Cuando era redactor de "El Mercurio" tenía diferencias de opinión sobre la nueva justicia penal con personas de "Paz Ciudadana", entidad benemérita formada por Agustín Edwards, que la impulsó con muy nobles fines de mejoramiento social.
Mis observaciones no eran las de un especialista, porque no estaba ni estoy demasiado interiorizado en la reforma, pero sí las de un observador informado y con formación jurídica: simplemente les decía a mis jóvenes contradictores que cada vez que leía en el diario la noticia de la detención de un delincuente, éste invariablemente resultaba tener un nutrido prontuario y, con frecuencia, estar gozando de libertad concedida por la nueva justicia.
Mis contradictores respondían que las cárceles ya estaban llenas y hacinadas, que nunca había habido tantos presos en Chile y que la reforma se dirigía a aliviar ese problema, pues el aumento de los presos no era el remedio.
Entonces yo sostenía que las leyes penales tienen por objeto castigar los delitos y que ello representa el disuasivo principal para los delincuentes; y en cuanto al sistema carcelario y penitenciario, defendía mi idea de siempre: debería ser privatizado y los penados deberían pagar su deuda con la sociedad trabajando productivamente en penales al aire libre, en lo posible islas deshabitadas, inexplotadas e inexploradas del sur, donde por definición no habría hacinamiento y se rompería el lema presente de que en prisión "el bueno se hace malo y el malo se hace peor".
Como me ha solido suceder en la vida, parece que al cabo de los años también voy a terminar ganando esa discusión: hoy no sólo sigue siendo crónica la noticia de que casi todos los delincuentes detenidos en delito flagrante tienen nutrido prontuario, están gozando de libertad concedida por los tribunales o tienen órdenes de detención pendientes, sino que se ha llegado ya a una "especialización" de los delincuentes, que se han dado cuenta de que la nueva justicia penal apenas castiga cierto delitos o no lo hace, o impone suaves "penas alternativas", pues las garantías para el delincuente son tantas que es muy difícil lograr su condena.
Como la nueva legislación se preocupó mucho más de los derechos de los transgresores que de los de las víctimas, aquellos muestran una gran confianza en que quedarán impunes, como de hecho van quedando.
Hoy en "El Mercurio", p. C7 y bajo el título "Detienen a ladrón perseverante", se informa de un sujeto de Llanquihue que robó equipos de bomberos por valor de un millón de pesos. Fue aprehendido por Carabineros, formalizado por el fiscal y luego liberado por el tribunal de garantía. Exactamente el cuadro que yo hacía ver a mis jóvenes contradictores del comité de redacción de "El Mercurio". La consecuencia del caso fue la que yo les pronosticaba: el ladrón volvió a cometer el mismo delito el mismo día y volvió a robar las mismas especies que había sustraído en la mañana. Ahora ha sido puesto de nuevo a disposición de los tribunales. ¿Lo volverán a dejar libre?
Ahora la ciudadanía presencia, supongo que atónita, el debate suscitado a raíz del más comentado y múltiple asesinato por encargo cometido en los últimos años. La autora intelectual, a quien no sólo han acusado las pruebas presentadas sino el unánime testimonio de su madre, sus hijos, su hermana y su cuñado, para no hablar de otros familiares de las víctimas, ha sido condenada por dos votos contra uno, porque ha habido una jueza de entre los tres miembros del tribunal que ha considerado que no hay suficientes pruebas contra la acusada para considerarla autora "más allá de toda duda razonable".
Y lo más sorprendente es que se ha desatado un debate entre prestigiados juristas acerca de si, por el solo hecho de haber un voto disidente en una sentencia condenatoria, no podríamos concluir que la autora no es responsable "más allá de toda duda razonable", pues el solo hecho del voto disidente en sí es fundamento para que exista tal duda.
Como hay recursos pendientes, pues la condenada en primera instancia los ha interpuesto, ¿no podría triunfar ante los tribunales superiores la tesis de la "duda razonable", por el hecho de haber existido una condena con un voto disidente?
¿Cómo se le va a explicar al país, informado hasta el más mínimo detalle acerca de cómo y por encargo de quién se cometieron los asesinatos (y se frustraron otros también encargados), que quien urdió la trama quede libre de pena? ¿Cómo se le explicará al país que, siendo la acusada la única persona relacionada con las víctimas o potenciales víctimas, y la que tenía un móvil para atentar contra ellas, resulte considerada inocente en virtud de la "duda razonable", en tanto el único autor que resultará condenado sea el hechor material, acerca de cuya responsabilidad no hay "duda razonable", pero que no tenía vínculo con las víctimas ni móvil ni otra razón para delinquir que el haber sido contratado por la autora intelectual, declarada inocente en virtud de la "duda razonable"? ¿Es esto razonable? ¿Quién va a poder entender semejante desenlace? ¿Quién se lo va a explicar a la opinión pública?
Es probable que, por mero sentido común, no se llegue a semejante absurdo, aunque nuestros tribunales son capaces de ello, como lo demuestran sus crónicos fallos ilegales e irracionales en materia de "derechos humanos". Pero si extendieran ese criterio a hechos penales comunes, creo que ya lograrían lo que parecía imposible: superar su propia marca.
lunes, 31 de enero de 2011
domingo, 30 de enero de 2011
El "Estilo Piñera"
En la prensa que ha informado sobre la noticia más comentada espontáneamente por la gente esta semana, el vuelo en helicóptero del Presidente (porque alguna prensa casi no ha tocado el tema), se sige hoy recapitulando sobre lo acontecido y comentando "el estilo Piñera".
La conclusión que uno saca es que no hay problema en que el Presidente tenga afición a volar o haga lo que quiera en sus vacaciones. El aspecto que sí presenta problemas es que no dice la verdad.
Veamos:
1) En la grabación del aterrizaje de emergencia cerca de Cobquecura dijo que él venía piloteando. En un twitter suyo del lunes en la noche dijo que Andrés Navarro venía piloteando. Un twitter de su hija Magdalena afirmó lo mismo. Pero en la grabación en el lugar de aterrizaje Piñera dice: "...y me vine piloteando un helicóptero Robinson 44".
2) Además, él ha dicho que necesita horas de vuelo para mantener su licencia. ¿Cómo va a tenerlas si pilotea otro? En un vuelo en helicóptero entre Viña y Cobquecura piloto y copiloto no pueden cambiar de asiento.
3) Ante el revuelo público, se hace decir a Carabineros que "el procedimiento de reabastecimiento" se hizo "conforme al Plan de Vuelo". "¿A la orilla de un camino?", se pregunta Joaquín Villarino, en "La Tercera", quien en su calidad de "Representante del Lector" concluye: "'La Tercera', para satisfacer a sus lectores, debe informar de esos y otros temas que surjan y en esa labor evitar el contagio 'oficialista', porque es destructivo. Hay que descorrer velos".
4) Aparece el Presidente hablando con el ministro de Defensa para influir en las decisiones de la Dirección de Aeronáutica, que debe abrir sumario por el hecho. A Allamand le dice que venía piloteando Navarro y añade: "Yo pago la multa, no es primera vez que lo hago". ¿Qué otras infracciones ha cometido, de las cuales nunca se supo? ¿Por qué no se supo? ¿Y por qué va a pagar él la multa si no piloteaba, es decir, no era el responsable de la aeronave? Resultado: "El ex senador quedó de averiguar qué pasaba con la indagatoria" (!) ("La Tercera", p. R9). ¿Aplicará en el caso de esta indagatoria la misma transparencia que exige a los jefes uniformados?
5) Hubo otra parada "no autorizada", en el fundo de Guillermo Carey, donde se habría realizado otro reabastecimiento "fuera del Plan de Vuelo".
El problema del "estilo Piñera" no reside en sus aficiones deportivas ni en lo que haga en su tiempo libre.
El problema con ese estilo es que a la gente le cuesta una enormidad saber cuándo dice la verdad.
La conclusión que uno saca es que no hay problema en que el Presidente tenga afición a volar o haga lo que quiera en sus vacaciones. El aspecto que sí presenta problemas es que no dice la verdad.
Veamos:
1) En la grabación del aterrizaje de emergencia cerca de Cobquecura dijo que él venía piloteando. En un twitter suyo del lunes en la noche dijo que Andrés Navarro venía piloteando. Un twitter de su hija Magdalena afirmó lo mismo. Pero en la grabación en el lugar de aterrizaje Piñera dice: "...y me vine piloteando un helicóptero Robinson 44".
2) Además, él ha dicho que necesita horas de vuelo para mantener su licencia. ¿Cómo va a tenerlas si pilotea otro? En un vuelo en helicóptero entre Viña y Cobquecura piloto y copiloto no pueden cambiar de asiento.
3) Ante el revuelo público, se hace decir a Carabineros que "el procedimiento de reabastecimiento" se hizo "conforme al Plan de Vuelo". "¿A la orilla de un camino?", se pregunta Joaquín Villarino, en "La Tercera", quien en su calidad de "Representante del Lector" concluye: "'La Tercera', para satisfacer a sus lectores, debe informar de esos y otros temas que surjan y en esa labor evitar el contagio 'oficialista', porque es destructivo. Hay que descorrer velos".
4) Aparece el Presidente hablando con el ministro de Defensa para influir en las decisiones de la Dirección de Aeronáutica, que debe abrir sumario por el hecho. A Allamand le dice que venía piloteando Navarro y añade: "Yo pago la multa, no es primera vez que lo hago". ¿Qué otras infracciones ha cometido, de las cuales nunca se supo? ¿Por qué no se supo? ¿Y por qué va a pagar él la multa si no piloteaba, es decir, no era el responsable de la aeronave? Resultado: "El ex senador quedó de averiguar qué pasaba con la indagatoria" (!) ("La Tercera", p. R9). ¿Aplicará en el caso de esta indagatoria la misma transparencia que exige a los jefes uniformados?
5) Hubo otra parada "no autorizada", en el fundo de Guillermo Carey, donde se habría realizado otro reabastecimiento "fuera del Plan de Vuelo".
El problema del "estilo Piñera" no reside en sus aficiones deportivas ni en lo que haga en su tiempo libre.
El problema con ese estilo es que a la gente le cuesta una enormidad saber cuándo dice la verdad.
sábado, 29 de enero de 2011
Voces del Gulag
Aunque usted no lo crea, en Chile hay "gulags", es decir, campos de prisioneros por razones políticas y a los cuales no se les aplican las leyes, campos como los de la URSS que Solzhenitsin describió. Por eso quienes están ahí siguen presos, pero con un añadido: ni siquiera tienen los derechos de los presos.
Uno de ellos es un oficial de ascendencia rusa, brigadier (r) Miguel Krassnoff. La historiadora Gisela Silva Encina escribió un libro sobre él, que tuvo alta venta: "Miguel Krassnoff, Prisionero por Servir a Chile". Fue editado por Alfonso Márquez de la Plata, que ha sido un adalid de la verdad histórica y sigue publicando libros que la restablecen y defienden.
Anteayer en Moscú, en la sede de la "Fundación de la Literatura y la Cultura Eslava", ubicada en el pasaje Chernigovskiy, 9/13-2 (estación metro Tetriakovskaya), se presentó la edición en ruso de ese libro. Yo estaba invitado, pero no pude asistir.
Los rusos tienen una impresión muy distinta del Gobierno Militar que la de Occidente en general y la de la mayoría del propio Chile, caracterizada por la mala memoria y la propensión a dejarse lavar los cerebros. Es que allá vivieron 70 años bajo el comunismo, así es que saben de qué se trata y cuánto debe agradecerse al Gobierno Militar y a Miguel Krassnoff por lo que hicieron. Él es un prisionero político, y tal vez más injustificadamente que otros, porque se le ha condenado por hechos en que no participó. Ya no hablamos de amnistía o prescripción. Hablamos de que los jueces de izquierda locales, y uno, muy en particular, Alejandro Solís, lo han tomado entre ojos. El padre y el abuelo de Miguel Krassnoff, rusos blancos (cosacos), fueron ejecutados por los comunistas en la Plaza Roja y su madre recibió asilo en Chile a través de nuestro embajador en Austria, en 1945.
El hecho es que a Krassnoff se le condena en numerosos juicios por delitos de los que ni siquiera supo, y eso se hace aduciendo que era parte de la "cúpula de la DINA", en circunstancias de que en 1973 era teniente y entre él y la "cúpula de la DINA" había centenares de oficiales superiores. Es que, además, cometió un pecado que los jueces de izquierda no van a perdonar jamás: ubicó a Miguel Enríquez, jefe del MIR y le dio muerte en un combate real, actuando heroicamente, por lo cual fue condecorado por el Ejército en 1974.
Los presos del gulag chileno tienen pocas voces que los defiendan. Estas voces son los "samiszdats" (diarios clandestinos que circulaban en la URSS) del Chile actual. Hay un "samiszdat" digital, "Chile Informa", que aparece diariamente, donde los periodistas Fernando Martínez Collins y Bernardita Huerta Dunsmore publican los abusos constantes que sufren los presos políticos uniformados. La gran prensa y los medios políticamente correctos no acogen estas informaciones, porque todas dan cuenta de que en Chile hay perseguidos y presos a los cuales se les niegan derechos humanos fundamentales, en particular el de que se les apliquen las leyes. Entonces, no sólo son personas marginadas del estado de derecho, sino aun de la posibilidad de que se conozca su situación.
En "Chile Informa" han aparecido tres casos en estos días: uno, el del mayor (r) Carlos Herrera Jiménez, condenado a doble presidio perpetuo por los asesinatos de Tucapel Jiménez y Juan Alegría. En su caso no eran aplicables ni la amnistía ni la prescripción, pero sí puede decirse que si él hubiera sido un frentista o mirista y hubiera asesinado a dos personas, hoy no estaría cumpliendo doble cadena perpetua, como Herrera, sino libre. Pues don Patricio Aylwin indultó a todos los terroristas, por sangrientos y múltiples que hubieran sido sus crímenes.
Después de haber cumplido 23 años de presidio, Carlos Herrera tiene derecho a salida dominical. Los peores reos la tienen. Se requiere que el Consejo Técnico de Gendarmería la apruebe y el Director la ratifique. En dos oportunidades el Consejo Técnico la ha aprobado, por la excelente conducta, el trabajo de perfeccionamiento y la familia honorable y ejemplar que tiene Herrera, que no tiene antecedentes penales en su vida particular. ¿Saben ustedes quién niega a este militar su derecho a salida dominical? El Director de Gendarmería designado por Sebastián Piñera, Juan Masferrer, supongo que hijo del ex diputado UDI del mismo nombre. Es que, como se trata de un preso político (pues carece, por razones políticas, de los derechos legales de los presos comunes) y la gente de derecha "ha tomado distancia" del Gobierno Militar, ésta no quiere contaminarse. Pues ¿qué dirían los comunistas si Carlos Herrera tuviera salida dominical? En Chile todos, incluida la derecha, les miran la cara.
Otro caso es el del mayor (r) Carlos Minoletti, residente en los EE. UU. con su familia, hasta 2007, cuando supo de un caso "de derechos humanos" en el cual era mencionado, pero completamente inocente. Se le citaba a declarar. Creyó que acá había estado de derecho. Vino y, pese a su inocencia, un juez de izquierda lo sometió a proceso en 2008. Tiene una condición cardíaca y seis bypasses. Tiene un seguro de salud en los EE. UU., pero el mismo no rige en Chile. Cinco de los bypasses se han tapado. Le ha representado su situación al ministro sumariante de izquierda y al presidente de la Corte Suprema, para que lo autoricen a viajar a los EE. UU. a hacerse la operación mayor que necesita y que está cubierta por su seguro. No le han hecho el menor caso. Les escribió una carta al Presidente Piñera y a su señora, y sí le hicieron caso: le contestaron diciéndole que su situación no les incumbía. ¡Por supuesto, ya el voto militar fue depositado y todos los abusos que sufran los presos políticos uniformados no les incumben, porque los votantes ya no pueden retractarse!
Un tercer caso es el del capitán (r) de carabineros Alex Cantín, procesado por hechos ocurridos en Tocopilla hace 34 años, amnistiados y prescritos, pero, además ¡ya dos veces juzgados!, en los procesos 230-89 del Juzgado Militar de Antofagasta y 3231-90 del Juzgado del Crimen de Tocopilla. En ambos juicios fue absuelto. En uno, los querellantes de izquierda llegaron hasta la Corte Suprema, pero ésta confirmó el sobreseimiento de Cantín. (Todavía, en 1990, no había mayoría de izquierda en la Suprema, así es que se aplicaban las leyes).
Pues bien, ahora los abogados rojos han conseguido que se procese al capitán Cantín por los mismos hechos amnistiados, prescritos y ya fallados, es decir, en los que hay doble cosa juzgada. Ahora, cuando al fin hay justicia de izquierda, lo han procesado y está en libertad bajo fianza.
En estos años Cantín estudió leyes y está listo para recibirse de abogado, pero la Corte Suprema le niega el título, porque está sometido a proceso por la justicia de izquierda.
Esas cosas suceden en el gulag chileno. Sólo se conocen a través de los "samiszdats", como "Chile Informa" y este blog, que ya estaría justificado aunque sólo sirviera para esto.
Uno de ellos es un oficial de ascendencia rusa, brigadier (r) Miguel Krassnoff. La historiadora Gisela Silva Encina escribió un libro sobre él, que tuvo alta venta: "Miguel Krassnoff, Prisionero por Servir a Chile". Fue editado por Alfonso Márquez de la Plata, que ha sido un adalid de la verdad histórica y sigue publicando libros que la restablecen y defienden.
Anteayer en Moscú, en la sede de la "Fundación de la Literatura y la Cultura Eslava", ubicada en el pasaje Chernigovskiy, 9/13-2 (estación metro Tetriakovskaya), se presentó la edición en ruso de ese libro. Yo estaba invitado, pero no pude asistir.
Los rusos tienen una impresión muy distinta del Gobierno Militar que la de Occidente en general y la de la mayoría del propio Chile, caracterizada por la mala memoria y la propensión a dejarse lavar los cerebros. Es que allá vivieron 70 años bajo el comunismo, así es que saben de qué se trata y cuánto debe agradecerse al Gobierno Militar y a Miguel Krassnoff por lo que hicieron. Él es un prisionero político, y tal vez más injustificadamente que otros, porque se le ha condenado por hechos en que no participó. Ya no hablamos de amnistía o prescripción. Hablamos de que los jueces de izquierda locales, y uno, muy en particular, Alejandro Solís, lo han tomado entre ojos. El padre y el abuelo de Miguel Krassnoff, rusos blancos (cosacos), fueron ejecutados por los comunistas en la Plaza Roja y su madre recibió asilo en Chile a través de nuestro embajador en Austria, en 1945.
El hecho es que a Krassnoff se le condena en numerosos juicios por delitos de los que ni siquiera supo, y eso se hace aduciendo que era parte de la "cúpula de la DINA", en circunstancias de que en 1973 era teniente y entre él y la "cúpula de la DINA" había centenares de oficiales superiores. Es que, además, cometió un pecado que los jueces de izquierda no van a perdonar jamás: ubicó a Miguel Enríquez, jefe del MIR y le dio muerte en un combate real, actuando heroicamente, por lo cual fue condecorado por el Ejército en 1974.
Los presos del gulag chileno tienen pocas voces que los defiendan. Estas voces son los "samiszdats" (diarios clandestinos que circulaban en la URSS) del Chile actual. Hay un "samiszdat" digital, "Chile Informa", que aparece diariamente, donde los periodistas Fernando Martínez Collins y Bernardita Huerta Dunsmore publican los abusos constantes que sufren los presos políticos uniformados. La gran prensa y los medios políticamente correctos no acogen estas informaciones, porque todas dan cuenta de que en Chile hay perseguidos y presos a los cuales se les niegan derechos humanos fundamentales, en particular el de que se les apliquen las leyes. Entonces, no sólo son personas marginadas del estado de derecho, sino aun de la posibilidad de que se conozca su situación.
En "Chile Informa" han aparecido tres casos en estos días: uno, el del mayor (r) Carlos Herrera Jiménez, condenado a doble presidio perpetuo por los asesinatos de Tucapel Jiménez y Juan Alegría. En su caso no eran aplicables ni la amnistía ni la prescripción, pero sí puede decirse que si él hubiera sido un frentista o mirista y hubiera asesinado a dos personas, hoy no estaría cumpliendo doble cadena perpetua, como Herrera, sino libre. Pues don Patricio Aylwin indultó a todos los terroristas, por sangrientos y múltiples que hubieran sido sus crímenes.
Después de haber cumplido 23 años de presidio, Carlos Herrera tiene derecho a salida dominical. Los peores reos la tienen. Se requiere que el Consejo Técnico de Gendarmería la apruebe y el Director la ratifique. En dos oportunidades el Consejo Técnico la ha aprobado, por la excelente conducta, el trabajo de perfeccionamiento y la familia honorable y ejemplar que tiene Herrera, que no tiene antecedentes penales en su vida particular. ¿Saben ustedes quién niega a este militar su derecho a salida dominical? El Director de Gendarmería designado por Sebastián Piñera, Juan Masferrer, supongo que hijo del ex diputado UDI del mismo nombre. Es que, como se trata de un preso político (pues carece, por razones políticas, de los derechos legales de los presos comunes) y la gente de derecha "ha tomado distancia" del Gobierno Militar, ésta no quiere contaminarse. Pues ¿qué dirían los comunistas si Carlos Herrera tuviera salida dominical? En Chile todos, incluida la derecha, les miran la cara.
Otro caso es el del mayor (r) Carlos Minoletti, residente en los EE. UU. con su familia, hasta 2007, cuando supo de un caso "de derechos humanos" en el cual era mencionado, pero completamente inocente. Se le citaba a declarar. Creyó que acá había estado de derecho. Vino y, pese a su inocencia, un juez de izquierda lo sometió a proceso en 2008. Tiene una condición cardíaca y seis bypasses. Tiene un seguro de salud en los EE. UU., pero el mismo no rige en Chile. Cinco de los bypasses se han tapado. Le ha representado su situación al ministro sumariante de izquierda y al presidente de la Corte Suprema, para que lo autoricen a viajar a los EE. UU. a hacerse la operación mayor que necesita y que está cubierta por su seguro. No le han hecho el menor caso. Les escribió una carta al Presidente Piñera y a su señora, y sí le hicieron caso: le contestaron diciéndole que su situación no les incumbía. ¡Por supuesto, ya el voto militar fue depositado y todos los abusos que sufran los presos políticos uniformados no les incumben, porque los votantes ya no pueden retractarse!
Un tercer caso es el del capitán (r) de carabineros Alex Cantín, procesado por hechos ocurridos en Tocopilla hace 34 años, amnistiados y prescritos, pero, además ¡ya dos veces juzgados!, en los procesos 230-89 del Juzgado Militar de Antofagasta y 3231-90 del Juzgado del Crimen de Tocopilla. En ambos juicios fue absuelto. En uno, los querellantes de izquierda llegaron hasta la Corte Suprema, pero ésta confirmó el sobreseimiento de Cantín. (Todavía, en 1990, no había mayoría de izquierda en la Suprema, así es que se aplicaban las leyes).
Pues bien, ahora los abogados rojos han conseguido que se procese al capitán Cantín por los mismos hechos amnistiados, prescritos y ya fallados, es decir, en los que hay doble cosa juzgada. Ahora, cuando al fin hay justicia de izquierda, lo han procesado y está en libertad bajo fianza.
En estos años Cantín estudió leyes y está listo para recibirse de abogado, pero la Corte Suprema le niega el título, porque está sometido a proceso por la justicia de izquierda.
Esas cosas suceden en el gulag chileno. Sólo se conocen a través de los "samiszdats", como "Chile Informa" y este blog, que ya estaría justificado aunque sólo sirviera para esto.
viernes, 28 de enero de 2011
El V Gobierno de la Concertación y los Militares
Muchos dicen que exagero cuando llamo "V Gobierno de la Concertación" al actual. Es posible, pero quien haya leído las más recientes noticias de la relación gobierno-uniformados debería concluir que los regímenes anteriores fueron incluso más considerados con los militares que éste.
El nuevo ministro de Defensa ha sido mucho más severo que su antecesor (que, justamente, venía del IV Gobierno de la Concertación). Nadie niega que debe haber severidad ante la denuncia de presuntas irregularidades, pero ellas pueden, ya sea tratarse con discreción o con amplia publicidad, y el nuevo ministro ha optado por este último camino.
"La Segunda" informa que en el mismo ministerio parece haber una razzia contra uniformados que hayan trabajado en los servicios de inteligencia del Gobierno Militar. En un régimen como ése, que enfrentó desde sus inicios un desafío terrorista mayor, obviamente debían existir servicios de contrainsurgencia. Habría sido suicida no tenerlos, así como de ningún modo era ni puede ser criticable el solo hecho de haber trabajado en ellos. Pero ahora parece que esto es causal de despido de las funciones públicas.
Más aún, se ha ordenado, según informa el mismo diario, el cese de un oficial en retiro que prestaba asesoría en el ministerio por el solo hecho de haberse desempeñado en 1973 en un regimiento de La Serena donde hubo fusilamientos, sin que haya estado procesado o sido condenado por ellos.
Se entiende mejor todo esto si se lee la carta del diputado del mismo partido del ministro (RN), Cristián Monckeberg, publicada en el citado diario, donde dice: "Mi partido, RN, condenó categóricamente los graves y atroces atropellos ocurridos durante la dictadura". No se refiere, evidentemente, a los que cometían los terroristas de extrema izquierda, sino a los supuestamente sufridos por éstos. Lamentablemente, olvida que RN dio su entusiasta apoyo al "Sí" en el plebiscito de 1988.
Unas páginas más adelante leemos que Lucía Pinochet, hija del ex Presidente, declara que a más de cuatro años de la muerte de éste sus herederos no pueden tener acceso a su herencia, pese a que el juez que investigó el patrimonio del general Pinochet ha alzado más de una vez el embargo sobre sus bienes. Pero el Consejo de Defensa del Estado, que, pese a su autonomía, se allana a las políticas del Ejecutivo, cada vez apela de la resolución y hasta ahora obtiene que se mantenga el embargo. Es que ha continuado en la misma línea y presidido por la misma persona que en los anteriores regímenes concertacionistas.
La "familia militar" y sus "caídos tras las líneas enemigas" habían confiado en las pomesas del candidato Piñera de que habría un cambio en su favor. Ahora con certeza comprueba que, si bien cambio ha habido, ha resultado ser claramente para peor.
El nuevo ministro de Defensa ha sido mucho más severo que su antecesor (que, justamente, venía del IV Gobierno de la Concertación). Nadie niega que debe haber severidad ante la denuncia de presuntas irregularidades, pero ellas pueden, ya sea tratarse con discreción o con amplia publicidad, y el nuevo ministro ha optado por este último camino.
"La Segunda" informa que en el mismo ministerio parece haber una razzia contra uniformados que hayan trabajado en los servicios de inteligencia del Gobierno Militar. En un régimen como ése, que enfrentó desde sus inicios un desafío terrorista mayor, obviamente debían existir servicios de contrainsurgencia. Habría sido suicida no tenerlos, así como de ningún modo era ni puede ser criticable el solo hecho de haber trabajado en ellos. Pero ahora parece que esto es causal de despido de las funciones públicas.
Más aún, se ha ordenado, según informa el mismo diario, el cese de un oficial en retiro que prestaba asesoría en el ministerio por el solo hecho de haberse desempeñado en 1973 en un regimiento de La Serena donde hubo fusilamientos, sin que haya estado procesado o sido condenado por ellos.
Se entiende mejor todo esto si se lee la carta del diputado del mismo partido del ministro (RN), Cristián Monckeberg, publicada en el citado diario, donde dice: "Mi partido, RN, condenó categóricamente los graves y atroces atropellos ocurridos durante la dictadura". No se refiere, evidentemente, a los que cometían los terroristas de extrema izquierda, sino a los supuestamente sufridos por éstos. Lamentablemente, olvida que RN dio su entusiasta apoyo al "Sí" en el plebiscito de 1988.
Unas páginas más adelante leemos que Lucía Pinochet, hija del ex Presidente, declara que a más de cuatro años de la muerte de éste sus herederos no pueden tener acceso a su herencia, pese a que el juez que investigó el patrimonio del general Pinochet ha alzado más de una vez el embargo sobre sus bienes. Pero el Consejo de Defensa del Estado, que, pese a su autonomía, se allana a las políticas del Ejecutivo, cada vez apela de la resolución y hasta ahora obtiene que se mantenga el embargo. Es que ha continuado en la misma línea y presidido por la misma persona que en los anteriores regímenes concertacionistas.
La "familia militar" y sus "caídos tras las líneas enemigas" habían confiado en las pomesas del candidato Piñera de que habría un cambio en su favor. Ahora con certeza comprueba que, si bien cambio ha habido, ha resultado ser claramente para peor.
jueves, 27 de enero de 2011
Proceso por la Muerte de Allende
En medio del festín de antijuridicidad que se vive en Chile en la materia descrita como "atropellos a los derechos humanos", la "justicia" ha acordado abrir 726 nuevos procesos por hechos que están prescritos o amnistiados. Si la judicatura chilena tuviera algún respeto por el derecho, no haría tal cosa, aconsejada por un mero sentido de economía procesal o sentido común (a elección), pues cuando existen obvias causales de extinción de responsabilidad penal, como la amnistía y la prescripción, el código de procedimiento ordena al juez sobreseer y cerrar el caso. Pero, sabemos, en Chile no hay "estado de derecho" tratándose del período 1973-1990 y, por tanto, no rigen las leyes sino que imperan los impulsos de los jueces de izquierda que, por atrabiliarios que sean, son tolerados por el resto de la sociedad por las razones que indiqué en mi blog de ayer.
Pues bien, se ha anunciado que entre esos 726 casos "nuevos" se abrirá proceso por la muerte de Salvador Allende, que hoy todo el mundo, incluida su familia, sabe que fue provocada por él mismo con un arma que le había regalado su correligionario Fidel Castro para que la empleara en los fines que estimara conveniente.
Durante treinta años la izquierda mundial había asegurado que los militares habían asesinado a Allende. La versión más febril la dio García Márquez, ejercitando con maestría el "realismo mágico" y describiendo en términos conmovedores el desigual intercambio de disparos entre Allende y una multitudinaria tropa que lo acribillaba.
Pues bien, por una de esas travesuras del destino, la vida dispuso que uno de los médicos personales de Salvador Allende, de servicio en La Moneda el 11 de septiembre de 1973, el doctor Patricio Guijón Klein, pasara a ser pocos años después "el doctor de la casa" para mi familia. De modo que, cuando sufrí un atentado extremista que me provocó un tifus, atentado del cual mi natural modestia me ha vedado hasta ahora entregar detalles, llamé al doctor Guijón, a quien, después de diagnosticada mi enfermedad, no pude dejar de preguntarle por los hechos de La Moneda el 11 de septiembre de pocos años antes (mi tifus debe haberme sido inferido en 1977).
Y entonces el doctor me refirió que, cuando quienes estaban en La Moneda recibieron del Presidente Allende la orden de rendirse y salir por la puerta de Morandé 80, a él se le pasó por la mente llevarse algún recuerdo de lo que estimaba un acontecimiento histórico, y al mirar hacia atrás por el pasillo del palacio donde se encontraba, vio en el suelo una máscara antigás y decidió retroceder a recogerla. Cuando se agachó a hacerlo miró hacia el lado por la puerta abierta de un salón y "vio y oyó" al mismo tiempo, fueron sus palabras, el disparo con que Salvador Allende puso fin a su vida y que le destrozó el cráneo.
Atónito, el doctor fue hasta el sillón donde yacía Allende y, apartando la metralleta que había quedado entre sus piernas, maquinalmente le tomó el pulso. Todavía anonadado, se sentó en un sofá al frente del occiso, junto a la metralleta, sin saber qué más hacer, hasta que irrumpieron los militares, a quienes refirió lo que había presenciado.
Esa misma noche apareció el doctor Guijón en la televisión dando su testimonio, pero virtualmente nadie se lo creyó, pues la versión mundial predominante era que Allende había sido asesinado y entiendo que todavía en Wikipedia se afirma eso.
Cuando mi amigo el historiador norteamericano James Whelan escribió su monumental obra "Desde las Cenizas" ("Out of the Ashes"), sobre los acontecimientos chilenos, se preocupó de incluir una versión detallada y textual del testimonio del doctor Guijón, que, yo creo, pasará a la historia seria como la más fidedigna de todas.
Bueno, si en Chile imperara el estado de derecho, no se abriría proceso por la muerte de Allende, no sólo por ser pública y notoria su causa, sino por estar extinguida toda posible responsabilidad, de modo que cualquier juez sólo debería saber contar hasta 37 para comprobar que se había completado aún la más larga de las prescripciones y, en seguida, obedeciendo el mandato del código de procedimiento, sobreseer la causa y cerrar el proceso.
Pero como estamos en Chile, donde no se odedecen las leyes ni impera el estado de derecho, que se caracteriza por el respeto las mismas, supongo que algún juez de izquierda va a ganar titulares y cámaras ordenando a la policía que vaya a buscar al doctor Guijón a su lugar de retiro en Putú, región del Maule, para que vuelva a referir las circunstancias de la muerte de Salvador Allende, de la cual fue único y directo testigo.
Pues bien, se ha anunciado que entre esos 726 casos "nuevos" se abrirá proceso por la muerte de Salvador Allende, que hoy todo el mundo, incluida su familia, sabe que fue provocada por él mismo con un arma que le había regalado su correligionario Fidel Castro para que la empleara en los fines que estimara conveniente.
Durante treinta años la izquierda mundial había asegurado que los militares habían asesinado a Allende. La versión más febril la dio García Márquez, ejercitando con maestría el "realismo mágico" y describiendo en términos conmovedores el desigual intercambio de disparos entre Allende y una multitudinaria tropa que lo acribillaba.
Pues bien, por una de esas travesuras del destino, la vida dispuso que uno de los médicos personales de Salvador Allende, de servicio en La Moneda el 11 de septiembre de 1973, el doctor Patricio Guijón Klein, pasara a ser pocos años después "el doctor de la casa" para mi familia. De modo que, cuando sufrí un atentado extremista que me provocó un tifus, atentado del cual mi natural modestia me ha vedado hasta ahora entregar detalles, llamé al doctor Guijón, a quien, después de diagnosticada mi enfermedad, no pude dejar de preguntarle por los hechos de La Moneda el 11 de septiembre de pocos años antes (mi tifus debe haberme sido inferido en 1977).
Y entonces el doctor me refirió que, cuando quienes estaban en La Moneda recibieron del Presidente Allende la orden de rendirse y salir por la puerta de Morandé 80, a él se le pasó por la mente llevarse algún recuerdo de lo que estimaba un acontecimiento histórico, y al mirar hacia atrás por el pasillo del palacio donde se encontraba, vio en el suelo una máscara antigás y decidió retroceder a recogerla. Cuando se agachó a hacerlo miró hacia el lado por la puerta abierta de un salón y "vio y oyó" al mismo tiempo, fueron sus palabras, el disparo con que Salvador Allende puso fin a su vida y que le destrozó el cráneo.
Atónito, el doctor fue hasta el sillón donde yacía Allende y, apartando la metralleta que había quedado entre sus piernas, maquinalmente le tomó el pulso. Todavía anonadado, se sentó en un sofá al frente del occiso, junto a la metralleta, sin saber qué más hacer, hasta que irrumpieron los militares, a quienes refirió lo que había presenciado.
Esa misma noche apareció el doctor Guijón en la televisión dando su testimonio, pero virtualmente nadie se lo creyó, pues la versión mundial predominante era que Allende había sido asesinado y entiendo que todavía en Wikipedia se afirma eso.
Cuando mi amigo el historiador norteamericano James Whelan escribió su monumental obra "Desde las Cenizas" ("Out of the Ashes"), sobre los acontecimientos chilenos, se preocupó de incluir una versión detallada y textual del testimonio del doctor Guijón, que, yo creo, pasará a la historia seria como la más fidedigna de todas.
Bueno, si en Chile imperara el estado de derecho, no se abriría proceso por la muerte de Allende, no sólo por ser pública y notoria su causa, sino por estar extinguida toda posible responsabilidad, de modo que cualquier juez sólo debería saber contar hasta 37 para comprobar que se había completado aún la más larga de las prescripciones y, en seguida, obedeciendo el mandato del código de procedimiento, sobreseer la causa y cerrar el proceso.
Pero como estamos en Chile, donde no se odedecen las leyes ni impera el estado de derecho, que se caracteriza por el respeto las mismas, supongo que algún juez de izquierda va a ganar titulares y cámaras ordenando a la policía que vaya a buscar al doctor Guijón a su lugar de retiro en Putú, región del Maule, para que vuelva a referir las circunstancias de la muerte de Salvador Allende, de la cual fue único y directo testigo.
miércoles, 26 de enero de 2011
¿Usted Cree que los Comunistas No Importan?
Un ministro de izquierda de la Corte Suprema ha denegado la extradición de Manuel Olate, alias "Roque" (alias reconocido en el juicio por el ministro), vínculo del PC chileno con las FARC colombianas.
Lss pruebas contra Olate eran sobradas para justificar la extradición, pero el ministro las ha considerado insuficientes. Paradójicamente, los jueces de izquierda se conforman con vagas e incompletas "presunciones" para condenar a militares chilenos, pese a que, jurídicamente, una extradición exige una prueba mucho menos fehaciente que una sentencia condenatoria.
Recientes publicaciones en "El Mercurio" de la ex ministra Raquel Camposano y del ex senador William Thayer han puntualizado los atropellos contra el derecho vigente de que han sido víctimas los "soldados del '73". Nadie ha podido siquiera replicarles. Es que todo el mundo sabe que se ha atropellado el derecho, pero también todo el mundo sabe del poder que tienen los comunistas, para quienes esa persecución es un objetivo prioritario.
No tengo ninguna confianza en que la segunda sala de la Corte Suprema, protagónica en las ilegales condenas a uniformados y ante la cual ha recurrido el gobierno colombiano, vaya a acoger la tesis ajustada a derecho y a conceder la extradición del nexo de las FARC.
Acá el comunismo tiene un gran poder e influencia, asentado en tres bases: primera, la justicia de izquierda, entendiendo por tal la conformación de una mayoría de jueces que fallan en lo penal de acuerdo a las tesis sostenidas por el PC, aunque pugnen con las leyes y los principios generales del derecho; segunda, su capacidad para generar desórdenes callejeros y violencia, que dan una imagen pública que las autoridades temen, a raíz de lo cual ceden; y, tercera, su reconocida tenencia de armamento y capacidad de usarlo, porque el contingente del FPMR no se ha evaporado.
En el reciente movimiento de paralización ilegal forzada gestado en Magallanes hubo testimonios periodísticos de que sólo podían sortear los bloqueos de caminos los portadores de una "credencial" emitida por una organización comunista de la zona. El partido rojo estuvo en el centro de esa acción de fuerza, que fue la que provocó más daño a la economía magallánica.
El comunismo ha estado usando incluso al departamento de derechos humanos del ministerio del Interior, que ahora enfrenta un conflicto precisamente porque se ha negado a emprender acciones que forman parte de la estrategia judicial del partido rojo. Es el colmo de la paradoja que un gobierno al cual muchos llaman de centro-derecha esté siendo instrumentalizado por el PC. Las razones son las que di más arriba.
Si la mayoría judicial de izquierda se impone también en el caso de la extradición de Olate, Chile quedará en peligro de ser considerado entre las naciones que amparan al terrorismo, lo que podría traer consigo consencuencias internacionales indeseables.
El comunismo sigue siendo muy importante en Chile, y mientras esto sea así, la paz interna continuará sujeta a una permanente amenaza.
Lss pruebas contra Olate eran sobradas para justificar la extradición, pero el ministro las ha considerado insuficientes. Paradójicamente, los jueces de izquierda se conforman con vagas e incompletas "presunciones" para condenar a militares chilenos, pese a que, jurídicamente, una extradición exige una prueba mucho menos fehaciente que una sentencia condenatoria.
Recientes publicaciones en "El Mercurio" de la ex ministra Raquel Camposano y del ex senador William Thayer han puntualizado los atropellos contra el derecho vigente de que han sido víctimas los "soldados del '73". Nadie ha podido siquiera replicarles. Es que todo el mundo sabe que se ha atropellado el derecho, pero también todo el mundo sabe del poder que tienen los comunistas, para quienes esa persecución es un objetivo prioritario.
No tengo ninguna confianza en que la segunda sala de la Corte Suprema, protagónica en las ilegales condenas a uniformados y ante la cual ha recurrido el gobierno colombiano, vaya a acoger la tesis ajustada a derecho y a conceder la extradición del nexo de las FARC.
Acá el comunismo tiene un gran poder e influencia, asentado en tres bases: primera, la justicia de izquierda, entendiendo por tal la conformación de una mayoría de jueces que fallan en lo penal de acuerdo a las tesis sostenidas por el PC, aunque pugnen con las leyes y los principios generales del derecho; segunda, su capacidad para generar desórdenes callejeros y violencia, que dan una imagen pública que las autoridades temen, a raíz de lo cual ceden; y, tercera, su reconocida tenencia de armamento y capacidad de usarlo, porque el contingente del FPMR no se ha evaporado.
En el reciente movimiento de paralización ilegal forzada gestado en Magallanes hubo testimonios periodísticos de que sólo podían sortear los bloqueos de caminos los portadores de una "credencial" emitida por una organización comunista de la zona. El partido rojo estuvo en el centro de esa acción de fuerza, que fue la que provocó más daño a la economía magallánica.
El comunismo ha estado usando incluso al departamento de derechos humanos del ministerio del Interior, que ahora enfrenta un conflicto precisamente porque se ha negado a emprender acciones que forman parte de la estrategia judicial del partido rojo. Es el colmo de la paradoja que un gobierno al cual muchos llaman de centro-derecha esté siendo instrumentalizado por el PC. Las razones son las que di más arriba.
Si la mayoría judicial de izquierda se impone también en el caso de la extradición de Olate, Chile quedará en peligro de ser considerado entre las naciones que amparan al terrorismo, lo que podría traer consigo consencuencias internacionales indeseables.
El comunismo sigue siendo muy importante en Chile, y mientras esto sea así, la paz interna continuará sujeta a una permanente amenaza.
martes, 25 de enero de 2011
Y Aquí No Ha Pasado Nada
Hubo un incidente llamativo, que pudo ser grave, pero no lo fue. Era de interés público, porque envolvía a la más alta autoridad. Pero sólo un diario y un canal de TV lo publicaron. Un diario digital que dio cuenta de él, cuando vino un desmentido oficial, retiró la información, creyendo haberse equivocado. Pero no se había equivocado. En todo caso ¿cómo debe interpretarse el silencio de los demás medios?
A raíz de aquella limitada publicación, la más alta autoridad debió dar su versión de los hechos. Pero resultó que esa versión se apartaba de la verdad. Fue dramático que la vocera de gobierno, víctima inocente, pues hablaba evidentemente instruida por su superior, apareciera afirmando lo que estaba explícitamente desmentido por las declaraciones filmadas y grabadas "in situ" de su jefe, esta vez transmitidas por otro canal de TV. Es que la más alta autoridad no sabía, en el momento del incidente, que las escenas y las palabras que revelaban la verdad estaban quedando registradas.
Lo dramático era que la vocera aparecía demasiado enfática en el mismo espacio noticioso en que, en seguida, aparecería la filmación de su superior hablando y actuando en el sentido opuesto a la versión oficial que ella vehementemente entregaba.
La vocera quedó mal, pero su superior quedó peor. No importa. Al final se ha dado vuelta la página. No ha pasado nada. El episodio ya no es noticia. El país "superó el incidente". Estamos en Chile, no en Estados Unidos, donde faltar a la verdad es grave, y si lo hace la más alta autoridad, gravísimo y hasta causal de destitución.
Voltaire, que era muy cínico, aconsejaba: "Mentid, mentid, que algo queda".
Si hubiera vivido en el Chile de hoy podría haber dicho: "Mentid, mentid, que nada queda".
Asombroso. ¿Otro rasgo de "the Chilean Way"?
A raíz de aquella limitada publicación, la más alta autoridad debió dar su versión de los hechos. Pero resultó que esa versión se apartaba de la verdad. Fue dramático que la vocera de gobierno, víctima inocente, pues hablaba evidentemente instruida por su superior, apareciera afirmando lo que estaba explícitamente desmentido por las declaraciones filmadas y grabadas "in situ" de su jefe, esta vez transmitidas por otro canal de TV. Es que la más alta autoridad no sabía, en el momento del incidente, que las escenas y las palabras que revelaban la verdad estaban quedando registradas.
Lo dramático era que la vocera aparecía demasiado enfática en el mismo espacio noticioso en que, en seguida, aparecería la filmación de su superior hablando y actuando en el sentido opuesto a la versión oficial que ella vehementemente entregaba.
La vocera quedó mal, pero su superior quedó peor. No importa. Al final se ha dado vuelta la página. No ha pasado nada. El episodio ya no es noticia. El país "superó el incidente". Estamos en Chile, no en Estados Unidos, donde faltar a la verdad es grave, y si lo hace la más alta autoridad, gravísimo y hasta causal de destitución.
Voltaire, que era muy cínico, aconsejaba: "Mentid, mentid, que algo queda".
Si hubiera vivido en el Chile de hoy podría haber dicho: "Mentid, mentid, que nada queda".
Asombroso. ¿Otro rasgo de "the Chilean Way"?
lunes, 24 de enero de 2011
La Pana del Inteligente
Supongo que la Academia de la Lengua ya habrá admitido "pana", que deriva del francés "panne", así como ha legitimado innumerables otros errores idiomáticos que yo, cuando era joven, idealista y, sin darme cuenta, un poco socialista, combatía cándidamente, como "elucubrar", "déficits" y muchos otros que en este momento no recuerdo.
Porque no me van a decir ustedes que esto de que haya un diccionario oficial de cómo debemos hablar no es socialismo puro, es decir, denegación de la libertad para expresarse como a uno se le antoje. Los pueblos anglosajones no tienen "Diccionario de la Lengua" y por eso el inglés es un idioma eminentemente evolutivo, entregado a la iniciativa privada que tanto respetan ellos.
Sea como fuere, el quedarse sin bencina es universalmente conocido como "la pana del tonto", porque hay que serlo para emprender un viaje sin ver cuánta bencina lleva uno en el estanque de la moto, el auto, el avión o el helicóptero, sobre todo si se trata de un vehículo que no sólo se detiene, sino que se viene abajo..
Ahora, cuando "la pana del tonto" le sobreviene al más inteligente de todos (tanto universalmente considerado como autodesignado), estamos en un problema. Pero él está en uno mayor, porque ¡otra vez! lo han pillado.
Yo desde hace años, en particular cuando vi cernirse el peligro de que fuera elegido Presidente de Chile, decía que "siempre lo pillan", en lo cual no era muy riguroso, porque muchas veces no lo han pillado ni ya, supongo, lo pillarán.
Pero esta vez descendió con su helicóptero en un camino secundario por falta de bencina y tuvo que llamar de emergencia a Carabineros para que mandara otro helicóptero que se la prestara (porque los contribuyentes esperamos que la devuelva).
Entonces ¿qué dijo? Negó que se hubiera quedado en pana de bencina y aseguró que había descendido ahí en una escala programada de reabastecimiento.
Después es evidente que hizo los llamados de rigor para que no se publicara en ninguna parte la verdad: que el más inteligente de todos había sufrido la pana del tonto. Pero nunca falta alguien que está filmando las cosas y, cuando son de interés público, se las hace llegar a los medios, así es que Megavisión, en su noticiero, dio a conocer la película de lo que había sucedido, es decir, del inopinado descenso en un camino rural. No era verdad que se tratara de un "reabastecimiento programado", como el piloto aseguraba. Tan poco programado era que ni siquiera sabía dónde estaba y se lo tuvo que preguntar a los lugareños, los cuales le informaron que en "Quilicura Bajo", cuya población, según él, le prodigó grandes muestras de simpatía, las cuales, lamentablemente, no se ven en la filmación.
Y, pese a que tiene las cosas bajo control, hubo un canal que reprodujo la filmación y un diario, "La Tercera", que dio la noticia como se lo merecía, en primera página y con todo detalle.
Bueno, no era lo mejor que podía sucederle cuando se estaba reproduciendo en diversas radios su voz, prometiendo durante la campaña presidencial, con todas sus letras, "un postnatal de seis meses". Ahora dice que su programa presidencial decía otra cosa, un postnatal de "hasta seis meses", pero la inmensa mayoria de la gente no lee los programas de los candidatos y sí creen las promesas que éstos hacen en la radio, la televisión y los diarios, suponiendo, desde luego, que ellas coinciden con el respectivo programa.
Bueno, es lo mismo que la supresión del descuento del 7 por ciento a los jubilados. Venía con letra chica. O que la promesa a los militares en retiro de velar por que se les aplicaran las leyes que los favorecen, cuando ahora resulta que el ministerio del Interior es el más activo en querellarse contra ellos en infracción de esas mismas leyes.
La letra grande era distinta a la letra chica. La gente votó según la letra grande, pero ahora que ya no puede retirar su voto le aplican la letra chica.
Y suma y sigue. Ahora la letra grande dice que su helicóptero descendió para un reabastecimiento programado, pero la letra chica revela que sufrió la "pana del tonto".
¡Que alguna vez la letra chica lo perjudique a él!
Porque no me van a decir ustedes que esto de que haya un diccionario oficial de cómo debemos hablar no es socialismo puro, es decir, denegación de la libertad para expresarse como a uno se le antoje. Los pueblos anglosajones no tienen "Diccionario de la Lengua" y por eso el inglés es un idioma eminentemente evolutivo, entregado a la iniciativa privada que tanto respetan ellos.
Sea como fuere, el quedarse sin bencina es universalmente conocido como "la pana del tonto", porque hay que serlo para emprender un viaje sin ver cuánta bencina lleva uno en el estanque de la moto, el auto, el avión o el helicóptero, sobre todo si se trata de un vehículo que no sólo se detiene, sino que se viene abajo..
Ahora, cuando "la pana del tonto" le sobreviene al más inteligente de todos (tanto universalmente considerado como autodesignado), estamos en un problema. Pero él está en uno mayor, porque ¡otra vez! lo han pillado.
Yo desde hace años, en particular cuando vi cernirse el peligro de que fuera elegido Presidente de Chile, decía que "siempre lo pillan", en lo cual no era muy riguroso, porque muchas veces no lo han pillado ni ya, supongo, lo pillarán.
Pero esta vez descendió con su helicóptero en un camino secundario por falta de bencina y tuvo que llamar de emergencia a Carabineros para que mandara otro helicóptero que se la prestara (porque los contribuyentes esperamos que la devuelva).
Entonces ¿qué dijo? Negó que se hubiera quedado en pana de bencina y aseguró que había descendido ahí en una escala programada de reabastecimiento.
Después es evidente que hizo los llamados de rigor para que no se publicara en ninguna parte la verdad: que el más inteligente de todos había sufrido la pana del tonto. Pero nunca falta alguien que está filmando las cosas y, cuando son de interés público, se las hace llegar a los medios, así es que Megavisión, en su noticiero, dio a conocer la película de lo que había sucedido, es decir, del inopinado descenso en un camino rural. No era verdad que se tratara de un "reabastecimiento programado", como el piloto aseguraba. Tan poco programado era que ni siquiera sabía dónde estaba y se lo tuvo que preguntar a los lugareños, los cuales le informaron que en "Quilicura Bajo", cuya población, según él, le prodigó grandes muestras de simpatía, las cuales, lamentablemente, no se ven en la filmación.
Y, pese a que tiene las cosas bajo control, hubo un canal que reprodujo la filmación y un diario, "La Tercera", que dio la noticia como se lo merecía, en primera página y con todo detalle.
Bueno, no era lo mejor que podía sucederle cuando se estaba reproduciendo en diversas radios su voz, prometiendo durante la campaña presidencial, con todas sus letras, "un postnatal de seis meses". Ahora dice que su programa presidencial decía otra cosa, un postnatal de "hasta seis meses", pero la inmensa mayoria de la gente no lee los programas de los candidatos y sí creen las promesas que éstos hacen en la radio, la televisión y los diarios, suponiendo, desde luego, que ellas coinciden con el respectivo programa.
Bueno, es lo mismo que la supresión del descuento del 7 por ciento a los jubilados. Venía con letra chica. O que la promesa a los militares en retiro de velar por que se les aplicaran las leyes que los favorecen, cuando ahora resulta que el ministerio del Interior es el más activo en querellarse contra ellos en infracción de esas mismas leyes.
La letra grande era distinta a la letra chica. La gente votó según la letra grande, pero ahora que ya no puede retirar su voto le aplican la letra chica.
Y suma y sigue. Ahora la letra grande dice que su helicóptero descendió para un reabastecimiento programado, pero la letra chica revela que sufrió la "pana del tonto".
¡Que alguna vez la letra chica lo perjudique a él!
domingo, 23 de enero de 2011
Todos Para Uno y Uno Para Sí Mismo
Los diarios importantes dan muestras de sagacidad y comienzan a darse cuenta de que este es el gobierno de Sebastián Piñera, por Sebastián Piñera y para Sebastián Piñera.
"El Mercurio", en la "Semana Política" de hoy, se pregunta: "¿Pero debe ser necesariamente el Presidente quien presente todo esto en público?", al aludir al "cambio de gestión" envuelto en un nuevo ministerio. Y añade más adelante: "Al respecto, no hay dos opiniones en que fue un error la aparición especial del mandatario para celebrar el acuerdo logrado en Magallanes".
Es que ¿cómo iba a tolerar que se le atribuyera mérito a Golborne, si él sabía que éste (como todos los méritos) también era de él?
En "La Tercera", el sagaz analista Héctor Soto titula su análisis "El Gobierno de Uno", y al cabo del mismo subtitula: "El Gobierno Soy Yo", concluyendo: "Los partidos, los equipos y los cuadros son contexto, acompañamiento, detalle anecdótico o decorado incluso. El que pone la música es el Presidente. Y el que la compone, también".
¿Creen ustedes que esto se limita al gobierno? ¡No!. También quiere administrar a la oposición. Quiso apropiarse de un evento opositor por antonomasia, como lo era el centenario del nacimiento de Eduardo Frei Montalva. Justificado, en parte, porque su ADN es DC (por algo uno de los apelativos con que este blog suele referirse a él es el de "IV Presidente DC").
En la Coalición por el Cambio, si ella hubiera existido (porque para efectos prácticos lo único que existe es la Alianza por Chile) no habrían sabido qué hacer, y en la Alianza, entonces, tampoco. ¿Cómo es esto de que el gobernante protagoniza los actos de la oposición? Muy sencillo, ambas son de él. Tanto, dicen en la Concertación, que a ésta la está haciendo desaparecer. Y por eso, cuando Carmen Frei se rebeló y organizó un acto paralelo en el centenario de su padre, y cuando hubo gente que advirtió sobre posibles contramanifestaciones al mandatario, éste resolvió trasladar "su" acto opositor al interior de La Moneda y ceder de mal grado la plaza de la Constitución a la DC, sin entender bien por qué se estaba produciendo semejante anomalía.
Como el tema (para él) es él y nada mas que él, ahora ha abordado el problema (que no existe) de los estadios. En "La Tercera" de hoy, pág. R3, se explica por qué: "Piñera ha comentado que tiene claro que hubo dos momentos políticos en los cuales Bachelet subió en las encuestas: cuando apareció en un tanque del Ejército y cuando inauguró estadios, explica un cercano del mandatario". Entonces quiere que el fisco le financie, para subir en las encuestas, un megaestadio similar al Stade de France y que se llamará "Estadio de Chile". Ya le quedó chica la idea de duplicar la capacidad del Nacional a 70 mil espectadores. Pues ese estadio ya nunca va a ser de él, porque lo hizo Arturo Alessandri y lo deshizo (casi) Michelle Bachelet, de modo que, aunque vuelva a recibir a 70 mil espectadores, nunca le dirán "estadio de Sebastián Piñera". De modo que, aunque el megaestadio costará 85 mil millones de pesos (la ampliación del Nacional ya costó 23 mil millones; entre ambos equivalen a más de dos tercios de lo que costó "comprar" el apoyo de la Concertación para la reforma educacional, precio que todo el mundo estima excesivamente caro), quiere hacerlo.
Se discute si se va a emplazar en el Parque O'Higgins, a raíz de lo cual éste desaparecería, o en Los Cerrillos, aprovechando que Ravinet ya lo hizo desaparecer. Pero en ambos casos será un estadio perfectamente innecesario, porque ya los hay numerosos en la capital y rara vez se llenan. El único club importante que no tiene uno es la "U", que considera para todos los efectos al Nacional como propio y no necesita otro lugar en el cual "los de Abajo" vayan a perpetrar depredaciones.
Lo que le sucede al Presidente se llama "megalomanía" y ha afectado otros gobernantes a lo largo de la historia, cuyos nombres no voy a citar, para no ofender a nadie.
En todo caso, los chilenos tenemos las cosas claras: sabemos quién gobierna y para quién. Y sabemos que no es para nosotros.
"El Mercurio", en la "Semana Política" de hoy, se pregunta: "¿Pero debe ser necesariamente el Presidente quien presente todo esto en público?", al aludir al "cambio de gestión" envuelto en un nuevo ministerio. Y añade más adelante: "Al respecto, no hay dos opiniones en que fue un error la aparición especial del mandatario para celebrar el acuerdo logrado en Magallanes".
Es que ¿cómo iba a tolerar que se le atribuyera mérito a Golborne, si él sabía que éste (como todos los méritos) también era de él?
En "La Tercera", el sagaz analista Héctor Soto titula su análisis "El Gobierno de Uno", y al cabo del mismo subtitula: "El Gobierno Soy Yo", concluyendo: "Los partidos, los equipos y los cuadros son contexto, acompañamiento, detalle anecdótico o decorado incluso. El que pone la música es el Presidente. Y el que la compone, también".
¿Creen ustedes que esto se limita al gobierno? ¡No!. También quiere administrar a la oposición. Quiso apropiarse de un evento opositor por antonomasia, como lo era el centenario del nacimiento de Eduardo Frei Montalva. Justificado, en parte, porque su ADN es DC (por algo uno de los apelativos con que este blog suele referirse a él es el de "IV Presidente DC").
En la Coalición por el Cambio, si ella hubiera existido (porque para efectos prácticos lo único que existe es la Alianza por Chile) no habrían sabido qué hacer, y en la Alianza, entonces, tampoco. ¿Cómo es esto de que el gobernante protagoniza los actos de la oposición? Muy sencillo, ambas son de él. Tanto, dicen en la Concertación, que a ésta la está haciendo desaparecer. Y por eso, cuando Carmen Frei se rebeló y organizó un acto paralelo en el centenario de su padre, y cuando hubo gente que advirtió sobre posibles contramanifestaciones al mandatario, éste resolvió trasladar "su" acto opositor al interior de La Moneda y ceder de mal grado la plaza de la Constitución a la DC, sin entender bien por qué se estaba produciendo semejante anomalía.
Como el tema (para él) es él y nada mas que él, ahora ha abordado el problema (que no existe) de los estadios. En "La Tercera" de hoy, pág. R3, se explica por qué: "Piñera ha comentado que tiene claro que hubo dos momentos políticos en los cuales Bachelet subió en las encuestas: cuando apareció en un tanque del Ejército y cuando inauguró estadios, explica un cercano del mandatario". Entonces quiere que el fisco le financie, para subir en las encuestas, un megaestadio similar al Stade de France y que se llamará "Estadio de Chile". Ya le quedó chica la idea de duplicar la capacidad del Nacional a 70 mil espectadores. Pues ese estadio ya nunca va a ser de él, porque lo hizo Arturo Alessandri y lo deshizo (casi) Michelle Bachelet, de modo que, aunque vuelva a recibir a 70 mil espectadores, nunca le dirán "estadio de Sebastián Piñera". De modo que, aunque el megaestadio costará 85 mil millones de pesos (la ampliación del Nacional ya costó 23 mil millones; entre ambos equivalen a más de dos tercios de lo que costó "comprar" el apoyo de la Concertación para la reforma educacional, precio que todo el mundo estima excesivamente caro), quiere hacerlo.
Se discute si se va a emplazar en el Parque O'Higgins, a raíz de lo cual éste desaparecería, o en Los Cerrillos, aprovechando que Ravinet ya lo hizo desaparecer. Pero en ambos casos será un estadio perfectamente innecesario, porque ya los hay numerosos en la capital y rara vez se llenan. El único club importante que no tiene uno es la "U", que considera para todos los efectos al Nacional como propio y no necesita otro lugar en el cual "los de Abajo" vayan a perpetrar depredaciones.
Lo que le sucede al Presidente se llama "megalomanía" y ha afectado otros gobernantes a lo largo de la historia, cuyos nombres no voy a citar, para no ofender a nadie.
En todo caso, los chilenos tenemos las cosas claras: sabemos quién gobierna y para quién. Y sabemos que no es para nosotros.
sábado, 22 de enero de 2011
¿Cómo Manejar a la Opinión Pública?
El Presidente de la República y el jefe de la UDI manifiestan preocupación por la carrera presidencial supuestamente desatada dentro del gabinete.
Paradójicamente, lo más reciente que ha hecho el primero ha sido añadir a dos competidores más a esa carrera, recurriendo al dudoso procedimiento de trasladar a dos parlamentarios siempre mencionados entre los "presidenciables" a participar en la contienda ya desatada dentro del ministerio.
Pero, lamentablemente para ellos, estas cosas dependen de la opinión pública, no de la voluntad de los políticos. Cada uno de éstos desearía que una gran mayoría de la gente (si es que no toda) pensara en él o ella como indiscutido futuro Presidente. Tal como Napoleón decía que en la mochila de todo soldado iba un gallardete de general, en la de todo político va una banda presidencial. Y resulta que la gente, apenas comenzado un gobierno, sobre todo si es corto (como los propios políticos dispusieron que lo fuera, pues el de la Constitución original era de ocho años), empieza a pensar en el sucesor del gobernante.
Los encuestadores se hacen cargo de este interés y por eso algunos siempre incluyen la pregunta acerca de quién goza de más preferencias para futuro Presidente. Hace un cuarto de siglo surgió así la figura de Hernán Büchi, que no era político ni tenía aspiraciones presidenciales, pero resultaba ser del gusto de la gente, en desmedro de connotados "señores políticos" que habían esperado pacientemente, o impacientemente, el fin del Gobierno Militar para satisfacer sus muy antiguas ambiciones. Las encuestas impusieron a Büchi, así como la astucia impuso a su rival, Patricio Aylwin.
Después las mismas encuestas dijeron que el preferido de la gente era Eduardo Frei. Todo el mundo "lo supo desde un principio", no obstante que había personajes como Ricardo Lagos que no podían ocultar su sorpresa ante la evidencia que creían tener de que sus merecimientos presidenciales eran tanto superiores a los de Frei. Y Lagos precipitó la idea de las primarias, sin precedentes entre nosotros, creyendo que cuando la gente lo viera y lo oyera frente a Frei no tendría dónde perderse, pero la gente "se perdió", Lagos fue derrotado en las primarias y Frei ampliamente electo.
Posteriormente surgió el fenómeno Lavín, que pasó a encabezar las encuestas desde el comienzo del gobierno de Frei y parecía que nada podia detenerlo, ni siquiera la frenética campaña de Sebastián Piñera por todo el país, hasta que éste se convenció de que no remontaba y, finalmente, Lavín fue candidato y perdió estrechamente contra quien era consagrado favorito de la Concertación por las encuestas, Lagos, ante lo cual nada pudo la tenacidad de Andrés Zaldívar, que forzó otra primaria, sólo para perderla. Finalmente, Lagos ganó estrechamente a Lavín gracias al voto comunista.
En ese tiempo las encuestas destacaron a una mujer, Soledad Alvear, que pasó a encabezarlas porfiadamente, hasta que una desconocida, llamada Michelle Bachelet, empezó a aparecer en ellas, gracias a haber sido nombrada ministra de Salud y haber reemplazado las colas ante los consultorios por un número que se podía pedir por teléfono, así es que uno podía esperar en su casa y no a la intemperie. Después desfiló sobre un tanque y el resto es historia.
Por el lado de la Alianza, Lavín seguía siendo el favorito en las encuestas, pero hubo un montaje del cual no quiero acordarme y a la vez otro personaje que no lograba remontar en ellas, llamado Sebastián Piñera, empezó a recorrer el país infatigablemente, "alojando en hoteles de quinta categoría", como él mismo ha dicho, y conquistando votos de consejeros de Renovación Nacional, hasta ser sorpresivamente proclamado candidato por este partido en la precisa sesión de su Consejo General convocada para designar candidato a Lavín, como lo pre-anunciaba el presidente de la colectividad, senador Sergio Diez, que se autoproclamaba "lavinista". Pero en la votación de RN triunfó Piñera, a quien hasta le sobraron consejeros. Finalmente, él pasó a segunda ronda y fue derrotado con cierta amplitud por Michelle Bachelet, ante la cual visiblemente escatimó recursos, porque sabía que la ventaja de ella era "irremontable", como diría Genaro Arriagada.
Después Piñera se puso inmediatamente a trabajar, ahora sin escatimar recursos, y pasó a encabezar las encuestas presidenciales durante cuatro años, preocupándose de hacer los ofrecimientos y amenazas necesarios para que no surgiera ningún candidato paralelo dentro de la Alianza, y pasó lo que pasó.
Y ahora la historia, como siempre, se repite: la gente se interesa por la carrera presidencial, como invariablemente lo ha hecho; los encuestadores no pueden menos que oír a la gente y hacen la pregunta en sus encuestas, y los competidores, aunque no se lo hubieran propuesto, van ocupando los lugares que las preferencias populares les señalan.
Eso no se puede evitar. Va a seguir teniendo lugar aunque el Presidente lo prohíba. Él podrá intervenir o no intervenir (como sostiene que fue el caso de la elección de la ANFP) y la gente podrá creerle o no (como también fue el caso de la ANFP), pero este proceso no lo puede impedir nadie.
Tenemos carrera presidencial y ella seguirá por los tres años que le restan a Sebastián Piñera, gústele o no a éste o a los presidentes de partidos o a los editorialistas, opinólogos, blogueros y clarividentes.
El país es así y contra eso no hay nada qué hacer.
Paradójicamente, lo más reciente que ha hecho el primero ha sido añadir a dos competidores más a esa carrera, recurriendo al dudoso procedimiento de trasladar a dos parlamentarios siempre mencionados entre los "presidenciables" a participar en la contienda ya desatada dentro del ministerio.
Pero, lamentablemente para ellos, estas cosas dependen de la opinión pública, no de la voluntad de los políticos. Cada uno de éstos desearía que una gran mayoría de la gente (si es que no toda) pensara en él o ella como indiscutido futuro Presidente. Tal como Napoleón decía que en la mochila de todo soldado iba un gallardete de general, en la de todo político va una banda presidencial. Y resulta que la gente, apenas comenzado un gobierno, sobre todo si es corto (como los propios políticos dispusieron que lo fuera, pues el de la Constitución original era de ocho años), empieza a pensar en el sucesor del gobernante.
Los encuestadores se hacen cargo de este interés y por eso algunos siempre incluyen la pregunta acerca de quién goza de más preferencias para futuro Presidente. Hace un cuarto de siglo surgió así la figura de Hernán Büchi, que no era político ni tenía aspiraciones presidenciales, pero resultaba ser del gusto de la gente, en desmedro de connotados "señores políticos" que habían esperado pacientemente, o impacientemente, el fin del Gobierno Militar para satisfacer sus muy antiguas ambiciones. Las encuestas impusieron a Büchi, así como la astucia impuso a su rival, Patricio Aylwin.
Después las mismas encuestas dijeron que el preferido de la gente era Eduardo Frei. Todo el mundo "lo supo desde un principio", no obstante que había personajes como Ricardo Lagos que no podían ocultar su sorpresa ante la evidencia que creían tener de que sus merecimientos presidenciales eran tanto superiores a los de Frei. Y Lagos precipitó la idea de las primarias, sin precedentes entre nosotros, creyendo que cuando la gente lo viera y lo oyera frente a Frei no tendría dónde perderse, pero la gente "se perdió", Lagos fue derrotado en las primarias y Frei ampliamente electo.
Posteriormente surgió el fenómeno Lavín, que pasó a encabezar las encuestas desde el comienzo del gobierno de Frei y parecía que nada podia detenerlo, ni siquiera la frenética campaña de Sebastián Piñera por todo el país, hasta que éste se convenció de que no remontaba y, finalmente, Lavín fue candidato y perdió estrechamente contra quien era consagrado favorito de la Concertación por las encuestas, Lagos, ante lo cual nada pudo la tenacidad de Andrés Zaldívar, que forzó otra primaria, sólo para perderla. Finalmente, Lagos ganó estrechamente a Lavín gracias al voto comunista.
En ese tiempo las encuestas destacaron a una mujer, Soledad Alvear, que pasó a encabezarlas porfiadamente, hasta que una desconocida, llamada Michelle Bachelet, empezó a aparecer en ellas, gracias a haber sido nombrada ministra de Salud y haber reemplazado las colas ante los consultorios por un número que se podía pedir por teléfono, así es que uno podía esperar en su casa y no a la intemperie. Después desfiló sobre un tanque y el resto es historia.
Por el lado de la Alianza, Lavín seguía siendo el favorito en las encuestas, pero hubo un montaje del cual no quiero acordarme y a la vez otro personaje que no lograba remontar en ellas, llamado Sebastián Piñera, empezó a recorrer el país infatigablemente, "alojando en hoteles de quinta categoría", como él mismo ha dicho, y conquistando votos de consejeros de Renovación Nacional, hasta ser sorpresivamente proclamado candidato por este partido en la precisa sesión de su Consejo General convocada para designar candidato a Lavín, como lo pre-anunciaba el presidente de la colectividad, senador Sergio Diez, que se autoproclamaba "lavinista". Pero en la votación de RN triunfó Piñera, a quien hasta le sobraron consejeros. Finalmente, él pasó a segunda ronda y fue derrotado con cierta amplitud por Michelle Bachelet, ante la cual visiblemente escatimó recursos, porque sabía que la ventaja de ella era "irremontable", como diría Genaro Arriagada.
Después Piñera se puso inmediatamente a trabajar, ahora sin escatimar recursos, y pasó a encabezar las encuestas presidenciales durante cuatro años, preocupándose de hacer los ofrecimientos y amenazas necesarios para que no surgiera ningún candidato paralelo dentro de la Alianza, y pasó lo que pasó.
Y ahora la historia, como siempre, se repite: la gente se interesa por la carrera presidencial, como invariablemente lo ha hecho; los encuestadores no pueden menos que oír a la gente y hacen la pregunta en sus encuestas, y los competidores, aunque no se lo hubieran propuesto, van ocupando los lugares que las preferencias populares les señalan.
Eso no se puede evitar. Va a seguir teniendo lugar aunque el Presidente lo prohíba. Él podrá intervenir o no intervenir (como sostiene que fue el caso de la elección de la ANFP) y la gente podrá creerle o no (como también fue el caso de la ANFP), pero este proceso no lo puede impedir nadie.
Tenemos carrera presidencial y ella seguirá por los tres años que le restan a Sebastián Piñera, gústele o no a éste o a los presidentes de partidos o a los editorialistas, opinólogos, blogueros y clarividentes.
El país es así y contra eso no hay nada qué hacer.
viernes, 21 de enero de 2011
¡Larga Vida a Arturo Martínez!
Hay que sostener el precio del dólar porque, si no, nuestra economía no sería competitiva. Pero, aunque bajara el dólar, si bajaran los costos de producción internos, nuestra economía se haría más competitiva.
Pero la política laboral de este "V Gobierno de la Concertación" está haciendo todo lo contrario, pues está contribuyendo a la inflexibilidad laboral y a que suban los costos de producción.
Como reconoce la nueva ministra del Trabajo, el post natal de seis meses elevará el costo de contratar mujeres. Luego, habrá menos empleos para ellas, o bien bajarán sus sueldos líquidos, o ambas cosas. Así es que ellas terminarán pagando la prolongación del post natal. El almuerzo gratis no existe.
Como todo eso es sabido, no se entiende por qué hay protestas cuando se informa de que, a igual trabajo, la remuneración de las mujeres es menor que la de los hombres. No podría ser de otra manera. La razón está en los post natales, salas cunas y otras cosas similares que elevan el costo del trabajo femenino.
También este gobierno anuncia que va a combatir los multi ruts. Estos nacen de que las empresas menores tienen menos costos de mano de obra que las mayores, porque evitan los sindicatos y las consiguientes politizaciones y huelgas, la obligación de tener salas-cunas y otros costos que aparecen cuando una empresa aumenta de tamaño. Entonces la grande divide su rut y elude esos mayores costos.
Si se le prohíbe dividir el rut, lo que va a hacer es avanzar un paso más y dividir no sólo el rut, sino la operación misma. Si no, sus costos van a aumentar, al mismo tiempo que lo hará el de contratar personal, por lo que creará menos empleos.
¿Ha notado alguien que las cifras sobre aumento del empleo en los últimos meses obedecen a que dos tercios de las nuevas ocupaciones son de "trabajadores independientes"? Porque las inflexibilidades laborales llevan a que se creen pocos trabajos dependientes, es decir, con contrato de trabajo.
Alguien debería investigar estos nuevos "trabajos independientes". ¿No serán muchos de ellos malabaristas que se instalan en los semáforos para ganarse unas monedas, y que ahora los "cambios metodológicos" en la encuesta hacen aparecer como "trabajadores independientes"?
Considero alarmantes las conversaciones de la nueva ministra del Trabajo con Arturo Martínez, dirigente socialista que lleva treinta años tratando de que se destruyan empleos en Chile, ideando las más variadas maneras de recargar los costos de contratación de las personas.
En los años '60 estuve en Hong Kong, que era una de las economías más dinámicas del mundo, gracias a que Gran Bretaña, a la cual pertenecía, admitía que operara ahí una economía completamente libre (al revés de lo que hacía en su propio suelo, pues en esos años los británicos tenían una legislación laboral y tributaria socialista). En Hong Kong las empresas y personas pagaban un impuesto a la renta único de 25 por ciento y la contratación de trabajadores era libre, pues la previsión y la salud de los que no tenían recursos se financiaba con ese 25 por ciento. No había necesidad de multi ruts (como tantos, además de las grandes empresas, tenemos en Chile, pues formamos sociedades para pagar el 17 por ciento (ahora 18,5, gracias al actual gobierno) y no el 40 por ciento que pagan las personas naturales de mayor ingreso. Pregunta: ¿se irá a suprimir también este multi rut? Arturo Martínez le aconsejará al gobierno que sí.
Si éste fuera un país de personas libres, cualquiera podría vender sus servicios libremente, de acuerdo con la autonomía de la voluntad y la libertad de contratar. Habría pleno empleo y estoy seguro de que no habría pobreza (sobre todo si el gasto social fuera directamente a los pobres y no a ministerios burocratizados, como hoy).
Bueno, por algo los refugiados de la guerra de Vietnam, que en los años '70 huían del comunismo (la "gente de los botes", como se la llamaba) en el único lugar donde encontraron realmente refugio y trabajo fue en la diminuta Hong Kong, que con flexibilidad laboral total ofrecía empleo a todos los que llegaban, mientras las grandes potencias económicas, llenas de "conquistas sociales" y con mercados laborales ultrarregulados, no eran capaces de absorber a toda esa masa que huía del comunismo.
Pero como ninguna cosa buena es eterna, Hong Kong terminó cayendo en manos de China. Pero, claro, la China comunista-capitalista sigue teniendo mercados laborales mucho menos regulados que Chile, y por eso, gracias a Arturo Martínez y quienes le dicen que sí a sus brillantes ideas, nos llenamos de cosas chinas que es muy caro producir en el Chile pletórico de "conquistas sociales", todo lo cual empeorará todavía más si, en lugar de bajar costos, liberar mercados y flexibilizar la contratación, seguimos persiguiendo a los multi ruts e ideando post natales cada vez más largos y hasta, como se ha ya anunciado, para los trabajadores varones.
¡Larga vida a Arturo Martínez! (deben decir los exportadores chinos).
Pero la política laboral de este "V Gobierno de la Concertación" está haciendo todo lo contrario, pues está contribuyendo a la inflexibilidad laboral y a que suban los costos de producción.
Como reconoce la nueva ministra del Trabajo, el post natal de seis meses elevará el costo de contratar mujeres. Luego, habrá menos empleos para ellas, o bien bajarán sus sueldos líquidos, o ambas cosas. Así es que ellas terminarán pagando la prolongación del post natal. El almuerzo gratis no existe.
Como todo eso es sabido, no se entiende por qué hay protestas cuando se informa de que, a igual trabajo, la remuneración de las mujeres es menor que la de los hombres. No podría ser de otra manera. La razón está en los post natales, salas cunas y otras cosas similares que elevan el costo del trabajo femenino.
También este gobierno anuncia que va a combatir los multi ruts. Estos nacen de que las empresas menores tienen menos costos de mano de obra que las mayores, porque evitan los sindicatos y las consiguientes politizaciones y huelgas, la obligación de tener salas-cunas y otros costos que aparecen cuando una empresa aumenta de tamaño. Entonces la grande divide su rut y elude esos mayores costos.
Si se le prohíbe dividir el rut, lo que va a hacer es avanzar un paso más y dividir no sólo el rut, sino la operación misma. Si no, sus costos van a aumentar, al mismo tiempo que lo hará el de contratar personal, por lo que creará menos empleos.
¿Ha notado alguien que las cifras sobre aumento del empleo en los últimos meses obedecen a que dos tercios de las nuevas ocupaciones son de "trabajadores independientes"? Porque las inflexibilidades laborales llevan a que se creen pocos trabajos dependientes, es decir, con contrato de trabajo.
Alguien debería investigar estos nuevos "trabajos independientes". ¿No serán muchos de ellos malabaristas que se instalan en los semáforos para ganarse unas monedas, y que ahora los "cambios metodológicos" en la encuesta hacen aparecer como "trabajadores independientes"?
Considero alarmantes las conversaciones de la nueva ministra del Trabajo con Arturo Martínez, dirigente socialista que lleva treinta años tratando de que se destruyan empleos en Chile, ideando las más variadas maneras de recargar los costos de contratación de las personas.
En los años '60 estuve en Hong Kong, que era una de las economías más dinámicas del mundo, gracias a que Gran Bretaña, a la cual pertenecía, admitía que operara ahí una economía completamente libre (al revés de lo que hacía en su propio suelo, pues en esos años los británicos tenían una legislación laboral y tributaria socialista). En Hong Kong las empresas y personas pagaban un impuesto a la renta único de 25 por ciento y la contratación de trabajadores era libre, pues la previsión y la salud de los que no tenían recursos se financiaba con ese 25 por ciento. No había necesidad de multi ruts (como tantos, además de las grandes empresas, tenemos en Chile, pues formamos sociedades para pagar el 17 por ciento (ahora 18,5, gracias al actual gobierno) y no el 40 por ciento que pagan las personas naturales de mayor ingreso. Pregunta: ¿se irá a suprimir también este multi rut? Arturo Martínez le aconsejará al gobierno que sí.
Si éste fuera un país de personas libres, cualquiera podría vender sus servicios libremente, de acuerdo con la autonomía de la voluntad y la libertad de contratar. Habría pleno empleo y estoy seguro de que no habría pobreza (sobre todo si el gasto social fuera directamente a los pobres y no a ministerios burocratizados, como hoy).
Bueno, por algo los refugiados de la guerra de Vietnam, que en los años '70 huían del comunismo (la "gente de los botes", como se la llamaba) en el único lugar donde encontraron realmente refugio y trabajo fue en la diminuta Hong Kong, que con flexibilidad laboral total ofrecía empleo a todos los que llegaban, mientras las grandes potencias económicas, llenas de "conquistas sociales" y con mercados laborales ultrarregulados, no eran capaces de absorber a toda esa masa que huía del comunismo.
Pero como ninguna cosa buena es eterna, Hong Kong terminó cayendo en manos de China. Pero, claro, la China comunista-capitalista sigue teniendo mercados laborales mucho menos regulados que Chile, y por eso, gracias a Arturo Martínez y quienes le dicen que sí a sus brillantes ideas, nos llenamos de cosas chinas que es muy caro producir en el Chile pletórico de "conquistas sociales", todo lo cual empeorará todavía más si, en lugar de bajar costos, liberar mercados y flexibilizar la contratación, seguimos persiguiendo a los multi ruts e ideando post natales cada vez más largos y hasta, como se ha ya anunciado, para los trabajadores varones.
¡Larga vida a Arturo Martínez! (deben decir los exportadores chinos).
jueves, 20 de enero de 2011
Privado de Protagonismo
El Presidente quería, una vez más, ser el principal protagonista. Venía preparando el terreno desde hace tiempo, comenzando por envolver en sus redes al senador Frei, lo que no le resultó difícil. Iba a ser orador central en el acto en la plaza de la Constitución, en el centenario del natalicio del ex Presidente Frei Montalva, hoy 20 de enero. Pero la ex senadora Carmen Frei, en vista de eso y más advertida que su hermano del evidente aprovechamiento político a expensas de la memoria de su padre, resolvió organizar una conmemoración separada.
La escenificación preparada por el "segundo piso" se vino abajo y finalmente el Presidente se resignó, no a dejar de ser protagonista (porque a eso no se resignará nunca), sino a encabezar sólo un acto secundario dentro de La Moneda. El evento relativamente mayor, poco numeroso, lo encabezó el senador Frei Ruiz-Tagle en la plaza de la Constitución, pero también resultó intrascendente.
Iba a ser un gran acontecimiento político transversal, que iba a prestarse para gran lucimiento, pero terminó siendo un triple testimonio de que el exceso de ambición por figurar sólo genera división.
El saldo noticioso fue lamentable. Acabo de ver en Teletrece breves versiones de las tres reuniones: de la de La Moneda sólo se destacó la frase del Presidente en que garantiza que "la muerte de un Presidente no puede quedar impune", avanzando así un prejuicio inadmisible acerca de un proceso en trámite; de la de la plaza de la Constitución, sólo similar abuso por parte del senador Frei, aseverando que su padre fue asesinado; de la de la ex senadora Frei, sus frases odiosas contra "la dictadura", cuyos esbirros, dijo, están de vuelta en La Moneda.
Es decir, los dos primeros oradores avalando uno de los procesos más vengonzosos e infundados que se hayan ventilado ante la justicia chilena, caracterizado por publicación sobre pruebas inexistentes, "informes periciales" de personas descalificadas, búsqueda de aprovechamiento político-propagandístico mediante oportunos anuncios judiciales en fechas previas a un evento electoral y procesamientos arbitrarios de personas inocentes, todo ello respaldado ante la opinión pública mediante versiones amañadas en programas televisivos sensacionalistas.
Eduardo Frei Montalva no fue un buen Presidente de la República, pero no se merecía el espectáculo de ambiciones mezquinas, propalaciones infundadas y diatribas odiosas con que se ha conmemorado el centenario de su nacimiento.
La escenificación preparada por el "segundo piso" se vino abajo y finalmente el Presidente se resignó, no a dejar de ser protagonista (porque a eso no se resignará nunca), sino a encabezar sólo un acto secundario dentro de La Moneda. El evento relativamente mayor, poco numeroso, lo encabezó el senador Frei Ruiz-Tagle en la plaza de la Constitución, pero también resultó intrascendente.
Iba a ser un gran acontecimiento político transversal, que iba a prestarse para gran lucimiento, pero terminó siendo un triple testimonio de que el exceso de ambición por figurar sólo genera división.
El saldo noticioso fue lamentable. Acabo de ver en Teletrece breves versiones de las tres reuniones: de la de La Moneda sólo se destacó la frase del Presidente en que garantiza que "la muerte de un Presidente no puede quedar impune", avanzando así un prejuicio inadmisible acerca de un proceso en trámite; de la de la plaza de la Constitución, sólo similar abuso por parte del senador Frei, aseverando que su padre fue asesinado; de la de la ex senadora Frei, sus frases odiosas contra "la dictadura", cuyos esbirros, dijo, están de vuelta en La Moneda.
Es decir, los dos primeros oradores avalando uno de los procesos más vengonzosos e infundados que se hayan ventilado ante la justicia chilena, caracterizado por publicación sobre pruebas inexistentes, "informes periciales" de personas descalificadas, búsqueda de aprovechamiento político-propagandístico mediante oportunos anuncios judiciales en fechas previas a un evento electoral y procesamientos arbitrarios de personas inocentes, todo ello respaldado ante la opinión pública mediante versiones amañadas en programas televisivos sensacionalistas.
Eduardo Frei Montalva no fue un buen Presidente de la República, pero no se merecía el espectáculo de ambiciones mezquinas, propalaciones infundadas y diatribas odiosas con que se ha conmemorado el centenario de su nacimiento.
miércoles, 19 de enero de 2011
¿Qué Diario Interpretó Mejor al Presidente?
Cuando Golborne fue asignado para resolver la crisis de Magallanes, pensé instintivamente: "lo echaron a los leones". Pero, por otro lado, era lógico, pues acababa de ser nombrado ministro de Energía. Y también pensé en algo que yo traje al periodismo y la política chilenos y que no es original mío, sino de un redactor de discursos de John F. Kennedy de apellido Schroeder o algo parecido, que tenía varios muebles metálicos llenos de carpetas con citas ingeniosas: el vocablo "crisis" se escribe en chino con dos caracteres, uno que significa "peligro" y el otro "oportunidad". Eso lo cité decenas de veces en la columna que tenía en "El Mercurio" (lo mismo que la enseñanza de que debía decirse "de dulce y de agraz" y no "de grasa", como todos decían hasta entonces) y todavía frecuentemente leo que políticos y comentaristas citan los dos caracteres chinos de las crisis y dicen "agraz". Son pequeños servicios que he prestado al país, y como nadie me los reconoce, lo hago yo.
Bueno, el hecho es que Golborne afrontó el peligro y aprovechó la oportunidad, solucionando la paralización de Magallanes. "Lo hizo de nuevo", pensé al verlo en CNN. Después leí en "La Segunda" que los encuestadores preveían para él un nuevo envión en las encuestas.
Yo me preguntaba qué pensarían Sebastián Piñera y Rodrigo Hinzpeter de todo esto. Naturalmente, tienen un problema menos y, por lo tanto, como Gobierno, están satisfechos. Pero ¿y la ventaja adicional de Golborne en la carrera que todos coinciden en calificar de anticipada, inoportuna, inconveniente y perjudicial, pero que está en pleno desarrollo, qué les parecerá a Piñera y Hinzpeter?
Los diarios traen la respuesta. "El Mercurio" trae la noticia en primera página, pero en titular secundario. Y en una página interior (muy interior) informa de la solución alcanzada en Punta Arenas, pero en la fotografía principal que ilustra la noticia no aparece Golborne, sino el obispo Bastres, como la figura principal del acuerdo. Lo malo es que Bastres había renunciado a seguir mediando. Y también informa de otras dos cosas: que el Presidente reivindica el acuerdo como obra del Gobierno, como por supuesto lo es; y que el ministro del Interior liga el éxito alcanzado al anuncio suyo de que se aplicaría la Ley de Seguridad Interior. "Yo también fui", dice, y tiene razón, porque Golborne entregó la zanahoria, pero el palo con que amenazaba Hinzpeter no era menos convincente.
"La Tercera" dedicó su principal titular a la noticia del acuerdo y, en una bajada, dijo lo que era obvio: que Piñera se esforzaba por reivindicarlo para todo el gobierno. Pero esa bajada tenía un retintín.
"La Cuarta", como siempre, dedicó su principal titular a la farándula, pero en primera página dijo que ahora "Golborne la hizo de taquito". Muy laudatorio para él.
"Las Últimas Noticias" informó en páginas interiores, pero la ilustración principal fue para Golborne y no para Bastres.
¿Y qué dice Golborne? Algo perfecto y hasta, a lo mejor, cierto: que él está preocupado de hacer su trabajo y de cumplir los encargos del Presidente y no de cómo le vaya en las encuestas. Lo mismo que probablemente dice Lavín, que consiguió un logro político con el acuerdo educacional y "viene atropellando por los palos". Pero Golborne, sin proponérselo, lo ha opacado.
¿Qué diario reflejó mejor los deseos del Presidente? En esta oportunidad creo que no hay posibilidad de equivocarse.
Bueno, el hecho es que Golborne afrontó el peligro y aprovechó la oportunidad, solucionando la paralización de Magallanes. "Lo hizo de nuevo", pensé al verlo en CNN. Después leí en "La Segunda" que los encuestadores preveían para él un nuevo envión en las encuestas.
Yo me preguntaba qué pensarían Sebastián Piñera y Rodrigo Hinzpeter de todo esto. Naturalmente, tienen un problema menos y, por lo tanto, como Gobierno, están satisfechos. Pero ¿y la ventaja adicional de Golborne en la carrera que todos coinciden en calificar de anticipada, inoportuna, inconveniente y perjudicial, pero que está en pleno desarrollo, qué les parecerá a Piñera y Hinzpeter?
Los diarios traen la respuesta. "El Mercurio" trae la noticia en primera página, pero en titular secundario. Y en una página interior (muy interior) informa de la solución alcanzada en Punta Arenas, pero en la fotografía principal que ilustra la noticia no aparece Golborne, sino el obispo Bastres, como la figura principal del acuerdo. Lo malo es que Bastres había renunciado a seguir mediando. Y también informa de otras dos cosas: que el Presidente reivindica el acuerdo como obra del Gobierno, como por supuesto lo es; y que el ministro del Interior liga el éxito alcanzado al anuncio suyo de que se aplicaría la Ley de Seguridad Interior. "Yo también fui", dice, y tiene razón, porque Golborne entregó la zanahoria, pero el palo con que amenazaba Hinzpeter no era menos convincente.
"La Tercera" dedicó su principal titular a la noticia del acuerdo y, en una bajada, dijo lo que era obvio: que Piñera se esforzaba por reivindicarlo para todo el gobierno. Pero esa bajada tenía un retintín.
"La Cuarta", como siempre, dedicó su principal titular a la farándula, pero en primera página dijo que ahora "Golborne la hizo de taquito". Muy laudatorio para él.
"Las Últimas Noticias" informó en páginas interiores, pero la ilustración principal fue para Golborne y no para Bastres.
¿Y qué dice Golborne? Algo perfecto y hasta, a lo mejor, cierto: que él está preocupado de hacer su trabajo y de cumplir los encargos del Presidente y no de cómo le vaya en las encuestas. Lo mismo que probablemente dice Lavín, que consiguió un logro político con el acuerdo educacional y "viene atropellando por los palos". Pero Golborne, sin proponérselo, lo ha opacado.
¿Qué diario reflejó mejor los deseos del Presidente? En esta oportunidad creo que no hay posibilidad de equivocarse.
lunes, 17 de enero de 2011
"Fucking Country"
No traduzco el título, porque es muy grosero, pero es la expresión que usó un turista holandés, en la televisión extranjera, para referirse a Chile, tras lo cual añadió que jamás volvería a visitarnos. Es que había estado secuestrado varios días en Puerto Natales, de manera ilegal y arbitraria, por una cáfila de tipos sin ningún derecho a hacerlo y completamente impunes, pues ni la autoridad civil ni la policía hicieron nada por impedirles cometer el delito, que afectó a mucha gente.
Al final un avión de transporte de la FACH, a enorme costo que, por supuesto, ninguno de los bloqueadores de caminos va a pagar, estuvo volando incesantemente hasta Punta Arenas para evacuar a los rehenes y permitir que desde allí volvieran a sus ciudades o países de destino.
Este no es un tema de precio del gas ni de si los magallánicos merecen recibir el 90 por ciento o el 80 por ciento del mismo gratis, sino de mínima vigencia del orden público y del principio de autoridad.
Tardíamente y por fin, el Gobierno ha reaccionado y ¡mandado a un abogado para querellarse! (cuando lo que debería haber mandado, a los cinco minutos de iniciada la asonada, era a los carabineros a despejar las barricadas y apresar a quienes las habían alzado), se han levantado la voces melifluas de siempre, advirtiendo acerca de la gravedad que envuelve aplicar las leyes. ¡Toda una exageración, por supuesto!
Si el Gobierno no se pone firme ahora, el "country" se va a poner todavía más "fucking", y a la ruina económica de la Araucanía, donde se ha transigido por años con la violencia terrorista y, peor aún, se la ha premiado con donaciones de tierras; a la ruina turística de Pascua, donde sigue usurpado un hotel de última generación y que costó decenas de millones de dólares; y a la ruina de Magallanes, que, aparte de quedarse sin gas por exceso de consumo y falta de exploración (son siempre las consecuencias de precios artificialmente bajos), se va a ir quedando sin turistas, van a venir otras ruinas en otras partes, provocadas por tipos que han aprendido la lección, es decir, que el uso de la fuerza ilícita queda impune y además produce plata.
En resumen, estamos ante "the Chilean way" para tener un "fucking country". Y cuando lo tengamos, va a volver a haber mucha gente diciendo que lo que se necesita acá es la mano firme de un general como el que falleció hace no demasiados años. ¿O no era eso lo que decía la gente en situaciones de disolución social, como las de 1952 y 1973?
Al final un avión de transporte de la FACH, a enorme costo que, por supuesto, ninguno de los bloqueadores de caminos va a pagar, estuvo volando incesantemente hasta Punta Arenas para evacuar a los rehenes y permitir que desde allí volvieran a sus ciudades o países de destino.
Este no es un tema de precio del gas ni de si los magallánicos merecen recibir el 90 por ciento o el 80 por ciento del mismo gratis, sino de mínima vigencia del orden público y del principio de autoridad.
Tardíamente y por fin, el Gobierno ha reaccionado y ¡mandado a un abogado para querellarse! (cuando lo que debería haber mandado, a los cinco minutos de iniciada la asonada, era a los carabineros a despejar las barricadas y apresar a quienes las habían alzado), se han levantado la voces melifluas de siempre, advirtiendo acerca de la gravedad que envuelve aplicar las leyes. ¡Toda una exageración, por supuesto!
Si el Gobierno no se pone firme ahora, el "country" se va a poner todavía más "fucking", y a la ruina económica de la Araucanía, donde se ha transigido por años con la violencia terrorista y, peor aún, se la ha premiado con donaciones de tierras; a la ruina turística de Pascua, donde sigue usurpado un hotel de última generación y que costó decenas de millones de dólares; y a la ruina de Magallanes, que, aparte de quedarse sin gas por exceso de consumo y falta de exploración (son siempre las consecuencias de precios artificialmente bajos), se va a ir quedando sin turistas, van a venir otras ruinas en otras partes, provocadas por tipos que han aprendido la lección, es decir, que el uso de la fuerza ilícita queda impune y además produce plata.
En resumen, estamos ante "the Chilean way" para tener un "fucking country". Y cuando lo tengamos, va a volver a haber mucha gente diciendo que lo que se necesita acá es la mano firme de un general como el que falleció hace no demasiados años. ¿O no era eso lo que decía la gente en situaciones de disolución social, como las de 1952 y 1973?
domingo, 16 de enero de 2011
Cosas Que No Debo Dejar Pasar
Siempre he dicho que podría escribir varios comentarios como éste todos los días, pues sobran los temas que me motivan. Pero no puedo cubrirlos todos. Sin embargo, hay algunos que merecen una referencia. Hoy son tres:
El primero, que un juez de izquierda, sin sorprender a nadie, ha denegado la extradición a Colombia de un guerrillero chileno del FPMR cuyos contactos con las FARC han sido más que acreditados. Ojalá ese juez hubiera tenido el mismo rigor para exigir pruebas contra los uniformados chilenos que derrotaron a la guerrilla marxista. A ellos se les procesa y condena incluso por delitos que objetivamente no existen, como el de secuestro permanente. Esto se hace para eludir la aplicación de leyes que sí existen y están vigentes. Y en algunos casos procesan y condenan sin siquiera pruebas de participación, basados sólo en presunciones. Pues bien, aunque para la extradición no se requiere probar la participación en el delito, sino sólo que existan presunciones fundadas de ella, el juez de izquierda la ha rechazado por estimar que no las hay, pese a las fotografías del guerrillero con los jefes de las FARC y a sus comunicaciones con ellos. Es de esperar que la Corte Suprema, ante la cual se ha apelado, revoque la liberación del frentista y éste sea sometido a los tribunales colombianos. Está bien que don Patricio Aylwin haya indultado a los terroristas y les haya concedido cuantiosos beneficios económicos, pero que eso signifique carta blanca para seguir ejerciendo el terrorismo incluso en otros países, parece ser un exceso aún desde el punto de vista de él.
Un segundo asunto que me siento motivado a comentar es el vejamen sufrido por el mismo don Patricio Aylwin y por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, en un acto en el Museo de la Memoria marxista, que, como tal, es de la Desmemoria, pues oculta la parte fundamental de los hechos que pretende perpetuar: que los fundadores del Museo fueron los iniciadores de la violencia armada en Chile. A don Patricio, a quien tanto le deben en lo penal y en lo económico los terroristas de izquierda y su entorno, éstos lo han tratado ayer de "traidor" por haber apoyado el Pronunciamiento de 1973. No han tenido en cuenta que entonces don Patricio temía por él y su familia, que estaban en inminente peligro de tener que vivir para siempre bajo un régimen totalitario. Por eso apoyó a los militares y hasta les ofreció colaboración en enero de 1974, como lo he documentado en mi libro "Terapia Para Cerebros Lavados". Pero en 1990 ya don Patricio, elegido con votos de la extrema izquierda, entre otros, no tenía ese miedo, de modo que no necesitaba que lo salvaran los militares. Sin embargo, sí tenía otro: sabía que los terroristas de izquierda tenían armas y podían cometer atentados, como de hecho lo hicieron en no pocos casos, entre ellos los de los generales Leigh y Ruiz Bunger y del senador Jaime Guzmán. Por eso hizo lo que querían los terroristas de izquierda, que era condenar a los militares a través del Informe Rettig e impetrar de la Corte Suprema la no aplicación a sus casos de la amnistía, cosa que materializó en una carta a dicho tribunal que trasgredió la Constitución y lo debería haber hecho pasible de juicio político. Pero los terroristas no se conforman con nada y ahora le gritan "traidor", cosa que ni siquiera hacen los que sí fueron traicionados por él. ¡Justicia divina!, diría Julio Martínez. En cuanto a Hinzpeter, por irse a meter donde no tiene nada qué hacer, con su pan se lo coma. Si pretende el voto marxista para remontar en las encuestas, lo que le han gritado ayer demuestra que no se lo van a dar.
El tercer punto que quería tocar es la panoplia de insultos usados por los dirigentes del fútbol triunfadores en la elección de la ANFP. Hubo uno que hasta se importó de España ("sinvergüenzonerías"), aplicado por el dirigente Jorge Segovia cuando se pidió su inhabilidad por haber sido elegido en contravención al reglamento. Otro dirigente destacado por su virulencia verbal fue el presidente de la "U", Federico Valdés, que calificó de "asqueroso" pretender que se aplicara el reglamento al mismo caso y luego, cuando se publicó que el nuevo candidato a presidente de su lista era objeto de denuncias de violencia intrafamiliar, señaló que dar a conocer lo anterior era "lo más inmundo que he visto en mi vida" y algo "propio de un gángster". Ahora deberá hacer extensivos esos calificativos a la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, que ha protestado por que se haya elegido en la ANFP a una persona formalizada por violencia intrafamiliar, y al director responsable de "El Mercurio", en cuya edición de hoy se han detallado las denuncias de 28 de mayo de 2009 y 22 de septiembre de 2010, contra el presidente recién elegido de la ANFP, y su formalización como autor de lesiones menos graves, de fecha 8 de noviembre de 2010.
Lamentablemente, quedamos en la categoría de autores de maniobras "asquerosas", "inmundas" y "propias de gángsters", en la particular nomenclatura ética del presidente de la "U", todos los que pensamos que deben aplicarse los reglamentos y transparentarse los antecedentes personales de quienes aspiren a cargos de alta figuración pública.
El primero, que un juez de izquierda, sin sorprender a nadie, ha denegado la extradición a Colombia de un guerrillero chileno del FPMR cuyos contactos con las FARC han sido más que acreditados. Ojalá ese juez hubiera tenido el mismo rigor para exigir pruebas contra los uniformados chilenos que derrotaron a la guerrilla marxista. A ellos se les procesa y condena incluso por delitos que objetivamente no existen, como el de secuestro permanente. Esto se hace para eludir la aplicación de leyes que sí existen y están vigentes. Y en algunos casos procesan y condenan sin siquiera pruebas de participación, basados sólo en presunciones. Pues bien, aunque para la extradición no se requiere probar la participación en el delito, sino sólo que existan presunciones fundadas de ella, el juez de izquierda la ha rechazado por estimar que no las hay, pese a las fotografías del guerrillero con los jefes de las FARC y a sus comunicaciones con ellos. Es de esperar que la Corte Suprema, ante la cual se ha apelado, revoque la liberación del frentista y éste sea sometido a los tribunales colombianos. Está bien que don Patricio Aylwin haya indultado a los terroristas y les haya concedido cuantiosos beneficios económicos, pero que eso signifique carta blanca para seguir ejerciendo el terrorismo incluso en otros países, parece ser un exceso aún desde el punto de vista de él.
Un segundo asunto que me siento motivado a comentar es el vejamen sufrido por el mismo don Patricio Aylwin y por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, en un acto en el Museo de la Memoria marxista, que, como tal, es de la Desmemoria, pues oculta la parte fundamental de los hechos que pretende perpetuar: que los fundadores del Museo fueron los iniciadores de la violencia armada en Chile. A don Patricio, a quien tanto le deben en lo penal y en lo económico los terroristas de izquierda y su entorno, éstos lo han tratado ayer de "traidor" por haber apoyado el Pronunciamiento de 1973. No han tenido en cuenta que entonces don Patricio temía por él y su familia, que estaban en inminente peligro de tener que vivir para siempre bajo un régimen totalitario. Por eso apoyó a los militares y hasta les ofreció colaboración en enero de 1974, como lo he documentado en mi libro "Terapia Para Cerebros Lavados". Pero en 1990 ya don Patricio, elegido con votos de la extrema izquierda, entre otros, no tenía ese miedo, de modo que no necesitaba que lo salvaran los militares. Sin embargo, sí tenía otro: sabía que los terroristas de izquierda tenían armas y podían cometer atentados, como de hecho lo hicieron en no pocos casos, entre ellos los de los generales Leigh y Ruiz Bunger y del senador Jaime Guzmán. Por eso hizo lo que querían los terroristas de izquierda, que era condenar a los militares a través del Informe Rettig e impetrar de la Corte Suprema la no aplicación a sus casos de la amnistía, cosa que materializó en una carta a dicho tribunal que trasgredió la Constitución y lo debería haber hecho pasible de juicio político. Pero los terroristas no se conforman con nada y ahora le gritan "traidor", cosa que ni siquiera hacen los que sí fueron traicionados por él. ¡Justicia divina!, diría Julio Martínez. En cuanto a Hinzpeter, por irse a meter donde no tiene nada qué hacer, con su pan se lo coma. Si pretende el voto marxista para remontar en las encuestas, lo que le han gritado ayer demuestra que no se lo van a dar.
El tercer punto que quería tocar es la panoplia de insultos usados por los dirigentes del fútbol triunfadores en la elección de la ANFP. Hubo uno que hasta se importó de España ("sinvergüenzonerías"), aplicado por el dirigente Jorge Segovia cuando se pidió su inhabilidad por haber sido elegido en contravención al reglamento. Otro dirigente destacado por su virulencia verbal fue el presidente de la "U", Federico Valdés, que calificó de "asqueroso" pretender que se aplicara el reglamento al mismo caso y luego, cuando se publicó que el nuevo candidato a presidente de su lista era objeto de denuncias de violencia intrafamiliar, señaló que dar a conocer lo anterior era "lo más inmundo que he visto en mi vida" y algo "propio de un gángster". Ahora deberá hacer extensivos esos calificativos a la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, que ha protestado por que se haya elegido en la ANFP a una persona formalizada por violencia intrafamiliar, y al director responsable de "El Mercurio", en cuya edición de hoy se han detallado las denuncias de 28 de mayo de 2009 y 22 de septiembre de 2010, contra el presidente recién elegido de la ANFP, y su formalización como autor de lesiones menos graves, de fecha 8 de noviembre de 2010.
Lamentablemente, quedamos en la categoría de autores de maniobras "asquerosas", "inmundas" y "propias de gángsters", en la particular nomenclatura ética del presidente de la "U", todos los que pensamos que deben aplicarse los reglamentos y transparentarse los antecedentes personales de quienes aspiren a cargos de alta figuración pública.
sábado, 15 de enero de 2011
Muchachos Impacientes Que Ya No Son Muchachos
A veces me equivoco, pero siempre lo hago de buena fe. En estos días, fundado en un diario serio, dije que ENAP había perdido cuatro mil millones de dólares en los últimos años, según el entonces ministro Raineri. Hoy "El Mercurio" precisa que la pérdida ha sido mil millones en los últimos tres años. "I stand corrected", frase que, por ser en inglés, le permite a uno salir airosamente de una metida de pata.
Raineri no debió irse, porque estaba haciendo bien su trabajo, pero, como era un técnico y no un político, decía las cosas "pan pan, vino vino" (que la fiesta de los magallánicos con el gas a la octava parte de su precio, a costa de ENAP, debía terminar) y eso es absolutamente correcto, pero políticamente inadmisible.
Felipe Morandé era otro gran ministro, enfrentado a una misión imposible: dejar contentos a los santiaguinos y, al mismo tiempo, financiar el Transantiago. No debería haber salido del gabinete, porque difícilmente alguien lo podría hacer mejor que él. Había sucedido a René Cortazar, otro tipo muy competente, que tampoco había conseguido que dos más dos fueran cinco, porque de eso se trata el Transantiago: un porcentaje de la gente quiere seguir sin pagar el pasaje, sin que se lo suban, con un mejor servicio y eliminando el déficit de 60 millones de dólares mensuales. Esta fiesta de los santiaguinos es como cinco veces la que se pegan los magallánicos, pero Felipe tuvo cuidado de no ponerla en evidencia, como Raineri. Así y todo, se ha ido. Tengo la impresión de que renunció voluntariamente, como lo sugiere el que, hasta el momento de escribir estas líneas, "el hombre que se las sabe todas" no haya podido encontrarle reemplazante. Pero que sea mejor que Cortázar y Morandé lo veo muy difícil.
Si el nuevo ministro fuera el hoy senador Alberto Espina (todo puede ser) volverían a trabajar juntos los cuatro "muchachos impacientes" de RN, según el título del libro que Cristián Bofill escribió a comienzos de los '90, después de que ellos, para decirlo en buen chileno, "dejaron la crema".
La gota que colmó el vaso fue la conspiración urdida por Sebastián Piñera contra Evelyn Matthei y revelada por Ricardo Claro mediante una grabadora Kioto en el programa "A Eso De...", de Megavisión. Resultaron truncadas las pre-candidaturas presidenciales de Sebastián y la Evelyn (que fue víctima de esa conspiración por ir ganando a aquél en las encuestas). Al final, la víctima (la Evelyn) pidió públicamente perdón y recibió las mayores sanciones partidarias; el victimario (Sebastián) quedó convertido en víctima y, como es magnánimo, perdonó a la Evelyn; Allamand emprendió su "travesía del desierto" y se marchó a los Estados Unidos, donde una vez un funcionario del Chilean Desk me había dicho, unos siete años antes de todo eso, que Andrés iba a ser Presidente de Chile, aspiración a la cual, yo creo, todavía éste no ha renunciado; y el país, como de costumbre, no entendió nada, salvo que no debía seguir marcando preferencias por Sebastián ni la Evelyn en las encuestas. Además, se demoró años en perdonar a Ricardo Claro, por el delito de revelar la verdadera personalidad de un político importante.
Bueno, al menos tres de los cuatro "muchachos impacientes" del '93 vuelven a trabajar juntos; y si Alberto Espina es designado en Transportes (es sólo una idea), volverían a estar los cuatro. Ahora tienen más años, más experiencia y se conocen mejor, de manera que el país puede confiar en que no volverán a terminar como el '93.
Raineri no debió irse, porque estaba haciendo bien su trabajo, pero, como era un técnico y no un político, decía las cosas "pan pan, vino vino" (que la fiesta de los magallánicos con el gas a la octava parte de su precio, a costa de ENAP, debía terminar) y eso es absolutamente correcto, pero políticamente inadmisible.
Felipe Morandé era otro gran ministro, enfrentado a una misión imposible: dejar contentos a los santiaguinos y, al mismo tiempo, financiar el Transantiago. No debería haber salido del gabinete, porque difícilmente alguien lo podría hacer mejor que él. Había sucedido a René Cortazar, otro tipo muy competente, que tampoco había conseguido que dos más dos fueran cinco, porque de eso se trata el Transantiago: un porcentaje de la gente quiere seguir sin pagar el pasaje, sin que se lo suban, con un mejor servicio y eliminando el déficit de 60 millones de dólares mensuales. Esta fiesta de los santiaguinos es como cinco veces la que se pegan los magallánicos, pero Felipe tuvo cuidado de no ponerla en evidencia, como Raineri. Así y todo, se ha ido. Tengo la impresión de que renunció voluntariamente, como lo sugiere el que, hasta el momento de escribir estas líneas, "el hombre que se las sabe todas" no haya podido encontrarle reemplazante. Pero que sea mejor que Cortázar y Morandé lo veo muy difícil.
Si el nuevo ministro fuera el hoy senador Alberto Espina (todo puede ser) volverían a trabajar juntos los cuatro "muchachos impacientes" de RN, según el título del libro que Cristián Bofill escribió a comienzos de los '90, después de que ellos, para decirlo en buen chileno, "dejaron la crema".
La gota que colmó el vaso fue la conspiración urdida por Sebastián Piñera contra Evelyn Matthei y revelada por Ricardo Claro mediante una grabadora Kioto en el programa "A Eso De...", de Megavisión. Resultaron truncadas las pre-candidaturas presidenciales de Sebastián y la Evelyn (que fue víctima de esa conspiración por ir ganando a aquél en las encuestas). Al final, la víctima (la Evelyn) pidió públicamente perdón y recibió las mayores sanciones partidarias; el victimario (Sebastián) quedó convertido en víctima y, como es magnánimo, perdonó a la Evelyn; Allamand emprendió su "travesía del desierto" y se marchó a los Estados Unidos, donde una vez un funcionario del Chilean Desk me había dicho, unos siete años antes de todo eso, que Andrés iba a ser Presidente de Chile, aspiración a la cual, yo creo, todavía éste no ha renunciado; y el país, como de costumbre, no entendió nada, salvo que no debía seguir marcando preferencias por Sebastián ni la Evelyn en las encuestas. Además, se demoró años en perdonar a Ricardo Claro, por el delito de revelar la verdadera personalidad de un político importante.
Bueno, al menos tres de los cuatro "muchachos impacientes" del '93 vuelven a trabajar juntos; y si Alberto Espina es designado en Transportes (es sólo una idea), volverían a estar los cuatro. Ahora tienen más años, más experiencia y se conocen mejor, de manera que el país puede confiar en que no volverán a terminar como el '93.
viernes, 14 de enero de 2011
Cosas Sin Importancia
Ayer supe la noticia a través de una persona que recién la había visto en TV: Jaime Ravinet le presentó su renuncia al Ministro del Interior. Hoy, dependiendo del diario que uno leyera, el Presidente le pidió la renuncia a Ravinet o éste se adelantó a presentarla. Pero no tiene importancia.
A un Presidente que siempre tiene que salir primero en todo es inútil renunciarle, porque al final siempre aparecerá él pidiéndola primero.
Son cosas sin importancia, pero estructuran una forma de gobernar y de informar. Porque si hay una diferencia entre lo que pasó y lo que se informó, esa diferencia la determina el gobernante. Pero, en fin, como dije, tampoco tiene mucha importancia.
El Ejército resolvió comprar un puente meccano para el Bío Bío, para colaborar en la reconstrucción. La Contraloría objetó. Además, Obras Públicas tenía un puente más barato. No fue Ravinet, pero hizo un comentario desafortunado, porque nadie lo entendió ("el puente vale callampa"). Catalina, ya van dos.
La Armada invitó a parlamentarios de Defensa a un viaje en el "Aquiles", con señoras. Señal de poca austeridad. Se la cargaron también a Ravinet. ¿Dijo él que convidaran a las señoras? No está probado, pero se lo cargaron a él. Catalina, ya van tres.
Cuando la Iglesia propuso un indulto general que alcanzara a los militares, Ravinet estuvo de acuerdo, pero el Presidente, que, todos sabemos, está a la izquierda de Ravinet en cuanto a perdonar militares, desechó la idea. Van cuatro, Catalina. Entonces la Iglesia se asustó y aclaró que no había pensado en pedir perdón para los militares. Políticamente correcto, pero no tuvo importancia y el que quedó mal fue Ravinet.
El Ejército resolvió comprar una casa de un millón de dólares para el Jefe del Estado Mayor Conjunto, una institución que se le ocurrió crear a la Concertación, en lo cual tuvo el apoyo de la Alianza, como otros disparates de la Concertación. Porque Chile había funcionado bien y había podido ganar todas sus guerras sin Jefe del Estado Mayor Conjunto que tuviera que vivir en una casa de un millón de dólares. Pero de nuevo la imagen de austeridad salía mal parada. ¿A quién echarle la culpa? Obvio, a Ravinet, incluso aunque no lo hubiera decidido él ni, excepcionalmente, dijera nada inadecuado al respecto. ¡Van cinco, Catalina!
Pero ¿a quién diablos se le ocurrrió nombrar ministro a Ravinet? ¿Al Presidente? No, por supuesto, porque él no comete errores. Hay que buscar a quién echarle la culpa, Eso es de la esencia de cualquier oficio.
Ravinet está en estos momentos en Pucón y probablemente no tiene tiempo para leer los diarios e informarse sobre si él renunció antes o después de que el Presidente le pidiera la renuncia. Lo único claro es que si lee diferentes diarios se va a quedar con la duda. Lo cual, por lo demás, a estas alturas no tiene ninguna importancia.
El puente meccano ya se va a terminar. Es el más caro de los dos, dicen, pero a estas altura empezar otro saldría todavía más caro. Al viaje del "Aquiles" fueron todos sin señoras, contradiciendo una vieja máxima campesina que aprendí en mi juventud: "hay que viajar siempre con mujer, aunque sea con la propia". El Jefe del Estado Mayor Conjunto deberá, aparte de averiguar qué puede hacer en su cargo, conformarse con una casa de menos de un millón de dólares. Sus cocteles serán menos lucidos, pero una persona con rigurosa formación militar puede sobrevivir a eso.
En todo caso, ya ninguno de los anteriores es problema de Ravinet. Incluso, dicen, nadie pretende culparlo por lo que está sucediendo en Magallanes. Pero eso tiene importancia, tanto que un diputado ha anunciado de la manera más solemne en que se puede expresar algo hoy día (por twitter): "No nos ganarán, y si no, cheee, nos vamos al otro lado del alambre". Eso es lo más grave de todo lo que ha sucedido últimamente. ¿Se puede ser diputado chileno y escribir eso? Pero como es algo importante, lo excluyo de ete comentario. ¡Ah!, y en esto último tampoco tuvo nada que ver Ravinet.
A un Presidente que siempre tiene que salir primero en todo es inútil renunciarle, porque al final siempre aparecerá él pidiéndola primero.
Son cosas sin importancia, pero estructuran una forma de gobernar y de informar. Porque si hay una diferencia entre lo que pasó y lo que se informó, esa diferencia la determina el gobernante. Pero, en fin, como dije, tampoco tiene mucha importancia.
El Ejército resolvió comprar un puente meccano para el Bío Bío, para colaborar en la reconstrucción. La Contraloría objetó. Además, Obras Públicas tenía un puente más barato. No fue Ravinet, pero hizo un comentario desafortunado, porque nadie lo entendió ("el puente vale callampa"). Catalina, ya van dos.
La Armada invitó a parlamentarios de Defensa a un viaje en el "Aquiles", con señoras. Señal de poca austeridad. Se la cargaron también a Ravinet. ¿Dijo él que convidaran a las señoras? No está probado, pero se lo cargaron a él. Catalina, ya van tres.
Cuando la Iglesia propuso un indulto general que alcanzara a los militares, Ravinet estuvo de acuerdo, pero el Presidente, que, todos sabemos, está a la izquierda de Ravinet en cuanto a perdonar militares, desechó la idea. Van cuatro, Catalina. Entonces la Iglesia se asustó y aclaró que no había pensado en pedir perdón para los militares. Políticamente correcto, pero no tuvo importancia y el que quedó mal fue Ravinet.
El Ejército resolvió comprar una casa de un millón de dólares para el Jefe del Estado Mayor Conjunto, una institución que se le ocurrió crear a la Concertación, en lo cual tuvo el apoyo de la Alianza, como otros disparates de la Concertación. Porque Chile había funcionado bien y había podido ganar todas sus guerras sin Jefe del Estado Mayor Conjunto que tuviera que vivir en una casa de un millón de dólares. Pero de nuevo la imagen de austeridad salía mal parada. ¿A quién echarle la culpa? Obvio, a Ravinet, incluso aunque no lo hubiera decidido él ni, excepcionalmente, dijera nada inadecuado al respecto. ¡Van cinco, Catalina!
Pero ¿a quién diablos se le ocurrrió nombrar ministro a Ravinet? ¿Al Presidente? No, por supuesto, porque él no comete errores. Hay que buscar a quién echarle la culpa, Eso es de la esencia de cualquier oficio.
Ravinet está en estos momentos en Pucón y probablemente no tiene tiempo para leer los diarios e informarse sobre si él renunció antes o después de que el Presidente le pidiera la renuncia. Lo único claro es que si lee diferentes diarios se va a quedar con la duda. Lo cual, por lo demás, a estas alturas no tiene ninguna importancia.
El puente meccano ya se va a terminar. Es el más caro de los dos, dicen, pero a estas altura empezar otro saldría todavía más caro. Al viaje del "Aquiles" fueron todos sin señoras, contradiciendo una vieja máxima campesina que aprendí en mi juventud: "hay que viajar siempre con mujer, aunque sea con la propia". El Jefe del Estado Mayor Conjunto deberá, aparte de averiguar qué puede hacer en su cargo, conformarse con una casa de menos de un millón de dólares. Sus cocteles serán menos lucidos, pero una persona con rigurosa formación militar puede sobrevivir a eso.
En todo caso, ya ninguno de los anteriores es problema de Ravinet. Incluso, dicen, nadie pretende culparlo por lo que está sucediendo en Magallanes. Pero eso tiene importancia, tanto que un diputado ha anunciado de la manera más solemne en que se puede expresar algo hoy día (por twitter): "No nos ganarán, y si no, cheee, nos vamos al otro lado del alambre". Eso es lo más grave de todo lo que ha sucedido últimamente. ¿Se puede ser diputado chileno y escribir eso? Pero como es algo importante, lo excluyo de ete comentario. ¡Ah!, y en esto último tampoco tuvo nada que ver Ravinet.
jueves, 13 de enero de 2011
Tonterías Políticas Nacionales
El ministro de Defensa acaba de renunciar porque en una conversación privada con parlamentarios dijo que el puente mecano sobre el Bío Bío "vale callampa". La frase en sí es ininteligible, porque todos saben que el puente costó "más que callampa" (en realidad, se ha publicado, pero no probado, que costó más que lo ofrecido por otro proveedor que no fue elegido). Probablemente ni siquiera el mismo Ravinet sabe qué quiso decir, pero un desliz verbal intrascendente no puede ser motivo para que se vaya un ministro, salvo...
Claro, salvo porque estamos en Chile y aquí, apenas se instala un gabinete, los periodistas empiezan a pronosticar crisis del mismo y a insinuar que en cualquier momento se le van a introducir cambios. Hasta que se crea una presión tal que los Presidentes, entonces, cambian uno o más ministros, no porque éstos lo hayan hecho mal, sino porque la farándula política ha creado un clima insostenible. Sólo porque el comidillo político, que es a lo que se dedica un numeroso contingente protagonista en los más variados medios de comunicación, necesita tener algo nuevo de qué hablar.
Yo lamento que esta farandulización cree un clima propicio a que se se vayan personas que están haciendo las cosas mejores, pero más difíciles e impopulares. Ravinet consiguió un puente mecano para el Bío Bío, que es una sentida necesidad. A raíz de eso ha hecho un par de comentarios desafortunados y, si bien se ha denunciado un pago excesivo, ello no se ha probado. Pero como la opinología ambiente ha impuesto la noción de una cambio de gabinete, él se dio cuenta de que era número puesto para ser el primer excluido del reality show y, hábilmente, a mi juicio, se adelantó a renunciar de manera voluntaria.
Pero mucho me temo que por este camino el siguiente vaya a ser un tipo que ha tenido el coraje de hacer algo importante y positivo para el país, el ministro Raineri. Pues ha cometido la imprudencia de darse cuenta y poner en evidencia que una empresa estatal, ENAP, ha perdido en los últimos años ¡casi nueve veces su capital! (ha perdido 4 mil millones de dólares, siendo su capital 450 millones). Y ha comenzado por tratar de disminuir (en muy poco) el regalo que ENAP les hace a los puntarenenses de casi el noventa por ciento del precio del gas que consumen. Al saberse lo anterior, lo natural habría sido que se hubiera suscitado una protesta del resto del país contra los puntarenenses, pero ha sido al revés: éstos se han alzado por las vías de hecho contra el resto del país (y contra sí mismos, porque están sufriendo enormes pérdidas cada día que dura su paralización).
Entonces, han dejado posicionado también a Raineri para el cambio de gabinete que quiere imponer la farándula periodística.
El Presidente Piñera, que más que todo es un político, suele atrapar en el aire las inepcias que se han popularizado, y hacerlas suyas.
Ojalá esta vez no lo haga y deje a los opinólogos seguir hablando de un cambio de gabinete que, si él siguiera la corriente que ellos quieren imponer, seguramente sería para peor.
Claro, salvo porque estamos en Chile y aquí, apenas se instala un gabinete, los periodistas empiezan a pronosticar crisis del mismo y a insinuar que en cualquier momento se le van a introducir cambios. Hasta que se crea una presión tal que los Presidentes, entonces, cambian uno o más ministros, no porque éstos lo hayan hecho mal, sino porque la farándula política ha creado un clima insostenible. Sólo porque el comidillo político, que es a lo que se dedica un numeroso contingente protagonista en los más variados medios de comunicación, necesita tener algo nuevo de qué hablar.
Yo lamento que esta farandulización cree un clima propicio a que se se vayan personas que están haciendo las cosas mejores, pero más difíciles e impopulares. Ravinet consiguió un puente mecano para el Bío Bío, que es una sentida necesidad. A raíz de eso ha hecho un par de comentarios desafortunados y, si bien se ha denunciado un pago excesivo, ello no se ha probado. Pero como la opinología ambiente ha impuesto la noción de una cambio de gabinete, él se dio cuenta de que era número puesto para ser el primer excluido del reality show y, hábilmente, a mi juicio, se adelantó a renunciar de manera voluntaria.
Pero mucho me temo que por este camino el siguiente vaya a ser un tipo que ha tenido el coraje de hacer algo importante y positivo para el país, el ministro Raineri. Pues ha cometido la imprudencia de darse cuenta y poner en evidencia que una empresa estatal, ENAP, ha perdido en los últimos años ¡casi nueve veces su capital! (ha perdido 4 mil millones de dólares, siendo su capital 450 millones). Y ha comenzado por tratar de disminuir (en muy poco) el regalo que ENAP les hace a los puntarenenses de casi el noventa por ciento del precio del gas que consumen. Al saberse lo anterior, lo natural habría sido que se hubiera suscitado una protesta del resto del país contra los puntarenenses, pero ha sido al revés: éstos se han alzado por las vías de hecho contra el resto del país (y contra sí mismos, porque están sufriendo enormes pérdidas cada día que dura su paralización).
Entonces, han dejado posicionado también a Raineri para el cambio de gabinete que quiere imponer la farándula periodística.
El Presidente Piñera, que más que todo es un político, suele atrapar en el aire las inepcias que se han popularizado, y hacerlas suyas.
Ojalá esta vez no lo haga y deje a los opinólogos seguir hablando de un cambio de gabinete que, si él siguiera la corriente que ellos quieren imponer, seguramente sería para peor.
miércoles, 12 de enero de 2011
La Cultura de la Fuerza
Lo que sucede en Punta Arenas es representativo de la cultura chilena actual: si usted quiere obtener algo, use la fuerza. Las personas que consiguen hacer oír sus peticiones deben ejercer alguna forma de violencia. Tomarse alguna instalación, obstaculizar el normal desarrollo de actividades, interrumpir el tránsito, lanzar piedras o bombas molotov, romper vidrios o mobiliario urbano, incendiar vehículos. Lo que sea, siempre que inspire temor a la gente y a la autoridad. Hágalo y sus peticiones serán atendidas.
¿Porqué a la extrema izquierda que intentó tomarse el poder por las armas el país tiene que indemnizarla con casi trescientos millones de dólares anuales? Porque es capaz de generar violencia y, si se lo propone, interrumpir la vida ciudadana normal. Además, tiene armas ("por si las moscas"). ¿Por qué a los militares que derrotaron la conspiración armada de la izquierda se les persigue y procesa ilegalmente? Porque está probado que lo soportan sin hacer nada y, muchas veces, sin decir nada. No amenazan a nadie.
Los puntarenenses no tienen razón al pretender que se eternice un subsidio que es exagerado (pagan ocho veces menos por el gas), injusto (favorece por igual a ricos y pobres) y dañino (compromete el abastecimiento futuro de gas natural). Pero se van a salir con la suya porque están usando la fuerza y trastornando la vida en una región.
Los militares procesados, en cambio, tienen toda la razón cuando dicen que se desconocen las leyes en perjuicio de ellos, pero nunca van a conseguir que sus justas aspiraciones sean acogidas porque no usan la fuerza ni provocan siquiera una alteración en el tránsito.
Aquí la cosas se obtienen asustando a la gente y a la autoridad. Así se puede conseguir que permanezca un subsidio injustificado, que a uno le den gratis un fundo sureño o un terreno en Pascua, que le aumenten el sueldo o el reajuste, que le paguen los días no trabajados, que metan presas a ciertas personas o indulten y perdonen a otras.
Es otra expresión de "the Chilean way": "dime cuánta fuerza eres capaz de usar y te diré cuánto vas a conseguir".
Si alguien creyó que con un cambio de coalición gobernante se le iba a poder poner el cascabel al gato, estaba muy equivocado. Lo estamos viendo una vez más.
¿Porqué a la extrema izquierda que intentó tomarse el poder por las armas el país tiene que indemnizarla con casi trescientos millones de dólares anuales? Porque es capaz de generar violencia y, si se lo propone, interrumpir la vida ciudadana normal. Además, tiene armas ("por si las moscas"). ¿Por qué a los militares que derrotaron la conspiración armada de la izquierda se les persigue y procesa ilegalmente? Porque está probado que lo soportan sin hacer nada y, muchas veces, sin decir nada. No amenazan a nadie.
Los puntarenenses no tienen razón al pretender que se eternice un subsidio que es exagerado (pagan ocho veces menos por el gas), injusto (favorece por igual a ricos y pobres) y dañino (compromete el abastecimiento futuro de gas natural). Pero se van a salir con la suya porque están usando la fuerza y trastornando la vida en una región.
Los militares procesados, en cambio, tienen toda la razón cuando dicen que se desconocen las leyes en perjuicio de ellos, pero nunca van a conseguir que sus justas aspiraciones sean acogidas porque no usan la fuerza ni provocan siquiera una alteración en el tránsito.
Aquí la cosas se obtienen asustando a la gente y a la autoridad. Así se puede conseguir que permanezca un subsidio injustificado, que a uno le den gratis un fundo sureño o un terreno en Pascua, que le aumenten el sueldo o el reajuste, que le paguen los días no trabajados, que metan presas a ciertas personas o indulten y perdonen a otras.
Es otra expresión de "the Chilean way": "dime cuánta fuerza eres capaz de usar y te diré cuánto vas a conseguir".
Si alguien creyó que con un cambio de coalición gobernante se le iba a poder poner el cascabel al gato, estaba muy equivocado. Lo estamos viendo una vez más.
martes, 11 de enero de 2011
También lo Hizo el Cardenal Midszenty
En los años '40 Stalin controlaba por las armas a Hungría y un cardenal católico, Josef Midszenty, alzaba su voz contra los atropellos del totalitarismo rojo en su país. El cardenal fue apresado y tras largos meses entre rejas fue sometido a juicio, sólo a raíz de las protestas de los gobiernos democráticos. Entonces se produjo la gran sorpresa: en audiencia pública, Midszenty declaró que sus juzgadores comunistas tenían toda la razón, que él había cometido los delitos que le imputaba el régimen staliniano de Hungría y que merecía la pena pedida por los fiscales rojos.
Fue el primer testimonio de una técnica inventada por el comunismo: el "lavado cerebral".
Ellos te pueden hacer decir y pensar lo que ellos quieran.
La misma se fue perfeccionando y los herederos del comunismo en Chile la han sofisticado en tal grado que han conseguido aplicarla masivamente. Esos totalitarios intentaron tomarse el poder por la fuerza de las armas, liquidando a quienes se les opusieran; organizaron un ejército clandestino para ese efecto, entrenaron a jóvenes chilenos en el extranjero para venir a matar compatriotas mediante actos terroristas, además de admitir a miles de guerrilleros extranjeros e incluso tropas foráneas (los "compañeros de Tropas" cubanos reconocidos en un libro editado en La Habana). Por fortuna, las fuerzas armadas y de orden salvaron a Chile y ganaron la guerra contra el totalitarismo. Sin embargo, perdieron la post-guerra, pues justamente en las elecciones celebradas bajo la propia democracia fortalecida que legó el Gobierno Militar sus adversarios triunfaron y lograron consumar un lavado de cerebros masivo que dio vuelta la verdad de las cosas al extremo de que vemos en los diarios de hoy que ex prohombres civiles del régimen que salvó a Chile (los diputados Cardemil, RN, y Melero, UDI) piden perdón, hacen mea culpas y, comprando el balurdo semántico de los comunistas, llaman "horrores" y "atropellos a los derechos humanos" a la represión contra el terrorismo marxista. Los que querían tomar el poder a sangre y fuego, y le declararon la guerra armada a la democracia, en cambio, a lo más confiesan haber cometido "errores" y han logrado hasta ser declarados "víctimas" por alguno de aquellos a quienes tenían planeado asesinar en la primera jornada del autogolpe marxista.
Todo esto que está pasando es para la risa, pero los cerebros lavados se lo toman muy en serio.
Estoy leyendo la autobiografía de George W. Bush, donde defiende frontalmente los métodos de su país contra el terrorismo y niega que la práctica de sumergir a los prisioneros bajo el agua hasta que confiesen sea una tortura o una acción inhumana. En los EE. UU. se llama "enhanced interrogation tecnique" y es legal. Pero acá la izquierda gritaba "¡tortura!", cuando se denunciaban prácticas similares. Bush y la mayoría legislativa norteamericasna consideraban que eran métodos legales para arrancar confesiones y salvar vidas de sus compatriotas amenazadas por el terrorismo, pero acá compramos la versión comunista de que eran "atropellos a los derechos humanos", aunque permitieran salvar vidas de chilenos inocentes. Porque en el país de los cerebros lavados, sépaselo usted, si un terrorista mata al pasajero de un bus, no hay un atropello a los derechos humanos, pero si un militar mata a ese mismo terrorista, sí lo hay. Pregúntele a cualquier abogado.
Y, dentro de este contexto, el gobierno del quinto Presidente del "No" acaba de nombrar a dos representantes suyos (dos personalidades de derecha, naturalmente, de cerebros quirúrgicamente aseados) en el directorio del Museo de la Memoria, que es uno de los instrumentos del lavado que han consumado los totalitarios vencedores en la post-guerra.
Yo he comparado ese Museo con un imaginario Museo de la Memoria de Hitler, quien fue el que agredió a las democracias y las atacó por las armas. No me cabe duda de que, si hubiera triunfado en la guerra, o si hubiera ganado la post guerra, habría fundado un Museo de la Memoria igual al que inauguró la ex ayudista del MIR, ocultando metódicamente todos los propios atropellos y el hecho de que inició la guerra, y sólo exhibiendo testimonios de las víctimas inocentes registradas en los ataques de los aliados a Bremen y Hamburgo, quemadas con bombas de fósforo.
Si la técnica totalitaria logró que Midszenty, una personalidad de excepción, terminara pensando todo lo contrario de lo que era la verdad y su convicción de conciencia, y diciendo lo que sus lavadores de cerebros querían, no pretendamos que gente común y corriente, como los chilenos en general y la mayoría de los prohombres de derecha en particular, alcancen un grado superior de heroísmo moral que les permita superar el tratamiento totalitario que avasalló al eminente y santo cardenal.
Fue el primer testimonio de una técnica inventada por el comunismo: el "lavado cerebral".
Ellos te pueden hacer decir y pensar lo que ellos quieran.
La misma se fue perfeccionando y los herederos del comunismo en Chile la han sofisticado en tal grado que han conseguido aplicarla masivamente. Esos totalitarios intentaron tomarse el poder por la fuerza de las armas, liquidando a quienes se les opusieran; organizaron un ejército clandestino para ese efecto, entrenaron a jóvenes chilenos en el extranjero para venir a matar compatriotas mediante actos terroristas, además de admitir a miles de guerrilleros extranjeros e incluso tropas foráneas (los "compañeros de Tropas" cubanos reconocidos en un libro editado en La Habana). Por fortuna, las fuerzas armadas y de orden salvaron a Chile y ganaron la guerra contra el totalitarismo. Sin embargo, perdieron la post-guerra, pues justamente en las elecciones celebradas bajo la propia democracia fortalecida que legó el Gobierno Militar sus adversarios triunfaron y lograron consumar un lavado de cerebros masivo que dio vuelta la verdad de las cosas al extremo de que vemos en los diarios de hoy que ex prohombres civiles del régimen que salvó a Chile (los diputados Cardemil, RN, y Melero, UDI) piden perdón, hacen mea culpas y, comprando el balurdo semántico de los comunistas, llaman "horrores" y "atropellos a los derechos humanos" a la represión contra el terrorismo marxista. Los que querían tomar el poder a sangre y fuego, y le declararon la guerra armada a la democracia, en cambio, a lo más confiesan haber cometido "errores" y han logrado hasta ser declarados "víctimas" por alguno de aquellos a quienes tenían planeado asesinar en la primera jornada del autogolpe marxista.
Todo esto que está pasando es para la risa, pero los cerebros lavados se lo toman muy en serio.
Estoy leyendo la autobiografía de George W. Bush, donde defiende frontalmente los métodos de su país contra el terrorismo y niega que la práctica de sumergir a los prisioneros bajo el agua hasta que confiesen sea una tortura o una acción inhumana. En los EE. UU. se llama "enhanced interrogation tecnique" y es legal. Pero acá la izquierda gritaba "¡tortura!", cuando se denunciaban prácticas similares. Bush y la mayoría legislativa norteamericasna consideraban que eran métodos legales para arrancar confesiones y salvar vidas de sus compatriotas amenazadas por el terrorismo, pero acá compramos la versión comunista de que eran "atropellos a los derechos humanos", aunque permitieran salvar vidas de chilenos inocentes. Porque en el país de los cerebros lavados, sépaselo usted, si un terrorista mata al pasajero de un bus, no hay un atropello a los derechos humanos, pero si un militar mata a ese mismo terrorista, sí lo hay. Pregúntele a cualquier abogado.
Y, dentro de este contexto, el gobierno del quinto Presidente del "No" acaba de nombrar a dos representantes suyos (dos personalidades de derecha, naturalmente, de cerebros quirúrgicamente aseados) en el directorio del Museo de la Memoria, que es uno de los instrumentos del lavado que han consumado los totalitarios vencedores en la post-guerra.
Yo he comparado ese Museo con un imaginario Museo de la Memoria de Hitler, quien fue el que agredió a las democracias y las atacó por las armas. No me cabe duda de que, si hubiera triunfado en la guerra, o si hubiera ganado la post guerra, habría fundado un Museo de la Memoria igual al que inauguró la ex ayudista del MIR, ocultando metódicamente todos los propios atropellos y el hecho de que inició la guerra, y sólo exhibiendo testimonios de las víctimas inocentes registradas en los ataques de los aliados a Bremen y Hamburgo, quemadas con bombas de fósforo.
Si la técnica totalitaria logró que Midszenty, una personalidad de excepción, terminara pensando todo lo contrario de lo que era la verdad y su convicción de conciencia, y diciendo lo que sus lavadores de cerebros querían, no pretendamos que gente común y corriente, como los chilenos en general y la mayoría de los prohombres de derecha en particular, alcancen un grado superior de heroísmo moral que les permita superar el tratamiento totalitario que avasalló al eminente y santo cardenal.
lunes, 10 de enero de 2011
¿En Qué se Parece la Concertación a Evo Morales?
En que ambos hicieron demagogia y ahora el costo no se puede pagar. En Bolivia y Magallanes se consagraron subsidios a los comustibles que no podían permanecer, porque desalentaban la inversión en nuevas explotaciones y tarde o temprano iban a conducir a la interrupción del abastecimiento. La Concertación tuvo más suerte que Evo, porque le pudo descargar el problema de Magallanes al que, si bien es por muchos conceptos "el V Gobierno de la Concertación", no está encabezado por un político de sus filas, sino por uno de la Alianza.
Claro que éste se había adelantado ya a hacer demagogia, prometiendo a los magallánicos mantener el subsidio que no se podía mantener. Una promesa incumplida más... pero los magallánicos que votaron por él basados en esa promesa ya no le pueden retirar sus votos. Igual que los uniformados (r). Con su pan se lo coman.
Pero como los ministros son más serios que el Presidente, han resuelto poner término a la demagogia con los precios del gas en Magallanes. No hay ninguna razón para que ENAP subsidie con más de 17 millones de dólares anuales a esa zona austral ni para que en ella se pague por el gas natural la octava parte que en el resto del país. Pero, claro, a los magallánicos, igual que a los bolivianos, ahora no les gusta volver a la realidad. Consideran una insolencia si les dicen que "se acabó la fiesta".
Esta es otra prueba más de que el Estado no tiene por qué tener empresas: porque los políticos las usan para beneficio propio, uno de los cuales es ganar votos para sí. ENAP debería haber sido privatizada hace muchos años. Si lo hubiera sido, no la habrían usado para regalar 17 millones de dólares a los magallánicos ni a nadie. Si el Estado quería subsidiar a los habitantes de esa zona, muy bien, que lo hiciera en la Ley de Presupuestos, pero no distorsionando los precios, desalentando las inversiones y, mucho menos, regalándoles el gas natural a la octava parte de su precio a todos los magallánicos, incluidos los más ricos.
Además, todo el país habría salido ganando con la privatización de ENAP, porque el monopolio que ella ejerce impide que haya libertad para explorar y explotar combustibles en nuestro territorio. Estoy cierto de que si esa libertad hubiera existido, nuestras importaciones de combustibles habrían tenido que ser mucho menores. Hace veintisiete años estuve en una empresa escocesa que extraía petróleo del Mar del Norte, y mientras esperaba un helicóptero para visitar uno de los pozos, un gerente inglés me dijo que habían hecho exploraciones en Chile. Le pregunté por qué ya no las hacían y me respondió que sólo les habían autorizado una zona delimitada, que ya la habían explorado completa y, si bien creían poder encontrar petróleo en zonas adyacentes a ésa, el largo y costoso trámite de conseguir las ampliaciones y la insuficiencia de éstas los habían hecho desistir y marcharse.
Si hubiera real libertad de exploración y explotación yo pienso que Chile sería mucho más autosuficiente en materia de petróleo y sus derivados.
Y si ENAP hubiera sido privada los magallánicos nunca se habrían dado una fiesta demagógica pagando la octava parte de lo que pagamos los demás chilenos por el gas natural.
La demagogia conduce a los mismos problemas en todas partes, con Evo Morales en Bolivia y, en Chile, con la Concertación y con las promesas de Sebastián Piñera, que ahora su gobierno (con ministros más serios que él) no puede cumplir sin desatender el interés general. Éstos tienen ahora que poner la cara. Porque lo que es a aquél, "lo comido y lo bailado" (votos) ya no se lo quita nadie.
Claro que éste se había adelantado ya a hacer demagogia, prometiendo a los magallánicos mantener el subsidio que no se podía mantener. Una promesa incumplida más... pero los magallánicos que votaron por él basados en esa promesa ya no le pueden retirar sus votos. Igual que los uniformados (r). Con su pan se lo coman.
Pero como los ministros son más serios que el Presidente, han resuelto poner término a la demagogia con los precios del gas en Magallanes. No hay ninguna razón para que ENAP subsidie con más de 17 millones de dólares anuales a esa zona austral ni para que en ella se pague por el gas natural la octava parte que en el resto del país. Pero, claro, a los magallánicos, igual que a los bolivianos, ahora no les gusta volver a la realidad. Consideran una insolencia si les dicen que "se acabó la fiesta".
Esta es otra prueba más de que el Estado no tiene por qué tener empresas: porque los políticos las usan para beneficio propio, uno de los cuales es ganar votos para sí. ENAP debería haber sido privatizada hace muchos años. Si lo hubiera sido, no la habrían usado para regalar 17 millones de dólares a los magallánicos ni a nadie. Si el Estado quería subsidiar a los habitantes de esa zona, muy bien, que lo hiciera en la Ley de Presupuestos, pero no distorsionando los precios, desalentando las inversiones y, mucho menos, regalándoles el gas natural a la octava parte de su precio a todos los magallánicos, incluidos los más ricos.
Además, todo el país habría salido ganando con la privatización de ENAP, porque el monopolio que ella ejerce impide que haya libertad para explorar y explotar combustibles en nuestro territorio. Estoy cierto de que si esa libertad hubiera existido, nuestras importaciones de combustibles habrían tenido que ser mucho menores. Hace veintisiete años estuve en una empresa escocesa que extraía petróleo del Mar del Norte, y mientras esperaba un helicóptero para visitar uno de los pozos, un gerente inglés me dijo que habían hecho exploraciones en Chile. Le pregunté por qué ya no las hacían y me respondió que sólo les habían autorizado una zona delimitada, que ya la habían explorado completa y, si bien creían poder encontrar petróleo en zonas adyacentes a ésa, el largo y costoso trámite de conseguir las ampliaciones y la insuficiencia de éstas los habían hecho desistir y marcharse.
Si hubiera real libertad de exploración y explotación yo pienso que Chile sería mucho más autosuficiente en materia de petróleo y sus derivados.
Y si ENAP hubiera sido privada los magallánicos nunca se habrían dado una fiesta demagógica pagando la octava parte de lo que pagamos los demás chilenos por el gas natural.
La demagogia conduce a los mismos problemas en todas partes, con Evo Morales en Bolivia y, en Chile, con la Concertación y con las promesas de Sebastián Piñera, que ahora su gobierno (con ministros más serios que él) no puede cumplir sin desatender el interés general. Éstos tienen ahora que poner la cara. Porque lo que es a aquél, "lo comido y lo bailado" (votos) ya no se lo quita nadie.
domingo, 9 de enero de 2011
Un Gran Acto DC
Se nos anuncia para el 20 de enero próximo la celebración de un gran acto oficial conmemorativo del centenario del nacimiento del Presidente Frei Montalva. El principal protagonista será, naturalmente, el que todos sabemos. La DC concurrirá en masa porque el acto la beneficia y no puede hacer otra cosa. Los demás partidos de la Concertación también acudirán, aun sabedores de que les "robarán cámara" desde todos los ángulos y terminarán apareciendo como comparsas. Los restos náugfragos de la derecha y la centroderecha estarán también ahí, porque tampoco pueden hacer otra cosa. Será lo más parecido a un acto unánime que se pueda registrar en la política chilena.
Se hablará mucho de "unidad nacional", lo que será una gran ironía, porque si algo hizo Frei Montalva en su vida política fue dividir, primero al Partido Conservador, al cual había ingresado de joven, y luego a la Democracia Cristiana, que sufrió sucesivas escisiones cuando él era su principal líder, todas hacia la izquierda, naturalmente. Pero la mayor división encabezada por Frei Montalva la sufrió el país, que vio entronizarse el odio de clases, fomentado por primera vez desde un gobierno. El clima de odiosidad se acentuó tanto que comenzaron a aparecer grupos terroristas de extrema izquierda, impacientes por tomarse el poder de una vez y no de a poco, como se los estaba dando Frei Montalva. Finalmente, la gestión de este culminó con la entrega del gobierno a un Presidente marxista-leninista, lo que fue toda una ironía, porque la derecha se había entregado atada de pies y manos a él, hasta el extremo de casi desaparecer del Parlamento, con tal de evitar el advenimiento de un gobierno marxista. Frei se ganó, entonces el título de "Kerenski chileno", por haber desempeñado similar papel que el político socialista ruso que granjeó el paso a los comunistas y a la formación de la URSS. El libro así titulado, obra de un brasileño, Fabio Vidigal y varios apellidos más, fue prohibido en Chile por el gobierno democrático de Frei Montalva y las ediciones que llegaron las incautó la policía, lo que fue un incentivo para el interés de la gente y los centenares de miles de ejemplares ingresados de contrabando lo convirtieron en un "best seller" clandestino.
Otro elemento central en los discursos del día 20 será el increíble proceso judicial abierto para investigar un supuesto asesinato de Frei Montalva, del cual no hay ni una sola prueba concreta, pues se funda en informes de toxicólogas que han sido descalificadas en el medio científico local y, además, en peritajes extranjeros comprobatorios de que Frei no fue envenenado. Así se despredió del examen de los informes de laboratorios extranjeros hecho por los doctores Enrique París y Fernando Orrego Vicuña. Pero la tesis del supuesto asesinato será central en el acto del día veinte y seguirá ocupando titulares durante muchos años, pues es un juicio que, si de algo vale la corrección política, NO PUEDE terminar. Eso sería impresentable, lo mismo que si terminara el proceso abierto en 1998 por Juanito Guzmán Tapia contra el ex Presidente Pinochet, donde las evidencias de su completa inocencia son tantas que, simplemente, el caso no podrá ser cerrado y sobreseído, excepto por la muerte sucesiva de los injustamente procesados, porque declarar tal inocencia sería políticamente inaceptable.
Por supuesto, no se dirá una palabra del apoyo de Frei Montalva al pronunciamiento salvador y liberador del 11 de septiembre de 1973, apoyo que duró largos meses, durante los cuales se produjo el mayor número de bajas en la lucha interna entre las fuerzas armadas y la guerrilla de extrema izquierda. Menos va a haber referencia a los esfuerzos del mismo Frei por impedir la asunción de Allende al poder. Para fortuna de su memoria, los testigos de los mismos han ido falleciendo en las décadas recientes y sólo nos quedan sus versiones transmitidas por la vía oral.
Entonces, a prepararse para esta gran orgía política que, por el momento, tiene un solo beneficiario previsible y una víctima asegurada, que ya ha recibido muchos embates: la verdad histórica nacional.
Se hablará mucho de "unidad nacional", lo que será una gran ironía, porque si algo hizo Frei Montalva en su vida política fue dividir, primero al Partido Conservador, al cual había ingresado de joven, y luego a la Democracia Cristiana, que sufrió sucesivas escisiones cuando él era su principal líder, todas hacia la izquierda, naturalmente. Pero la mayor división encabezada por Frei Montalva la sufrió el país, que vio entronizarse el odio de clases, fomentado por primera vez desde un gobierno. El clima de odiosidad se acentuó tanto que comenzaron a aparecer grupos terroristas de extrema izquierda, impacientes por tomarse el poder de una vez y no de a poco, como se los estaba dando Frei Montalva. Finalmente, la gestión de este culminó con la entrega del gobierno a un Presidente marxista-leninista, lo que fue toda una ironía, porque la derecha se había entregado atada de pies y manos a él, hasta el extremo de casi desaparecer del Parlamento, con tal de evitar el advenimiento de un gobierno marxista. Frei se ganó, entonces el título de "Kerenski chileno", por haber desempeñado similar papel que el político socialista ruso que granjeó el paso a los comunistas y a la formación de la URSS. El libro así titulado, obra de un brasileño, Fabio Vidigal y varios apellidos más, fue prohibido en Chile por el gobierno democrático de Frei Montalva y las ediciones que llegaron las incautó la policía, lo que fue un incentivo para el interés de la gente y los centenares de miles de ejemplares ingresados de contrabando lo convirtieron en un "best seller" clandestino.
Otro elemento central en los discursos del día 20 será el increíble proceso judicial abierto para investigar un supuesto asesinato de Frei Montalva, del cual no hay ni una sola prueba concreta, pues se funda en informes de toxicólogas que han sido descalificadas en el medio científico local y, además, en peritajes extranjeros comprobatorios de que Frei no fue envenenado. Así se despredió del examen de los informes de laboratorios extranjeros hecho por los doctores Enrique París y Fernando Orrego Vicuña. Pero la tesis del supuesto asesinato será central en el acto del día veinte y seguirá ocupando titulares durante muchos años, pues es un juicio que, si de algo vale la corrección política, NO PUEDE terminar. Eso sería impresentable, lo mismo que si terminara el proceso abierto en 1998 por Juanito Guzmán Tapia contra el ex Presidente Pinochet, donde las evidencias de su completa inocencia son tantas que, simplemente, el caso no podrá ser cerrado y sobreseído, excepto por la muerte sucesiva de los injustamente procesados, porque declarar tal inocencia sería políticamente inaceptable.
Por supuesto, no se dirá una palabra del apoyo de Frei Montalva al pronunciamiento salvador y liberador del 11 de septiembre de 1973, apoyo que duró largos meses, durante los cuales se produjo el mayor número de bajas en la lucha interna entre las fuerzas armadas y la guerrilla de extrema izquierda. Menos va a haber referencia a los esfuerzos del mismo Frei por impedir la asunción de Allende al poder. Para fortuna de su memoria, los testigos de los mismos han ido falleciendo en las décadas recientes y sólo nos quedan sus versiones transmitidas por la vía oral.
Entonces, a prepararse para esta gran orgía política que, por el momento, tiene un solo beneficiario previsible y una víctima asegurada, que ya ha recibido muchos embates: la verdad histórica nacional.
sábado, 8 de enero de 2011
Es Que la Gente No Es tan Tonta
Después del explosivo aumento de los divorcios y la gran disminución de los matrimonios, provocados por las leyes de debilitamiento de la famila dictadas en las últimas décadas, ha sucedido en 2010 algo inesperado: los divorcios disminuyeron y los matrimonios aumentaron. Y las estadísticas dicen que el 49 por ciento de los contrayentes opinan que el matrimonio religioso es el verdadero. ("El Mercurio" de hoy, p. A13).
¡Es que las chilenas y los chilenos se están dando cuenta de algo que ya los primeros homínidos captaron cuando aparecieron sobre la faz de la tierra! Que la familia necesita de un padre y una madre para cuidar y formar a los hijos y eso se ha llamado siempre matrimonio y ha constituido el "hogar", es decir, la célula básica de la sociedad. Cuando no se instituyen seriamente los hogares, las nuevas generaciones decaen, los menores sin casa se convierten en drogadictos y delincuentes y la educación general de la sociedad entra en crisis, porque el núcleo fundamental de la enseñanza, que es el hogar, deja de impartir sus lecciones y ejemplos.
En consecuencia, tras la hemorragia de progresismo que trajeron consigo las leyes que debilitaron la familia, las personas están diciendo espontáneamente "esto no está bien, no puede seguir", y aun sin que la ley las obligue, están contrayendo más matrimonios en serio y deshaciéndolos menos.
Contraria a esa tendencia regeneradora es la discusión de estos días sobre la supuesta necesidad de legislar en favor de las "uniones de hecho". ¿Qué necesidad hay de legislar? Si dos personas resuelven "unirse de hecho" ¿por qué no suscriben un contrato de vida en común, que es en el fondo un contrato de sociedad? Ahí pueden hacer todas las estipulaciones lícitas que deseen, contraer obligaciones, establecer derechos y regular la situación patrimonial de la vida en común. No se necesita ninguna ley para eso. Entonces ¿por qué tanta discusión sobre posibles proyectos de ley de Acuerdos de Vida en Común (senador Allamand), posible proyecto ¡de la UDI! sobre las uniones de hecho, comisión del Gobierno estudiando lo mismo, cuando cualquiera puede hacerlo, aprovechando la libertad contractual que existe en el país?
Por una razón: porque se trata de darle otro zarpazo al matrimonio, otro golpe a la familia tradicional. Necesitan la legislación para solucionar las situaciones de personas que, habiendo contraido matrimonio y formado una familia, lo que les ha generado derechos y obligaciones, ahora quieren formar otra o ya han formado otra, a la cual quieren hacer partícipe de algo que legalmente hoy pertenece a la primera.
En el fondo, la legislación se hace indispensable para que la familia originaria no pueda exigirle al fundador o fundadora de ella que ha optado por formar otra, que respete los derechos de la primitiva. Como eso sólo puede conseguirse a través de una ley, se busca dictar esa ley. Si yo me he casado y tengo mujer e hijos, pero después he hecho vida en común con otra persona, tengo que respetar los derechos que mi primera mujer y mis hijos tienen sobre mis ingresos, mi patrimonio y mi herencia. Se necesita una ley para liberarme de esas obligaciones. La ley con que se pretende liberar de obligaciones a los contrayentes del matrimonio es la que quiere dictarse. No para regular la nueva convivencia que yo haya resuelto tener, sino para privar a la familia original de derechos que quiero transferirle a la unión de hecho que he formado y sus posibles frutos.
Por eso estas normas que se están estudiando son, en el fondo, nuevos intentos debilitadores de la familia. Y, como la familia es la base de la sociedad, constituyen nuevos factores de disolución social.
Ojalá estos proyectos acomodaticios, todos las cuales tienen en común un factor de debilitamiento del matrimonio, no prosperen. Que el Gobierno salga con uno de esta índole no podría extrañar. Ya su franja electoral, promoviendo las parejas gay, nos anunciaba que cualquier cosa podría esperarse si ganaba la elección, y la ganó. Que surja de RN una iniciativa semejante tampoco sorprende demasiado, puesto que quien preside el Gobierno viene de las filas de RN. Pero que en la UDI se estén estudiando normas para propinarle otro mandoble a la estructura fundamental de la sociedad, que es la familia fundada por un hombre y una mujer al contraer matrimonio, ya eso no lo esperaba nadie.
Con todo, en medio de este debate, o esta debacle, se recibe una señal de donde menos se esperaba, de la gente: más matrimonios, menos divorcios, el 49 por ciento cree en el matrimonio religioso, porque solidifica la relación que se va a establecer al contraerlo.
La gente se está dando cuenta de que por el camino que veníamos no podíamos seguir. Ojalá también lo hagan el Gobierno y los polítioos.
¡Es que las chilenas y los chilenos se están dando cuenta de algo que ya los primeros homínidos captaron cuando aparecieron sobre la faz de la tierra! Que la familia necesita de un padre y una madre para cuidar y formar a los hijos y eso se ha llamado siempre matrimonio y ha constituido el "hogar", es decir, la célula básica de la sociedad. Cuando no se instituyen seriamente los hogares, las nuevas generaciones decaen, los menores sin casa se convierten en drogadictos y delincuentes y la educación general de la sociedad entra en crisis, porque el núcleo fundamental de la enseñanza, que es el hogar, deja de impartir sus lecciones y ejemplos.
En consecuencia, tras la hemorragia de progresismo que trajeron consigo las leyes que debilitaron la familia, las personas están diciendo espontáneamente "esto no está bien, no puede seguir", y aun sin que la ley las obligue, están contrayendo más matrimonios en serio y deshaciéndolos menos.
Contraria a esa tendencia regeneradora es la discusión de estos días sobre la supuesta necesidad de legislar en favor de las "uniones de hecho". ¿Qué necesidad hay de legislar? Si dos personas resuelven "unirse de hecho" ¿por qué no suscriben un contrato de vida en común, que es en el fondo un contrato de sociedad? Ahí pueden hacer todas las estipulaciones lícitas que deseen, contraer obligaciones, establecer derechos y regular la situación patrimonial de la vida en común. No se necesita ninguna ley para eso. Entonces ¿por qué tanta discusión sobre posibles proyectos de ley de Acuerdos de Vida en Común (senador Allamand), posible proyecto ¡de la UDI! sobre las uniones de hecho, comisión del Gobierno estudiando lo mismo, cuando cualquiera puede hacerlo, aprovechando la libertad contractual que existe en el país?
Por una razón: porque se trata de darle otro zarpazo al matrimonio, otro golpe a la familia tradicional. Necesitan la legislación para solucionar las situaciones de personas que, habiendo contraido matrimonio y formado una familia, lo que les ha generado derechos y obligaciones, ahora quieren formar otra o ya han formado otra, a la cual quieren hacer partícipe de algo que legalmente hoy pertenece a la primera.
En el fondo, la legislación se hace indispensable para que la familia originaria no pueda exigirle al fundador o fundadora de ella que ha optado por formar otra, que respete los derechos de la primitiva. Como eso sólo puede conseguirse a través de una ley, se busca dictar esa ley. Si yo me he casado y tengo mujer e hijos, pero después he hecho vida en común con otra persona, tengo que respetar los derechos que mi primera mujer y mis hijos tienen sobre mis ingresos, mi patrimonio y mi herencia. Se necesita una ley para liberarme de esas obligaciones. La ley con que se pretende liberar de obligaciones a los contrayentes del matrimonio es la que quiere dictarse. No para regular la nueva convivencia que yo haya resuelto tener, sino para privar a la familia original de derechos que quiero transferirle a la unión de hecho que he formado y sus posibles frutos.
Por eso estas normas que se están estudiando son, en el fondo, nuevos intentos debilitadores de la familia. Y, como la familia es la base de la sociedad, constituyen nuevos factores de disolución social.
Ojalá estos proyectos acomodaticios, todos las cuales tienen en común un factor de debilitamiento del matrimonio, no prosperen. Que el Gobierno salga con uno de esta índole no podría extrañar. Ya su franja electoral, promoviendo las parejas gay, nos anunciaba que cualquier cosa podría esperarse si ganaba la elección, y la ganó. Que surja de RN una iniciativa semejante tampoco sorprende demasiado, puesto que quien preside el Gobierno viene de las filas de RN. Pero que en la UDI se estén estudiando normas para propinarle otro mandoble a la estructura fundamental de la sociedad, que es la familia fundada por un hombre y una mujer al contraer matrimonio, ya eso no lo esperaba nadie.
Con todo, en medio de este debate, o esta debacle, se recibe una señal de donde menos se esperaba, de la gente: más matrimonios, menos divorcios, el 49 por ciento cree en el matrimonio religioso, porque solidifica la relación que se va a establecer al contraerlo.
La gente se está dando cuenta de que por el camino que veníamos no podíamos seguir. Ojalá también lo hagan el Gobierno y los polítioos.
viernes, 7 de enero de 2011
Y Se Quedó con la Bolita Que Le Faltaba
No se había dado el caso de que un tipo independiente y honesto, que decía siempre la verdad y no formaba parte de ningún partido ni "grupo de influencia", llegara a presidir la Asociación Nacional de Fútbol Profesional. Lo hizo bien en su gestión y justamente por su personalidad cumplidora y transparente consiguió el concurso de un entrenador de excepción, Marcelo Bielsa, que más allá de exigencias económicas, planteaba requisitos éticos a quien quisiera contratarlo. Y como Harold Mayne-Nicholls los cumplía, Bielsa firmó y se vino a Chile.
Era un proyecto netamente profesional. Mayne-Nicholls y Bielsa son, ideológicamente, bastante opuestos, pero éste no era un proyecto político, sino deportivo y de búsqueda de la excelencia. Lo que se gestó a partir de 2007 dio sus frutos y hoy el fútbol profesional chileno y el seleccionado nacional son de otra categoría, tanto en lo deportivo como en lo económico.
El éxito garantizaba la continuidad del proceso. Correspondía una elección de directiva en noviembre de 2010 y Mayne-Nicholls tenía, por méritos, los votos, comprometidos bajo palabra de honor y suficientes para ser reelecto. Pero, apenas asumidas las autoridades del nuevo gobierno, él y Bielsa supieron de las gestiones y movimientos destinados a reemplazar al primero a la cabeza de la ANFP. Marcelo Bielsa, más frontal que lo que admite el carácter chileno, exteriorizó su molestia cuando la misma autoridad que estaba detrás de la maniobra para reemplazar a la directiva exitosa, cuya reelección Bielsa consideraba requisito esencial de su propia permanencia, quería cosechar ante los medios de comunicación el dividendo propagandístico de esos éxitos. Ello generó las escenas de desaires que todos conocemos.
Bueno, finalmente la maniobra para hacerse del control del fútbol profesional y del seleccionado nacional se ha concretado. Los gestores de la misma tuvieron que "dar vuelta" a un número clubes. Siempre hay personas que prefieren recibir una prebenda a mantener su palabra. La máxima autoridad ofreció públicamente estadios renovados a clubes que votaban por el reemplazo de la directiva. Podemos imaginar qué cosas se ofrecían en privado. El "poder del poder" es muy grande. Entonces, la mayoría "de palabra" que tenía asegurada Mayne-Nicholls se esfumó.
Una labor gremial, eficiente, honesta, apolítica, ha sido coronada por el éxito en lo deportivo y lo económico, y por el fracaso en lo electoral, explicado porque la "palabra de honor" de representantes de varios clubes, especialmente de primera división, no tenía valor.
Yo pienso que Bielsa no se quedará, porque es un tipo esencialmente ético, y en esta elección la ética ha sido derrotada. El poder y la política han, finalmente, prevalecido, y quien buscaba denodadamente quedarse con "esta bolita" que le faltaba y que puede brindar tantos dividendos en lo propagandístico y lo electoral (aunque hasta ahora, paradójicamente, se los haya negado), finalmente se la ha embolsado.
Pero queda el recuerdo de tres años en que el profesionalismo, el apoliticismo, la honestidad y la verdad demostraron que podían conducir al éxito. Serán recordados como un paréntesis alentador por quienes no han perdido la fe en que los valores también pueden generar prosperidad, aunque no hayan permitido, en este caso, conservar los votos suficientes para triunfar en una elección.
Era un proyecto netamente profesional. Mayne-Nicholls y Bielsa son, ideológicamente, bastante opuestos, pero éste no era un proyecto político, sino deportivo y de búsqueda de la excelencia. Lo que se gestó a partir de 2007 dio sus frutos y hoy el fútbol profesional chileno y el seleccionado nacional son de otra categoría, tanto en lo deportivo como en lo económico.
El éxito garantizaba la continuidad del proceso. Correspondía una elección de directiva en noviembre de 2010 y Mayne-Nicholls tenía, por méritos, los votos, comprometidos bajo palabra de honor y suficientes para ser reelecto. Pero, apenas asumidas las autoridades del nuevo gobierno, él y Bielsa supieron de las gestiones y movimientos destinados a reemplazar al primero a la cabeza de la ANFP. Marcelo Bielsa, más frontal que lo que admite el carácter chileno, exteriorizó su molestia cuando la misma autoridad que estaba detrás de la maniobra para reemplazar a la directiva exitosa, cuya reelección Bielsa consideraba requisito esencial de su propia permanencia, quería cosechar ante los medios de comunicación el dividendo propagandístico de esos éxitos. Ello generó las escenas de desaires que todos conocemos.
Bueno, finalmente la maniobra para hacerse del control del fútbol profesional y del seleccionado nacional se ha concretado. Los gestores de la misma tuvieron que "dar vuelta" a un número clubes. Siempre hay personas que prefieren recibir una prebenda a mantener su palabra. La máxima autoridad ofreció públicamente estadios renovados a clubes que votaban por el reemplazo de la directiva. Podemos imaginar qué cosas se ofrecían en privado. El "poder del poder" es muy grande. Entonces, la mayoría "de palabra" que tenía asegurada Mayne-Nicholls se esfumó.
Una labor gremial, eficiente, honesta, apolítica, ha sido coronada por el éxito en lo deportivo y lo económico, y por el fracaso en lo electoral, explicado porque la "palabra de honor" de representantes de varios clubes, especialmente de primera división, no tenía valor.
Yo pienso que Bielsa no se quedará, porque es un tipo esencialmente ético, y en esta elección la ética ha sido derrotada. El poder y la política han, finalmente, prevalecido, y quien buscaba denodadamente quedarse con "esta bolita" que le faltaba y que puede brindar tantos dividendos en lo propagandístico y lo electoral (aunque hasta ahora, paradójicamente, se los haya negado), finalmente se la ha embolsado.
Pero queda el recuerdo de tres años en que el profesionalismo, el apoliticismo, la honestidad y la verdad demostraron que podían conducir al éxito. Serán recordados como un paréntesis alentador por quienes no han perdido la fe en que los valores también pueden generar prosperidad, aunque no hayan permitido, en este caso, conservar los votos suficientes para triunfar en una elección.
jueves, 6 de enero de 2011
El Precio del Dólar
La mayor parte de mi no corta existencia la viví presenciando el drama chileno de la "escasez de divisas". Siempre lo que faltaba era moneda extranjera, simbolizada por el dólar. El principal problema económico derivaba del alza del dólar, que era lo mismo que decir "la desvalorización del peso" (o del escudo, en su momento). Era un mundo en que la inflación norteamericana era poco más de cero, el presupuesto norteamericano generalmente estaba equilibrado y el saldo del comercio externo de los EE. UU. no le importaba a nadie, porque era (y es) una fracción muy pequeña de la economía de ese país. En esos tiempos las inflaciones chilenas eran muy altas, los déficit (hasta 1977 el Diccionario de la Real Academia sostenía que la palabra "déficit" no tenía plural; en la última edición ya no aparece esa regla) del presupuesto chileno eran enormes y se suplían imprimiendo billetes. Entonces había siempre muchos pesos y pocos dólares, de modo que el precio de éste incesantemente subía, pero nunca lo suficiente como para llegar a algún equilibrio.
Entonces sucedió algo que está casi prohibido decir, a estas alturas, con "Museo de la Memoria", sucesivos Presidentes del "no" (incluido el actual, por cierto) y lavado de cerebros incluido: vino un gobierno que arregló el país, "le cambió el chip" y, algunos tropiezos mediante, disminuyó la inflación, terminó con la impresión desmedida de billetes, pues equilibró el presupuesto; trató de que el precio del dólar reflejara las fuerzas del mercado y generó sucesivos superávits (ya el Diccionaro de la Lengua había cambiado) de comercio exterior. En algún momento a ese gobierno milagroso "se le pasó el caballo" y quiso dolarizar la economía, estableciendo un tipo de cambio fijo, pero ése es otro tema, aunque, como veremos, no del todo.
Entonces, desde que se le "cambió el chip" al país, Chile es como era EE. UU.: tiene presupuesto equilibrado, no imprime billetes para cubrir el déficit público, tiene comercio externo favorable y goza de todo el crédito exterior que quiera, tanto que ya no lo necesita, pues es (increíble para los de mi generación) ¡acreedor neto del resto del mundo! Que el dólar pierda valor frente al peso es, entonces, natural. Nótese que al dólar no le sucede lo mismo frente al euro, porque en Europa también han tenido que ir al rescate de los quebrados imprimiendo miles de millones de euros.
La realidad es que el peso es un activo mucho mejor que el dólar y el euro y por eso vale más. Todo vale más en relación al dólar y por eso suben también los commodities, entre ellos el cobre, no tanto por la respectiva oferta y demanda, sino porque el dólar vale menos.
¿Está bien que el Banco Central salga al rescate del dólar? Sí, porque lo hizo cuando ya había caído demasiado y la continuación de la caída habría comenzado a dejar muertos en el camino. ¿Será mal negocio para el Banco Central aumentar sus reservas? No lo sabemos. Desde luego, para comprar dólares y sostener el tipo de cambio, tiene que imprimir pesos con los cuales comprar esos dólares. Eso hace que, relativamente, aumente la oferta de pesos (lo que disminuirá su precio) y aumente también la demanda de dólares (lo que aumentará su precio). Entre medio quedan heridos en el camino, pero no muertos; va a haber más inflación interna, porque suben los combustibles y muchas otras cosas, desde la ropa usada importada hasta los autos y se están imprimiendo más pesos. Es que el almuerzo gratis no existe. En resumen, hemos evitado dejar muertos en el camino, pero han quedado heridos.
Entretanto, EE. UU. está ordenando su mochila. Se está empezando a recoger parte de la hemorragia de dólares que emitieron. Hay bancos salvados de la quiebra que ya le están devolviendo plata a la Reserva Federal. La industria automovilística, virtualmente estatizada para superar las quiebras, está volviendo a acercarse al "break-even". EE. UU. está volviendo a ser EE. UU. Entonces, el dólar se va a volver a afirmar y probablemente nuestro Banco Central no termine haciendo tan mal negocio.
Y yo termino estas reflexiones recordando al padre de un amigo mío que siempre, frente a las crisis cambiarias, pronosticaba: "el dólar va a bajar". Se murió sin ver una sola oportunidad en que eso sucediera. Bueno, ahora está sucediendo y si no hubiera sido por la intervención del Central, habría seguido sucediendo, pues durante bastante tiempo futuro parece que el peso seguirá siendo mejor "depósito de valor" que el dólar.
Y así estamos dejando atrás otra de las crisis cambiarias de ahora, que son el polo absolutamente opuesto de las de antes, tan tradicionales y que no desaparecieron hasta que un gobierno hoy innombrable le cambió el chip al país.
Entonces sucedió algo que está casi prohibido decir, a estas alturas, con "Museo de la Memoria", sucesivos Presidentes del "no" (incluido el actual, por cierto) y lavado de cerebros incluido: vino un gobierno que arregló el país, "le cambió el chip" y, algunos tropiezos mediante, disminuyó la inflación, terminó con la impresión desmedida de billetes, pues equilibró el presupuesto; trató de que el precio del dólar reflejara las fuerzas del mercado y generó sucesivos superávits (ya el Diccionaro de la Lengua había cambiado) de comercio exterior. En algún momento a ese gobierno milagroso "se le pasó el caballo" y quiso dolarizar la economía, estableciendo un tipo de cambio fijo, pero ése es otro tema, aunque, como veremos, no del todo.
Entonces, desde que se le "cambió el chip" al país, Chile es como era EE. UU.: tiene presupuesto equilibrado, no imprime billetes para cubrir el déficit público, tiene comercio externo favorable y goza de todo el crédito exterior que quiera, tanto que ya no lo necesita, pues es (increíble para los de mi generación) ¡acreedor neto del resto del mundo! Que el dólar pierda valor frente al peso es, entonces, natural. Nótese que al dólar no le sucede lo mismo frente al euro, porque en Europa también han tenido que ir al rescate de los quebrados imprimiendo miles de millones de euros.
La realidad es que el peso es un activo mucho mejor que el dólar y el euro y por eso vale más. Todo vale más en relación al dólar y por eso suben también los commodities, entre ellos el cobre, no tanto por la respectiva oferta y demanda, sino porque el dólar vale menos.
¿Está bien que el Banco Central salga al rescate del dólar? Sí, porque lo hizo cuando ya había caído demasiado y la continuación de la caída habría comenzado a dejar muertos en el camino. ¿Será mal negocio para el Banco Central aumentar sus reservas? No lo sabemos. Desde luego, para comprar dólares y sostener el tipo de cambio, tiene que imprimir pesos con los cuales comprar esos dólares. Eso hace que, relativamente, aumente la oferta de pesos (lo que disminuirá su precio) y aumente también la demanda de dólares (lo que aumentará su precio). Entre medio quedan heridos en el camino, pero no muertos; va a haber más inflación interna, porque suben los combustibles y muchas otras cosas, desde la ropa usada importada hasta los autos y se están imprimiendo más pesos. Es que el almuerzo gratis no existe. En resumen, hemos evitado dejar muertos en el camino, pero han quedado heridos.
Entretanto, EE. UU. está ordenando su mochila. Se está empezando a recoger parte de la hemorragia de dólares que emitieron. Hay bancos salvados de la quiebra que ya le están devolviendo plata a la Reserva Federal. La industria automovilística, virtualmente estatizada para superar las quiebras, está volviendo a acercarse al "break-even". EE. UU. está volviendo a ser EE. UU. Entonces, el dólar se va a volver a afirmar y probablemente nuestro Banco Central no termine haciendo tan mal negocio.
Y yo termino estas reflexiones recordando al padre de un amigo mío que siempre, frente a las crisis cambiarias, pronosticaba: "el dólar va a bajar". Se murió sin ver una sola oportunidad en que eso sucediera. Bueno, ahora está sucediendo y si no hubiera sido por la intervención del Central, habría seguido sucediendo, pues durante bastante tiempo futuro parece que el peso seguirá siendo mejor "depósito de valor" que el dólar.
Y así estamos dejando atrás otra de las crisis cambiarias de ahora, que son el polo absolutamente opuesto de las de antes, tan tradicionales y que no desaparecieron hasta que un gobierno hoy innombrable le cambió el chip al país.
miércoles, 5 de enero de 2011
Idea a la que le Llega su Tiempo
En 1989, Sebastián Piñera y yo íbamos en la misma lista de candidatos a senadores y concurríamos frecuentemente juntos a concentraciones públicas, donde él repetía en los discursos una frase de Víctor Hugo que a mí me gustaba mucho y lamentaba no haberla sabido antes que él, para usarla: "No hay nada más poderoso que una idea a la cual le ha llegado su tiempo".
En estos días la he visto citada por un columnista, pero en una versión bastante más débil.
Esa frase tiene un contenido real muy fuerte, y se me hace presente en los últimos años con curiosa frecuencia. En particular, la recordé hoy mientras viajaba por un camino oyendo el programa de Checho Hirane, donde tenía convidado al Director de FONASA, la institución estatal de salud, Mikel Uriarte, que ha hecho una gran labor reordenando el caos que dejó en ella la Concertación.
En un momento dado, Uriarte dio una cifra: "Este año el gasto público en salud será de ocho mil millones de dólares." Esa cifra equivale a unos cuatro billones (millones de millones) de pesos.
Haga uno los cálculos que quiera, pero con esa suma, entregada directamente a los chilenos pobres, cada uno podría tener un seguro de salud tan bueno o superior al que hoy tienen los chilenos ricos. Es decir, sin esperas, en clínicas modernas, con tecnología avanzada y los mejores tratamientos y remedios. ¿Y por qué, entonces, los pobres no tienen nada de eso, son vejados por la burocracia tras largas esperas, no pueden operarse cuando lo necesitan y siguen mencionando a la salud como uno de sus grandes problemas? Respuesta: porque esa enorme suma no va a manos de ellos, sino de la burocracia, que la mal-administra, malbarata y aprovecha en lo posible para sí o para crear más "pegas" para los correligionarios.
La idea a la cual le ha llegado su tiempo, y no sólo en salud, sino en educación, en combate a la pobreza y en muchos otros campos en que la burocracia es millonaria pero ineficiente y, por tanto, los recursos serían mucho mejor aprovechados si llegaran directamente a manos de los pobres, es precisamente ésta: "¡la plata para la gente!".
Es una idea tan poderosa que va a llegar el momento en que un candidato presidencial la va a levantar, la va a explicar y va a ganar la elección bajo el lema "la plata para la gente."
En el caso de la salud: ¿qué prefiere usted, cada vez más billones para FONASA o plata que le llegue a cada chileno necesitado, en monto suficiente para contratar un buen seguro de salud en una institución privada?
Es una idea a la que le está llegando su tiempo. Más temprano que tarde se abrirán las anchas alamedas por donde transitará el hombre libre y dueño de su capacidad de elegir, con los recuros suficientes para hacerlo. Pues, para comenzar, éstos ya están. Sólo falta que se entreguen a sus destinatarios naturales y no se queden enredados en la burocracia, la politiquería y el proselitismo partidista.
En estos días la he visto citada por un columnista, pero en una versión bastante más débil.
Esa frase tiene un contenido real muy fuerte, y se me hace presente en los últimos años con curiosa frecuencia. En particular, la recordé hoy mientras viajaba por un camino oyendo el programa de Checho Hirane, donde tenía convidado al Director de FONASA, la institución estatal de salud, Mikel Uriarte, que ha hecho una gran labor reordenando el caos que dejó en ella la Concertación.
En un momento dado, Uriarte dio una cifra: "Este año el gasto público en salud será de ocho mil millones de dólares." Esa cifra equivale a unos cuatro billones (millones de millones) de pesos.
Haga uno los cálculos que quiera, pero con esa suma, entregada directamente a los chilenos pobres, cada uno podría tener un seguro de salud tan bueno o superior al que hoy tienen los chilenos ricos. Es decir, sin esperas, en clínicas modernas, con tecnología avanzada y los mejores tratamientos y remedios. ¿Y por qué, entonces, los pobres no tienen nada de eso, son vejados por la burocracia tras largas esperas, no pueden operarse cuando lo necesitan y siguen mencionando a la salud como uno de sus grandes problemas? Respuesta: porque esa enorme suma no va a manos de ellos, sino de la burocracia, que la mal-administra, malbarata y aprovecha en lo posible para sí o para crear más "pegas" para los correligionarios.
La idea a la cual le ha llegado su tiempo, y no sólo en salud, sino en educación, en combate a la pobreza y en muchos otros campos en que la burocracia es millonaria pero ineficiente y, por tanto, los recursos serían mucho mejor aprovechados si llegaran directamente a manos de los pobres, es precisamente ésta: "¡la plata para la gente!".
Es una idea tan poderosa que va a llegar el momento en que un candidato presidencial la va a levantar, la va a explicar y va a ganar la elección bajo el lema "la plata para la gente."
En el caso de la salud: ¿qué prefiere usted, cada vez más billones para FONASA o plata que le llegue a cada chileno necesitado, en monto suficiente para contratar un buen seguro de salud en una institución privada?
Es una idea a la que le está llegando su tiempo. Más temprano que tarde se abrirán las anchas alamedas por donde transitará el hombre libre y dueño de su capacidad de elegir, con los recuros suficientes para hacerlo. Pues, para comenzar, éstos ya están. Sólo falta que se entreguen a sus destinatarios naturales y no se queden enredados en la burocracia, la politiquería y el proselitismo partidista.