jueves, 29 de octubre de 2015

Carne para las Fieras


          Siempre, contrariando la corriente populista dominante, he defendido a los empresarios que, en lugar de aniquilar a un competidor más débil mediante una guerra de precios, convirtiéndose así en monopolistas, se ponen de acuerdo con él para compartir el mercado. Pero los he defendido bajo la condición de que el respectivo mercado sea competitivo, haya libre entrada al mismo y todos los productores sean desafiables.

Ha sido el caso de las farmacias, de los pollos y lo es ahora del papel confort. Pero el argumento de la prensa, de las autoridades y, por consecuencia, de la opinión pública, e incluso de directivas empresariales más interesadas en complacer a los populistas que en defender la razón y la verdad, es de que habría habido una ganancia en perjuicio de los consumidores. Lo cual no es así, porque si lo fuera, cualquiera abriría nuevas farmacias, produciría o importaría pollos o papel tissue y haría una ganancia extraordinaria, y no hay nadie que lo haya hecho.
          
          Pero es verdad que la ley dice que ponerse de acuerdo en cuotas o precios en esas circunstancias, en lugar de entrar en una guerra de mutua destrucción, es delito. Ante esa situación absurda, entonces, hay que cambiar la ley. Sobre todo porque es inconducente, como lo demuestra el hecho de que en los casos de las ya sancionadas cadenas de farmacias y productoras de pollos, todas siguen produciendo y obteniendo beneficios igual que antes. Ello prueba que, si ya no mantienen un acuerdo expreso, declarado ilegal, han llegado a uno tácito, que no es contrario a la ley ni constitutivo de delito. Y siguen  produciendo, para bien del país y de los consumidores. 

         Por eso predigo aquí y ahora que tanto CMPC como SCA, tras sufrir el escarnio público, también van a seguir produciendo y ganando dinero igual que ahora, aunque no mantengan un acuerdo expreso. Porque son empresas de gente razonable y civilizada y, en lugar de procurar arruinarse mutuamente, van a operar en virtud de un acuerdo tácito, sin una guerra de precios que deje a una sola y destruya a la otra.
         
        Por otra parte, todo el mundo sabe que actualmente hay la más amplia variedad de papeles tissue para que el consumidor pueda elegir desde baratos y rudimentarios hasta sofisticados y caros. Y, además, quien desee competir en ese mercado puede hacerlo y si no lo hace es porque no ve en él ganancias extraordinarias y, por tanto, tampoco puede haber abuso a expensas del consumidor.

          Pues si en Chile cualquiera puede abrir una farmacia, producir pollos o vender papel confort, o importar alguno de estos últimos dos productos, entonces por definición no puede haber abuso. Si lo hubiera, más empresas entrarían a la actividad y las únicas barreras que tendrían que superar serían las que les ponga el Estado, es decir, la  burocracia.

          La poderosa Papelera pudo haber sacado a SCA del mercado del papel tissue, bajando los precios, y haberse quedado con toda la porción de la demanda que cubría ésta, convirtiéndose en monopolio, pero en lugar de eso prefirió llegar a un acuerdo. Todo el mundo sabe que en ese mercado hay libre competencia. Se puede producir o importar papel confort. En una economía abierta no puede haber abuso de posición monopólica.

Pero, como se trata de tirarles carne a las fieras para que aparten la mirada de tantos otros escándalos, como el del abuso que comete el Estado con los ciudadanos, haciéndolos pasar la noche a la intemperie para conseguir un número de atención o una clave, doblándoles el precio del servicio (pasaportes) y permitiendo a los funcionarios usarlos como carne de cañón para obtener un bono multimillonario al estilo de los que le han extraído a Codelco y al Banco del Estado, todos los fuegos se concentran en las empresas privadas que concretaron un acuerdo razonable, pero prohibido por la ley, como tantas otras cosas razonables que lo están, entre ellas la de pactar libremente las condiciones de trabajo.

Y es una vergüenza que la jefa de la revolución socialista en curso “zafe” del tema del desastroso estado al que conduce al país, asolado por la corrupción política, la delincuencia y el terrorismo incendiario, y afligido por la incertidumbre económica y social y la completa falta de probidad, orden y autoridad, con el simple recurso de poner en la picota del escándalo a empresarios respetables, acusándolos falsamente y valiéndose de una ley absurda, de causar un perjuicio al interés general.  

domingo, 25 de octubre de 2015

La Memoria Prohibida


          Ustedes, pobres chilenos, debido a estar en un 99% sus cerebros lavados, tienen que tragarse cada cosa… Ahora se trató de otro memorial para tres altos dirigentes de una agrupación ilícita terrorista del comunismo, el FPMR, que fueron asesinados en 1985, en una vindicta ilegal y repudiada por el Gobierno Militar, por un grupo de carabineros.

          Los memoriales, homenajes, compensaciones pecuniarias y loas históricas para los terroristas no son novedad en el Chile de hoy, pero esta vez fueron noticia porque los vecinos de la avenida Los Leones, lugar donde estaba el colegio desde el cual fueron dos de aquellos sacados por un helicóptero de Carabineros, que hoy ocupa un edificio de departamentos, saben que el memorial se va a prestar periódicamente para que los encapuchados del PC protagonicen sus acostumbrados desmanes. Y entonces se opusieron a que el simbólico homenaje se instalara ahí. Pero fueron desoídos. Habrá memorial y la versión que usted, cerebro lavado, sabe, acepta, comparte y repite es: “Se levantará un memorial en avenida Los Leones en homenaje a la memoria de tres profesionales comunistas asesinados por la dictadura en 1985.”

          Pero esa es una verdad incompleta y falsificada. Para el 99% de los chilenos hay una “memoria prohibida”, que consiste, ni más ni menos, que en la verdad completa y cabal. Entonces vaya preparándose para saber algo más.

          Primero, un detalle notable: en la “dictadura” había tanta libertad educacional (desde luego mucho mayor que la actual) que hasta los peores enemigos del régimen podían fundar colegios, como en el caso de los comunistas, que crearon el Colegio Latinoamericano de Integración, en avenida Los Leones, en cuya dirección participaban activamente José Manuel Parada y Manuel Guerrero, comunistas de fila y altos dirigentes de la asociación ilícita terrorista FPMR. ¡Añorada “dictadura”, en que había tanta libertad para enseñar que cualquiera podía  crear colegios, universidades y centros de formación técnica, a diferencia de lo que sucederá con la Reforma Educacional!

          Segundo, algo tanto o más notable: uno de los directivos del FPMR y del colegio capturados por el helicóptero de Carabineros, José Manuel Parada, era ¡el Archivero de la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago! Había ingresado a ella como chofer y se había ganado la confianza de los prelados e ido ascendiendo, hasta hacerse cargo del Archivo. En la reciente teleserie titulada “Los Archivos del Cardenal”, por eso, no son del Cardenal, sino los elaborados por un alto jefe terrorista y militante comunista, que naturalmente había ocultado su condición a los prelados que lo contrataron y ascendieron. Y como estaba en la Vicaría, allí él reclutaba personas… pero para el FPMR, como reveló uno de los detenidos por la internación ilegal de armas en barcos cubanos, Alfredo Malbrich, en 1986. Éste, arrestado a principios de los '80 en desórdenes públicos, acudió a la Vicaría para conseguir defensa judicial, la cual obtuvo, pero a cambio debió aceptar, a petición de Parada, prestar servicios en el Frente.

          Tercero, la detención por Carabineros y luego el asesinato de los tres dirigentes subversivos comunistas no fue conocida ni menos amparada por el Gobierno Militar. Desde el primer momento en que se tuvo noticia del secuestro el Ministro del Interior solicitó a los tribunales la designación de un Ministro en Visita, pero éstos la dilataron. La CNI se puso en acción y comprobó que los secuestradores habían sido elementos de Carabineros actuando por su cuenta, pero el Ministro en Visita, tardíamente designado ya después de los asesinatos, que el Gobierno había querido evitar con una designación más pronta, no le creyó a la CNI sino con mucha posterioridad.

          Pero el Gobierno y la Junta, que sí le creían a la CNI, demandaron al General Director de Carabineros, César Mendoza Durán, hacer efectiva su responsabilidad de mando y renunciar a ese cargo y a la Junta, pese a no haber ordenado ningún secuestro ni asesinato.

          Cuarto, el triple crimen tuvo un contexto que nadie quiere recordar. Pocos días antes, una trampa explosiva tendida por el FPMR en el Hotel Araucano de Concepción había matado a dos agentes de seguridad. Había sido diseñada precisamente para asesinar, porque cuando los agentes desconectaron un artefacto, justamente ello desató la explosión de otro. La acción de personal de la DICOMCAR contra los dirigentes terroristas tuvo todo el aspecto de una venganza.

          De poco sirvió como disuasivo, porque días después el FPMR asesinó, mediante otra trampa (un llamado a Carabineros para que acudiera a reprimir un asalto a un almacén, el 22 de abril de 1985) al joven uniformado Miguel Ángel Vásquez Tobar. Los compañeros de éste hirieron al frentista Hugo Gómez Peña, que fue atendido ¡por cuenta de la Vicaría! en la Clínica Chiloé, y auxiliado y ocultado por el médico Ramiro Olivares y el abogado Gustavo Villalobos, también de la Vicaría, que no dieron cuenta a las autoridades.

          El Ministro en Visita que investigó este último crimen terrorista no pudo obtener del Vicario de la Solidaridad, monseñor Sergio Valech, la entrega del grueso paquete de fichas de atención médica de terroristas financiada por al Arzobispado. Delito de obstrucción a la justicia que quedó impune.

          El abogado Villalobos fue procesado, pero bajo el gobierno de Aylwin fue designado ¡jefe de la Agencia Nacional de Inteligencia, destinada a combatir el terrorismo! Toda una garantía. No digo para quién. Y monseñor Valech presidió años después la risible Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, que permitió al inefable Ricardo Lagos Escobar pagar pensiones vitalicias a cerca de treinta mil personas de extrema izquierda a las cuales les bastó decir que habían sido maltratadas para después “pasar por caja”. Por cierto, a los numerosos torturados, documentadamente, bajo los gobiernos de Allende y Frei Montalva no se les reconoció ningún derecho.

          Epílogo, también prohibido: hace poco algunos de los 30 mil pensionados de izquierda supuestamente torturados se declararon en huelga de hambre, pidiendo un bono extra de diez millones de pesos. El Gobierno les dio inmediatamente un millón a cada uno, con  cargo a los impuestos que pagamos usted, distinguido cerebro lavado, y yo, que lo mantengo sin lavar. Los otros nueve millones seguramente los pagaremos un poco más adelante.

          Dicho lo anterior, los dejo en libre plática para que se sigan dejando lavar sus cerebros e informando por los diarios, la radio y la televisión, acerca de la “verdad oficial”, que excluye cuidadosamente la “memoria prohibida”. 

jueves, 22 de octubre de 2015

Revolución con Recesión


          En otra publicación he calificado el proceso revolucionario encabezado por Michelle 2.0, reforzado ahora por otro “proceso”, el “constituyente”, utilizando el viejo refrán que dice “en la vejez, viruelas”. Alude a los que, llegando a la tercera edad, adoptan actitudes (y errores) propios de la juventud, pues la peste citada, afortunadamente extinguida, no afectaba a los viejos. En este momento estamos viendo a Michelle 2.0, la revolucionaria, recién ingresada a la sub-70, volverse muy distinta de la moderada (y más joven) Michelle 1.0 de 2006-2010 y proseguir su tarea ya iniciada con las reformas tributaria y laboral, impulsando un “proceso constituyente” que amenaza no dejar títere con cabeza, pues nadie sabe para dónde va ni menos en qué va a parar.

Lo notable es que se le han sumado a esta aventura otros líderes ya provectos como Ricardo Lagos, a punto de ingresar a la sub 90, y Eduardo Frei, que es menor, todavía en la sub-70, pero que en cuanto a disparates se conduce como octogenario y está siempre listo, ahora declarando que la Constitución es “una camisa de fuerza”. Olvida que la vistió con toda comodidad democrática, y cuando todavía era de Pinochet y no de Lagos, durante sus seis años de gobierno, 1994-2000.

Por supuesto, allí donde la izquierda acomete un nuevo disparate no podía faltar Sebastián Piñera para sumarse a él. Ha anunciado que “Vamos Chile”, como él llama a “Chile Vamos” (pero esa “piñericosa” sólo se publica en “El Mostrador”), va a proponer, a su turno, otra nueva Constitución.

Es decir, a la revolución ya no la ataja nadie. Pero el que sí ha resultado completamente atajado es el crecimiento, pues en el Encuentro Nacional del Agro 2015 el economista Klaus Schmidt-Hebbel, que se caracteriza por “hacer todas las tareas” y tiene un bien ganado prestigio (fue economista jefe en la OCDE), expresó lo siguiente: “Si se toma el Imacec desde diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015, añadiendo un dato de mi proyección, el crecimiento es 0,0%”.

Es decir, la economía chilena ya no crece y está entrando en recesión, a la cual viene encaminándose desde que, a mediados de 2013, se conociera el programa de gobierno de Michelle Bachelet. Ya Piñera, con sus políticas erráticas (alzas de impuestos innecesarias, dilaciones en impulsar proyectos básicos para el crecimiento, como HidroAysén; dos años seguidos sin ajustar las tarifas eléctricas, para no seguir cayendo en las encuestas; paralización de un proyecto clave mediante un telefonazo –Barrancones--, tenía al crecimiento en declinación y había impedido aprovechar al fantástico precio del cobre que lo favoreció en 2011 y 2012: más de 4 dólares por libra. En realidad, su único mérito era no haber desatado la revolución marxista-leninista, como lo ha hecho Michelle 2.0.

Bueno, ésta ha logrado, gracias a su revolución, encaminarnos a la recesión.

Me han contado de gente emprendedora y de amplios recursos que, en vista de cuanto sucede, dice, “me voy a ir del país por dos años”. Empresarios chilenos medianos venden sus empresas a extranjeros, que se interesan, porque la reforma tributaria les permite pagar 9,5 puntos porcentuales menos de impuestos que los nacionales, uno de los grandes absurdos del disparate revolucionario actual. En “La Segunda” he visto avisos de página entera ofreciendo departamentos en un rascacielos de Miami, en obvio aprovechamiento de la fuga de capitales suscitada por la revolución.

Había no pocos que tenían cifradas sus esperanzas de moderación en Ricardo I, especialmente cuando éste declaraba a “Sábado” de “El Mercurio” que “muchos me dicen 'por qué no viene a poner orden aquí'”, refiriéndose obviamente a La Moneda. Pero ahora se está demostrando que también sufre “en la vejez viruelas” y que, al igual que los sexagenarios Michelle 2.0 y Eduardo I, se ha puesto a empujar el carro revolucionario.

A todo esto, y para intranquilizar todavía un poco más a la gente, el “proceso constituyente” parece que será encabezado por el comunista Camilo Ballesteros. Muchas veces he sostenido que en Chile los que realmente mandan son los comunistas. Si no, que lo digan los 124 presos políticos uniformados y en particular los trasladados por Piñera bajo el signo de la hoz y el martillo desde el Penal Cordillera; o que lo diga el ex ministro DC Pedro Garncía, que renunció a su trabajo para asumir una función pública en Saludo, pero sufrió el veto comunista por ser considerado “partidario de las concesiones”. Si se hubiera percatado de quiénes realmente mandan en el Chile de hoy, no tendría a estas alturas que estar buscando trabajo.

          Revolución con recesión. Mala mezcla. Y Lagos, en vez de disponerse a “arreglar las cosas aquí”, ahora listo para ayudar a echarlas a perder. Mala cosa.

lunes, 19 de octubre de 2015

La Izquierda Siempre Hace Trampas


          La última que ha empezado a hacer se llama “proceso constituyente”. Como un hombre de izquierda, el columnista de “El Mercurio” y rector de la Universidad Diego Portales (cuyo consejo directivo es de mayoría de derecha, por supuesto), Carlos Peña lo ha reconocido paladinamente en su columna de ayer, el anuncio “se reduce… a una disminución del quórum de reforma constitucional de dos tercios existente hoy día a tres quintos. Ése es el único objetivo de este enrevesado diseño”.

          Los lectores de este blog saben que lo anticipé desde un principio, cuando sostuve que la única finalidad de la reforma constitucional iba a ser facilitar las expropiaciones a particulares. El socialismo funciona mientras le dura la plata de los demás, y ahora que se le está haciendo insuficiente, con un déficit fiscal de 7.500 millones de dólares anuales que se hará crónico, necesita apropiarse de las cosas de los demás: inmuebles, empresas, fundos. Como la Constitución actual establece requisitos exigentes para expropiar (precio justo y pago al contado), y eso sólo puede ser modificado por los dos tercios de los senadores y diputados en ejercicio, necesita reformar la Constitución para rebajar el quórum y dar el zarpazo.

          La izquierda siempre ha hecho trampas. En los años 60 Allende se presentaba como un demócrata pero usaba su cargo de presidente del Senado para encubrir contrabandos de armas para la guerrilla boliviana, como lo ha reconocido el destacado ex guerrillero autor de “El Furor y el Delirio”, Jorge Masetti. Y no tenía inconvenientes en recibir pagos del KGB en su carácter de agente con la chapa de “Líder”, como lo ha revelado el ex agente ruso Vasilii Mitrokhin en sus memorias. Y su partido proclamó la necesidad de la lucha armada durante toda la segunda parte de la década del 60, una trampa flagrante en el juego democrático.

          Después, para la elección de 1970, la izquierda hizo trampa en conjunto con la DC, pues Allende y Tomic suscribieron un pacto secreto para impedir el ascenso al poder de Jorge Alessandri si éste ganaba la elección. Como la ganó Allende (yo siempre he impugnado la validez de esos comicios), hicieron otra trampa y amenazaron con un derramamiento de sangre si Alessandri era elegido por el Congreso, como tenía derecho a serlo. Se anuló así, bajo amenaza, un mecanismo constitucional.

          Después, en su gobierno, hizo toda clase de trampas: no promulgó el proyecto de las tres áreas de la economía despachado por el Congreso; no prestó la fuerza pública para cumplir fallos judiciales; cuando el Congreso destituía a algún ministro, se limitaba a cambiarlo de cartera; discurrió los "resquicios legales" para burlar las leyes. En realidad, desde un principio reconoció que iba a hacer trampas, cuando le dijo a Regis Debray, en célebre entrevista, que había aceptado el Estatuto de Garantías Constitucionales pedido por la DC como ”una necesidad táctica” y que pretendía establecer un socialismo marxista-leninista “total”.

          Los gobiernos de izquierda posteriores a 1990 también han hecho constantemente trampas, y no estoy hablando sólo de “las aulas tecnológicas” de Lagos ni de los “sobres con billetes” que se empezaron a llevar para la casa desde el gobierno hasta ser públicamente sorprendidos, sino a cosas como la captura izquierdista del Poder Judicial, que ha dejado de aplicar las leyes y abandonado el debido proceso para condenar a los militares, incurriendo en trampas tan burdas como llegar a un “acuerdo de caballeros” con la derecha para designar a un juez de izquierda primero y después a uno que no lo era y respetaba las leyes y, una vez nombrado el primero, vetar al segundo (Pfeiffer) que sigue apareciendo en las quinas hasta hoy, pero el régimen sigue sin cumplir el “acuerdo de caballeros” (tal vez piense que él no obliga a una señorita, pues acaba de omitir una vez más a Pfeiffer en la última designación).

          El “proceso constituyente” es, pues, sólo la última trampa izquierdista, presentada con una encantadora sonrisa por Michelle Bachelet en el CEP con el argumento de que “garantizará el derecho de propiedad”, lo cual naturalmente, no es verdad, pues lo debilitará, pero fue acogido con amplias sonrisas por sus anfitriones.

Porque el primer requisito para que una trampa fructifique es que exista una contraparte dispuesta a dejarse engañar. Y en el Chile del último medio siglo, desgraciadamente, esa contraparte nunca ha faltado.

viernes, 16 de octubre de 2015

Circo Sin Pan



          La gente del país es bastante cuerda, pero, como dijo el Papa de los osorninos, no sin crudeza, y como lo sabe el Gobierno, es un poco tonta. Por eso los más “vivos”, a la cabeza de los cuales marchan los políticos, se aprovechan de eso y “le venden cualquier pomada”. Cuando han sido ellos los que han creado problemas y la masa se impacienta o pone descontenta, “le emborrachan la perdiz”, como dicen en el campo, y la hacen mirar para otro lado, haciendo “circo”.

          Esto del “proceso constituyente” es la gota que colmó el vaso en materia de circo político. La receta viene de los antiguos romanos, que para distraer a la plebe de sus problemas reales, aplicaban la receta de “panem et  circenses”, “pan y circo”. Fue el preámbulo de la caída del Imperio, pero la receta permaneció en el tiempo y los malos gobiernos de todos los siglos posteriores la han seguido aplicando. El actual de Chile no ha sido la excepción. El Gobierno ha desarticulado al país con proyectos que han sembrado el pesimismo y estancado el crecimiento. Su falta de autoridad ha llevado a que se desboque la delincuencia, que es el principal problema de la gente. Y como gasta más allá de sus ingresos y compromete el futuro económico (José Ramón Valente en “La Tercera”, 16.10.15, estima que el déficit efectivo este año será de 7.500 millones de dólares y el próximo será de otro tanto, lo cual supera los fondos soberanos que el país había ahorrado para las “vacas flacas” o “vacas light”, como las llama el Ministro de Hacienda, que son de 14.500 millones de dólares), entonces tiene que promover “un gran circo”.

          El Gobierno nos distrae y saca del sombrero el “proceso constituyente”. Un tema que no le importa a casi nadie. En la encuesta CEP la reforma constitucional es el penúltimo de los temas de interés para la gente, con sólo 3% de preocupación. Pero eso no obsta a que el circo se venga con todo, y empezará con una gran campaña publicitaria, ahora mismo. Si a la gente no le interesa el tema, pues, para eso está la publicidad estatal para obligarla a interesarse.

          Tras la hemorragia propagandística vendrá el “sello de Bachelet”: creará otra Comisión, el “Consejo Ciudadano de Observadores”. Nadie sabe bien qué observarán. Pero saldrán mucho en los diarios y la TV.

          Después vendrán “diálogos comunales”. Traduzco: activismo político para captar votos, financiado con fondos fiscales, ahora que se han secado los pozos empresariales de financiamiento.

          Y entonces viene otra etapa más: el Gobierno va a preparar las “bases ciudadanas para la Nueva Constitución”. Ahí se vaciará lo que dijeron las comunas del país. Ya habrán pasado dos años de circo contados desde hoy. Es lo que algunos han llamado “chutear para adelante” la reforma constitucional. Y entonces, finalmente, el Gobierno va a redactar un proyecto de reforma, pero para que el Parlamento que asuma en 2018, ya bajo otro gobierno, defina el mecanismo mediante el cual se va a aprobar, previéndose cuatro posibilidades: comisión bicameral, convención constituyente, asamblea constituyente o plebiscito.

          En su reciente y comentada visita al CEP la presidenta prometió a los empresarios una sola cosa en relación a la reforma: “se va a garantizar el derecho de propiedad”. Pero no precisó si se va a garantizar igual, más o menos que ahora. Y como las garantías que existen actualmente son las más sólidas de la historia de Chile, yo me atrevo a pronosticar que la garantía al derecho de propiedad se va a debilitar. Porque el proceso de reforma constitucional está inserto en un programa que busca la igualdad y ésta, para el socialismo, consiste en quitarles a los que tienen más y dárselo al Estado para que contrate a más compañeros que después voten por el Gobierno. En el fondo, lo único que buscan los principales promotores de la reforma es tener más facilidades para expropiar y ayudar al socialismo a “financiar sus promesas con la plata de los demás”.

          Si antes los emprendedores creían tener un horizonte de dos años más de incertidumbre, el nuevo circo les ha garantizado al menos otro adicional, pero con menos pan.

lunes, 12 de octubre de 2015

El Gobierno de los Peores


          Según la última encuesta CEP, el 61 por ciento de la gente encuentra que la situación política está mala. Sólo el 5 por ciento la considera buena.

La misma encuesta tiene la explicación: la institución peor evaluada son los partidos políticos, que manejan la política. Las instituciones mejor evaluadas son Carabineros, la PDI y las Fuerzas Armadas, pero éstos, “los mejores”, carecen de todo poder para influir en la situación política. Yo he escrito antes que los más débiles e indefensos en nuestra sociedad son los uniformados, incluso más que los que están por nacer, que por lo menos tienen un “lobby” bastante influyente, que ya se quisieran los PPM (Presos Políticos Militares), a los cuales los agentes de los peores en el Poder Judicial “mandan para adentro” sin siquiera explicarles de qué se trata y aunque ni siquiera hubieran “estado ahí”, en el lugar de los hechos, como expliqué en blogs anteriores.

De modo que el problema para el país consiste en que los que mandan son los que considera peores. Éstos controlan el Gobierno, que administra el territorio; el Parlamento, que dicta las leyes; y el Poder Judicial, que no las respeta si no son del gusto de la izquierda y a cuya cabeza, la Corte Suprema, la designan el Gobierno y el Senado, de modo que ningún juez que no baile al compás de “los peores” llega a la Suprema. Pregúntenle al ministro Pfeiffer, que aplica las leyes, figura en todas las quinas para la Suprema desde hace años y nunca es designado. Entonces, no en vano, en la misma encuesta, los peor evaluados junto con los partidos y los parlamentarios, son los jueces.

          La gente no está contenta con este estado de cosas en la política. De partida, porque los peores han resuelto que no les gusta el actual modelo de sociedad libre, y en cambio a la gente éste le gusta. Aquéllos quieren pasarle la retroexcavadora y cambiarlo por otro socialista. Pero cuando a la gente le preguntan por su satisfacción con su vida actual, poniéndole nota de 1 a 10, sólo el 8% le pone menos de 5 y el 92% le pone más. De hecho, el 69% la califica con 7 o más. Es decir, el 92% no siente malestar. Por eso las tres reformas propuestas para cambiar el modelo, la tributaria, la educacional y la laboral, suscitan rechazo mayoritario.

          Además, los peores quieren cambiar la Constitución, pero la gente no. Entre los problemas que ésta tiene, los principales son la delincuencia, que ha sido favorecida y goza de toda clase de garantías para su desarrollo, como ninguna otra actividad en el país, en particular porque no paga impuestos; la salud, predominantemente estatal, es decir, manejada también por los peores; y la educación, que estos últimos quieren monopolizar. Nadie parece darse cuenta de que la reforma constitucional está en el penúltimo lugar entre los problemas y le importa apenas a un 3% de la gente, y cayendo, porque en la encuesta anterior era 4%.

         Lo más malo de todo es que los peores se van a perpetuar de todas maneras en el poder. Incluso ahora que casi todos, y de todos los sectores, han sido sorprendidos haciendo trampas e ilegalidades para financiar sus campañas electorales. Pero ahora ellos legislarán para sacarle toda la plata para sus campañas al Estado, es decir, a usted, el contribuyente.

Y ni usted ni los demás contribuyentes tienen ninguna posibilidad de sacar a los peores del poder, porque ellos han hecho las leyes de financiamiento electoral y de elecciones a su medida, de modo que nadie pueda vencerlos. Si usted no ha participado antes en una elección y no es de ningún partido, no tendrá plata del Estado, pero ellos sí. Y aunque usted obtenga más votos que cualquier candidato de ellos, la ley permite a los partidos sumar los de los candidatos de su lista para ganarle a usted. Pelean “en patota” contra usted solo. Todo lo cual es, entre paréntesis, inconstitucional. Pero los jueces son de ellos, así es que no sacaría nada con reclamar.

          ¿Entiende ahora por qué más de la mitad de la gente ni siquiera va a votar?


sábado, 10 de octubre de 2015

Carroza Por Ahora No Me Encarceló


          Desde distintos puntos del país e incluso del exterior he recibido manifestaciones de preocupación por haber sido citado a declarar por la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, siguiendo órdenes del ministro Carroza. Comunico entonces urbi et orbi que sorteé el trámite y quedé posteriormente libre, por contraste con numerosos uniformados que sin haber estado tampoco en el lugar de los hechos ni haber participado en ellos, purgan extensas condenas. En particular he analizado en este blog el caso del  brigadier (r) Miguel Krassnoff y del almirante (r) Raúl Cáceres, que habiendo estado, respectivamente, organizando los aspectos de seguridad con motivo del “abrazo de Charaña”, en Bolivia y asumiendo su nueva destinación en Valparaíso, fueron condenados, el primero, por la muerte de la mirista Diana Arón en la misma fecha en Santiago y, el segundo, por el “secuestro permanente” del extremista Rudy Cárcamo en Talcahuano. Como yo tampoco estuve presente en la muerte o captura de nadie hace cuarenta años, mis relaciones temían  que hubiera sido privado de libertad por el nuevo delito creado por la judicatura chilena de “no haber estado ahí” y condenado a cinco o diez años, como los oficiales antes nombrados. Afortunadamente, la citación que recibí tenía un motivo mucho más baladí, y por el momento estoy en libre plática.

          Pues el motivo de ser llamado a declarar ante la PDI, en el proceso contra civiles que sustancia el ministro Carroza, era la aseveración del abogado querellante Eduardo Contreras, en un escrito presentado en el proceso, de que en una entrevista a “La Segunda” yo me referí a un documento que en 1973 llamaba a las fuerzas armadas a poner “inmediato término” a las circunstancias que se estaban viviendo. Y el detective que me interrogó me instó, entonces, a identificar ese documento, que para Contreras era, al parecer, una prueba fehaciente del ánimo conspirativo de los civiles a los cuales persigue procesar y condenar.

          Por supuesto, sólo ilustra la ignorancia del citado abogado el hecho de que tal documento fuera ni más ni menos que el Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de 1973, aprobado por 81 votos contra 47 y que demandaba de los comandantes en jefe una acción para, precisamente, poner “inmediato término a las situaciones de hecho referidas”, que eran las creadas por las ilegalidades e inconstitucionalidades cometidas por Salvador Allende y que el Acuerdo pormenorizó. Puede leerse en Google.

          Debo añadir que en 1973 y en mi condición de diputado, me cupo la honrosa tarea de colaborar en la preparación del texto del Acuerdo, cuyo inspirador y redactor principal fue el ex ministro Enrique Ortúzar Escobar. El borrador redactado por él fue corregido, primero, por el senador Francisco Bulnes Sanfuentes y, posteriormente, por el senador y a la sazón presidente de la DC, Patricio Aylwin Azócar, estrechamente asesorado por el diputado Claudio Orrego Vicuña. Posteriormente fue sometido a la Cámara, que lo aprobó por el margen de votación señalado más arriba.

          Todo el mundo estuvo de acuerdo en que ese instrumento fue un llamado de la mayoría democrática a deponer a Allende, no obstante lo cual mi colega diputado y amigo Bernardo Leighton, tras haberlo votado a favor, no tuvo inconveniente, después del once, en suscribir un documento de trece (y sólo trece) democratacristianos oponiéndose al pronunciamiento.

          Entregada esta explicación y otras a los funcionarios de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, quedó satisfecha la inquietud del querellante Eduardo Contreras, que seguramente, a raíz de ello, ahora deberá hacer extensiva su querella contra todos los civiles que votaron a favor el Acuerdo de la Cámara y quienes preparamos su texto, siempre que estemos vivos, que es el caso de don Patricio Aylwin y mío. Ambos entonces diremos, como debe estarlo haciendo el ex Comandante en Jefe, general (r) Juan Emilio Cheyre hoy, también finalmente alcanzado por el brazo prevaricador de la justicia de izquierda, "no preguntes por quién doblan las campanas, porque están doblando por ti".

jueves, 8 de octubre de 2015

El Largo Brazo de la Prevaricación


          Ella al fin llamó a mi puerta. Puedo parodiar al Pastor Niemöller de tiempos de Hitler: primero vinieron por los militares que enfrentaron a los terroristas, pero yo no los había enfrentado; después vinieron por los militares que “estaban ahí”; pero yo no era militar ni había estado ahí; después vinieron por los civiles que colaboraron con los militares, pero yo no había colaborado; entonces ahora vienen por mí. Pues recién recibí una citación de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI ordenándome presentarme en su cuartel, por orden del ministro en visita Mario Carroza.

          Este ministro es el que reabrió un proceso que ya estaba cerrado por sentencia ejecutoriada, que produjo el efecto de cosa juzgada hace casi treinta años, relativo a hechos prescritos y, por tanto, jurídicamente imposibles de volver a ser juzgados. Esta doble prevaricación ha tenido la virtud, sin embargo, de revivir mi fe en el pueblo de Chile, porque nueve de once ex conscriptos de 1986, hoy día injustamente presos por esos hechos desde hace semanas, han mantenido heroicamente las versiones que prueban la inocencia de sus superiores en el “caso quemados” y uno de ellos ha tenido la entereza de revelar que accidentalmente fue él quien quebró uno de los recipientes explosivos que portaban los extremistas Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas, a raíz de lo cual estos últimos resultaron severamente lesionados.

          Sólo dos conscriptos de once defeccionaron. Han recibido prebendas y están libres. Pero esos otros nueve que se han mantenido firmes y leales permiten pensar que no todo está perdido. Quienes han conversado con ellos me han expresado admiración por su coraje y entereza moral, pese a estar hoy, junto con sus familias, sufriendo penurias materiales como consecuencia de la prevaricación judicial (han perdido sus trabajos).

          Como el ministro que me está citando ha probado reiteradamente burlarse del derecho, cualquier cosa me puede suceder. Hace poco mandó incomunicado a un militar que le representó el tono prepotente en que era tratado. Y no sólo hay actualmente no pocos condenados por el solo hecho de “haber estado ahí”, en circunstancias hoy amnistiadas, prescritas y ya juzgadas, sino que incluso los hay presos sin siquiera haber “estado ahí”, como el caso del oficial de marina Cáceres, que había sido trasladado del cuartel “Ancla 2” de Talcahuano cuando se perdió, hace más de cuarenta años, el rastro de un extremista allí preso.

          Y yo mismo vi, participando en el programa “El Informante”, de TVN, al ministro sumariante Alejandro Solís, aseverar que numerosos testigos habían acusado al entonces teniente Miguel Krassnoff de aparecer con las manos ensangrentadas, tras dar muerte a la mirista Diana Arón, también hace cuarenta años, diciendo en voz alta: “¡Y además de terrorista era judía!”. Esto supuestamente ocurría el 19 de noviembre de 1974, pero  quedó acreditado en el proceso que a esa fecha el teniente estaba en comisión de servicio en el extranjero en actividades de seguridad y coordinación de la reunión de Presidentes que dio origen al “Abrazo de Charaña”. El juez Solís –que nunca interrogó a su víctima predilecta, Krassnoff, hasta el último día antes de su retiro por cumplir 75 años de edad, en que lo hizo “para conocerlo”— estimó que las legiones de testigos falsos que contradecían el certificado oficial establecían “presunciones fundadas” de culpabilidad y le impuso 15 años de presidio.

El código le ordenaba a Solís investigar con igual celo las circunstancias que establecían la responsabilidad como las que la desechaban, pero él no investigó nada acerca de la presencia de Krassnoff en Charaña y sí validó la versión de los jureros rojos.

          “La dictadura judicial –escribió Tocqueville— es la peor de todas, porque es la única que no tiene remedio”.

Yo estoy cierto de que “no estaba ahí” en sea lo que fuere para lo cual me cita el ministro Carroza, pero tampoco el marino Cáceres ni el militar Krassnoff “estaban ahí” y sin embargo purgan condenas (que tal vez sean de por vida) en Punta Peuco. ¿Por qué yo no podría correr la misma suerte? Donde no hay estado de derecho a cualquiera le puede pasar.

          Me he estado interesando en los beneficios carcelarios que se deniega a los Presos Políticos Militares (salida dominical, salida de fin de semana, salida diaria, libertad condicional). Se da la paradoja de que a quienes se declaran inocentes, porque están convencidos de serlo, la autoridad penal les deniega el beneficio por “no dar señales de arrepentimiento”. Esto es digno de “El Proceso” de Kafka. Para la singular justicia chilena actual es más grave ser inocente que culpable, porque en el segundo caso el arrepentimiento confiere derechos.

          Así, confeso del delito de “no haber estado ahí”, supongo que cualquier cosa me puede suceder. También estoy consciente de que nada harán ni nada dirán los “cómplices pasivos” de esta situación, cualquiera sea su desenlace, en particular el Colegio de Abogados, cuya revista se negó a publicar mi artículo denunciando una condena por “no haber estado ahí" y la penalización de un “secuestro permanente” no probado (“ficción jurídica”, Solís dixit, lo que le valió el premio de un “pituto” vistoso: Jefe del inmediatamente creado para él Departamento de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa). Véase ese artículo mío en la edición del 27 de marzo último de este blog.

          En fin, sepa el país que lo mantendré informado. Salvo que también sea amordazado. 

lunes, 5 de octubre de 2015

Es que la Solución es el Problema


          A veces en los canales de televisión, cuando antes me convidaban, me cruzaba con Pancho Vidal y él, al pasar, me decía “Pinochet”. Yo me demoraba un poco en replicarle “Allende”. En ese breve intercambio yo salía ganando, pues Allende arruinó al país y Pinochet lo puso a la cabeza de América Latina. Pero la mayoría, hoy, vota por Allende. Y Pancho Vidal, columnista de “El Mercurio”, interpreta a esa mayoría a la perfección. Aquí van dos párrafos que resumen su entrega del sábado: “El uno por ciento de los chilenos más ricos captura diez veces más el ingreso del diez por ciento más pobre. Indecente”. … “Para mejorar estos números, el instrumento a largo plazo es la reforma educacional y, a corto plazo, la reforma laboral”. El principal problema de la sociedad chilena, añade también, es “la brutal desigualdad”.

          ¡Qué bueno, entonces, que estamos en vías de solución! Pues el anterior es un perfecto resumen, también, del programa y la acción del gobierno de Michelle Bachelet. Cuando ella expuso sus intenciones al país, en 2013, consiguió el 62 por ciento de los votos. Pero ¿qué pasa ahora que está haciendo lo que dijo? Que, según la más reciente encuesta (la más benévola del año) ella tiene un 62 por ciento, pero de rechazo (antes se había acercado al 80 por ciento). Y el último sondeo Adimark dice que la “solución de largo plazo” según Vidal, la reforma educacional, tiene una aprobación de 32 por ciento y un rechazo de 55 por ciento; y la de “corto plazo”, la reforma laboral, suscita una aprobación de 32 por ciento y un rechazo de 52 por ciento.

          ¿Quién lo entiende? El gobierno hace lo que todo el mundo quiere y la mayoría ahora lo reprueba. ¿Por qué? Porque la verdad es que estas "soluciones" están desarticulando, “descuajeringando” al país, y la gente se da cuenta. La reforma educacional, la “solución de largo plazo”, según Vidal, para la desigualdad, es un caos. Y eso que no se ha manifestado en toda su magnitud, pues no está completa todavía. Y la reforma laboral, “la solución de corto plazo”, será una pistola al pecho de los empresarios. Cuando el dirigente comunista del sindicato le ponga el arma al frente al empresario y le diga “la bolsa o la vida”, éste va a entregar la bolsa, diciendo “la vida, por supuesto”, pero no va a invertir un peso más y va a emplear toda su astucia por salvar algo de lo que tiene, antes de arrancar.

          Todo emprendedor “lo supo desde un principio”, pues pegó un frenazo en el momento mismo en que, a mediados de 2013, Michelle Bachelet anunció su programa igualitario y su intención de imponer “otro modelo”. Pero la mayoría no se dio cuenta de nada, como siempre, y la eligió Presidenta. Ahora aquélla se está dando cuenta. Es que el uno por ciento importa. El capitán de un barco puede ser el uno por ciento de la tripulación, pero es fundamental. El director de la orquesta puede ser una pequeña minoría entre el total de los músicos, pero es decisivo. Messi es sólo uno entre once, pero sin él el equipo es otra cosa. En la economía chilena el uno por ciento de la gente hace el 80 por  ciento de la inversión. Persigan a ese uno por ciento y el crecimiento caerá.

          Cuando paso frente al Costanera Center, un edificio minoritario, que sobrepasa al 99 por ciento y es el más alto de Sudamérica, lo miro bien, porque sé que será el último, el símbolo de una época de libertad económica, crecimiento, progreso, grandeza. Salvo que la mayoría mande cambiar a tiempo esta “impecable”, “clarísima”, “inobjetable” política igualitaria.

Porque el problema que hoy tiene Chile es, precisamente, la solución que da Pancho Vidal. Eso no funciona. Está trastornando al país. Lo que vimos en el Banco del Estado se verá en todas partes. Una economía sometida al abuso y la pérdida por el uso de la fuerza.

Sin el cerebro, que es una pequeña porción del total del cuerpo, ningún miembro de éste funciona. Por eso he sostenido en este blog que debemos dejar de hablar de que Chile periódicamente se “da un balazo en el pie”, pues ahora lo que está haciendo es dárselo en la cabeza.


Todavía esas “soluciones” a la desigualdad se están debatiendo, pero ya han hecho suficiente daño, trastornando y frenando al país. Cuando entren en vigor será mucho peor. Lagos declara que muchos le piden que “venga a poner orden aquí”. Pero cuando las “soluciones” de Pancho Vidal estén ya en plena vigencia y se manifiesten en pleno sus nefastas consecuencias, los que hoy le “piden” a Lagos, poniéndolo en inconfortable posición, se lo van a "exigir". Y hasta los opositores vamos a estar de acuerdo. 

jueves, 1 de octubre de 2015

La Importancia de Tener Cara de Palo


          Una de las cosas más importantes en la vida es tener alguien a quien echarle la culpa. Las personas escrupulosas que son sorprendidas en actos indebidos los reconocen, se sienten avergonzadas y presentan su renuncia o, como dicen ahora, “dan un paso al costado”. Los “caraduras” no. Simplemente hacen como que no tienen nada que ver, que no es culpa suya, sino de alguien más (cuya complicidad, por supuesto, se encargan de asegurar mediante una oferta que no se puede rechazar), y siguen tan campantes en la búsqueda de sus propósitos, como si nada les hubiera sucedido.

          El hombre de confianza y encargado del buque insignia de Piñera en los negocios ha sido formalizado y las cámaras enfocan a su abogado, cuya principal declaración (Teletrece, jueves) es “el ex presidente Piñera no tuvo nada que ver en esto”. Es lo que este último también dice hoy, por completo olvidado de cuando explicaba en detalle que los dineros recibidos de SQM correspondían a servicios prestados a ésta por sus empresas. De tal versión reveladora de su plena compenetración con lo obrado se cambió a la opuesta: nunca tuvo nada que ver ni supo nada. Y lo hace poniendo cara de palo. Sin percatarse de que en la prensa una secretaria de SQM ha declarado haberlo visto entrar por la misma puerta del edificio de la empresa que usaban los demás políticos que iban a pedir plata.

          De los $665 millones ("El Mostrador" 29.09.15) de aportes irregulares recibidos por él mediante instrumentos de prestación de servicios inexistentes, cerca de la mitad (unos $300 millones) ni siquiera fueron destinados a su campaña, sino a pagar a ejecutivos de otra empresa entonces suya, Chilevisión. Pero él nada sabía, afirma hoy. Debe ser la única persona que se enriquece en cerca de medio millón de dólares sin darse cuenta. Y hasta ahora es el único, al menos según lo hasta ahora publicado, que usó recursos de la campaña electoral para medrar personalmente.

          La importancia de tener cara de palo quedó de manifiesto en la campaña presidencial de Piñera versus Frei en 2009. Frei lo acusó en un foro de haber comprado acciones de LAN usando información privilegiada. Piñera le replicó que mentía y al cabo del debate efectivamente Frei pareció haber quedado como mentiroso, pero había dicho la estricta verdad. Así resultó comprobado, pero a la opinión pública pareció no importarle en lo más mínimo, puesto que la mayoría votó por Piñera.

          Hoy, pese a todos sus avatares escandalosos, es el personaje opositor mejor posicionado en las encuestas, con 41 por ciento de aprobación positiva. En un artículo del 23 de abril en “El Mercurio” el rector Carlos Peña dio una buena explicación del fenómeno y escribió, tras concluir que Piñera es invulnerable: “Un pícaro oportunista, alguien que sabe aprovechar la constelación de las circunstancias, tomar ventaja de las debilidades ocasionales de sus competidores, saltarse las reglas cuando nadie vigila y hacer gala de todo eso, no caerá nunca, puesto que en el radar de la opinión pública ningún acto suyo resultará sorprendente”.

          Piñera últimamente da entrevistas para hablar sólo de los temas que a él le interesan y bajo condición de no aludir a los que lo comprometen. Y los medios acatan. El último que se atrevió a violar la norma fue don Francisco, que le hizo todas las preguntas incómodas, pero después se sintió obligado a pedir disculpas, porque había violado “las reglas del juego”.

         Es que el político maneja los medios con maestría. Cuando ambos fuimos candidatos a senador en 1989, el periódico “Fortín Mapocho” publicó un titular de primera página y un reportaje sobre el caso del Banco de Talca, por el cual él debió estar prófugo 23 días y que se solucionó sólo en la Corte Suprema, tras interceder en su favor la ministra de Justicia, Mónica Madariaga (según propia confesión televisada) y presenciar los alegatos en primera fila el tío Arzobispo, el tío Conservador de Bienes Raíces, don Pepe (padre) en persona y su señora. Yo pensé que Sebastián iba a responder a “Fortín Mapocho” con toda su artillería, pero me encontré con que en los días siguientes el diario daba cuenta de un gran asado de confraternización que el candidato le había ofrecido al director del medio y a su personal, con amplia cobertura gráfica. Fin de los ataques de "Fortín Mapocho".

          En un foro de canal 13 debíamos enfrentar a un panel de periodistas inquisitivos. Cuando fue el turno de Sebastián, un partidario mío proveyó a cada interrogador con un dossier sobre el caso del Banco de Talca, pero ningún “periodista inquisitivo” le preguntó nada al respecto.

          Años después, cuando era senador, vendió el negocio de las tarjetas a los bancos, pero éstos no querían pagarle lo que él pedía. Entonces presentó una moción de ley para que los bancos tuvieran que pagar intereses por los saldos mantenidos en las cuentas corrientes. Obvio: los bancos “subieron la puntería” en su oferta por las tarjetas (con buenas palabras cualquiera entiende) y el senador retiró la moción. Creo que entonces salió algo en “La Segunda” y en ningún otro diario más. El otro día vi citado el episodio en un comentario de Teresa Marinovic, “El Prontuario de Piñera”, en Bío Bio TV. Ella rompió así un silencio general de veinte años.

          La cara de palo renta electoralmente. Un 77% del electorado de derecha vota por Piñera. En la UDI hay una poderosa falange piñerista. Y a RN la tiene en el bolsillo. Todo eso habla a las claras de los estándares éticos de “la cota mil”: no existen. Los mismos quedan reflejados en lo que me refirió un derechista, abismado de que casi todos los de su sector replican así a sus argumentaciones morales: “Piñera es el único que puede ganar y que tiene plata para la campaña”.

          Dicho eso, todos brindaron juntos por la probidad pública.