Cuando en un país una muy buena noticia provoca escándalo, su gente debería comenzar a preocuparse. Es exactamente lo que ha sucedido a raíz del anuncio de que las isapres han ganado un 70 % más que el año pasado.
¿Por qué les ha sucedido algo tan bueno? Por varias razones: 1) Porque ha aumentado el número de afiliados y, por tanto, han crecido sus ingresos; 2) Porque prestan un buen servicio, y por eso más gente se traslada a ellas desde el Fonasa; 3) Porque esto ha sucedido también debido a que han aumentado el precio de sus planes, lo cual no ha obstado a que crezcan los afiliados; 4) Porque han controlado mejor el abuso de las licencias médicas improcedentes; y 5) Porque vigilan mejor sus gastos y se hacen más eficientes.
¿No es todo eso muy positivo? Por supuesto. En cualquier país racional lo sería. Lo natural en una nación así sería que aumentara el número de isapres y que la redoblada oferta de seguros de salud condujera a estabilizar los precios de los planes, si es que no a disminuirlos. Y entonces también las ganancias de las isapres dejarían de incrementarse tanto y se normalizarían.
¿Por qué no hay más isapres, entonces? Porque sucesivos gobiernos de sesgo socialista se dedicaron a hostilizar a las entidades privadas de salud. Hubo un período en que, merced a esa persecución, disminuyó en centenares de miles el número de afiliados, que emigraron al sistema público (Fonasa), empeorándolo. Lo que los políticos socialistas querían era que el sistema privado muriera por inanición. Pero sucedió lo contrario, porque ese desafío lo hizo más eficiente.
No estoy seguro, pero apostaría doble contra sencillo que también se ha dificultado mucho la creación de nuevas isapres. Hay, seguramente, "barreras a la entrada".
Curiosamente, todos los políticos socialistas (incluyendo entre ellos, por cierto, a los DC), no cotizan en Fonasa, sino en las isapres, porque saben que la atención de su salud será infinitamente mejor en ellas que en el sistema que, ellos dicen, debería generalizarse, el estatal. Por la misma razón que esos políticos, que también defienden la educación como monopolio estatal gratuito, mandan a sus hijos a colegios particulares pagados. Y si el colegio es bueno, no les importa que tenga fines de lucro, aunque ellos prediquen "¡no al lucro!".
Todas las encuestas hechas a los afiliados a isapres revelan satisfacción de los mismos con las prestaciones recibidas. Satisfacción muy superior a la que manifiestan los pacientes de la salud estatal, por cierto.
Naturalmente, los cotizantes de isapres querrían pagar menos por su seguro de salud, lo mismo que las familias que tienen hijos estudiando querrían pagar menos por la colegiatura... y todas las familias desearían pagar menos por la leche, el pan, la locomoción, las entradas al cine o a los estadios, la energía y el agua potable.
Cuando no sólo los políticos de izquierda, sino un gobierno supuestamente de centroderecha se hace eco del clima de escándalo que suscita la buena noticia del aumento de ganancias de las isapres, el ciudadano razonable debería preocuparse. Pues ¿qué queda entonces para los posibles futuros gobiernos de izquierda o centroizquierda?
¿Es que el país va a comenzar de nuevo a ser conducido al nivel de los razonamientos de Camila Vallejos o Jaime Gajardo, como en 1970?
Supe que en una reciente entrevista alguien sorprendió a la primera con la siguiente pregunta: "Después de este movimiento y ya que ha egresado de la universidad ¿cuál será su próxima misión?". Sorprendida y sin alcanzar a meditar bien su respuesta, contestó la verdad: "A donde me mande el partido".
Cuando en un país se deja de razonar, su destino indefectible es "a donde lo mande el partido". Entonces, sabemos cuál es el respectivo destino. El "tiro en el pie", "la convulsión cada cuarenta años", "esto comenzó con Michimalonco en 1545"... Chile sigue igual.
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ResponderEliminarVarios habíamos comentado en este mismo blog, que después de la educación, venía la salud y luego cualquier cosa que provocara suficiente escándalo en la TV. Pues ya han aparecido “voces” que piden fin al lucro en la salud, el diputado Ascencio (DC) ya pidió cámara para espetar la frasecita. La barbarie se esta expandiendo como plaga, si el gobierno no se pone los pantalones y habla claro, esto terminará en cualquier cosa.
ResponderEliminardon hermogenes no ve una verdad obvia, ya le he ilustrado en la verdad de que a la gente no le gusta competir (la competencia acarrea evolución, sin embargo tambien miedo e inestabilidad creciente a medida que aumentan los competidores), las isapres estan hechas de gente por lo que esto se aplica para eso.
ResponderEliminarQue hacen, o obvio, presionan al gobiero para que no les aumente la competencia, tanto asi que prefieren aguantar medidas socialistas a que les pongan otro rival en el camino, es esta una de las razones por la que los mercados tienden a la concentración.
Don Hermógenes:
ResponderEliminarComo usted hace frecuente en sus comentarios la omisión deliberada de aquello que pudiera importunarle en sus convicciones, le haré un sólo reparo dentro de los trillones que pudiera hacerle a su columna, a saber, la ausencia de reflexiones que expliquen el malestar de muchas personas por estas grandes utilidades que obtuvieron las Isapres. Le contaré esos motivos- suponiendo que no los sabe, concediéndole la gracia de confiar en su buena fe y dando por superado aquel "deliberado" que le planté en un comienzo- como una pequeña ilustración de como se sienten muchos.
Se trata nada más y nada más que el item más delicado del ser humano. Es la propia salud, que no se compara con el pan, el queso o el vino. Si no hay salud, nos morimos todos. Es simple, supongo que usted conocerá la famosa escala de Maslow. Ahí, el primer peldaño es...la salud. Ahora bien, en Chile tenemos este servicio, llega a casi todos, pero fíjese usted que curioso. Al igual que en muchas otras actividades, el servicio se encuentra estratificado. Para los ricos, un sistema, para la clase media, otro, para los pobres, unos distinto. Así entonces, hay algunos que dicen: " bueno, algo no está funcionando bien, por que esa señora de 85 años, desentada la pobre, que llego en micro a la consulta; que la antendieron mal; que se murió esperando. !Algo huele mal acá!" Y otros dirán entonces, "hay jueces en Berlin", y yo diré: Todavía nos queda un poco de humanidad. Esa que nos sirve para sentir antipatía por quienes no ayudan a su projimo, a su hermano, que yace ahí postrado, suplicando en una sala común, mientras otros, por el solo hecho de nacer en un lugar distinto, pueden recibir los mejores cuidados. Esto que yo le cuente sucede todos los días, y muchas personas sufren. No es literatura señor, no son cuentos, en el mundo HAY sufrimiento. ¿ Y que tiene que ver todo esto me dirá usted? fácil, los señores de las Isapres no han hecho nada para ayudar, para cambiar y contribuir a esa gente. Es más, están del lado de los que no sufren, de los poderosos. Por eso, la gente con un poco de humanidad no gusta de señores así, que teniendo los equipos y los medios para dar salud a la gente y para salvar vidas, se dediquen mejor a juntar exquisito dinerillo y meterlo en un banco. Y no solo eso, si no que además ganando más y más, por que la ambición del humano es ilimitada. Yo no propongo sistemas, ni estatizaciones, menos resentimiento. Se llama amor por los desvalidos, por el dolor ajeno. Y por esos señores, es muy dificil sentirlo. Voy a tener que hacer un esfuerzo sobrehumano.
Hugo, te dejo aquí la misma respuesta que te dejé en mi Blog: Al parecer estás en una confusión, la gente que se muere esperando en un hospital, es la que se atiende en los hospitales públicos, donde los funcionarios que son todos miembros del sindicato siniestro que es la CONFUSAM no están “ni ahí” si alguien se muere, al parecer piensan que no es su problema, y no les pasa nada por sus negligencias porque el sindicato los defiende por medio de huelgas, y presiones indebidas, y como los jefes son los políticos, prefieren que se muera gente y no tener un paro televisado. Si no te gustan la Isapres, no te inscribas en una, los hospitales de El Salvador y el de Talca te están esperando, ahí puedes pedir una hora….claro que para 6 meses mas.
ResponderEliminarClaro, la insensibilidad no es monopolio de un solo sector político. Trasciende a la humanidad toda. Empresarios y trabajadores. Mi llamado no es político, si no moral. Además, trato de dar una explicación sociológica del rechazo a las utilidades de las Isapres, más no una solución. Eso se lo dejo a los expertos.
ResponderEliminarConcuerdo con don Hugo, en el sentido que existe en la sociedad chilena un malestar larvado largamente, y que se enfoca en quienes "ganan más". Justificado o no, este malestar revela una dimensión esencialmente ética del problema, del cual el movimiento estudiantil es una suerte de portavoz oportuno.
ResponderEliminarHola El País Real. A mi me parece que ese malestar que tu dices que existe, y que defines como en contra de quienes “ganan mas”, es en algunas personas, no en todas. Pienso que está basado en la confusión entre la libertad de elegir que vida se quiere llevar que da un sistema democrático, liberal y capitalista occidental, con el consumismo, que es la perversión de dicho sistema, y que es solamente responsabilidad de cada persona. “No hay que echarle la culpa al empedrado”. La lucha de clases, la envidia, y los sindicatos politizados que solo defienden intereses por un lado, y los monopolios permitidos por el Estado y el “lobby” de grupos de poder por el otro, deforman la economía de mercado que necesita competencia para poder funcionar. Solo la competencia, la transparencia y la buena información a los consumidores puede mejorar los sistemas y la gente podrá elegir lo que mas le conviene. Te invito a mi nuevo Blog, ahí trato de explicar con mas detalle esto mismo en relación a la salud y a la educación, y veamos que opinas.
ResponderEliminarMáximo: concuerdo con lo del consumismo. Ese sería un buen tema para ser contemplado en las futuras reformas educacionales, en el acápite relativo al contenido educacional.
ResponderEliminarBueno, el malestar surge de que el normal de la gente, al ver esa enorme cantidad de utilidades, pienso "mmm, parece que me están cagando", más que mal, dichas utilidades provienen de nosotros.
ResponderEliminarEl descontento se genera cuando las personas creen que sus planes podrían ser mejores, con más cobertura, y sin tanta letra chica (muy común en las Isapres, dicen cubrir un x% de algo y al final hay algún reparo o algo que implica que gastemos dinero).
Eso por supuesto, que las Isapres se están haciendo más caras.
Lo del sistema público es otra cosa, la cierto es que una persona con sueldo mínimo no puede costear una Isapre (las cuales en efecto suelen entregar un mejor servicio).
A veces suena exagerado lo de la "lucha de clases", pero cuando uno ve que ciertas personas tienen una educación y salud nefasta, y otras no... bueno, quizás si no se repitiera tanto que la educación y la salud no son un producto, son un derecho, la gente lo hubiera aceptado y no estaría descontenta con el mundo político.
Saludos.
Estimado Hermógenes: Hoy no estoy 100% de acuerdo con tus planteamientos. Estoy de acuerdo que el mercado es el mejor mecanismo para asignar eficientemente los recursos escasos pero es impresentable que las Isapres suban los planes a sus afiliados "llorando aumento de costos, etc." y un par de meses después revelen estos tremendos aumentos de utilidades.
ResponderEliminarEl sistema privado de salud es más eficiente que el público pero, como todo proceso, se puede perfeccionar. Por ejemplo, a mi me tocó un aumnento de alrededor de 50% mensual en mi pago a la Isapre el año pasado porque cambié de tramo de edad. Tuve que bajar el nivel de prestaciones (cambiarme de plan) para mantenerme dentro de mi presupuesto. Creo que esta discriminación por edad debería eliminarse. Uno debería pagar el mismo monto toda la vida.
Con lo otro que no estoy de acuerdo contigo hoy es que hayas metido a Michimalonco (mi seudónimo) en el mismo saco que los comunistas. Si mis conocimientos de historia de Chile no me fallan, Michimalonco luchó, legítimamente a mi juicio, para defender sus tierras contra los invasores.
Máximo: gracias por la invitación. Y concuerdo en que efectivamente existen distorsiones muy evidentes en el funcionamiento del sistema, como las que señalas. Y no faltará la ocasión de continuar intercambiando ideas en este y otros respectos. Saludos.
ResponderEliminarCurioso, para el retail (farmacias, grandes tiendas, supermercados) y telecomunicaciones al parecer bastan 3 (TRES) para tener competencia perfecta, pero en el negocio de las ISAPRES, con 9 (NUEVE) no alcanza?
ResponderEliminarLo que se ha dado por llamar la "derecha económica" simplemente no tiene argumentos cuerdos para su actitud religiosamente pro-business y anti-free market. Por eso concuerdo: hace falta una derecha de verdad!!
A don H parece que aún con su edad, nunca se lo ha c... una ISAPRE. Cómo lo hace? por favor deme la receta!
Si su amado Adam Smith viera en lo que derivaron sus ideas, creo que se revolvería en su tumba y se haría comunista...alabar el "emprendimiento" y confundirlo con la usura, es otra más de las caretas de la derecha liberal en economía y ultra conservadora en las libertades individuales...el único motivo para leer el blog del siniestro Don H es porque al menos conserva cierta cuota de intelectualidad de la que carece Gonzalo Rojas...de un inútil subversivo...
ResponderEliminarSin trollear Alfredo plis. Vaya a las ideas y trate de evitar adjetivos ad-hominem.
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