cuenta del estado de enajenación del país.
Pinochet ganó la guerra pero perdió la posguerra de las consignas, porque no las vamos a llamar ideas, pues no alcanzan para eso. Y detrás de ellas se aliaron desde el piñerismo hasta el comunismo para ocultar el pasado. Nos cambiaron la historia.
A fin de año vamos a ganar la primera vuelta con Johannes y después pasará a la segunda una mujer de izquierda y piñerista, la Evelyn. Que esta vez el ganador de la primera vuelta no se ablande en la segunda. Que siga con todo, en la línea dura. Sin lugar para los débiles. Porque aquí se necesita un hombre y con mano fuerte.
Si Chile ya se jodió por segunda vez, una tercera simplemente no la vamos a permitir.
jueves, 6 de marzo de 2025
UNA NOTICIA BUENA Y OTRA MEJOR
Hoy me ha llegado la excelente noticia de que, por fin, existe legalmente en Chile el Partido Nacional Libertario, único de derecha a secas y que no reniega del legado de Pinochet.
Por tanto, será distinto a todos en un país en que tantos se "han dado vuelta la chaqueta". Es lo mejor que nos podía suceder, porque Chile sin derecha tiene vedado el éxito político, económico y social. Por algo nuestros "mejores treinta años", 1985-2015, fueron logrados gracias a las políticas discurridas por un gobierno de derecha, como fue el presidido por Augusto Pinochet tras ser elegido con el 67 % de los votos en 1980 y superar la "crisis de la deuda" de los '80. Incomprensiblemente, después de él los partidos que lo apoyaron, liderados por Sebastián Piñera y Evelyn Matthei, se fueron a la izquierda, a la más extrema de las cuales finalmente le entregaron en bandeja el gobierno de la nación. Consecuencia: estancamiento, miedo, tomas, destrucción, donde lo único que prospera es el delito.
El partido de derecha definido, para salir de esto, es la buena noticia. Pero hay otra todavía mejor: que existe una alternativa aún superior y la cual, no me cabe duda, dicho Partido Nacional Libertario procurará lograr: la del modelo de gobierno de Suiza. Allá no existen los partidos ni la política profesional que medran de los contribuyentes. Pese a ello, o a raíz de ello, el país "funciona de maravilla, con los impuestos más bajos y los servicios públicos más altos del mundo" (ver artículo de Eduardo Schindler, en El Mercurio de hoy).
En Suiza no hay partidos políticos financiados por el Estado. Tienen un parlamento de 125 integrantes, que reciben como remuneración un 15 % de la que tendrían a tiempo completo, pues sesionan una vez por semana por tres horas. Lo necesario. ¿Para qué más?
Acaba de haber en Suiza un referéndum (hay cuatro al año) porque los parlamentarios querían un aumento de su remuneración, que no ha aumentado en 27 años. Pero el 54 % del pueblo les dijo NO.
En Suiza hay sólo 22 mil personas elegidas para cargos en los poderes Ejecutivo y Legislativo a nivel nacional, regional y comunal, en un país de 9 millones de habitantes. Un funcionario por cada 400 habitantes. El 99 % trabaja a tiempo parcial y tiene otro medio de ganarse la vida. En Chile hay un funcionario por cada 20 habitantes, pues vamos para el millón de burócratas. En los EE. UU. hay uno por cada cien habitantes.
Y en Chile los funcionarios estatales ganan, en promedio, un 50 % más que en el sector privado. En Suiza el 99 % de los funcionarios debe tener un trabajo aparte para suplementar su ingreso, igual que los parlamentarios a los cuales no quisieron subirles el sueldo part-time.
Acá los políticos profesionales reciben miles de millones de pesos tras cada elección, porque se han ido construyendo un nicho privilegiado en que cobran al Estado mil pesos por cada voto obtenido. Por eso hay elecciones tan frecuentes y el incentivo a crear otras nuevas e inútiles pero rentables, como gobernadores (para los "caciques con pocos indios") y consejeros regionales (para los pocos "indios" que no han "agarrado pega".)
En Chile hay candidatos perpetuos, porque cobran suficientes millones con los votos que obtienen, aunque nunca sean elegidos, y con eso viven "a cuerpo de rey" entre una elección y otra. Lo que se llama "vivir de la política". A costa de los contribuyentes, por supuesto.
El modelo suizo, de democracia directa cuatro veces al año, es digno de estudiarse y aplicarse y no me cabe duda de que un gobierno de derecha a secas en Chile lo va a estudiar seriamente, para ponernos en camino a unos segundos "mejores treinta años de la historia nacional".
domingo, 2 de marzo de 2025
NO ES UN TEMA MILITAR
El hecho de que un candidato de derecha a secas, como Johannes Kaiser, ocupe un lugar destacado en las encuestas presidenciales ha llevado a que los principales medios ya no sólo lo mencionen, sino que tomen en serio lo que dice.
Hoy ha sido entrevistado por El Mercurio. También lo ha sido por la televisión. Sus videos gozan de alto rating en las redes. Es mencionado por comentaristas que gozan de altas audiencias, como Tomás Mosciatti y Fernando Villegas. Recientemente he visto y oído a este último proclamar enfáticamente que va a votar por él. Siempre había tenido a Fernando por hombre de izquierda, pero ahora le oí que votará por "el más ultraderechista que encuentre". Y como, si busca, no va a encontrar a nadie a la derecha de Johannes, doy por sentado que votará por éste.
Claro, estamos en Chile. La única vez que fui candidato a senador un alto hombre público me dijo: "cuente con mi voto", Y yo lo hice. Pero después de la elección leí en una entrevista que había votado por mi competidor, Sebastián Piñera. Lo peor fue que la mayoría hizo lo mismo.
Ahora Johannes Kaiser ha sido entrevistado por Teresa Marinovic en un video de su fundación y ella le ha manifestado que, visto que un eventual gobierno suyo va a tener como oposición a la izquierda del Frente Amplio y del Partido Comunista, y que ésta se funda en manifestaciones violentas, como lo vimos en 2019 ¿se va a atrever a sacar a los militares a la calle para mantener el orden? Porque, le dijo, todos los militares que han participado en eso han terminado presos.
Respuesta aproximada: "Por supuesto, la obligación del gobernante es mantener el orden público y si se requiere del uso de la fuerza, hay que emplearla."
Repregunta la entrevistadora: "Pero eso le va a acarrear la acusación de atropello a los derechos humanos y una eventual condena por los tribunales internacionales. Boric amenazó con perseguir a Piñera ante ellos".
Respuesta del candidato: "Los tribunales no pueden condenar a un gobernante por hacer uso legítimo de la fuerza para enfrentar la violencia".
"Pero usted vio la amenaza a Piñera de hacerlo perseguir por la justicia internacional".
Respuesta aproximada del candidato: "En el plano interno voy a perseguir a los jueces que condenen ilegalmente por hacer uso de la fuerza pública contra la violencia. El plano internacional no me preocupa, porque no tengo planes de viajar fuera del país".
Lo que quiero observar acerca de ese diálogo es que la principal crítica a Piñera no fue "por no sacar los militares a la calle", sino porque no hizo nada por aplicar la Constitución y las leyes contra quienes usaron la violencia. Ello debería haber conducido a la inmediata declaración de inconstitucionalidad de los catorce partidos que incurrieron en ella, de acuerdo al art. 19 N° 15 de la Constitución, y al cese en sus cargos de todos los parlamentarios que hubieren incurrido en esas conductas, comenzando por Gabriel Boric, que por años no podría haber sido candidato a nada, de acuerdo al art. 60 de la Constitución.
El tema no era de "sacar los militares a la calle", sino de aplicar la ley. Piñera tenía un ministerio del Interior lleno de abogados de izquierda dedicados a presentar querellas contra militares y no tenía abogados de derecha dedicados a poner fuera de la ley a los alzados por la violencia.
El tema del ejercicio de la autoridad es legal, no militar. Piñera no usó la ley. Y así y todo lo acusaron de "violar los derechos humanos".
Si sólo hubiera usado las leyes, el "estallido" habría durado días. Con la ley podría haber metido presos en un día a los cabecillas. ¿Ya nadie recuerda al "Hermano" Bernardo Leighton, bajo Frei Montalva, cuando metió presa a toda la directiva del Partido Nacional? Y éste no promovía violencia alguna. Ése es el poder legal que tiene un presidente y que todos usaron, antes de Piñera, para poner término a las sublevaciones... y hasta a las que no lo eran.
El tema es simplemente legal, no militar. Si Piñera se hubiera dedicado a perseguir violentistas en lugar de exmilitares, el estallido no habría durado nada.
sábado, 1 de marzo de 2025
¿Por Qué Murió Dimitri Weiler?
Porque no tenía un arma en su casa. Porque el gobierno había conminado a los particulares a entregar sus armas. Porque tres de cada cuatro personas nacen en Chile fuera del matrimonio y son "niños sueltos", dedicados a robar y asaltar amparados por un sistema penal garantista que los deja libres aunque los pillen. Porque es "plata fácil" entrar a una casa y llevarse las cosas y los autos y, si te pillan y te apresan, los jueces te sueltan. Porque puedes tener veinte órdenes de detención y andar libre. Porque los policías están inhibidos y atemorizados por jueces que los persiguen por usar los medios que su institución les entregó (casos Maturana y Crespo).
Primitivo Castro Campos fue un policía impecable, que detuvo a un delincuente portador de explosivos, el cual intentó matarlo, pero se defendió a tiempo y le dio muerte. Imperaba la autoridad sobre el delito. 35 años después reinaba éste y no había estado de derecho. Violando las leyes de amnistía, prescripción y cosa juzgada, y no obstante su impecable conducta, la Corte Suprema lo condenó a cinco años y un día, que cumplió, Y la corte indemnizo a la familia del delincuente.
Porque a los carabineros su misma institución los "da de baja" apenas se les formaliza, quedan sin ingresos y deben defenderse con sus propios medios, así es que lo más seguro para ellos ante el delito es "no meterse".
En Chile la política lo ha naturalizado. Al último gobierno que realmente lo combatió, la mayoría lo denomina "la dictadura". Hay un penal saturado de personas condenadas por haber combatido al delito. Habitualmente el tribunal superior dicta nuevas condenas contra quienes reprimieron el delito e indemniza a sus autores o descendencia, violando las leyes.
Porque uno de los primeros pasos del presidente posterior a Pinochet fue liberar a los cerca de mil delincuentes presos que mantenía éste. Después procedió a indultarlos e indemnizarlos y creó un tribunal ad hoc para denostar a los militares que habían derrotado a la delincuencia y el terrorismo. Crónicamente se sigue indemnizando a éste y condenando a quienes lo combatieron. Se acaban de reajustar generosamente las pensiones vitalicias otorgadas a quienes delinquieron o fueron alguna vez interrogados por sus nexos con el delito.
En 2019 éste se masificó en el país y generalizó, alcanzando su máxima expresión desatado incontroladamente, devastando las ciudades, especialmente la capital. La ciudadanía cohonestó eso, eligiendo a un cabecilla de la oleada delictual como presidente de la República en 2021.
El delito entonces se generalizó, justificó, naturalizó y cuando alguien como Dimitri Weiler quiso oponerse a una de sus inevitables consecuencias, lo mataron. A la sociedad no le cabe horrorizarse, pues ella misma ha forjado y permitido las circunstancias que le han costado la vida al irreprochable ciudadano francés y que van a seguir costando muchas más.